El Observatorio de Precios de Avellaneda anunció que el
incremento en los precios de los alimentos registrado en esta ciudad alcanzó al 1,1%, sensiblemente menor que el registrado en el mes anterior y constituye el menor registro desde abril pasado. Se anticipa que las buenas noticias no se repetirían en agosto, ya que aunque las perspectivas para ese mes no son buenas; los datos disponibles indicarían que en las dos últimas semanas, los precios de los alimentos se encuentran en un proceso de aceleración
El IPAv (Índice de Precios de Alimentos de Avellaneda) fue
creado recientemente por el observatorio de precios de la U.C.R. y registra la variación de los precios desde abril pasado, los resultados en el trimestre fueron los siguientes:
MES ÍNDICE VARIACIÓN
Abril 100.00 Mayo 101.84 + 1,84 % Junio 106.70 + 4.77 % Julio 107.87 + 1.10 %
Es decir, en julio para comprar los mismos productos que se
compraban con $100, habrá que gastar $ 107,87. Es decir en tres meses la capacidad de compra se deterioró en casi un 8%
Si bien debe señalarse que, después de los muy importantes
aumentos registrados en junio que alcanzaron a casi el 5%, julio registra un incremento mucho menor que apenas supera el 1%, se trata de un promedio de precios mensuales donde la primeras dos semanas estuvieron muy tranquilas, mientras que sobre la última quincena se registraron subas que, de mantenerse, podrían llevar el aumento de los alimentos de agosto a partir de una base mínima del 1.7% y probablemente superar el 2,5%.
Adicionalmente a la aceleración de los aumentos en la última
quincena, seguramente impactará en la medición de la inflación en agosto la anunciada suspensión de los precios subvencionados de algunos artículos, conforme a los acuerdos alcanzados por la Secretaría de Comercio Interior liderada por Guillermo Moreno. Los productos con acuerdo de precios tienen en algunos casos una eficacia muy relativa en la defensa del valor del salario, pero aún éste podría desaparecer en el próximo mes. Cabe aclarar respecto a la efectividad de la medida que muchas veces el consumidor se encuentra con dificultades de abastecimiento para poder comprar los cortes de carne con precios acordados. El Observatorio de Precios al respecto pudo comprobar que en algún importante supermercado la provisión de cortes subsidiados sólo alcanzaba a treinta kilogramos que se agotaban temprano en la mañana.
Los principales aumentos se registraron en los rubros de
alimentos frescos como el pescado, donde el filete de merluza pasó de $21,65 a $31.15, casi un 44%, frutas y cuyos incrementos variaron entre el 19% y el 27% (las manzanas pasaron de costar $5.87 el kilo a 6.98, mientras las bananas de $4.50 a $ 5.70), del mismo modo los panificados incrementaron su precio sensiblemente ya que las galletitas dulces pasaron de valer $4,20 el kilogramo a $4.72.
Por su parte los precios que bajaron fueron liderados por el
arroz (-15,24%,) de $8.80 a $7.50, el pollo fresco que registró una baja del 11,31% y los tomates que pasaron de valer $7.90 el kilo a $6.10.
En todos los casos se trata de precios promedio por cuanto
durante el mes se observaron importantes variaciones en los precios de los productos en los distintos locales de compra así por ejemplo el pan flauta se puede comprar desde $ 2,49 el kilo (en atención a los acuerdos de precios de la Secretaría de Comercio Interior) a $ 5,20, y sin entrar en los precios acordados, la docena de huevos puede comprarse en una cadena de supermercados a $4.58 y a $7.20 en otra. Aún el mismo producto y la misma marca de vino fino en distintas cadenas de supermercado se consigue a $ 6,30 y en otra a $7.80 por botella de 750 centímetros cúbicos.