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DERECHO DE LAS OBLIGACIONES.

Los derechos privados se clasifican, según tengan o no un contenido de tipo


económico, en derechos patrimoniales y derechos extrapatrimoniales.
La subclasificación de derechos extrapatrimoniales dice relación con los derechos
de la personalidad y los derechos de familia. Los primeros los tienen todos por el solo
hecho de ser personas, y los segundos se adquieren por las relaciones de familia.
La distinción entre derechos patrimoniales y extrapatrimoniales nos es tan nítida,
sobre todo en los derechos de familia, pues muchos derechos que las personas tienen por
ser parte de una familia tienen una vinculación patrimonial. Por ejemplo: la relación padre-
hijo, se traduce en una prestación económica.
Además, últimamente también en los derechos de la personalidad hay una tendencia
a derivar consecuencias de tipo económico por la infracción a estos derechos. Por ejemplo:
indemnización de perjuicio por injuria.
En conclusión la distinción es más bien de tipo conceptual, pues la tendencia actual
es que todo puede derivar en una estimación pecuniaria.
En los derechos patrimoniales encontramos, también, una clasificación que
distingue entre derechos reales y derechos personales.
Los derechos reales se encuentran definidos en el Art. 577 C.C como “el que
tenemos sobre una cosa sin respecto a determinada persona”.
Los derechos personales están definidos en el Art.578 C.C, estableciendo que “son
aquellos que sólo pueden reclamarse de ciertas personas, que, por un hecho suyo o la sola
disposición de la ley, han contraído las obligaciones correlativas…”.
La distinción entre ellos se basa en la relación entre el sujeto y la cosa, así, en los
derechos reales existe una relación entre sujeto y cosa. En cambio, en los personales hay
una relación entre sujetos.

Diferencias entre Derechos Reales y Derechos Personales.


1- En el caso de los derechos reales sólo hay sujeto activo, no existe sujeto pasivo.
En cambio, en los derechos personales hay tres elementos: sujeto activo, sujeto pasivo y
prestación.
2- El derecho real recae directamente sobre la cosa. En cambio, el derecho personal
no recae directamente sobre la cosa, sino sobre la prestación del deudor, que puede dar,
hacer o no hacer algo. Por ejemplo:
• Juan es dueño de un inmueble. Encontramos el derecho real de dominio y sólo
hay sujeto activo.
• Pedro ha celebrado una compraventa con Diego. Encontramos los tres
elementos: Pedro como deudor (tiene la obligación de entregar la cosa).
Entrega de la cosa como prestación.
Diego como acreedor.

3- El derecho real otorga un poder directo o inmediato sobre la cosa. El derecho


personal, en cambio, otorga solamente el derecho a exigir la prestación del deudor.
En el ejemplo, Juan puede hacer lo que quiera con su inmueble (enajenarlo,
hipotecarlo, etc.), sólo tiene las limitaciones señaladas en la ley: derecho ajeno y ley. Y
Diego tiene derecho a exigir la entrega de la cosa, pero ese derecho no se ejerce sobre la
cosa, por que él todavía no es dueño de ella. El derecho se ejerce contra Pedro si es que éste
no entrega el auto. Esto es importante porque si pedro celebra otra compraventa con José y
hace tradición del auto, José se hace dueño de la cosa y Diego no podría exigir nada a José
porque el derecho no recae sobre la cosa. Sólo podría exigir la cosa contra Pedro.

4- Respecto de la eficacia, el derecho real es absoluto, se puede hacer valer contra


cualquier persona; y el personal es relativo, porque sólo se puede hacer valer respecto del
deudor.

5- En cuanto a su ejercicio, el derecho real es ilimitado y perpetuo, esto quiere


decir que puede ejercerse continuamente en el tiempo. En cambio, el derecho personal es
limitado porque sólo puede exigirse del deudor, y temporal porque generalmente el
ejercicio de éste implica su extinción. En el ejemplo Diego sólo tiene derecho a que se le
entregue el automóvil (limitado) y temporal porque cuando se le entregue el auto a Diego
su derecho se extingue.

6- La regulación de los derechos reales es materia de orden público y esto trae


como consecuencia el sistema de numerus clausus. En cambio, en los derechos personales
prima la autonomía de la voluntad y, por lo tanto, el sistema de numerus apertus.

7- En cuanto a su fuente, el derecho real requiere título y modo. En cambio, el


derecho personal requiere solamente título.
Hay que tener presente que el mismo Código dice que para las transferencias de los
derechos personales también se requiere un título y un modo.

Si bien la distinción entre los derechos reales y personales es clara, existe una serie
de figuras híbridas en las cuales encontramos una vinculación entre ellos, estas figuras
jurídicas son:
• Obligación Propter Rem.
• Cargas Reales.
• Obligación In Faciendo.

• Obligación Propter Rem, también denominadas obligaciones ambulatorias. En


el caso de ellas el sujeto pasivo lo es justamente por ser el titular de un derecho real,
principalmente el dueño de una cosa. Por ejemplo: las obligaciones que surgen entre los
comuneros; el caso de los títulos de crédito, en los que el acreedor puede ir variando sin que
varíe el deudor y sin voluntad del deudor.

• Cargas Reales. Es el gravamen que afecta a una cosa y cuya prestación debe
efectuarla el titular de un derecho real o de la posesión sobre ella. Ejemplo: Contribuciones
de Bienes Raíces.
La carga real grava a la cosa y, por lo tanto, al dueño de la cosa.
Algunos autores no reconocen diferencias entre las cargas reales y las obligaciones
propter rem.
Otros, en cambio, si reconocen diferencias: la carga real grava a la cosa, en cambio,
la obligación propter rem es sólo exigible al titular del derecho real.
En la carga real quien se hace dueño de la cosa responde no sólo de las obligaciones
que surjan después de la compra sino, también, de las que existían antes.
La carga real sólo puede ejercerse en primera instancia en contra de la cosa. En
cambio, en la obligación propter rem es todo el patrimonio del deudor el que responde por
la obligación.
La mayoría de la doctrina dice que tanto las obligaciones propter rem, como las
cargas reales no pueden ser creadas por los particulares, sino sólo por ley y esto por sus
especiales características.

• Obligación In Faciendo. Ella se traduce en que el dueño de una cosa debe


ejecutar positivamente una actividad a favor de otra persona, que es titular de un derecho
real limitado sobre esa cosa. Ejemplo: servidumbre, ya que el dueño de una cosa está
obligado a realizar una conducta respecto del titular de un derecho real limitado, aquí lo
importante es que si el dueño del predio sirviente cambia el nuevo dueño sigue estando
obligado con el predio dominante.

¿Existe la posibilidad de que los particulares puedan crear obligaciones como las
propter rem y las in faciendo?
Por ejemplo, un predio que en principio pertenece a una persona (Juan), y luego él
divide su predio en dos lotes (A y B) y decide vender el lote B a Pedro, estipulando en el
contrato de compraventa una obligación especial de no edificar construcciones de más de
dos pisos.
Después de un tiempo Pedro vende su propiedad a Diego, se celebra el contrato de
compraventa sin ninguna estipulación especial, y éste transforma la construcción en una de
tres pisos.
El problema doctrinario que se presenta es: ¿esta obligación que constaba en el
primer contrato obliga solamente a Pedro o también a todos los posteriores dueños? Las
posibilidades son dos: que las estipulaciones entre particulares obligan a todos o que sólo
obligan a quien las haya estipulado. En chile esta obligación sólo sería exigible respecto de
la parte que la contrajo y no respecto del titular del derecho real, esta es la opinión de
Vodanovic y su argumento se basa en que esta clase de obligaciones sólo pueden ser
creadas por ley y no por los particulares.
CONCEPTO DE OBLIGACIÓN
El término obligación es de un uso casi diario en todas las personas, por eso, en
principio, se distingue para determinar el significado jurídico de obligación.
Se lo distingue del deber, hay distintos deberes: morales, religiosos, etc. Estos no
son posibles de exigir coactivamente, ni por el Estado, ni por la comunidad, ni por un
particular.
En sede jurídica se va precisando el concepto de obligación:
• Habría primero una obligación general de acatamiento del ordenamiento
jurídico (es lo mismo que los deberes generales de conducta).
• Hay obligaciones particulares que nacen porque la persona se encuentra en un
determinado estado o situación (deberes específicos de conducta). Por ejemplo: deberes
entre cónyuges.
• Obligación en el sentido de una relación vinculante entre dos personas.
En las dos primeras categorías se habla de deber y se reserva el término obligación
para la tercera.

Obligación: vínculo jurídico entre dos personas determinadas, en virtud de la cual


una persona se encuentra en la necesidad de realizar cierta prestación para con otra, que
puede ser dar, hacer o no hacer algo.

Diferencias entre Deberes y Obligación.


• En el caso de la obligación existe un crédito y una deuda, un acreedor y un
deudor, y esas personas están determinadas. Por eso Diez Picasso las llama relaciones
obligatorias.
• En la obligación existe una prestación que está acotada, determinada. El deudor
sabe qué tiene que hacer o dar y el acreedor sabe que es lo que puede exigir.
• La prestación expresa todo lo que el deudor puede realizar y todo lo que el
acreedor puede exigir.
• El vínculo es temporal por ser de carácter restrictivo de la libertad personal.
• Es excepcional porque lo normal es que las personas no se encuentren obligadas
respecto de otras determinadas.

Además, hay ciertos conceptos, cercanos al de obligación, que es necesario precisar:


 Derechos potestativos: aquella facultad que tiene un sujeto, por su propia
voluntad, para provocar un cambio en la situación jurídica de otra persona, sin que ésta
pueda más que resignarse a soportar las consecuencias de esa manifestación de voluntad.
Por ejemplo: derecho del comunero de pedir la partición, derecho del contratante diligente
para pedir la resolución del contrato y derecho de elegir en las obligaciones alternativas.
Aquí no hay un sujeto pasivo que sea parecido al sujeto pasivo de la obligación, por
lo tanto, no los podemos considerar como obligaciones.
 Cargas: implica la necesidad de hacer algo bajo pena de no conseguir algo
determinado.
Aquí nadie puede obligar a esa persona a realizar la actividad, es ella la que va a
sufrir las consecuencias de no realizarla. Por ejemplo: Onus Probandi, carga de acreditar
que lo que está alegando en juicio es realmente así (Art. 1698 C.C), aquí no hay un
acreedor propiamente tal, porque a la otra parte no le interesa que cumpla con esa carga, y
las consecuencias sólo las va a afrontar el que no cumpla con el onus probandi.

Elementos de la Obligación.
1) Personas determinadas.
2) Vínculo jurídico.
3) Prestación.

1) Sujetos de la obligación: deben estar determinados, estos son:


 Deudor o sujeto pasivo.
 Acreedor o sujeto activo.
Pueden ser personas naturales o jurídicas y pueden ser dos o más.
Se ha planteado la posibilidad de la indeterminación de las personas. La regla
general es que deba ser determinado. Las excepciones a esto son relativas porque cuando la
obligación deba ejecutarse o hacerse efectiva van a tener que estar determinados ambos.
Algunas teorías sostienen que la relación es entre patrimonios y no entre personas.
Si bien el crédito se hace efectivo en el patrimonio, la relación es personal y es tan
personal que no se permite el cambio del deudor por transferencia entre vivos, sí es posible
que el acreedor cambie a través de la cesión de créditos.
Lo que siempre se permite es la transmisión por causa de muerte, los herederos
quedan con la titularidad que tenía el causante.

2) Vínculo jurídico: es lo que diferencia a la obligación de los deberes morales y


sociales, esto porque el ordenamiento jurídico otorga al acreedor medios para forzar al
deudor al cumplimiento.

3) Prestación: constituye el objeto de la obligación, la conducta que el deudor


debe ejecutar, lo que se debe.
Esta prestación puede consistir en dar una cosa, hacer o no hacer algo.
La obligación de dar consiste en transferir el dominio de algo o hacer entrega de él.
La obligación de hacer consiste en ejecutar una conducta, y la de no hacer en
abstenerse de ejecutar una determinada conducta.
La prestación es el objeto de la obligación, pero a su vez la prestación tiene un
objeto, que consiste en dar, hacer o no hacer algo.
Como todo objeto de un acto jurídico debe reunir ciertas condiciones, si se trata de
dar una cosa, debe:
 Existir o esperarse que exista.
 Ser comerciable.
 Estar determinado o ser determinable.
 Ser lícito.
Si se trata de hacer o no hacer, debe:
 Ser determinado o determinable.
 Ser física y moralmente posible.
¿La prestación debe ser de carácter patrimonial o no?
1) Según la teoría más clásica (Pothier, Savigny) la prestación debe tener un
contenido patrimonial, es decir debe tener un valor económico.
2) La segunda teoría es la sustentada por Ihering, quien señala que no es necesario
que la prestación tenga un carácter patrimonial porque el Derecho tutela no sólo intereses
patrimoniales, sino también extrapatrimoniales. Además indica que en caso de infracción
tiene la misma protección que en el caso de que fuera patrimonial: puede haber
cumplimiento voluntario, y, en caso de incumplimiento, puede solicitar cumplimiento
forzado o resolución e indemnización de perjuicios.
Esta teoría produce dudas en lo que respecta al cumplimiento forzado, ya que en la
mayoría de los casos se trata de hacer o no hacer algo y aquí el cumplimiento forzado no es
posible.
3) La tercera teoría es la denominada Moderna, ella distingue entre interés del
acreedor, que puede ser no patrimonial, y prestación, que necesariamente debe ser
patrimonial.
Para Diez Picasso no parece haber duda que la prestación puede ser no patrimonial.

Las teorías de Ihering y Moderna llevan a tener que admitir la posibilidad de


indemnización del daño moral, porque si la prestación es extramatrimonial, la
indemnización va a ser por daño moral.
Muchas veces estas prestaciones extramatrimoniales van unidas a prestaciones
patrimoniales, por ejemplo: arrendatario que además de pagar la renta se compromete a no
hacer ruidos. Pero también hay otra que no van unidas, por ejemplo: vecino se compromete
a no plantar crisantemos porque le traen recuerdos dolorosos a su vecino, aquí tenemos una
prestación de no hacer, ahora si se plantan los crisantemos el cumplimiento forzado no
cabe y sacarlas sería inoficioso porque el dolor ya se produjo, por lo tanto, sólo cabe
indemnización y ésta va a ser por el daño moral porque al vecino no le trae consecuencias
de tipo patrimonial.

FUENTES DE LAS OBLIGACIONES.


Fuentes de las obligaciones son aquellos hechos o acontecimientos generadores de
las obligaciones.
En el Código Civil encontramos señaladas fuentes de las obligaciones en los
Arts.578 (hecho humano y ley), 1437 (contratos, hecho lícito, hecho ilícito, y ley) y 2284
(convención, hecho del hombre o hecho voluntario, y ley).
Tradicionalmente, en base a estas disposiciones, se han distinguido cinco fuentes:
 Contratos.
 Cuasicontratos
 Delitos.
 Cuasidelitos.
 Ley.
A esta clasificación clásica se le realizan varias críticas:
• En primer lugar, existe una doctrina que reduce las fuentes a dos: el contrato y la
ley. Se basan en que sólo en los contratos habría voluntad de obligarse y en todo el resto de
las situaciones es la ley la que impone la obligación, no hay voluntad del obligado en
contraer la obligación, sino que la ley le asigna ese valor a su conducta. En el caso de los
delitos y cuasidelitos esto es casi evidente.
• Otras teorías restringen aún más y señalan como única fuente a la ley, esto
porque incluso en el caso de los contratos la ley le otorga el efecto de obligarse a la
voluntad expresada.
• Por último, existen teorías que dicen que las fuentes tradicionales no son las
únicas, sino que hay otras. Señalan, principalmente, al enriquecimiento sin causa y a la
declaración unilateral de voluntad.

ENRIQUECIMIENTO SIN CAUSA.


Es la otra fuente que se propone a partir de las enumeradas en la ley.

Requisitos:
1) Se requiere un enriquecimiento, lo cual debe entenderse en un sentido amplio,
como toda ventaja patrimonial, aumento de valor, ya sea material o inmaterial, incluso
podría ser la liberación de una carga u obligación.
2) Empobrecimiento de otra persona. Esto lo señala la doctrina tradicional, una
doctrina moderna expresa que el empobrecimiento no es indispensable, lo indispensable es
sólo el enriquecimiento, no importando si hay un empobrecimiento correlativo. Por
ejemplo: yo viajo y dejo mi casa cerrada, el vecino se da cuenta y la arrienda por seis
meses, llego y la casa está igual, no tengo un empobrecimiento pero otra persona se ha
enriquecido a costa de mi patrimonio sin causa jurídica justificante.
Otro ejemplo: la propiedad intelectual, una persona escribe una novela, pero no
quiere que nadie la conozca, está inscrita. Un amigo lanza la novela y es un éxito, el amigo
se enriquece y no habría empobrecimiento porque esta persona no pensaba publicar la
novela. Aquí podría, también, haber indemnización del daño moral, pero con eso no se
lograría que se le devuelva el enriquecimiento que experimentó el amigo.
En ambas teorías se presenta el problema de las gestiones que se realizan en
provecho propio, pero además alguien resulta beneficiado, casos como:
 Vecino que construye dique que evita que el río inunde su predio, pero a su vez
evita que se inunden los predios vecinos.
 En una de las parcelas se construye un hotel, lo que hace que el sector adquiera
gran plusvalía como sector turístico.
En ambos casos hay beneficio de terceros y también del que realizó el hecho.
¿Podría esta persona accionar contra los terceros por un enriquecimiento sin causa? Según
la doctrina tradicional no, porque no hay empobrecimiento.
Según la doctrina moderna si se podría, pero en uno de los ejemplos: el primero. Y
también podría decirse que hay un empobrecimiento en el que construye el dique.
La doctrina que acoge la posibilidad de accionar dice que cuando se actúa en
beneficio propio en realidad no hay empobrecimiento.
El tratadista alemán Ennecerus pone los mismos ejemplos y dice que en el primer
caso el que construye el dique si tiene acción porque el dique era necesario para la
comunidad, y en el segundo caso no porque no era necesario para los vecinos.
En conclusión, lo primordial será ver si el hecho era necesario para los terceros, ésta
será la clave para ver si hay enriquecimiento sin causa y se puede accionar.
En este caso el monto del enriquecimiento es el gasto que se evitó cada una de los
vecinos al no construir el dique.
3) Correlatividad entre el empobrecimiento y el enriquecimiento, esto si tomamos
la doctrina tradicional, lo cual no sería necesario según la doctrina moderna.
Los casos en que no hay empobrecimiento correlativo son excepcionales, la regla
general es que haya enriquecimiento y empobrecimiento.
4) Ausencia de causa, que el enriquecimiento no tenga una causa jurídica.
Todo hecho siempre va a tener una causa, por lo tanto, esto hay que tomarlo como
ausencia de causa jurídica justificante, en otras palabras, que no haya una causa jurídica que
para el Derecho sea aceptable.
5) Subsidiaridad de la acción, esto implica que debe examinarse si el afectado tiene
a su disposición otra acción contra el enriquecido. Si no tiene ninguna acción hay que
preguntarse por qué, pues hay casos en que el ordenamiento no quiere que esa situación se
vea afectada, por ejemplo: lesión enorme, se podría pensar que hay enriquecimiento sin
causa ya que se cumplen los requisitos, pero aquí la ley expresamente ha limitado la acción
recisoria a la compraventa de bienes inmuebles.

Esta acción es:


 Personal, sólo puede dirigirse en contra del enriquecido o sus herederos, no
procede contra terceros, esto es importante cuando se trate del desplazamiento de un bien.
 Patrimonial.
 Transmisible.
 Transferible.
 Renunciable.
 Prescriptible, no hay regla especial por lo que se aplica la regla general de 5
años.

CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES SEGÚN EL OBJETO.

1) Obligación de dar, hacer y no hacer.


En las obligaciones de dar hay que distinguir el concepto doctrinario y el legal, ya
que la obligación de dar legalmente comprende la obligación de entregar (que es una
obligación de hacer doctrinariamente), también hay que hacer la distinción entre los
conceptos doctrinarios y legal en las obligaciones de hacer.
2) Obligaciones de especie o de cuerpo cierto y de género.
En cuanto a las obligaciones de género hay varias alternativas en su determinación,
lo cual tiene importancia porque va a influir en sus efectos. Por ejemplo: 10 vacas, si no se
hace ninguna determinación más, se deberá entregar 10 vacas de una “calidad mediana”.
Este es el ejemplo paradigmático donde las obligaciones de género cumplen todos los
efectos previstos en le Código.
Cada vez que se determina más se va acercando a las obligaciones de especie, pero
no deja de ser de género, y se van mitigando los efectos de las obligaciones de género.

Obligaciones de Dinero.
Las obligaciones de dinero son, por regla general, una obligación de género. Podrían
ser de especie o cuerpo cierto en el caso que el objeto de la obligación sea justamente las
monedas o papel moneda en sí, como cosa y no como valor.
En relación al cumplimiento de estas obligaciones, entre nosotros rige el Principio
nominalista, es decir, el pago de una obligación de dinero debe hacerse, si es que no hay
estipulación en contrario, por la misma suma debida, cualquiera sea el valor que tenga el
dinero en el momento que deba cumplirse la obligación. Este principio no resguarda al
acreedor, pues éste puede verse perjudicado, por ello generalmente la convención de las
partes lo altera estipulando reajustes e intereses.
El reajuste busca mantener el valor del dinero.
Los intereses tienen el objeto de que el acreedor obtenga una ganancia legítima por
el uso que le podría haber dado a ese dinero.
En relación con el reajuste encontramos obligaciones de dinero estipuladas en:
 Cláusula Moneda Extranjera. En este tipo de cláusulas se conviene que la
obligación se pagará en una determinada moneda extranjera. Por ejemplo: te vendo mi casa
en 10.000 dólares.
 Cláusula Valor Moneda Extranjera. Se pacta que la obligación se va a pagar en
moneda nacional, pero en relación a la paridad que tenga con una determinada moneda
extranjera. Por ejemplo: te vendo mi casa en 10.000 dólares al valor que tenga en pesos el
día de hoy.
La ley, específicamente la Ley Nº 18.010, permite expresamente que se estipulen
este tipo de obligaciones.
La Ley Nº 18.010 en su art. 20 señala la regla, y dice que las obligaciones que se
expresen en moneda extranjera serán pagaderas en moneda nacional equivalente al día del
pago. Es decir, ambas obligaciones, en principio, serán pagadas en moneda nacional. Este
mismo artículo en su inc. 2º contempla una excepción señalando que habiendo autorización
expresa de la ley o del Banco Central el acreedor podrá exigir su cumplimiento en la
moneda extranjera.
Además el art. 24 de la misma ley establece que no está permitido el reajuste en este
tipo de obligaciones, que no sea el que lleva implícito. Intereses si se pueden pactar.
También existe la posibilidad que se pacten otros sistemas de reajuste en base a
otros valores y conceptos. Generalmente se pacta que la obligación de dinero se reajustará a
algún sistema fijado por ley, normalmente algún índice que tiene variación en base a
factores que establece la misma ley. Los índices más usados son: IPC, UF, UTM, UTA, etc.

Respecto de su incumplimiento:
1) La obligación de dinero siempre va a ser pagada en especie, siempre va a ser
pagada a través de una cantidad de dinero equivalente. Por ejemplo: A vende a B un
automóvil en $2.000.000. Si A no cumple su obligación, B puede exigir que se le entregue
el automóvil, la obligación de A de entregar el auto puede no ser cumplida en especie si,
por ejemplo, lo enajena o se destruye. Si B no cumple, su obligación siempre va a ser
cumplida en especie, ya que si B no tiene dinero A puede rematar los bienes de éste y se
paga con las resultas del remate.
2) En el caso de incumplimiento de una obligación de dinero el Código Civil, en el
Art.1559, regula expresamente la indemnización de perjuicios moratorios y que, en
definitiva, se traduce en el pago de intereses.
Clases de Obligaciones de Dinero:
1) Operaciones de Crédito de Dinero.
Están definidas en el Art. 1º inc. 1º de la Ley 18.010.
El objeto de esta obligación es el dinero. Y el factor determinante para calificarla
como operación de crédito es que el pago se va a ser en otro tiempo diferente a cuando se
entregó el dinero.
El inc. 2º de este mismo artículo asimila a este tipo de operaciones otras, que son las
de descuento de documentos representativos de dinero, estas operaciones son las que
realizan las empresas de factoring.
Estas operaciones de crédito de dinero pueden ser reajustables o no, así lo señala su
Art. 2º. De acuerdo con el principio nominalista si nada se dice la operación no es
reajustable.
Por regla general puede estipularse cualquier sistema de reajustabilidad, salvo que
intervenga alguna institución bancaria, sociedad financiera o cooperativa de ahorro o
crédito en que sólo pueden pactarse los sistemas de reajustabilidad autorizados por el
Banco Central para ese tipo de operaciones.
El Art. 10 de la misma ley otorga al deudor la facultad de anticipar el pago, aún
contra la voluntad del acreedor, si se cumplen los mismos requisitos que el artículo señala:
capital no superior a 5.000 UF y luego la norma distingue entre operaciones reajustables y
no reajustables.

2) Saldos de Precio de Compraventa.


Art. 26 de la Ley 18.010.
Nos referimos a cuando queda una parte del precio pendiente.
La propia ley hace aplicables a este caso las disposiciones del Art. 2º relativo a los
intereses, el Art. 8º también relativo a ellos y el Art. 10 que se refiere a la anticipación en el
pago.

3) Otras Obligaciones Monetarias.


Se rigen por las reglas generales del Código, esto porque no hay ninguna
disposición de la Ley 18.010 que haga aplicable sus normas a estas otras obligaciones no
reguladas específicamente, por lo tanto, prima el principio nominalista y los intereses se
sujetan a las normas que señala el Código.
Se ha entendido que el Art. 25 de la ley es de aplicación general, esto por su
encabezado que señala “En los juicios de cobro de cualquier obligación reajustable…”.

Los Intereses:
El Código Civil no contiene un concepto de interés, es la Ley 18.010 la que nos da,
en su Art. 2º, un concepto dependiendo de si la operación es reajustable o no.
Si se trata de operación no reajustable el interés está constituido por cualquier suma
a que el acreedor tenga derecho por sobre el capital.
En operaciones reajustables será cualquier cantidad por sobre el capital reajustado.
Jurídicamente se trata de un fruto civil y, por lo tanto, pueden estar pendientes o
percibidos, según se deban o hayan sido pagados.
Además, constituyen una obligación accesoria y, por lo tanto, siguen la suerte de la
principal, extinguida la obligación principal se extingue la accesoria, por esto el Art. 1595
inc. 2º C.C y el Art. 17 de la Ley 18.010 señalan que si se otorga recibo o carta de pago sin
mencionar los intereses, se entiende que ellos también fueron pagados. Por la misma razón
el Art. 1591 señala que el acreedor no puede ser obligado a recibir el pago del capital sin
los intereses, ello porque no se estaría cumpliendo con el principio de que el pago debe ser
total.
Por ser accesorios, se transmiten y se transfieren con la obligación principal.

Clasificación de los Intereses:


1) En cuanto a sus fuentes, pueden ser legales o convencionales.
Lo normal es que no haya intereses, por lo tanto, si no hay disposición legal, ni
acuerdo entre las partes de que la obligación devengará intereses, no hay intereses.
Dentro de esta clasificación lo normal es que las partes los establezcan, la excepción
es que sean establecidos por ley.

2) Intereses por uso e intereses penales.


Los primeros son aquellos que devenga el crédito durante el cumplimiento de la
obligación. Y los penales son aquellos establecidos para el caso de incumplimiento de la
obligación, es decir, de mora del deudor.

3) En cuanto a la tasa de interés, es decir, el monto, se distingue en legales,


corrientes y convencionales.
a) Legales: aquellos en los cuales el monto del interés está establecido en la ley.
El antiguo Art. 2207 C.C determinaba la tasa de interés legal, que era de un 6%.
Esto ya no es así, porque dicha norma fue derogada por la Ley 18.010, que en su Art. 19
señala que se aplica el interés corriente en todos los casos en que las leyes se refieran al
interés legal o al máximo bancario. Por lo tanto, hoy en día el interés legal debe asimilarse
al interés corriente; hoy, salvo norma en contrario, se debe entender que cuando se refiere a
intereses legales se está refiriendo a los intereses corrientes.
Además, el Art. 2207 en su inciso primero (que no fue derogado) señala que si no se
dice nada respecto del monto de los intereses, debe entenderse que devenga los intereses
legales, y en relación con el Art.19 de la Ley 18.010 debe entenderse que devengará los
intereses corrientes.
b) Corrientes: es aquel que se cobra habitualmente en los negocios de una plaza.
Esta es una definición doctrinaria ya que el Código Civil no define lo que es interés
corriente, pero la Ley 18.010 si lo define en su Art. 6º. El problema está en si esta
definición de la ley es aplicable sólo a las operaciones de crédito de dinero o también a
todas las operaciones de dinero.
Abeliuk expresa que esta definición debe ser extendida a todas las obligaciones de
dinero porque:
 En la práctica se está operando así.
 Si el Art. 19 de la Ley 18.010, que asimila el interés corriente al legal, es de
aplicación general, también debe ser de aplicación general la definición de interés corriente.
Esto es importante porque si decimos que el Art. 6º es sólo aplicable a las
operaciones de crédito de dinero, cuando se pacten otras operaciones de dinero habrá que
determinar en cada caso el interés de ellas.
c) Convencional: es aquel que estipulan las partes, sujeto, por supuesto, a las
limitaciones que establece la ley. Por lo tanto, las partes no son libres para establecer
cualquier tasa de interés.
Respecto a los intereses convencionales hay que analizar el interés máximo
convencional que es la mayor tasa de interés que pueden pactar los particulares de común
acuerdo.
En relación a las limitaciones al interés convencional encontramos las normas del
Código Civil, dadas fundamentalmente por el Art., 2206, que se encuentra dentro de la
regulación del mutuo, y el Art.1544.
El Art.2206 señala que en primer lugar hay que ver si la ley fija un interés especial.
La regla general establecida por este artículo es que el límite máximo convencional es el
que exceda en una mitad al que es el interés corriente a la fecha de la obligación. Al
excederse éste el juez lo reducirá al interés corriente. Este artículo está referido a los
intereses por uso.
El Art. 1544 se refiere expresamente a los intereses penales, la doctrina la denomina
cláusula penal enorme; establece límites a una cláusula penal excesiva con respecto a lo que
se pretende estipular. Expresa que en el caso del mutuo al establecerse intereses superiores
al máximo convencional, estos se reducen al máximo convencional.
Por su parte la Ley 18.010 también da normas sobre el interés máximo
convencional en el Art. 6º inc. 4º, que fija la misma tasa máxima que el código. En el caso
de pactarse intereses superiores a los establecidos en este artículo los intereses se rebajaran
al interés corriente vigente al momento de la convención, esto según el Art. 8 de la ley y
aquí no se distingue entre intereses por uso y penales, por lo tanto, se aplica a ambos.

Anatocismo: consiste en aquella característica que hace que los intereses


devengados por el crédito y no pagados por el deudor se capitalicen y devenguen a su vez
intereses.
Si no se paga el interés se va a unir al capital y el interés se va a calcular sobre esta
unión.
En nuestra legislación el Código Civil da una regla en el Art. 1559 nº 3, y señala
que los intereses atrasados no devengan intereses. Por lo tanto, en principio, podría
pensarse que no está permitido.
Una de las interpretaciones de este artículo dice que es una norma prohibitiva y por
tanto nunca devengarán intereses los intereses atrasados.
Sin embargo, hay otra interpretación que señala que lo que quiere decir este artículo
es que los intereses atrasados no producen intereses de pleno derecho, pero si pueden
pactarlo las partes, es decir, si nada se dice no hay antocismo.
La Ley 18.010 permite expresamente el anatocismo, el Art. 9 establece la regla
contraria a el Art. 1559, si nada se dice se produce antocismo, para excluirlo se requiere
pacto expreso de las partes.
OBLIGACIONES DE OBJETO MÚLTIPLE.
Hay tres especies:
1) Obligaciones de simple objeto múltiple.
2) Obligaciones alternativas.
3) Obligaciones facultativas.

1) Obligaciones de Simple Objeto Múltiple.


También se encuentran con los nombres de obligaciones conjuntivas o
acumulativas.
Estamos en presencia de estas obligaciones en el caso que existan dos o más objetos
debidos, de manera que todos ellos se deben conjuntamente. Por ejemplo: se celebra una
compraventa de un televisor, un equipo de música y un DVD en $300.000, hay tres objetos
debidos que deben satisfacerse conjuntamente para que se cumpla con la obligación.
Distinto sería si se celebra una compraventa de un una televisor en $150.000, un
equipo de música en $75.000 y un DVD en $75.000. Aquí hay obligaciones independientes
y, por tanto, la obligación es de objeto simple. El comprador cumplirá en forma
independiente las obligaciones, podría cumplir con algunas y no cumplir con otras. Así si
no cumple con pagar los $75.000 del DVD podría el acreedor pedir el cumplimiento
forzado de la obligación o, también, la resolución del contrato con indemnización de
perjuicios, pero el contrato que se disuelve es sólo el del DVD, lo demás no se altera.
En cambio, en las obligaciones de objeto múltiple si el deudor paga una parte del
precio y lo demás no, el acreedor puede pedir la ejecución forzada o la resolución del
contrato con indemnización de perjuicios. Y la resolución de este contrato abarca todos los
objetos.
Otro tipo de obligación de objeto múltiple es el caso en que es una sola la
obligación, pero para satisfacerla se deben realizar varias prestaciones. Ejemplo clásico:
paquetes turísticos, en que hay una sola obligación, pero esta única está constituida por
varias prestaciones (pasajes, estadía en hotel, etc.), en este caso la agencia de viajes va a
cumplir su obligación cuando ejecute toda las prestaciones, basta que no ejecute una para
que se entienda que no cumple con su obligación.
Otra característica de estas obligaciones de simple objeto múltiple es que el acreedor
no podría ser obligado a aceptar un pago parcial y, por su parte, el deudor no está obligado
a aceptar parte de las prestaciones.

2) Obligaciones Alternativas.
Están definidas por el Código en su Art. 1499 como “aquella por la cual se deben
varias cosas, de tal manera que la ejecución de una de ellas, exonera de la ejecución de las
otras”. Por ejemplo: celebro una compraventa de un televisor o un equipo de música o un
DVD en $100.000. Hay varios objetos y la obligación se satisface cumpliendo con una de
las prestaciones.
Es importante distinguir entre las obligaciones alternativas y las de género, porque
en las alternativas la obligación es de especie o cuerpo cierto.
El efecto principal de las obligaciones alternativas es que cumplida la obligación
con cualquiera de las cosas debidas se extingue respecto a las otras.
Un aspecto fundamental es el derecho a elegir con que cosa se paga:
 La regla general es que la elección es del deudor, salvo pacto en contrario.
Si la elección es del deudor, él puede disponer libremente de cualquiera de las cosas
en tanto mantenga una a lo menos, y el acreedor no podría oponerse.
Si se desase de todas las cosas menos una, se entiende que ejerce su derecho de
elección y que va a pagar con esa que le queda. Art.1502 C.C.
 Si la elección es del acreedor, el deudor está obligado a conservar todas las
cosas que debe alternativamente mientras no se ejercite el derecho de elección por el
acreedor.

Para el caso de pérdida de las cosas que se deben alternativamente, hay que
distinguir:
 Si las cosas se pierden por culpa del deudor, el acreedor tiene derecho a elegir
una de las otras, pero si elige la cosa que se destruyó o perdió tiene el acreedor derecho a
pedir el precio de la cosa con indemnización de perjuicios (cumplimiento forzado de la
obligación), y, aunque el artículo no lo dice, también la resolución del contrato con
indemnización de perjuicios.
 Si una o más de las cosas perecen por caso fortuito, se distingue de quién es la
elección. Si la elección es del deudor teóricamente la obligación subsiste, porque él podría
elegir entre las cosas que no perecieron, pero si él elige una cosa que se perdió, la
obligación se extingue. Si la elección es del acreedor, la obligación subsiste respecto de las
cosas que no se han perdido y deberá elegir una de ellas, no podría elegir una de las cosas
que perece y pedir el precio o la resolución con indemnización.
 Si todas las cosas perecen por caso fortuito, se extingue la obligación.

En el caso que las cosas sufran deterioro, también se debe distinguir:


 Si es por caso fortuito, sufrirá el deterioro el acreedor y, por lo tanto, deberá
recibir la cosa en el estado que se encuentre.
 Si es por culpa del deudor, el acreedor tiene dos alternativas: recibir la cosa
deteriorada y pedir indemnización, o bien negarse a recibir la cosa y pedir la resolución del
contrato con indemnización, esto si considera que la cosa ya no lo sirve así.

Este derecho de elección que tiene el acreedor o el deudor es transmisible y, por


tanto, pasa a sus herederos. Si, por ejemplo, son tres herederos, de acuerdo al Art.1526, la
elección deben hacerla todos ellos de consuno, es decir, conjuntamente. Esto es lógico
porque este derecho de elección es indivisible.

3) Obligaciones Facultativas.
De acuerdo al Art.1505 “es la que tiene por objeto una cosa determinada, pero
concediéndose al deudor la facultad de pagar con esta cosa o con otra que se designa”.
Aquí es uno solo el objeto debido, pero en el contrato se faculta al deudor a no
pagar con la cosa debida, sino con otra.
En estricto derecho es sólo uno el objeto debido, esto tiene importancia porque:
 El acreedor sólo puede demandar el objeto debido, no la otra cosa estipulada.
A su vez el vendedor sólo puede demandar el pago del precio y no la otra cosa estipulada.
 Si el objeto debido se extingue por caso fortuito, se extingue a su vez la
obligación, y no podría el acreedor pretender el pago con la otra cosa.
 Si la pérdida se debe a culpa del deudor, el acreedor podría demandar el precio
más indemnización, pero a su vez el deudor podría cumplir la obligación pagando con la
otra cosa estipulada como facultativa.

CLASIFICACIÓN SEGÚN EL NÚMERO DE SUJETOS.


Lo normal será que exista un acreedor y un deudor, pero puede darse la situación
que existan varios acreedores y un deudor, un acreedor y varios deudores, varios deudores y
varios acreedores.
Si existe un acreedor y un deudor, la obligación es de sujeto simple. En cambio, si
existen varios acreedores debemos saber a qué tienen derecho ellos, y cuando existen varios
deudores debemos saber a qué están obligados y qué derechos tienen respecto de los
codeudores.

Obligaciones con Pluralidad de Sujetos.


El fundamento legal de que puede haber sujeto múltiple lo encontramos en el
Art.1438 al decir “…cada parte puede ser una o muchas personas”.
Dentro de las obligaciones con pluralidad de sujetos encontramos:
1) Obligaciones simplemente conjuntas o mancomunadas.
2) Obligaciones solidarias.
3) Obligaciones indivisibles.
En estas tres obligaciones la pluralidad se puede dar tanto en el aspecto pasivo, como en
el activo y, también, mixto.
Las obligaciones solidarias y las indivisibles se diferencian fundamentalmente por que
las segundas se transmiten a los herederos, cosa que no ocurre en las obligaciones
solidarias.

1) Obligaciones Simplemente Conjuntas o Mancomunadas.


Hay varios deudores o varios acreedores y el objeto es perfectamente divisible.
Las obligaciones mancomunadas no están expresamente reguladas, pero son una
aplicación de las reglas de los arts. 1511 y 1526.
Jurídicamente constituyen la regla general.
Como principio general en las obligaciones simplemente conjuntas los actos de uno
de los varios acreedores o de uno de los varios deudores no va a afectar a los demás.

Características:
 Pluralidad de parte.
 Unidad de prestación.
Algunos han dicho que en la unidad de prestación no importaría que fueran varios
los objetos debidos y otros sostienen que no.
Estas obligaciones pueden ser originarias o derivativas.
Originaria significa que desde un comienzo la obligación fue simplemente
conjunta.
Derivativa significa que no fue en su origen simplemente conjunta, sino que luego
se transformó en ella. Esto pasa con los herederos.
Por regla general en las obligaciones mancomunadas el cumplimiento de la
prestación se van a dividir por partes iguales entre los acreedores y los deudores, el
fundamento de esto se extrae del cuasicontrato de comunidad (Art.2307 inc. 2º).
Esta regla puede sufrir excepciones, que están dadas por la convención de las partes
o por la ley. Excepción establecida por ley es la transmisión por causa de muerte
(Art.1354).

Efectos:
1) El acto realizado por uno de los varios deudores o uno de los varios acreedores
no afecta a los demás.
2) Si uno de los varios deudores paga su cuota extingue su obligación y no la de los
otros deudores.
3) Los modos de extinguir obligaciones operan respecto de uno y no afectan a los
demás.
4) La interrupción de la prescripción que opera en contra de uno de los varios
deudores no afecta a los demás (Art.2519).
5) El deudor constituido en mora no va a perjudicar al resto, es decir, los demás no
van a estar constituidos en mora.
6) En caso de insolvencia de un deudor, la cuota de éste no grava a los demás
deudores (Art.1526).

2) Obligaciones Indivisibles.
En general, tienen poca aplicación práctica debido al hecho de su gran semejanza
con las obligaciones solidarias, teniendo como diferencia que la indivisibilidad se transmite
a los herederos.
Hay unidad de prestación y pluralidad de sujetos.
Se intenta dar un concepto de obligación indivisible en el inc.1º del art.1523
expresando que “la obligación es divisible o indivisible, según tenga o no por objeto una
cosa susceptible de división, sea física, sea intelectual o de cuota”. Este concepto se critica
porque en realidad no hay ninguna cosa que no sea divisible intelectualmente o de cuota,
por lo que se ha interpretado que a lo que se refiere cuando habla de que no sea factible de
división física, es que al ser dividido no pierda su identidad.
Un concepto más acorde con su naturaleza sería el que la define como “aquélla en
que existiendo pluralidad de sujetos activos o pasivos, la prestación no es susceptible de
efectuarse por parcialidades, y en consecuencia, cada acreedor puede exigirla y cada deudor
está obligado a cumplirla en su totalidad”.

Clasificación de la indivisibilidad.
1) Indivisibilidad absoluta, necesaria o natural. Ella está impuesta por la naturaleza
de la obligación, ejemplo: art.1524 inc.2º.
2) Indivisibilidad relativa o de obligación. Aquí la obligación puede cumplirse por
parcialidades, pero las partes lo han pactado porque necesitan que ella no se cumpla por
partes.
3) Indivisibilidad de pago o convencional. Están expresamente señaladas en el
art.1526, en este artículo no son todas convencionales y, por el contrario, son casi todas
estipuladas por la ley.

La obligación de dar, en su sentido doctrinario, es divisible, pero si contiene la de


entregar es indivisible.
La obligación de hacer es indivisible porque esto es lo que fundamentalmente
buscan las partes
La obligación de no hacer tiene importancia cuando se infringe, y esta infracción
conlleva una indemnización de perjuicios y ella es perfectamente divisible.

I - Indivisibilidad Activa.
Aquí encontramos pluralidad de acreedores y un deudor.

Características:
1) Cada acreedor puede exigir por si solo el pago total de la deuda. Art. 1527.
En este aspecto no hay ninguna diferencia con la solidaridad.
Pero uno de los varios acreedores no puede disponer del crédito. Art.1532.
2) El pago hecho a uno de los varios acreedores extingue la obligación respecto de
los demás acreedores.
3) Es transmisible. Art.1528.
4) Respecto a la interrupción de la prescripción que opera en beneficio de uno de
los varios acreedores, el código no señaló nada, pero sí habló de la indivisibilidad pasiva en
el art.1529. Analógicamente se aplicaría la misma disposición, o sea, la interrupción va a
beneficiar a todos los acreedores.
5) Respecto a la suspensión de la prescripción, se dice que la solución va a ser la
contraria, porque se entiende que los casos de suspensión son de derecho estricto y operan a
favor de ciertas y determinadas personas y en ciertas circunstancias. Pero esto entra en
pugna con un caso de indivisibilidad absoluta que está en el art.886 que expresa “si el
predio dominante pertenece a muchos proindiviso, el goce de uno de ellos interrumpe la
prescripción respecto de todos; y si contra uno de ellos no puede correr la prescripción, no
puede correr contra ninguno”. La doctrina señala que esta disposición es excepcional.

II- Indivisibilidad Pasiva.


Características.
1) Cada deudor está obligado al total de la deuda. Art.1527.
Hay una diferencia con la solidaridad que la establece el art.1530, que permite en
algunos casos que el deudor demandado solicite un plazo para entenderse con los otros
deudores y pagar posteriormente. Ese plazo no lo tienen los deudores solidarios.
2) El pago efectuado por un codeudor extingue la obligación respecto de todos los
demás. Art. 1531.
3) Interrumpida la prescripción respecto de uno de los deudores, se entiende que ha
sido interrumpida respecto de todos. Art. 1529
4) En cuanto a su transmisibilidad, el art.1528 establece que la indivisibilidad sí se
transmite. Cada uno de los herederos del deudor indivisible queda obligado por el total.
Esta es la diferencia más importante entre las obligaciones indivisibles y las solidarias.

Casos del Artículo 1526.

Estos casos son conocidos generalmente como casos de indivisibilidad de pago,


porque si bien la cosa es divisible, las partes o el legislador han establecido que el
cumplimiento de la obligación se haga indivisiblemente. La obligación no se puede cumplir
por partes y puede ser exigida a cualquiera de los codeudores.

Nº 1: Acción Prendaria o Hipotecaria.


La prenda y la hipoteca son una especie de caución, y dentro de ellas de trata de una
caución real, que permiten al acreedor perseguir la cosa respecto de quien la tenga.
Ejemplo: se contrae una obligación entre A y D, y un tercero (C) consiente que un
bien raíz de su propiedad garantice la obligación que D tiene con A.
Si D no cumple la obligación, A puede exigir el cumplimiento de la obligación con
la hipoteca del bien raíz. En consecuencia, A tiene dos acciones en caso de incumplimiento:
 Una acción personal en contra de D.
 Una acción real en contra del inmueble hipotecado.
La acción real se dirige contra el inmueble y esa acción es la que la ley declara
indivisible.
Podría suceder que el inmueble sea de D y ahí, también, vamos a tener dos acciones,
una personal y una real, pero en contra de la misma persona.
Esta indivisibilidad de la acción prendaria o hipotecaria hay que relacionarla con lo
que señala el art. 2408. Este artículo está relacionado más bien con la indivisibilidad del
objeto de la prenda o hipoteca.
Ejemplo: un inmueble garantiza una obligación de $ 12.000.000. Muere el deudor,
tiene tres herederos y el inmueble se divide en tres lotes. Según el art. 1526 el acreedor
puede perseguir a los herederos en su conjunto por el total de la deuda, o a cada uno de los
herederos por el total de la deuda. No podría decir un heredero que su lote está
garantizando una deuda de $ 4.000.000 solamente.
El art. 2408 habla del objeto y dice que “cada una de las cosas hipotecadas, y cada
parte de ellas son obligadas al pago de toda la deuda y de cada parte de ella”. Esto significa
que mientras no se extinga el total de la obligación, el deudor hipotecario no puede pedir, ni
siquiera en parte, el alzamiento de la prenda o hipoteca. En el mismo ejemplo si el deudor
paga $ 8.000.000, no puede pedir que se alce la hipoteca en 2/3 del inmueble.
Si la obligación fuese simplemente conjunta, por ejemplo, hay tres deudores y uno
de ellos establece una prenda garantizando la obligación. En este caso la prenda va a ser por
el total de la obligación y no podría el deudor pedir que sólo se utilice para su cuota. Si la
prenda sólo garantizara su cuota podría pedir eso.
La última parte del art. 1526 nº 1 se pone en el caso que existan varios acreedores.
Si el deudor paga a uno, se extingue la obligación respecto a él, pero eso no lo faculta para
alzar la hipoteca sino hasta que se pague el total de la deuda. Si el deudor paga el total de la
deuda si puede uno de los acreedores levantar la hipoteca; esto en el caso que fuera una
obligación solidaria activa, si fuera simplemente conjunta y el deudor paga toda la
obligación a uno de los acreedores, él estaría pagando mal.

Nº 2: Entrega de una Especie o Cuerpo Cierto.


Es una indivisibilidad de pago.
Es una excepción a la divisibilidad, porque el objeto es divisible, pero el hecho de la
entrega material es indivisible.
Aquí podría haber una obligación de dar, la cual es divisible porque cada uno de los
deudores puede transferir su cuota de dominio del bien. La entrega material es lo que no se
puede dividir y, por lo tanto, quien posea la especie o cuerpo cierto es el que está obligado a
entregarla. No podría quien lo posea excusarse señalando que se debe demandar a los
demás, ni tampoco podría entregar el valor equivalente a su cuota.
Este artículo presenta un problema terminológico, ya que habla de quien posea, pero
puede suceder que el poseedor no sea el que la tenga, esta disposición se refiere a la
tenencia. Aquel de los deudores que detenta materialmente la cosa va a tener que
entregarla.

Nº 3: Indemnización de Perjuicios.
La expresión que utiliza cuando dice “solidariamente” no es muy adecuada, porque
si hay uno no va a ser solidaria. Se ha interpretado que el legislador al utilizar dicha
expresión quiso decir que él es el único y exclusivo responsable.
Debemos relacionar esta norma con el art. 1521.
La responsabilidad por la indemnización de perjuicios es individual.

Nº 4: Deudas Hereditarias.
Inciso 1º:
Si se contrae una obligación entre A y D, y este último fallece a cada uno de sus
herederos le corresponde una cuota igual en la herencia. Esto es lo que sucede si nada se ha
estipulado, pero la ley permite que se establezca una división distinta de las deudas
hereditarias.
El nº 4 se refiere a que se ponga de cargo de uno el total de la deuda; esto puede ser
por testamento, por convención entre los herederos o en el acto de partición. En ninguna de
estas tres situaciones interviene el acreedor, por lo tanto, en cualquiera de estos casos el
acto es inoponible al acreedor, es decir, no lo obliga, por lo que se señala que el acreedor
podrá dirigirse por el total de la deuda contra el conjunto de los herederos o contra cada uno
por su cuota a prorrata de su porcentaje en la herencia.
Obviamente el acreedor podría aceptar el acto acordado por los herederos.
Si bien este acto es inoponible para el acreedor, es válido y obliga a los herederos, el
acto es vinculante para ellos. Por ejemplo, si los herederos son tres: A, B, C, y A es el
encargado de pagar toda la deuda. Si B y C pagan algo de la deuda, tienen derecho después
a repetir contra A por lo que hayan pagado.
Inciso 2º:
Nos encontramos en la misma situación anterior, pero hay una estipulación previa
entre el acreedor y el deudor en virtud de la cual ellos estipularon que podía cobrarse el
total de la deuda a cualquiera de los herederos. Esta cláusula es bastante usada.
Como en este caso si concurrió la voluntad del acreedor sí es vinculante para él. Sin
embargo, este inciso le otorga el derecho al heredero demandado para que pueda entenderse
con los demás para efectos de pagar el total de la deuda, en otras palabras, se le otorga un
plazo para que pague.
Si en definitiva es uno de los herederos el que paga el total de la deuda eso no quita
su derecho de dirigirse contra los demás herederos para repetir las cuotas que le
correspondían a los demás.
Este número está dado solo para el caso de indivisibilidad pasiva.

Inciso 3º:
Los herederos del acreedor si no entablan conjuntamente su acción, no podrán exigir
el pago total de la deuda, sino a prorrata de sus cuotas hereditarias.

Nº 5: Situación de la Cosa Cuya División Causa Perjuicio.


Esta disposición se diferencia de la contenida en el nº 2 porque aquí estamos en
presencia de una cosa indeterminada, es decir, una obligación de género. Por ejemplo: A y
B son propietarios de un terreno y le venden dos hectáreas a C, no podrían cumplir
entregando A una hectárea en un lado y B otra hectárea en el otro lado del terreno porque
perjudicaría al acreedor, por lo que deben ser dos hectáreas colindantes.

Nº 6: Obligaciones Alternativas.
La ley se pone en el caso de que existan varios acreedores o varios deudores, no
podría hacerse la elección de manera escalonada en el tiempo sino deben hacerlo
conjuntamente.

3) Obligaciones Solidarias
Se trata de un caso de obligación con pluralidad de sujetos, en que la prestación es
divisible y en que cada uno de los acreedores puede exigir el total de la deuda a cualquiera
de los deudores, y cualquiera de los deudores está obligado al total de la deuda, y el pago
hecho a uno de ellos, o por de uno de ellos extingue la obligación respecto de los otros.

Fuentes:
La solidaridad no se presume, debe ser expresamente declarada. Si nada se dice, la
obligación es simplemente conjunta.
Actualmente no existe un caso de solidaridad que sea impuesta por sentencia
judicial.
En conclusión, las fuentes de la solidaridad son: convención, testamento y ley.
Art.1511 inc.2º.
Naturaleza Jurídica:
Existen dos teorías: una romana y otra francesa. Para la primera cada coacreedor es
dueño de su crédito, por lo tanto, puede disponer de él libremente. Y el deudor está
obligado por el total y puede operar como deudor único.
En cambio, para la teoría francesa existe un mandato tácito y recíproco entre cada
uno de los deudores y cada uno de los acreedores respectivamente.
Las consecuencias que conllevan dichas teorías son distintas.
Según Claro Solar y Alessandri nuestro código sigue la doctrina romana, esto en
virtud de lo que señala el art. 1513 en su inc. 2º principalmente, y, además, por un
argumento histórico.
Según Somarriva esto es aplicable en la solidaridad activa. Pero con respecto a la
solidaridad pasiva sigue a la doctrina francesa.
La naturaleza jurídica de la solidaridad tiene importancia en las situaciones no
normadas.

I - Solidaridad Activa.
Existen varios acreedores, una prestación divisible y cada uno de ellos puede exigir
el total de la obligación al deudor.
El art.1513 las regula esencialmente.
Esta clase de solidaridad no tiene mucha aplicación práctica.
Efectos:
A. Efectos entre el Deudor y los Coacreedores.
1) Cualquiera de los acreedores puede exigir el pago y, además, el total de la
obligación.
2) El pago puede ser hecho a cualquiera de los acreedores y ese pago libera de
la obligación respecto de todos los demás, salvo la situación señalada en el
inc.1º del art.1513 referida al caso en que se haya demandado el pago por
alguno de los acreedores. Aquí se refiere a una demanda judicial, se entiende
que ya hay un litigio.
3) Lo que se dice del pago es también extensivo a los demás modos de
extinguir las obligaciones, esto en virtud del inc. 2º del art. 1513.
4) La interrupción de la prescripción aprovecha a todos los acreedores. Por
ejemplo: se contrae una obligación entre A, B y C, como acreedores, y D,
como deudor. Es aplicable la prescripción ordinaria (5 años), esto significa
que se extingue la obligación (la expresión no es tan correcta ya que lo que
se extingue es la obligación civil o la prestación) en 5 años si no ha sido
cobrada. Pero si A requiere el pago a D, la actividad de éste va a aprovechar
tanto a B, como a C.
5) Constituido en mora el deudor lo es respecto de todos los acreedores.

B. Efectos entre los Coacreedores.


Se producen después del pago de la obligación, y consiste en que aquel acreedor que
recibe el pago debe entregar la cuota que corresponda al resto. Esto no está establecido
expresamente en la ley, pero hay un artículo del cual se puede deducir: art. 1668 inc.2º.
Si se remite la deuda por un coacreedor, éste debe pagar su cuota a los otros
coacreedores. Lo cual no concuerda con la tesis romana que se supone sigue nuestro
código.
Finalmente será una cuestión que se verá en cada caso, según a quien se defienda,
ello debido a que el art.1513 se refiere a los efectos respecto del deudor.
II- Solidaridad Pasiva.
Existiendo varios deudores y una prestación divisible, cada uno de los deudores está
obligado al total de la obligación y el acreedor puede exigir el total a cualquiera de ellos.
Esta clase de solidaridad es de mayor aplicación práctica.
Muchos autores lo establecen no solo como una modalidad, sino, también, como
una caución. Esto porque al ser solidaria el acreedor dispone del patrimonio de varias
personas para el cumplimiento de la obligación, es decir, su obligación está más
garantizada que si hubiera un solo deudor.
Tiene semejanza con la fianza, ya que ambas son cauciones y personales. Sin
embargo, hay diferencias:
 En las obligaciones solidarias todos los obligados son deudores principales y
directos. En cambio, en la fianza el fiador es un deudor subsidiario.
 Los codeudores solidarios no gozan de los beneficios de excusión y de división,
que son propios y característicos del fiador.
 En la solidaridad debe ser una misma cosa la debida por todos los deudores. En
cambio, ello no es de rigor en la fianza porque bien puede darse el caso de que la
obligación principal sea de hacer o de entregar una especie o cuerpo cierto, y entonces va a
ser distinta de la obligación del fiador que siempre es de pagar una cantidad de dinero.

Efectos:
A. Efectos entre el Acreedor y los Deudores.
1) El efecto esencial lo encontramos en el art. 1514: el acreedor puede dirigirse en
contra de todos los deudores o contra cualquiera a su arbitrio, y no se podría
oponer por el demandado el beneficio de división y el beneficio de excusión
(esto no lo dice el artículo).
Se entiende por los autores que aquí también se incluye la resolución. Es decir,
podría el acreedor demandar la resolución del contrato a cualquiera de los
deudores, no solo el cumplimiento. Esto porque el art. 1489 le da esta opción.
Si el acreedor demanda a un deudor, conserva la acción respecto de los otros.
Art. 1515.
El efecto de la cosa juzgada también opera en el caso de la solidaridad pasiva,
en el sentido que va a existir cosa juzgada respecto de todos los codeudores
solidarios, ya que se entiende que han sido demandados en el juicio en virtud de
este mandato tácito y recíproco.
Esto se refiere tanto a la acción, como a la excepción de cosa juzgada.
Ejemplo: se contrae una obligación de A, como acreedor, y B, C y D, como
deudores. Luego B gana un juicio y se establece que la obligación ya había sido
cumplida. Si después A demanda a C, él puede oponer la excepción de cosa
juzgada.
A su vez, si A demanda a B y A gana el juicio, A tendría acción de cosa
juzgada tanto respecto de C, como de D. Sin embargo, hay un fallo de la Corte
Suprema que supone que en el caso de la acción de cosa juzgada no se podría
hacer cumplir la sentencia respecto de los codeudores solidarios que no
participaron en el juicio. No está diciendo que la sentencia no les afecte a los
demás, sino que el cumplimiento no se le puede pedir a los demás, sólo al
codeudor que participó en el juicio (RDJ, tomo 40, sección 1ª, pág. 249; tomo
65, sección 1ª, pág. 322).
En donde no hay duda es en el caso que se trate de un juicio ejecutivo en que se
haya demandado solamente a B, A no puede pedir el embargo de los bienes de
C y D. Por lo tanto, lo mejor es siempre demandarlos a todos conjuntamente.
2) Si un deudor paga la deuda total se extingue la obligación respecto de todos los
demás.
3) Lo que se dice del pago se aplica a todos los otros modos de extinguir las
obligaciones.
• Novación: la novación entre el acreedor y uno de los deudores extingue la
obligación y libera al restote los deudores, a menos que accedan a la nueva
obligación. Art. 1519.
• Dación en Pago: aquí también se podría ver extinguida la obligación en su
totalidad.
• Imposibilidad de Cumplimiento: si la pérdida de la cosa debida se extingue
por caso fortuito, se extingue la obligación y no se produce responsabilidad para
nadie.
Si es por culpa de uno de los varios deudores, todos ellos quedan obligados
solidariamente al precio (art. 1521). Sin embargo, aquí se debe distinguir:
respecto del precio responden todos los deudores solidarios, sin perjuicio de la
acción contra el culpable o de los otros deudores por el precio. Pero respecto de
la indemnización de perjuicios sólo puede cobrarse al deudor por cuya culpa se
produjo la pérdida.
• Transacción: es un acto jurídico complejo, fundamentalmente un contrato,
que tiene por objeto precaver un litigio eventual o poner fin a uno ya existente,
haciéndose las partes concesiones recíprocas. Art. 2446.
La transacción hace excepción al mandato tácito y recíproco, ya que no va a
afectar al resto de los deudores, salvo en el caso de la novación. Art. 2461.
• Remisión: los deudores tienen ciertas excepciones para oponer, y la remisión
es una excepción mixta. Es una excepción personal, pero la pueden oponer los
demás porque los otros deudores tienen derecho a que se le rebaje la deuda por
la cuota que se le remitió al otro deudor.
• Compensación: las partes son recíprocamente deudores y acreedores a la
vez, si se compensan totalmente se extingue la obligación y el deudor, que es
acreedor del acreedor recíproco, podrá cobrar a los demás deudores su cuota.

Excepciones que pueden oponer los deudores demandados (art. 1520):


Se pueden distinguir tres tipos de excepciones:
 Reales.
 Personales.
 Mixtas.
Estas se refieren a excepciones perentorias.
Las reales son las que resultan de la naturaleza de la obligación. Por ejemplo:
excepción de nulidad absoluta; modalidades comunes a todos los deudores; modos de
extinguir comunes, como el pago, la prescripción, la confusión.
Estas excepciones reales las puede oponer cualquier deudor.
Las personales sólo pueden ser opuestas por aquellos deudores a quienes favorecen
y no a los otros, esto porque dicen relación con una situación personal de ese deudor con el
acreedor. Por ejemplo: nulidad relativa; modalidades individuales; modos de extinguir que
afectan sólo a determinados deudores, como la remisión y la compensación.
Existe una categoría especial, que son las llamadas excepciones mixtas, que en
realidad pertenecen a la categoría de las personales, pero que pueden ser opuestas por todos
los deudores y son:
1) Remisión Parcial de la Deuda. Puede haber remisión de la solidariedad, con lo
cual renuncia a la solidariedad y la obligación se convierte en simplemente conjunta y
puede haber remisión de la deuda que puede ser total o parcial, es parcial cuando lo
establece a favor de uno o más deudores, por lo que sólo aprovecha a aquel en cuyo favor
se ha consentido la remisión. Pero se permite que los otros deudores también lo invoquen,
de manera que cuando el acreedor les cobre, éste le cobre con la reducción de la cuota que
remitió. Por ejemplo: se contrae una obligación por $900 entre A, como acreedor, y B, C y
D, como deudores. Si A remite a B, A sólo puede cobrar a C y D $600 a cada uno.
Art.1518.

2) Compensación. Es un modo de extinguir las obligaciones en virtud del cual la


obligación se extingue entre las personas que son correlativamente acreedor y codeudor,
hasta el monto de la de menor valor. También es una excepción personal, así lo señala el
art. 1520 inc.2º. Por ejemplo: existe una obligación de 90 entre A, como acreedor, y B, C y
D como deudores. A, a su vez, debe 90 a B y, por lo tanto, sólo él puede oponer la
excepción.
Para que C o D la puedan oponer es necesario que B les haya cedido su derecho.
Si B es demandado y opone la excepción, se extingue la obligación y, a su vez,
extinguida se transforma en real y cualquiera de los otros deudores va a poder oponerla
cuando el acreedor les quiera cobrar.
Si en el mismo ejemplo B era acreedor de A sólo por 60, se compensa, A les puede
cobrar a C o a D los otros 30. Después B puede cobrarle a C y D la proporción de su cuota,
es decir, 15 a cada uno.

B. Efectos entre los Codeudores.


Nos referimos a los que se producen una vez que se ha extinguido la deuda.
Estos efectos se producen porque como hay pluralidad de vínculo puede suceder
que uno o más de los deudores hayan pagado al acreedor más allá de la cuota que
efectivamente se debía, o bien a un acreedor que no correspondía.
Aquí se debe distinguir qué modo de extinguir operó:
1) Modo no Satisfactivo de la Obligación. Aquí no hubo sacrificio económico para
el deudor. Ejemplo: prescripción, remisión.
El art.1522 se refiere a estos como modos equivalentes al pago.
Aquí no hay relaciones entre los codeudores y, por lo tanto, nada pueden cobrarse
entre ellos, son todos los efectos de la solidaridad. Por ejemplo: tres deudores (B, C y D)
tienen una obligación de 90 con, B opone la excepción de prescripción y como no hay
beneficio económico nada puede cobrar a los demás.
Pero los gastos en que incurre B, ya que éste ha sido demandado, ¿los cubre solo él
o también deberían concurrir los demás codeudores?
En virtud del mandato tácito y recíproco, B actuaría como mandatario y, por lo
tanto, C y D deberían concurrir en el pago de los gastos con la acción de reembolso, pero
esto sería en virtud del mandato, pero no de la solidaridad.

2) Modo Satisfactivo de la Obligación. Aquí hay sacrificio económico por parte del
deudor. Por ejemplo, pago de la deuda, compensación, novación.
Para ver qué efectos se producen entre los codeudores hay que hacer una nueva
distinción en relación con el interés que tenían en la deuda:
a. Si la deuda interesaba a todos los codeudores, el que pago se subroga en
todos los derechos del acreedor, limitado respecto de los demás por el monto de sus cuotas.
En el ejemplo, si B paga a A los 90, A subroga los derechos a B.
Art.1522 inc.1º y 1610 nº 3.
La ventaja es que tiene todas las garantías y privilegios que tenía el acreedor y, si se
acepta el mandato tácito y recíproco tendría la acción de reembolso (el art. 2158 nº 2 habla
de los gastos razonables causados por el mandato).

b. Si la deuda no interesaba a todos, hay que realizar una nueva distinción


dependiendo de quien pagó la deuda:
 Si paga el único interesado, se extingue la deuda y los demás
efectos de la solidaridad, es decir, no podrá demandar cosa alguna a los otros
deudores que no eran interesados. Art. 1522 inc. 2º.
 Si paga uno de varios interesados, se subroga, pero sólo respecto de
los otros interesados. Respecto de los no interesados se extingue todo tipo de
obligaciones.
 Si paga uno de los deudores no interesados, se subroga en los
derechos del acreedor, con la particularidad que esta subrogación es por el
total, es decir, se mantiene la solidaridad. O sea, va a poder exigirle a cada uno
el total de la deuda y no su cuota. Si, por ejemplo, B paga los 90 y no es
interesado, puede exigir a C o D los 90.
Si se acepta el mandato tácito y recíproco tiene, además, la acción de
reembolso. También tiene la acción de la fianza (personal). Art. 2370.
Por lo tanto, tiene tres acciones, la acción de la fianza puede convenir porque
tendría derecho a pedir el pago de intereses y la indemnización de perjuicios.

En relación a la insolvencia de uno o más codeudores solidarios, el art. 1522 inc.


final establece 1que la insolvencia grava a los demás deudores. En el ejemplo, D cae en
insolvencia, su cuota se reparte entre C y B. Esto es entre ellos, ya que el acreedor puede
demandar los 90 a cualquiera de ellos,

Extinción de la Solidaridad.
Los autores señalan que puede producirse por dos vías:
 Vía principal.
 Vía consecuencial. Implica que se ha extinguido la obligación y, por lo tanto, se
extingue la solidaridad.
Vía principal: se extingue solamente la solidaridad, pero subsiste la obligación.
Ello sucede en dos casos:
1- Renuncia del acreedor a la solidaridad. Art. 1516.
2- Muerte de uno o más de los deudores solidarios. Art. 1523.

1- Renuncia del Acreedor: puede ser expresa o tácita y total o parcial.


Es expresa cuando el acreedor manifiesta explícitamente su voluntad de renunciar
total o parcialmente la solidaridad.
La renuncia total sólo puede ser expresa. La parcial, en cambio, puede ser expresa o
tácita.

Renuncia parcial tácita: Art. 1516 inc. 2º esta renuncia se refiere a uno de los
deudores o más, pero no a todos. Este inciso expresa dos situaciones:
 Existe una deuda de 90 entre A, como acreedor, y B, C y D, como deudores.
A demanda a B por 30, aquí se entiende que renuncia la solidaridad por parte de
B, pero la solidaridad subsiste respecto de C y D.
 Cuando el acreedor ha reconocido a uno de los deudores el pago de su parte
o cuota en la deuda, expresándolo así en la carta de pago sin reserva general de
sus derechos o reserva especial de la solidaridad.
Hay pago parcial por parte del deudor, en la carta de pago el acreedor no hace
reserva especial de la solidaridad o reserva general de sus derechos, y, por lo
tanto, renuncia tácitamente a la solidaridad respecto de ese deudor.

Renuncia Total: esta regulada en el inc. Final del art. 1516, sólo puede ser expresa.

2- Muerte de uno o más de los deudores solidarios: art. 1523.


La solidaridad no se transmite, por lo tanto no se mantiene respecto de los
herederos.
Ante el fallecimiento de uno de los deudores solidarios el acreedor tiene las
siguientes alternativas:
 Puede cobrar el total a cualquiera de los deudores solidarios sobrevivientes.
 Demandar a los herederos del deudor en su conjunto por el total.
 Demandar a cada uno de los herederos por separado, pero sólo por su cuota en el
total de la deuda en proporción a su cuota hereditaria.

Por supuesto los herederos pueden repetir contra los demás deudores solidarios por
la cuota que les hubiere correspondido.
El acreedor podría pactar con sus deudores solidarios que en caso de fallecimiento
de alguno de ellos se mantenga la solidaridad respecto de sus herederos. Ese pacto es
válido, pero sería un caso de indivisibilidad de pago.
OBLIGACIONES SUJETAS A MODALIDAD.
Esta clasificación de las obligaciones dice relación con los efectos de las mismas.
Las modalidades son elementos accidentales del acto jurídico, el fin de ellas es
modificar los efectos normales de la obligación. Por ser elementos accidentales son
excepcionales, no se presumen, por lo que quien alega su existencia debe probarla.
Hay tres modalidades principales:
• Plazo.
• Condición.
• Modo.

1- Plazo:
Está regulado en los arts. 1494 -1498. También se contienen normas en los arts. 48
– 50 y en las asignaciones testamentarias, por lo tanto, no hay una regulación unitaria en el
código.
El art. 1494 lo define en su inc. 1º como “la época que se fija para el cumplimiento
de la obligación”. Esta definición ha sido criticada ya que se dice que solamente se refiere
al plazo suspensivo y deja fuera el plazo extintivo.
Definición Tradicional: “el plazo es el hecho futuro y cierto del cual depende el
nacimiento o la extinción de un derecho.
El profesor Peñailillo critica esta definición por que dice que el plazo no es un
hecho. El indica que en el inicio del plazo hay un hecho y en el término también, por lo que
el plazo sería una extensión de tiempo.
Para él el plazo sería “la extensión de tiempo del cual depende la exigibilidad o la
extinción de un derecho”.
En lo que sí hay acuerdo es en que es la certeza del hecho lo que lo diferencia de la
condición. En la condición no hay certeza respecto de su cumplimiento, en cambio,
respecto del plazo siempre existe certeza que se cumplirá. Por ejemplo: el día que Juan
cumpla 30 años, es condición, porque no se sabe si los va a cumplir. En cambio, el día del
30º aniversario del nacimiento de Juan, es plazo.

Clasificación:
1- Plazo Determinado y Plazo Indeterminado. Es determinado cundo se sabe
exactamente la época en que va a vencer. En cambio, es indeterminado aquel respecto del
cual, si bien existe certeza de que va a llegar, no se sabe cuándo (ejemplo: muerte de una
persona).
2- Plazos Fatales y No Fatales. El primero es aquel a cuyo vencimiento se extingue
irrevocablemente el derecho. Nos encontramos frente al segundo cuando vencido el plazo
el derecho se puede ejercer libremente y es necesaria otra actuación para que ese derecho se
extinga.
Esta clasificación tiene importancia, fundamentalmente, en materia procesal.
Generalmente los plazos fatales se reconocen por la expresión “en” o “dentro de”.
3- Plazo Expreso y Plazo Tácito. El primero es el señalado explícitamente por las
partes, por la ley o por el juez cuando está facultado para ello. En cambio, de acuerdo al art.
1494, tácito es el indispensable para cumplirlo. Esta ultima palabra está mal usada, ya debió
decir “cumplirla” (la obligación).en otra palabras, es el tiempo que se tarde, normalmente,
en cumplir la obligación.
4- Plazos Convencionales, Legales y Judiciales. Ello atendiendo a su origen.
La regla general es que el juez no tenga facultades para fijar plazos, sólo puede
hacerlo cuando la ley lo autoriza. Art. 1494 inc.2º
5- Plazos Continuos y Discontinuos. Continuo es el que corre sin interrupción, y
discontinuo aquel que se suspende durante los feriados.
La regla general es que los plazos sean continuos (art. 50), salvo que la ley señale
otra cosa.
La excepción más amplia la encontramos en materia de procedimiento civil, porque
el art. 66 C.P.C establece que los plazos de días en ese código se suspenderán en los días
feriados.
6- Plazo Suspensivo y Extintivo. Plazo suspensivo es aquel hecho futuro y cierto
del cual depende la exigibilidad de un derecho.
Plazo extintivo es el hecho futuro y cierto del cual depende la extinción de un
derecho.
Esta es la clasificación más importante para la materia en estudio.

Efectos del Plazo:


Aquí se distingue entre plazo extintivo y suspensivo.
1- Plazo Suspensivo: debemos subdistinguir entre antes del vencimiento y a su
vencimiento.
Aquí lo que se encuentra sujeto al plazo es la exigibilidad del derecho, pues el
derecho ya nació. De esta expresión se derivan todos los efectos.
a. Antes del Vencimiento:
• Artículo 1495 inciso 1º: señala que lo que se paga antes de cumplirse el
plazo no está sujeto a restitución. Es decir, el deudor a plazo que paga antes, paga bien, ello
se debe a que la obligación ya existe, por lo que se entiende que este pago anticipado es una
renuncia del plazo.
El art. 1495 inc. 2º establece una excepción a la regla antes dada, aunque
técnicamente no es una excepción. Este inciso se está refiriendo en realidad a la situación
del art. 1085 en que, si bien se ha estipulado un plazo, existe, además, una condición que
impone la ley.
Dicho artículo lo encontramos dentro de las reglas de las asignaciones
testamentarias, también se aplica a las donaciones.
“La asignación desde día cierto pero indeterminado”. Ejemplo: A expresa a B “te
dono mi auto cuando Juan fallezca”, aquí hay un día cierto, pero indeterminado.
Este art. 1085 condiciona la obligación a que el asignatario, en este caso B, exista al
día del cumplimiento del plazo. En el ejemplo B debe estar vivo el día que Juan fallezca.
Con respecto a este efecto, si A entregase a B el auto antes que fallezca Juan, podría
A pedir la restitución del auto porque no se aplícale art. 1495.
• El acreedor a plazo puede solicitar o impetrar medidas conservativas. Esto
no está expresado en la ley, pero ella entrega esta facultad al acreedor condicional, por lo
tanto la doctrina entiende que con mayor razón se la da al acreedor a plazo. Por ejemplo, en
la venta se estipula que la entrega se hará en 30 días más, es decir, la tradición se sujeta a
plazo. Al tratarse de una obligación a plazo el derecho ya nació, por lo que el acreedor
podría solicitar una conservativa, podría solicitar, por ejemplo, que se grave el bien con una
prohibición de enajenar o de constituir gravámenes.
• El derecho y la obligación se transmiten. Es decir, tanto el derecho del
acreedor a plazo, como la obligación del deudor a plazo, se transmiten a los herederos. Art.
1084.
• Si bien el derecho y la obligación existen, no son exigibles y, por lo tanto, no
ha comenzado a correr la prescripción; tampoco el deudor está en mora; no puede exigirse
el cumplimiento; y no puede operar la compensación.

b. A su vencimiento:
Suceden los efectos contrarios a los anteriormente señalados: el acreedor puede
exigir el cumplimiento de la obligación, comienza a correr la prescripción, puede operar la
compensación y, por regla general, por la sola llegada del plazo el deudor queda constituido
en mora (art. 1551 nº 1).

2- Plazo extintivo: mientras se encuentra pendiente el acto produce todos sus


efectos como si fuere puro y simple.
Vencido el plazo se produce la extinción del derecho de pleno derecho. Sus efectos
se producen hacia el futuro, no tiene efecto retroactivo por regla general, lo que lo
diferencia de la condición.

Extinción del Plazo.


Su extinción se produce por tres causas:
1- Cumplimiento o vencimiento.
2- Caducidad.
3- Renuncia.

1- Vencimiento o cumplimiento:
Es la forma en que normalmente se va a extinguir el plazo, y esto se produce cuando
llega el día prefijado o cuando transcurre el tiempo que se estableció como plazo.

2- Renuncia:
Lo normal es que el plazo esté establecido a favor del deudor, incluso puede decirse
que la ley lo presume así, ello en relación con el art.1497, por lo que está facultado para
renunciar al plazo (art. 12).
Sin embargo, el mismo art. 1497 señala situaciones en que el deudor no puede
renunciar al plazo:
 Cuando exista estipulación expresa, ya sea del testador o de las partes.
 Aun cuando no haya estipulación expresa, si la renuncia acarrea un perjuicio
al acreedor que por medio del plazo se quiso evitar.
 Mutuo con intereses (art.2204)

En el segundo caso el plazo está establecido a favor de ambas partes, por eso no se
puede renunciar. Ejemplo: un comodato (préstamo de uso) establecido por el término de un
año, “te presto mi casa hasta el 20 de Mayo de 2007”, el comodatario (el que se queda en la
casa) no puede renunciar al plazo por que perjudica al comodante.
En el caso del mutuo hay que distinguir: en el mutuo sin interés el plazo está
establecido sólo a favor del deudor.
En el mutuo con interés, en cambio, el plazo está establecido a favor de ambos, por
ello el art. 1497 prohíbe la renuncia del plazo, ya que si entrega antes paga sin intereses. El
deudor puede devolver antes si devuelve con los intereses que se devengarían al
cumplimiento del plazo, esto requiere mención expresa. El art.10 de la ley 18.010 (sólo
para operaciones de crédito de dinero) permite este pacto en su inciso primero.
En el inciso 2º expresa que en las operaciones de crédito de dinero en que el capital
no supere las 5.000 UF el deudor podrá anticipar su pago, aún contra la voluntad del
acreedor. Dicho inciso además distingue entre operaciones no reajustables y reajustables.
En el inciso final se expresa que el derecho a pagar anticipadamente es
irrenunciable, lo que, por el ámbito de aplicación de la ley, se aplica sólo a las operaciones
de crédito de dinero, en los demás casos rige el art. 2204, ello cuando las partes nada dicen.

3- Caducidad:
Se define como una extinción anticipada del plazo en los casos fijados por la ley o
por las partes.
Se trata de una situación en que en virtud del acaecimiento de un hecho que
perjudica al acreedor se beneficia éste con la facultad de exigir el cumplimiento anticipado
de la obligación.

a. Caducidad Convencional: se pacte siempre en los casos de contratos de tracto


sucesivo o que requieren de un cumplimiento fraccionado.
Se expresa generalmente en la denominada cláusula de aceleración.
Ejemplo: celebración de un mutuo por $ 10.000 entre A y B, se estipula que B
restituirá esta cantidad en diez cuotas mensuales, iguales y sucesivas de $ 1.000 cada una.
En una cláusula se expresa que por el hecho de la mora o simple retardo en pago, se hará
exigible la obligación en su totalidad.
La finalidad de esta cláusula está en que si no se establece el acreedor tendría que
esperar el vencimiento de las demás cuotas para poder cobrarlas, ya que estas no serían
exigibles.
En relación a esta cláusula se presenta un problema: ¿Cuál es el momento en qué
comienza a correr la prescripción?
Si no se estipula esta cláusula cada vez que venza una cuota comenzará a correr el
plazo de prescripción para cada uno de ellas.
Cuando se pacta esta cláusula se puede presentar la duda en el sentido de que la
obligación, ya sea el saldo o el total, se va a hacer exigible desde el momento en que acaece
el hecho, mora o simple retardo, o bien desde que el acreedor hace uso de la cláusula.
La respuesta va a acarrear efectos distintos.
Hay que distinguir si la cláusula está redactada en términos facultativos o
imperativos. Si está en términos imperativos, cuando se produzca el hecho comienza a
correr el plazo.

b. Caducidad Legal: se encuentra establecida en el art. 1496, el que establece dos


situaciones:
• Quiebra o notoria insolvencia del deudor: se debe tener presente que se
trata de dos conceptos diferentes.
La quiebra va a ser determinada por una resolución judicial, es una situación de
Derecho.
La notoria insolvencia no requiere una resolución judicial, sino que está dada
porque el deudor no pudo cumplir sus obligaciones, es una cuestión de hecho.
Si el deudor cae en quiebra o en notoria insolvencia, se produce la caducidad del
plazo y el acreedor va a poder pedir de inmediato el cumplimiento de la obligación.
• Pérdida o disminución de las cauciones: está dada para el caso en que se
otorga un crédito que ha sido garantizado a través de una caución legal.
El legislador entiende que el crédito se otorgó en virtud de esta caución, por lo que
si se produce extinción o disminución de la caución, el acreedor puede exigir el
cumplimiento inmediato de la obligación, pues se produce la caducidad del plazo.
Son necesarias tres circunstancias para que la caducidad legal tenga lugar:
 Que el crédito tenga cauciones.
 Que ellas se hayan extinguido o disminuido considerablemente de valor.
 La extinción o disminución deben ser imputables al deudor, por hecho o
culpa suya. Si se debe a caso fortuito, no caduca el plazo.
En el caso de la hipoteca, que también se incluye aquí, no se exige este último
requisito, no hace distinción, es decir, caduca igual.
Tanto en el caso del art. 1496, como en el art.2427, el deudor tiene la facultad para
hacer subsistir el plazo si renueva o mejora las cauciones.

2- Obligaciones Condicionales:
El art. 1473 define la obligación condicional como “la que depende de una
condición, esto es, de un acontecimiento futuro que puede suceder o no”. En base a ella
podemos definir la condición como un “hecho futuro e incierto del cual depende el
nacimiento o la extinción de un derecho”.
Lo que la diferencia con el plazo es que éste implica siempre certeza, en cambio, en
la condición son dos los elementos del hecho:
 Futuro.
 Incierto.

 Hecho Futuro: aquí es importante tener presente el art.1071, dicho artículo en su


inciso 2º expresa que la futureidad de la condición debe establecerse en relación al
momento en que se celebra el acto o contrato o en que se dicta testamento.
Aquí debemos distinguir si se trata de un hecho futuro, presente o pasado. Si el
hecho es futuro, no hay problema, siempre va a ser válido.
Si el hecho es presente o pasado, siempre va a ser pasado, hay que distinguir si el
hecho se verificó o no.
Si se verificó el hecho, la obligación será pura y simple, es decir, no va a estar sujeta
a la condición. Por ejemplo: “si González gana una medalla olímpica, te regalo mi Código”,
eso ya sucedió, por lo tanto tendré que regalar el código.
Si no ha acontecido, por ejemplo: González no ganó la medalla, en ese caso no vale
la disposición, es decir, la obligación no tiene valor, es ineficaz en sentido amplio, por lo
tanto no obliga a ninguna de las partes.
 La condición debe ser incierta, en el sentido que no se sabe si el hecho que la
constituye va a ocurrir o no.
Existiendo alguna posibilidad, aunque sea mínima, de incerteza es una condición.
Ejemplo: si se estipula la muerte como el hecho, estamos frente a un plazo. Ahora si
éste se le agrega otras circunstancias podría tratarse de una condición “que fallezca por
muerte natural; que fallezca antes de 30 años, etc.

Clasificación de la condición.
1- Condición Suspensiva y Condición Resolutoria. El código las define en su art.
1479.
Es condición suspensiva aquel hecho futuro e incierto del cual depende el
nacimiento de la obligación. Ejemplo: Te regalo mi código si te sacas un siete en el
examen.
Es condición resolutoria aquel hecho futuro e incierto del cual depende la
extinción de una obligación. Ejemplo: Te presto mi casa, pero me la devuelves si te casas.

2- Condición Positiva y Condición Negativa. De acuerdo al art. 1474 es condición


positiva la que consiste en acontecer una cosa. Y condición negativa la que consiste en
que una cosa no acontezca.
Esta clasificación tiene importancia en relación a la licitud o ilicitud de las
condiciones.
El art. 1475 exige que la condición positiva deba ser física y moralmente posible.
En este artículo tenemos varias opciones: condiciones positivas físicamente posibles,
físicamente imposibles, moralmente posibles y moralmente imposibles.
Todo aquello que este sancionado como delito es, sin duda, moralmente imposible.
Cuando se entra en cuestiones morales netamente es más dudoso y discutible.
En relación con la eficacia y validez de este tipo de condiciones hay que distinguir
si son suspensivas o resolutorias, esto respecto de las física o moralmente imposibles,
porque obviamente las física y moralmente posibles son válidas y producen todos sus
efectos.
De acuerdo al art.1480 si la condición suspensiva es ose hace imposible la
condición debe tenerse por fallida y esto porque se entiende que el hecho nunca podrá
suceder.
Si la condición es resolutoria y es imposible, física o moralmente, la condición se
tendrá por no escrita, es decir, el acto es puro y simple.
Respecto de las condiciones negativas, de acuerdo al art.1476, se distingue
dependiendo de si es físicamente imposible o moralmente imposible.
Si la condición negativa es físicamente imposible, la obligación es pura y simple.
Si la condición es moralmente imposible, por ejemplo, “te regalo mi casa si no
matas a Pedro”, el código de una solución diversa y bastante drástica, dice que “vicia la
disposición”, lo que se ha entendido como que vicia toda la obligación, o sea el acto sería
nulo. El fundamento de ello no es muy claro, debería producir el mismo efecto de al
condición negativa físicamente imposible.

3- Condición Determinada y Condición Indeterminada. Hay incertidumbre sobre


su acaecimiento, pero si es una condición determinada se sabe cuando debería ocurrir, por
ejemplo: condición de cumplir una determinada edad.
Es recomendable un plazo máximo dentro del cual deba acontecer un hecho en la
condición indeterminada, por ejemplo: te regalo mi casa si te casas con Juan dentro de
tres años. Si transcurre el tiempo (tres años), se considera a la condición fallida.
Pero surge el problema de cuándo se considera fallida la condición indeterminada si
no se fija un plazo máximo dentro del cual deba ocurrir. La cuestión es dilucidar si ¿existe
un plazo legal dentro del cual si no se cumple la condición se encuentra fallida?
La mayoría de la doctrina entiende que existe un plazo legal y está establecido en el
art. 739. Esta norma fue utilizada por la doctrina como de aplicación general, ya que a pesar
de estar ubicada en el fideicomiso debía dársele aplicación general porque el plazo de dicha
disposición era coincidente con los demás plazos para consolidar situaciones jurídicas (15
años).
Pero encontramos un nuevo problema: en una modificación se rebajó el plazo a 5
años, pero los demás fueron rebajados a 10 años y quedaron coincidentes. Frente a ello hay
que interpretar y concordarla con las demás normas y los plazos no son de 5 años, sino de
10 años.
¿Que pasa si las partes señalan que la condición podrá cumplirse en cualquier
tiempo? Se aplicaría el plazo legal y por lo tanto si la condición no se cumple en 10 años, se
considerará fallida.

4- Condición Potestativa, Casual y Mixta. Art.1477 y 1478.


Es condición potestativa aquella que depende de la voluntad del acreedor o del
deudor. Ejemplo: si vas a Santiago te pago los pasajes.
Es condición casual la que depende de la voluntad de un tercero o de un acaso.
Ejemplo: te arriendo mi casa si el actual inquilino la deja el lunes.
Es condición mixta aquella que depende de la voluntad de una de las partes más la
voluntad de un tercero de un acaso. Ejemplo: te regalo mi camioneta si compras una
parcela, aquí depende de la voluntad del acreedor, pero también de un tercero que vende.
El art. 1478, dentro de las condiciones potestativas, distingue entre la condición
simplemente potestativa, que es aquella que del hecho voluntario de cualquiera de las
partes, por ejemplo: viajar a Santiago, ya que no dependen de la sola voluntad porque
puede ocurrir que no habían pasajes y no pudo viajar. Y la condición pura o meramente
potestativa, aquella que depende de la sola voluntad de cualquiera de las partes. Si ella
depende de la sola voluntad del acreedor, por ejemplo: te regalo mi auto si quieres, son
válidas. En cambio, las meramente potestativas que dependen de la sola voluntad del
deudor, por ejemplo: te regalo mi auto si quiero, son nulas porque no hay intención de
obligarse.
Efectos de la Condición:
Respecto de los estados en que puede encontrarse la condición, que son tres:
 Pendiente.
 Fallida.
 Cumplida.
Está pendiente la condición cuando todavía no sabemos si va a acontecer el hecho
en que consiste. Este estado nunca puede faltar, no así los otros, es decir, o está fallida o
está cumplida, pero no pueden ser los dos.
Para saber si está cumplida o fallida hay que distinguir entre condición positiva o
negativa.
La condición positiva se encuentra fallida cuando no ocurre el hecho en que
consiste. Está cumplida cuando el hecho ocurre efectivamente.
La condición negativa está fallida cuando ocurra el hecho. Se encuentra cumplida
cuando el hecho no va a ocurrir.

Retroactividad de la Condición Cumplida.


Vamos a determinar si en Chile la condición opera con efecto retroactivo o no.
¿En que consiste este efecto? Hay que distinguir entre condición suspensiva y
condición resolutoria.
Este efecto consiste, en el caso de la condición suspensiva, en que está pendiente el
hecho y el nacimiento de la obligación, que el derecho perteneció al acreedor desde que se
celebra el contrato condicional y no desde que se cumple la condición. En otras palabras,
se entiende que el derecho siempre le perteneció, que no estuvo sujeto a condición.
En la condición resolutoria se entiende que el deudor nunca tuvo el derecho. Por
ejemplo, “te doy mi casa pero me la devuelves si te casas con María”, después de un año él
se casa con María, transcurrió un año en que él fue poseedor o incluso dueño de la cosa, al
casarse con María se entiende que durante ese periodo de tiempo nunca tuvo la casa, nunca
tuvo el derecho.
En Chile no hay una norma general que señale que la condición va a tener efecto
retroactivo.
En nuestro país el código en ciertos casos acepta el efecto y en otros lo rechaza, por
lo tanto el problema está en determinar ¿qué pasa con los casos no reglados? Para
Alessandri la retroactividad es la regla general, ya que del examen general de las
disposiciones se puede concluir que la regla es la retroactividad.
Somarriva señala que la retroactividad es la excepción y ello principalmente
porque se trata de una ficción legal y que, por lo tanto, no puede ser objeto de una
interpretación extensiva o analógica. Indica que en todos los casos no normados es la
retroactividad de la condición la que debe primar.

Forma en que debe entregarse la cosa una vez que se cumpla la condición.
1. Aumentos y mejoras que puede haber experimentado el bien. Art. 1486
inc.2º primera parte “ si la cosa existe al tiempo de cumplirse la condición, se debe en el
estado en que se encuentre, aprovechándose el acreedor de los aumentos y mejoras que
haya recibido la cosa, sin estar obligado a dar más por ella…”.
Este es un reflejo del principio de la retroactividad, opera la condición con efecto
retroactivo porque dice que el acreedor se va a aprovechar de estas mejoras sin tener que
dar nada al deudor.
Esta norma ha sido bastante criticada porque las mejoras están reguladas respecto de
las prestaciones mutuas y ahí incluso el poseedor de mala fe tiene derecho a que se le
restituyan las mejoras necesarias, porque sino habría un enriquecimiento sin causa. En este
artículo no se distingue entre mejoras necesarias y las demás. La excepción la encontramos
en la retroventa y en el fideicomiso, en que se deben pagar las mejoras necesarias.
2. Deterioros y pérdidas. Art.1486 inc.2º segunda parte “… y sufriendo su
deterioro o disminución, sin derecho alguno a que se le rebaje el precio…”.
Aquí hablamos de pérdida o deterioro parcial y que este se deba a caso fortuito, ya
que si se debe a culpa o dolo del deudor volvemos a las reglas generales y el art. 1486
señala que el acreedor podrá pedir que se cumpla el contrato o su resolución y, en ambos
casos, con indemnización de perjuicios.
Esta regla también sería el reflejo del efecto retroactivo de la condición cumplida.
3. Frutos. La regla es que pertenezcan al deudor, ello de acuerdo a los art. 1488,
para la condición resolutoria, y 1078, para la condición suspensiva.
Aquí se aplica la irretroactividad, ya que si se aplicara la retroactividad debieran los
frutos pertenecer al deudor.
Todo esto sin perjuicio de la estipulación de las partes.
4. Pérdida total de la cosa. El art. 1486 inc.1º nos entrega la regla.
Si dicha pérdida se debe a caso fortuito se extingue la obligación. En cambio, si es
por culpa o dolo del deudor, el deudor es obligado al precio y a la indemnización de
perjuicios. Esto es lo que dice la norma, ahora para el profesor Abeliuk aunque la norma no
lo diga el acreedor podría optar también por la resolución del contrato e indemnización de
perjuicios, argumentando que esa es la regla general y porque en caso de pérdida parcial se
le da esta opción, entonces con mayor razón en la pérdida total.
5. Enajenación y gravámenes efectuados por el deudor. La regla general es que
estas quedan a firmes respecto de deudores de buena fe. Art. 1490 y 1491.

Condición Suspensiva.
Es aquella que suspende la adquisición del derecho, por lo tanto el derecho aún no
ha nacido.
1- Mientras se encuentra pendiente:
a. El derecho y la obligación no existen aun, y como consecuencia:
• El acreedor no puede exigir el cumplimiento. Art. 1485.
Este mismo artículo señala que lo que se paga pendiente la condición, es
susceptible de repetirse, porque se está efectuando un pago de lo no debido.
• Aún no comienza a correr la prescripción.
• No opera la compensación.
• No puede novarse la obligación.
• El deudor no está en mora.
b. Sin perjuicio de esto, si existe vínculo jurídico. la condición está ligada a un
acto o contrato que efectivamente se realizó y, por lo tanto, ese acto o contrato tuvo que
cumplir con las formalidades que establece la ley para que sea válido.
En segundo lugar, el deudor condicional no podría retractarse, en le sentido de
decir que no está obligado por la condición.
Y la obligación condicional se va a regir por la ley vigente al tiempo de su
celebración.
c. El acreedor condicional tiene una legítima expectativa de llegar a ser el
acreedor de un derecho, por eso el inciso final del artículo 1492 le otorga la facultad de
impetrar medidas conservativas respecto de la cosa.
Esta legítima expectativa se transmite a los herederos del acreedor, lo cual
también es reflejo de la retroactividad.
Esto tiene dos importantes excepciones (art. 1492 inc. 2º y 1078 inc.2º):
• Asignaciones testamentarias.
• Donaciones entre vivos.
Es por esta razón que la ley en otros artículos exige tanto al asignatario, como
al donatario condicional existir al momento de cumplirse la condición. Esto se explica
porque se entiende que la asignación y la donación tienen un carácter intuito a persona, se
hicieron a favor de esa persona y no de sus herederos.
Este art. 1492 también se refiere al deudor, por lo tanto la obligación del
deudor se transmite a los herederos y se la aplican las mismas excepciones.

2- Condición Fallida:
Si falla la condición suspensiva, ni el derecho, ni la obligación van a nacer, por lo
tanto no se puede exigir el cumplimiento, deben alzarse las medidas conservativas y van a
quedar afirmes todos los actos y contratos que el deudor haya celebrado.

3- Condición Cumplida:
Nace el derecho, nace la obligación y por tanto:
• El acreedor puede exigir el cumplimiento de la obligación.
• Si el deudor paga va a pagar bien, e, incluso, se valida el pago hecho
anteriormente.
• Comienza a correr la prescripción, opera la compensación, puede novarse la
obligación y el deudor queda en mora.
• Se aplican las reglas para la entrega de la cosa. En este punto hay que tener
presente que para todos los actos no reglados se debe ver si se aplica o no el
principio de la retroactividad.

Condición Resolutoria:
Hecho futuro e incierto del cual depende la extinción de un derecho.
En este tipo de condición el derecho ha nacido, lo que se encuentra sujeto a
modalidad es su extinción.
Generalmente se ha clasificado en tres grandes grupos:
1- Condición resolutoria ordinaria. “Todo hecho e incierto, que no sea el
incumplimiento de las obligaciones del contrato, del cual depende la extinción de un
derecho”.
Esta definición es parecida a la que entrega el profesor Abeliuk, pero es imprecisa
porque la diferencia sólo de la condición resolutoria tácita, ya que según su definición
podría ser una condición resolutoria ordinaria el incumplimiento de una obligación que no
sea ajena al contrato mismo.
2- Condición Resolutoria Tácita. Es aquella contemplada en el artículo 1489. “Es
la que va envuelta en todo contrato bilateral en caso de no cumplirse por una de las partes
lo pactado”.
3- Pacto Comisorio. Es la condición resolutoria tácita expresada por las partes en el
contrato.
Puede ser:
 Simple: es la condición resolutoria tácita expresada por las partes.
 Calificado: es la condición resolutoria tácita expresada por las partes a la que
se le agrega una cláusula de resolución ipso facto o de pleno derecho.
Esto porque tanto la condición resolutoria tácita, como el pacto comisorio
simple necesitan de una sentencia judicial para que operen.

Condición Resolutoria Ordinaria:


• Pendiente: el derecho ha nacido y produce todos sus efectos como si fuese
puro y simple. En general el deudor (que es quien tiene la cosa) puede ejercer
todas las facultades respecto de esa cosa o de ese derecho, sin perjuicio de ciertas
limitaciones.
• Fallida: no se produce el hecho futuro e incierto, el deudor condicional pasa a
tener el derecho en la calidad de puro y simple y, si se trata de una cosa, pasa a
hacerse dueño con todas las facultades e incluso los contratos que él celebró bajo
condición resolutoria quedan a firmes.
• Cumplida: se produce el efecto normal, se extingue el derecho y, si se trata de
una cosa, el deudor condicional debe restituir, y aquí operan las reglas de mejoras
y aumentos, pérdida parcial y deterioro y pérdida total.

Cuando la condición resolutoria ordinaria se cumple opera de pleno derecho, no es


necesaria una sentencia judicial que la declare. Esto no está señalado expresamente en el
código, la doctrina y la jurisprudencia están de acuerdo, e incluso puede deducirse de
algunos artículos, tales como Art. 1479 y 1487.
Esto tiene importancia por dos aspectos:
• Los efectos de la condición cumplida van a correr desde su cumplimiento y no
desde que una sentencia lo declare así.
• Porque al operar de pleno derecho puede invocarlos cualquiera que tenga
interés en ello, tiene efecto universal.
Esto no quiere decir que no vaya a haber juicio y sentencia, pero esa sentencia va a
ser solamente decorativa y no constitutiva.

Condición Resolutoria Tácita:


Tiene mayor importancia práctica que la anterior.
Es un electo de la naturaleza de todo contrato bilateral, por lo que está
constantemente presente en el tráfico jurídico.
Se encuentra definida en el art. 1489 como “aquella que va envuelta en todo
contrato bilateral de no cumplirse por uno de los contratantes lo pactado”.
De la propia definición pueden establecerse sus requisitos:
1- Contrato bilateral.
2- Incumplimiento imputable de alguna de las obligaciones.
3- Que quien la invoca haya cumplido o esté llano a cumplir con su obligación
(contratante diligente).
4- Que sea declarada por sentencia judicial.

1- Contrato Bilateral:
Aquellos contratos en que las partes se obligan recíprocamente.
En relación a los contratos unilaterales, la mayoría de la doctrina está conteste en
que no procede, sólo Claro Solar estima lo contrario, lo que no impide que pueda pactarse,
pero en ese caso no es una condición resolutoria tácita, sino un pacto comisorio.
En los contratos de tracto sucesivo, como el arrendamiento, si el contrato es bilateral
procede la resolución, pero doctrinariamente toma el nombre de terminación y no de
resolución. Y se distingue porque, a diferencia de la resolución propiamente tal, la
terminación sólo produce efectos hacia el futuro, no tiene efecto retroactivo, y esto esta
dado por la naturaleza del contrato.

2- Incumplimiento Imputable:
Se habla de un incumplimiento de los que se denominan voluntario, es decir, que no
tenga como causa un hecho ajeno a la voluntad del deudor.
Además, debe tratarse de un incumplimiento imputable, sea que se deba a culpa o
dolo del deudor, lo que excluye el incumplimiento que se produce por caso fortuito.
La ley no señala que el incumplimiento sea imputable, pero es lógico que sea así,
porque si es por caso fortuito se produce pérdida de la cosa debida.
La jurisprudencia además ha establecido que el deudor incumplidor debe estar en
mora, para que proceda la resolución debe haber sido puesto en mora por el acreedor.
Se produce problema en caso de incumplimiento parcial, o cuando la obligación que
se incumple no es la principal sino una accesoria al contrato, por ejemplo: se entrega la
cosa en un lugar diferente del convenido.
El texto del art. 1489 no distingue, por lo que, en principio, la doctrina señala que
cualquier tipo de incumplimiento da derecho a solicitar la resolución del contrato, sea
principal, accesorio, total o parcial.
El profesor Abeliuk está de acuerdo0 con esto, pero distingue:
• Si se trata de la obligación principal, ella debe ser cumplida en su totalidad, si se
cumple parcialmente procede la resolución del contrato.
• Siendo una obligación secundaria no debería proceder la resolución, siempre
que se hayan cumplido las principales.
Se basa principalmente en que el espíritu de esta institución está dado por el
incumplimiento de las obligaciones bilaterales del contrato, pero no por los accesorios.
Las consideraciones que hacen aconsejable que no se resuelva el contrato no son de
texto, son otras.

3- Contratante Diligente:
No lo señala expresamente el art. 1489, pero se desprende de lo dispuesto en el art.
1552. Dicho artículo expresa que mientras la parte que solicita el cumplimiento de una
obligación no cumpla la suya, esta solicitud de cumplimiento no procede; se denomina
excepción de contrato no cumplido y sólo tiene un efecto paralizador de la demanda, es
decir, la paraliza mientras el demandante no cumpla su obligación respectiva.
El problema es que no está resuelto legalmente el caso en que opuesta excepción
ninguna de las partes quiera cumplir. Es un problema porque el contrato sigue vigente, se
celebró, es perfecto, pero no surte efectos.

4- Declarada por Sentencia Judicial:


Tampoco está señalado expresamente en el art. 1489, pero hay varios argumentos de
texto que nos permiten deducirlo:
• El inc. 2º del art. 1489 que señala “pero en tal caso”, se refiere al caso de la
condición resolutoria tácita como una forma de contraponerla a la condición
resolutoria ordinaria , que es lo mismo que decir que la resolución no opera de pleno
derecho, sino que se puede pedir o la resolución o el cumplimiento.
• El acreedor puede pedir la resolución o el cumplimiento, y si puede pedir el
cumplimiento es porque el contrato aun se encuentra vigente.
Si las obligaciones se hubiesen extinguido al cumplirse la condición no se
pudiese pedir su cumplimiento.
Si puede pedirse el cumplimiento es porque el contrato no está resuelto porque
si así fuera la obligación ya estaría extinguida.
Este es un argumento bastante débil porque el art.1487 permite al acreedor
permite al acreedor renunciar a la resolución.

Hay otro argumento para determinar que debe ser declarada por sentencia judicial y
señala que si no se requiriere sentencia el cumplimiento quedaría al arbitrio del deudor.
El deudor que no quiere cumplir con el contrato no cumple con la obligación y se
resuelve el contrato, por eso es más justo la necesidad de la sentencia.

Este requisito ha sido criticado por la doctrina y en derecho comparado la regla


general es que la condición resolutoria tácita opere de pleno derecho, ya que este requisito
presenta el problema que el deudor incumplidor va a poder pagar hasta antes de la sentencia
judicial, esto porque hasta antes que se dicte la sentencia el contrato está vigente.
En estricto rigor no es hasta la dictación de la sentencia que se puede cumplir la
obligación porque el art. 310 C.P.C señala que la excepción de pago se puede oponer hasta
la citación para oír sentencia en primera instancia y en segunda instancia hasta la vista de la
causa.

Pacto Comisorio:
Hay que diferenciar el pacto comisorio en la compraventa por la obligación de
pagar el precio (art. 1877 y 1880) y el pacto comisorio que las partes pactan en los otros
contratos y en la compraventa con respecto a las otras obligaciones.

1- Pacto Comisorio Simple en la Compraventa Respecto de la Obligación de Pagar


el Precio. Art. 1877.
La reiteración del inc. 2º fue porque el legislador no quiso que sea necesaria esta
estipulación de las partes.
El art. 1878 se remite al art. 1873, con lo que el legislador deja establecido que la
parte cumplidora podrá:
• Pedir la resolución del contrato.
• Pedir el cumplimiento del contrato.
Hay acuerdo de la doctrina en que se requiere sentencia judicial, esto en base al
tenor literal de las normas.
El art. 1880 establece un plazo de prescripción especial de la acción resolutoria: el
plazo que hayan estipulado las partes, fijándose un plazo máximo de cuatro años desde la
celebración del contrato.
La acción resolutoria emanada de la condición resolutoria tácita prescribe de
acuerdo a las reglas generales, es decir, en cinco años desde que la obligación se hace
exigible.

2- Pacto Comisorio Simple en la Compraventa por Otras Obligaciones y en Otros


Contratos.
Un sector de la doctrina es partidario de aplicar las normas de los artículos 1877 a
1880.
Otro sector señala que el pacto comisorio se debe regir por las normas generales de
la condición resolutoria tácita.
Esta discusión tiene importancia porque si entendemos que los artículos 1877 a
1880 se aplican significaría que el plazo de prescripción establecido en el art. 1880 regiría
para todos los pactos comisorios. Si no lo entendemos así el plazo de prescripción será el
general de la condición resolutoria tácita.

3- Pacto Comisorio Calificado en la Compraventa por Obligación de Pagar el


Precio. Art. 1879.
Esta norma altera la voluntad de las partes, ya que le otorga la posibilidad al
comprador de pagar el precio dentro de las 24 horas siguientes a la notificación de la
demanda (es un plazo de horas y no de días, por lo tanto vence trascurridas las 24 horas, y
es un plazo fatal porque dice “en”).
Se cuenta desde la notificación de la demanda, por lo que se requiere una demanda y
una sentencia. En razón de ello se ha discutido desde cuando se produce la resolución:
• Desde el incumplimiento.
• Desde que trascurren las 24 horas sin que se haya pagado el precio.
• Desde la fecha de la sentencia judicial.
No hay acuerdo en la doctrina, pero la mayoría señala que se produce una vez
trascurridas las 24 horas sin que el deudor pague.

4- Pacto Comisorio Calificado en la Compraventa por Otras Obligaciones y en


Otros Contratos.
Aquí encontramos la discusión de si se aplican las normas establecidas en la
compraventa o la voluntad de las partes, es decir, si siempre tendrá el deudor el plazo de 24
horas.
La mayoría de la doctrina opina que en este caso prima la voluntad de las partes, es
decir, la resolución de pleno derecho. Sus argumentos son:
• Autonomía de la voluntad y libertad contractual.
• Carácter excepcional de las normas de la compraventa.
• En este caso habría una condición meramente potestativa del deudor, ya que el
contrato se resolverá si el deudor quiere, y estas condiciones son nulas, por lo tanto
la obligación sería nula. A este argumento se ha respondido:
 Que no se trataría de una condición meramente potestativa, sino de una
simplemente potestativa.
 Que hay que tener presente el art. 1487 que permite al acreedor renunciar a
la resolución, y por lo tanto el contrato no queda sujeto a la voluntad del deudor.

En la práctica este inconveniente teórico se salva estableciendo como facultativo el


derecho del acreedor a hacer efectiva la resolución: “En caso de incumplimiento el acreedor
podrá resolver el contrato, resolución que operará de pleno derecho, mediante una
declaración que efectúe éste ante notario”.
Acción Resolutoria.
En relación al modo como opera la condición, en algunos casos opera de pleno
derecho y en otros requiere sentencia judicial.
En la condición resolutoria tácita encontramos un derecho opcional a solicitar la
resolución o bien el cumplimiento del contrato, en ambos casos con indemnización. Es un
derecho opcional ya que ambos derechos son incompatibles. Procesalmente no se
interponen ambas acciones conjuntamente, sino que se puede interponer una en subsidio de
la otra. Si el acreedor ejerce este derecho y elige solicitar la resolución del contrato lo que
hace es ejercer la acción resolutoria.
Acción resolutoria es la que emana de la condición resolutoria en los casos en que
requiere sentencia judicial.

Casos en que nace la acción resolutoria:


• Condición resolutoria tácita.
• Pacto comisorio simple.
• Pacto comisorio calificado en la compraventa por la obligación de pagar el
precio.

Características de esta acción:


1- Se trata de una acción personal, esto porque deriva de un contrato. El titular es
el contratante diligente y el sujeto pasivo es la contraparte incumplidora. Por ejemplo: A
celebra una compraventa de un auto con B y A no entrega el auto.
Siendo la compraventa un contrato bilateral se aplica el art. 1489 relativo a la
condición resolutoria tácita y, por tanto, puede B pedir la resolución o bien el
cumplimiento, en ambos casos con indemnización de perjuicios.
La acción la va a dirigir B en contra de A y lo que va a solicitar es la resolución del
contrato. Él no silicita la entrega.
Esta acción la tiene solamente el comprador, en este caso, en contra del vendedor.
Luego A celebra otra compraventa con C por la misma cosa y sí le entrega la cosa.
En este caso B sólo tiene acción contra A, no tiene ningún tipo de acción contra C.
En el caso contrario, si A entrega el auto y B no paga el precio, en este caso es el
vendedor el que tiene los derechos que le concede el art. 1489, si opta por la resolución lo
que A pide es la restitución de la cosa más indemnización de perjuicios.
Puede haber sucedido que B haya celebrado otra compraventa con C y se efectuó
tradición de la cosa.
En este caso al ser la resolución una acción personal A sólo la puede ejercer contra
B.
Si A se enteró que la cosa la tiene C, si se cumplen todos los requisitos del art.1490
y se decreta la resolución del contrato podrían verse afectados los derechos que sobre la
cosa tiene C. Para ello A junto con la acción resolutoria tendría que interponer otra acción
en contra de C, que en este caso sería la acción reivindicatoria.
Ahora bien, si se acoge la acción resolutoria no necesariamente se va a acoger la
reivindicatoria, ya que puede suceder que no se cumpla algún requisito legal.
La acción resolutoria no es real, ni mixta aún cuando afecte a terceros, ya que esto
sucede porque como consecuencia de la acción resolutoria se pueden interponer otras
acciones.

2- Es de carácter patrimonial, ello porque tiene un contenido pecuniario.


Por ser patrimonial es:
• Renunciable.
• Transferible.
• Transmisible.
• Prescriptible.
Es renunciable de acuerdo al art. 12. Como está establecida sólo a favor del
contratante diligente él puede renunciarla. Además el art. 1487 establece que es
renunciable. Esta renuncia puede ser anterior o posterior al cumplimiento de la condición y
puede ser expresa o tácita.
Según el parecer de la jurisprudencia el hecho de pedir el cumplimiento del contrato
no implica una renuncia a la condición resolutoria, lo cual es bastante discutible.
Un ejemplo de renuncia tácita a la acción resolutoria es el caso del acreedor que
acepta pagos parciales.
Es transferible por acto entre vivos.
Es transmisible, es decir, la tienen también los herederos del contratante diligente
y, viceversa, la deben soportar los herederos del contratante incumplidor.
Es prescriptible, se extingue por el transcurso del tiempo.
Hay distintas reglas de prescripción según la condición resolutoria de que se trate.
Hay que distinguir entre:
a. Pacto comisorio en la compraventa respecto de la obligación de pagar el precio,
En el cual rige el art. 1880. este artículo dice que primero hay que estarse a lo
estipulado por las partes, ahora esa estipulación tiene un límite máximo y que es de
4 años contados desde la fecha del contrato. Si las partes nada dicen, la acción
prescribe a los 4 años contados desde la fecha del contrato.
Es necesario hacer una serie de precisiones:
 Se aplica al pacto comisorio tanto calificado, como simple.
 Se va a aplicar respecto de la obligación de pagar el precio solamente
cuando se haya estipulado el pacto comisorio. Es decir, si las partes no han
estipulado pacto comisorio operan las reglas de la condición resolutoria tácita y
por lo tanto prescribe en el tiempo estipulado para ella (5 años desde que se hizo
exigible la obligación).
 Se dice que este artículo contiene un grave defecto, ya que el plazo se
comienza a contar desde la fecha del contrato y no desde que la obligación se
hizo exigible, por lo que puede suceder que cuando se quiera hacer efectiva la
obligación ya se haya prescrito. Por ejemplo: el 16 de junio de 2004 A celebra
una compraventa con B, este último tiene un plazo de seis años para pagar el
precio (debe pagar el 16 de junio de 2010). Sucede que han transcurrido seis
años desde la fecha de celebración del contrato, el comprador no cumple y el
vendedor pretende que se le devuelva la cosa que vendió, que se resuelva el
contrato, pero la acción resolutoria está prescrita desde el 16 de junio de 2008.
Es decir, la acción resolutoria nace prescrita, sólo le puede pedir el
cumplimiento.
 Como se trata de una prescripción especial y de corto tiempo no se
suspende, en otras palabras corre contra toda persona.

b. Demás condiciones de las cuales emana la acción resolutoria.


Es decir, la que emana de la condición resolutoria tácita y el pacto comisorio
simple. Ella prescribe según las reglas generales: 5 años desde que la obligación se
hizo exigible.
Nunca la acción resolutoria va a poder ser ejecutiva porque lo que debe
acreditarse es el incumplimiento de la obligación que nunca va a constar en el título.

3- Puede ser mueble o inmueble, según la cosa sobre la cual recaiga la obligación.

4- Es indivisible en dos aspectos:


 En que no podría solicitarse en parte la resolución del contrato y en parte el
cumplimiento, debe solicitarse o lo uno o lo otro.
 Si hay varios acreedores deben ponerse de acuerdo en qué acción van a
ejercer, es decir, todos deben ejercer la acción de resolución conjuntamente, no
pueden ejercer algunos la acción de resolución y otros la acción de
cumplimiento.

Efectos de la Resolución:
Nos remitimos a lo ya dicho acerca de la condición suspensiva cuando se habló de
cuando debe cumplirse la condición (todo lo dicho referente a cómo debe cumplirse,
mejoras, aumentos, frutos, pérdidas, actos de administración y perdida total de la cosa).
Lo que resta es ver que sucede respecto de las enajenaciones y gravámenes
realizados por el deudor resolutorio.
Aquí se refiere a todo deudor resolutorio, ya sea que la resolución opere por
sentencia judicial o no.
Ejemplo: A le regaló un auto a B, pero la donación se sujetó a la condición
resolutoria de que se titule de abogado dentro de dos años.
B transcurrido un año se da cuenta que no se va a poder titular y vende el auto a C.
se cumplen los dos años, como se trata de una condición resolutoria ordinaria opera de
pleno derecho y se entiende que el derecho vuelve a A, sin embargo B ya no tiene el auto.
¿Qué sucede con A? ¿Qué sucede con C? ¿Esa enajenación hecha por B queda a
firme o bien A puede pedir la restitución al tercero adquiriente?
El código regula de manera poco clara esta materia en dos artículos:
 Art. 1490, que se refiere a los bienes muebles, y
 Art. 1491, que se refiere a los bienes inmuebles.

1. La primera discusión que se suscita es si se aplican sólo a la condición


resolutoria o si se aplican también en el caso de la condición suspensiva y al plazo. Esto
porque el art. 1490 dice “el que debe una cosa mueble a plazo, o bajo condición suspensiva
o resolutoria…” y el art. 491 “el que debe un inmueble bajo condición…”.
La doctrina mayoritaria está de acuerdo en que se aplica sólo a la condición
resolutoria, el único que sostiene lo contrario es Claro Solar.
Sostiene que se aplica sólo a la condición resolutoria porque sólo en ese caso el
acreedor tiene un derecho y, por lo tanto, sólo en la condición resolutoria puede disponer de
él. En el caso de la condición suspensiva el derecho no nace, en el plazo suspensivo el
derecho ha nacido pero no es exigible y si el plazo es extintivo hay una regla especial, que
dice que se estima como un usufructuario y, por lo tanto sólo dispone del usufructo.
2. En segundo lugar, aunque los artículos no lo dicen expresamente, se entiende
que ellos se refieren tanto a las enajenaciones, como a los gravámenes de la cosa que se
debía bajo condición resolutoria.
Aquí se incluyen todos los gravámenes, sólo con una excepción: el derecho real de
prenda, en que no se aplica porque existe una norma especial, el art. 2406 inc. Final. La
prenda se va a extinguir siempre que opere la condición resolutoria, esté o no el acreedor
prendario de buena fe. Por ejemplo: X celebra una compraventa con A por una cosa que
después se da en prenda por A a B. A es el deudor prendario y B es el acreedor prendario.
Si después se resuelve el contrato entre X y A la prenda establecida entre A y B se extingue
independientemente de si B está o no de buena fe, y la cosa que estaba en prenda vuelve a
X.

Los art. 1490 y 1491 se basan en el mismo principio: la protección de los terceros
de buena fe.

 Bienes Muebles: art. 1490. Ejemplo: A entrega una cosa a B bajo condición
resolutoria, es decir el derecho de B está sujeto a extinción si se cumple la condición. Antes
que se cumpla la condición B la enajena a C, por lo tanto C está en posesión de la cosa, se
cumple la condición y B debe restituir la cosa a A.
C, que está en posesión actual de la cosa y que la adquirió legítimamente ¿se ve
afectado por la situación de su predecesor?
El art.1490 expresa que el tercero está de buena fe no le afecta la resolución, por lo
tanto aquí lo determinante es saber en que consiste la buena fe. La buena fe va a estar dada
por el conocimiento o desconocimiento del tercero de la condición que afectaba el derecho
de su predecesor. Si sabía de la existencia de la condición resolutoria, está de mala fe y,
por lo tanto, la resolución lo afecta y debe restituir la cosa a A. si ignoraba la existencia de
la condición resolutoria no lo va a afectar y, por lo tanto, el gravamen va a quedar a firme y
A no va a poder restituir contra C.
El principio general es que la buena fe se presume por lo tanto quien va a tener que
acreditar la mala fe es el acreedor resolutorio, él tiene la carga de la prueba.
Estos efectos se producen cualquiera sea la condición resolutoria. Si no hay acción
resolutoria, porque opera de pleno derecho la condición, ejerce directamente la acción
resolutoria.

 Bienes Inmuebles: art. 1491. El principio es que se protege a los terceros de


buena fe, pero como en el caso de los inmuebles la regla es que los actos o contratos que se
ejecuten en relación a ellos sean solemnes y, además, la tradición está sujeta a
formalidades, la buena fe del tercero debe necesariamente reflejarse en esas solemnidades o
formalidades.
Las enajenaciones o gravámenes van a quedar sin efecto sólo cuando la condición
constaba en el título o escritura.
¿Cuándo se entiende que la condición consta en el título respectivo? Esto porque
podría entenderse que sólo en el caso que la condición esté expresada en el título tiene
aplicación esta norma, es decir, condición resolutoria ordinaria y pacto comisorio. Por
ejemplo: A dona a B un inmueble bajo la condición resolutoria que se titule de abogado en
dos años. Esta cláusula está expresada en el titulo.
Pero, también existe la condición resolutoria que de hecho no consta en el título
expresamente. Por ejemplo: se otorga contrato de compraventa relativo a inmuebles, se
paga una parte del precio al contado y queda un saldo pendiente que se pagará en
determinada época. Aquí se presenta el problema de si esta condición resolutoria tácita
consta o no consta en el título para efectos del art. 1491. La mayoría de la doctrina señala
que ella consta para efectos del art. 1491, ello porque:
 Según el diccionario de la RAE constar es hacer cierta una cosa.
 De acuerdo al art. 1876, que se refiere a la condición resolutoria tácita en
materia de compraventa, para efectos de determinar los efectos de la resolución
respecto de terceros se remite a los arts. 1490 y 1491.
 El art. 1432, norma contenida en relación al contrato de donación, para que la
resolución afecte a terceros la condición debe estar expresada en el contrato de
donación. A contrario sensu: si lo exige expresamente para el caso de la donación,
en los otros casos no es necesario.

¿Cuál es el título respectivo?


Ejemplo: A celebra compraventa de un inmueble con B, se celebra por escritura
pública y existe condición resolutoria. B, pendiente la condición, enajena a C.
El título respectivo es el primero, es decir, de quien tenía el derecho bajo condición
resolutoria. El título es el que le otorgó el derecho a quien tenía la posesión de la cosa bajo
condición.
Además, este título debe estar inscrito o bien haber sido otorgado por escritura
pública (exigencia del artículo). La distinción se hace porque respecto de algunos derechos
reales que afectan inmuebles no se exige inscripción, basta con la escritura pública, como,
por ejemplo, el derecho real de servidumbre.
Si la condición consta en el título inscrito u otorgado por escritura pública se va a
poder dejar sin efecto la enajenación o gravamen. Se considera que el tercero sabía de la
condición y por eso lo va a afectar.
Se ha discutido si el hecho que conste la condición en el título automáticamente
hace que el tercero esté de mala fe, y esto tiene importancia para efectos de adquisición por
prescripción:
 Si se considera que el hecho que la condición conste en el título implica mala fe,
el tercero podrá adquirir por prescripción extraordinaria.
 Si se considera que el hecho que la condición conste en el título no
necesariamente implica mala fe del tercero, él podría adquirir por prescripción
ordinaria.
Hay fallos de la Corte Suprema que señalan que el sólo hecho de constar la
condición en el título no implica mala fe del tercero, por lo tanto él podría alegar buena fe y
el acreedor resolutorio tendría que probar la mala fe.

EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES


En la concepción tradicional se miran los efectos a partir del incumplimiento. Por
ejemplo, para el profesor Alessandri los efectos de las obligaciones son los derechos que la
ley confiere al acreedor para exigir del deudor el cumplimiento exacto, íntegro y oportunote
la obligación.
Todo lo relativo al cumplimiento de la obligación, principalmente el pago, que daba
fuera del efecto de las obligaciones y se estudiaban en relación a la extinción de la
obligación, pero no como efecto. El Código Civil sigue esta concepción tradicional, ya que
cuando habla del efecto de las obligaciones se está refiriendo al incumplimiento de las
mismas.
Desde esta concepción el acreedor tiene una serie de derechos:
 Un derecho principal a exigir el cumplimiento de la obligación. Puede hacerlo
aún forzadamente, es decir, en contra de la voluntad del deudor.
 Si no es posible exigir este cumplimiento forzado de la obligación por cualquier
motivo, él tiene un derecho sustituto o secundario para obtener el cumplimiento por
equivalencia, que implica la indemnización de perjuicios. Tiene derecho a que se le
repare todo el daño que le ha causado el incumplimiento de la obligación.
 Derechos auxiliares, que tienen por objeto mantener la integridad del patrimonio
del deudor, por ejemplo: acción pauliana, acción subrogatoria, el beneficio de
separación, entre otros.

Sin embargo, esta concepción tradicional ah sido superada tanto por la doctrina,
como por la legislación comparada, y actualmente la tendencia es a estudiar los efectos de
las obligaciones en razón de su cumplimiento. Esto porque el efecto principal y normal de
toda obligación es que se cumpla, la excepción es el incumplimiento, sólo en el caso que la
obligación no se cumpla van a aparecer los efectos que se estudiaban en la concepción
tradicional.
Por esto vamos a estudiar los efectos de las obligaciones mirados desde el
cumplimiento de la misma y sólo posteriormente vamos a ver que sucede en el caso que la
obligación no se cumpla.

Responsabilidad del Deudor.


Cuando definimos obligación dijimos que era un vínculo jurídico porque el deudor
se encontraba en la necesidad jurídica de cumplir la obligación y el acreedor estaba
protegido por el Derecho para que el deudor cumpla. Esto es lo que se llama la fuerza
obligatoria del vínculo y que trae aparejada la responsabilidad del deudor.
En principio (Roma), la responsabilidad del deudor incluía aún su persona física, y
el acreedor podía disponer de él vendiéndolo. Esta concepción de la responsabilidad fue
superada, por lo menos como concepto general.
En chile estaba contemplada la prisión por deudas, que fue la concepción moderna
que responder con la persona física, hasta 1968 cuando se derogó. Sin embargo, hay
algunos casos en que si bien no podría decirse, conceptualmente hablando, que ésta
subsiste, en que si una persona no paga puede ser llevada a prisión. Pero ello va unido a
otras figuras, por lo que no es prisión por deudas solamente, por ejemplo: quiebra
fraudulenta.
Otros son los casos en que ciertas conductas que son sancionadas con multas
pueden implicar la privación de libertad si es que no paga la multa.
También tenemos el caso de los apremios personales, art. 1553 C.C y 543 C.P.C,
referidos a la obligación de hacer, esto es que el juez a lo menos cite al deudor para que
cumpla su deuda.
El gran resabio de la prisión por deudas es el caso, bastante atenuado hoy en día, del
giro doloso de cheques.
Esta responsabilidad física fue reemplazada por la responsabilidad patrimonial del
deudor, es decir el deudor responde de las obligaciones que contrae con su patrimonio, o
sea con los bienes que él posea al momento de hacerse exigible el cumplimiento de la
obligación.
Tradicionalmente esto se conoce como Derecho de Prenda General que tiene los
acreedores sobre los bienes del deudor.
La doctrina más reciente prefiere utilizar la expresión de “Derecho de Garantía de
los Acreedores”, ello porque la prenda, en cuanto acepción jurídica, tiene muy poco que
ver con la garantía que tiene el acreedor.
 Es garantía porque mediante este derecho que tiene los acreedores se asegura el
cumplimiento de las obligaciones. En otras palabras, si el deudor no cumple
voluntariamente, el acreedor tiene la garantía que podrá obtener forzadamente el
cumplimiento de la obligación.
 Es general porque no recae sobre uno o más bienes específicos, sino sobre el
patrimonio del deudor como universalidad, así lo señala claramente el art. 2465.
Además se trata de garantía general para efecto de garantías específicas, como
son la prenda y la hipoteca, que recaen sobre un bien específico del deudor.
En principio la existencia de una garantía específica no priva al acreedor de la
garantía general, ello porque si la garantía específica no es suficiente puede
perseguir otros bienes del deudor para el cumplimiento de la obligación.
Hay casos excepcionales en que puede existir garantía específica sin garantía
general, como ocurre en el caso del tercer poseedor de la finca hipotecada. Ejemplo:
A entrega en mutuo 10 millones a B. C es dueño de una casa y la hipoteca para
efectos del cumplimiento de la obligación de B. C no es deudor, pero él garantiza la
obligación de B.
Si B no cumple la obligación, A puede dirigirse en contra de B como deudor
(acción personal), en este caso el crédito está respaldado por la garantía general.
Pero, además, A tiene la acción real y esa se dirige en contra de C como tercer
poseedor de la finca y en este caso es solamente el inmueble el que está
garantizando el cumplimiento de la obligación, por lo tanto si se remata la finca en 7
millones, A no puede dirigirse en contra de los otros bienes de C, porque como él no
es deudor no responde con todo su patrimonio.

Características de este Derecho de Garantía General.


1. Es universal. Art. 2465. ello porque recae sobre el patrimonio del deudor y no
sobre bienes específicos. Esto es importante porque el deudor conserva las facultades de
administración y disposición sobre los bienes que conforman su patrimonio. Ahora
excepcionalmente hay actos que pueden ser dejados sin efecto en el caso que hayan sido
cometidos con fraude a los acreedores, por ejemplo: el deudor que se da cuenta que no va a
poder cumplir y realiza una venta simulada. Este acto lo puede dejar sin efecto,
principalmente, a través de la acción pauliana.
Existen excepciones a este derecho de garantía general en el sentido que hay bienes
que no pueden ser perseguidos por los acreedores y que son los denominados bienes
inembargables, ellos se encuentran indicados en el art. 1618 C.C y art. 4 45 C.P.C.
Además existen algunos casos de responsabilidad limitada, como el beneficio de
inventario, en virtud del cual el heredero sólo responde de las deudas hereditarias. Otro
caso sería el de la empresa individual de responsabilidad limitada, en que el patrimonio
personal del empresario no puede ser tocado.

2. Es igualitario, en el sentido que todos los acreedores gozan de él (no hay


ninguno excluido). Además, en principio, su derecho es equivalente y podrán hacerlo vales
en proporción a sus créditos. Por ejemplo: el patrimonio del deudor tiene un valor de 100.
Si tiene dos acreedores: A por 200 y B por 100. los 100 del patrimonio del deudor se
consignan en la cuenta corriente del tribunal y A tendrá derecho al doble de lo que le
corresponde a B.
En la práctica sucede que uno de esos acreedores demanda al deudor, obtiene título
ejecutivo, embarga los bienes, etc. El otro acreedor para intervenir debe oponer una
tercería de pago, que puede oponerse hasta antes de que se le pague al que inició, si no la
opone nada podrá obtener y deberá perseguir su deuda en otros bienes del deudor.
Este principio tiene excepciones y son aquellas provenientes de las causales de
preferencia, que son:
 El privilegio.
 La hipoteca.
Son créditos a los que la ley les otorga un mejor derecho para ser cobrados en el
patrimonio del deudor. Serán pagados del crédito de otros acreedores (valistas o comunes)
que se pagarán solamente después de quienes tienen preferencias (art.1465 y ss). Así
sucede, por ejemplo, si el patrimonio del deudor tiene un valor de 500 y dos acreedores,
uno por 400 y otro por 200. Si el primero tenía alguna causal de preferencia, concurre y
obtiene los 400 y si el otro es acreedor común o valista deberá concurrir sólo en razón del
saldo, es decir, 100 pero ello no quiere decir que se extinga la deuda, sino que quedará
adeudando los otros 100 (sólo es una cuestión de privilegio y no de extinción).
Si el que comienza el juicio es el acreedor valista el acreedor con preferencia deberá
oponer, antes que se realice el pago al otro acreedor, una tercería de prelación.

Modos de Cumplir las Obligaciones.


I. El Pago o Solución. Arts. 1568 a 1626.
El código Civil no trata el pago como un efecto de las obligaciones, sino como un
modo de extinguirlas.
 Concepto: “Es la prestación de lo que se debe” (art.1568), es decir, es el
cumplimiento de la obligación en la forma en que ella se encuentra establecida. Por
ejemplo: si la obligación consiste en $ 5000, el pago serán los $ 5000. si consiste en realizar
una clase, el pago será realizar la clase. Si consistía en no construir un cerco más allá de dos
metros, el pago será no realizar dicha construcción.
Según la doctrina general mayoritaria el pago es una convención, es decir, un acto
jurídico bilateral que extingue obligaciones. Es necesaria la voluntad de quien paga y de
quien recibe para que se perfeccione.
Un sector minoritario de la doctrina dice que el pago es un acto unilateral. A ello se
replica que aún en los casos en que el acreedor se niegue a recibir el pago, el deudor puede
solicitar un pago por consignación y pedirle al juez que se extinga la obligación, y así se
supliría la voluntad del acreedor (ficción).
 Partes: en relación a:
• Quien puede efectuar el pago: solvens.
• Quien está facultado para recibir el pago: accipiens.
No necesariamente la relación de pago se va a dar entre deudor y acreedor, también
pueden intervenir terceros.
A. El solvens: se encuentra fundamentalmente regulado en el art. 1572 inc. 1º. En
relación a esta norma podemos distinguir :
• Pago efectuado por el deudor propiamente tal.
• Pago efectuado por un tercero interesado en la deuda.
• Pago hecho por un tercero extraño o ajeno a la deuda.

• Pago efectuado por el deudor: esta es la situación normal, es decir, la regla


general.
Se entiende incluida aquí la situación en que el deudor no sólo personalmente pague
la obligación, sino cuando otras personas pagan a su nombre, este caso es el de:
 Los representantes legales.
 Los representantes voluntarios.
 Los herederos o legatarios.
Cuando el deudor paga por medio de otros por regla general no se producen
relaciones posteriores entre las partes, pero puede que naciesen algunas prestaciones
como si el representante legal o voluntario paga con dineros propios o el heredero
que pague más de lo que debe en relación a su cuota (podrá pedir restitución a los
demás herederos).

• Pago efectuado por un tercero interesado en la deuda: este caso incluye a


quienes no son deudores directos o principales, pero si aquel deudor directo no paga pueden
estos ser perseguidos por el acreedor. Por ejemplo: el codeudor solidario (quien tiene la
acción subrogatoria, de la fianza o del mandato).
También es el caso del fiador, quien, si paga la deuda, tiene la acción subrogatoria
(art.1610), esta subrogación se produce por el sólo ministerio de la ley en los derechos del
acreedor, es decir, subsiste el crédito con todas las preferencias y garantías que el crédito
tenga. También tiene las acciones propias de la fianza, principalmente la acción de
reembolso, que le concede la posibilidad de cobrar los intereses y gastos en que haya
incurrido.
Un tercer caso es el de las cauciones reales, que se da en relación con un tercero
que ha garantizado una obligación ajena con una prenda o hipoteca, es decir, no es el
deudor principal, sino el tercero poseedor de la finca adeudada. Si paga lo que garantizaba,
está pagando una deuda ajena (art. 1610 nº 2 y 2429 inc. 2º). Él también tiene acción
subrogatoria.

• Pago efectuado por un tercero extraño o ajeno a la obligación: el art. 1572


acepta que esta obligación sea pagada por un tercero extraño a ella, porque en definitiva no
hay, en principio, un perjuicio para alguna de las partes, el acreedor no puede alegar
perjuicios y menos el deudor.
Este principio tiene excepciones en el inc. 2º del art. 1572: en el caso de una
obligación de hacer que tenga además el carácter de intuito personae éste no se podrá llevar
a cabo por un tercero extraño sin la aceptación del acreedor.
Para que se dé esta situación el tercero debe realizar el pago con el convencimiento
de que está pagando una deuda ajena, porque su cree que es propia habrá un pago de lo no
debido y podría pedir la restitución al acreedor.
Aquí se pueden distinguir tres situaciones distintas:
1- Tercero que paga con el consentimiento expreso o tácito del deudor: caso que en
estricto rigor no nos encontramos ante un tercero ajeno, ya que si hay
consentimiento se puede entender que existe un mandato para el pago. A este
tercero se le conoce como diputado para el pago, este diputado tendrá dos acciones
contra el deudor: acción subrogatoria (art. 1610 nº 5) y acción de mandato. Para que
tenga estas acciones debe haber pagado con dineros propios porque si pagó con
dineros del deudor nada puede cobrar.
2- Tercero que paga sin conocimiento del deudor: aquí paga sin autorización, ni
prohibición, simplemente el tercero paga sin que el deudor sepa.
En este caso se configura una gestión de negocios ajenos o agenda oficiosa y
aquí cambia la situación del tercero, ya que según el art. 1573 no se produce una
subrogación legal, sino que sólo es posible una convencional entre él y el acreedor,
es decir, el acreedor tiene que ceder su derecho y acción. Si el acreedor no le cede
su derecho, ni su acción, sólo tendrá este tercero la acción de reembolso derivada
del cuasidelito de agencia oficiosa.
3- Tercero que paga contra la voluntad del deudor: lo encontramos regulado en los
arts. 1574 y 2291, normas que dan soluciones contradictorias, lo que genera
múltiples problemas. Ello porque el art. 1574 expresa que no hay acción de
reembolso y sólo cabe la posibilidad de subrogación voluntaria, es decir, que el
arrendador le ceda voluntariamente al tercero la acción. En cambio, el art. 2291 de
una solución diversa, establece como principio general que no hay acción cuando se
administra un negocio ajeno en contra de la voluntad del interesado. Sólo
excepcionalmente cuando la gestión ha sido útil al interesado el gestor tendrá acción
contra el interesado, por lo que quien paga una deuda ajena tiene acción de
reembolso.
Las soluciones que se han dado frente a esta contradicción:
• La interpretación que hace primar el art. 2291, porque señala que el
tercero tendrá acción cuando el pago sea útil. Sin embargo, no siempre el pago de
una deuda es útil, por ejemplo: la deuda prescrita, obligación nula, excepción que
evitaba el pago.
Un argumento en contra sería que el art.1574 no efectúa distinción entre
cuando el pago es útil y cuando no, por lo tanto se vulneraría el art. 1574.
• Interpretación que señala que las normas se refieren a situaciones
diversas. Expresa que el art. 1574 se aplica cuando el pago sea la única gestión
realizada por este tercero. Y el art. 2291 se aplica cuando el pago se encuadra dentro
de la administración de un negocio ajeno.
Esta interpretación respeta el tenor de la ley. Sin embargo, muestra el
problema de fondo, cual es la injusticia que se produce si el tercero que paga para
extinguir una deuda ajena no tenga acción y que, por lo tanto, provocaría un
enriquecimiento injusto por parte del deudor.

El solvens debe cumplir ciertos requisitos en cuanto se trate de una obligación de


dar, los cuales están exigidos por la ley. Ello debido a que la obligación de dar puede
consistir en transferir el dominio o constituir algún derecho real:
a. El solvens debe ser dueño de la cosa con que está pagando. Esto incluye a los
representantes y sucesores, ya que están actuando por el deudor (exigido por el art.1575
inc. 1º).
De no cumplirse con esto el pago es nulo.
Cuando se trata de la tradición que equivale al pago de la obligación se presenta el
problema, ya que entre las normas que regulan la tradición se encuentra el art. 682 que
dispone que la tradición hecha por quien no es dueño de la cosa no es nula, sino que no
produce el efecto de transferir el dominio, por lo que de todas formas queda en posesión de
la cosa. Presentándose una contradicción entre este artículo y la disposición del art. 1575.
La doctrina soluciona el problema diciendo que el art. 1575 usa inapropiadamente el
lenguaje, por lo que se le da primacía al art. 682, validándose el pago efectuado (postura
mayoritaria).
El profesor Peñailillo plantea que el art. 1575 debe aplicarse en el caso de que el pago sea
hecho con una cosa de la cual el solvens no es dueño, aquí es nulo como pago, pero es
válido en cuanto a tradición. En razón de ello el acreedor quedará en posesión de la cosa y a
su vez si el acreedor sabe con posterioridad el pago de la cosa que dicha persona no era su
dueño, podrá solicitar la nulidad del pago y posteriormente solicitar al que le pague con una
cosa suya o bien pedir la resolución del contrato ya que este no se cumplió.
b. El solvens debe tener capacidad para enajenar, es decir, capacidad de
disposición (art. 1575 inc. 2º).
Estos requisitos tiene una excepción: art. 1575 inc. 3º, si la cosa pagada es fungible
y el acreedor la ha consumido de buena fe (en realidad a bienes consumibles y no
fungibles). Aquí el pago será válido, aunque no se hayan cumplido los requisitos anteriores.

B. El Accipiens: se encuentra regulado en los arts. 1576 a 1586.


El art. 1576 otorga tres posibilidades respecto al accipiens:
• Que el pago sea hecho al acreedor mismo.
• Que el pago sea hecho a sus representantes.
• Que el pago sea hecho al poseedor del crédito.

• Pago realizado al acreedor mismo: se considera también como acreedor al


heredero, al legatario y al cesionario, ellos están facultados legalmente por lo que el pago
extingue la obligación.
Existen casos en que el acreedor no puede recibir el pago (art. 1578):
a. Cuando el acreedor sea incapaz, excepto el caso en que se pruebe que el
pago ha sido en provecho del acreedor, y para saber cuando ocurre esto debemos
recurrir al art. 1688 que contempla dos casos: cuando el pago le ha sido
necesario y cuando la cosa con que se pagó subsista y quiera retenerla. La
prueba de este provecho corresponde al deudor.
b. Se refiere al embargo del crédito y retención judicial del pago, si esto ocurre
el pago hecho al acreedor es nulo.
Para que el embargo y la retención sean oponibles al deudor deben serle
notificados.
c. Caso de quiebra del acreedor. Ello porque el síndico de quiebras es quien
administra los bienes de un acreedor en quiebra y él es el único facultado para
recibir el pago. Para que esto ocurra debe estar judicialmente declarada la
quiebra.

• Pago hecho a los representantes: pueden haber representantes:


1- Legales. Art. 1579.
2- Judiciales. Se presentan en dos situaciones: caso del secuestre y del
depositario judicial.
3- Convencional. Es el caso en que el acreedor encarga a otras personas la
recepción del pago. El acreedor es el mandante y la otra persona es el
mandatario, que sin embargo en este caso específico toma el nombre diputado
para recibir el pago, se encuentra regulado en los arts. 1580 a 1586.
El mandatario puede ser incapaz, es decir, puede tratarse de un menor
adulto. Esta es una regla general del mandato, ya que el mandatario representa a
una persona que es capaz, entonces el pago será válido.
Se pueden distinguir varios tipos de mandato:
 Mandato general del administrador (art. 2132). Faculta al mandatario
para cobrar los giros de dinero ordinarios de los negocios del mandante.
 Mandato especial relativo a negocios específicos. Por ejemplo:
encargarle a un corredor de propiedades que arriende una casa, él estará
facultado para recibir el pago del arriendo.

• Pago realizado al poseedor del crédito: se encuentra regulado en el art. 1576 inc.
2º.
Dicha disposición ha dado pie para discutir si cabe o no la disposición sobre
derechos personales. También se la ha criticado porque privilegia la apariencia por sobre la
realidad jurídica, ya que valida el pago a quien no es realmente un acreedor sino el portador
de un crédito.
Respecto de los derechos personales existe una discusión de si pueden o no
adquirirse. Alguna postura, apoyada en este artículo, dice que pueden adquirirse por
prescripción. Otra posición dice que dicha disposición se refiere sólo al pago.
El pago hecho al poseedor del crédito será válido siempre que se cumpla:
 Que la posesión del crédito esté en este falso acreedor.
 La buena fe del deudor.
En cuanto al primer requisito no basta con la posesión material del título en el que
consta el crédito, sino que debe ir acompañada de otras circunstancias, por ejemplo: falso
heredero al que se le concede la posesión efectiva de los bienes, que posteriormente es
revocada; también el legatario que es instituido por un testamento que posteriormente es
revocado.
Aquí surge la importante distinción entre títulos:
 Al portador.
 A la orden.
 Nominativos.
Cuando el título es al portador significa que la obligación en él documentada
puede ser exigida por quien esté en posesión material de él, por lo mismo se transfieren a la
sola entrega material del título. Quien tenga el documento será considerado legalmente
como acreedor.
En el caso de los títulos a la orden se señala la identidad del acreedor y que pueden
ser pagados a él o su orden, es decir, a las personas que él designe.
Dicha persona debe acreditar debidamente su identidad o de la persona que él
designe mediante el endoso, que es el modo de transferir estos títulos y que se materializa
con la firma del endosante en la parte o cara posterior del documento.
Se protege la apariencia, ya que no se debe comprobar si la firma corresponde
realmente al endosatario, ello por la celeridad de los actos de comercio (de lo contrario se
entrabaría el comercio).
Tratándose de los títulos nominativos, que son aquellos que sólo pueden ser
pagados a las personas que él mismo señala, es más difícil que alguien aparezca en
posesión de ellos. Estos títulos pueden transferirse mediante la cesión de créditos regulada
en el Código Civil, ella exige consentimiento del deudor o bien su notificación.

En cuanto al segundo requisito, que es la buena fe del deudor, ella consiste en


ignorar que la persona que está en posesión del crédito no es el verdadero acreedor.
La buena fe se presume por regla general, pero debe considerarse también algún
criterio objetivo y no sólo criterios subjetivos. Por ejemplo: el título nominativo indicaba
que debía pagarse a “x” y lo cobra “w”.

Si se paga a otras personas distintas a las facultadas para recibir el pago, dicho pago
no es válido y por lo tanto el deudor puede pedir el reembolso del pago y el acreedor
conserva su derecho exigir que se le pague. Esta regla tiene dos excepciones señaladas en el
art. 1577:
 Si el acreedor ratifica el pago, lo que es lógico ya que él es el interesado en que
esa obligación se extinga.
 Que la persona que recibió el pago, y que en principio no estaba facultada para
hacerlo, suceda posteriormente al acreedor en el crédito respectivo (algunas situaciones en
relación: heredero, legatario, cesionario).

EL OBJETO DEL PAGO


Es decir, qué es lo que se debe pagar. El artículo esencial en este tema es el 1569, en
base a dicha norma la doctrina establece tres principios:
1- Identidad del pago.
2- Integridad del pago.
3- Indivisibilidad del pago.

1- Identidad del Pago:


El inc. 2º del art. 1569 establece que el acreedor no puede ser obligado a recibir otra
cosa que la estipulada, aún cuando sea de mayor valor que la que se le adeuda.
Esta es la regla general, pero tiene excepciones:
• En el caso de las obligaciones modales se admite el cumplimiento por
equivalencia, es decir, admite que la obligación sea cumplida por medios diversos,
pero de modo equivalente.
• En las obligaciones facultativas, aunque en el fondo no es una excepción
como tal, ya que está estipulado desde el principio entre acreedor y deudor.
• En la dación en pago, que tampoco es estrictamente una excepción, ya que
el acreedor consiente que la obligación se extinga por otro modo.
• En el cumplimiento por equivalencia, refiriéndonos a la indemnización de
perjuicios, el deudor no cumple y en lugar de la prestación establecida el creedor
recibe esta indemnización equivalente al cumplimiento (aquí no hay
consentimiento, es una protección que le otorga la ley al acreedor).
En cuanto a este principio es bueno aclarar de la manera que se cumplen estas
obligaciones en relación a su objeto:
 Si se trata de una obligación de dar hay que distinguir si es específica o
genérica.
Si es de género se cumple entregando una cosa del mismo género y de alguna
calidad media.
Cuando es de un sujeto determinado se cumple transfiriendo el dominio de esa
especie y no de otra (al menos tiene obligación de conservar).
 Si se trata de una obligación de hacer se cumple ejecutando la conducta que
constituye la prestación.
 En las obligaciones de no hacer se cumple absteniéndose de realizar la
conducta en que consiste la prestación.
En las obligaciones de dar específicas si la cosa se pierde por caso fortuito o
fuerza mayor, la obligación se extingue. Si se pierde o destruye por culpa del
deudor, también por dolo, la obligación no se extingue y se reemplaza por una
indemnización de perjuicios.
Si la pérdida de la cosa es parcial, en relación con el art. 1590 debemos
distinguir:
a. Respecto de los deterioros, si son de poca consideración el acreedor está
obligado a recibir la cosa, pero tiene derecho a la indemnización de perjuicios por
ellos.
b. Si dichos deterioros son importantes, la ley le da la opción y puede recibir la
cosa más la indemnización de perjuicios o solicitar la resolución por
incumplimiento más la indemnización de perjuicios.
Si aplicamos el art. 1489 siempre podrá pedir cumplimiento más indemnización
de perjuicios, pero en la práctica que esto se de (si la cosa está deteriorada mal
puede haber cumplimiento).

2- Integridad del Pago:


El art. 1591 inc. 2º dice que el pago total de la deuda comprende los intereses y
demás gastos del pago que se deban, es decir, todo corre por cargo del acreedor.
Si fuese lo contrario el acreedor estaría recibiendo menos de lo estipulado.
El art. 1571 establece excepción a la regla general:
• La convención de las partes, que pueden estipular lo contrario.
• Cuando la ley así lo haya establecido. Por ejemplo: el pago por consignación y
el depósito.
• Finalmente lo que el juez determine acerca de las costas judiciales.
Las costas son los gastos del juicio y están reguladas en el C.P.C desde el art. 144 al
147. Generalmente se dividen en costas procesales y personales.
Las costas procesales son aquellas que principalmente ha gastado para efectos del
procedimiento mismo.
Las costas personales son los honorarios del abogado que determina el juez y que
son independientes de lo que el abogado haya pactado con su cliente.
Si nos encontramos en el caso de una demanda en que se solicita el cumplimiento de
una obligación puede suceder que según las reglas procesales no se condene en costas al
deudor y así el acreedor incurrirá en el gasto que le impliquen estas costas.
Hay que distinguir también de que juicio estamos hablando, en el juicio ejecutivo,
de acuerdo al art. 471 C.P.C, siempre las costas son de cargo del deudor, salvo que salga
absuelto o que se acoja una excepción parcialmente ya que en estos casos el juez puede
distribuir equitativamente las cosas.
En los demás procedimientos, la misma norma señala que la parte totalmente
vencida debe ser condenada en costas, salvo que el juez estime que tuvo motivos plausibles
para litigar.
Además se puede oponer una excepción relacionada con la acción resolutoria, ya
que el deudor en el desarrollo del juicio puede pagar (cumplir), lo que significa que la
demanda debe ser rechazada por lo que no va a haber condenación en costas, lo cual
implica que el acreedor necesariamente debe correr con estos gastos. Por lo mismo, por
motivos de justicia, si en estos juicios el deudor quiere cumplir deberá incluirse en dicho
pago el valor de las costas haciendo alusión al art. 1571.

3- Indivisibilidad del Pago:


Este principio, como derivación del anterior, esta señalado en el art. 1591 inc.1º.
Consiste en que la obligación debe ser cumplida de una sola vez. Esto sin perjuicio
de que el acreedor pueda aceptar voluntariamente un pago parcial, subsistiendo una deuda
por el saldo.
Algunas excepciones a este principio son:
• Las obligaciones simplemente conjuntas, aquí puede darse el caso en que
la obligación se vea satisfecha de un modo parcial en cuanto al total. Por ejemplo: si
la obligación es por $ 300.000 y hay tres deudores, puede ser que primero reciba los
$100.000 de A, luego los $100.000 de B, etc.
• Cuando haya una convención entre las partes en virtud de la cual se haya
parcializado el pago.
• El beneficio de división y de excusión en la fianza. En virtud del primero si
es que hay muchos fiadores le puede pedir al acreedor que se dirija a ellos por la
cuota respectiva y en el segundo cuando exista un fiador y el acreedor se dirige a él,
este puede pedir que primero se dirija contra el deudor principal y si este no cancela
el total, podrá dirigirse contra el fiador por el saldo.
• En cuanto a la discusión del monto de la obligación, como dice el art. 1592
el acreedor sólo podrá cobrar el monto hasta donde no haya discusión.
• La compensación, donde las obligaciones se extinguirán conjuntamente
hasta el monto de la de menor valor, subsistiendo la deuda por la diferencia entre
ambas prestaciones.
• La quiebra.
• La letra de cambio, que se encuentra regulada en la ley 18.092 y que
establece una excepción expresa a este principio.

¿Cuándo debe efectuarse el pago?


El momento en que debe efectuarse el pago está muy relacionado con las
modalidades.
La norma del Código que se refiere a la materia es el art. 1569 inc.1º, que señala que
debemos estarnos al tenor de la obligación. Lo primero que se debe analizar es si se ha
pactado alguna obligación accesoria a la principal.
Si la obligación es pura y simple la obligación debe cumplirse al momento que se
contrae. Se debe tener presente que hay ciertas obligaciones que por su naturaleza requieren
para su cumplimiento de un plazo tácito.
Si la obligación tiene un plazo expresamente pactado, el pago deberá realizarse al
vencimiento de este.
Si la obligación esta sujeta a condición, el pago se realizará cuando ella se cumpla.

¿Dónde debe pagarse?


Respecto del lugar donde debe efectuarse el pago el Código es más específico y da
reglas particulares en los arts. 1587 a 1589.
El art. 1587 sujeta el lugar del pago a la voluntad del de las partes, al lugar definido
en la convención. Si las partes nada dicen al respecto, hay reglas supletorias y distingue
entre obligaciones de especie o cuerpo cierto y las demás.
De acuerdo al art. 1588 inc. 1º si la obligación es de especie o cuerpo cierto el pago
debe hacerse en el lugar donde esa especie o cuerpo cierto existía al momento de la
convención.
El inc. 2º regula lo que sucede en los demás casos y expresa que el pago se hará en
el domicilio del deudor.
El art. 1589 señala una regla para el caso en que exista un cambio de domicilio en el
periodo que va desde la celebración del acto o contrato y el momento del pago, señala que
debe tenerse por domicilio el del momento de la convención, salvo estipulación en
contrario.

Prueba del Pago


¿Cómo debe acreditarse el pago?
Ello tiene mucha importancia, sobre todo para el deudor, porque podría darse la
situación de que el deudor hubiera pagado y no pudiera acreditarlo y debiera pagar de
nuevo.
El código no señala reglas especiales, por lo que se debe probar por las reglas
generales (Arts. 1708 – 1711).
Se puede acreditar por todos los medios de prueba con las limitaciones de la
testimonial. No se pueden probar por testigos los actos o contratos que deban consignarse
por escrito, y ellos son aquellos que contengan la entrega o promesa de entrega de una cosa
de cuantía superior a dos UTM. Si no se consigna por escrito el acto es válido, lo que pasa
es que no se puede probar por testigos.
Lo que sucede en la práctica es que cuando se paga una obligación se entrega por
parte del acreedor al deudor un recibo o carta de pago. Ahora en el Código Civil no existe
norma alguna que obligue al acreedor a entregar este recibo o que le de derecho al deudor a
exigirlo, pero el Código de Comercio si contiene esta obligación en su art. 119, pero esto
sólo respecto de las obligaciones mercantiles.
Para efectos de facilitar la prueba del hecho del pago se han establecido ciertas
presunciones que favorecen al deudor:
• Art. 1595 inc. 2º, recibo de capital. Si el acreedor otorga un recibo respecto del
pago del capital sin mencionar los intereses, estos se presumen pagados.
• Art. 1570, pagos periódicos. Si el deudor tiene una obligación con vencimientos
sucesivos y periódicos, la carta de pago de tres periodos determinados y continuos
hará presumir los pagos de los anteriores periodos.
• Art. 120 C. Comercio. Se refiere al finiquito de una cuenta, el finiquito de una
cuenta hará presumir el finiquito de las anteriores.
Estas son presunciones simplemente legales, por lo que el acreedor podría
desvirtuarlas.

Imputación del Pago


Está relacionado con la determinación de cuál deuda o accesorio de una deuda se va
a entender extinguida cuando el pago hecho por el deudor no es suficiente para extinguir la
totalidad de las deudas o accesorios de una deuda que mantiene con un acreedor.
El Código trata la materia en los arts. 1595 a 1597.
Se establece como principio que quien tiene la preferencia para efectuar la
imputación es el deudor. Sin embargo, para efectos de proteger los intereses del acreedor la
ley ha limitado esta facultad del deudor. Estas limitaciones son:
• El art. 1595 expresa que primero se imputa a los intereses. Esto es así porque de
otra manera el deudor siempre imputaría al capital y así disminuye el capital y por
lo tanto los intereses, lo cual perjudica al acreedor. Esto salvo que el acreedor
consienta que se impute al capital.
• Art. 1596 primera parte. Si hay diferentes deudas la ley, en principio, le da la
facultad para elegir al deudor, pero lo limita en el caso que hayan deudas
devengadas y otras que no, esto es que hayan obligaciones vencidas, que sean
exigibles y otras que no, en este caso el pago se imputa a las deudas devengadas.
• La tercera limitación no está señalada expresamente en la ley, pero se deriva de
los principios, principalmente del de integridad e indivisibilidad del pago. En virtud
de esto se debe imputar a la obligación que se extingue totalmente.
¿Qué sucede si el deudor no manifiesta su voluntad al respecto? La ley le Confiere
ese derecho al acreedor, es este caso deberá manifestar a qué deuda imputa ese pago en la
carta de pago. En este caso la ley incluso le confiere al deudor la posibilidad de negarse a
esa imputación hecha por el acreedor. Art.1596
Si ni deudor, ni acreedor realiza la imputación, la ley da una regla supletoria en el
art. 1597, que señala que se va a preferir la devengada a la no devengada y si no existiera
diferencia al respecto la que el deudor eligiera.

PAGO DE LO NO DEBIDO.
Consiste en el cumplimiento de una obligación que no existe.
Una obligación no existe:
• Cuando no haya existido nunca.
• Cuando la obligación ya está extinguida.
• Cuando se trata de una deuda ajena.
Las dos primeras son circunstancias de tipo objetivo y la tercera es una
circunstancia de tipo subjetivo.

Requisitos para que se configure:


1- Que exista un pago, es decir, que se haya cumplido con una obligación.
El Código, en las normas que regulan la institución (2295 – 2303), siempre discurre
sobre la base que estamos en presencia de una obligación de dar. Esto porque respecto de
las obligaciones de no hacer nunca podría darse el efecto propio de lo no debido, que es la
restitución. Por ejemplo: yo creo que no tengo que construir un cerco y no tenía esa
obligación, no hay restitución sino que lo construyo cuando me doy cuenta que no tenía la
obligación de abstenerme de construir el cerco.
Respecto de las obligaciones de hacer tampoco procede una restitución. Por
ejemplo: si yo creo que tengo que construir un cerco y debía hacerlo procede que se
deshaga lo hecho o bien se indemnice a la persona que ejecutó la prestación.
La restitución sólo procede en las obligaciones de dar.

2- Se debe haber cometido un error en el pago.


Aquí hay que analizar la intención de la persona que pagó (solvens), porque la
intención debe estar dirigida a cumplir una obligación que se creía existente y no a otra
cosa, por ejemplo: donación o un pago por subrogación.
Respecto de la donación como puede ser difícil la prueba para el solvens de
acreditar que en realidad no quería donar sino extinguir una obligación, el Código establece
ciertas reglas y específicamente una presunción que traslada la carga de la prueba al
donatario, y entonces es el donatario el que debe probar que el solvens pagó a sabiendas
que no era deudor. Así se desprende del art. 2299, encontramos la misma regla en el art.
1397. Esto cuando hay dudas acerca de si hay donación, no si, por ejemplo, consta en un
contrato.
Acerca del error, este se clasifica en error de hecho y de derecho.
Las normas del pago de lo no debido por supuesto que admiten el error de hecho y
así lo expresa el inc. 1º del art. 2295. Pero como excepción a las normas generales también
aquí tiene valor el error de derecho, ello lo encontramos en los arts. 2297 y 2299 en su
última parte.
Si por ignorancia o mala interpretación de la ley pagó y no tenía que hacerlo hay un
pago de lo no debido. Por ejemplo: creo que tengo que pagar pensión alimenticia al hijo de
mi cónyuge que no es mío, hay pago de lo no debido.
¿Qué sucede en el caso de los otros vicios del consentimiento como son la fuerza y
el dolo? ¿Se aplican las reglas del pago de lo no debido si mediante coacción o
maquinaciones fraudulentas pago? No se aplican las reglas del pago de lo no debido, sino
las generales relativas a los vicios del consentimiento y, por lo tanto, de un `pago que
adolece por regla general de nulidad relativa.
Las reglas del pago de lo no debido se aplican sólo al error, esto lo dice la doctrina y
además porque las disposiciones son claras.
3- Que el pago carezca de causa.
Carece de causa cuando la obligación no haya existido nunca o si esa obligación si
bien existió se encuentra extinguida. O bien puede suceder que se paga una deuda ajena, o
se paga a quien no es el verdadero acreedor.
El pago a quien no es el verdadero acreedor se debe relacionar y tener presente con
respecto al poseedor aparente del crédito porque aquí el solvens paga bien.
Además tener presente que el adagio “quien paga mal, paga dos veces” dice relación
con los derechos del verdadero acreedor, pero no con los derechos del que pagó
equivocadamente. En otras palabras, el solvens no va a poder excepcionarse frente al
acreedor verdadero por el pago mal hecho, va a tener que pagar igual, independientemente
de que el solvens pueda repetir lo que pagó a la persona equivocada.

Prueba del Pago de lo no Debido.


Aquí se aplican las reglas generales y, por lo tanto, el que alega que pagó
indebidamente va a tener que acreditarlo, sobre él recae el peso de la prueba, así lo
confirma el inc. 1º del art. 2295.
El art. 2298 nos da dos reglas especiales al efecto:
• El inc. 1º expresa que la persona que alega que pagó lo que no debía demanda y
el demandado dice que si le pagó, el demandante va a tener que acreditar el error y
la carencia de causa y no el pago.
• El inc. 2º establece una sanción a la mala fe del demandado. Si el demandado no
admite el pago y en el curso de la causa el demandante acredita el pago, acreditado
el pago la ley sanciona la mala fe y presume que este pago fue indebido.

Efectos del Pago de lo no Debido.


Nace para el solvens la llamada acción de repetición, esta acción busca obtener la
restitución de lo que se ha dado o pagado indebidamente.
Características de esta acción:
• Acción personal, esto tiene importancia si se trata de una especie o cuerpo
cierto, ya que sólo puede ejercerse en contra de quien recibió la cosa y no contra terceros
poseedores.
• Es transferible y transmisible.
• Es renunciable.
• Es prescriptible. Se aplican las normas generales del art. 2515. Se debe tener
presente que esta acción nunca va a ser ejecutiva porque aunque el pago conste en un título
ejecutivo el carácter indebido del pago nunca va a constar en el título ejecutivo siempre va
a tener que probarse en un juicio.

Existen dos casos en que esta acción no procede:


a. Caso de destrucción o cancelación del título.
b. Prescripción adquisitiva por parte del accipiens.

a. Caso de destrucción o cancelación del título. Art. 2295 inc.2º.


Ejemplo: C es deudor de B, pero A cree que él es el deudor y le paga a B. esta
obligación constaba en un título y B lo cancela o lo destruye. Sin embargo A se da cuenta
que pagó una obligación ajena; hubo un pago, hubo error y carecía de causa, por lo que hay
un pago de lo no debido.
En este caso la ley protege al acreedor que ha cancelado o destruido el título, porque
si lo cancelo o destruyó sería muy difícil cobrar el crédito a C, su verdadero deudor, y A no
puede ejercer la acción de repetición respecto de B. Pero C ha obtenido un enriquecimiento
sin causa y la ley otorga una acción subrogatoria a A, este se subroga en los derechos de B
para cobrar a C.
Respecto de la buena o mala fe del acreedor el código no dice nada.

b. Prescripción adquisitiva por parte del accipiens.


Es una aplicación de las reglas generales, si quien recibió la cosa indebidamente la
ha adquirido por prescripción, No procede la acción de repetición.

Efectos Propiamente Tales:


El código da reglas especiales en sus arts. 2300 a 2303 y en defecto de estas reglas
se aplican las de las prestaciones mutuas, que están en el título de la acción reivindicatoria.
El criterio esencial es la buena o mala fe del accipiens. Al respecto se debe recordar:
 La buena fe se presume, por lo tanto va a ser el solvens quien va a tener que
acreditar la mala fe.
 La buena fe va a producir efectos mientras se mantenga, así lo establece
expresamente el art.2301 inc 2º.
1- Accipiens de Buena Fe: hay que distinguir:
a. Restitución de lo dado o pagado: el Código distingue en el art. 2300:
• En el caso que se trate de dinero u otra especie fungible se debe restituir la
misma cantidad del mismo género y calidad. Inc. 1º art. 2300.
Esta restitución es sin intereses, ello se desprende de la disposición y la
razón es porque el que lo recibió estaba de buena fe.
• Si se trata de una especie o cuerpo cierto debe restituirse la misma especie
o cuerpo cierto recibido.

b. Frutos, mejoras y aumentos: no hay reglas especiales en las normas del pago de
lo no debido, por lo que debemos recurrir a las normas de las prestaciones mutuas:
• Los frutos no se van a restituir, quedan para el accipiens, los anteriores a la
contestación de la demanda. Art. 907 inc.3º.
• Respecto de las mejoras, las necesarias deben pagarse (art.908); las útiles,
al estar de buena fe hasta antes de la contestación de la demanda las que haya
hecho hasta ese momento también deben ser pagadas, respecto de las posteriores
a ese momento sólo tiene derecho a llevarse los materiales (arts. 909 y 910);
respecto de las voluptuarias, puede llevarse los materiales sólo si pueden
separarse sin detrimento de la cosa.

c. Pérdidas y deterioros: no es responsable de estas, aún cuando se hayan


producido por negligencia de él, a menos que se haya hecho más rico con estas pérdidas o
deterioros y para saber esto se debe recurrir al art. 1688. Art.2301 inc.1º.

2- Accipiens de Mala Fe: él recibió el pago sabiendo que no era dueño.


a. Restitución de lo dado o pagado:
• Si se trata de dinero u otra especie fungible, se debe restituir la misma
cantidad en género y calidad, pero con intereses corrientes. Art. 2300 inc. 2º.
• Si se trata de una especie o cuerpo cierto, debe restituirse la misma especie o
cuerpo cierto debido.

El inc. 2º del art. 2301 remite a las normas de las prestaciones mutuas, ya que
señala que será considerado como poseedor de mala fe.
b. Frutos, mejoras y aumentos
• Debe restituir los frutos, y no solamente los percibidos sino los que el dueño
hubiera podido percibir con mediana inteligencia y actividad, teniendo la
cosa en su poder. Art.907.
• Respecto a las mejoras, las necesarias se le pagan, de las útiles y
voluptuarias solamente tiene el derecho tiene derecho a retirar los
materiales en que consistan. Arts. 908, 909, 910 y 911.

c. Pérdida o deterioro: responde de las que se hayan debido a su hecho o culpa.


Art.906 inc.1º.

Estos son los efectos que se producen entre solvens y accipiens, pero también
pueden haber terceros involucrados.
Efectos Respecto de Terceros.
Quien recibió el pago indebidamente transfiere la cosa al un tercero. Aquí el art.
2303 hace una distinción entre:
a. Adquirente a título gratuito, el código habla de título lucrativo. Inc. 1º: debe
restituir la cosa al solvens con dos requisitos:
• Que la cosa sea reivindicable, para saber esto se debe ir a las normas de la
acción reivindicatoria.
• Que exista en su poder, que no haya sido transmitida a una cuarta persona.
Todo esto sin perjuicio de los derechos que tiene en contra del que recibió
indebidamente.

b. Adquirente a título oneroso: si está de buena fe este tercero no hay derecho a


reivindicar la cosa.
En la compraventa existe un artículo especial que es el 2302, que es una
especificación del art. 2303 y que se refiere a la situación del vendedor, es decir, del
accipiens (respecto de quien pagó indebidamente), aquí también se distingue:
 Si estaba de buena fe debe restituir el precio de la cosa y además está obligado a
ceder las acciones que tenga en contra del comprador por el saldo del precio.
 Si estaba de mala fe queda en la misma situación del que dolosamente ha dejado
de poseer (art. 900), se lo considera como un poseedor actual.

II -La Novación
Es una institución de bastante aplicación práctica sobre todo en lo que dice relación
con operaciones bancarias.
El art. 1628 nos da el concepto legal. Supone la existencia de una obligación
anterior que se extingue, sustituyéndola una obligación nueva que pasa a ocupar el lugar de
la antigua. Por ello es tanto un modo de extinguir las obligaciones, como un contrato.

Requisitos:
1- Debe existir una obligación destinada a extinguirse. Respecto a este requisito lo
importante es que puede tratarse de una obligación civil o natural. Art. 1630.
Se dice que uno de los requisitos a su vez de esta obligación que esta destinada a
extinguirse es que sea válida.
Además de acuerdo a las normas generales en el caso de la nulidad relativa, la
novación podría implicar una ratificación de la nulidad y por lo tanto también ser válida.
Obviamente esta ratificación debe someterse a todas las formalidades que determina la ley,
principalmente a los arts. 1693- 1697.
En la práctica este requisito de la validez es bastante limitado.
También puede suceder que esta obligación sea condicional y hay la ley, en el art.
1633, señala que si se trata de una obligación condicional suspensiva y esta se encuentra
pendiente no hay novación, ello porque el requisito es que exista una obligación que se va a
extinguir y aquí no existe obligación, lo mismo sucede si la condición falla.
El inc. 2º de la norma señala que las partes pueden convenir que la obligación
condicional quede abolida, es decir se extinga sin esperar que la condición se cumpla, en
este caso debe respetarse la voluntad de las partes. Técnicamente tampoco hay novación y
esto por la razón que la primera obligación nunca llegó a nacer y, por lo tanto, no se puede
hablar de que existió una obligación.
2- Que las partes pacten una nueva obligación que sustituya a la anterior . Aquí
sucede lo mismo que en el caso anterior, los arts. 1630 y 1633 se aplican también a la nueva
obligación.
3- Debe haber diferencia sustancial entre las obligaciones. El art. 1631 habla de
tres tipos de novación, se puede además hablar de novación objetiva y subjetiva.
Novación Objetiva: caso en que entre las mismas partes se contrae una nueva
obligación y hay cambio de objeto o causa. Nº 1 art. 1631.
Novación Subjetiva: caso en que hay cambio de acreedor (nº 2 art. 1631) o cambio
de deudor (nº 3 art.1631).
Lo importante es que sobre uno de estos elementos debe recaer la novación:
objeto, causa, acreedor o deudor. Si, por ejemplo, cambia la caución no hay novación,
tampoco si posteriormente pactan intereses que en la obligación primitiva no estaban
estipulados.
4- Las partes deben ser capaces de celebrar el contrato. Aquí las partes requieren
de capacidad de disposición, ello porque extinguen una obligación y como contraen una
nueva deber ser capaces de celebrar el contrato respectivo y de adquirir los derechos y
obligaciones que de él emanan.
Aquí hay que tener presente las obligaciones naturales. Por ejemplo, podría suceder
que una de las partes sea incapaz y haya novación si tiene suficiente juicio y
discernimiento.
5- Animus Novandi. Es un elemento subjetivo, es la intención que tiene las partes
de que la nueva obligación sustituya a la anterior la cual, por lo tanto, se va a extinguir.
Si no existe esta intención ambas obligaciones van a subsistir paralelamente.
Este animus puede ser expreso o tácito. 1634. el único caso de animus tácito es
aquel en que ambas obligaciones no puedan subsistir conjuntamente.
La ley exige que el consentimiento sea expreso respecto de una de las clases de
novación: novación por cambio de deudor. Art.1635.

Clases de Novación:
1- Novación Objetiva:
A- Novación por Cambio de Objeto: hay novación por un cambio en la prestación
debida.
Debe ser un cambio sustancial, no basta un cambio en los accesorios o aspectos
secundarios de la obligación.
El legislador ha dado normas particulares con el objeto de esclarecer si hay o no
novación en ciertas circunstancias:
 Aumento o prorroga del plazo: por ejemplo: se había pactado 60 días para el
pago del precio y posteriormente se pacta que el precio se pagará a los 90 días.
La ley estima que no es una modificación sustancial y por lo tanto no hay novación.
Art. 1649.
Pero si produce otros efectos que son importantes:
• Extingue la responsabilidad de los fiadores.
• Extingue las prendas e hipotecas que hayan constituido terceros para
garantizar la obligación.
Ello salvo que el fiador o los terceros concurran con su voluntad al acto por el cual
se aumenta el plazo, porque aquí manifiestan su voluntad de obligarse también.
 Reducción del plazo: tampoco hay novación, pero en este caso no va a poder
perseguirse a los codeudores solidarios o a los fiadores sino hasta el vencimiento del plazo
original. Art. 1650.
Esto con la misma excepción anterior: que ellos concurran con su voluntad al acto
por el cual se reduce el plazo.

 Aumento o disminución de la cantidad o especie debida: art. 1646. tampoco


existe novación porque no cambia sustancialmente el objeto de la obligación.
Respecto a los codeudores solidarios y subsidiarios la ley dice que pueden ser
obligados hasta aquello en que ambas obligaciones coinciden. Por ejemplo: se debía 100
toneladas de trigo y luego se conviene que van a ser 120 toneladas, en lo que coinciden es
en 100 toneladas y a eso son obligados los codeudores solidarios o subsidiarios.
Nunca van a poder ser obligados a más de lo que originalmente estaban obligados.
Ello también con la excepción de que concurran expresamente al acto por el cual se
aumente o disminuya lo debido.

 Caso en que se pacte una cláusula penal: la cláusula penal es una cláusula en
virtud de la cual se estipula que el deudor está obligado a algo para el caso de no cumplir se
con la obligación principal.
Si existía una obligación principal la cual no tenía cláusula penal, pero con
posterioridad se agrega esta cláusula, no hay novación. Art. 1647.
Esto en el caso en que sea exigible la obligación principal y la pena, no hay
novación y subsiste, por lo tanto, la responsabilidad del fiador y los garantistas pero sólo
respecto de la obligación principal.
Ahora si se pacta que va a ser exigible sólo la pena, si el acreedor hace uso de este
derecho si hay novación por cambio de objeto y, por lo tanto, se van a extinguir todos los
accesorios de la obligación principal junto con ella.

B- Novación por Cambio de Causa: causa entendida como antecedente jurídico


del cual emana la obligación, causa inmediata.
Aparentemente parece que la obligación es la misma, pero puede ser que el objeto
sea el mismo, pero la causa diferente. Por ejemplo: se deben $1000 por el saldo del precio
de una compraventa, pero se cambia el contrato y ahora se deben los $1000pero por un
mutuo que sustituyó el saldo del precio de la compraventa.

2- Novación Subjetiva:
Puede ser por cambio de acreedor o de deudor, la prestación sigue siendo la misma,
pero cambia una de las partes.
A- Novación por Cambio de Acreedor: art. 1631 nº 2.
Tiene lugar cuando el deudor contrae una nueva obligación con un tercero que pasa
a ser su acreedor liberándole de la obligación primitiva su antiguo acreedor.
Es importante que contraiga una nueva obligación porque si no la contrae puede ser
una cesión de crédito en que también cambia el acreedor, pero no hay nueva obligación (la
antigua obligación no se extingue), sólo cede sus derechos.
En la práctica esto se da cuando el acreedor es deudor del nuevo acreedor.

Requisitos:
• Que el deudor consienta en obligarse con el nuevo acreedor.
• El primitivo acreedor tiene que consentir el liberar a su deudor, de esa manera se
extingue la obligación antigua.
• El consentimiento del nuevo acreedor. Ello tiene como fundamento el principio
de que nadie puede adquirir derechos contra su voluntad.
B- Novación por Cambio de Deudor: art. 1631 nº 3.
Tiene lugar cuando una persona diversa al deudor primitivo lo sustituye, quedando
liberado de su obligación. La primera obligación se extingue y nace una nueva obligación
entre el nuevo deudor y el acreedor original.

Requisitos:
• Se requiere consentimiento del acreedor en dos formas: para liberar al antiguo
deudor y para aceptar al nuevo deudor. Si no consiente en liberar al antiguo deudor,
se va a entender que este tercero que pretende asumir la deuda va a ser simplemente
diputado, un codeudor solidario, subsidiario, fiador, lo que va a tener que
establecerse caso a caso al tenor de la obligación, no hay novación porque no se
extingue la primitiva obligación.
• Consentimiento del tercero que va a asumir como nuevo deudor.
Con estos dos requisitos basta para que haya novación.
Ahora puede suceder que también intervenga el consentimiento del deudor, pero no
es un requisito sine qua non para que haya novación, esto por que al acreedor le interesa
que le paguen sin importar quien lo haga. Cualquiera puede pagar por el deudor, aun contra
su voluntad.

Si hay consentimiento del antiguo deudor, la ley le otorga un nombre particular a


esta novación y la figura se conoce como delegación.
La delegación se produce cuando hay sustitución de un deudor por otro habiendo
consentimiento del antiguo deudor.
En la práctica que haya consentimiento del primitivo deudor significa que es él que
tiene la iniciativa.
Encontramos a tres actores:
• El delegante, que es el primitivo deudor.
• El delegado, quien es el nuevo deudor.
• El delegatario, es el que aceptó liberar al primitivo deudor por una parte y
por otra la constitución de una nueva obligación.

Consecuencias de que exista delegación:


1- Puede suceder que el delegado haya asumido la deuda porque creía ser a su vez
deudor del delegante, esta es la razón porque se obligó con el delegatario.
Si después aparece que el delegado no tenía deuda con el delegante se produce una
situación injusta, la ley se pone en esa situación en el art. 1638. La solución es bastante
lógica porque el delegado sigue ligado con el delegatario. La novación existió y es válida.
La acción del delegatario no se ve interrumpida por la acción del delegado en contra del
delegante.
El artículo da dos alternativas o derechos:
 Compeler al delegante a que pague al delegatario. En la práctica no le conviene
porque no hay medio procesal para obligar a pagar.
 Que el delegante le reembolse lo que tuvo que pagarle al delegatario. Como
tiene acción de reembolso, la deuda es para si y puede embargar bienes.
Aquí no hay pago de lo no debido porque el delegado se obligó validamente con el
delegatario (aquí la causa no es relevante para la validez del acto).
2- Puede ocurrir que el delegante no era deudor del delegatario. El antiguo deudor
no era deudor del delegatario y esto se descubre después que ha habido delegación. Art.
1639.
Se debe distinguir dos situaciones:
 Antes que el delegado pague al delegatario: se libera al delegado de su
obligación.
 Si pagó creyendo que había deuda. Aquí se parte de la base de una relación entre
delegante y delegado de deudor y acreedor.
La relación entre delegante y delegado se extingue porque la ley supone que el pago
hecho por el delegado al delegatario extingue la obligación la obligación que el delegado
tenía con el delegante, esto porque había una relación entre delegante y delgado, que era
deudor del delegante, por eso le otorga acción al delegante para dirigirse contra el
delegatario por el enriquecimiento injusto.
El delegante le puede ceder su acción al delegado.
Puede suceder que entre el delegado y delegante no haya relación y, por lo tanto,
nada que se extinga. Aquí hay dos alternativas:
• Aplicar las reglas generales del enriquecimiento sin causa, ya que ha habido un
enriquecimiento injusto.
• Que el delegante le ceda su acción contra el delegatario por lo que pagó.

Efectos de la novación:
El efecto podríamos reducirlo a uno: se extingue la antigua obligación. Debido a
ello se siguen algunas consecuencias que el legislador ha regulado de manera expresa:
a. Si la obligación antigua devengaba intereses, estos se extinguen. Art. 1640.
b. Se extinguen, también, los privilegios inherentes a la primitiva obligación. art.
1641.
c. Se extinguen las prendas e hipotecas que aseguraban la antigua obligación. art.
1642.
d. Cesa la responsabilidad de los fiadores y codeudores solidarios. Art. 1645.
Por regla general la estipulación de las partes puede alterar estos efectos. Se puede
pactar la reserva de las prendas e hipotecas; los fiadores y los codeudores solidarios pueden
también concurrir a la novación y aceptarla.
En el único caso en que en que no se puede alterar los efectos es en el caso de los
privilegios, ello porque los privilegios son establecidos por ley y no por las partes.

Reserva de las Prendas e Hipotecas.


El art. 1642 regula la situación.
Existe una obligación principal antigua que está garantizada con una hipoteca, el
bien hipotecado es de propiedad del deudor. Posteriormente las partes a través de un
contrato de novación estipulan una nueva obligación destinada a extinguir la antigua. Como
lo principal sigue la suerte de lo accesorio, se extingue también la hipoteca, por lo tanto si
las partes nada dicen la hipoteca no va a garantizar la nueva obligación.
¿Cómo las partes pueden alterar esta regla?
• Debe existir un acuerdo expreso al respecto, además este pacto debe ser
coetáneo a la novación, ello porque si se permitiese que fuese posterior importaría revivir
una hipoteca que ya está extinguida.
• De acuerdo al inc. 3º del art. 1642, estas hipotecas o prendas que se reservan
sólo garantizan el monto de la primitiva obligación, ello porque los otros acreedores
podrían verse burlados y perjudicados en sus intereses.

También puede suceder que el bien hipotecado sea de un tercero, en este caso
además de los requisitos señalados se requiere consentimiento o autorización del dueño del
bien. Inc. 2º art. 1642.
Con tercero se quiere decir toda persona que no sea el deudor que está conviniendo
la novación.
Si hay una obligación solidaria y uno de los deudores solidarios tiene constituida
hipoteca para garantizarla y otro pacta una novación con el acreedor, en este caso para que
se mantenga la hipoteca que había constituido uno de los deudores él va a tener que
concurrir a la novación, si ello no sucede la hipoteca se extingue. Art. 1643 inc 2º.
En el caso de la novación por cambio de deudor, la ley da una regla especial en el
art. 1643 inc. 1º. Aquí la ley prohíbe que se pacte una reserva que afecte a bienes del nuevo
deudor, es decir, que de alguna manera la hipoteca se traslade de un bien a otro. No lo
permite porque estamos hablando de reserva y porque podría implicar un perjuicio para
todos los acreedores del deudor.
Está prohibido incluso cuando el deudor acepte el cambio.
Si por algún motivo no puede operar la reserva no hay problema para que las
prendas o hipotecas se renueven.
Reserva y renovación son cosas distintas.
La renovación de la hipoteca implica una nueva hipoteca, la anterior se extinguió y
se constituyó una nueva, lo cual tiene importancia para la prelación de créditos. En el caso
de novación por cambio de deudor sólo puede haber renovación y no reserva.

¿Qué sucede si en el caso de la novación por cambio de deudor el nuevo deudor es


insolvente? Ello es regulado por el art. 1637, la regla general es que el antiguo deudor no
responde de la insolvencia del nuevo deudor, es decir, el acreedor no puede intentar cobrar
la deuda al antiguo deudor. Esto salvo dos excepciones:
• Caso de pacto expreso.
• Caso en que la insolvencia haya sido anterior y pública o conocida por el deudor
primitivo.

Pérdida de la Cosa Debida.


Se encuentra regulada en los arts. 1670 a 1680. También la encontramos señalada en
la enumeración de los modos de extinguir que hace el art. 1567 (nº 7).
Esta regulación está referida a un tipo de obligación: las obligaciones de dar. Sin
embargo, en el caso de las obligaciones de hacer y no hacer también puede tener lugar este
modo de extinguir, pero ya no se denomina pérdida de la cosa debida sino, en general,
imposibilidad en el cumplimiento.
Cuando hablamos de la imposibilidad en el cumplimiento como modo de extinguir
se trata del caso que la imposibilidad sea inimputable al deudor. Esto porque la
imposibilidad puede ser imputable al deudor y en este caso hay responsabilidad del deudor.
En general si hay dolo o culpa del deudor ya no hay extinción de la obligación sino que ésta
se traduce en la indemnización de perjuicios al acreedor.
Se podría rebatir a esto que la obligación se extinguió y nace otra cuya prestación es
la indemnización de perjuicios, pero se entiende por la doctrina que la obligación es la
misma obligación que no se pudo cumplir, sólo cambia el objeto.

Imposibilidad en el Cumplimiento.
Concepto:
Es un modo de extinguir las obligaciones que se produce por un hecho no imputable
al deudor la prestación a que éste estaba obligado se hace imposible de cumplir.

Requisitos:
1- Hecho no imputable. Estamos hablando, en general, de un caso fortuito o fuerza
mayor.
2- La imposibilidad debe ser absoluta, esto en el sentido de que la obligación no
pueda cumplirse bajo ningún respecto.
Esto está muy relacionado con la teoría de la imprevisión, que es el caso en que la
obligación se ha hecho para el deudor excesivamente gravosa de cumplir, pero no
imposible de cumplir. El caso típico es el transporte marítimo en que se pacta una
determinada cantidad por el traslado de una mercadería desde, por ejemplo, Miami a
Valparaíso, por alguna razón el canal de Panamá se cierra, el barco puede llegar a
Valparaíso pero debe hacer el doble o más de trayectoria, ante esta situación o bien el
precio no va a ser suficiente para cubrir los costos o la ganancia para la empresa marítima
va a ser mínima. En este caso no hay imposibilidad en el cumplimiento por lo que no se
puede extinguir la obligación por este modo.
3- Este hecho, que hace imposible el cumplimiento, debe ser posterior al
nacimiento de la obligación. Si es anterior el hecho no se aplica esta regla, sino otras
relativas al objeto, o bien las normas relativas al error.

 Obligaciones de Dar:
Respecto de estas obligaciones es que está reglamentado en el código, en los arts.
1670 a 1680.
El art. 1670 nos señala los casos en que existe imposibilidad en el cumplimiento,
cuándo la obligación es imposible de cumplir. Da tres casos:
• Cuando la cosa se destruye.
Hay que tener presente el art. 1486, que aunque está en materia de
condiciones se entiende de aplicación general. Puede ser que la cosa no se
destruya físicamente, pero deje de servir para lo que las partes estipularon o para
lo que según su naturaleza debe servir.
• Si la cosa desaparece y se ignora si existe, aunque este caso sería más bien
una especificación del primero.
• Que la cosa deje de estar en el comercio humano. Esto va a estar dado
generalmente por prohibiciones posteriores, ya sea de tipo legal o
administrativo.

¿Cuándo existiendo imposibilidad el deudor no va a ser responsable por el no


cumplimiento? Es decir, ¿cuándo hay inimputabilidad?
1- Si la imposibilidad se debe a un caso fortuito o fuerza mayor. Esto como regla
general, pero hay excepciones, hay casos en que el deudor va a responder de la fuerza
mayor o caso fortuito:
• Cuando así lo hayan pactado las partes. Es lícito que las partes estipulen que
el deudor será responsable aún si la prestación se hace imposible por caso
fortuito. También podría pactarse que se hace cargo de situaciones específicas
de caso fortuito.
• Si el caso fortuito se produce durante la mora del deudor. Esta es la regla
general, pero existen contra excepciones, a menos que tratándose de un cuerpo
cierto la cosa se hubiese destruido igual en manos del acreedor. Art. 1674.
2- Caso que la cosa perezca durante la mora del acreedor. Por ejemplo: si el
acreedor se niega a recibir el pago.
Esta destrucción no es imputable al deudor, por lo tanto él no va a responder, salvo
que se deba a culpa grave o dolo del deudor. Art. 1680.
3- Si la cosa perece por el hecho de un tercero del cual no es responsable. Se
podrí decir que estamos en presencia de una precisión del caso fortuito, pero el legislador lo
reguló para diferenciarlo del caso en que el deudor sea responsable del tercero.
Hay una regla en el art. 1677.

Todas estas reglas son aplicables sin duda en el caso de una obligación de especie o
cuerpo cierto, ahora en el caso que se trate de una obligación de género, por regla general,
la imposibilidad en el cumplimiento no existe, tendría que tratarse de un género muy
acotado, esto porque el género por regla general no perece.
Pero el género si puede llegar a extinguirse y ahí si habría imposibilidad en el
cumplimiento.

 Obligaciones de Hacer:
El código no da reglas, pero si hay una mención en el C.P.C en el art. 534 que habla
de “la imposibilidad absoluta para la ejecución actual de la obra debida”. Lo importante
aquí es la “imposibilidad absoluta”, esto porque el art. 1553 C.C le otorga tres alternativas
al acreedor de una obligación de hacer y entre ellas está la del nº 2, que le permite hacer
ejecutar la obra por un tercero a expensas del deudor.
En este caso la imposibilidad en el cumplimiento se trata de una obligación de hacer
que sólo puede ser ejecutada por el deudor.

 Obligaciones de No Hacer:
No están reguladas porque va a ser bastante extraordinario que se presente la
imposibilidad en el cumplimiento en estas obligaciones. “No puede no hacer algo”. Un
ejemplo puede ser una obligación por vía de autoridad, por ejemplo, una prohibición
convencional de no plantar árboles en un determinado terreno y luego un dictamen de la
autoridad lo obliga a plantar árboles allí.

Efectos de la Imposibilidad:
El efecto principal es que se extingue la obligación.
Si estamos hablando de un contrato unilateral, sólo una de las partes resulta
obligada, en este caso se extingue la obligación y las partes no van a estar obligadas bajo
ningún respecto.
Si estamos en presencia de un contrato bilateral la situación es más compleja. Por
ejemplo: se celebra un contrato de compraventa, el precio se paga en el acto, pero se queda
pendiente la entrega. El comprador cumple con su obligación y al vendedor se le cumplió
su derecho.
Antes de la entrega la cosa se destruye por caso fortuito. La obligación del vendedor
de entregar se extinguió y correlativamente el derecho de exigir la entrega. Pero hay otra
obligación: de pagar el precio y el derecho al precio correlativamente ¿qué sucede con esta
obligación? para solucionar este problema es que se recurre a la denominada Teoría del
Riesgo que tiene aplicación en los casos de incumplimiento no imputable a una de las
partes.
Aquí hay dos posibles soluciones:
1- Que el riesgo sea del deudor. Esto significa que el deudor cuya obligación se
extinguió no puede exigir el cumplimiento de la obligación recíproca.
En este caso ambas obligaciones se extinguen y podría repetir el precio que pagó el
comprador.
2- Que el riesgo sea del acreedor. Ello significa que el acreedor debe cumplir con
su obligación, aun cuando la obligación del deudor se haya extinguido. Si decimos que el
riesgo es del acreedor en el ejemplo el comprador no puede exigir que se le entregue la
cosa, pero si se encuentra obligado a pagar el precio.

Lo lógico en relación a nuestro sistema es que el riesgo sea del deudor. Pero nuestro
legislador estableció la regla contraria, el riesgo es del acreedor, así lo expresa el art.1550 y
en el art. 1820 encontramos la regla específica para la compraventa.
Sin embargo estos artículos señalan excepciones, que de alguna manera palean el
error del legislador:
• En el caso de mora del deudor. Si el deudor estaba en mora de entregar la cosa y
ésta se destruye por caso fortuito o fuerza mayor, se extingue la obligación, el riesgo pasa a
ser de él.
• Cuando el deudor se ha obligado a entregar la cosa a dos o más personas en
virtud de obligaciones diversas. Por ejemplo: cuando haya vendido la cosa a dos o más
personas. Art. 1550.

Estas dos son excepciones de tipo general, o sea se aplica también a la compraventa,
pero hay otra excepción que se aplica sólo a ésta:
• Art. 1820. Caso que se venda bajo condición suspensiva, si se cumple la
condición y la cosa se ha destruido el riesgo es del vendedor y, por lo tanto, no podría
exigir el cumplimiento de la otra obligación. Por ejemplo: “te vendo mi casa si me gano la
beca de Yale dentro de dos años”, estamos en presencia de una condición suspensiva, si el
vendedor se gana la beca, nace el derecho del comprador.
Falla la condición si transcurrido los dos años no se gana la beca. Si falla la
condición el comprador nunca va a poder exigir que le venda la casa.
Si gana la beca y la casa se quema antes, se cumplió la condición, pero el objeto se
destruyó, por lo tanto, también se extinguió su obligación. Si no existiera esta excepción el
riesgo es del acreedor y le podría exigir el pago de la casa al comprador y entregarle la casa
quemada.
En este caso el riesgo es del vendedor, o sea que no puede exigir el pago del precio.
Si siguiéramos la regla del art. 1550 el riesgo es del acreedor, que en este caso es el
comprador, y él debería pagar el precio convenido.

• Las partes pueden estipular la regla contraria: que el riesgo es del deudor.

También hay otras excepciones particulares:


 Caso del arrendamiento. Art. 1950 nº 1.
 Caso del contrato de confección de obra material. Art. 1996 inc. 2º.
 Y según la mayoría de la doctrina, salvo el profesor Abeliuk, en el caso de
las obligaciones condicionales. Art. 1486 inc. 1º primera parte.
El profesor Abeliuk piensa que no es así porque esta norma hace referencia a
la obligación del deudor condicional, pero no dice nada de la prestación, no dice
qué sucede con la otra obligación. “se extingue la obligación condicional, no
dice se extingue el contrato o alguna expresión semejante.
En el caso de que la pérdida sea parcial no hay norma expresa, salvo en la
compraventa, en el art. 1820, que señala que el riesgo es del acreedor. Respecto de los
demás contratos bilaterales nada se señala, por lo que caben dos soluciones:
 Aplicación analógica, ante el silencio de la ley debería aplicarse la regla general,
que está confirmada en el art.1820.
 Si en le art. 1820 se dio una regla específica es porque respecto de los demás
contratos se aplica la regla contraria.

Si se trata de una obligación de género el problema no se debería presentar porque


éste no perece y, por lo tanto, no se extinguiría la obligación. Pero esto es relativo y va a
depender de la extensión del género, por lo tanto si el género se extingue se va a aplicar la
regla general del art. 1550 y el riesgo va a ser del acreedor. En la compraventa hay una
norma que se refiere a esto, el art. 1821, y confirma la regla general. En el inc. 2º nos da la
regla contraria para el caso que subsista el género.

En las obligaciones de hacer y de no hacer no hay regla y, también, caben dos


alternativas:
 Aplicar las reglas de la obligación de dar y, por lo tanto, el riesgo es del
acreedor.
 Que la regla sea la contraria, ya que no se dijo nada y también por una razón de
equidad.
PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA
Está señalada como modo de extinguir las obligaciones en el art. 1567 nº 10, y
reglamentada en los arts. 2492 a 2524.
Está definida en el art. 2492.
Sus elementos son:
1- Lo que se extinguen son las acciones y los derechos. En realidad la obligación
no se extingue, lo que se extingue es la acción para hacer exigible el derecho.
2- Inactividad jurídica, se extinguen por no haber ejercido esa acción o derecho.
3- Transcurso del tiempo.
4- Requisitos legales.

Hay ciertas reglas comunes a ambas prescripciones:


1- Debe ser alegada. Art. 2493.
¿Puede alegarse la prescripción como acción? Sobre todo la extintiva, la
problemática surge porque el C.P.C siempre habla de ella como excepción de prescripción.
La respuesta no está clara, tanto en la doctrina como en la jurisprudencia.
2- Sólo puede renunciarse una vez cumplida. Art. 2494. Ello porque de otra
manera se transformaría en una cláusula de estilo y nunca la acción y el derecho se
extinguiría pues todos incorporarían esta cláusula.
La renuncia puede ser expresa o tácita.
3- Corre a favor y en contra de toda persona. Art. 2497.

Requisitos:
1- Que se trate de una acción prescriptible. Y aquí la regla general es que todas las
acciones prescriben, salvo regla expresa en contrario.
Ejemplos de excepciones encontramos en:
• La acción de partición, los comuneros pueden pedir en cualquier momento la
partición, por lo tanto no prescribe. Art. 1317.
• En materia de familia hay varias y la más importante es la acción de
reclamación de filiación, es decir, el hijo siempre podrá demandar que se
establezca la paternidad o maternidad respecto de él.
• La acción de demarcación y cerramiento en materia de servidumbre. Es la
que tiene el dueño de un predio colindante para que se establezca el límite del
otro predio y se cierre. Como deriva del derecho de dominio no prescribe.

2- Transcurso del tiempo. La regla general es que el plazo corre desde que la
obligación se hizo exigible, ello salvo las excepciones legales, como el pacto comisorio en
la compraventa por no pago del precio (corre desde que se celebra el contrato).
El plazo se cuenta según las reglas de los arts. 48 a 50.
3- Inactividad en la relación jurídica, tanto del acreedor como del deudor, que el
acreedor no cobre, ni que el deudor pague.

Plazos de prescripción:
1- Acciones ordinarias: respecto de ella el plazo es de 5 años, salvo que la ley
establezca otro plazo para una obligación particular. Art. 2515.
2- Acciones ejecutivas: el plazo es de 3 años. Art. 2515.
Aquí hay dos particularidades:
• Extinguida la acción ejecutiva subsiste por dos años como acción ordinaria.
• De acuerdo a las normas del C.P.C el juez la puede declarar de oficio, en
realidad es una obligación legal del juez.
También hay acciones ejecutivas que prescriben en menos tiempo, por ejemplo:
pagares, letras de cambio, etc.
3- Acciones accesorias: se aplica la regla general de que lo accesorio sigue la
suerte de lo principal, por lo tanto no hay un plazo especial para ellas. Prescrita la acción
principal, prescribe la accesoria. Art.2516.
4- Acción de dominio y acción de petición de herencia: estas acciones no tienen
un plazo especial, sino que se van a extinguir cuando otra persona adquiera el dominio
respectivo. Art. 2517.
RESPONSABILIDAD CIVIL
El término responsabilidad va ligado a la consecuencia del actuar de las personas o
de las cosas que están a su cargo. En definitiva es la necesidad de hacerse cargo de las
consecuencias de una conducta o de un acto que se le va a atribuir a esa persona.
Hay distintos tipos de responsabilidad, la gran división la tenemos entre
responsabilidad moral y responsabilidad jurídica.
La Responsabilidad Moral está regulada por otro tipo de normas que no son
jurídicas. Esta responsabilidad está dada por la infracción a las exigencias de la ley moral,
ley natural, ley de la religión, etc.
La Responsabilidad Jurídica surge de la violación de deberes jurídicos y produce
consecuencias jurídicas que se van a traducir en la reparación del daño causado.
Dentro de la responsabilidad jurídica distinguimos:
 Responsabilidad disciplinaria.
 Responsabilidad sancionatoria.
 Responsabilidad civil.

La responsabilidad disciplinaria está dada para la infracción de los deberes que


tienen ciertas personas en su calidad de funcionarios de la administración del Estado. Por
ejemplo: suspensión del cargo, remoción del cargo, inhabilidad para ejercer funciones
similares, etc.
Se incurre en responsabilidad sancionatoria por la violación de bienes jurídicos
que interesan a la sociedad toda.
Encontramos:
• Responsabilidad Penal: aquella en la que se incurre al cometerse un delito.
Tiene por objeto resguardar bienes jurídicos que le interesan a la sociedad toda.
• Responsabilidad Infraccional: es un poco más reciente que la penal en
términos conceptuales.
Se trata de sanción a la infracción de normas, pero son normas de tipo
administrativo. Generalmente se dan respecto de actividades de tipo económico,
sanitario, provisional. Por ejemplo: clausura de un local, multas por no cumplir
con normas de tipo administrativo.

Responsabilidad Civil: necesidad que tiene una persona de reparar el daño que ha
causado a otro por un hecho culpable o doloso.

Elementos:
• Acción dolosa o culpable.
• Daño que se produce a otro (único elemento que no puede faltar).
No existe una definición legal. En derecho comparado sí, por ejemplo el Código de
Portugal: “es la obligación para el autor del hecho u omisión de reponer a la persona
lesionada en la situación de que gozaba antes de la lesión y de indemnizarla de todo el daño
que ella haya sufrido”.
La responsabilidad civil se divide principalmente en:
 Responsabilidad civil contractual.
 Responsabilidad civil extracontractual.

Responsabilidad Civil Contractual: es aquella que tiene su origen en la violación


de una obligación previa establecida entre las partes. Es la que nace por el incumplimiento
de un contrato. Por ejemplo: el comprador no paga el precio.

Responsabilidad Civil Extracontractual: es aquella que proviene de un hecho


ilícito cometido por una persona en perjuicio de otra, que le causa daño, pero que no
constituye la violación de un deber contractual. Por ejemplo: una persona golpea a otra.

Se dice que la responsabilidad civil contractual es efecto de las obligaciones. En


cambio, la responsabilidad civil extracontractual es fuente de las obligaciones porque entre
el agente y la victima no existía ninguna obligación previa, sino que ésta nace en virtud del
hecho ilícito que causa daño.
La responsabilidad civil extracontractual también se puede encontrar como
responsabilidad delictual, lo que no es completamente correcto ya que la responsabilidad
puede nacer, además de por dolo, por culpa.

Además puede existir:


• Responsabilidad precontractual.
• Responsabilidad cuasicontractual.
• Responsabilidad legal.
• Responsabilidad postcontractual.
La responsabilidad precontractual está dada por la fase previa a la celebración del
contrato, se va a producir en las negociaciones que las partes hagan para efectos de celebrar
el contrato. Se entiende que las partes deben actuar de buena fe también en la parte previa a
la celebración del contrato.

Principales Diferencias entre Responsabilidad Contractual y Extracontractual.


1- La responsabilidad contractual es un efecto de las obligaciones y la
extracontractual es fuente de las obligaciones. Incluso en el código está señalado así: la
responsabilidad contractual se encuentra regulada en los arts. 1545 y ss “efectos de las
obligaciones” y la extracontractual en los arts. 2314 y ss “de los delitos y cuasidelitos”.
2- Graduación de la culpa: en la contractual si se gradúa (grave, leve, levísima). En
cambio, en la extracontractual no hay graduación de la culpa, más bien no tiene relevancia
la graduación de la culpa. En materia extracontractual cualquiera sea el tipo de culpa se
genera la obligación de indemnizar.
3- En relación a la mora, sólo se exige para la responsabilidad contractual, ya que
la mora es el retardo culpable en el cumplimiento de la obligación y en la extracontractual
no hay obligación.
4- Capacidad: en materia contractual está dada en términos generales por la
capacidad de ejercicio. En cambio, en materia extracontractual las normas son diversas t
están dadas por el art. 2319.
La plena capacidad en materia extracontractual se adquiere a los 16 años. Entre los
7 y 16 años debe analizarse si se obró o no con discernimiento y los menores de 7 y los
dementes son absolutamente incapaces de cometer delito o cuasidelito civil.
5- En relación a la prueba, en materia contractual el incumplimiento se presume
culpable, o sea es el deudor el que tiene que probar que el incumplimiento no se debió a
culpa o dolo de su parte, esto está señalado en los arts. 1698 y 1547 inc. 3º.
De acuerdo al art. 1698, que regula el onus probando, al acreedor le corresponde
probar la existencia de la obligación, pero la extinción tiene que probarla el deudor, el
deudor tiene que probar el cumplimiento o la extinción de la obligación por otro modo no
satisfactivo.
En materia extracontractual, en cambio, la regla es la contraria y es la victima la que
tiene que probar la culpa o dolo del agente, de quien causó el daño.
6- En relación a la solidaridad, en materia contractual cuando hay varios deudores
se presume que la deuda es simplemente conjunta, ello porque la solidaridad debe ser
expresamente pactada o disponerla la ley.
En cambio, en materia extracontractual se aplica el art. 2317 que establece que si
hay varios autores de un hecho ilícito son solidariamente responsables.
Con el inciso 2º de este artículo se produce el problema ya que éste repite la regla
del inc. 1º, los autores le buscaron un sentido a esta repetición y señalaron que el inc. 2º es
de aplicación general: primero porque no tiene sentido que se repita la regla que ya fue dad
en el primer inciso y, segundo, porque está redactado en términos generales “Todo
fraude…”. Por lo tanto, estos autores concluyen que también en materia contractual si el
incumplimiento se debe a fraude o dolo y son dos o más los autores, ellos son
solidariamente responsables.
7- En relación a la prescripción también existen diferencias, en materia contractual
la acción ejecutiva prescribe en tres años y la ordinaria en cinco, ambas desde que la
obligación se hizo exigible. En cambio, en materia extracontractual el art. 2332 señala que
el plazo es de cuatro años y se cuanta desde la comisión del hecho ilícito.
8- En cuanto a la extensión de la reparación, es decir, el daño que puede ser
indemnizado.
Clásicamente se decía que había una gran diferencia: que en materia contractual se
indemnizaban sólo los daños materiales (daño emergente y lucro cesante) y, por regla
general, no cabía la indemnización del daño moral. En cambio en materia extracontractual
se decía que no había problema para indemnizar el daño material y el daño moral, ello en
base al tenor de los arts. 2314 y 2329, “reparación de todo daño”.
Esta diferencia en la actualidad está bastante atenuada ya que cada vez más se
acepta por la jurisprudencia la reparación del daño moral en materia contractual.

Cúmulo de Responsabilidades.
No es un problema de acumulación de responsabilidades, sino que es un problema
de opción de responsabilidades. En definitiva consiste en si se puede optar entre la
responsabilidad contractual o la extracontractual para pedir la reparación de un daño.
¿Cuándo se presenta este problema? En el caso de que un mismo hecho da lugar a
responsabilidad civil contractual, pero, además, tiene consecuencias que van más allá del
incumplimiento del contrato y que entran en el ámbito de la responsabilidad
extracontractual. Por ejemplo: se celebra un contrato de transporte, en el trayecto, antes de
llegar al destino, el bus choca y una persona resulta lesionada. Hay incumplimiento de la
empresa porque la obligación era llevar al destino, pero, además, hay responsabilidad
extracontractual por las lesiones. El pasajero puede pedir la reparación a través de las
normas de la responsabilidad contractual o puede renunciar a ella y pedir la reparación en
virtud de las normas de responsabilidad extracontractual.
Tradicionalmente (Alessandri, Abeliuk) sólo se acepta el cúmulo, la posibilidad de
optar:
1º Cuando las partes así lo hayan convenido.
2º Cuando el incumplimiento, infracción del contrato, constituye al mismo tiempo
un ilícito penal.
Más modernamente Hernán Corral plantea una tesis bastante parecida, expresa que
procede:
1º Cuando exista convención expresa de las partes.
2º Cuando el incumplimiento da lugar a un daño que sería igualmente indemnizable
por la vía de la responsabilidad extracontractual en general. Es decir, aunque no mediara
contrato entre las partes el que causó el daño tendría que indemnizarlo igual porque hay
responsabilidad extracontractual.
El autor expresa que hay excepciones en las cuales no procede, o sea quien sufrió el
daño no podría optar por la responsabilidad extracontractual:
 Cuando las partes así lo hayan convenido.
 Cuando no habiendo estipulación expresa hay otras cláusulas en el contrato que
determinan la distribución de los daños previsibles en caso de incumplimiento del mismo.
Por ejemplo: el caso de una asociación de amigos de antigüedades que realizarían una
exposición, hicieron una exhibición para los periodistas y a estos se les hizo firmar un
contrato en el que se decía que se eximía a la asociación de los daños que pudieran causarse
en la exhibición, se eximía de responsabilidad contractual. Hubo un accidente y se
provocaron daños. Los periodistas trataron de demandar por la vía de las normas de
responsabilidad extracontractual y el tribunal denegó la demanda porque había una cláusula
que hablaba de los daños y debía estarse a las normas de la responsabilidad contractual y,
por lo tanto, a lo que decía esa cláusula. En el fondo debía aplicarse el contrato y una de las
partes no podía burlar lo que había aceptado expresamente demandando por la vía
extracontractual.

En Chile la mayor aplicación que ha tenido esta teoría es en materia laboral y,


específicamente, en materia de accidentes del trabajo. Por ejemplo: un trabajador sufre un
accidente en el trabajo y pretende demandar por la vía extracontractual. En este caso la
mayoría de la jurisprudencia ha aceptado la aplicación de las normas de responsabilidad
extracontractual, han dicho que la existencia de un contrato no obsta a que los trabajadores
puedan demandar por la vía extracontractual los daños que le ha causado el incumplimiento
del contrato.
Responsabilidad Precontractual.
Estamos hablando de aquella responsabilidad que se produce en la etapa preliminar
o anterior a la celebración del contrato, en el periodo en las partes discuten si celebran o no
un contrato e, incluso, las cláusulas de él.
Esta etapa parte con las primeras tratativas e, incluso, en los contratos solemnes
puede llegar hasta la suscripción por las partes precontratantes de algún documento donde
se estipulen las cláusulas, pero que no sea el exigido por la ley.
Las tratativas previas no necesariamente implican que exista oferta, puede ser
incluso anterior a la oferta. No existe, por lo tanto, una verdadera relación jurídica
contractual entre las partes.
Se trata de establecer si la conducta que adoptan estas personas puede ser
constitutiva de responsabilidad para ellas en esta fase. Se dice que en esta etapa las partes
tienen deberes y, principalmente, el deber de cumplir con el principio de buena fe. Es decir,
las personas en este periodo deben tener un comportamiento leal y adecuado a las prácticas
comerciales, de manera que si no es así deben responder de los daños que causen a su
contraparte.
La mayoría de las veces se va a producir en situaciones que implican no
necesariamente mala fe, pero sí una actitud de tipo culposo, como, por ejemplo, si las
tratativas se han iniciado sin el propósito de celebrar el contrato, como cuando se comienza
a negociar para desviar a la otra parte de otras negociaciones; también en los casos en que
se interrumpan las negociaciones sin expresión de causa justificada.
La doctrina señala como requisitos para que concurra esta responsabilidad:
1- Que se haya creado en una de las partes (la afectada) una razonable confianza de
que el contrato se iba a celebrar.
2- Que haya una ruptura o retiro injustificado de las negociaciones.
3- Que exista un daño que tenga una relación de causalidad con la confianza de que
el contrato se iba a celebrar. Por ejemplo: gastos producto de que la persona confiaba en
que el contrato se iba a celebrar, es decir, hay que incluir los gastos de tipo especulativo.

En Chile hay que distinguir dos situaciones:


1º Caso de las tratativas previas donde aún no existe oferta, aquí lo único que cabe
es aplicar el art. 1546 y extender el principio de buena fe a toda la vida del contrato,
incluida la pre vida, todo el iter del contrato debe estar impregnado por este principio.
2º Si ya existe oferta, la regla general es que la oferta no obliga y puede ser
retirada, pero hay casos en que la oferta obliga (art. 99 C.Com.) y en estos casos el retiro es
ineficaz y se puede pedir el cumplimiento forzado.
En los casos que la oferta no obliga se aplica el art. 100 C.Com. y aquí estamos en
un caso de responsabilidad precontractual, el oferente que se retractó tiene que reparar los
gastos que haya producido la retractación.
RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL
Es aquella que se deriva de la existencia de un vínculo jurídico previo. Por ello
tradicionalmente se dice que la responsabilidad contractual es un efecto de las
obligaciones.
¿Cuándo se produce? Cuando alguna de las partes no cumpla con su obligación u
obligaciones. Debe existir, por lo tanto, incumplimiento, y hay incumplimiento cuando la
obligación no se satisfaga en forma exacta, íntegra y oportuna.
Que se cumpla en forma exacta significa que debe cumplirse la obligación en los
términos pactados; en forma íntegra que se debe cumplir toda la obligación y oportuna que
no debe cumplirse fuera de plazo. El art. 1556 consagra legalmente estos conceptos.
¿Qué sucede si alguna de las partes no cumple con su obligación? nacen para el
acreedor dos derechos:
 Solicitar el cumplimiento forzado de la obligación, o
 Solicitar la indemnización de perjuicios en el caso que el cumplimiento forzado
no sea posible.
Esto como regla general porque además, si se trata de un contrato bilateral y una de
las partes no cumple su obligación, se puede solicitar la resolución del contrato.
En el caso del cumplimiento forzado también va a haber que sumarle la
indemnización de perjuicios que se denomina moratoria, si es que se ha producido un daño
por el incumplimiento de la obligación que no es satisfecha por el cumplimiento forzado,
esto porque el acreedor tiene derecho a que se le cumpla de igual manera que si se hubiere
cumplido la obligación en forma exacta, íntegra y oportuna.
En el caso de la indemnización de perjuicios se suma la indemnización
compensatoria más la moratoria, y actualmente, si es que procede, la indemnización por un
eventual daño moral, en el primer caso también podría caber.
En materia de incumplimiento encontramos diversos tipos:
1- Incumplimiento voluntario e involuntario.
En el incumplimiento voluntario el deudor concientemente no ejecuta la prestación.
Puede deberse a negligencia, a culpa o dolo, también puede ser porque la otra parte no haya
cumplido.
En el incumplimiento involuntario por una circunstancia ajena no cumple con la
obligación, como el caso fortuito o fuerza mayor, casos en los cuales no hay
responsabilidad para el deudor.
2- Incumplimiento parcial y total.
Hay incumplimiento parcial cuando se cumple imperfectamente la obligación. En
muchos casos el acreedor va a tener que aceptar el pago parcial.
El incumplimiento es total si no cumple en nada con la obligación.
3- Incumplimiento definitivo y temporal.
Es definitivo si la obligación ya no puede cumplirse, por ejemplo: se destruye la
especie o cuerpo cierto que se adeuda, como si se ejecuta el hecho que no debe ejecutarse.
Es temporal cuando la obligación no puede cumplirse por un determinado lapso de
tiempo, por ejemplo: se ha decretado el embargo de las cosas que deben entregarse.
En relación con el incumplimiento se debe tener presente que en materia de prueba
la norma la establece el art. 1698 inc.1º: incumbe probar las obligaciones o su extinción al
que alega aquellas o estas. Por lo tanto, acreditada la existencia de la obligación por el
acreedor es al deudor al que le corresponde probar la extinción, en otras palabras el
cumplimiento. Por eso es que se dice que el deudor debe probar que ha cumplido y si no
logra acreditar que ha cumplido el incumplimiento se va a presumir culpable, esto porque el
art. 1547 que dice que corresponde probar la diligencia o cuidado al que la alega.
La ley habla de extinción, por tanto podría probar tanto el cumplimiento, como la
extinción de la deuda por otros modos.
Si el deudor no hay cumplido, ni tampoco se ha extinguido por otro modo, el
incumplimiento se va a presumir culpable, por lo tanto, a él corresponde probar que ese
incumplimiento se ha debido a caso fortuito o fuerza mayor. Por lo que el acreedor no debe
probar la culpa del deudor.

I- Derecho del Acreedor a Solicitar el Cumplimiento Forzado de la Obligación.


¿Por qué puede solicitar el cumplimiento forzado el acreedor? Por que hay un
vínculo jurídico entre el acreedor y el deudor, en virtud del cual el Derecho le da fuerza y lo
respalda.
Presupuesto necesario para solicitar el cumplimiento forzado es la existencia de un
título ejecutivo.
El título ejecutivo como tal no está definido en la ley, se podría decir que son
aquellos a los cuales la ley atribuye la suficiencia necesaria para pedir el cumplimiento
forzado de la o las obligaciones que en él se contienen, ya que entiende que éstas se han
establecido en forma indubitada.
En el título ejecutivo encontramos dos elementos:
 Que la obligación se encuentra establecida en forma indubitada.
 Que conste la obligación en el título.
Son títulos ejecutivos, por ejemplo, las sentencias firmes, copias autorizadas de
escritura pública, letras, pagarés, cheques autorizados ante notario, etc. Art.424 C.P.C.

¿Cómo puede obtenerse el título ejecutivo?


• Directamente si se establece la obligación por escritura pública.
• A través de un juicio declarativo en el cual se alegue la existencia de la
obligación. Dicha existencia se establece finalmente en la sentencia que se dicte en dicho
juicio, y una vez que se encuentra ejecutoriada ésta le va a servir al acreedor como título
ejecutivo. Luego de ello hay dos vías:
 Solicitar el cumplimiento incidental de la sentencia, lo cual puede hacerse
dentro de un año desde que la sentencia quede ejecutoriada.
 Recurrir a la regla general del juicio ejecutivo y pedir el cumplimiento a
través de una demanda ejecutiva (plazo es de tres años).
• Otro modo de obtener un título ejecutivo es recurrir a las gestiones preparatorias
de la vía ejecutiva, las principales son:
 Citación a confesar deuda.
 Citación a reconocer firma.
Citado el deudor hay dos alternativas: que comparezca o que no comparezca, si no
comparece se entiende confesada la deuda o reconocida la firma según corresponda y, por
lo tanto, se entiende preparada la vía ejecutiva.
Si comparece y confiesa la deuda o reconoce la firma, se entiende preparada la vía
ejecutiva.
Si comparece y no confiesa la deuda o reconoce la firma, la gestión fracasa y la
única alternativa es recurrir a un juicio declarativo, si en éste se establece que el demandado
era deudor, además, se constituye el delito de estafa.
Si se reconoce la firma, se entiende confesada la deuda y la discusión sobre el
monto de ésta se dilucidará en el juicio ejecutivo.

Requisitos para Obtener el Cumplimiento Forzado


1- Existencia de un título ejecutivo.
2- Que el cumplimiento sea posible, en el sentido que la prestación se pueda
ejecutar.
3- Que la obligación sea líquida y actualmente exigible.
4- Que la acción ejecutiva no esté prescrita.
Que sea líquida significa que esté determinada en cuanto a su monto o que contenga
el contrato reglas para determinarlo.
La acción ejecutiva prescribe en 3 años y subsiste 2 años más como ordinaria.
La acción de las letras de cambio y pagarés prescribe en un año.

Cumplimiento Forzado de las Obligaciones de Dar.


Generalmente es posible el cumplimiento forzado de una obligación de dar, salvo
que se trate de una obligación de especie o cuerpo cierto y que la cosa se haya destruido.
El C.P.C distingue entre:
 Obligaciones de especie o cuerpo cierto, en las que se cumple solicitando la
entrega de la especie, si ésta existe en poder del deudor, y si la especie no existe en poder
del deudor la ejecución va a recaer sobre el valor de la especie.
 Obligaciones de género, en ellas para pedir el cumplimiento forzado va a tener
que determinarse por un perito sobre qué va a recaer este cumplimiento.
 Obligaciones de dinero, aquí si el deudor no tiene dinero para cumplir la
obligación se procede al embargo y remate de bienes de éste, de modo que con lo que se
obtenga en el remate o subasta se cumpla la obligación.
El embargo es una medida cautelar que tiene por objeto resguardar los derechos del
acreedor de manera que pueda hacer efectivo su crédito a través del derecho de prenda
general.
El embargo no priva del dominio que el deudor tiene sobre los bienes, pero él se
encuentra privado de la administración de los bienes y de la facultad de disposición, es
decir, no puede enajenarlos. Arts. 1464 nº 3, 1578, 1661 inc.2º.
Si se trata de bienes registrables como, por ejemplo, inmuebles, vehículos, acciones
de sociedades anónimas, etc, para que el embargo sea oponible a terceros debe constar en el
registro respectivo, es decir, debe inscribirse bajo sanción de inoponibilidad.
Además, existen bienes inembargables, los principales los encontramos en el art.
1618 C.C y 445 C.P.C. el fundamento de la existencia de ciertos bienes inembargables es
de tipo social, el legislador entiende que hay bienes que no se pueden embargar porque
tendrían consecuencias familiares y sociales graves.

Cumplimiento Forzado en las Obligaciones de Hacer.


En relación a este tema encontramos una norma bastante importante, el art. 1553,
que otorga al acreedor un doble derecho:
1º Solicitar la indemnización moratoria, y
2º Una triple alternativa:
 Apremio al deudor para la ejecución de la obra, apremio que consiste en
arresto y se encuentra regulado en el C.P.C.
 Que se le autorice a ejecutar la obra a través de un tercero a expensas del
deudor. Aquí la obligación de hacer se va a transformar en una obligación de
dinero y para cobrar va a tener que hacerlo por el procedimiento contemplado
para las obligaciones de dar, específicamente de las obligaciones de dinero.
 Solicitar la indemnización de los perjuicios, en este caso compensatorios.
El acreedor es libre para elegir entre estas tres alternativas.

Cumplimiento Forzado en las Obligaciones de no Hacer.


El art. 1555 regula esta materia. Aquí no es forzarlo a que no haga algo, sino que
consiste en deshacer lo hecho, cuando ello sea posible.
El cumplimiento forzado sólo tiene sentido cuando se contraviene lo que no se debía
hacer.
Aquí hay varias alternativas:
• Si no puede deshacerse lo hecho debe indemnizar los perjuicios, estamos
hablando generalmente de conductas, por ejemplo: tocar piano.
• Si puede deshacerse lo hecho hay que distinguir:
 Si es necesaria la destrucción para el cumplimiento de la obligación, en
este caso se puede obligar al deudor a que deshaga lo hecho, y la única manera
es a través de un apremio. O bien, se puede autorizar al acreedor para que lo
deshaga a expensas del deudor.
 Si no es necesario destruir lo hecho, porque le objeto que se tuvo en mente
al contraer la obligación puede cumplirse de otra manera, se deberá oír al
deudor para que se allane a prestarlo.
Ahora el acreedor quedará de todos modos indemne, es decir, al acreedor no le
puede causar ningún perjuicio el no cumplimiento de la obligación, por ejemplo: si pagó un
abogado para demandar, el deudor deberá pagar los honorarios de éste).

II- Derecho del Acreedor a la Indemnización de Perjuicios.


En muchos textos (la mayoría) se hace sinónimo de responsabilidad contractual a la
indemnización de perjuicios. Sin embargo, ello no es tan así ya que la responsabilidad
contractual da lugar al cumplimiento forzado y a la indemnización de perjuicios.
Este segundo derecho consiste en la cantidad de dinero que debe pagar el deudor al
acreedor y que equivale a lo que éste habría obtenido con el cumplimiento íntegro, exacto y
oportuno de la obligación.

Naturaleza Jurídica de la Obligación de Indemnizar.


Según la doctrina clásica es la misma obligación incumplida y que varía de objeto.
Habría una modificación objetiva de la obligación, ello porque si ya no se puede cumplir en
especie tendrá que cumplirse de otra manera, en dinero.
La doctrina moderna señala que se trata de una nueva obligación que nace del hecho
ilícito del incumplimiento.
Si se entiende que es la misma obligación, la obligación original no se ha extinguido
y, por lo tanto, se entienden vigentes las garantías que la caucionaban y pasan, también,
todos los vicios de que podía adolecer la obligación primitiva a la obligación de indemnizar
perjuicios.
El código se inclina por la doctrina clásica, así se desprende de los arts. 1672 inc. 1º
y 1555.

Clases de Indemnización.
En materia contractual las más importantes son:
 Indemnización Compensatoria, que es la cantidad de dinero que equivale al
cumplimiento efectivo e íntegro de la obligación. por ejemplo, si la obligación consistía en
la entrega de un cuerpo cierto la indemnización compensatoria va a estar dada por el precio
de la especie o cuerpo cierto.
 Indemnización Moratoria, que es la cantidad de dinero que equivale al
cumplimiento oportuno de la obligación, pretende reparar el daño que produjo el retardo en
el cumplimiento.

Respecto a la indemnización compensatoria hay dos cosas importantes que decir:


1- Sólo procede ante la imposibilidad de obtener el cumplimiento forzado de la
obligación. El acreedor no puede directamente, ante el incumplimiento, solicitar la
indemnización, primero va a tener que solicitar el cumplimiento forzado y si éste no es
posible puede solicitar la indemnización. Ello porque:
1º Si se permitiese que el acreedor solicitase directamente la indemnización de
perjuicios, se estaría transformando en alternativa una obligación que no lo es, y
2º el art. 1537, en materia de cláusula penal, autoriza expresamente que el
acreedor pueda demandar la pena convenida, a contrario sensu, si se permitió
expresamente en materia de cláusula penal es porque en los demás casos no
procede.

2- La indemnización compensatoria no se puede acumular con el cumplimiento en


especie, es decir, no se puede pedir cumplimiento forzado más indemnización
compensatoria.
Ello con la excepción de la cláusula penal, en que se puede pactar que el deudor va a
estar obligado al cumplimiento en especie y, además, a pagar indemnización
compensatoria.

Requisitos para que Proceda la Indemnización de perjuicios en materia contractual:


1- Que haya incumplimiento de la obligación.
2- Que existan perjuicios.
3- Que exista una relación de causalidad entre el incumplimiento y los perjuicios.
4- Que el incumplimiento sea imputable, que exista culpa o dolo por parte del
deudor.
5- Que no exista alguna eximente de responsabilidad, como el caso fortuito o la
fuerza mayor.
6- Que el deudor esté constituido en mora.

2- Perjuicios:
En términos generales debemos entenderlo como sinónimo de daño. Generalmente
se define como el detrimento que sufre el patrimonio del acreedor, ya sea una disminución
real y efectiva del mismo (daño emergente) o por la privación de una ganancia futura (lucro
cesante). Ahora, más modernamente habría que agregar el daño moral.
El requisito esencial de los perjuicios es que estos sean ciertos, debe tratarse de un
daño cierto, es decir, que no se trate de un perjuicio eventual, sino que de uno que
necesariamente se produjo o se va a producir.
En materia de prueba, los perjuicios debe probarlos el acreedor, porque él es quien
los va a alegar, ellos con dos excepciones:
• Cláusula penal, porque de acuerdo al art. 1542 siempre se puede exigir la
pena, aún cuando no existan perjuicios.
• Caso de las obligaciones de dinero, ya que según el art. 1559 regla 2ª si el
acreedor cobra solamente intereses no tiene necesidad de probar perjuicios.
3- Relación de Causalidad entre Incumplimiento y Perjuicios:
Quiere decir que el incumplimiento tiene que ser la causa de los perjuicios
producidos al acreedor, es decir, los perjuicios deben venir del incumplimiento y no de otra
circunstancia. Por ello es que no procede la indemnización de perjuicios indirectos, y esto
se desprende fundamentalmente de los arts. 1556 y 1558.

4- Que el Incumplimiento sea Imputable:


Que el incumplimiento sea producto de la culpa o dolo del deudor. Si se debe a otra
circunstancia, como caso fortuito o fuerza mayor, el incumplimiento no sería imputable.

a. El Dolo:
Se encuentra definido en el art. 44, es una definición muy poco precisa porque el
dolo tiene importancia como vicio del consentimiento.
En materia contractual el dolo está constituido por el “incumplimiento intencional
de la obligación con el fin de dañar al acreedor”.
En materia contractual si el hecho es doloso constituye un agravante de
responsabilidad (art.1558) porque normalmente el deudor sólo va a tener que responder de
los perjuicios directos previstos, pero si existe dolo debe responder también de los
imprevistos, en otras palabras, debe responder de todo perjuicio directo.
En relación a la prueba del dolo, quien alegue el dolo va a tener que probarlo y
quien lo alega es el acreedor. Esto no está señalado expresamente en materia contractual,
pero hay una norma en los vicios del consentimiento que lo señala expresamente: el art.
1459. La regla general es que debe probarse.
Si bien la norma es relativa a otra materia se entiende de aplicación general y
además porque la buena fe se presume y, por lo tanto, si se alega dolo hay que probarlo
porque el dolo presupone mala fe.
Efectos del Dolo:
1- Es una agravante de la responsabilidad, responde de los perjuicios imprevistos.
2- Origina responsabilidad solidaria, según la interpretación que se da al art. 2317
inc. 2º. Si el incumplimiento es doloso y participan dos o más deudores, la
responsabilidad de ellos es solidaria, aunque la obligación incumplida hubiese sido
simplemente conjunta.
3- Imposibilidad de que se renuncie anticipadamente. No se puede pactar la
exención de responsabilidad del dolo por incumplimiento doloso (art. 1465). Si se pacta
la exención de responsabilidad sólo incluye la culpa.
Esta imposibilidad de renuncia incluye a la culpa grave, porque en materia civil la
culpa grave equivale al dolo.
Sí se puede renunciar a la acción de perjuicios derivada del incumplimiento doloso,
pero sólo una vez que éste se produjo.

b. Culpa:
En general en materia contractual “es la falta de la debida diligencia en el
cumplimiento de la obligación”.
Tiene mayor aplicación que el dolo en materia contractual, porque el incumpliendo
se presume culpable (art.1547).
Es mucho más conveniente para el acreedor alegar que el incumplimiento es
culpable porque se presume y no tiene que probarlo, en cambio, si alega dolo tiene que
probarlo.
En nuestra legislación el art. 44 establece diversos grados de culpabilidad, distingue
entre:
• Culpa Grave.
• Culpa Leve.
• Culpa Levísima.

Culpa Grave: este tipo de culpa se produce cuando existe una negligencia máxima,
implica tal descuido que el legislador lo ha equiparado al dolo. Por eso cuando se dice que
el deudor responde de culpa grave es porque se le exige un mínimo de diligencia, se le
impone un menor cuidado.
Culpa Leve: es la regla general, porque cuando la ley habla de culpa sin otro
calificativo es culpa leve, es la que se exige en los casos que la ley habla de buen padre de
familia.
Culpa Levísima: impone mayor responsabilidad al deudor, porque se va a tener que
utilizar la máxima diligencia para que no se produzca esta culpa.

Esta clasificación tiene importancia porque dependiendo del tipo de contrato se va a


determinar el grado de culpa del cual responde el deudor, lo que está señalado en el art.
1547:
 Si el contrato es en beneficio del acreedor, responde de culpa grave o lata. Su
responsabilidad es mínima porque él no tiene beneficio alguno del contrato. Por ejemplo:
contrato de depósito.
 Si el contrato es en beneficio de ambas partes, se responde culpa leve.
 Si el contrato es en el sólo beneficio del deudor, responde de culpa levísima,
tiene el grado de responsabilidad máximo de responsabilidad. Por ejemplo: comodato,
mutuo sin interés.
Todas estas reglas pueden modificarse por las partes.
Es importante tener presente que en materia civil la culpa grave equivale al dolo,
por lo que todos los efectos civiles respecto al dolo se producen también en el caso de la
culpa grave.
Hay una materia discutida en esta asimilación y que está referida a la presunción de
culpabilidad, se discute si esta asimilación es absoluta y, por lo tanto, si la culpa grave, al
igual que el dolo, tiene que probarse (recordar que la culpa se presume sin distinción).

¿La culpa grave se presume o se tiene que probar?


Para algunos la culpa grave se asimila al dolo y esta asimilación es absoluta y, por
lo tanto, la culpa grave, al igual que el dolo, debe probarse.
Para otros la asimilación no es absoluta, es sólo para los efectos, y como el onus
probando no es un efecto, la culpa grave sigue la regla general y se presume (doctrina
clásica, Alessandri).
Don Claro Solar no está de acuerdo y la doctrina moderna sigue esta tendencia,
manifiesta que la asimilación es absoluta y, por lo tanto la culpa grave debe probarse al
igual que el dolo.
Pablo Rodríguez señala que si se siguiera la doctrina clásica sería más conveniente
incumplir dolosamente que incumplir por culpa grave, ya que si incumple dolosamente el
acreedor lo tiene que probar, en cambio, si incumple por culpa grave se presume y, por lo
tanto, sería más gravoso para el acreedor.
Abeliuk tiene una opinión ecléctica porque dice que la culpa grave se va a presumir
o no dependiendo de lo que alegue el acreedor:
• Si sólo alega los perjuicios previstos se va a presumir.
• Si quiere que se indemnicen los perjuicios previstos e imprevistos, o sea alega
culpa grave, debe probarla.
Hay un caso en que la culpa debe probarse: el mandato. Art. 2158.

5- No Concurrencia de una Causal Eximente de Responsabilidad:


Aquí estamos hablando, fundamentalmente, de que el incumplimiento no se deba a
caso fortuito o fuerza mayor. Si el incumplimiento se debe a estas circunstancias el deudor
no es responsable, por lo tanto el acreedor no va a poder solicitar ni el cumplimiento
forzado, ni indemnización de perjuicios.
El Código define lo que es caso fortuito o fuerza mayor en el art. 45: “imprevisto a
que no es posible resistir”. En base a este artículo en Chile se considera que caso fortuito y
fuerza mayor son sinónimos.
Tomando como referencia la definición legal se señalan como elementos del caso
fortuito los siguientes:
a. Que se trate de un hecho extraño al deudor, es decir, tiene que ser ajeno e
independiente a la voluntad de éste y, en general, de las partes.
b. Debe ser un hecho imprevisible, o sea que las partes al momento de la
celebración del contrato no lo hayan podido anticipar, prever, ni tampoco lo háyale deudor
al momento de presentarse. Por ejemplo: el contrato se celebra con una empresa que está en
negociación colectiva con los trabajadores, es previsible que se pueda producir una huelga.
c. Debe tratarse de un hecho irresistible, o sea no pueden evitarse sus efectos ni
por el deudor, ni por cualquier otra persona que estuviese en la misma situación.
Esto implica que hay una imposibilidad absoluta de cumplir con la obligación.
Este es el elemento que diferencia el caso fortuito con la teoría de la imprevisión, ya
que en ella no es imposible el cumplimiento, sino que se ha tornado excesivamente oneroso
para el obligado.

La determinación del caso fortuito es una cuestión de hecho, queda entregado a los
tribunales y, además, lo que puede constituir ceso fortuito en un momento y para una
persona puede no serlo en otro momento o para otra persona, es algo relativo.

Efectos del Caso Fortuito:


Exime de responsabilidad al deudor. Art. 1547 inc. 2º y art. 1558.
La verdad es que se extingue la obligación y, por lo tanto, no hay responsabilidad
para el deudor.
Hay ciertas excepciones en las cuales no se produce este efecto:
• Cuando el caso fortuito sobreviene por culpa del deudor. Art. 1547 inc.2º.
Aquí se incurre en una impropiedad conceptual por que si hay culpa no hay caso
fortuito. Por lo que se ha entendido que el legislador quiso decir que el caso fortuito no
haya sido provocado por le deudor. Y no hay en esta situación no hay caso fortuito porque
falta el elemento del hecho extraño.
• Cuando sobrevienen el caso fortuito durante la mora del deudor. Art. 1547
inc.2º.
Esto es así porque la mora implica un retardo imputable en el cumplimiento de la
obligación, también está presente aquí el elemento culpa por parte del deudor.
Esta excepción tiene una contra excepción: caso que el caso fortuito se hubiese
producido de igual manera estando la cosa en manos del acreedor.
• Cuando se haya convenido que el deudor responde aún del caso fortuito. Art.
1547 inc. final.
• Cuando la ley estipule lo contrario, como en el art. 1676.

Prueba del Caso Fortuito: el caso fortuito debe ser acreditado por quien lo alega, en
este caso el deudor.

Respecto del caso fortuito o fuerza mayor no hay duda de que la responsabilidad del
deudor no se produce, pero otras situaciones que no son tan claras:
1- Caso de Ausencia de Culpa por Parte del Deudor:
El inc. 3º del art. 1547 impone la prueba de la diligencia o cuidado al que debió
emplearlo. Aquí se produce la duda de si ¿le basta al deudor probar que ha empleado la
diligencia y cuidado suficiente para el cumplimiento de la obligación y que no ha podido
cumplir, o será necesario que concurra el caso fortuito para eximirlo de responsabilidad?
Frente a este tema encontramos dos posiciones doctrinarias:
1º La primera posición sostiene que si lo exime de responsabilidad y señala varios
argumentos:
 La redacción de este inciso del art. 1547, que está distinguiendo dos
situaciones: caso fortuito y diligencia, ¿para que probar la diligencia si no se va
a poder eximir de responsabilidad?
 El art. 1670, este artículo no hace ninguna distinción y señala que la
obligación se extingue si la especie o cuerpo cierto perece, ello salvo los
artículos siguientes y el artículo siguiente para este caso sería el 1672 que
expresa que solamente en el caso de culpa o mora va a haber responsabilidad del
deudor. Esta sería la única excepción al art. 1670, en otras palabras, la ausencia
de culpa lo exime.
 El art. 1678, que habla de hecho voluntario no culposo, en este caso sólo está
obligado al precio de la cosa. Si en esta circunstancia se debe sólo el precio, con
mayor razón en caso de un hecho involuntario sin culpa va a estar exento de
responsabilidad.

2º la otra posición señala que la ausencia de culpa no exime al deudor de


responsabilidad, su argumento se basa en el art. 1671, que está después del art. 1670 y, por
lo tanto, sería una excepción a lo que dice este artículo.
“siempre que la cosa perece en poder del deudor se presume que ha perecido por
culpa del deudor”, es decir, siempre hay responsabilidad para el deudor.
Se debe tener presente que ninguna que las dos posiciones es definitiva, pero el
artículo 1671 es un argumento bastante fuerte.

2- Caso en que el Incumplimiento Provenga de un Estado de Necesidad por


Parte del Deudor:
Aquí el deudor no cumplió con la obligación para evitar un mal mayor a ese
incumplimiento.

3- Caso del Hecho Ajeno de un Tercero:


Es decir, cuando el incumplimiento se produce no por un hecho del deudor, sino por
el hecho de un tercero.
En principio, y como regla general, el hecho ajeno constituye un caso fortuito para
el deudor. Excepcionalmente el deudor va a tener que responder por el hecho de otras
personas, como en el caso del art. 1679, el problema es que el código no señala cuáles son
las personas por las cuales es responsable.
Sólo en ciertos contratos el código ha señalado personas por las cuales responde,
por ejemplo: el contrato de arrendamiento (arts. 1925, 1926, 1929 en el caso del arrendador
y 1941 para el arrendatario), y el contrato de depósito (arts. 2242 y 2243).
A parte de estos dos contratos en materia contractual el legislador no mencionó por
quién se hace responsable el deudor y se han dado varias soluciones:
 Sólo en los casos normados el deudor puede responder por el hecho de
terceros.
 Aplicar por analogía el art. 2320, que está en materia de responsabilidad
extracontractual. Esta alternativa es rechazada en general porque está ubicada en
materia relativa a responsabilidad extracontractual.
 Estas normas particulares son el reflejo de una norma general y, entonces, el
deudor va a responder en general por el hecho de las personas que emplee o le
ayuden en el cumplimiento de la obligación.

Importante es señalar que para que el deudor responda por estas personas debe
existir culpa del tercero, la cual, siguiendo las reglas generales, se va a presumir, y por lo
tanto es el deudor quien debe acreditar que el incumplimiento no se produjo por culpa del
tercero. Ello porque establecida la relación con el deudor y que responde por este tercero, lo
único que le queda es probar que no se produjo por culpa del tercero el incumplimiento.

4- Teoría de la Imprevisión:
-

5- Convenciones que Alteran la Responsabilidad de las Partes:


De acuerdo al principio de la autonomía de la voluntad y, además, por que las
normas del código son dispositivas, las partes de común acuerdo pueden estipular reglas
distintas para la responsabilidad del deudor en caso de incumplimiento. Inc. Final del art.
1547.
En este caso hablamos de pactos anteriores al incumplimiento, porque también
pueden existir pactos posteriores a éste, por ejemplo: que el acreedor renuncie a la
indemnización de perjuicios.
Podemos clasificarlos en tres tipos de cláusulas:
a. Cláusulas que agravan la responsabilidad del deudor, por ejemplo:
• Si se le hace responder de un grado mayor de culpa,
• Puede pactarse que responda del caso fortuito, y
• Además podría estipularse que responda de perjuicios que normalmente no
debería indemnizar. Aquí no se está pactando una cláusula penal porque en ella
se avalúan antes los perjuicios, en este caso las reglas son distintas: se van a
indemnizar los perjuicios previstos y los no previstos.
Una cláusula que no se puede estipular, que es ilícita, es el aumento de los plazos de
prescripción. Se en tiende que las normas de prescripción son de orden público y que el
aumento de los plazos puede llevar a que se burle la institución.

b. Cláusulas que limiten la responsabilidad del deudor, pueden ser:


• Cláusulas en que se estipula que responde de un grado menor de culpa. Por
ejemplo: en el comodato el deudor responde de culpa levísima, podría pactarse
que responda de culpa leve o grave.
• Podría pactarse que responda sólo de ciertos perjuicios.
• Incluso puede limitarse la indemnización a una suma determinada. Aquí no
se pacta una cláusula penal, sino que se dice que la indemnización en caso de
incumplimiento no podrá sobrepasar de cierta cantidad de dinero.
• También disminuyendo los plazos de prescripción se limita la
responsabilidad del deudor. Esta disminución es bastante discutida:
Hay algunos autores que no lo aceptan porque no se estaría renunciando a la
prescripción, sino todo lo contrario, se consolida antes la relación jurídica.
Otros no lo aceptan porque dicen que se estaría renunciando por parte del
acreedor a la prescripción.
• Podrían también las partes alterar las cargas de la prueba, por ejemplo,
pactar que la culpa del deudor no se presume y, por lo tanto, la tendría que
probar el acreedor.
La jurisprudencia ha dicho que estas cláusulas no son válidas porque las
normas del onus probando son de orden público y, por lo tanto, no se pueden
alterar, pero la doctrina piensa lo contrario por:
 El tenor del art. 1547 inc. Final.
 Además por una razón de fondo: si son válidas las cláusulas que eximen
de responsabilidad al deudor, con mayor razón puede el acreedor tomar
sobre si la carga de probar la culpa.

c. Cláusulas que eximen de responsabilidad al deudor: el deudor es liberado de


responsabilidad por el incumplimiento. Esto en principio y en términos generales es lícito,
pero tiene ciertas excepciones:
• Cuando la ley lo prohíbe, por ejemplo: en materia laboral, en materia de
protección al consumidor, que está dad principalmente para los contratos de
adhesión.
• Cuando exima al deudor de los posibles daños corporales que se puedan
causar producto del incumplimiento, ello porque el cuerpo humano no es
susceptible de comercio jurídico, por lo tanto la cláusula tendría un objeto
ilícito.
• Caso que exista dolo o culpa grave. Por ejemplo: si la cláusula señala que el
deudor no responderá de culpa alguna, debe interpretarse que no responde de
culpa leve, pero siempre responde de culpa grave y de dolo.
A lo que si puede renunciar el acreedor es a los efectos del dolo o culpa
grave, pero una vez producidos. Art. 1465.

6- Existencia de Mora en el Cumplimiento:


El art. 1557 deja en claro que se requiere mora para que proceda la indemnización
de perjuicios en materia contractual.
El art. 1538 también lo señala para la cláusula penal.
La mora se define como el retardo imputable en el cumplimiento de la obligación,
unido al requerimiento o interpelación por parte del acreedor.
En el art. 1557 se establece que respecto de las obligaciones de no hacer no se
requiere mora, no tiene lugar la mora, basta que se haga lo que no se debía hacer para que
surja responsabilidad del deudor.

Requisitos para que exista mora:


1- Retardo imputable. Es importante tener claro tres momentos:
• Exigibilidad,
• Retardo, y
• Mora.
Para que la obligación sea exigible no se requiere la constitución en mora.
Si siendo exigible la obligación no se cumple hay retardo en el cumplimiento.
Va a haber mora una vez que el acreedor haya requerido al deudor.
Además el retardo debe ser imputable, debe ser producto de la culpa o dolo del
deudor. No debe ser consecuencia de un caso fortuito o fuerza mayor. Art. 15558 inc. 2º.

2- Que exista interpelación o requerimiento por parte del deudor.


Que el acreedor requiera al deudor manifestándole que existe incumplimiento en la
obligación.
El art. 1551 señala que hay tres clases de interpelación:
• Judicial: esta señalada en el nº 3 de este artículo, es la regla general. Esto es
criticado por los autores porque se señala que exigir el requerimiento judicial al
acreedor es demasiado gravoso para él, por eso en otras legislaciones se acepta
que también el requerimiento extrajudicial constituye en mora. Pero nuestro
código lo exige y, por lo tanto, el requerimiento extrajudicial en nuestra
legislación no basta.
Como el código no señala qué tipo de requerimiento es, la doctrina señala
que cualquier gestión relacionada con el incumplimiento de la obligación vale.
Y, tampoco, es necesario para la constitución en mora el transcurso del
término de emplazamiento.
• Contractual expresa: la encontramos en el nº 1 del art. 1551. Si el contrato
señala expresamente un plazo para el cumplimiento de la obligación, se entiende
que las partes han considerado que el cumplimiento del plazo es suficiente para
constituir en mora.
Se debe tener presente que se trata sólo del plazo y además debe ser
estipulado por las partes, si es un plazo legal, judicial o testamentario no
estamos en esta situación.
Los casos más comunes los encontramos en el mutuo de dinero a plazo, en
que se debe pagar periódicamente una suma de dinero; y en el arrendamiento,
pero hay una excepción.
El mismo artículo dice que salvo que la ley exija que se requiera al deudor
para constituirlo en mora, este es el caso del art. 1977.
• Contractual tácita: estamos en presencia de un plazo tácito. Nº 2 del art.
1551.
El daño es manifiesto para el acreedor si no se cumple dentro de
determinado periodo, en este caso se constituye en mora.

3- El acreedor debe haber cumplido su obligación o estar llano a cumplirla.


Se encuentra expresada en el art. 1552, que se conoce como excepción de contrato
no cumplido.

Efectos de la Mora:
1- Da derecho a reclamar la indemnización de perjuicios, si es que se cumplen los
demás requisitos.
Este efecto lo encontramos en el art. 1557, pero se presenta un problema de
interpretación ya que éste señala que “Se debe la indemnización de perjuicios desde que el
deudor se ha constituido en mora…”, entonces ¿antes de la mora no había obligación de
indemnizar o ésta era inexigible?
Según Fueyo se deben también los perjuicios producidos antes de la mora, pero no
pueden exigirse sin ella.
Para Abeliuk se debe distinguir entre la indemnización compensatoria y la
moratoria. Respecto de los perjuicios compensatorios, ellos se producen o generan antes de
la constitución en mora por el sólo hecho del incumplimiento, pero se suspende la
exigibilidad hasta que se constituya en mora. Él se basa en el art. 1672 inc. 1º.
Respecto de la indemnización moratoria es necesaria la mora para que se devengue.
Sólo debería indemnizarse el período posterior a la constitución en mora, se basa
para ello en el art. 1559 nº 1 que se refiere a la indemnización moratoria en las
obligaciones de dinero.

2- El deudor se hace responsable del caso fortuito.


Las normas que consagran este efecto son los arts. 1672, 1547 inc. 2º y otras normas
especiales.
Este efecto se debe a que la mora es el retardo culpable, por lo que el caso fortuito
se encuentra excluido.
Este efecto tiene una excepción: en el caso de que se hubiera cumplido
oportunamente la obligación, el caso fortuito hubiere sobrevenido igual. Pero aún este caso
de excepción debe responder si por los perjuicios moratorios, en definitiva se le exime de
los perjuicios compensatorios solamente.

3- El riesgo del cuerpo cierto que se debe pasa a ser de cargo del deudor.
La regla general es que el riesgo del cuerpo cierto que se debe es del acreedor.
En caso de mora como el riesgo es del deudor la otra obligación también se
extingue, es inexigible a lo menos, y si el acreedor ha cumplido su obligación podrá pedir la
repetición.

Acción de Perjuicios:
En relación a la acción de perjuicios propiamente tal, es decir, la pretensión del
acreedor de pedir la reparación que nace del incumplimiento, es:
Una acción patrimonial, consecuencia de esto es que es:
• Cesible.
• Transmisible.
• Renunciable, ya que mira al interés particular del acreedor.
• Prescriptible. La regla general es que se va a tratar de una acción ordinaria,
independientemente del título en el cual conste la obligación incumplida, ello
porque puede ser que la obligación que no se ha cumplido conste en un título
ejecutivo, pero debe establecerse primero si procede la indemnización de
perjuicios.
La única excepción es el caso en que se cobren los perjuicios moratorios de
una obligación de dinero, costando la obligación de dinero en un título ejecutivo
y el acreedor sólo busca el cobro de los intereses. Art. 1559 y ley nº 18.010.
Al ser ordinaria prescribe en cinco años desde que la obligación se hizo
exigible. En el caso de la excepción prescribe a los 3 años y subsiste dos años
más como ordinaria.
Procedimiento:
Como se trata de una acción ordinaria, será, por lo general, un procedimiento
ordinario.
Podría ejercerse conjuntamente con la de cumplimiento forzado, en subsidio de ésta.
También, podría conjuntamente solicitar la resolución del contrato y la
indemnización de perjuicios.
El art. 173 C.P.C establece que puede reservarse la discusión y el establecimiento
sobre la especie y monto de los perjuicios para la etapa de cumplimiento del fallo o para un
juicio posterior, siempre que se hayan establecido las bases de los mismos.
En relación al sujeto pasivo de la obligación de indemnizar perjuicios en el caso que
existan varios deudores hay que hacer varias distinciones para establecer quienes están
obligados a indemnizar los perjuicios. En este caso estamos hablando de una obligación con
pluralidad de sujetos que no se cumple.
1º Si el incumplimiento es de un deudor y se produce por hecho o culpa, por
regla general independientemente de la naturaleza de la obligación infringida sólo es
responsable el deudor incumplidor. Esta regla general se encuentra en el art. 1526 nº 3, que
se ve reafirmada para las obligaciones indivisibles en el art. 1533.
En el caso de las obligaciones solidarias hay una excepción a esta norma, que la
entrega el art. 1521, porque aunque el incumplimiento sea de uno de los deudores respecto
del precio permanecen obligados solidariamente, pero los perjuicios derivados de la mora
los debe exclusivamente el deudor por cuya culpa se produjo el incumplimiento.
También en materia de cláusula penal, de acuerdo al art. 1540, hay otra excepción:
en el caso que se haya pactado expresamente que la pena no pueda cumplirse por
parcialidades independientemente de quien incumple y cuando la obligación principal es
indivisible.
2º Si el incumplimiento es de varios deudores, aquí se debe distinguir:
 Si el incumplimiento se debe a dolo o culpa grave, se aplica el art. 2317 inc.
2º que establece la responsabilidad solidaria. Esta norma habla de fraude o dolo,
pero en materia contractual la culpa grave se asimila al dolo.
 Si el incumplimiento se debe a culpa leve o levísima, la responsabilidad va a
ser simplemente conjunta.
No hay norma que lo establezca en forma general, pero el inc. 1º del art.
1533 lo establece respecto de las obligaciones indivisibles. Si para estas que no
son cumplidas por culpa leve o levísima de dos o más deudores la
responsabilidad es simplemente conjunta, con mayor razón lo va a ser para las
demás obligaciones.
Esta regla general tiene las mismas excepciones señaladas para el
incumplimiento de un deudor: arts. 1521 y 1540.

Determinación de los Perjuicios:


La determinación puede ser básicamente de tres formas:
 Por vía judicial.
 Por vía legal.
 Por vía convencional.
1- Avaluación judicial de los perjuicios: es la regla general. Es la que hace el
juez conociendo de una demanda de indemnización de perjuicios por incumplimiento de
contrato o cuando estos van anexos a la resolución del contrato o al cumplimiento forzado.
Primero debe determinar si es que procede indemnizar perjuicios; si procede, la
operación siguiente es determinar qué perjuicios se van a indemnizar; y, por último, tendrá
que establecer el monto de los perjuicios, es decir, la extensión del daño sufrido por el
acreedor.
Se deben hacer algunas precisiones respecto a la determinación judicial:
Distinción entre Daño Material y Daño Moral:
Respecto del daño material (aquel que una persona sufre en sus bienes, en su
patrimonio) debe indemnizarse en materia contractual, así queda claro del art. 1556. En
cambio, respecto del daño moral por bastante tiempo la doctrina y la jurisprudencia
estimaron que no procedía en materia contractual, incluso hoy la aceptación de la
indemnización moral en materia contractual es bastante limitada y hay algunos autores que
la rechazan.
Se rechazaba, y se sigue haciendo, por el art. 1556 que limita la indemnización al
daño emergente y lucro cesante, ambos especies de daño material, y agregan que el art.
2329, que está situado en materia extracontractual, permite expresamente la reparación de
todo daño, el art. 2314 utiliza una expresión semejante, entonces como no hay una norma
similar, sino toso lo contrario, el art. 1556 es restrictivo, en materia contractual no procede
la indemnización del daño moral.
A mediados del siglo XX se comenzó a aceptar, pero cuando el incumplimiento
contractual implicaba algún daño físico a la persona del acreedor, el caso paradigmático es
el contrato de transporte.
También se ha aceptado, pero muy restringidamente, cuando el incumplimiento de
la obligación causa un perjuicio patrimonial al acreedor, siempre tiene que estar ligado a un
perjuicio de tipo material, patrimonial. Por ejemplo: al gerente de una institución bancaria
le protestan cheques por error.
Actualmente hay una norma, el art. 3 letra e) de la Ley 19496 de “protección de los
derechos del consumidor”, ella señala de manera expresa el derecho a la reparación de
todos los daños o perjuicios materiales y morales. Si hay una relación de proveedor y
consumidor y hay un incumplimiento del proveedor, el consumidor puede demandar la
reparación de los perjuicios materiales y morales de ese incumplimiento.

Dentro del daño material el art. 1556 dice que debe indemnizarse el daño emergente
y el lucro cesante.
Daño emergente es el empobrecimiento real y efectivo que sufre el patrimonio del
acreedor por el incumplimiento de la obligación. Por ejemplo: el valor de la cosa que no se
le entregó, lo que debió pagar en razón del incumplimiento de la obligación, etc.
Lucro cesante es lo que el acreedor dejó de ganar o de percibir en razón del
incumplimiento de la obligación. Por ejemplo: la diferencia de precio que se dejó de
percibir al no poder revenderse la mercadería porque no se le entregó ésta o se le entregó
tardíamente, las remuneraciones que el acreedor deja de cumplir en caso de incumplimiento
de contrato.
Esto siempre que sean perjuicios directos o previstos y también imprevistos pero
sólo si existe dolo.
Los perjuicios previstos son aquellos que las partes anticiparon o pudieron
anticipar a la fecha del contrato.
Perjuicios imprevistos son los que las partes no pudieron anticipar o contemplar a
la fecha del contrato.
Por regla general sólo se indemnizan los perjuicios previstos y sólo en el caso de
dolo o culpa grave se van a indemnizar los imprevistos.
Todas estas reglas que da la ley pueden ser alterados por las partes, aquí no hay
limitación, salvo que no se puede condonar el dolo futuro.

Cuando el juez determina los perjuicios que deben indemnizarse lo que él debe
considerar, en teoría, es el daño causado al acreedor, o sea la indemnización teóricamente
debe ser igual al daño sufrido, no puede ser mayor, ni menor.

2- Avaluación Legal de los Perjuicios: lo normal va a ser probar los perjuicios


ante el juez y la excepción cuando estén expresados en la ley o por las partes.
El art. 1559 es el caso paradigmático de avaluación legal, está establecida respecto
de las obligaciones de dinero.
Se trata del pago de la suma debida más los intereses que establezca la ley.
El art. 1559 es una norma de carácter supletorio, que puede ser modificada por las
partes. Además de ser supletoria es de carácter excepcional ya que se aplica a obligaciones
de dinero en su origen, no una obligación que degenera en una obligación de dinero. La
naturaleza de la indemnización que regula es de carácter moratorio.
Reglas del artículo 1559:
Nº 1: se refiere al monto de la indemnización, el que es determinado por la ley y va
a ser invariable independientemente del daño que sufra el acreedor.
De acuerdo al art. 10 de la Ley 18.010 los intereses se deben desde que se
constituyen en mora al deudor.
Nº 2: esta norma invierte la carga de la prueba, el acreedor no tiene la necesidad de
probar los perjuicios, se presumen de Derecho. Pero ello es sólo cuando se cobren
solamente intereses.

3- Avaluación Convencional de los Perjuicios: se conoce también como cláusula


penal y lo encontramos regulado en los arts. 1535 a 1544.
El art. 1535 define lo que se entiende por cláusula penal.
La cláusula penal se estudia como una avaluación convencional y anticipada de los
perjuicios, lo cual es correcto, pero también la cláusula penal cumple otras funciones, la
principal es la de servir de caución o garantía personal de cumplimiento de la obligación
principal.
Sirve de caución o garantía personal porque el deudor en ciertos casos va a preferir
o hacer todo lo posible por cumplir con la obligación principal para que no se haga exigible
la pena. Ello porque se puede estipular válidamente que se pueda cobrar la pena y pedir el
cumplimiento forzado, como también se podría estipular que se cobre la pena y la
indemnización de perjuicios ordinaria y porque el monto de la pena puede ser superior al de
la obligación principal. Además la pena es exigible aun cuando no existan o no se acrediten
perjuicios.
Características:
 En cuanto a su celebración, como no hay norma especial es consensual, aun
cuando Somarriva estima que si recae sobre un inmueble debería constar por escritura
pública.
 Puede pactarse en el mismo contrato o en un acto posterior, pero en este caso el
nombre de cláusula penal no es tan adecuado sino que va a ser un contrato independiente.
En materia de novación en el caso que se pacte con posterioridad una cláusula penal
hay norma expresa, el art. 1647, que señala que podría producirse novación, lo cual no va a
suceder nunca cuando se pacte en el mismo contrato.
 Puede sujetarse a la pena el propio deudor o un tercero, no hay impedimento al
respecto.
 En cuanto a la obligación que se garantiza con la pena, puede ser de cualquier
especie (dar, hacer, no hacer, cuerpo cierto, de género, civil, natural), pero hay que hacer
una precisión si la obligación principal es natural.
Cuando la obligación principal es natural tendremos que distinguir:
• El caso de la obligación civil que se convirtió en obligación natural y en la
cual la pena se había establecido al momento de contraerse la obligación, o sea
cuando ésta era civil. En este caso la pena como es accesoria sigue la suerte de
lo principal, por lo tanto, tiene el carácter de natural, ya sea que haya sido
constituida por el mismo deudor o por un tercero. Es decir, ni la obligación
principal, ni la cláusula penal van a poder exigirse, pero si se cumple la pena se
está cumpliendo bien.
• Si la pena se estipula cuando la obligación ya tiene el carácter de natural,
para que sea válida necesariamente tiene que ser constituida por un tercero. Y,
en este caso, la cláusula penal constituida por el tercero tiene el carácter de
obligación civil, o sea se puede exigir.
 Puede estipularse como pena tanto una obligación de dar, como una de hacer o
no hacer.
El art. 1535 habla solamente de las dos primeras, pero la doctrina es unánime en
que también se puede imponer como pena una obligación de no hacer.

Como es una caución tiene el carácter de obligación accesoria que, por lo tanto,
sigue la suerte de lo principal. Si se extingue la obligación principal se va a extinguir la
obligación en que consiste la pena. El art. 1536 lo señala expresamente para el caso de la
nulidad, el inc. 1º expresa la regla general y en los incisos siguientes se establecen dos
aparentes excepciones que en realidad no lo son:
El inc. 2º expresa “con todo” lo cual pareciera una excepción, pero este inciso se
refiere a la promesa de hecho ajeno, regulada en el art. 1450, en que una persona se
compromete a que otra va a ejecutar alguna prestación. Por ejemplo: A se compromete
(promitente) con B a que C le va a vender su casa, va a celebrar un contrato de
compraventa. Lo que A se compromete para con B no obliga a C hasta que éste no preste su
consentimiento (ratifique, acepte lo prometido en su nombre). Ahora puede suceder que C
ratifique o no lo haga.
Si no ratifica, B se va a poder dirigir sólo contra A por la indemnización de
perjuicios.
Si C ratifica se extingue la primera obligación y B podrá exigir que se cumpla lo
que se prometió.
Si se estipula una pena para el incumplimiento de un hecho ajeno, hay dos
posibilidades: que se estipule para el caso que no exista ratificación (incumplimiento de la
obligación de A), o que se estipule para el caso de que ratificado no se cumpla lo prometido
(incumplimiento de la obligación de C). En el primer caso A garantiza su propia obligación.
También podría estipularse que la cláusula penal se va a establecer no sólo para el
caso en que C no ratifica, sino además para el caso que C no cumpla.
Aquí la excepción es aparente porque en realidad no hay nulidad de ninguna
obligación principal, ni tampoco se aplica el principio de que lo accesorio sigue la suerte de
lo principal. Porque en el caso que no haya consentimiento la obligación nunca llegó a
existir, y lo que garantiza la cláusula es la obligación del que se comprometió a que otro
hiciera algo.
El inc. 3º se refiere a la estipulación a favor de otro, que regula el art. 1449. Aquí
una parte que se llama estipulante contrata a favor de un tercero (beneficiario) con otra
persona que es el promitente. Por ejemplo: A compra para C el inmueble de B quien acepta
vendérselo. Como C no tiene porqué quedar obligado se necesita su ratificación, mientras
éste no acepte la compra A y B pueden resciliar el contrato, una vez que C acepta ya el
contrato se entiende irrevocable.
El inc. 3º expresa el caso en que el promitente se sujeta a una pena para el caso de
no cumplir lo prometido (en el ejemplo si no se entrega el inmueble que es su obligación
como vendedor).
La ventaja de la cláusula penal aquí es que al estipularse una cláusula penal si B no
cumple con C va a quedar sujeto o podría quedar sujeto a dos obligaciones:
• La cláusula penal.
• La obligación principal, que es cumplir el contrato.
Esto es una ventaja porque según el art. 1449 sólo C puede exigir el cumplimiento
del contrato, pero en este caso A podría exigir la pena para obligar a B a cumplir el
contrato.

Efectos de la Cláusula Penal:


Para que tenga efecto, es decir, para que el acreedor pueda demandar los perjuicios
que se estipularon tienen que concurrir todos los requisitos necesarios para que exista
responsabilidad contractual, excepto los perjuicios.
De acuerdo al art. 1542 habrá lugar a exigir la pena en todos los casos que se
hubiere estipulado. Y el art. 1538 establece que el deudor debe estar en mora.
Efectos Particulares:
1- El acreedor puede demandar la pena estipulada o el cumplimiento de la
obligación principal, pero no ambas conjuntamente (art. 1537), también puede pedir la
resolución del contrato y la cláusula penal (art. 1489).
Excepciones a que se puede pedir el cumplimiento o la cláusula penal, pero no
ambas conjuntamente son:
• La pena moratoria, ya que el acreedor también podrá pedir el cumplimiento de
la obligación principal.
• Que se haya estipulado expresamente por las partes.
• La transacción, art. 2463.
2- El acreedor puede demandar la pena estipulada o la indemnización ordinaria de
perjuicios, no ambas conjuntamente. Art. 1543, esta es la regla general.
Hay una excepción: la estipulación expresa de las partes.
Respecto de este efecto la elección es del acreedor, le conviene demandar la pena
porque no necesita acreditar los perjuicios. Pero le va a convenir demandar la
indemnización ordinaria y no la pena cuando los perjuicios reales que él ha sufrido son
mayores a los que establecía la pena.
Hecha la elección es irrevocable, es decir, no puede demandar la pena y
posteriormente o conjuntamente demandar la indemnización ordinaria por los perjuicios no
cubiertos.
3- En caso de incumplimiento parcial de la obligación, el art. 1539 señala que se
rebaja proporcionalmente la pena. Se entiende que hubo un cumplimiento parcial aceptado
por el acreedor.
4- En caso de pluralidad de deudores encontramos el art. 1540, que se refiere al
caso en que existen varios herederos pero la doctrina está de acuerdo en que se aplica a
todos los casos en que haya pluralidad de deudores.
Hay que distinguir:
• Si la obligación principal es divisible, la pena también adquiere ese carácter
y cada deudor responderá a prorrata de su cuota (sólo los deudores infractores).
• Si la obligación principal es indivisible, el acreedor tiene dos alternativas:
exigir al deudor incumplidor el total de la pena; o a cada uno la cuota que le
corresponde en la pena aunque no hayan sido incumplidores. Esta regla se aplica
también en el caso que se haya estipulado expresamente que el pago no pudiera
efectuarse parcialmente.
• Si la obligación principal es solidaria, no está contemplado en la ley. La
doctrina tradicional señala que puede exigirse a cualquiera de los deudores la
pena, porque esa fue la intención de las partes.
El profesor Abeliuk hace presente que según las reglas generales de la
solidaridad, en caso de incumplimiento de la obligación solidaria, la solidaridad
se mantiene sólo respecto del precio y los demás perjuicios los soporta sólo el
deudor infractor, es decir, la pena compensatoria se puede exigir a cualquiera
de los deudores, y la pena moratoria sólo al deudor infractor.
Por lo tanto, lo más recomendable es que se estipule expresamente la
solidaridad respecto de la pena.
• Si la pena es indivisible, por ejemplo, consiste en la entrega de una especie o
cuerpo cierto. Aplicando las reglas generales se entiende que se puede exigir a
cualquiera de los deudores.
5- Si la pena está garantizada con hipoteca, por ejemplo: la obligación principal es
la entrega de un bien inmueble y la pena es de $10.000.000, y esta pena está garantizada
con una hipoteca.
El art. 1541 ratifica la indivisibilidad de la acción hipotecaria, es decir, por una parte
el inmueble responderá de la pena hasta el cumplimiento íntegro de la misma y, por otra
parte, puede perseguirse el inmueble para el cumplimiento de esta obligación, aunque el
deudor no sea el infractor, incluso si es un tercero.
6- En caso de pluralidad de acreedores, tampoco está regulado en las normas, pero
siguiendo las normas generales, cada acreedor sólo puede demandar la parte de la pena
correspondiente a su cuota en el crédito, salvo que se trate de una pena indivisible o que se
hay pactado solidaridad activa.
Cláusula Penal Enorme:
El art. 1544 establece tres situaciones en que se puede pedir rebaja de la cláusula
penal estipulada por ser enorme, es decir, desproporcionada en relación a la obligación
principal.
Inc. 1º:
 Caso de los contratos conmutativos, los requisitos son :
• Debe ser un contrato conmutativo.
• La obligación principal debe consistir en pagar una cantidad determinada.
• La pena debe consistir también en pagar una cantidad determinada.
• La obligación principal y la pena deben ser de la misma naturaleza, en
cuanto al objeto.
En la práctica normalmente se trata de una obligación de dinero, pero Abeliuk dice
que no es necesario.
 Habrá reducción respecto de la suma de la pena que exceda al duplo de la
obligación principal, “incluyéndose ésta en él”, sobre esta última frase se dan dos
interpretaciones:
a. La primera alternativa es pensar que se suma la obligación al duplo de ésta,
es decir, el máximo de pena que se puede exigir es tres veces el monto de la
obligación principal.
b. La otra alternativa, que sigue la mayoría de la doctrina, es que el inc. 1º se
refiere como máximo valor de la pena: el duplo de la obligación principal,
porque por regla general no se puede cobrar la pena y la obligación principal.
Entonces, lo que quiso decir el legislador es que el máximo de la pena es el
doble de la obligación principal y que por estar incluida esta obligación
principal en el duplo de la misma no se puede cobrar aparte, aún en los casos de
excepción.
Por una razón de equidad y de coherencia del sistema, el máximo de la pena
debe ser el duplo de la obligación principal.

Inc 2º y 3º: se refieren al caso del mutuo, se rebaja al máximo que la ley permita
estipular (hay que tener en cuenta la ley 18.010 y en las demás operaciones las normas del
código civil).

Inc. 2º y 4º: se refiere a obligaciones de valor inapreciable o indeterminado. El


legislador da facultades expresas al juez para modificar lo estipulado por las partes,
generalmente será una obligación de hacer.
RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL
Es aquella que consiste en la necesidad u obligación de indemnizar los perjuicios
causados a la persona o propiedad de otro, proveniente de un delito o cuasidelito civil.
Es fuente de las obligaciones porque da lugar al nacimiento de una obligación
nueva: la de indemnizar los perjuicios.
Entre la victima y el autor del daño no existía ningún vínculo jurídico. En cambio,
en la responsabilidad contractual entre el acreedor y el deudor había un vínculo jurídico
anterior.
Los arts. 1437 y 2284 confirman que la responsabilidad extracontractual es fuente
de las obligaciones.

Elementos o Requisitos de la Responsabilidad extracontractual:


Tradicionalmente se dice que son:
1- El daño.
2- Hecho ilícito culpable o doloso.
3- Que exista relación de causalidad entre el hecho ilícito culpable o doloso y el
daño.
4- Que exista capacidad delictual o cuasidelictual, que el sujeto sea capaz de
cometer un delito o cuasidelito civil.

Autores más modernos separan el hecho ilícito y hablan de antijuridicidad, es decir,


que el hecho sea contrario al ordenamiento jurídico. Y en vez de exigir culpa o dolo señalan
en términos generales que exista un factor de atribución que a su vez puede ser subjetivo
(culpa o dolo) u objetivo (riesgo).
Cada vez más se están estableciendo sistema de responsabilidad objetivos en los
cuales no interesa la culpa o dolo sino que el autor del daño va a responder siempre por el
daño causado. En definitiva se responde por el riesgo creado. Por ejemplo: regulación
nuclear, regulación aérea, regulación de la ley del transito.

1- Daño:
Aquí no puede faltar el daño. En la contractual si puede faltar en un caso: en la
cláusula penal.
Es necesario que exista un daño o perjuicio para la victima, ya que este es el
elemento esencial de la responsabilidad extracontractual. Si no hay daño para la victima no
hay nada que indemnizar.
Teóricamente rige en este tipo de responsabilidad el principio de la reparación
integral, es decir, debe indemnizarse todo tipo de daño causado a la victima.
Como contrapartida la indemnización no puede significar una ganancia para la
victima, al determinar la cuantía los tribunales sólo deben tener en cuenta el daño
producido.
Con el daño moral comienza el problema, ya que no es posible cuantificar, ni
siquiera de reparar, quizás va a compensar el daño pero no lo va a reparar.
El segundo problema es que los jueces, como seres humanos, toman en
consideración otras circunstancias para determinar la cuantía como, por ejemplo, el grado
de culpa, incluso las facultades económicas del autor del daño, lo que hace que ante daños
de igual entidad la cuantía de la reparación varíe.
Por estas razones en la práctica el principio de la reparación integral no se cumple.
Las circunstancias económicas están reconocidas en algunas legislaciones, por
ejemplo: ley del consumidor art. 24 inc Final.
El daño lo podemos definir como todo detrimento o menoscabo que un sujeto
experimenta en su persona, en su patrimonio o en cualquiera de sus derechos
extrapatrimoniales.
Para que el daño pueda ser reparado tiene que:
• Ser cierto, es decir, no debe tratarse de un daño hipotético o eventual, lo que no
obsta a que pueda ser un daño futuro, como es el caso del lucro cesante. Ello ya que
un daño eventual no es seguro que se produzca, pero el daño futuro es aquel que no
se ha producido, pero es seguro que se va a producir.
• Debe lesionar un interés legítimo de la victima, la doctrina señala que no es
necesario que lesione un derecho subjetivo, sino que lesione un interés legítimo de
la victima.
Esto es importante porque si se exigiese que lo lesionado fuera un derecho se
reduciría bastante el ámbito de resarcibilidad del daño.
Interés legítimo es un interés tutelado por el ordenamiento jurídico, no contrario
a éste.

Clasificación de los Daños:


 Daño Material: aquel que consiste en una pérdida pecuniaria, es decir, un
detrimento del patrimonio de las personas. Al igual que en materia contractual, puede
consistir en el daño emergente y lucro cesante.
 Daño moral: es la molestia o dolor no apreciable en dinero o el sufrimiento
moral o físico que produce una determinada lesión.
Tradicionalmente se entendió como el “Premium dolores”.
Actualmente la doctrina da una concepción más amplia, para incluir todo tipo de
perjuicios que no se identifican necesariamente con el dolor o sufrimientos: “es, en general,
todo daño no patrimonial”. Por ejemplo: el daño a derechos de la personalidad: honor,
libertad, daño estético, etc.
No hay duda que en materia extracontractual cabe la indemnización del daño moral,
a diferencia de lo que sucede en materia contractual. Ello porque los arts. 2314 y 2329
hablan de que debe repararse “todo daño”, es decir, no distinguen en el daño a reparar, el
art. 2317 habla de “todo perjuicio” y el art. 2331 excluye para un caso específico el daño
moral.
Los tribunales están reconociendo esta doctrina actual y se están concediendo
indemnizaciones cuando hay daños a derechos de la personalidad.

Prueba del Daño Moral:


La doctrina está de acuerdo en que el daño moral debe probarse, y para eso son
admisibles todos los medios de prueba.
La prueba consiste en acreditar los presupuestos del daño.
La doctrina no es unánime respecto a eso y hay varias tendencias:
a. Ser menos estrictos en cuanto a las exigencias de la prueba, en el sentido que no
es necesario probar mediante los medios de prueba formalmente establecidos en el C.P.C la
concurrencia del daño moral.
b. Hay otra tendencia que señala que no se requiere la acreditación por medios
formales, basta con probar la concurrencia de las circunstancias de hecho. Por ejemplo:
fallecimiento de un hijo, produce daño moral a la madre.
c. Una posición extrema señala que el daño moral no requiere prueba, es decir,
basta la constatación de la lesión que causa daño moral, y, además, el tribunal tiene la
facultad de avaluarlo.

Montos que se Otorgan por Daño Moral:


La jurisprudencia es absolutamente dispar, es decir, no existe un criterio único:
 Porque los jueces estiman que la avaluación es una facultad privativa de ellos,
por lo tanto, si bien en teoría la indemnización debe corresponder al daño, en la práctica
habrá muchas circunstancias más de por medio. Además, hay que tener en cuenta las
condiciones personales del juez.
 Porque el 99% de las sentencias en que se otorga indemnizaciones por daño
moral no indican la naturaleza específica de ese daño, es decir, se limitan a señalar un
monto, por lo que uno no sabe cómo se llegó a un determinado razonamiento.

En nuestra legislación hay ciertos casos en que el daño está tarifado, es decir,
avaluado legalmente, por ejemplo en materia laboral. La discusión está en si pueden
demandarse otros daños en el caso de despido injustificado, por ejemplo: si despidieron a
una persona por falta de probidad y después se demuestra que no fue así, E. Court dice que
si cabe el daño moral basándose en los arts. 1º, 5 inc. 2º, 19 nº 1 y 19 nº 2.
Hay indemnizaciones tarifadas:
• En el caso de responsabilidad aérea no excederá de 4.000 U.F.
• Responsabilidad nuclear, su limite máximo por accidente nuclear es de 75
millones de dólares.
• Contaminación con hidrocarburos: 2000 francos oro por tonelada del
registro de la nave.
Sin embargo, la regla general es que los tribunales tienen la facultad de determinar
libremente el daño.

2- Factor de Atribución: Culpa o Dolo.


En general, nuestro sistema es de responsabilidad subjetiva porque la persona será o
no responsable sólo si se examina su actuar desde la perspectiva de la culpa o el dolo, es
decir, si hubo negligencia o intención de dañar.
Distinguimos entre:
 Delito: es el hecho ilícito cometido con la intención de dañar y que ha inferido
injuria o daño a otra persona.
 Cuasidelito: es el hecho ilícito, pero cometido sin la intención de dañar y que,
también, ha inferido injuria o daño a otra persona.

Muchos autores dicen que esta distinción no tiene mayor importancia, sin embargo,
hay diferencias importantes en:
• Accidentes del trabajo, ya que la ley 16.744 exceptúa de indemnización los
accidentes producidos intencionalmente por la victima.
• Cláusula de irresponsabilidad, la cual no procede en relación al dolo.
• Seguros, ya que una persona no puede asegurarse contra el riesgo proveniente
de su propio delito, ello está prohibido por el art. 552 C.Com. pero si lo puede hacer
respecto del riesgo de su negligencia, por ejemplo: seguros de accidentes del
transito.
• Sólo en el caso del dolo la acción puede dirigirse contra un tercero, que sin ser
autor, ni cómplice de un delito, ha obtenido provecho de él. Art. 2316.

Delito:
Aquel hecho ilícito cometido con la intención de dañar a otro y que ha producido
injuria o daño a la otra persona.
El elemento esencial es el dolo.
La doctrina tradicionalmente en relación al dolo señala que para que haya dolo debe
existir un ánimo o intención específica de dañar a otro. Esta doctrina concluye que si el
móvil de la conducta fue otro no hay delito civil, aún cuando la persona se haya
representado la posibilidad del daño.
La doctrina más moderna señala que no sólo en el caso que hay ánimo específico de
dañar hay dolo, sino cuando existe la conciencia de hacerlo injusto. Basta con que el sujeto
se haya representado como posible el daño y haya querido ejecutar la conducta para que
exista dolo.

Cuasidelito:
El elemento esencial el la culpa.
En materia extracontractual no hay graduación de la culpa, como existe en materia
contractual.
Tradicionalmente se señala que se responde de todo tipo de culpa.
Otros señalan que se responde de culpa leve porque el art. 44 expresa que cuando la
ley habla de culpa sin ninguna otra calificación debe entenderse culpa leve. Esta es la
postura mayoritaria.

¿Cómo debe apreciarse la conducta del agente?


Debe apreciarse “in abstracto” o sea comparando la conducta del autor o agente
con la que habría observado un hombre prudente en la misma circunstancia.
Aquí hay que hacer una precisión: la conducta del “buen padre de familia” es la de
la culpa leve. Pero la jurisprudencia ha señalado que debe compararse con un buen padre de
familia un poco más diligente, se exige un poco más de diligencia que la culpa leve.
Hay que precisar que la apreciación debe ser en relación a la actividad que el agente
desarrolla.

Hay dos categorías de culpa especiales:


 Culpa Contra Legalidad, la cual se produce cuando hay una infracción a
alguna norma jurídica, porque se estima que el sólo hecho de la trasgresión de la norma
sirva para determinar la existencia de la culpa.
Si se infringe una norma del tránsito, por ejemplo, se presume la culpa, aún cuando
hay tomado todas las precauciones.
Hay cierta doctrina que estima que esta culpa sólo se va a producir cuando la
persona conocía o debía conocer la norma.
Reafirma un poco esto el art. 19 inc. 2º de la Ley 18.287 (Ley de procedimiento de
Juzgado de Policía Local), ya que el juez podrá eximir de responsabilidad en el caso de
infracciones del tránsito en el caso de que se demuestre ignorancia excusable o buena fe
comprobada.
La norma se infringe igual, esto es en relación a la responsabilidad extracontractual.

 Otro caso es la Culpa con Abuso del Derecho, que se da en la circunstancia


que en el ejercicio de un derecho éste se realice ilegítimamente o con fines injustos.
La regla general es que el ejercicio de un derecho legitime la conducta, pero puede
suceder que el ejercicio del derecho sea abusivo en el sentido que se destine a un fin
diverso e ilícito.
En materia extracontractual generalmente hablamos de abusos de autoridad, por
ejemplo: detención ilegal.

Con posterioridad a la dictación de nuestro código se comenzó a desarrollar una


teoría distinta para atribuir responsabilidad: la Responsabilidad sin Culpa u Objetiva.
Esto fue dado principalmente por el desarrollo industrial de las ciudades.
En esta teoría el elemento culpabilidad no forma parte del deber de reparar, se
prescinde del dolo o culpa.
Esta teoría señala que quien crea un riesgo debe soportar las consecuencias y, por lo
tanto, debe reparar el daño producido. No se toma en cuenta su culpabilidad o
intencionalidad, sino que sólo el haber causado el daño en una actividad riesgosa.
La victima debe probar:
• El daño,
• El hecho que causó el daño, y
• La relación de causalidad entre hecho y daño.
Basta con estos tres elementos, no tiene la necesidad ni la obligación de probar el
dolo o la culpa.
El autor del daño la única forma que tiene para no responder de ese daño es que
acredite una eximente de responsabilidad, no se puede excusar alegando que actúo
diligentemente.
Son causales de exoneración de responsabilidad:
• Caso fortuito,
• Hecho exclusivo de la victima, y
• Hecho exclusivo de un tercero.
La legislación que toma la responsabilidad objetiva son: responsabilidad por daños
causados en accidentes de tránsito, responsabilidad por daños nucleares, responsabilidad
por daños en la construcción, responsabilidad por derrame de hidrocarburos y
responsabilidad por daños causados por medios de comunicación.

3- Relación de Causalidad:
Entre el comportamiento ilícito del agente y el daño que se ha producido a la
victima debe haber una relación de causa a efecto.
El código no lo ha señalado expresamente como un elemento de la responsabilidad,
pero está implícito en la mayoría de las disposiciones. Como la ley no ha señalado nada al
respecto, surgen varias teorías para explicar la relación de causalidad:
a. Teoría de la Equivalencia de las Condiciones: es la doctrina tradicional. Dice
que el daño, como todo hecho, no tiene una causa única sino que son múltiples las causas
que lo producen, hay diversos factores que influyen en la producción del daño. todos estos
factores van a ser considerados causas cuando puedan ser considerados como un hecho o
circunstancia indispensable en la producción del daño.
Establecido esto se entiende que no procede realizar ninguna selección entre todas
estas causas ya que si alguna hubiese faltado el daño no se habría producido.
Esto se produce mediante la supresión hipotética mental, es decir, si uno elimina ese
hecho y el daño se produce igual quiere decir que no es causa.
Tiene que ser una condición sine qua non.
Las críticas que se le hacen a esta teoría es que es muy amplia, podrían extenderse
las causas hasta el infinito. Pero sus partidarios se defienden señalando que se deben
descartar las causas que son irrelevantes.
b. Teoría de la Causalidad Adecuada: se funda en un criterio de previsibilidad.
Señala que un hecho debe considerarse causa del daño cuando era previsible o
razonable según el curso ordinario y normal de las cosas que ese hecho era apto para
producir el perjuicio.
Aquí no se aplica una supresión hipotética, sino un criterio de previsibilidad.
Es causa si al momento de ejecutar el hecho, el agente estaba en condiciones de
prever el resultado dañoso, todo esto teniendo en consideración el curso ordinario de las
cosas.

Los tribunales muy pocas veces se refieren al vínculo causal, muchas veces lo dan
por establecido o no, pero no señalan en base a que teoría lo hacen. Los pocos fallos que se
han pronunciado sobre ello lo han hecho sobre la base de la teoría de la equivalencia de las
condiciones.
El nexo causal puede interrumpirse y las causales son:
● Caso fortuito,
● Hecho de un tercero, y
● Hecho de la victima.
El art. 2330 atenúa la responsabilidad del autor cuando la victima ha colaborado a la
producción del daño, pero por supuesto no ha sido la causa exclusiva del daño.
En este caso el daño se produjo por culpa o dolo del agente y, además, la victima se
expuso negligentemente al daño, por ello la indemnización no va a ser equivalente al daño
producido.
En el caso que exista pluralidad de agentes, es decir, varios autores y sus acciones
puedan ser consideradas como causas del daño, el art. 2317 inc. 1º establece que son
solidariamente responsables del perjuicio.
El art. 2317 ha sido esgrimido por los partidarios de la teoría de la equivalencia de
las condiciones a su favor. Ellos señalan que el código seguiría esta teoría al hacer
responsable a todos los agentes, porque el artículo no distingue en cuanto al grado de
participación en el delito o cuasidelito.

4. Capacidad:
Como nuestro sistema general de responsabilidad es un sistema subjetivo es lógico
que se le exija al autor capacidad, es decir, que esté en condiciones de darse cuenta de lo
adecuado o pernicioso de su acción.
Al igual que en materia contractual, la regla general es la capacidad, toda persona es
capaz de realizar delito o cuasidelito, salvo aquellos que la ley exceptúe y en este caso la
regla es el art. 2319.
En cuanto a las incapacidades hay que distinguir dos grandes grupos:
a. Dementes: son absolutamente incapaces de cometer delito o cuasidelito.
Puede ser considerado demente jurídicamente aquellos que al momento de ejecutar
el hecho u omisión estén privados totalmente de razón.
Requisitos de la demencia:
 Demencia actual al momento de ejecutar el hecho u omisión.
 Privación de razón debe ser total, que la persona se encuentre absolutamente
impedido de darse cuenta de las consecuencias de sus actos.
 Debe ser involuntaria. No debe ser imputable a la voluntad del sujeto, esto
en relación con el art. 2318 que se refiere a la situación del ebrio.
No debe ser una privación de razón que en su origen sea voluntaria.
La doctrina unánimemente entiende que debe extenderse a cualquier
privación causada por drogas o estupefacientes.
Aquí estamos hablando del que se emborracha o droga voluntariamente, si
intercero lo fuerza podría declararse como falta de voluntad y, por lo tanto sería
inimputable.
Tampoco sería imputable en caso de enfermedad.

b. Menores: hay que distinguir entre:


 Los infantes, que son absolutamente incapaces.
 Los mayores de 7 años y menores de 16, en este caso el código señala que la
imputabilidad va a ser calificada por el juez que conoce de la causa, va a haber
un juicio de discernimiento.
Si lo declara con discernimiento va a ser capaz, y si lo declara sin
discernimiento va a ser incapaz.
 Los mayores de 16 años, son capaces, ya que la capacidad en materia
extracontractual se adquiere a los 16 años y no a los 18 años como en materia
contractual.
Pero la victima no queda totalmente desprotegida ya que el art. 2319 señala que son
responsables de los daños causados por personas incapaces las personas a cuyo cargo estén,
siempre que pueda imputárseles negligencia en el cuidado del incapaz. En la práctica lo
más probable es que ellos tengan que probar su diligencia.
Este artículo hace responsable a las personas a cuyo cargo estén los incapaces, no
necesariamente los padres, curadores, tutores. El código se refiere a una situación de hecho.
Por ejemplo: abuelo paseando con nieto que tira piedra a un auto, responde el abuelo.
El guardián no puede repetir lo que debe pagar como indemnización en los bienes
del incapaz, carece de acción de repetición contra el incapaz, esto se deduce a contrario
sensu del art. 2325. Ello porque en realidad responde de su propia negligencia, no de la del
incapaz.

Presunciones de Culpa
El Código Civil establece una serie de presunciones de culpa que implican que la
carga de la prueba se va a invertir, es decir, el autor del hecho ilícito va a ser quien va a
tener que acreditar que su acción u omisión no fue dolosa o culposa o que concurrió alguna
circunstancia eximente de responsabilidad, como el caso fortuito o el hecho de la victima.
Por lo tanto, en estos casos la victima necesita acreditar el hecho (acción u omisión)
y el daño y se presume la culpa y la relación de causalidad entre la acción dolosa o culposa
y el daño.
Estas presunciones se agrupan en tres grupos:
• Presunciones de culpa por hecho propio.
• Presunciones de culpa por hecho ajeno.
• Presunciones de culpa por hecho de las cosas.

1- Presunción de Culpa por el Hecho Propio:


El primero que planteó la existencia de esta presunción fue Alessandri. Él señala
que el art. 2329 establece una presunción de culpa en la ejecución del hecho u omisión
propia. El autor señala que este art. Establece una presunción general de culpabilidad en
todos los casos en que por la naturaleza de la acción o de la omisión el hecho mismo denota
malicia o negligencia por parte del autor.
Él se basa principalmente en:
 La ubicación de la norma, que se encuentra a continuación de una serie de
presunciones de culpa que sería la regla general de esa serie de presunciones. Dice
que lo que ocurre en los casos anteriores también ocurre en este artículo.
 Todos los ejemplos de la norma son hechos demostrativos de culpa por si solos.
Basta la ejecución del hecho o la omisión para presumir la negligencia o el dolo de
la persona.
 Si no se le da esta interpretación a esta norma, este artículo sería una simple
repetición del art. 2314, sería una disposición inútil.
La doctrina posterior está de acuerdo en que hay una presunción de culpa por el
hecho propio.
Por lo tanto se debe probar por quien ejecutó el hecho que no hay dolo o culpa.
Los ejemplos del artículo son sólo eso, no hay una enumeración taxativa. Se va a
tener que examinar casuísticamente para ver si es posible o no presumir la culpa o dolo del
agente.

2- Presunciones de Culpabilidad por el Hecho Ajeno:


Están establecidas en los arts. 2320 a 2322.
La regla general es que no se responda por el hecho ajeno, sino que sólo se responda
por el hecho propio, así lo establece el art. 2316.
La regla general de la responsabilidad por el hecho ajeno la establece el art. 2320
inc. 1º. Esta regla es de carácter general, o sea siempre que se tenga bajo cuidado o
subordinación a otra persona, ya sea en virtud de ley, de contrato o una situación de hecho,
se responde por el hecho de esas otras personas.
Aquí en estricto rigor se les hace responder porque han incumplido la obligación de
cuidado que tenían respecto de aquellas personas, por lo tanto, en estricto rigor están
respondiendo por un hecho propio y no ajeno, pero se denomina responsabilidad por el
hecho ajeno porque esta infracción en el cuidado es la causa mediata del daño, la causa
inmediata es el hecho del dependiente.

Requisitos:
a. Que exista un vínculo de dependencia o subordinación entre ambas personas. O
sea debe haber una relación de autoridad por una parte y de obediencia por otra, aunque
sólo sea teórica.
Este vínculo puede provenir de la ley, del contrato o de una situación de hecho.
b. Este vínculo de dependencia o subordinación debe ser de Derecho Privado, esto
contrapuesto a Derecho Público, porque si se trata de un vínculo de derecho Público hay
normas especiales y no se aplican las normas del Código Civil, sino tan sólo
subsidiariamente.
c. Ambas partes deben ser capaces de delito o cuasidelito civil. Si el subordinado
es incapaz se aplica el art. 2319.
Esta distinción tiene importancia porque de acuerdo al art. 2319 tiene que probarse
negligencia de quien tiene al cuidado al tercero. En cambio, en el 2320 se presume la culpa
de éste.
d. Se requiere que el subordinado haya cometido un delito o cuasidelito. Respecto
del subordinado deben concurrir todos los elementos para que se configure la
responsabilidad extracontractual, o sea daño, hecho ilícito culpable o doloso, relación de
causalidad y capacidad.
Respecto de él no se presume la culpa, se debe probar, se presume la culpa del que
lo tenía a su cuidado.

Si concurren estos requisitos se presume la culpa de la persona civilmente


responsable y la relación de causalidad entre hecho culposo y el daño.
Esta presunción es simplemente legal, el inciso final del art. 2320 así lo establece. Si
con el cuidado no pudiera evitar que ocurra el hecho se le va a eximir de responsabilidad.
Ello con la excepción del art. 2321 que establece una presunción de Derecho.
La persona civilmente responsable tiene derecho a repetir lo que tuvo que pagar por
el hecho o culpa de su subordinado, esto lo expresa el art. 2325, pero si el subordinado
actuó en virtud de una orden del superior no tiene éste derecho a repetición.
Algunos casos de responsabilidad por el hecho ajeno son:
 Responsabilidad de los padres respecto de los hijos. Art. 2320 inc. 2º, este caso
está establecido a modo ejemplar en este artículo.
Requisitos:
• Que el hijo sea menor de 18 años, relacionándolo con las reglas de la
capacidad, entre los 16 y 18 años sin duda el padre responde, y entre 7 y 16 años
si es declarado con discernimiento responde el padre, pero si es declarado sin
discernimiento corresponde aplicar el art. 2319.
• Que el hijo viva en la misma casa.
Estos dos requisitos son copulativos.
Se debe recordar el art. 2321, ya que aquí la situación es diferente, siempre van
a responder por él, aún cuando no viva en la misma casa.
 Responsabilidad de los tutores o curadores. Inc. 3º del art. 2320, esta norma
exige que estén bajo su cuidado personal, aquí no importa la edad siempre que sea capaz.
 Responsabilidad de los directores o jefes de establecimientos educacionales. Inc.
4º, esta norma es bastante particular porque los hace responsables del hecho de los alumnos
que haya sido cometido en el periodo en que estas personas se encuentren a su cargo
(realizando alguna actividad lectiva o extraprogramática, pero dentro de las actividades del
establecimiento).
Aquí lo importante es que sean alumnos, no importa su edad, salvo que sean
incapaces porque aquí se requiere capacidad.
Se debe tener en cuenta que el subordinado es siempre responsable, lo que pasa
es que hay otro responsable más.
 Responsabilidad de los artesanos y de los empresarios respecto de los hechos de
sus aprendices o dependientes. Esto es perfectamente aplicable hoy día entre el empresario
y el trabajador.
 Responsabilidad de los amos respecto de sus criados o sirvientes.

En cuanto a la responsabilidad del empresario además de las normas del Código


Civil hay una serie de normas especiales que lo hacen responsable por el hecho de sus
trabajadores. Por ejemplo:
 Art. 886 C.Com, que habla de la responsabilidad del empresario naviero.
 Art. 162 C. Aeronáutico, hace responsable al explotador de la nave por los
daños a las personas o a las cosas imputables al piloto de la misma.
 Art. 69 letra b) de la Ley sobre Accidentes del Trabajo (Ley 16.744), hace
responsable al empresario por los accidentes o enfermedades que sufran todos
aquellos a que el accidente cause daño.
Las victimas pueden demandar al empresario o a los terceros causantes del
accidente por los daños.
Esto hay que relacionarlo con una norma del Código del Trabajo que hace
responsable al empresario de las obligaciones provisionales y laborales de los
contratistas.

3- Responsabilidad por el Hecho de las Cosas:


El Código Civil no establece un régimen general como hace con la responsabilidad
por el hecho ajeno.
El código regula tres casos específicos:
• Ruina de un edificio.
• Cosa que cae o se arroja.
• Los animales.

a. Ruina de un Edificio: arts. 2323 y 2324.


El art. 2323 se aplica a terceros, a aquellos que no están ligados con el dueño por un
vínculo contractual, por ejemplo: arrendamiento, usufructo, porque en ese caso se
aplicarían las normas de la responsabilidad contractual.
También se excluye por expresa mención de la ley a los vecinos, a aquellos que
habitan o tienen su domicilio en las proximidades del edificio. Para que los vecinos sean
indemnizados por la caída de un edificio deben haber hecho previamente la denuncia de
obra ruinosa, que está regulada en el art. 934.
El tercero puede ser incluso alguien que entre al edificio en contra de la voluntad del
dueño.

Requisitos:
 Que se trate de un edificio. Se entiende por éste, en general, toda obra o
construcción hecha por el hombre mediante la unión de materiales y que adhiere
permanentemente al suelo.
Es más bien una edificación, por ejemplo: casa, torre de departamento, bodegas,
almacenes, etc. Esto porque la edificación podría no tener destino habitacional, así lo ha
interpretado la jurisprudencia.
 Que el daño se produzca por la ruina del edificio.
Según el Diccionario de la RAE, una de las acepciones de ruina es: acción de caer o
destruirse una cosa.
El daño debe producirse o debe tener su origen en los materiales que están
incorporados en el edificio.
Entonces no seria aplicable si es que los materiales tienen un papel pasivo en la
producción del daño. Como si por algún defecto de construcción alguien se cae. Aquí no
hay una ruina en el edificio.
Por ejemplo: si hay un hoyo en el edificio y no está bien señalado o no está bien
iluminado y la persona se cae. No se aplica esta norma porque no hay ruina.
Ahora bien, si ese hoyo está tapado y la persona lo pisa y se cae ahí si se aplica.
 El dueño debe haber omitido las necesarias reparaciones o haber faltado de
alguna otra manera al cuidado de un buen padre de familia

Aquí el responsable es el dueño actual del edificio, aunque lo haya comprado ayer o
aunque sea otra persona quien haya tenido que efectuar las reparaciones.
Obviamente el dueño tiene acción de repetición contra quien este obligado a las
reparaciones.
Si hay varios dueños, el artículo establece una excepción al artículo 2317, cada uno
responde a prorrata de sus cuotas de dominio.
En un edificio de departamentos cada dueño va ser responsable por lo que le
corresponda a su propiedad exclusiva y todos van a ser responsable a prorrata en los lugares
de propiedad común.

Si la ruina proviene de un defecto o vicio en la construcción se aplica el artículo


2324 que se remite al art. 2003 regla 3ª, el cual hace una referencia al art. 2000 inc. Final.
Además de las reglas mencionadas en estos artículos se debe complementar con las
disposiciones de la Ley General de Urbanismo y Construcción, que hace solidariamente
responsables al constructor y al arquitecto.

b. Responsabilidad por la cosa que cae o se arroja de la parte superior de un


edificio: artículo 2328.
Caso del macetero que se cae, por ejemplo.
Debe tratarse de una cosa que cae o se arroja desde lo alto de un edificio. Alessandri
dice que podría ser incluso desde el primer piso.
También hay excepción a las normas del art. 2317 porque la indemnización se
divide entre todos los que viven en esa parte del edificio salvo que se pueda determinar
quien botó o arrojó la cosa.
En el inciso segundo se establece uno de los pocos casos en el código de acción
popular, es decir, que cualquiera puede ejercerla.

c. Responsabilidad por el hecho de los animales: artículos 2326 y 2327.


¿A qué animales se refiere el art. 2326? Este artículo incluye todo tipo de animales,
es decir, los que de acuerdo a la clasificación del art. 608 se conocen como domésticos y
los domesticados.
Lo importante es que se hallen bajo el dominio de alguna persona, que alguien sea
su dueño.
Por lo tanto, no se aplica a los animales bravíos o salvajes mientras permanezcan en
su calidad de res nullius (cosa que no pertenece a nadie).
Dentro de estos se aplica a los animales fieros que reportan utilidad para la guarda o
servicio de un predio. Esto en relación al art. 2327, que se aplica sólo en el caso de los
animales fieros que no reportan utilidad para la guarda o servicio de un predio.
Es importante hacer la distinción porque el art. 2317 establece un caso de
responsabilidad objetiva del que tenga la posesión del animal.
En cambio, en el art. 2326 la culpa se presume, pero admite prueba en contrario, a
diferencia del art. 2327 en que no se admite, siempre responde.
El animal fiero es un concepto diferente a los del art. 608, el término se refiere a un
animal feroz o peligroso, por lo que, por ejemplo, un perro entrenado para matar es un
animal fiero.
Hay tres categorías de personas que responden por estos animales:
• El dueño,
• El que se sirve del animal, y
• El que lo tenga.
Los dos primeros responden en el caso del art. 2326 y el tercero en el caso del art.
2327.
El dueño es el primer responsable por los daños causado por el animal, ya que se
supone y tiene la obligación de cuidarlo y vigilarlo para que no cause daños a terceros.
El dueño va a responder aún cuando le haya encargado el cuidado a un
dependiente y también responde si el animal se ha soltado o extraviado, ya sea por un
hecho suyo o de sus dependientes.
El dueño no responde si hay otra persona que se sirva del animal, por que en ese
caso esa persona es la responsable. Aquí basta que se sirva del animal y puede ser a
cualquier titulo incluso, contra la voluntad del dueño. Por ejemplo: el que se robo el animal
responde por el daño que causó el animal.
Es el caso típico el contrato de mediería.
Para que esta persona sea responsable tiene que servirse de él, es decir, tiene que
utilizarlo, por lo tanto, el que tiene un animal bajo su cuidado pero sin usarlo para su
beneficio no responde por el hecho del animal, sino que el dueño es quien responde.

Según el art. 2327 responde quien tenga el animal, o sea aquel en cuyo poder este en
el momento que se cause el daño.
Basta que lo tenga materialmente, no importa que no sea el dueño, ni que no se sirva
de él. Esto hay que relacionarlo con lo que se dijo acerca de los animales fieros, ya que sólo
se aplica respecto de ellos. En este caso la responsabilidad es objetiva.
Si el animal es fiero pero es útil para la guarda o servicio del predio se aplica el
artículo anterior. Por ejemplo: caso de animal de circo que causa lesiones a otra persona. Lo
mismo en el caso de animales de un zoológico.

La acción de indemnización de prejuicios.


Cuando se comete un delito o cuasidelito, la victima debe ser indemnizada,
cumpliéndose todos los requisitos la victima tendrá entonces una acción que tiene por
objeto lograr la reparación total de los perjuicios sufridos. Lo normal es que se traduzca en
una indemnizaron pecuniaria, pero las partes pueden llegar a convenir que se repare el daño
de otra forma.
Esta acción nace en el momento en que se comete el delito o cuasidelito, por ello es
que de acuerdo al art. 2332 C.C. prescribe en el plazo de cuatro años contados desde la
perpetración del acto, desde ahí nace la acción.

1. Sujeto Activo: hay que distinguir entre daño en las cosas y en las personas.
a) Daños en las cosas: existe una norma especifica en el articulo 2315 C.C.
donde se enumeran titulares de forma no taxativa. De acuerdo al tenor de la
norma no solo el dueño de la cosa puede tener la acción, sino que también se
admiten otros títulos.
Por ejemplo: incendio de una casa que estaba dada en usufructo a otra
persona. Aquí puede pedir la indemnización por su derecho de usufructo (dado
que tiene el uso y goce de la cosa).
El C.C. recoge la pluralidad de partes y luego de acción. En este caso
emanan dos acciones del mismo hecho en forma directa.

b) Daño en las personas: no hay norma expresa al


respecto, por lo que hay que aplicar los principios generales y podrá pedir la
indemnización la victima directa que ha sufrido el daño y los determinados
perjudicados.
Por ejemplo: en el caso de daños corporales o materiales en contra las
personas, podrá demandar el lesionado propiamente tal, pero también los demás
perjudicados, es decir, a quien este daño material en otra persona ha causado
perjuicio, como, por ejemplo, quien pago los daños médicos, si la victima era el
sustento de la familia, por lo que ella ha dejado percibir.
Si llegamos al daño moral tenemos en:
1 Lugar la victima, quien ha sido directamente lesionado por el hecho.
2 Lugar también a los de mas perjudicados, pero el problema se presenta aquí
para determinar quienes serán ellos, ya que dejar la norma así sería extenderla
absurdamente, ya que por variadas razones mucha gente puede sentirse afectada.
La doctrina dice que debe tratarse de un “dolor efectivamente profundo y
verdadero”, lo que tampoco ayuda mucho, pero se debe analizar cada caso en el
hecho concreto, lo más presumible es que contra más cercanía familiar es más
acertado otorgarla.

Existen también algunos casos de acción popular, es decir, que la puede ejercer
cualquier persona. Entre las que encontramos el art. 2328 inc. Segundo y la del art. 2333.

2. Sujeto Pasivo: de acuerdo al art. 2316 será obligado:


i. El autor del daño, y si son varios
responden solidariamente (articulo 2317), con las excepciones ya vistas.
ii. Los herederos de los anteriores, lo cual
es lógico por que los suceden en todos sus derechos y obligaciones.
iii. Según el inciso segundo, también se
puede dirigir contra aquellos que se benefician del dolo ajeno, pero sólo
hasta la concurrencia de este beneficio.
iv. Finalmente surgen los terceros
civilmente responsables, como los del artículo 2319 (incapaz) y aquellos
casos de responsabilidad por el hecho ajeno.

3. Características:
a. Es personal, es decir, sólo se
puede dirigir en contra de algunas de las personas obligadas.
b. Es patrimonial, por lo tanto:
 Es renunciable, podrá incluso hacerse en aquellos casos en que se
produce con demanda, si es posterior.
 Es prescriptible, cuatro años desde el acto.
 Es transferible por acto entre vivos.
 Es transmisible, es decir, también se paga por sucesión por causa de
muerte. Pero aquí hay que distinguir:
• Si es daño en las cosas no hay problema, el dueño transmite.
• Pero, en el daño en las personas sólo se pueden transmitir aquellas
acciones que al momento del fallecimiento estaban en poder del causante
(en su patrimonio). Por ello habrá que determinar: si la victima falleció
coetáneamente al delito o cuasidelito no incorporara ninguna acción a su
patrimonio, por lo tanto, no transmite ninguna acción (su acción no la
transmite, pero los otros perjudicados la seguirán teniendo por los
perjuicios que a ellos se le ocasionaron). A su vez, si no fallece
inmediatamente por el hecho, alcanza a incorporarla en el patrimonio y
los herederos tendrán dos acciones si es que también han resultado
dañados.

4. Extensión de la Reparación:
Rige como principio general la reparación integral del daño, es decir, se debe
indemnizar todo el daño producido a la victima y por otra parte ello no puede significar un
lucro para ella.
El problema se encuentra en determinar la cuantía en el daño moral, que de todas
formas es indemnizable.
La única excepción a esta reparación la encontramos en el articulo 2330 C.C.

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