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SELECCIÓN DE POEMAS VANGUARDISTAS

ULTRAÍSMO

DOMINGO
NOCHE
Los campanarios
con las alas abiertas Todas las fraguas
bajo el cielo combado vertieron sus cenizas sobre el cielo.
El último incendio está apagado.
En los cristales
Todos los bomberos de servicio
hay bandadas de luz
pasan la revista en los teatros.
Y coplas anidadas en los árboles Los perros policías
riegan con extintores genitales
Las veinticuatro horas
las esquinas aún tibias
cogidas de la mano
del fuego de la tarde.
bailan en medio de la plaza
La última cúpula arde en la luna:
Y el sol alborozado voltea la mañana ¡pero esas llamas son puntas de cigarro!
¡La ciudad está asegurada!
Pedro Garfias: El ala del sur, 1926 ¡Humos azules por todas partes!
Todas las casas ardieron:
¡mas se han salvado todas las hamacas!
En los transparentes de los diarios:
PRIMAVERA -Incendio incausó víctimas-
¡pero todos los hombres
Primavera han perdido la vista!
las flores pulsan sus cuerdas
Juan Las en Grecia 1919
Y los niños
ruedan las horas
AVIONES
como aros
(Les avions ont toujours les ailes deployées )
La primavera ha volcado sus canjilones (sic)
y han saltado las venas de los árboles Los aviones tienen siempre
desplegadas las alas.
árbol caja de música
Posados sobre la tierra
El corazón del mundo ha perdido el compás
guardan la actitud de su vuelo.
Pedro Garfias: El ala del sur, 1926 Peces voladores
en la piscina celeste
rizan el rizo en espirales
mejor que pájaros.
AMANECER
El aviador rige su nave
sentado en su trapecio movible
Infladas las mejillas
hacia los cuatro puntos cardinales.
soplaba el viento en la llamita azul
de la mañana Alas sin plumas
veloces en el éxtasis dinámico,
Por la llanura
al girar de la hélice,
navegaban
atraviesan las ráfagas del viento
las colinas
volando afirmativas.
Y los árboles prófugos
Después en el hangar
volaban encendidos como globos
los aviones que tornaron
Sonreía duermen sobre sus piernas y descansan.
el cascabel del alba
Ánsares blancos, grises o amarillos
Enredada en la luz con los colores nacionales sobre el pecho,
una estrella gemía se alojan en sus jaulas.
rezagada
En el aeródromo está el palomar
y las casetas para los ánades
Pedro Garfias: El ala del sur, 1926
cuando dejan el agua
después de aterrizar.
Rafael Lasso de la Vega en Grecia, 1919 SURREALISMO
CREACIONISMO
NACIMIENTO DE CRISTO
ÁNGELUS
Un pastor pide teta por la nieve que ondula
blancos perros tendidos entre linternas sordas.
Sentado en el columpio El Cristito de barro se ha partido los dedos
el ángelus dormita en los tilos eternos de la madera rota.
Enmudecen los astros y los frutos ¡Ya vienen las hormigas y los pies ateridos!
Dos hilillos de sangre quiebran el cielo duro.
Y los hombres heridos Los vientres del demonio resuenan por los valles
pasean sus surtidores golpes y resonancias de carne de molusco.
como delfines líricos Lobos y sapos cantan en las hogueras verdes
coronadas por vivos hormigueros del alba.
Otros más agobiados La luna tiene un sueño de grandes abanicos
con los ríos al hombro y el toro sueña un toro de agujeros y de agua.
peregrinan sin llamar en las posadas El niño llora y mira con un tres en la frente,
San José ve en el heno tres espinas de bronce.
L a vid a e s u n ú n ico ve rso in t e rmin ab le Los pañales exhalan un rumor de desierto
con cítaras sin cuerdas y degolladas voces.
Nadie llegó a su fin La nieve de Manhattan empuja los anuncios
Nadie sabe que el cielo es un jardín y lleva gracia pura por las falsas ojivas.
Sacerdotes idiotas y querubes de pluma
Olvido van detrás de Lutero por las altas esquinas.

El ángelus ha fallecido Federico García Lorca Poeta en Nueva York (1929-1930)


Con la guadaña ensangrentada
Un segador cantando se alejaba NIÑA AHOGADA EN EL POZO (GRANADA Y NEWBURG)

Gerardo Diego Imagen (1922) Las estatuas sufren por los ojos con la oscuridad de los
ataúdes,
ESTÉTICA pero sufren mucho más por el agua que no desemboca.
Que no desemboca.
Estribillo Estribillo Estribillo El pueblo corría por las almenas rompiendo las cañas de los
El canto más perfecto es el canto del grillo pescadores.
¡Pronto! ¡Los bordes! ¡Deprisa! Y croaban las estrellas
Paso a paso tiernas.
Se asciende hasta el Parnaso ...que no desemboca.
Yo no quiero las alas de Pegaso Tranquila en mi recuerdo, astro, círculo, meta,
Dejadme auscultar lloras por las orillas de un ojo de caballo.
El friso sonoro que fluye de la fuente ...que no desemboca.
Pero nadie en lo oscuro podrá darte distancias,
Los palillos de mis dedos sin afilado límite, porvenir de diamante,
Repiquetean ritmos ritmos ritmos ...que no desemboca.
En el tamboril del cerebro Mientras la gente busca silencios de almohada
Estribillo Estribillo Estribillo tú lates para siempre definida en tu anillo,
El canto más perfecto es el canto del grillo ...que no desemboca.
Eterna en los finales de unas ondas que aceptan
combate de raíces y soledad prevista,
Gerardo Diego Imagen (1922) ...que no desemboca.
¡Ya vienen por las rampas! ¡Levántate del agua!
¡Cada punto de luz te dará una cadena!
...que no desemboca.
Pero el pozo te alarga manecitas de musgo.
insospechada ondina de su casta ignorancia,
...que no desemboca.
No, que no desemboca. Agua fija en un punto,
respirando con todos sus violines sin cuerdas
en la escala de las heridas y los edificios deshabitados.
¡Agua que no desemboca!

Federico García Lorca Poeta en Nueva York (1929-1930)


FUTURISMO bien medida, la tuya,
justa: doce caballos.
UNDERWOOD GIRLS
Pedro Salinas Presagios (1923)
Quietas, dormidas están, 35 BUJÍAS
las treinta, redondas, blancas.
Entre todas Sí, cuando quiera yo
sostienen el mundo. la soltaré. Está presa
Míralas, aquí en su sueño, aquí arriba, invisible.
como nubes, Yo la veo en su claro
redondas, blancas, y dentro castillo de cristal, y la vigilan
destinos de trueno y rayo, -cien mil lanzas- los rayos
destinos de lluvia lenta, -cien mil rayos- del sol. Pero de noche,
de nieve, de viento, signos. cerradas las ventanas
Despiértalas, para que no la vean
con contactos saltarines -guiñadoras espías- las estrellas,
de dedos rápidos, leves, la soltaré (Apretar un botón.).
como a músicas antiguas. Caerá toda de arriba
Ellas suenan otra música: a besarme, a envolverme
fantasías de metal de bendición, de claro, de amor, pura.
valses duros, al dictado. En el cuarto ella y yo no más, amantes
Que se alcen desde siglos eternos, ella mi iluminadora
todas iguales, distintas musa dócil en contra
como las olas del mar de secretos en masa de la noche
y una gran alma secreta. -afuera-
Que se crean que es la carta, descifraremos formas leves, signos,
la fórmula, como siempre. perseguidos en mares de blancura
Tú alócate por mí, por ella, artificial princesa,
bien los dedos, y las amada eléctrica.
raptas y las lanzas,
a las treinta, eternas ninfas Pedro Salinas Presagios (1923)
contra el gran mundo vacío,
blanco en blanco.
Por fin a la hazaña pura,
sin palabras, sin sentido,
ese, zeda, jota, i...
DADAÍSMO
Pedro Salinas Presagios (1923)
La niña llama a su padre:
"Tatá, dadá".
Navacerrada, abril La niña llama a su madre:
Los dos solos. ¡Qué bien "Tatá, dadá".
aquí, en el puerto, altos! Al ver las sopas,
Vencido verde, triunfo la niña dijo:
de los dos, al venir "Tatá, dadá".
queda un paisaje atrás: Igual al ir en tren,
otro enfrente, esperándonos. cuando vio la verde montaña
Parar aquí un minuto. y el fino mar.
- Sus tres banderas blancas "Todo lo confunde", dijo
soledad, nieve, altura- su madre. Y era verdad.
agita la mañana. Porque cuando yo la oía
Se rinde, se me rinde. decir: "Tatá, dadá",
Ya su silencio es mío: veía la bola del mundo
posesión de un minuto. rodar, rodar,
Y de pronto mi mano el mundo todo una bola,
que te oprime, y tú, yo, y en ella papá, mamá,
aventura de arranque el mar, las montañas, todo
eléctrico- rompemos hecho una bola confusa;
el cristal de las doce, el mundo: "Tatá, dadá".
a correr por un mundo
de asfalto y selva virgen. Pedro Salinas
Alma mía en la tuya
mecánica; mi fuerza,

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