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Instituto de Formación de Educadores de jóvenes, Adolescentes y Niños
Trabajadores para América Latina y el Caribe - IFEJANT «Mons. German Schmitz»
San Felipe 1048
Lima 34 – Perú
Telefax: 479773
Fax: 772769
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CONTENIDO
Presentación 7
Objetivos 11
Introducción 13
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5. Estado - Democracia - Ciudadanía 69
6. Retos y desafíos que plantea la crisis del modelo
de desarrollo 76
Síntesis
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Lecturas complementarias
Bibliografía 167
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PRESENTACIÓN
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los procesos de organización juvenil e infantil a nivel de nuestros países y de la
Región.
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“ Podrán cortar todas las flores,
pero no podrán detener la primavera .”
PABLO NERUDA
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OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Unidad 1: Asegurar una información básica de los cambios que se vienen dando
en el contexto mundial hoy, para ubicar su impacto en los procesos
socioeconómicos de la Región.
Unidad 2: Conocer los modelos de desarrollo puestos en práctica en la Región
para lograr una visión crítica y recoger retos y desafíos de nuevas
propuestas y estrategias de solución a los graves problemas que aquejan
a nuestras sociedades.
Unidad 3: Comprender y analizar el impacto de la crisis, de los ajustes
estructurales en la situación de los jóvenes y niños de la Región.
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INTRODUCCIÓN
Este módulo intenta señalar algunos elementos que nos permitirán ubicarnos en el
contexto internacional y latinoamericano, marcado por la crisis económica y la
transición a la democracia en la mayoría de nuestros países. Es importante y necesario
conocer de estos temas para darle sentido y marco mayor al trabajo de promoción
con los niños, adolescentes y jóvenes, porque su realidad y su vida cotidiana no son
un mundo aparte, ni escapan de los procesos sociales globales.
La realidad a nivel macro no puede ser algo ni lejano ni extraño a nuestra vida
cotidiana y nuestros proyectos de vida colectiva y. personal. Es obligación nuestra
indagar, preguntar, estudiar, profundizar sobre todo aquello que nos interpela el
conocimiento, la vida cotidiana.
Nos falta aún mucho por construir; sin embargo, no por ello podemos pasar por
alto sucesos y realizaciones que se vienen dando en el entorno en que vivimos. Los
niños, adolescentes y jóvenes de los sectores populares de nuestra Región son actores
que esperan no sólo palabras sino oportunidades. Para ello requieren un mínimo de
organización, y hacia ello deben confluir decisiones y acciones. Esto implica definir
campos, identificar prácticas históricas que, partiendo de lo cotidiano, tengan su
correlato en los denominados macro procesos. La acción colectiva y la recuperación
del imaginario colectivo son la esencia que sustenta a los sujetos sociales y actores
políticos.
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veces no nos ubicamos en dichos procesos de forma suficientemente crítica. Todo
análisis de la realidad exige sensibilidad social y política, así como el uso de
instrumentos confiables.
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UNIDAD 1
CONTEXTO
INTERNACIONAL
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− Revolución tecnológica: avance de la tecnología en forma acelerada en los
países desarrollados.
− Predominio del pensamiento liberal en su versión neoliberal. - La constitución
de un nuevo orden internacional, concentrador del poder y los recursos.
− En la actualidad, como ya se señaló, se perfilan tres bloques principales: el que
forman Estados Unidos, México y Canadá, liderado por Estados Unidos y con
la perspectiva de incorporar a otros países de América Latina; el europeo,
encabezado por Alemania e integrado por los países de la Unión Europea que
se ampliaría con la Asociación Europea de Libre Comercio, a la que podrían
incorporarse las economías de Europa Oriental, así como las de la antigua
Unión Soviética; y el asiático, liderado por el Japón y compuesto por Singapur,
Taiwán y Corea del Sur. Estamos aún muy cerca de acontecimientos que no
permiten prever si el péndulo volverá a moverse hacia la dirección opuesta.
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En el Tercer Mundo las economías están agobiadas aún por la crisis de la deuda y las
políticas de ajuste; se han abandonado antiguas estrategias de desarrollo de corte
proteccionista, y se ha instalado claramente una apertura hacia el exterior.
El conjunto de la estructura del poder a escala mundial está en crisis de largo plazo,
no sólo por el tiempo que va a durar sino por la propia naturaleza de la misma.
Tenemos ante nosotros a un nuevo capitalismo, resultado de la crisis de los 70; es un
capitalismo «más agresivo y salvaje». Se ha dado paso a un sistema económico
globalizado cuya regulación está a cargo de los países hegemónicos hoy: Estados
Unidos, Alemania y Japón. Este nuevo orden es cada vez más asimétrico y
concentrador de riquezas, lo que agrava aún más la polarización entre países ricos y
pobres (Arroyo 1993).
«El Grupo de los 7 y el capitalismo central, con unos 800 millones de habitantes,
controlan y hegemonizan más poder económico, tecnológico, informativo y militar
que el resto de los aproximadamente 4.000 millones de personas que viven en Asia,
África, Europa Oriental y América Latina, donde también una exclusiva minoría
participa de las relaciones y estándar de vida del Norte.» (Gorostiaga 1991)
En la década pasada los países del Sur han reducido su participación del PBI mundial
del 23 al 19%; la inversión extranjera también bajó: de 25,2% a 16,9%. Esto debemos
interpretarlo como el fracaso de los modelos de desarrollo capitalista, que se evidencia
además en el deterioro de la calidad de vida de la mayoría de las poblaciones, aunque
intentan así consolidarse mediante un sistema económico globalizado.
1
Ver revista Comercio Exterior, Vol. 44, N° 5, México, mayo de 1994.
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¿Qué es la globalización?
Los aspectos centrales de la actividad económica, social y política de los países están
pasando a ser parte del ámbito mundial. Se intenta globalizar las pautas de consumo,
las culturas y los estilos de vida entre los países. Pero también entre los países del
Norte y del Sur: “
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El orden económico internacional se va cohesionando a partir del influjo de las
ideas liberales y del avance tecnológico en los países desarrollados que no deja espacio
ni campo de acción para el desarrollo de América Latina 2.
Es cierto que dependemos de este orden, pero tampoco hay que esperar que todo
provenga de allí. En efecto: nuestro desafío mayor consiste en buscar nuestras
propias salidas a partir de las propias capacidades de cada país, de su riqueza natural,
humana, cultural y de sus utopías.
Se nos impone una visión liberal del desarrollo cuyo mensaje es que las economías
nacionales deben abrirse a la inversión, al comercio internacional, a los flujos
financieros. Es decir, competencia e interdependencia asimétrica entre empresas y
bloques de naciones. Tenemos los bloques: la Comunidad Europea; Estados Unidos,
Canadá y México; el Japón y los países del Asia. Los beneficios obtenidos a partir de
estos bloques se distribuyen en forma desigual e injusta. Son las empresas y las
finanzas trasnacionales las que marcan los rumbos de la economía mundial; sus
planteamientos vienen del grupo de los siete países industrializados, sobre todo de los
tres grandes antes mencionados.
2 Sin embargo, el ordenamiento que está surgiendo dista mucho del nuevo orden
económico internacional, reivindicado por la Región hace apenas quince años
(Resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas 3201 [S-MI y3202 [S-
VI] y la Resolución 3281 [XXIX]), pero innegablemente anuncia un nuevo orden, en
contraste con el que rigió entre 1945 y 1980.
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sistemas productivos y de los Estados nacionales. Esto impide que se conformen
auténticos sistemas productivos mundiales. Por ello la globalización no se desarrolla
de manera lineal, sino en un marco de grandes obstáculos que marchan en dirección
contraria. Frente a los factores generadores e impulsores del proceso, se dan contra
tendencias que intensifican el proteccionismo, la cerrazón de las economías e incluso
la fragmentación de los Estados nacionales.
Para superar la crisis económica se han aplicado políticas que han permitido el
surgimiento de un nuevo modelo de desarrollo socioeconómico capitalista con una
lógica hegemónica. Aunque este nuevo modelo es resultado de los proyectos políticos
conservadores para encarar las crisis de las economías centrales y con capacidad de
condicionar el funcionamiento de la economía internacional en el mundo entero
(Alburquerque 1991).
El modelo fordista surgió a partir de los empresarios como una preocupación por
producir y vender más, a través del trabajo en serie, fragmentando las especialidades
de los obreros, es decir, delimitándoles sus tareas. Debían realizar los trabajos más
simples, trabajar y no pensar; así, se les marginó del conocimiento técnico. Se les paga
bien para que puedan comprar y consumir. Reconoce la organización laboral a
condición de que no controlen la producción, vale decir, que sean consumidores mas
no productores. Todo esto reforzado por el capitalismo desde el Estado nacional
dándole un contenido social al mercado.
Con esta tecnología se logrará una producción con bajos costos, se fomentará la
creación, la innovación de los productos; se irá al ritmo de las oportunidades del
mercado con mayor
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sensibilidad; se entrará en competencia a partir de la calidad del producto; y se
realizará el control de calidad del producto desde el principio hasta el final -antes se
hacía sólo al final-, para eliminar así los errores. Aquí ya no hay una división técnica
de los obreros por especialidades, es decir, se eliminan las tareas específicas. Por el
contrario, se exige y se necesita un trabajador con capacidad y conocimiento
avanzado; obreros especialistas en diversas tareas, que trabajen en grupo, y que ese
grupo realice el control de calidad y sea creativo para así incrementar la eficiencia
productiva. Por lo tanto, aprovechará lo mejor posible de la experiencia y
conocimiento de los trabajadores, de los obreros. No sólo una formación tecnológica
para una mejor producción, sino también para asegurar su papel de consumidores.
Esta especialización flexible también hace que cambie la relación entre las empresas.
Esa relación será de subcontratación por actividades, y de mayor vinculación con los
proveedores. Es decir, frente a un pedido las empresas se unirán para atenderlo.
Habrá una empresa principal que subcontratará a otras para que realicen el trabajo
con calidad, acorde con las exigencias de la principal.
Lo que interesa en este modelo es lograr una mayor rentabilidad en las inversiones.
No importa si esto ocasiona exclusión de amplios sectores en la Región y en nuestros
países. Para el Norte, desde hace algunos años, América Latina ya no es rentable. Este
es un ejemplo de cómo se une el poder y el avance de la ciencia, en función del
capital, y cómo la ideología individualista fomenta la competencia del más capaz.
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jóvenes desempleados -también en los países del Norte-, quienes seguirán siendo
excluidos.
Este modelo de desarrollo está produciendo en los países del Norte el incremento
de la pobreza y del número de marginados sociales. Se están creando pobres en los
países ricos. También aparecen problemas que se decían eran de los países
subdesarrollados: en Estados Unidos la violencia, desempleo, drogadicción, abandono
y pobreza crítica van en aumento. En Europa el desempleo, drogadicción, problemas
de alojamiento, entre otros, se agravan. Frente a ello, los países del Sur ven cómo se
recortan sus derechos a la cooperación, a la equidad, a las decisiones de las políticas
económicas nacionales.
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de manera extraordinaria, pues si Estados Unidos ha perdido el liderazgo económico -
en el sector industrial principalmente-, aún conserva la supremacía militar para
determinar el curso de la política mundial.
3. MODELOS DE DESARROLLO
- «Desarrollo es el paso de un tipo de sociedad a otro, lo cual supone que cada uno
de estos tipos sea definido no por un nivel de modernización, sino por un conjunto
de características específicas». El actor principal del desarrollo es la elite dirigente y no
puede ser solamente una clase social. El modo latinoamericano de desarrollo no tiene
principio central, no tiene actor hegemónico; combina pero no integra las diversas
dimensiones y componentes de la acción social. América Latina es un continente de
actores sin acción (Touraine 1989).
- Para Anisur Rahman desarrollo «es aquello que está permanente y silentemente
edificando el Tercer Mundo contemporáneo, aun sin que nos demos cuenta de
ello. Es este debate el que hace que los individuos, gobiernos y comunidades
sean considerados como "subdesarrollados" (o se les obligue a considerarse
como tales) y que se les trate conforme a eso».
- Finalmente, desarrollo es el puente entre el auge de la expansión económica
mundial capitalista y el Tercer Mundo: (Sulmont 1993).
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económicos de los países centrales como el crecimiento económico para combatir la
pobreza, para lograr el progreso y bienestar de la sociedad.
Desarrollo significa algo más que crecimiento, pues no sólo se refiere al dinamismo
de los agregados económicos, sino a su estructura y proyección política y social. Así,
Calcagno nos dice, citando a Wolfe, que el desarrollo «consiste en procesos de
crecimiento y de cambio relacionados sistemáticamente entre sí» y «expresa una
aspiración por una sociedad mejor». De esta manera, se incorporan elementos de
poder político y económico, sociales, tecnológicos, sectoriales y regionales, que
configuran el tipo de sociedad a la que se quiere llegar.
Las políticas de desarrollo puestas en práctica han beneficiado sólo a una minoría,
quedando una mayoría excluida.
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«Este patrón de desarrollo sólo puede sostenerse sobre la base de la extrema
desigualdad, ya que de lo contrario no alcanzarían los recursos mundiales.» (Arroyo
1993)
Como ya se ha visto, en los años 70-73 se produce una crisis del desarrollo, que se
agravó en los 80.
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embargo, se ha cuidado infructuosamente de que las consecuencias del modelo no
sean percibidas directamente: se seguirá reproduciendo pobreza y explotación,
generando dependencia ya no sólo en países, sino en regiones.
Esta caída del muro responde a una serie de medidas anteriores que el gobierno de
Gorbachov fue desarrollando, abandonando la vieja trama política dé transformar la
porción oriental de Alemania en un aliado eficiente desde el punto de vista económi-
co, políticamente viable y militarmente efectivo.
Esta apertura hacia Occidente incluye a los Estados Unidos y Canadá. Allí empieza
la historia que luego «remece» el mundo, la historia, al hombre...
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tantos seres humanos de encontrar solución final a las injusticias y desigualdades que
la economía de mercado generaba sin cesar. En el marxismo, como en tantos otros
socialismos, el sentimiento parece que ha ido por delante de la razón, haciendo pasar
por verdaderas, y en consecuencia buenas, cosas que por lo visto no lo son.
Pero sería absurdo considerar que los últimos acontecimientos han echado por
tierra los ideales más profundos del socialismo. Estos ideales son medularmente
éticos. El principio y fundamento de la ética se halla en la llamada regla de la
universalización, según la cual sólo es bueno aquello que puede ser generalizado al
conjunto de todos los hombres, y que por lo tanto trata a todos con igual
consideración y respeto, reconociéndolos como fines en sí mismos y no como
medios. Del mismo modo como la tradición liberal habría sido muy sensible a la idea
de libertad como principio diferencial de los seres humanos, el socialismo ha hecho
causa propia de la idea de justicia como plataforma común de toda vida
auténticamente humana.
Hoy parece claro que ambos principios son a la vez antagónicos y complementarios.
No debe haber libertad sin justicia, ni esta sin aquella. En la práctica esto suele
hacerse coincidir con el socialismo democrático de corte occidental. El verdadero
socialismo no busca la igualdad entre los hombres de una nación, sino la de todos los
hombres del mundo. El socialismo ha sido siempre vocación planetaria. Y para eso
los actuales sistemas democráticos sirven muy poco.
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Este podría ser un elemento importante en la redefinición de los ideales socialistas.
El fracaso de los socialismos del Este ha ocasionado desorientación y fragmentación
política, por los errores y la falta de autocrítica de los socialismos europeos. El
socialismo en su sentido pleno todavía no se ha realizado.
En un mundo que cambia tan rápido no es posible proclamar triunfos y fin de las
ideologías tan apresuradamente, porque siempre habrá proyectos y utopías. Es decir,
se puede retomar lo caminado bajo nuevos proyectos. Frente al derrumbe de estas
formas de socialismo, los neoliberales han anunciado el mercado como única instancia
capaz de ordenar desde allí la convivencia social. Aseguran que será el mercado el que
regulará las relaciones sociales, superará la pobreza y logrará estabilidad política y
democrática. "El mercado capitalista impulsa una racionalidad instrumental que da a
la sociedad moderna su dinamismo extraordinario» (Lechner 1992).
a. Cultura y globalización
¿Qué entendemos por cultura? $e trata de un concepto que puede ser elaborado
desde diversos acercamientos. Veamos: Es la dimensión total humana. Es creación
social. Es forma de pensar, de sentir. Es tener una visión de la vida y, principalmente,
es el lenguaje. Esto, para algunos.
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Con la globalización, las fronteras culturales tienden a desaparecer. Emerge un solo
mercado. El mundo es cada vez más pequeño, los productos se venden en todo el
mundo -por ejemplo, zapatos hechos en Brasil se compran en Bélgica-, en todos los
idiomas. Por ello se habla de una cultura mundial que emerge, una cultura de
dominación universal que afectará aún más las costumbres, los valores, las formas de
consumo de las mayorías nacionales. Se han incrementado en muchos países,
principalmente en el Norte, los nacionalismos, el fanatismo y fundamentalismo
religioso; ha renacido el racismo -Europa y Estados Unidos contra migrantes; a ello se
aúna la crisis energética, la depredación de los recursos naturales, la contaminación de
los mares, etcétera, que afecta a culturas cuyo centro es la naturaleza.
b. Cultura y modernidad
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Modernidad es uno de los temas centrales de la Edad Moderna, y consiste en la
insistencia o expectativa en que la verdadera sociedad humana todavía no existe, sino
que debe ser creada (Misgeld 1992).
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ha implicado indiferencia por el pasado 4. La orientación hacia el futuro puede
apreciarse en el surgimiento de las ciencias sociales (la sociología y la psicología, por
ejemplo). Un personaje que destaca en este planteamiento es Dewey. Es el teórico de
la orientación de la educación: Consideraba a la educación como una fuerza
innovadora de la sociedad moderna y a la democracia como dependiente del cambio y
de las innovaciones constantes, una adaptación en recuperación permanente frente a
circunstancias permanentemente nuevas 5. La teoría de la modernidad de Habermas
se ha destacado porque expresa con claridad lo que la democracia necesita para
arraigar en la vida diaria y en la comunicación cotidiana. Los argumentos de
Habermas han llegado a ser tan influyentes porque indican, en una variedad de formas
y a través de una cantidad de complejas teorías (sintetizadas en una amplia visión de la
modernidad y de las capacidades de las sociedades modernas para aprender), que el
control técnico sobre las circunstancias de la vida (natural y social) no es igual al
desarrollo de la comunicación práctica entre los miembros de una sociedad (Misgeld
1992).
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En todas las Américas, las antiguas formas de cooperación y de propiedad pública,
o de producción a pequeña escala y de subsistencia, han sido destruidas; no sólo una
vez, sino en repetidas oportunidades. En la actualidad los últimos grupos aislados de
estos modos de organización social están enfrentando una presión creciente, y la
gente más joven se encuentra totalmente expuesta a las demandas y atracciones del
mercado y de una forma de vida que apunta al consumo intensivo.
5
Dewey y Marx son los visionarios de un dinamismo social. Habermas ha heredado y
sintetizado estas dos tradiciones del marxismo y el pragmatismo.
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lealtad definida hacia las poblaciones marginales y oprimidas, lealtad por aquellos que
más sufren y menos poder tienen. Sin embargo, es una lealtad que no invoca
argumentos generales ni principios de razón.
En los países del Hemisferio Norte existe un acelerado cambio en las personas, que
van dejando sus convicciones de lucha social para sumergirse en el consumismo; para
muchos de ellos se acabaron las ideologías y las utopías, se acabaron los proyectos de
cambio social, y viven con indiferencia y con un pesimismo histórico notorio. La
solidaridad y la lucha social de otros años se han reducido. Las relaciones de
cooperación responden a otras reglas de juego, a un nuevo orden que se establece.
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puede exponer los pareceres que reflejen su propia individualidad, tal como lo
puede hacer el otro, todos los otros. Este proceso se hace en conjunto, creando, de
esta forma, un sistema de interrelaciones siempre más fuerte y más complejo y
múltiple. Podemos comprender que como seres humanos estamos conectados los
unos con los otros de manera más significativa de lo que lo estamos a través de la
mera acción estratégica.
El problema mayor de este siglo es el problema del otro, es el encuentro con los
hombres de otras civilizaciones, con la mujer, con el joven, con el niño, asumiéndolo
como mi semejante, aceptando su personalidad cultural, y no como lo ve la
racionalidad del Norte; reconociendo que el otro es el diferente y el inferior. Es difícil
entender que nuestra relación con el otro está basada en el poder, en la manipulación,
en el beneficio individual, en la explotación del otro que es semejante a mí.
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soslayarse: la tecnología de la información, a través de la vía satélite, permite que se
tenga acceso a programas de cualquier parte del mundo, noticias que llegan en forma
inmediata, o la información a través de fax, las computadoras con sistema modem,
etcétera. Además, tenemos la tecnología de la electrónica, la biotecnología, la
biogenética y, en general, la tecnología de punta.
En América Latina hay sectores industriales dedicados a las nuevas tecnologías pero
para generarles riqueza y no para solucionar los problemas sociales.
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La revolución tecnológica plantea una revisión radical de los sistemas educativos a
todos los niveles. Las nuevas generaciones enfrentan el reto de la calificación para el
trabajo bajo estas nuevas coordenadas. ¿Cómo aprovechar las oportunidades que la
tecnología trae? ¿Cómo lograr que la gente, que las organizaciones populares
comprendan y asuman que la tecnología debe estar al servicio de la satisfacción de las
necesidades, al servicio de la solución de los problemas sociales, económicos?
Nos parece importante citar lo que Habermas (1989) plantea en su Prefacio a Teoría
de la acción comunicativa I
6. CRISIS DE PARADIGMAS
El paradigma nos permite saber hacia dónde dirigir nuestra mirada, y distinguir los
diferentes tipos de problemas. Carretón (1991) nos dice:
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«Asistimos a un cambio profundo en el modo de analizar las sociedades y el cambio
social. En el caso de las sociedades en desarrollo, especialmente las latinoamericanas,
y respetando todas las complejidad des y excepciones al respecto, de lo que se trata es
de la superación de un tipo de análisis que veía la sociedad como un sistema
articulado en estructuras (económicas, políticas, sociales, culturales) que se determi-
naban según las leyes universales unas a otras y donde la acción social era de algún
modo la emanación de los "efectos estructurales" de tal sociedad. Se percibía a las
sociedades monolíticamente caracterizadas a partir de un factor determinante (este
podía ser "estructural" como en las vertientes marxistas, o "cultural" como en las
vertientes parsonianas) que definía su carácter y potencialidades. Así las sociedades
eran socialistas o capitalistas, modernas o tradicionales, democráticas, autoritarias o
totalitarias, según cuál fuera el factor determinante que se eligiera. El cambio social se
definía polarmente como el paso de un tipo de sociedad a otra, tratándose de
procesos que estaban ya diseñados en leyes que se inferían ya fuera de experiencias
históricas, ya fuera del carácter determinante del factor estructural preponderante de
la sociedad.»
Y añade:
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para acercarse a ella, antes que postular nuevas teorías o enfoques globalizantes del
desarrollo y el cambio social.
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UNIDAD 2
AMÉRICA LATINA:
¿UN CONTINENTE
POSTERGADO?
Por ello nuestra crisis es reflejo de la crisis del sistema mundial. . Se trata de una crisis
de legitimación, representación y de proyectos. Veamos algunos rasgos característicos.
Pobreza extrema y riqueza extrema se dan con mayor fuerza que en el pasado
inmediato. E120% de la población mundial concentra la riqueza del mundo. En
América Latina la desigualdad en el ingreso es más alta que en los países asiáticos y de
la OCDE 6.
6
OCDE es la sigla de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico, dependencia de Naciones Unidas con sede en París. En los países que
pertenecen a la OCDE e120% más rico tiene en promedio un ingreso seis veces
mayor que e120% más pobre. En Asia la diferencia es de siete veces, y en América
Latina de diecinueve veces. En el caso del Perú es de 32, y en el Brasil de 26.
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En 1980 el porcentaje de pobres en América Latina creció en 39%. En
Centroamérica e180% de la población se encontraba, en ese mismo año, por debajo
de los niveles de pobreza.
«La crisis marcó, por lo tanto, una transferencia de ingresos desde los grupos más
pobres a los más acomodados y desde América Latina hacia el mundo desarrollado.»
El impacto de esta crisis se refleja en el creciente sector informal, en los grupos
étnicos, en los trabajadores urbanos y rurales, en el aumento del desempleo, en la falta
de oportunidades para los jóvenes, etcétera.
Los años 90 están signados, en lo político, por un retorno casi total a regímenes
constitucionales; en lo económico y social, por una obsecuente aceptación y puntual
ejecución de las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) a costa de
sacrificar políticas y programas de compensación social ante la explosión de la
pobreza y sus secuelas en la salud y en el empleo principalmente. b. La crisis de los
socialismos y su impacto en la región
Los proyectos socialistas en la Región han sido seriamente afectados por la crisis de
las experiencias europeas y de otras regiones. Son las izquierdas partidarias en todos
nuestros países que se han visto arrastradas a escenarios en que la correlación de
fuerzas y de propuestas con respaldo popular no siempre concitan ni confianza ni
voluntad política. En algunos países los procesos de autocrítica por gestiones no
exitosas, o no se han dado con la rigurosidad que exige la nueva situación regional, o
han dado pie a mayor fragmentación o desorientación. En algunos países se busca, no
sin gran fatiga, la rearticulación de las izquierdas. Cuba
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sigue siendo, en la Región, el símbolo de una lucha y búsqueda creativa en medio del
bloqueo más injusto que los Estados Unidos le aplican. La suerte política en el
período de fin de década de países como Brasil, México, Perú, Nicaragua, Haití,
Argentina, El Salvador, reservan a las izquierdas un desafío mayor ante los pueblos de
la Región. Balance particular merecen, en el contexto de las izquierdas de hoy, las
expresiones armadas que se dan en la zona, su significación y viabilidad, su impacto
en las posibilidades de reconstrucción del espacio democrático para los sectores
populares y la sociedad en su conjunto.
c. El neoliberalismo
Los intentos que se han hecho por poner en práctica los principios neoliberales han
modificado la organización social contemporánea. Así, el Estado es el garante del
equilibrio social; el papel de los sindicatos y organizaciones populares se ha reducido
al mínimo; el pueblo debe salir al mercado nacional
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pagando los servicios y el consumo a su valor real; aunque se postula deseable una
democracia moderna, se trata de una nueva manera de dominación de elites distinta a
las dictaduras tradicionales; debilidad del pueblo para reaccionar; aceptación por parte
de las masas y sectores organizados de los programas neoliberales, como algo
inevitable; relación de subordinación, a través del mercado, con los países
hegemónicos; disminución del gasto social; consumismo y producción son los
máximos valores sociales; el pragmatismo se impone desde la vida cotidiana como en
la política económica y las relaciones internacionales; la educación se orienta hacia la
satisfacción del mercado de trabajo y a la producción privada; se privilegia el avance
hacia una homogeneización cultural, desconociendo las culturas y nacionalidades
particulares.
Por ello, esta «Iniciativa para las Américas» (o Iniciativa Bush, como también se le
llama) puede interpretarse como una respuesta política de los Estados Unidos a una
necesidad económica y estratégica para hacerle frente de manera creativa a las
profundas transformaciones del entorno internacional, a la tendencia a la
conformación de «nuevos» bloques regionales, a la distensión ideológica y a la
desactivación de la guerra fría. La Iniciativa
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constituye el primer planteamiento integral sobre las relaciones hemisféricas realizado
por Estados Unidos desde la Alianza para el Progreso. Esta «enfatizaba reformas
como resultado de la ejecución de los proyectos financiados con sus recursos... (para
de tal forma) facilitar la modernización social y económica» (Basombrío 1991). La
Iniciativa, en cambio, «pone énfasis sobre el fenómeno del comercio y la inversión
directa, en lugar de en el otorgamiento de asistencia financiera oficial» (CEPAL).
d. El endeudamiento
Aquí nos vamos a referir al caso peruano, en el que, más allá de particularidades,
podrá reconocerse un proceso que se repitió en muchos países de la Región.
Ugarteche (en FONDAD 1989) nos dice:
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inversiones públicas y endeudamiento militar derivado de la posibilidad de una guerra
con Chile, en ese entonces gobernado por Pinochet.
En 1975 hubo cambio de gobierno militar. Perú entró en crisis de pagos de deuda
en diciembre de 1976, al mismo tiempo que se militarizó la política económica y
financiera del país y se incrementó el endeudamiento por defensa hasta alcanzar las
tres cuartas partes de los créditos obtenidos. Los resultados fueron desastrosos. Entre
1977 y 1978, los cuatro países con crisis de endeudamiento fueron Jamaica, Turquía,
Zaire y Perú (FONDAD 1989).
La historia de la deuda peruana hace evidente que la crisis económica es más larga y
dramática que en otros países latinoamericanos, excepción hecha de Jamaica.
En 1985 Alan García, al frente del Partido Aprista, ganó las elecciones generales. Ya
en el poder, García dispuso que el Perú pagaría, por concepto de deuda, el 10% del
valor de sus exportaciones. El criterio financiero para la definición del 10% fue la
transferencia neta de recursos. De este modo, si el acreedor tenía una transferencia
neta de recursos positiva al país, se le pagaba; si la tenía negativa, no se le pagaba. En
segundo lugar, de aquellos a los cuales se les pagaba, todos recibían una parte
proporcional del pago del 10%. En tercer lugar, hubo un conjunto de entidades que
estuvieron fuera del 10% 7.
A fines de 1986 empezó a bajar el nivel del salario real, reduciéndose el ritmo de
crecimiento del consumo privado: la tasa e inversión privada permaneció estancada
en 6% del PBI; la inversión pública se redujo como porcentaje del PBI; las reservas
internacionales comenzaron un descenso acelerado a un ritmo de 100 millones
mensuales; la inflación empezó a tomar cuerpo como efecto de los cuellos de botella
de la oferta ante la falta de ampliación de la capacidad instalada... 1987 mantuvo el
esquema de reactivación heterodoxo, sin disminuir el ritmo de crecimiento
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El elemento fundamental del Plan Peruano fue la reducción de pagos de la deuda
para aligerarla presión sobre la balanza de pagos. Por ello se hizo crucial una política
de limitación de tales pagos. El presidente Alan García (19851990) optó por este
discurso para competir con Fidel Castro por el liderazgo del Tercer Mundo, en lo
relativo al tema de la deuda, y por ponerse ala cabeza del Grupo de los 77.
Internamente, sus objetivos fueron consolidar su clientela política, esencialmente la
juventud que votó por él, y llamar la atención sobre su radicalismo frente a la
alternativa presentada por Izquierda Unida y por Sendero Luminoso.
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interno. En 1987 la inflación fue de 120%, prácticamente sin reservas internacionales.
1988 marcó el inicio del retorno a la ortodoxia, con la reducción del gasto público,
devaluaciones para comprimir el consumo privado y las importaciones y las alzas en
las tasas de interés para evitar una retroalimentación de la inflación por incremento de
la oferta monetaria. Estas medidas reactivaron la inflación en términos mayores a los
de 1985. Se cerró el año 1988 con 1.800% de inflación anual.
«Los derechos humanos, tal como los conocemos en la actualidad, son el producto
de la evolución histórica, del desarrollo socioeconómico de la colectividad humana y
de los valores morales que le corresponden. Por eso su concepto y amplitud están
sujetos a un permanente enriquecimiento y desarrollo, y a una comprensión más
amplia del quehacer del hombre, acorde con la dinámica de las sociedades.» (NOVIB
1993)
43
integridad personal. Estos derechos evolucionan con la sociedad, enfrentan nuevos
retos y no se pueden restringir sólo a los derechos civiles y políticos, a la integridad
física y moral de las personas. Deben ser comprendidos como la lucha por el desarro-
llo integral de la sociedad, el derecho de cada colectividad a construir su propio
destino con el apoyo internacional.
Por ello los derechos humanos se extienden desde la primera generación (civiles y
políticos), hasta los socioculturales y los derechos del pueblo (segunda y tercera
generación), y abarcan de modo integral a la humanidad en su diversidad, igualdad y
diferencia.
En la Región, existen en todos los campos infracciones que atentan contra los
derechos humanos elementales: desnutrición, desempleo, represión; los sueldos,
devaluados, no cubren la canasta básica; las leyes laborales han sido modificadas. El
trabajo humano ha sido reducido a una situación instrumental, que le impide
desarrollar su riqueza de potencialidades.
El avance y desarrollo del modelo neoliberal pretende negar a las clases sociales, y
enfatiza el repliegue a lo individual, provocando desestructuración familiar, violencia -
social y política. Todo esto influye en la Región desde el punto de vista de la búsqueda
de estrategias de superación de la crisis global que nos agobia.
Dice Chávez (1987) :
Los cambios ocurridos durante los últimos años en la economía mundial han sido la
causa del crecimiento de los países , industrializados y del deterioro de los países
dependientes, en los
44
disidencia y la violencia, exacerba los problemas ecológicos y sanitarios y aumenta en
forma alarmante la cifra de desempleados y desplazados.
La política tecnológica, por más acertada que fuese, no puede suplir la carencia de
un entorno económico y social apropiado para la actividad productiva. Según
CEPAL, existen tres actividades principales en las que debe concentrarse la política
tecnológica: a) completar y adecuar la infraestructura tecnológica en determinadas
actividades seleccionadas como de alta prioridad; b) promover una mayor propensión
a innovar en las propias empresas; c) desarrollar una red de nexos estrechos entre el
sector productivo y el sistema de investigación; y fomentar, dentro del sistema
productivo, un contacto dinámico entre usuarios y productores de bienes y servicios.
En esta línea se han dado avances notables en Argentina, Brasil, Cuba, Colombia y
México. Es indudable que la interacción entre usuarios y productores responde a la
necesidad de desarrollar la subcontratación local.
Puede percibirse cómo el modelo responde y se ajusta a una opción mayor que
busca el desarrollo de la estructura productiva y para la que el hombre cuenta como
un elemento más del proceso.
45
transformación ,productiva. De esta manera se irán generando nuevas formas de
comportamiento y de desarrollo institucional, que han de poner en el centro al
hombre y no sólo las innovaciones tecnológicas.
46
2. POLÍTICAS Y ESTRATEGIAS DE DESARROLLO EN
MÉRICA LATINA
a. Antecedentes
Entre los años 45 y 50 América Latina experimentó una tasa de crecimiento anual
de 15,5% por la demanda de materias primas necesarias para la reconstrucción de
Europa. En el año 50 se puso en práctica la estrategia de «industrialización por
sustitución de importaciones» recomendada por la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL). Además de materias primas, América Latina
empieza a elaborar también productos manufacturados. Se moderniza el sector
agrario. En estos años la teoría de la modernización es asumida en la CEPAL,
dándose lo que se denomina «los desarrollismos de los 50 en América Latina». En ese
momento la teoría de la modernización no era conservadora, sino que, por el
contrario, proponía cambios radicales. Por ejemplo, acabar con el poder oligárquico,
reformar el Estado, etcétera.
Entre los 50 y los 80 América Latina tuvo un crecimiento del PBI de 5,5%,
comparable con el de las economías de mercado desarrolladas (5%) y el de las
economías planificadas (6,7%).
47
mundo avanzado, otro factor fue el predominio del capital financiero y nuevos
patrones de acumulación. Entonces surgió la estrategia de participación a partir del
problema de marginalidad y pobreza. Se trataba de integrar a los pobladores
marginales, migrantes que vivían con carencias y dificultades para satisfacer sus
necesidades. Su propuesta de salida fue la participación social.
A partir de la década del 70 el modelo entró en crisis: el gasto fiscal se disparó, los
ingresos tributarios no compensaban los gastos, etcétera. Se instauraron gobiernos
militares, imperaban los populismos. Se iniciaron las reformas que tendían a la
liberalización de las economías. En esta década se obtuvieron los mayores préstamos.
Sin embargo, se percibía un clima de ascendencia del movimiento obrero y
campesino.
Empezó el deterioro económico a causa de la crisis externa, del aumento del precio
del petróleo; se incrementaron las tasas de interés y hubo una recesión internacional.
Es el inicio de la internacionalización del mercado.
¿Qué es el neoliberalismo?
48
- apertura de las economías y los mercados al capital extranjero, el cual adquiere
un peso mayor en las coordenadas nacionales;
- aumento del grado de monopolio;
- fuerte aumento de la tasa de plusvalía con caída del salario real y mayor tasa de
desocupación.
Con estas estrategias, y de acuerdo con una nueva división internacional del trabajo,
se generan en la actualidad economías en las cuales el proceso de industrialización
avanza a fases más pesadas y complejas -la «cuarta revolución industrial»-, mientras
otras se especializan en agroindustria o en la producción de manufacturas con baja
composición de capital. En estas los mercados externos se hacen prioritarios a costa
de la trasnacionalización de los mercados internos, y resultan forzosas una
reconversión industrial intensiva y una mayor flexibilidad del mercado de trabajo para
dinamizar su productividad.
8
Se conoce así, en Chile, a los jóvenes economistas que, después de cursar
postgrados en la Universidad de Chicago (Estados Unidos), volvieron a su país
embebidos de la doctrina neoclásica para tomar en sus manos la conducción
económica del régimen militar. La formación de este grupo, y los puentes ideológicos
que estableció con las Fuerzas Armadas chilenas, son hechos enigmáticos que
merecen atención hoy también en nuestro país.
9 A mediados de los 60 la derecha chilena estaba en bancarrota. No era más
alternativa de cuidado en la política. Por entonces un grupo de empresarios se
propuso desplazar la hegemonía ideológica oligárquica, que se traducía en
comportamientos políticos y económicos premodernos, estamentalistas y
mercantilistas. La nueva estrategia sostenía que la derecha debía dejar de apostar al
arreglo democrático vigente en Chile desde 1938; su proyecto, al contrario, tenía que
proponerse directamente el reemplazo del modelo industrialista sostenido en el
Estado. Esta estrategia suponía una ideología
49
En esta parte del continente la política neoliberal se inicia al final de la década del
70; toma auge en los años 80, generalizándose en toda Latinoamérica y dando origen a
la denominada escuela económica neoclásica.
50
3. Se reduce el problema de la integración social a la relación de mercado
(económico), que concibe a la misma política como un mercado;
4. El supuesto según el cual, como el conocimiento humano es siempre limitado y
fragmentado, su avance solamente puede ser obra del «ensayo error» de millones
de individuos: el mercado es elevado al rango de un principio epistemológico;
5. Una noción del Estado que limita su función a contados dominios que no pueden
ser regulados por el intercambio privado y que no ve en su extensión sino el
interés de la burocracia, el ahogo de la iniciativa privada y la ineficiencia.
51
El neoliberalismo se caracteriza por:
La fórmula de los «Chicago Boys» fue aceptada como remedio por los capitales más
fuertes del orbe e impulsada universalmente por los países industrializados ante el
estancamiento productivo, el crecimiento inestable del conjunto de la economía
capitalista desarrollada y el declive en los precios de las mercancías de exportación
tradicional del Tercer Mundo.
52
c. Políticas de ajuste estructural
«Es la forma en que las economías nacionales deben adaptarse a las nuevas
condiciones de la economía mundial, caracterizadas por cambios tecnológicos que
demandan más flexibilidad dentro de las empresas y una mayor descentralización de la
producción, como por mercados mundiales más competitivos e inestables.» (Cortázar
1991)
En 1983 había diecisiete países de América Latina que tenían acuerdos con el FMI
para aplicar estas medidas, acordes con las nuevas exigencias de la realidad económica
y política mundial.
Lo que se pretende con los ajustes es exigir a los países deudores el pago de sus
obligaciones en capital o en recursos industriales y/o servicios. Para ello se debía
producir eficientemente, exportar y así cumplir con una parte del pago de la deuda.
Estos gobiernos señalan al neoliberalismo como el régimen sobre el cual se dará una
real democracia sustentada en la racionalidad económica.
53
incluso a cambios cualitativos en función del desarrollo posterior del propio
capitalismo.
«El neoliberalismo no es sólo una teoría económica, sino una concepción del
mundo, concepción que representa la forma más extrema y depurada del euro
centrismo y la primacía de una lógica productiva sin lamentaciones ni contrapesos. Se
presenta como universal una concepción radicalmente reduccionista en la cual lo
esencial del hombre y de la sociedad puede ser exigido a partir de la búsqueda del
propio interés del individuo en el mercado.»
«,., al iniciarse la década que antecede al nuevo milenio, América Latina y el Caribe
enfrentan una encrucijada. Se trata nada menos que de reencontrar el camino para
acceder al desarrollo; un camino que parece haberse perdido en el turbulento decenio
que recién concluyó.
54
La superación de la crisis lleva implícita una acumulación extraordinaria de
exigencias. Tan sólo a título ilustrativo: de un lado, es preciso fortalecer la
democracia; de otro, hay que ajustar las economías, estabilizarlas, incorporarlas a un
cambio tecnológico mundial intensificado, modernizar los sectores públicos, elevar el
ahorro, mejorar la distribución del ingreso, implantar patrones más austeros de
consumo, y hacer todo eso en el contexto de un desarrollo ambientalmente
sostenible.»
Situándose en el largo plazo del decenio de los noventa, considera como tarea
primordial y común a todos los países la transformación de las estructuras
productivas de la región en un marco de creciente equidad social. Plantea los
siguientes objetivos para la Región:
- Lograr un crecimiento económico.
- Mejorar la distribución del ingreso.
- Consolidar procesos democratizadores.
- Adquirir mayor autonomía.
- Detener el deterioro ambiental.
- Mejorar la calidad de vida de la población (CEPAL 1992). Destaca
ampliamente la educación y el conocimiento como condición imprescindible
para incrementar la competitividad, el progreso técnico y la equidad.
Estamos ante una estrategia de desarrollo «desde adentro hacia afuera», auspiciada
por la escuela económica neoestructuralista. Nos preguntamos si esta estrategia de
desarrollo es capaz de integrar a aquellos países en los que se aplica en la economía
mundial, buscando competitividad y dominio de la tecnología, pero, a su vez, sin
seguir excluyendo a amplios sectores de la población por una injusta distribución del
ingreso, o por la carencia de puestos de trabajo. Si bien se necesitarán trabajadores
calificados, sabemos que nuestra población -principalmente juvenil- no tiene acceso o
no completa su educación secundaria y superior. Por otro lado, los presupuestos para
educación, tecnología e investigación son ínfimos en la mayoría de los países de la
Región.
Es una propuesta que excluye la equidad, la preocupación del Estado por los
problemas sociales, la formación y educación. Se trata de un avance frente a las
estrategias liberales puestas en práctica, pero está presente el sometimiento a la
economía mundial y/o demanda externa.
55
d. EL neoliberalismo y la deuda externa
La deuda externa es uno de los grandes y graves problemas que enfrentan nuestros
países, no sólo por el monto económico sino también por los costos sociales
ocasionados por las políticas de ajuste puestas en marcha para devolver los intereses
del «servicio de la deuda». América Latina debía en 1989 más de 420 mil millones de
dólares. Los ingresos creados por los recursos naturales que vendemos cada año no
alcanzan para pagar ni los intereses de la deuda.
Desde hace 150 años y hasta 1973, América Latina debía 42 mil millones de dólares.
Pero desde 1973 hasta 1985 dicha deuda subió a 350 mil millones de dólares.
¿Por qué debemos? Entre otras razones y medidas políticas tomadas, debemos:
Por el deterioro de los términos de intercambio. - Por la fuga de capitales.
- Por corrupción.
- Por el no pago de los intereses.
- Por no tener política de mediano y largo plazo.
- Por la poca solidez de nuestras instituciones.
Los países se endeudaron fuertemente en las décadas del 70 y 80, debido a que los
productos que exportaban bajaron de precio y los que importaban se mantuvieron o
incluso subieron. En 1973 subió el precio del petróleo. Estos préstamos han sido un
negocio para los bancos y organismos financieros (Banco Mundial, Fondo Monetario
Internacional principalmente), porque las tasas de interés no son fijas; por el
contrario, estas tasas, fijadas siempre desde Europa o Norteamérica, han mostrado
claras tendencias alcistas.
56
jamás obtuvieron ningún beneficio de ese dinero que nos fue prestado. Cuando hubo
que endeudarse los beneficios fueron para unos pocos, pero cuando hay que pagar las
consecuencias pasan sobre la mayoría de la población.»
En 1983 la crisis se acentúa porque no es posible pagar la deuda, ni sus intereses, ni
las amortizaciones. Es el inicio de los acuerdos de reprogramación con el FMI, Banco
Mundial, el club de París y otras agencias. A cambio se toma la decisión política de
ejecutar programas de estabilización y ajuste estructural. Ello se puede ejemplificar de
la manera más simple: por cada dólar que recibimos debemos pagar tres dólares. En
los presupuestos de nuestros países el porcentaje más alto es para pagar los intereses
de la deuda.
Estados Unidos tiene la deuda más grande del mundo; sin embargo, con la Ley de
Comercio de 1988 ellos pueden tomar represalias contra los gobiernos que no
permitan que los productos y capitales estadounidenses ingresen en sus países.
¿Qué alternativas hay para solucionar el problema de la deuda? Existen una serie de
propuestas y acciones de los gobiernos en torno al no pago de la deuda; es decir, la
condonación de la deuda o la reducción de la misma. Algunas campañas se están
dando a partir de ONG, organizaciones populares de iglesia y organismos públicos.
Un ejemplo: El gobierno suizo acordó reducir la deuda externa comercial del Perú y
refinanciarla a través del auspicio de proyectos de desarrollo. Para que ello sea posible
debe haber unidad y solidaridad entre las organizaciones de cada país, como debe
haberla en la Región y de este hemisferio Sur con el del Norte, principalmente con
Europa.
57
aunque el concepto y el contenido de desarrollo se va planteando en forma integral.
Estas reflexiones sobre estrategias alternativas de desarrollo y cambios son todavía
insuficientes, pero constituyen un gran avance y son señales de nuevos paradigmas
para resolver los problemas estructurales de nuestras sociedades con la participación
de los actores populares.
Debe impulsarse un desarrollo auto centrado: desde abajo, desde adentro y hacia
adentro. Esta alternativa estratégica debe incorporar a las masas heterogéneas a los
procesos de toma de decisiones tanto a nivel local, regional como nacional.
Las condiciones para asegurar esta propuesta deben centrarse en el control local:
- De la reproducción de la fuerza de trabajo.
- De la centralización del excedente.
- Del mercado.
- De los recursos naturales.
- De las tecnologías.
58
paulatinamente las condiciones para suscitar una dinámica de producción sustentada
en la interacción concordada de actividades dirigidas desde y para el mercado interno,
de manera de configurar dinámicamente el encadenamiento de una producción
heterogénea de bienes de consumo de masas con una producción de medios de
producción que esté a su servicio, sobre la base de un pluralismo tecnológico;
desplazando paulatinamente a un rol secundario a la demanda y oferta externas
(importaciones y exportaciones) y de bienes-servicios de lujo, potenciando así el uso
de los recursos y capacidades humanas y materiales convencionales o no local-
regionales en un contexto "nacional" y transnacional adverso.» (Schuldt 1991)
59
Es urgente construir un proyecto popular de desarrollo alternativo desde los sujetos
populares y políticos. Para ello es necesario integrarnos a nivel local, nacional y
regional. Deben crearse nuevas formas de hacer política y asignarle un nuevo rol al
Estado.
60
la capacidad de desarrollarnos a partir de nuestra propia cultura. Nuestras vidas están
siendo construidas parcialmente por otros, y desde allí hay que construir nuestras
propias identidades.
El Foro de Sao Paulo fue creado en 1990 por diferentes organizaciones políticas y
populares del continente para coordinar acciones y estrategias comunes para los
pueblos latinoamericanos. Este Foro es un canal, un espacio para impulsar sus
propuestas.
Se han realizado una serie de eventos, dando lugar a propuestas para contrarrestar la
política neoliberal con la creación de espacios de poder popular, recomponiendo la
capacidad del lucha del pueblo. Lo que se busca es un proyecto propio, alternativo.
Asumen que el desarrollo pasa por un cambio en los sujetos sociales, una justa
distribución de la propiedad y riqueza y por el fortalecimiento de la sociedad civil.
61
Entre sus propuestas, que son el resultado de reuniones, plenarios, grupos de
trabajo y seminarios/ talleres en Sao Paulo 90, México 91 y Lima 92, se cuentan las
siguientes:
- Frente a los procesos electorales que se darán entre mayo 92 y febrero de
1996, ver la posibilidad de ser gobierno y/o ocupar lugares importantes.
- El neoliberalismo no ofrece alternativas frente a la crisis de los 90, y es
evidente que su proyecto no es sólo económico, sino de sociedad, un estilo de
democracia, Estado, modernidad, etcétera.
- Consolidar un crecimiento sostenido y redistributivo.
- Reducir el servicio de la deuda externa, que quiere decir condonar una parte de
la deuda para lograr un flujo financiero hacia los países endeudados.
- Potenciar la capacidad de negociación en deuda externa, comercio, tecnología
e inversiones extranjeras, y conseguir la democratización de las instituciones
financieras multilaterales.
- Investigar y difundir nuevas tecnologías y la absorción de la tecnología
extranjera.
- Reconstruir un Estado democrático que ejerza un papel dominante en lo
concerniente a las políticas sociales.
- Favorecer estrategias nacionales de desarrollo alternativo.
- Alentar una integración desde abajo. Integración que incluya un componente
cultural, más allá del marco comercial, para responder por objetivos de largo
plazo, avanzar en la creación de bases económicas desde los desempleados,
informales, pobladores, campesinos, mujeres, pueblos indígenas, etnias, iglesia,
pequeños y medianos empresarios. (No están incluidos los jóvenes, ni los
niños trabajadores.) Una integración regional, incluyendo a Cuba, que
armonice políticas económicas, sociales, laborales.
62
propuesta de Samir Amín, con la «desconexión»; la de Xavier Gorostiaga, con
«inserción no subordinada y selectiva»; la de Jürgen Schuldt, con «auto centrismo no
selectivo desde los gobiernos locales»; hasta la promocionada de la CEPAL con
«inserción al nuevo paradigma tecno-económico», o la del SELA: «inserción en el
marco positivo de la Iniciativa para las Américas».
- Fijar posición frente a las políticas neoliberales con la misma fuerza que ante
las políticas heterodoxas populistas.
- La generación de políticas culturales, educativas y tecnológicas alternativas.
- La formulación de políticas económicas globales, sectoriales, estructurales y de
coyuntura, enmarcadas en una lógica diferente. - Construir un modelo de
acumulación a partir de exigencias de la llamada economía popular.
- La elaboración de políticas sociales contextualizadas en los derechos humanos
(medioambientales, género y raza).
Un análisis del procese político latinoamericano nos muestra cómo se han ido
constituyendo las distintas formas a través de las cuales se expresa la dominación. De
ahí que se tenga dificultad para comprender el carácter del movimiento popular, ya
que sus opciones y alternativas aparecen definidas por la dominación misma. Sin
embargo, la dominación se ha constituido casi siempre de manera conflictiva y han
surgido frente a ella opciones - altemativas que expresan la historia propia del
movimiento popular. Las etapas políticas que constituyen la historia del movimiento
popular están marcadas por el tipo de proyecto alternativo que han sido capaces de
ofrecer los sectores dominados y por las posibilidades de desarrollarlo.
63
de mujeres organizadas en los comedores populares de su barrio; el movimiento de
niños trabajadores en el Perú, Brasil, Argentina, etcétera; los movimientos de jóvenes
organizados barrialmente; los movimientos eclesiales de comunidades cristianas; los
movimientos sociales por la defensa de los derechos humanos. Podemos encontrar
estas valiosas experiencias en nuestro trabajo diario.
64
Touraine (1989) plantea tres principios para entender un movimiento social:
65
e. Los partidos políticos jugaron un papel importante. Sin embargo, no estuvieron al
nivel de los requerimientos históricos.
f. En la mayor parte de los casos su discurso era clasista.
A mediados de los 70 y, sobre todo, a principios de los 80, la crisis de los partidos,
la política de ajuste y el pago de la deuda externa empujaron a muchos a la
sobrevivencia. Surgieron así los nuevos movimientos sociales, con el objetivo de
construir espacios de consenso antes que de enfrentamiento, de lucha. Lo ideológico
dio paso a lo pragmático. Entre estos nuevos -o quizá, más exactamente,
contemporáneos- movimientos señalamos:
- Son las organizaciones de mujeres, parceleros, niños, jóvenes y por los
derechos humanos. Piden demandas sociales al Estado; tienen una nueva
forma de organización; son otros los actores (no pasan ya por la relación
capital-trabajo); tienen una nueva forma de hacer política, y no necesitan la
mediación del partido para alcanzar sus demandas.
- Son fundamentalmente localistas, a diferencia de los movimientos clásicos;
tenemos, por ejemplo, la experiencia de los migrantes que llegan a la ciudad
en busca de mejores horizontes, empujados por el centralismo. Conquistan la
ciudad y construyen sus propios espacios urbanos. Testimonio de ello son las
favelas en Brasil, los asentamientos humanos en el Perú, los conjuntos
vecinales en Argentina. Los pobladores se llegan a organizar, pero mantienen
con mucha dificultad una centralización que sea más amplia que la distrital o
barrial.
- Los discursos son autónomos.
- Los nuevos movimientos sociales son fragmentados.
A partir de estas características es posible deducir los procesos vividos por los
movimientos de los 70 y de los 80. Y las formas cómo han ido variando los
movimientos sociales.
66
diario vivir; por ejemplo, el problema del hambre, el problema de los servicios básicos
(agua, luz, etcétera).
67
de la tecnología y el mercado, y, por lo tanto, las empresas disponen de los
trabajadores de acuerdo con sus cambiantes necesidades.
¿Cómo comprender a las organizaciones vecinales que demandan agua y luz, sin
tomar en cuenta el modo cómo la burguesía ha acumulado y dominado? Ha sido la
que ha llevado a millones de latinoamericanos a vivir en la pobreza. Los nuevos
movimientos sociales tienen que empezar a discutir la relación capital/ trabajo; hay
que empezar a preguntarse qué pasa con la burguesía, los capitalistas; es necesario
pasar de movimientos sociales a movimientos políticos; levantar demandas sociales,
políticas, jurídicas y organizativas que la reestructuración del capital ha fragmentado.
Los nuevos movimientos sociales son la forma actual del conflicto de clases, y no su
sustitución por prácticas no conflictivas, por conflictos no antagónicos. Es necesario
que los nuevos movimientos sociales se planteen el problema de la producción, por
ejemplo. Cómo los comedores populares dejan de depender de la ayuda de las ONG
o del Estado sin llegar a desaparecer. El reto para los nuevos movimientos sociales
consiste en resocializar sus demandas particulares en un nuevo proyecto general. Es
necesario recolocar a los movimientos sociales en la perspectiva de
68
la construcción clasista de la sociedad. Más que de oponer el clasismo y el
movimientismo, se trata de hacer una síntesis de ambos.
Retomando a Touraine: ¿cuál sería el eje articulador en los jóvenes y los niños para
generar una identidad?: ¿el trabajo?, ¿la exclusión? ¿Cuál es el proyecto o qué modelo
de sociedad se propone?
«.., el Estado no es sólo el conjunto de los aparatos estatales ni, menos aún, la
administración pública, sino también, y principalmente, el sistema de dominación y de
autoridad pública institucionalizada. Los grupos y las clases sociales dominantes
imponen su dominio y sus intereses particulares a través de las instituciones estatales
que los universalizan y los traducen como intereses generales de la sociedad.» (López
1991)
Hasta hace poco se pedía todo al Estado: subsidios, empleo en los organismos
estatales, aumento de sueldos; los pobladores pedían agua, luz, desagüe; los
campesinos exigían la reforma agraria y mejores precios a sus productos. Esto ha
cambiado. Ahora existe desconfianza frente al Estado, pues este ha defraudado
69
ha sido mediatizado no sólo por el capitalismo sino por las políticas populistas
impuestas en los distintos regímenes que han gobernado América Latina. Hoy al
Estado se opone el mercado. a. Una breve historia
70
sino por un desarrollo industrial. En muchos países se empezó a hacer la reforma
agraria, pero no en función del campo mismo, sino de la ciudad. Para ello la CEPAL
propuso el modelo de sustitución de importaciones, es decir, la producción industrial
hacia adentro. El Estado cumplió un papel importante, pues llevó a cabo la reforma
agraria, sustituyó al mercado (que en muchos países era débil) e impulsó industrias.
Así, el Estado jugó un papel planificador. Para promover estas políticas de desarrollo
el Estado necesitaba el apoyo del pueblo. Con ese fin recurrió al populismo como
forma de hacer política, con lo que dio lugar a una combinación híbrida: el Estado de
Bienestar.
Este modelo de desarrollo canceló la etapa del Estado oligárquico, donde unas
pocas familias eran dueñas del país. La propuesta cepalina, que no tenía como idea
central la modernización sino buscar el crecimiento económico, empezó a entrar en
crisis. América Latina no podía transitar por el camino de los países industrializados,
por dos motivos: el primero, porque las elites nacionales estaban sujetas al capitalismo
internacional; y, segundo, porque la cultura no intervino como un elemento
importante a tomar en cuenta en la propuesta cepalina.
71
El Estado-Nación como principio de unidad de sociedades se encuentra en crisis.
Los nacionalsocialismos creían en el Estado raza; la socialdemocracia creía en el
Estado-social; los populistas, en el Estado-pueblo; el marxismo-leninismo, en el
Estado-clase. Todos compartían un mismo punto de vista: el Estado como eje
organizador de las sociedades, y que es impensable la unidad de la sociedad sin el
Estado.
El hecho de que el Estado gaste más de lo que tiene hace que sufra de constante
crisis fiscal. Para salir de ella opta por vender las empresas públicas más rentables,
pasando de las nacionalizaciones a las privatizaciones. El papel rector del Estado para
el desarrollo de las sociedades ha sido reformulado. Por lo tanto, el Estado ya no
regula el mercado, ni interviene en los ciclos económicos. En Argentina, por ejemplo,
se han privatizado las empresas públicas a precios bajos o se las está vendiendo a las
trasnacionales, que no van a apostar por el desarrollo del país sino sólo por su propia
rentabilidad.
72
de los zapatistas. Estos acontecimientos hacen ver lo frágiles que son las democracias
latinoamericanas.
«.„ lo cual trae como consecuencia que la mayoría de la gente no tiene una identidad
sociolaboral definida, sino más bien difusa y cambiante; participa en varios terrenos
de lucha social sin poder identificarse plenamente con ninguno de ellos.» (Quijano
1991)
Esta cita nos lleva a la conclusión de que las clases sociales no son las mismas de
hace diez años. La manera cómo hoy se reproducen dificulta su capacidad de
expresarse políticamente, de formular sus demandas y de articular intereses. El
principio de representación, que es la forma por la cual los grupos de interés se hacen
presentes en la política, delegando sus intereses públicos, ha entrado en crisis.
Retomando las paradojas que existen en América Latina, observamos que hay
democracia en medio de la pobreza, de una
73
crisis del Estado y de una crisis de representación. Además, existe una brecha entre
Estado y sociedad que se extiende más cuando no se llega a ser ciudadanos plenos
sino «marginales».
América Latina vive una democracia formal pero no una democracia sustantiva, real;
es necesario pasar de una democracia representativa a una democracia participativa,
donde tengan representación las organizaciones sociales de base. Es necesario que la
democracia se construya desde abajo, desde los movimientos sociales. La
construcción de la democracia en nuestros países es un proceso distinto al
desarrollado por los países occidentales. Para ello se requiere fortalecer a la sociedad
civil a través de las organizaciones existentes. El mercado no puede fortalecer a la
sociedad civil; por el contrario, la debilita. Para esto hay que buscar la ciudadanía
plena, que significa la ciudadanía civil, compuesta por derechos como la libertad
individual, La ciudadanía política lleva consigo el derecho a participar en el ejercicio
del poder político; la ciudadanía social se fundamenta en los beneficios que brinda la
sociedad. Así, es necesario que existan instituciones que los garanticen y los hagan
vigentes. Una de ellas es el Estado.
74
En los 80 y parte de los 90 los partidos entran en crisis, pues no llegan a representar
a los nuevos movimientos sociales. No recogen las demandas sociales de estos nuevos
movimientos.
Las clases sociales han cambiado en los últimos quince años. La crisis económica las
ha desestructurado.
Político
Tecnócrata Pueblo
Tecnócrata
Político Pueblo
En este modelo el tecnócrata monopoliza el saber y el poder; existe una invasión del
campo de la política por parte del técnico. La decisión que tome el tecnócrata será
decisión supuestamente técnica.
75
Este modelo avala dictaduras y ayuda a aplicar el neoliberalismo. Chile y Argentina,
por ejemplo, fueron manejados por tecnócratas. Actualmente quien decide las
políticas económicas no son los políticos, sino los técnicos del FMI que están en los
ministerios de Economía.
Tecnócratas Políticos
Pueblo
Algunos desafíos que debemos enfrentar, en ciertos casos con suma urgencia, son:
- Hacer un balance y reflexionar acerca de qué aportan la modernidad y la
modernización para definir y construir el futuro histórico en América Latina.
- Una propuesta de desarrollo pensada desde lo cultural e integral. El desarrollo
no puede entenderse sin una visión más integral de la sociedad y la dimensión
ética y cultural. Avanzar en el campo social ante el predominio de lo
económico.
- Construir, desde las diferentes formas de resistencia y solidaridad de los
sectores pobres, nuevas propuestas y alternativas de y al desarrollo. ¿Cuál es el
papel de los jóvenes y niños trabajadores del campo y la ciudad en esa
propuesta?
- Reubicar el saber y prácticas de los actores sociales.
- Reconstruir nuestro pensamiento social frente a la ausencia de paradigmas y de
propuestas teórico-prácticas. Construir e inventar nuevas racionalidades: reto
para la sociología latinoamericana.
- Tener en cuenta la dimensión de desarrollo integral en las expresiones de
integración con jóvenes y niños trabajadores.
- Aliviar la pobreza extrema, planteando programas que centren recursos y
acciones en las zonas más deprimidas.
76
- Atender la cuestión tecnológica, la globalización y competitividad:
tecnología que influye en la forma de vivir, de producir y de pensar
(valores y actitudes). Establecer la prioridad que debe darse a la relación
entre educación y trabajo y los aprendizajes a lograr.
- Diálogo para establecer los límites de la acción responsabilidades del
Estado y el mercado ante la sociedad. Discutir cómo se está haciendo la
política social desde la economía de mercado y la participación de la
sociedad civil en el diseño, ejecución y evaluación de esa política social.
Derrotar al neoliberalismo no significa negar el mercado. De la misma
manera, pretender negar el mercado no conduce mecánicamente a la
derrota del neoliberalismo.
- Generar nuevas utopías. No puede haber vida sin cambio, sin proceso, sin
esperanza por un mundo mejor.
- Defensa de la ecología. Aporte de movimientos ecologistas en perspectiva
social.
- Buscar mecanismos de participación política a partir de la educación
ciudadana, única forma de garantizar no sólo conocimiento sino respeto
por los derechos humanos de la sociedad civil.
- Cómo refundar la política desde abajo en la lucha por la liberación.
- Cómo lograr la defensa de lo cultural. Diálogo con otras culturas desde la
propia cultura. Una relación intercultural no sólo Norte-Sur, sino entre todos.
77
78
UNIDAD 3
IMPACTO EN LOS JÓVENES
Y NIÑOS DE LAS MEDIDAS
DE AJUSTE Y CAMBIOS EN
EL ESCENARIO
LATINOAMERICANO
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1. POBLACIÓN, URBANIZACIÓN Y POBREZA
El alto costo social que ha tenido que pagar la población en Latinoamérica por la
aplicación de las políticas de ajuste neoliberal ha recaído traumáticamente en los
jóvenes y niños de los sectores populares, quienes no se han beneficiado en nada de
los préstamos exteriores y sin embargo tienen que pagar la deuda sufriendo los
efectos de estas políticas. ¿Quién paga esta deuda social?
Estos jóvenes y niños pobres de la Región -hijos y nietos de migrantes- son los que
deambulan por las ciudades, urbes en crisis por la concentración de población víctima
del escaso desarrollo en el campo y la carencia de servicios. El 76% de la población
latinoamericana vive en las ciudades.
80
En América Latina hay 183 millones de pobres, que representan el 44% de la
población total; según la CEPAL, 88 de esos 143 millones están en situación de
indigencia. En Centroamérica el 80% se encuentra por debajo de los niveles de
pobreza.
En la presente década el 5% más rico aumentó sus ingresos, mientras que el 75%
tuvo una variación para abajo.
Las políticas neoliberales puestas en práctica por los Estados han traído el
incremento de la informalidad. Según el PNUD un tercio de la población urbana se
encuentra en el sector informal. En algunos países los informales representan más del
50% de la población total.
Por lo general, los padres y las familias de los jóvenes y niños pobres son migrantes,
lo que dificulta su socialización.
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en un proyecto alternativo de desarrollo integral, sino desplegar su capacidad humana,
sus aspiraciones, condición para que aquel sea creíble y deseable.
Los niños y los jóvenes en la Región trabajan para sobrevivir y se ubican en el sector
informal. Y entre ellos se extiende una relación de solidaridad, de ayuda mutua, de
expresión cultural y de sentimientos.
El desempleo abierto juvenil crece a grandes pasos: se calcula que más del 75% de
jóvenes están en tal condición en toda la Región.
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porque les exigen una formación más especializada de la que ya tienen. En América
Latina, por el contrario, los jóvenes y los niños deben dejar de estudiar para trabajar y
no están preparados para desempeñar calificadamente ningún oficio, haciendo más
aguda su explotación. No reciben una recompensa económica acorde con su valor
real, ni con el esfuerzo que desarrollan, sino sólo en función de sus carencias, de sus
emergencias, de sus necesidades vitales.
Son 100 millones de niños -cifra siempre tentativa- los que trabajan en América
Latina; y este número tiende a aumentar, porque el desempleo o despidos que sufren
sus padres hará que más familias decidan que sus niños salgan a trabajar, a enfrentarse
con el mundo de la calle, a conseguir los medios para que la familia sobreviva a la
crisis, corriendo innumerables riesgos. La delincuencia, la prostitución y el robo son
considerados por los niños un trabajo más.
Los jóvenes y niños trabajadores del campo se encuentran dentro del tercio de la
población total rural. Aunque, en Centroamérica, la población rural es mayor.
El caso de los niños que trabajan en el campo es más grave, si bien es poca la
información de que se dispone; sin embargo, por razones culturales sabemos que el
niño siempre está articulado al trabajo productivo de la familia y de la comunidad.
Pero la causa principal sigue siendo hoy la pobreza en el mundo rural.
Las políticas de ajuste son las responsables del incremento cotidiano del trabajo
infantil. En jornadas de ocho o más horas diarias, los niños cubren entre el 30 y 40%
del ingreso familiar, dejando de asistir a la escuela por trabajar o incorporándose a ella
tardíamente. No se cuenta con información actualizada y fiable sobre el impacto de la
pobreza en la escolaridad de los niños trabajadores en la Región, pero es evidente a la
experiencia cotidiana.
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«En esta óptica el contexto estructural internacional del trabajo infantil nos remite a
la naturaleza no sólo moral sino integralmente económica y política del fenómeno, en
la medida en que la condición de vida de la infancia del Tercer Mundo se impone
como efecto y al mismo tiempo como cuestionamiento crítico del sistema capitalista
mundial.» (Schibotto 1990)
Los jóvenes y niños trabajadores forman parte de los millones de habitantes que
tienen que generar su propio empleo por la incapacidad de la estructura económica de
la ciudad para incorporarlos a ella.
«Lima, Bogotá, Río de Janeiro, Caracas, Ciudad de México, La Paz; todas las grandes
ciudades de América Latina pululan de menores trabajando. La articulación urbana de
la economía de sobrevivencia y el fenómeno de la informalización de la economía se
acompañan con la masiva reubicación del trabajo infantil en las estrategias del
autoempleo. No hay prácticamente calle urbana en América Latina y el Caribe en
donde no se encuentre un niño vendiendo caramelos, desempeñando servicios
personales, y también mendigando o robando.
El neoliberalismo apunta a la reducción del rol del Estado en todos los ámbitos,
principalmente en el social, porque no es rentable. Para ello presenta al mercado
como solucionador de los problemas sociales. Pero sabemos que el libre juego de la
oferta y la demanda no garantiza una distribución más justa del empleo ni la
eliminación de la pobreza.
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La política social es el conjunto de acciones orientadas a la reproducción social de la
fuerza de trabajo y mejoramiento de la calidad de vida de las mayorías (CELATS
1991).
Las políticas sociales son parte de los derechos sociales de todo ciudadano, de todo
niño y joven; el derecho a la educación, a la salud, a la seguridad social y a una vida
digna. En América Latina, sólo un país ha asumido plenamente una política social
dirigida a brindar seguridad a los infantes, niños y jóvenes. Tienen garantizada la
educación y salud, así como su incorporación al trabajo una vez concluida su
formación, debido a que han sido aprestados desde su formación básica en
actividades productivas. Cuando jóvenes, saben discernir los campos de
especialización y profesionalización. A pesar de la crisis por la que está pasando, Cuba
sigue privilegiando la atención a este segmento poblacional, pues se trata de una
inversión para el presente y el futuro.
Hoy día son los conocimientos y la tecnología lo que cuenta. Esto trae graves
consecuencias para la mayoría de jóvenes y niños, porque el que va a tener acceso a
ello será un reducido grupo social. Además, el gasto público es cada vez más estrecho
y muchos servicios se están privatizando. Así, la educación deja de ser preocupación
del Estado. De ahí la disminución drástica para educación y salud.
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En América Latina la educación de los jóvenes no responde a sus necesidades,
principalmente a la de trabajar, lo que dificulta su integración a la sociedad.
La UNICEF ha creído conveniente señalar, entre sus propuestas para la agenda del
nuevo orden mundial, que se dé cumplimiento a la promesa de la «Cumbre Mundial
en favor de la Infancia»: reducción drástica de la mortalidad y la desnutrición infantil,
y que todos los niños accedan a una educación básica para finales del siglo. Que los
recursos sociales se dediquen con máxima prioridad a la infancia. Esta Cumbre se
celebró en 1990 en la sede de las Naciones Unidas, y reunió a 159 países. Estos se
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comprometieron a organizar programas nacionales en favor de los niños.
Algunos países en el Norte, como los Países Bajos, han decidido destinar 7.500
millones de dólares al alivio de la deuda a través de su reconversión en programas
para la infancia en Ecuador, Honduras y Jamaica.
6. EN LO SOCIAL Y POLÍTICO
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la creación y recuperación actual, universal e histórica de expresiones de resistencia al
poder. Lo fenoménico, impuesto, adjetivo, indeterminado, es su conducta violenta,
alcoholizada, fármaco dependiente y consumista. El derecho y el revés de la pandilla.»
El neoliberalismo ha contribuido a esta despolitización de la población, de las
organizaciones populares. La juventud percibe esta realidad y apuesta por generar su
propia organicidad.
Organizaciones de niños han existido desde tiempo atrás, pero estas nacían y se
mantenían bajo la iniciativa y dirección de adultos. La experiencia con niños
trabajadores organizados en el MANTHOC, Perú, en doce ciudades del país, nos
permite afirmar que niños entre 6 y 14 años son capaces de imaginar y concretar una
organización de la que ellos se sientan responsables, animadores y actores. Y si
tenemos en cuenta la dimensión nacional de la organización, podemos valorar el
hecho de no quedar en la gestión del propio grupito sino el tener que pensar y actuar
orgánicamente en el horizonte de problemas y alternativas locales y nacionales. Los
niños organizados no devienen sujetos sociales por el hecho social de estar asociados.
La organización es un paso importante pero insuficiente; se trata de formas de
organización que por su intencionalidad, por su representatividad y por su estilo de
vida se articulan a la vasta red de organizaciones populares. ¿Es esto posible? Así,
apostar a la organización popular infantil constituye un reto asumido por la
Coordinadora de Trabajo por los Derechos del Niño y un criterio para discernir políticas
hacia la infancia.
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«Los niños del pueblo organizado no son sólo una denuncia: ellos concretan a su
nivel la imaginación, la voluntad y la sabiduría popular en la búsqueda de
alternativas.» (Cussiánovich 1992)
Existen pocos estudios sobre los nuevos actores sociales juveniles en América
Latina, tal vez por la pérdida relativa de importancia política de los movimientos
estudiantiles bajo las dictaduras de los años 70. En Brasil, la movilización masiva y
protagónica de los estudiantes por la condena de Fernando Collor de Mello por
corrupción y enriquecimiento ilícito, hizo que los estudiosos se den cuenta de que
están retrasados en la interpretación sociológica de la juventud tanto en Brasil como
en otros países de la Región (Krischke 1993).
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En efecto, características de la mayoría de esos movimientos son:
a. La promoción como eje prioritario sobre la protección.
b. Los niños y jóvenes como sujetos de derechos.
c. Los niños y jóvenes como actores sociales.
d. Los niños y jóvenes como promotores de desarrollo y transformación.
Algunos de estos movimientos formulan con mayor énfasis estos elementos desde
su experiencia:
a. El protagonismo infantil y juvenil como eje desde el cual definir la promoción, la
participación y la protección.
b. La organización infantil y juvenil autónoma, es decir, que no sea una especie de
apéndice de organizaciones de adultos.
c. Los niños-adolescentes jóvenes-trabajadores como sector desde el que hay que
poner el acento para el desarrollo de una dinámica social y movilizadora del
conjunto de niños, adolescentes y jóvenes, así como de las fuerzas que
contribuyen a la promoción de los niños, adolescentes y jóvenes como actores
sociales.
Se han privilegiado estudios de jóvenes y niños de zonas urbanas sobre las rurales.
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8. LAS ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES:
LOS JÓVENES Y LOS NIÑOS
Estas organizaciones surgen en América Latina desde los inicios de la década del 70.
El «Año Internacional del Niño», en 1979, el «Año Internacional de la Juventud», en
1985, y la Convención de los Derechos del Niño, en 1989, permitieron el impulso de
actividades tanto de tipo asistencial, estrategias de sobrevivencia, comedores, talleres
productivos, cunas, guarderías, programas de formación, etcétera, en coordinación
con las organizaciones infantiles, juveniles, los organismos de Iglesia, los municipios y
entidades del Estado. En general, han sido experiencias independientes del Estado.
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dado que en ellos el Estado no puede cubrir las necesidades básicas de la población.
Entonces surgen las políticas de ayuda. La Carta de las Naciones Unidas establece
como fin «realizar la cooperación internacional en la solución de problemas interna-
cionales de carácter económico, social, cultural o alimentario». Pero en la realidad esto
no sucede, porque la relación entre América Latina y el Norte es asimétrica: los
modelos y políticas aplicadas desde el Norte han empeorado la situación de una
población mayoritaria.
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América Latina asume el reto de construir la esperanza, de gestar procesos de
desarrollo integral y de ver el futuro con optimismo. Las experiencias de las
organizaciones populares, de los niños trabajadores, de los jóvenes, de las mujeres en
los comedores populares, la organización de trabajadoras del hogar, los informales,
etcétera, que luchan cada día, nos muestra que creemos en la vida, en el presente y
que seremos dueños de nuestro propio destino. Esta experiencia no la hicimos solos:
amigos, compañeros y organizaciones de Europa nos apoyaron tanto a nivel
económico, moral como con los llamados voluntarios, que optaron por un trabajo
concreto y dieron su testimonio de que la solidaridad es posible.
Desde nuestras experiencias de vida y acción, con apoyo y solidaridad de las ONG
de cooperación y voluntariado, se han establecido, más que relaciones en lo
económico, relaciones compartidas.
Hoy el desafío consiste en la apuesta por una solidaridad recreada a partir del
esfuerzo por construir un proyecto de humanidad, más que por el lado de levantar un
proyecto de desarrollo sólo económico.
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SÍNTESIS
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Acrecentado, y se prevé que hasta los primeros cinco lustros del próximo ciclo
seguirá creciendo en el mundo. No se trata sólo de “desviaciones estándar” para
los países llamado de tercer mundo, sino de la pobreza que en los mismos
países desarrollados se viene produciendo
Los golpes de pecho que hoy se dan el banco mundial, el fondo monetario
internacional, el banco interamericano de desarrollo,¿son signos de susto o de
conversión?¿se trata de una auto critica para que todo siga finalmente igual, o
estamos a la puerta de una radical toma de conciencia de la perversidad de las
medidas y del sistema al que les son funcionales, así como de la ideología
neoliberal que las sustenta? La perversidad es un calificativo moral, y
precisamente por ser tal deviene además un cuestionario y llamado a la revisión
del pretendido sustento científico que la justicia.
El horizonte en el que no toca movernos como región está signado no sólo por la
pobreza y la devaluación que nuestros países padecen a los ojos e intereses de las
grandes potencias, sino también por la voluntad y sabiduría que nuestros pueblos han
demostrado de no designarse a que aquel sea un callejón oscuro sin salida posible.
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conciencia de los complejos que resulta rebatir la situación que nos agobia.
Pero también se nos demanda una reingeniería de nuestro elán Pero también senos
demanda una reingeniería de nuestro elán ético-utópico. Lo útópico es un imperativo
de todo pensamiento y de toda práctica de liberación; es parte consustancial de
nuestra propia razón de existir y de aspirar a la dignidad como personas , y como
pueblos. Proclamado el fin de la historia Y la muerte de las ideologías, algo que ni los
mismos autores de este pregón parecieran creer, desde los países aparentemente
excluidos de la historia oficial, desde sus mismas condiciones de vida transforma- das
en un hecho ético mayor, se levanta un cuestionamiento radical a la «ética» neoliberal,
al contenido humano de su fundamento «utópico», es decir, :cl proyecto mismo de
dominación y neocolonización vigente.
Levantar la centralidad del sujeto, de la persona, del, actor social, desde nuestra
Región, equivale a precisar que se trata de pobres, de marginados, de explotados, de
excluidos de ignorados. Vale decir del no-sujeto, del no persona, del no-actor social.
Para nosotros, más en concreto, significa reconocer la centralidad política, social,
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econórnica, ética, utópica que tienen mujeres, negros, indios, Jóvenes, niños y niñas
trabajadores, de la calle, ancianos abandonados por las actuales leyes de jubilación
Entre los graves problemas que encaran los JANT en la mayoría de nuestros países
debemos sena lar el impacto que a nivel de su identidad social y personal esto
significa. La cuestión de autoestima y de reconocimiento deviene un punto sustantivo
en el esfuerzo de desarrollo de nuestros jóvenes- adolescentes y niños como actores
sociales. La fragilidad del poder subjetivo está en estrecha relación con la exclusión.
del poder político y social :en que las sociedades dominantes mantienen a los JANT.
Las experiencias de participación que se les conceden no representan un real ejercicio
de su ciudadanía social.
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generaciones. No se puede subestimar ni el impacto desmotivador del contexto global
en los JANT, ni tampoco la capacidad y reserva de vitalidad que estas generaciones
vienen mostrando.
99
100
YA COMENZÓ
EL SIGLO XXI:
EL NORTE CONTRA
EL SUR *
*
Ponencia presentada por el autor, Presidente del CRIES, al Congreso de la Asociación
Latinoamericana de Sociología, realizado en la Habana en mayo de 1991.
101
Berlín y el fin de la confrontación Este-Oeste. E1 siglo XXI ha comenzado ya con
la confrontación Norte-Sur, Capital-Trabajo, que supone una nueva fase de la vieja
confrontación, pero con parámetros cualitativamente nuevos.
102
Finalmente, indicaremos algunos rasgos de la dialéctica entre la democracia creciente
y el sometimiento económico, ambos fenómenos causantes de una crisis de
ingobernabilidad y desgaste político que afecta tanto a la izquierda como a la derecha
latinoamericana.
103
JAPÓN: INDUSTRIA MANUFACTURERA: RELACIÓN CONSUMO
MATERIAS PRIMAS/ PRODUCCIÓN INDUSTRIAL
(1965- 1987)
(INDICE DE PRODUCCIÓN INDUSTRIAL Y DE
CONSUMO DE MATERIAS PRIMAS: 1980=100)
104
El efecto de la desmaterialización se manifiesta en la tendencia a la caída de los
precios reales de las 33 principales materias primas, la mayoría de ellas productos de
exportación del Tercer Mundo. Este deterioro es más pronunciado también en los
últimos años.
Las nuevas áreas de expansión de los procesos de acumulación global para fin de
siglo, como son el espacio, el mar y la energía quedan totalmente supeditadas al
control del poder económico, tecnológico y militar, lo que provocará una mayor
concentración y centralización y, por lo tanto, una mayor brecha y asimetría entre el
Norte y el Sur.
105
25,2% a un 16,9% lo que de nuevo refleja la globalidad del fenómeno. El cual es aún
más grave si consideramos que en esa misma década las transferencias netas del Sur al
Norte fueron el equivalente a diez Planes Marshall. En el caso de América Latina, y
según el más reciente informe del SELA, el mero servicio de la deuda fue un 80%
superior a los montos de inversión extranjera. Si se incluyera el capital
latinoamericano en el Norte, del orden de 160 mil millones y el deterioro de los
términos de intercambio, de unos 100 mil millones, la debacle financiera y productiva
de América Latina en la década de los 80 podría equipararse a los peores años de
saqueo colonial.
No debe por tanto sorprender que la CEPAL reconozca que, en la misma década, el
número de población en nivel de pobreza en América Latina haya ascendido de 112 a
184 millones de personas.
En los últimos años, cuatro hechos fundamentales están marcando las características
políticas de los 90: el colapso del socialismo estatista y totalitario, la nueva unidad
europea, la pérdida creciente de la hegemonía económica norteamericana y el nuevo
papel de Japón y el Pacífico.
106
político al sistema capitalista. El debate latinoamericano se inclina más bien a pensar
que un socialismo alternativo en la Unión Soviética posiblemente no superó el
período de los sóviets hasta 1923-1924. Posteriormente, la Unión Soviética se volvió
una alternativa militar frente a la amenaza nazi y después de la derrota de los nazis,
una alternativa militar frente a la amenaza de la guerra termonuclear. La mayoría de
los países de Europa del Este nunca tuvieron un socialismo original, sino una alianza
militar defensiva e impuesta en torno a la Unión Soviética. El impacto negativo de
este estilo de socialismo militar y estatista fue grande en América Latina. El
dogmatismo, verticalismo y estatismo de la experiencia del Este europeo afectó a
todos los partidos comunistas y a la mayoría de la izquierda latinoamericana. Por otro
lado, sin embargo, el bloque socialista sirvió como un balance que permitía un espacio
geopolítico y una retaguardia de apoyo para los cambios en el Sur.
En los próximos años, Europa del Este absorberá la atención política y la mayor
parte de los recursos disponibles en Europa, afectando política y económicamente la
atención que el Sur requiere. El impacto de los cambios en Europa del Este, sin
107
embargo, puede ser muy distinto para el Sur a mediano y largo plazo que lo que ha
sido en el corto plazo de esta breve experiencia. La relación directa entre el Sur y el
ex-Este, transformado por la crisis a nivel de sus sociedades civiles, puede convertirse
a mediano plazo en una de las fuentes de creatividad y complementariedad a nivel
mundial. Para ello habrá que superar la compleja situación y el actual aislamiento de
ambas sociedades civiles.
108
ahorro y crédito, y en el deterioro creciente de la infraestructura productiva y social
del país, indican que la deuda, los déficits y el presupuesto militar no son sostenibles
por más tiempo en estas condiciones. La crisis del Golfo podría alterar
temporalmente la recesión norteamericana y el balance político mundial, pero sin
cambiar las tendencias estructurales aquí señaladas.
Japón y el Sureste asiático en esta Era del Pacífico emergen como un poder
industrial, financiero y tecnológico determinante al final del siglo. Sin embargo, Japón,
gigante económico, se presenta como un pigmeo político. La diplomacia de Japón no
ha sido capaz todavía de jugar un papel correspondiente a su poder económico. La
política exterior de Japón sigue siendo un «misterio oriental» para América Latina.
La amenaza que confrontan los países del Sur se ve alimentada por la alianza de
intereses geo-económicos de los países del Grupo de los Siete, incapaces de atender y
entender las particularidades culturales, religiosas y nacionales de los múltiples
pueblos del Sur, que se sumergen en un fenómeno de creciente pobreza y
marginación. La propuesta que se ofrece desde el Norte es la integración a esta
«cultura de mercado», con una liberalización del comercio, de las finanzas, con la
privatización de la economía reduciendo el espacio de autonomía de los Estados,
asumiendo que las fuerzas del mercado son capaces de superar la pobreza y lograr la
estabilidad política y democrática de un mundo cada vez más unificado.
109
los intereses diferentes y contradictorios entre los tres grandes bloques permiten, sólo
una vinculación interdependiente de los intereses del Sur pudiera crear una capacidad
de negociación y acción significativas como para incidir con eficacia en esta década.
Hace 500 años el mundo se descubrió -se conoció- como una unidad geográfica e
histórica. El mundo se descubre y conoce en 1992 como una entidad inseparable,
aunque dramáticamente dividida. El norte trilateral, articulado en torno al Grupo de
los Siete, aumenta la concentración y centralización del poder en todas sus formas.
La reestructuración del sistema capitalista tiende actualmente a reforzar esa
polarización y asimetría al faltarle el contrapeso que ofrecía el bloque de los países
socialistas del Este. Nunca antes en la historia, ni en los tiempos de la colonia, ni en
las guerras mundiales, ni en la bipolarización de la Guerra Fría entre el Este y el
Oeste, la división del mundo entre los que tienen el poder (militar, tecnológico,
financiero, informático, administrativo) y los que carecen y dependen de ese , poder
ha sido tan asimétrica.
La división del mundo, unido sin embargo por primera vez, entre el Norte de los
pocos con mucho y el Sur de los muchos con poco, se transforma en el eje y carácter
de la actual crisis del fin de siglo. Ciertamente, la calificación Norte y Sur simplifica el
problema mundial, pero permite resaltar la contradicción dominante en momentos en
que hablar de Tercer Mundo ha perdido sentido con la desaparición del Segundo
Mundo.
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Es revelador que precisamente cuando se anuncia el «fin de la historia» y el triunfo
del sistema capitalista occidental, el Banco Mundial publique el Informe sobre el
Desarrollo Mundial 1990: La pobreza planteándola como «la cuestión más apremiante
de la década». El fenómeno de los mil millones de personas con un per cápita menor
de 370 dólares al año no es solamente vergonzoso. Es insostenible.
111
en el comercio exterior, en la participación de la inversión extranjera, en la profunda
descapitalización y desinversión tanto productiva como social, y los demás índices
suficientemente conocidos de la «década perdida», indican un profundo y estructural
deterioro económico de América Latina. Robert MacNamara sintetizó esa percepción
con una afirmación rotunda: Latin America no business. No somos negocio.
Posiblemente, sólo México, Chile y en cierta forma Brasil, Colombia y Venezuela
ofrecen un panorama más atractivo para el capital. La aparición del cólera «en los
tiempos del ajuste» simboliza esta creciente «africanización» y marginación económica
de América Latina.
Por otro lado, la marginación política es también evidente ante la conflictividad del
Medio Oriente y de los intereses estratégicos allí involucrados, y ante la creciente
desintegración de la Unión Soviética, por la tensión en las diferentes nacionalidades.
El propio Gorvachov mencionó la amenaza de la desintegración en su viaje a Japón
en abril y la amenaza del retorno de la Guerra Fría a mediados de mayo. La «década
perdida» sin embargo es mucho más compleja. La sociedad latinoamericana es
cualitativamente diferente de lo que fue al inicio de los 80. La «década perdida»
coincide y es en parte causa de la «explosión de la democracia latinoamericana» en los
80. La democratización a través de los procesos electorales no es más que un reflejo
de una democracia radical y profunda que se ha ido consolidando en forma creciente
sobre los diversos ámbitos de la sociedad civil. Décadas de lucha contra las
oligarquías, las dictaduras y el militarismo han ido cuajando en una revolución de la
sociedad civil. Como manifestaron en abril del 91 los representantes de los partidos
políticos latinoamericanos en Viena: «La incipiente democracia electoral en muchos
países se manifiesta en la democracia representativa, que tiende a convertirse, por la
presión democrática y constitucional de las mayorías, en una auténtica democracia
participativa.»
112
su participación en la economía, política, cultura y religión.
113
LA DEUDA, EL AJUSTE NEOLIBERAl Y LA INICIATIVA PARA IAS
AMÉRICAS
En aquella ocasión, el presidente Bush afirmó ante el Congreso: «No hay sustitutos
para el liderazgo americano en el mundo». Y el Secretario de Estado declaró ante el
Comité de Relaciones Exteriores del Congreso: «Quedamos nosotros (We remain).
Permanecemos como la única nación que tiene voluntad política, los instrumentos
militares y económicos a nuestra disposición para controlar la ilegalidad que está
dominando en ciertas áreas del mundo. El mundo se ha convertido en un lugar
peligroso y nosotros necesitamos capacidad global. Somos la única superpotencia que
permanece».
114
multilaterales, con el apoyo del gobierno norteamericano... Responde a necesidades
económicas y estratégicas concretas de los Estados Unidos». El SELA propone por
esto la búsqueda de elementos que permitan alcanzar beneficios mutuos dentro de
una identificación de los intereses mutuos que logren una auténtica asociación
(partnership), lo cual exige definir las reglas del juego y criterios de entendimiento con
Estados Unidos.
Partimos del presupuesto de que la Iniciativa debe analizarse, en primer lugar, desde
la recesión y necesidad de un ajuste macroeconómico en Estados Unidos. La
Iniciativa permitiría a Estados Unidos enfrentarse en mejores condiciones a su
115
endeudamiento estructural, a su pérdida de competitividad internacional, a la
expansión de su mercado hacia una zona de influencia privilegiada para acrecentar su
seguridad estratégica y el autoabastecimiento continental de recursos naturales,
especialmente petróleo, para poder mantener su hegemonía geoestratégica en base a
una competitividad geoeconómica de la que actualmente carece.
La deuda total de Estados Unidos, que se presenta en el siguiente cuadro, refleja que
la economía norteamericana es en buena medida una economía ficticia, dependiendo
de transferencias internacionales superiores a los 100 mil millones de dólares y a un
endeudamiento progresivo, tanto del Estado como de las empresas y de los
consumidores.
1980 1990
Deuda federal 91 4 3.500
estatal 316 850
empresas 829 2.100
consumidores 1.300 3.000
Total 3.400 9.150
PIB 2.732 5.300
Deuda externa +180 -800
Servicio/Presup. 13% 20%
Ahorro 7% 4%
En una sola década, Estados Unidos pasó de ser el mayor acreedor internacional a
ser el mayor deudor internacional duplicando casi el presupuesto que requiere el
servicio de esta deuda (de 13 a 20%) y reduciendo casi en la mitad el ahorro del país
(de 7 a 4%). Esta situación es absolutamente inestable. Estados Unidos no puede
seguir consumiendo el 25% de la : energía del mundo, el 50% del cual es importado.
No puede seguir manteniendo unos impuestos sobre la gasolina que son seis ' veces
116
inferiores a los de Japón, Alemania, Italia, Francia, etcétera. Si Estados Unidos
aumentase el impuesto de la gasolina al nivel de sus competidores económicos podría
obtener un ingreso adicional de 180 mil millones de dólares anuales. Este derroche de
energía explica la firme decisión de embarcarse en una operación militar en el Golfo.
Por otro lado, el gasto militar en Estados Unidos, en relación con estos países
industriales, es cuatro veces superior como porcentaje del PIB, al mismo tiempo que
su gasto en actividades no militares, como infraestructura e inversión social, es 45%
más bajo que el de los otros países industriales. Estos datos están tomados de un
«test» a la responsabilidad ciudadana de Estados Unidos hecho por el Profesor
William M. Kaula, de la Universidad de California y publicado por The New York
Times y Herald Tribune el 12 de marzo de 1991.
117
COMPETITIVIDAD EN EL MERCADO INTERNACIONAL
1980 1990
Fibra óptica 73% 42%
Conductores 60% 36%
Maquinaria agrícola 18% 7%
Dependencia petrolera 12% 36%
Mantener un presupuesto militar tan alto y que dos terceras partes de los fondos
dedicados a investigación "se dedique a la alta tecnología militar, aumenta la brecha de
competitividad con la tecnología civil, sobre todo con la de Japón y la de Alemania,
que no tienen tantos gastos en tecnología militar.
Este análisis pudiera extenderse con otros datos que indican la irrenunciable
necesidad de un ajuste estructural de la economía de Estados Unidos. El tema ha
llevado a grandes debates en el Congreso, e incluso a que el presidente Bush tuviese
que romper con su principal promesa electoral de no aumentar los impuestos.
Estados Unidos necesita un ajuste incluso más estricto que el requerido en América
Latina. Además, las distorsiones de la economía norteamericana tienen un impacto
multiplicador en los mercados financieros mundiales, en las tasas de interés y en las
fluctuaciones y especulación en la bolsa de valores. Sin embargo, los organismos
118
internacionales establecidos para garantizar la estabilidad financiera mundial no son
capaces de enfrentarse a una de las distorsiones más fundamentales de la economía
moderna.
Frente a la Iniciativa para las Américas se pueden presentar tres alternativas para
América Latina:
119
acumuladas en la sociedad civil emergente. Se busca crear la base material para el
mantenimiento y profundización de una democracia participativa. Se parte, por tanto,
de una visión propia de sociedad, desde lo que se ha llamado la «lógica de las
mayorías», que busca cómo superar las tres explotaciones históricas del trabajo,
de la naturaleza y de la soberanía. La crisis de civilización deshumaniza tanto a los
vencedores como a los vencidos en el mercado y por tanto exige recomponer
equidad Y simetría, incluso para que el mercado pueda ser genuinamente libre.
5. Políticas especiales para el sector informal tanto urbano como campesino que
permitan crear un mercado interno con demanda efectiva capaz de incentivar la
agroindustrialización y la manufactura. Sin la incorporación de los sectores más
informales, la industria nacional será elitista y absolutamente dependiente de su
contraparte transnacional. Esto exige la regionalización de esta propuesta a nivel
latinoamericano.
120
6. Ir haciendo cada vez más innecesario el Estado -que es una : entidad ambigua
pero imprescindible en las etapas iniciales-, al traspasar a la sociedad civil y
descentralizar el poder del Estado en las instituciones civiles. Usar el Estado como
creador del marco social que fortalezca el crecimiento de las mismas organizaciones
populares y de sus propias instituciones, a la vez que establece la capacidad
negociadora a nivel regional o internacional.
Las primeras evaluaciones indican que el fast track, la negociación rápida, no está
permitiendo a México negociar en términos de equidad, reciprocidad y simetría.
Además, el tratado de libre comercio es fundamentalmente un tratado de libre
inversión con plenas garantías supranacionales, es decir no sometidas a los cambios
jurídicos que potencialmente podrían darse en México en un futuro. De esta forma se
evitan los controles en Estados Unidos y los controles en México, al tiempo que la
121
abundante y barata mano de obra mexicana reduce la capacidad de negociación del
sector trabajo en Estados Unidos.
122
En forma telegráfica señalaremos algunos de los componentes de esta evolución de
la sociedad civil. Incursionamos en un área de hipótesis y de sugerencias, algunas
provocativas, que llaman a la creatividad y a la honestidad política, porque si las
propuestas no nos duelen en estos «tiempos del cólera» no habrá soluciones a la crisis.
123
Tercer Mundo», buscando el socialismo de la sociedad civil. El PT en Brasil y el
cardenismo en México -no tanto el propio PRD reflejan dinámicas similares. Lula,
Aristide y Cárdenas simbolizan este fenómeno, que tiene manifestaciones peculiares
en Colombia en el M-19 y en el Frente Unido de Uruguay. La profunda
reestructuración política del FMLN y del FSLN en sus propios procesos
revolucionarios parece indicar que existe conciencia de este fenómeno, que implica un
replanteamiento de las funciones del partido en relación con la sociedad civil, el
Estado y las fuerzas armadas.
En los innumerables encuentros que se han venido realizando entre estas nuevas
fuerzas emergentes, existen algunas coincidencias fundamentales, que permiten
pergeñar el carácter de este nuevo liderazgo político frente al vacío dejado por los
partidos tradicionales y neotradicionales, tanto de derecha como de izquierda -
democracia cristiana, populistas y foquistas.
124
fundamentalista expresa una seria debilidad e incluso un cierto fracaso de la teología
de la liberación. Es evidente el financiamiento proveniente de Estados Unidos y la
infiltración política de la CIA en estos movimientos evangélicos. Sin embargo, la
religiosidad popular, en la que se manifiesta prioritariamente la cultura y conciencia de
las masas empobrecidas, no fue adecuadamente captada ni trabajada por la teología de
la liberación ni por las : comunidades de base. El discurso teológico fue
excesivamente abstracto, teórico, politizado, sin dejar espacio suficiente a la
celebración, a la alegría, al desahogo, a la participación espontánea de un pueblo
agotado en la lucha por la sobrevivencia. Muchas veces también sobrecargado por
demandas políticas que le exigían un espacio de expansión de su personalidad más
íntima.
125
intereses de mediano plazo, buscando la estabilidad y la seguridad. Hegemonizar
estos grandes movimientos pluralistas de la sociedad civil es el arte de la política. «La
política es el arte de lo posible», aseveró uno de los pensadores más lúcidos de los ''
tiempos modernos y la política de los 90 necesita de este arte político, que no
claudique de los valores y principios sino que los profundice, los purifique y los
adapte a las nuevas condiciones.
La crisis de gestión es también una crisis por el ritmo y la velocidad que imponen las
nuevas tecnologías. Los cambios producidos por la sociedad de consumo han puesto
en comunicación directa la oferta con la demanda, al menos en la imaginación
manipulada por las imágenes de los medios. Vincular la oferta real con la demanda
real es una de las necesidades fundamentales de lo alternativo.
126
socialización de los recursos disponibles. La vinculación eficiente y complementaria
entre lo macro y lo micro es uno de los grandes aportes de la gestión técnica y una
necesidad económica política e incluso militar.
Década compleja, década que se inicia con la derrota sandinista, con la creciente
desintegración del socialismo de Europa del Este, con la división del Sur aumentada
tras la crisis del Golfo, con la actual incongruencia del Movimiento de los No
Alineados... La Pax Americana implica una derrota para los «condenados de la tierra»
y la formación de un nuevo trilateralismo coordinado por el Grupo de los Siete, que
en medio de sus contradicciones suponen un poder de hecho que impide los cambios
que el Sur necesita.
Estados Unidos ha superado «el síndrome de Vietnam» con la victoria del Golfo y
consolida la fuerte coalición de los círculos de poder económico, político e ideológico
norteamericanos. La alianza de los tres grandes lobbys norteamericanos -el petrolero,
el armamentista y el judío- en torno a la crisis del Golfo supera en fortaleza a la
alianza que llevó al proyecto de la nueva derecha y a Reagan al poder, al CPD
(Committee of the Present Danger). Las raíces ideológicas de la Doctrina Truman de
los años 40 y la política exterior del Consejo Nacional de Seguridad formulada en
1950 y conocida en Estados Unidos como NSC 68 se ha fortalecido con la victoria en
127
el Golfo. Incluso se pretende establecer una alianza especial entre Estados Unidos y
Japón que Brzezinski llamó Ameripón.
Por otro lado, los contrapesos internacionales están desapareciendo, en primer lugar
en el Este, en segundo lugar en los NOAL, y en tercero, en los organismos
internacionales, especialmente las Naciones Unidas, que ha quedado paralizada ante el
poder de veto de las cinco grandes potencias de la Guerra Fría.
Desde la perspectiva de los países del Sur esta avalancha es una amenaza
comparable a lo que fue la del fascismo en Europa. Enfrentarla requiere de una
alianza amplia a nivel de cada país y a nivel internacional, incluyendo a los nuevos
sujetos históricos del norte, minoritarios pero cada vez más conscientes de que esta
crisis de civilización es tanto del Norte como del Sur.
Hace falta repensar una teoría global del socialismo o de las alternativas no
capitalistas. El viejo debate del socialismo en un solo país vuelve a demostrar hoy la
imposibilidad de su sobre vivencia, realidad que ya Lenin visualizó a comienzos de
siglo si el socialismo no se extendía por Europa. La falta de un proyecto global de
cambio y de acumulación de fuerzas hará imposible o extraordinariamente costoso el
proyecto alternativo en un solo país.
La triangulación del Trabajo y del Sur. Estos dos sujetos sociales internacionales se
están convocando en diversas formas, en todas las partes del mundo, a través de foros
políticos, sindicales, religiosos, de ONG y por primera vez han comenzado a
vincularse internacionalmente. Ejemplos son el proyecto japones-asiático People's
Plan 21 (PP21), que aglutina a cientos de organizaciones de Japón y del Pacífico: el
Third World Network y el Forum for People's Economic, que articulan a numerosos
grupos de investigadores del Norte y del Sur y están trabajando en alternativas
económicas al proyecto neoliberal.
La red de ONG europeas y del Sur, los partidos políticos que se han organizado en
torno al proyecto «socialismo del futuro», que incluye por primera vez a las diversas
tendencias de la izquierda europea -comunistas, trotskistas, socialistas-. La «casa
común del socialismo» se originó en un encuentro entre Gorbachov, Willy Brandt y
Ernest Mandel promovido por el filósofo polaco Adam Schaft. Intentan poner entre
paréntesis las diferencias históricas de la izquierda para crear lo que llaman el
«humanismo ecuménico». Aunque este proyecto de grandes hombres no ha
producido más que pocas y pequeñas ideas en relación con el Sur lo significativo de
estos ejemplos es la creciente tendencia a esta transnacionalización de las alternativas
no capitalistas que tienen a las mayorías como su lógica dominante.
128
Sin embargo, en un mundo global no hay ya revoluciones «antis» sino proyectos y
propuestas «pro». El antiimperialismo y el no-capitalismo han de ser repensados
dentro de los grandes cambios globales y dentro de una cultura de paz y de
democracia, donde cualquier forma de imperialismo pierda legitimidad y quede aislado
al ser percibido como «el enemigo de la humanidad». Esto requiere de una
contextualización que pueda incluir a amplios sectores del norte y sobre todo del
pueblo norteamericano en torno a una agenda internacional para los 90 que presente
propuestas comunes y viables. Esto exige iniciar el proceso de las agendas populares
país por país en América Latina para ir encontrando las síntesis acumulativas y de
consenso a nivel internacional en todos los foros e instituciones donde se plantee la
problemática del Nuevo Orden.
129
130
POBREZA Y
DESARROLLO EN EL PERÚ
El Informe sobre el desarrollo mundial 1990 reflejó esto. El tema fue: La pobreza1.
Antes no había ocupado un lugar tan importante en una entidad financiera. Por otro
lado, también el BID más recientemente destinó esfuerzos para entender el problema
y de una u otra manera llegar a alguna conclusión de políticas al respecto. El tema ha
sido tratado en un texto llamado «Reforma Social y Pobreza». Allí se dice lo siguiente:
1 Banco Mundial: Informe sobre el desarrollo mundial 1990. La pobreza. Indicadores del
desarrollo mundial. Washington, D.C., julio de 1990.
131
Lo anterior ha obligado a reflexionar sobre los procesos de ajuste y estabilización
aplicados para superar los serios desequilibrios macroeconómicos de la mayoría de las
economías en la década de los ochenta».2
«Una estimación para 1990 basada en los nuevos antecedentes de las encuestas de
hogares sitúa en 196 millones la población de América Latina bajo la línea de pobreza,
lo que representa un 45,9% del total; de este modo la incidencia de pobreza que en
1986 representaba e143,3% habría aumentado en alrededor del 2,5%» en solamente 4
años.»4
132
También en el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se está
estudiando el problema. En los informes sobre el desarrollo humano que viene
editando desde 1990 hasta 1993 está presente una fuerte preocupación sobre la
pobreza. Asimismo, la UNICEF también tiene propuestas para enfrentar los
desequilibrios macroeconómicos, internos y externos, que generan problemas en las
economías de nuestros países. Incluso llegó a plantear una propuesta de «ajuste con
rostro humano» en una perspectiva diferente a los «ajustes sin rostro humano» que
propugnarían el FMI, el BM y el BID.
Por otra parte, existe preocupación sobre el tema desde el mundo intelectual y
político. Varias universidades han destinado esfuerzos en el Perú y en América Latina
para estudiar la pobreza, entender sus causas y elaborar propuestas de políticas y
pistas de solución. También centros de investigación privada y de trabajo con sectores
populares se hallan transitando por similar camino.
133
América Latina en los años 80. Dice un informe de CEPAL que con la excepción de
Chile y Uruguay, en donde la pobreza hasta cierto punto había disminuido un poco en
términos absolutos más no en términos relativos, en el resto de países la pobreza ha
aumentado en la década señalada5.
Un enfoque que ve a los pobres como pasivos y receptores de ayuda se percibe por
ejemplo en los programas que patrocina el Banco Mundial. Para el Banco, los
gobiernos deben establecer políticas para asistir a los sectores más pobres a fin de
evitar conmociones sociales, y dejar que el mercado organice la economía. Otro
enfoque que ve a los pobres como sujetos y protagonistas capaces de enfrentar sus
problemas e intentar salir de ellos, se percibe por ejemplo en las publicaciones del
PNUD sobre el desarrollo humano. Sin embargo, no quiere decir que los pobres ;l no
tengan también necesidad de apoyo.
5
CEPAL: «El perfil de la pobreza», ob. cit., pp. 2-3.
6
De Soto, Hernando: El otro sendero. La revolución informal. Lima: ILD,1986, p.311.
134
«Debemos comenzar a ver el desarrollo del país en términos de pérdidas y
ganancias. Descubriremos que la mayoría de las pérdidas provienen del sector público
y del juego redistributivo al que nos tiene acostumbrado y que las ganancias provienen
de los competitivos formales e informales».
7 Iguíñiz, Javier: «Más pobreza pero menos opresión», en Neoliberales y pobres. El debate
continental por la justicia. Santafé de Bogotá: CINEP-CRT-SIC-CRAS, 1993.
135
aprehender nuevos elementos de la realidad que les permita avanzar humanamente; y
no sólo hacer crecer el producto o las fábricas.
En este enfoque el tema de los derechos es muy importante. Los derechos son
centrales por el lado de las oportunidades que uno tiene para mejorar la calidad de
vida. Es decir, las posibilidades para comprar bienes, trabajar, proteger su salud,
garantizar la educación propia y de la familia, etcétera. Los derechos representan el
dominio que tienen las personas sobre bienes y servicios.
En este enfoque algunas crisis se ven como crisis de derechos. Por ejemplo, las
grandes hambrunas habidas en la India o en África son vistas en su gran mayoría
como crisis de derechos y no como resultado de la falta de alimentos, pues estos
existían en cantidad suficiente en los países donde se producían las hambrunas.
Morían millones de personas por hambre en momentos en que la oferta alimentaria
en aquellos países era creciente. El problema era la falta de derechos, la gente no tenía
acceso a esos bienes, había dificultad para acceder a los mismos.
8
Sen, Amartya: «¿Cuál es el camino del desarrollo?», en Comercio Exterior, vol. 35, Nº 10,
México, octubre de 1985, p. 495.
136
grupos políticos de oposición se preocupara y llevara alimentos de donde habían a
donde no habían en el país; y también para que la ayuda internacional ` llegase más
rápido a esos sitios. Entonces, Sen propone el tema de la democracia como un
asunto esencial para los derechos; es parte de los bienes públicos de un país.
Por ello es importante releer la historia de nuestro país con ojos y enfoques distintos
a los que tradicionalmente hemos estado acostumbrados, o a los que el ambiente
neoliberal nos quisiera hacer leer.
a. La superación de la pobreza y el logro del desarrollo del país tiene uno de sus
fundamentos en las posibilidades que posee el pueblo para organizarse y participar.
Nuestro pueblo tiene algunos valores ancestrales, uno de los cuales es el apego al
trabajo.
Hay diversas frases que lo expresan, como: «el que trabaja que gane más si trabaja
más», «sólo mi trabajo me saca adelante», etcétera. La cultura del trabajo en el mundo
andino es muy relevante, y por la migración traslada esta cultura a las ciudades.
137
permitiría obtener capital para invertir y sólo el ahorro puede permitir desarrollar a un
país. Con ello se justifica todo sacrificio ' humano que podría ser evitable derivado de
la política económica. El sacrificio en el mundo popular efectivamente viene desde
mucho tiempo atrás. No pensamos que ello esté necesariamente bien, sino que
constatamos el hecho. Un ejemplo concreto de ello es el siguiente: el primer puesto
en el ingreso a la Universidad Nacional de Ingeniería el año 1992 lo obtuvo un joven
de un hogar pobre, cuya madre se ha sacrificado muchos años para que su hijo tenga
primaria, secundaria y luego pueda llegar a la universidad en el primer puesto. Este
año, 1993, el hermano ha entrado en el primer puesto de ciencias a la Universidad
Católica. El camino ha sido similar: la madre, su esfuerzo y sacrificio personal; pero
para que el hijo progrese.
Hay también mucha esperanza presente en los niños. Una encuesta hecha hace poco
entre niños, reveló que el 80% quiere quedarse en el Perú, cree que aquí va «a salir
adelante». Cuando se les pregunta ¿cómo quisieran que fuera el Perú?, responden que
como EE.UU., como Japón o como Chile. Ese es el espejo. Esto lo podemos leer de
una manera esperanzadora, en términos de que nuestro país es visto por los niños
como que va a progresar.
138
entenderse como traslado de capacidades de un sitio a otro, del campo a la ciudad, de
región a región. Las capacidades que se gestaron a lo largo de cientos de años en la
gente y en la cultura de los Andes se trasladan a la ciudad; y en la ciudad se adaptan.
Allí está el tema de la iniciativa, por ejemplo. Acostumbrados al riesgo de los climas
cambiantes, al trabajo constante y duro, se adaptan a la : ciudad, la hacen suya de una
u otra manera. Eso está presente en el migrante que llega de la sierra sea a la costa o a
la selva.
Se empezó con las invasiones de terrenos. Vinieron las adjudicaciones por parte de
los municipios. La vivienda se inició con esteras, palos, etcétera; después se
reemplazaron por ladrillos. Así se construyó el primer piso, generalmente quedó el
segundo para el futuro, pero después se siguió avanzando. Entonces, observamos en
el pueblo una capacidad para construir y la presencia de un derecho conquistado: a
urbanizar, a una casa. Los sectores populares han tenido y tienen como aspiración
tener una casa, una vivienda.
139
En relación a la profesionalización un dato interesante es la gran cantidad de
profesionales que hay en el país con relación a la poca inversión realizada. Son
capacidades creadas en el Perú sobre la base de la conquista del derecho a la
educación. Están presentes y sin embargo se hallan en buena parte sin ejercicio. La
prueba de que hay capacidades profesionales es que se van al extranjero; y se ejercitan
en otros países, en otros ámbitos.
11
Se trata de estimaciones de Fernando Villarán en C. Romero e I. Muñoz, editores:
Liberación y desarrollo en América Latina. Perspectivas. Lima; IBC-CEP, 1993,p.69.
140
casa, por ejemplo una frase es: «me levanto y allí está mi trabajo», y también «me
acuesto trabajando». En ese sentido se trabaja todo el día; y algo que se nota es el
esfuerzo por ahorrar.
141
depositario de este tipo de cultura y de patrimonio ecológico basado en la variedad o
diversidad es una riqueza invalorable.
5. REFLEXIÓN FINAL
Con una historia donde se han construido capacidades populares y nacionales para
desarrollar nos preguntamos ¿qué es lo que falla actualmente? La crisis y la pobreza
han hecho estragos en las historias personales, familiares y sociales del pueblo, han
debilitado las instituciones de la democracia nacional. Por ello, colocar el énfasis en la
construcción de un proyecto colectivo de desarrollo en democracia es una tarea
fundamental.
142
AMÉRICA LATINA: ¿SE
DEVUELVE EL PÉNDULO?
Crisis del paradigma neoliberal,
quiebra del sistema de corrupción
y emergencia de movimientos
democráticos*
Tomás Saraví
Baste recordar que el propio Banco Mundial, otrora campeón de aquella ideología,
ha debido dar marcha atrás en sus formulaciones.
143
planes financieros, «a fin de aumentar su capacidad de lucha contra la pobreza y la
promoción de un desarrollo económico sostenido».
Las recomendaciones para poner en práctica una nueva política surgen, en realidad,
del informe Wapenhans, que evaluó las líneas crediticias vigentes a la luz de la actual
coyuntura. El Banco Mundial vuelve a la promoción del desarrollo económico y
social, y comienza lentamente a desvincularse de su participación en los llamados
«planes de ajuste».
«Los años de crisis tuvieron un costo particularmente alto en los pobres... Debido al
nivel de desigualdad excepcionalmente alto de los ingresos de la región, los contrastes
entre la riqueza y la pobreza son probablemente más evidentes que en ningún lugar
del mundo en desarrollo.
Y señaló un posible camino a seguir: «Un. buen paso para empezar podría ser la
racionalización de los gastos militares y de otros gastos no productivos. »
Para que nuestra afirmación no quede en el aire, recordemos los datos básicos de un
estudio realizado durante dos años por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola
(FIDA), organismo adscrito a la Organización de las Naciones Unidas. La investiga-
ción cubrió 114 naciones «en desarrollo» de Asia, África y América Latina, y dejó al
descubierto una situación más que preocupante: la pobreza ha aumentado un 40% en
la población rural de esos países.
144
El mencionado informe, de título «El estado de la pobreza rural en el mundo»,
cubre una población campesina de 2.500 millones de personas (entre los 4.000
millones de habitantes de esos 114 países), de los cuales mil millones viven bajo de la
línea de pobreza.
Sin embargo, lo más preocupante es que -siempre de acuerdo con las estimaciones
de FIDA- la pobreza mundial aumentará notoriamente para el año 2025. En esa
época habrá en el planeta 8.500 millones de pobres, de los cuales 7.100 millones en el
Tercer Mundo.
Las alarmantes cifras actuales y las aterradoras proyecciones del estudio de FIDA
explican la preocupación del Banco Mundial y del Banco Interamericano de
Desarrollo. Después de la reunión de febrero en Washington ya mencionada, el BID
decidió dedicar el 50% de sus créditos a programas de inversión social, una línea que
se había robustecido ya a lo largo de 1992 en esa institución. ,
La pregunta central en ese debate es: ¿por qué los organismos internacionales de
crédito están dispuestos a ejercitar una política aparentemente distributiva y no
empujan para que los gobiernos nacionales acepten la presión de las bases y aumenten
los salarios ; en el sector público y en el privado, que sería el camino más justo para
paliar las necesidades de los sectores sumergidos? Y no sólo ; aumento de salarios,
sino una política impositiva justa y un intento de pleno empleo, que es la aspiración
de los trabajadores.
145
La respuesta es simple: la caída del «socialismo real» no ha cambiado ni un ápice la
conducta del «capitalismo real»: el proceso de acumulación no se detiene. Nadie está
dispuesto en las filas de la «sociedad de la quinta parte», o del «20 por ciento», como
se la ha llamado, a sacrificar ni un centavo de las ganancias surgidas de un proceso de
explotación que es un secreto a voces.
La actitud «distributiva» del BM y del BID tráta de evitar la crisis total del sistema.
Es un reformismo obligado por las circunstancias ; que no toca en forma directa los
bolsillos capitalistas, sino que ; apunta al fortalecimiento de la educación, la salud,
la vivienda y, ojalá, la alimentación de los cada vez más numerosos desposeídos. Sin
aceptar la afrenta de que estos pongan en tela de juicio los principios que constituyen
«los pilares de la sociedad».
Pero tengamos en cuenta que, para que esto sea un diálogo, aún falta escuchar la
voz de quienes no tienen voz.
146
»Ahora podemos volver a formular la interrogación preguntando si los futuros
cambios en la disciplina económica constituirán un cambio de paradigma. ¿Es el
paradigma actual una base que provoca la debida clase de preguntas, que permite la
formulación de teorías pertinentes, que sugiere un apropiado grado de comprobación
empírica y que, por último, propone soluciones significativas para los problemas más
apremiantes del futuro? Antes de ocuparnos de estas preguntas analizaremos el actual
paradigma de la economía con el cual deben relacionarse los cambios.
KURT DOPFER
147
el interés egoísta de la humanidad en una mejor solución de los problemas del qué, el
cómo y el para quién de la sociedad" y de este modo tenga una significación normativa
en sí mismo, se requiere que: l) los indicadores barométricos tales como los precios,
las tasas salariales, las tasas de interés, etcétera, reflejen, fiel e insobornablemente,
los cambios en los datos económicos; 2) que impere la soberanía del consumidor con
todas sus implicaciones; 3) que, para todos los fines prácticos, los efectos externos,
favorables o negativos, sean insignificantes. En las sociedades capitalistas actuales, no
se cumple satisfactoriamente con ninguna de estas condiciones.»,
SHIGETO TSURU
»La breve descripción del paradigma neoclásico actual es, necesariamente, una
generalización a grandes rasgos, de las teorías basadas en el paradigma actual.
»v) dada la determinación estática del sistema, las elecciones quedan restringidas a
opciones relativas dentro de alternativas dadas;
»vi) las soluciones óptimas comparten las limitaciones de los supuestos variables de
los que se derivan. Heredan prejuicios normativos, sobre todo respecto de las
preferencias de las generaciones actuales sobre las pasadas, las metas de producción
sobre las de distribución, y las actividades del mercado sobre las que están fuera de
mercado (gubernamentales).»
KURT DOPFER
148
EL SISTEMA SE TAMBALEA
Los fenómenos mencionados son, en general, causa y efecto de una situación que
puede caracterizarse como crisis de la partidocracia. Los horizontes éticos y técnicos
de los responsables ; de la cosa pública dejan mucho que desear. Los grandes casos de
corrupción revelan cuál es la situación real. Brasil, Venezuela, Guatemala -para no
mencionar sino los affaires más conocidoshan puesto en evidencia las dos vertientes
de una situación aberrante: por una parte el alto y sofisticado grado de latrocinio
ejecutado desde las altas esferas del poder; por la otra, la fiera y decidida actuación de
los sectores populares, encauzada incluso por medio de los Parlamentos, de los
demás órganos de control jurisdiccional y de los organismos de defensa de los
derechos ciudadanos.
La sociedad genera sus propios anticuerpos. En América Latina ' pasamos de los
momentos de mayor postración y desesperanza a episodios de notable participación
popular, en especial frente a los más visibles actos de corrupción, de violación de los
derechos humanos y de prepotencia social y económica.
No es raro escuchar, ante los mayores actos de soberbia y latrocinio del capitalismo
salvaje, expresiones críticas con respecto al estado deficitario de la organización de las
bases.
Hace poco tiempo, por ejemplo, se produjo en Costa Rica una evidente ola de
atentados contra la conservación de los recursos naturales y el derecho de un sector
de la población a que se respetara, al menos, su contexto ecológico.
149
zona de Gandoca-Manzanillo, °' al sur de la provincia de Limón, tomó estado público.
Quedó de manifiesto que los intereses del turismo masivo, en complicidad con altos
organismos del Estado, habían destruido : arrecifes, bosques primarios y acabado, en
suma, con el equilibrio ecológico.
150
No es casualidad que, ya en el encuentro de jefes de Estado Mayor de los ejércitos
del continente, efectuado en Mar del Plata, Argentina, en noviembre de 1987, se
decidiera enfocar a dos enemigos principales del sistema capitalista en la región: la
teología de la liberación y los grupos «gramscianos».
Esa «orden» de la cúpula castrense coincidía con las «instrucciones» del cardenal
Ratzinger en el Vaticano y con dos documentos tristemente célebres: los de Santa Fe I
y II (de 1980 a 1988), que constituyeron las plataformas ideológicas de las administra-
ciones Reagan y Bush, y también (como han puesto de relieve recientes
investigaciones) las de algunos gobiernos latinoamericanos, entre ellos el de Menem
en la Argentina.
151
Además de esos ámbitos de debate donde se reúnen los ; sectores más progresistas
de América Latina, debe recordarse la ; actividad de la Comisión Permanente de
Partidos Políticos de
Hemos seleccionado algunos textos del pensador colombiano Orlando Fals Borda,
que dan cuenta de la actividad de un grupo de científicos e investigadores que
culminó en el Modelo de la Fundación Bariloche para América Latina, y de la forma
en que se organizan movimientos populares y sociales del continente; se incluye,
asimismo, una posible estrategia para esos movimientos emergentes que tratan de
articular las luchas de las grandes mayorías.
Pero, ¿acaso el mensaje no refleja la verdadera situación actual? Esperamos que los
análisis de la retórica utilizada no pretendan invalidar la voz crítica contenida en la
Declaración, que refleja el sentir y el pensar de muchos miles de activistas.
Unidos, mostró con claridad u cuáles son las fuerzas en juego y cuáles las propuestas
que se presentan.
152
Bajo el nombre de Conferencia sobre Alternativa en América Latina, dicho foro
reunió a Luis Ignacio da Silva (Lula), de Brasil; Cuauhtémoc Cárdenas, de México;
Antonio Navarro Wolf, de Colombia; y Rubén Zamora, de El Salvador, y a varios
académicos estadounidenses especializados en temas latinoamericanos.
El énfasis puesto por los candidatos a la primera magistratura en temas tales como
la competitividad y la integración regional, la reconstrucción del Mercado Común
Centroamericano, las crecientes integraciones bilaterales y otros aspectos de la
realidad continental, mostraron la madurez de sus propuestas y análisis. Como
emergentes de millones de ciudadanos ávidos de paz y justicia, los representantes de
la «nueva izquierda» demostraron que los sectores populares, para ciertos efectos, ya
están organizados.
»El impacto del Che Guevara y de Camilo Torres, y de los hechos desencadenados
por la Revolución Cubana fue tan grande en su momento que llevó no solo a la
conocida reacción política kennediana de la Alianza para el Progreso, sino también a
la articulación, entre 1971 y 1976, de otra utopía socialista, igualitaria, participativa y
no consumista. Fue realizada nada menos que por un grupo de personalidades
liberales reunidas alrededor de Amílcar Herrera (Helio Jaguaribo, Carlos Mallmann,
Enrique Oteiza, Jorge Sábato y Osvaldo Sunkel), en la Fundación Bariloche de
Argentina. Estos notables científicos sociales quisieron responder tanto a la
Revolución Cubana como al informe neomaltusiano del Club de Roma sobre los
peligros del desarrollo económico desorbitado. Produjeron así un "modelo mundial
para una nueva sociedad" que, a diferencia de las propuestas del Che y Camilo,
aunque convergente, se basó en estudios cuantitativos, sin desconocer la incidencia de
los valores y de las ideologías. Plantearon como meta llegar "a un mundo libre de
miserias y del subdesarrollo" como sociedad ideal. Para ellos, los problemas a resolver
no eran físicos, como se pretendía en Europa, sino sociopolíticos, como resultado
alienante y expresivo de una desigual distribución del poder y de la riqueza dentro de
las naciones y entre ellas.
»El modelo de Bariloche predijo que si para 1992 no se satisfacían las necesidades
básicas de la población, quedaría probado que el sistema de distribución de la riqueza
habría seguido desigual e injusto hasta el punto de continuar permitiendo "el
consumo irresponsable de las minorías privilegiadas", lo cual sería índice de la
cercanía de una catástrofe mundial.
»Al llegar hoy a este hito, es obvio entender que no se cumplieron los requisitos del
modelo de Bariloche para el amplio acceso a los bienes necesarios e igualdad de
oportunidades con el fin de satisfacer las necesidades básicas de la población. Ello es
muy preocupante, aunque era de esperarse por la persistente miopía mundial sobre
153
estos asuntos. Pero ese estudio quedó como un valioso testimonio técnico sobre la
validez de la crítica socialista al sistema capitalista depredador del ambiente y de la
humanidad, que hoy vemos en toda su funesta orientación. Nos refuerza en la
vigencia actual de una razón utópica poscapitalista, y en la urgencia de volver a
articular formas comunales y cooperativas de mane o organización social, económica
y política».
(Este texto y los otros dos del mismo autor han sido extraídos de la ponencia
presentada en el VI Encuentro de Ciencias Sociales realizado en Guadalajara, México,
en noviembre de 1992).
»El más notable desarrollo de este tipo es la aparición y crecimiento del Partido de
los Trabajadores del Brasil (PT), fundado en 1979. En él se han cumplido dos grandes
procesos, sin renegar del socialismo ni descartar la democracia: uno es la acumulación
de movimientos sociales y colectivos populares autónomos, desde las bases
trabajadoras hacia arriba, hacia la coordinación organizativa en un gran proyecto
democrático participativo; el otro proceso es la articulación ideológica del '
pluralismo y de la diversidad cultural y étnica.
»El PT está haciendo una novedad, distinta de lo propuesto por los pensadores
socialistas del siglo XIX que conceptual izaron primero y actuaron después: quiere
teorizar desde la práctica. Se discute así la clásica tesis de si la toma del poder debe ser
violenta, como un fin en sí mismo, o una táctica civil diseñada para producir cambios
evolutivos profundos en todo el sistema socioeconómico. La tendencia es hacia lo
segundo, pero para ello se necesita ampliar la cobertura de alianzas del PT. Están
surgiendo así concepciones heterodoxas de Estado, lucha de clases, poder popular y
vanguardia que enriquecen la nueva búsqueda ideológica. Da que pensar, por el
evidente éxito del PT en la política brasileña actual.
154
»Otras experiencias notables son las derivadas de las guerrillas que tomaron el
poder, como el FSLN en Nicaragua, o dejaron las armas para luchar por la paz y el
desarrollo, como el PCV de Venezuela, el M-19 de; Colombia y el FMLN de El
Salvador. Lo más significativo de esta evolución ha sido el paso que todos dieron
al transformar la organización vertical marcial en proyectos políticos y legales, aunque
en algunos todavía queden los rezagos del autoritarismo o el caudillismo originales. El
más antiguo, el PCV, dio el primer ejemplo significativo, al derivar el Movimiento al
Socialismo (MAS) en 1971; el M-19 se convirtió, junto a otras tres guerrillas y varios
movimientos populares, en la Alianza, Democrática M-19 en 1990; el FMLN da paso
a su brazo civil, todos comprometidos en la reconstrucción pacífica de sus países. La
experiencia de los sandinistas en el poder (1979-1989) fue una dura lección; política
de la que sobrevivieron los ensayos participativos y educativos de; las bases
organizadas, rica reserva con la que pueden volver a ganar el poder.
155
durante los años veinte; la reforma agraria de Juan Jacobo Arbenz en Guatemala; la
revolución general de Bolivia de 1952; los interregnos radicales de Salvador Allende
en Chile y Velasco Alvarado en el Perú; la primavera del poder popular en Haití, hasta
las contribuciones potenciales de los & anarquistas peruanos que, en su momento,
estimularon la acción política de las izquierdas latinoamericanas. Este rico historial de
victorias y derrotas, aciertos y errores no puede pasar desapercibido para la
reconstrucción utópica de nuestro tiempo.»
»1. Las utopías no han muerto, mucho menos los elementos ideológicos que puedan
reunirse alrededor de una nueva opción utópica, llámese socialismo auténtico, o
socialismo democrático, o con otro nombre. Por el contrario, si el socialismo retoma
este proyecto político alternativo en su histórico papel crítico y antagónico del
capitalismo, y añade el de , alimentador de procesos contra culturales, justificaría su
continuidad. Porque las contradicciones, abusos y conflictos del capitalismo rampante
y de su sistema social son hoy más evidentes y cada vez más inadmisibles. Las
reformas estructurales siguen siendo necesarias y urgentes, porque el triunfo del
capitalismo a escala mundial no ha resuelto los problemas de las guerras, la
ignorancia y la pobreza ni la explotación de las mayorías, mucho menos los abusos del
medio ambiente natural.
»2. Los partidos liberales que han venido acompañando la expansión, del
capitalismo con políticas desarrollistas están incapacitados para hacer frente a las
consecuencias del crecimiento desorbitado actual, y satisfacer las necesidades de la
población, creando así las bases para un vacío de poder. No se ve por qué se deba
privatizar todo o desmontar completamente la planificación y el Estado benefactor.
El vacío de poder producido de esta manera lo están llenando movimientos populares
y de base, autónomos, inspirados en una especie de antipartidismo, que buscan
redefinir lo político y hallar nuevas formas de hacer política mediante prácticas
democráticas solidarias y participativas con fórmulas novedosas, como la revocatoria
de mandatos a elegidos indignos. En lo económico, se trata de implantar políticas de
equilibrio entre la iniciativa empresarial, el fomento estatal y el cooperativismo.
156
»3. La nueva política tiene visos de seguir pautas pluralistas y no violentas, con
apertura a la construcción de nuevas culturas y la comprensión de diferencias
grupales, sociales, étnicas y de género así en lo cotidiano como a nivel comunitario.
Esta política combate la homogeneización de la sociedad mediante el rescate de
relaciones primarias. Lleva también a la desmilitarización de las sociedades y de las
costumbres.
»4. Un nuevo tipo de poder estatal menos centralista, vertical o elitista se dibuja,
para reconocer autonomía a regiones, provincias y otras entidades territoriales en una
posible evolución del Estado-nación al Estado-región como expresión de
autodeterminación democrática. Esta evolución tiene fuertes raíces populares, de tal
manera que sería posible concebir tanto políticas microrregionales como
macrorregionales de integración -hasta ciudadanía compartida, como lo quería el
APRA- que sobrepasen los obstáculos actualmente ofrecidos por fronteras internas y
externas de los estados nacionales. Además, ese reconocimiento mutuo, y la necesidad
de macrointegración, pasan a primer plano en lo que tiene que ver con las relaciones
Norte-Sur y con las convergencias estratégicas entre los pueblos del antiguo Tercer
Mundo.
»Aparece así otro temple de política en el que juega la moral práctica. La sociedad
civil, la cultura popular, los movimientos sociales, el respeto por los derechos
humanos y la defensa de la paz y del medio ambiente como elementos de una nueva
razón utópica para nuestro tiempo. Es una política que no es del gusto completo del
capitalismo ni de los liberales clásicos o desarrollistas. Sin embargo, hasta estos
podrían beneficiarse si por el impacto de otra política se vuelven más democráticos y
respetuosos de las necesidades colectivas, especialmente de las clases pobres, para que
el capitalismo adquiera, por lo menos, un viso humano. »Surge de este modo una
estrategia posible para los que hasta ahora han sido víctimas del poder establecido y
del desarrollo socioeconómico mal concebido y ejecutado, los que no han podido
hacer sentir su voz ni actuar, los oprimidos, olvidados y marginados. Una política de
todos aquellos que buscamos entender a fondo las bases existenciales y culturales de
lo político para desterrar dictaduras, partidos verticales y formas diversas de
alienación y violencia.
»Sería esa "utopía incorregible" que, como lo canta Serrat, "no tiene bastante con lo
posible, hechicera que hace que el ciego vea y el mundo hable, por subversiva de lo
que está mandado, mande quien mande.»
157
158
VIEJOS Y NUEVOS
ACTORES SOCIALES
INDIVIDUO Y SOCIEDAD
*
Miembro del IPEC «Tosé Cardijn».
159
«Para Hayek el punto de partida de la realidad social es el individuo; las
colectividades, las instituciones, los fenómenos supraindividuales, se configuran
mediante las acciones de los hombres, pero no intenciones. Constituidos fuera de su
alcance, también pertenecen ahí. Es decir, la acción humana encierra una dimensión
que escapa a los designios humanos, incomprensible en muchos casos, incognoscible
la mayor parte del tiempo, pero imposible de ser dominada por la razón individual:
ningún ser humano tiene el conocimiento de lo que los otros saben, sienten, quieren e
ignoran; de ahí que, si la sociedad existe, ello sólo puede deberse a la coordinación de
nuestros conocimientos parciales, los cuales flotan en un insondable mar de
ignorancia. Por lo tanto, debemos confiar en aquellas instituciones que se han
desarrollado naturalmente, las cuales permiten aprovechar de la mejor manera posible
nuestro conocimiento y nuestra razón de sus infranqueables límites. En particular,
debemos confiar en el mercado.»
A partir de esto podemos concluir que los hombres no pueden ni deben intentar
actuar más allá del ámbito de sus acciones individuales, y que el resto lo hará la «mano
invisible», o sea, el mercado en términos de Adam Smith. Es decir, no ser actor, no
ser sujeto. «Dedícate a hacer tus cosas, que el resto lo hacemos nosotros»: esa sería la
idea. Si no es el individuo, entonces es ¿la sociedad? Pensar que la sociedad determina
nuestra manera de ser, que nos aplasta; que toda conducta humana manifiesta el
efecto de determinismos sociales, es estar al servicio de fuerzas externas a nuestro ser
personas. A1 respecto, dice Touraine:
Adoptar esta visión nos puede llevar a un marxismo mecánico. Explicar todo
fenómeno social a través de la interpretación de la : infraestructura, a través del
determinismo económico. Entonces, ¿cuál es el problema? El problema es la visión
de «externalidad» que tienen ambos enfoques. El problema no es responder quién I
precede a quién, sino formularlo de manera que pueda ser resuelta esta dicotomía. Al
respecto, dice Rochabrún:
160
«¿Hay cómo salir de estas dicotomías? Creemos que sí, pero ello exige plantear el
problema en otros términos. A tal efecto vamos a examinar ' una analogía que a
muchos parecerá humorística: el huevo y la gallina. Ahora bien: las razones para ello
no son nada arbitrarias. Para empezar, no seríamos los primeros en hacerlo: la
relación individuo-sociedad ha sido una y mil veces asimilada a esta realidad, en una
clara homologación metafórica.
»Paradójicamente, aquí deseamos mostrar cuán diferentes son las formas lógicas de
ambos problemas. Sin embargo, este ejercicio también revelará al mismo tiempo un
punto formal en común: ¿cuál es la relación interna entre fenómenos aparentemente
externos entre sí? Ello ya no es parte del problema sino de su solución. Así,
"problema" es tal, y es insoluble, en la medida en que sea planteado como una
sucesión cronológica, pues este camino exige que cada término sea considerado frente
al otro como independiente, estático e idéntico a sí mismo. Sin embargo, en la
realidad ocurre inversamente. En el curso normal de las cosas el huevo deja de serlo y
se convierte en gallina o gallo; a su vez, la gallina da lugar a nuevos huevos. El
ejemplar adulto existe merced a la metamorfosis de la "forma-huevo", que da lugar a
la "forma-gallina", y viceversa. Es decir, tanto el Ser del adulto como el del embrión
no son "cosas" sino etapas, momentos.
(1) (2)
Esta gallina Este huevo
La especie gallina
(3)
»Se aprecia que el problema está mal planteado si sus términos se refieren a "este"
huevo y a "esta" gallina como meros individuos autodeterminados. La especie es
confundida con el ejemplar adulto empíricamente dado: "la" gallina (3) es identificada
(y confundida) con "esta" gallina (1). Con el huevo (2) no hay confusión posible: tanto
este como el ejemplar adulto son estados transitorios. De este modo, cuando el
161
razonamiento queda preso de la mera sucesión diacrónica se obvia lo que es
permanente: la existencia de la especie, incluyendo en ella su forma de reproducción.
Esta analogía rompe con el supuesto del individuo aislado; como dato elemental ya
sea para construir la realidad o para reconstruirla. Es importante analizar este punto
para no dejar campo libre al sentido común individualista de la sociedad
contemporánea y a sus ideologías.
Habría que hablar, más bien, de un individuo social. El individuo social es el que ha
absorbido un conjunto de relaciones sociales y que convive con sus semejantes en un
mundo cultural; dinámico: no hay un individuo solitario.
Del párrafo anterior deducimos que hay dos elementos constitutivos que confieren
al individuo una dimensión social: las relaciones sociales y la creación cultural.
Entonces tenemos a un individuo social que no está centrado en sí mismo, ni está
completamente solo y que nunca fue niño; todo lo contrario, los hombres contraen
vínculos interdependientes con otros hombres. Además, y esto es importante,
contrae nexos emocionales; así lo demuestran las miles de organizaciones populares
que existen en América Latina, donde la solidaridad, la ayuda mutua juega un papel
decisivo. No es el individuo aislado ni egoísta como lo intenta presentar el
neoliberalismo.
162
Finalmente, tratando sobre la relación entre individuo y sociedad, Marx dice: «el
hombre sólo puede individualizarse en sociedad».
La relación que hay entre individuo y sociedad exige una reflexión filosófica. Sería
mejor hablar de individualidad y sociabilidad, para no cosificarlos y romper con la
visión del individuo aislado y plantear, con ciertos fundamentos, la propuesta de un
individuo social que nos ayude a sustentar y reflexionar la apuesta por las
organizaciones de niños y jóvenes. Esta concepción deviene fundamental para
comprender y analizar la infancia como fenómeno social más allá de la contingencia
de cada individuo niño, de cada singular criatura.
Cada joven, cada niño, cada persona está dotada de conciencia (reflexividad) y de
voluntad. Las teorías de derecha han apostado más a la razón que al sujeto. Algunos
teóricos dicen que la razón del sujeto es calculante, es decir, qué medios escojo para
lograr tal interés o fin. Por ejemplo, si alguien instala una fábrica, la instala invirtiendo
lo menos posible e intenta extraer la mayor ganancia. No importa que explote a los
trabajadores o utilice materias primas malogradas. si una persona entra en relación
con otra (para los que apoyan la razón calculante, que otros llaman razón,
instrumental), esa relación será de costo-beneficio. Es decir, qué beneficio le significa
a uno relacionarse con esa persona.
163
Una relación humana se mantiene también por valores: valores humanos, éticos,
solidarios, y no por relaciones de costo-beneficio. El sujeto es reflexivo y tiene
voluntad. Por ello puede reflexionar sobre sí mismo; por lo tanto, se autoconstituye.
Un niño o joven trabajador -por ejemplo- no sólo recibe influencia exterior sino
también la influencia de su propia manera de pensar a partir de lo que quiere, de
cómo ve el mundo exterior, etcétera. Se autoconstituye. Por ello en el trabajo que
realizan es indispensable tener presente su mundo subjetivo, que llamamos
mentalidad o subjetividad, y cómo esta se va constituyendo en nuestra vida cotidiana.
Para romper con esto es necesario reconocer a los otros como iguales, como
sujetos. Para afirmarnos como sujetos nosotros mismos, tenemos que amar al
prójimo, recuperando la frase que dijo Jesús: «Ama a tu prójimo como a ti mismo».
Afirmarse como sujeto es pensar en los otros como sujetos también ellos; y pensar en
los otros es ser ya actor.
'' No existe el individuo aislado. Eso es una ficción, una construcción ideológica.
Cada individuo se socializa en la familia, en la comunidad, en el trabajo, en la
organización. Lo que existe es el individuo social. El hombre vive en grupo, en la
familia, en los amigos. El hombre tiene relaciones sociales y él mismo es y genera
relación social. Además, desarrolla relaciones económicas -se le llama reproducción
económica. Tiene también una cultura propia, ideología, arte, etcétera: a esto se le
llama reproducción cultural. Tiene también relaciones de dominación -lucha por el
poder, por el manejo del Estado: a esto se le llama reproducción política.
164
El niño o joven es actor social si interviene en la vida social, opina, tiene propuestas
y alternativas para su desarrollo; lo es, sobre todo, cuando se preocupa de «los otros»
y busca salidas a los problemas que se dan en la vida cotidiana en forma organiza da.
Allí son germen de los nuevos movimientos sociales. Por ejemplo, los niños
trabajadores que se organizan son actores sociales, pues intervienen enfrentando en
forma organizada el problema de la sobrevivencia, al igual que las madres de los
comedores populares o los obreros organizados en sindicatos. Los niños organizados,
las madres que se organizan, los jóvenes que se organizan en los barrios, los que
integran los grupos ecologistas, el poblador organizado en la junta vecinal, etcétera,
son nuevos actores sociales que están participando en los nuevos movimientos
sociales. Los viejos actores serían entonces los obreros, los campesinos; es decir, los
que se organizaban alrededor de sus reivindicaciones más sentidas y desde opciones
político-ideológicas bien definidas.
La propuesta ahora pasa de ser actores sociales a actores políticos. ¿Quiénes son los
actores políticos? Los actores políticos son los partidos políticos, las fuerzas armadas,
el presidente, las organizaciones populares, etcétera. Es decir, los que intervienen en la
decisión de la construcción del orden que deseamos. Ello implica la cuestión del
poder, y esta se hace participando en política. La política es el espacio donde se toman
las decisiones y los destinos de la sociedad o de un grupo humano. Así, en América
Latina las organizaciones populares y los movimientos sociales tienen la tarea de
convertirse en actores políticos y buscar construir el nuevo orden social. En la
actualidad los que deciden finalmente los destinos de la Región son los tecnócratas de
agencias trasnacionales.
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