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CÓMO TRATAR...

LA GOTA
La enfermedad que conocemos como "gota" no es sino una acumulación de ácido úrico en las partes blandas de las articulaciones óseas,
algo que se produce por la alteración del metabolismo de unas sustancias llamadas purinas.
La enfermedad, en su fase aguda, se caracteriza por ataques muy dolorosos que, por lo general, están precedidos de malestar, cansancio,
trastornos digestivos, cefalea y palpitaciones nocturnas. Suele aparecer durante la noche con un dolor violento en las articulaciones del
primer dedo del pie que a veces viene acompañado de fiebre. Es más, en la región afectada suele observarse enrojecimiento y tumefacción
seguida por una leve descamación acompañada de prurito. Algunas veces el ataque es menos violento y se manifiesta con un dolor sordo y
en varias articulaciones (manos, tobillos, vértebras, hombro). Durante el día, sin embargo, los síntomas se atenúan.
Cuando la gota se hace crónica se observa una tumefacción permanente y una motilidad reducida -más o menos acentuada- de las
articulaciones afectadas, especialmente en los dedos que pueden llegar a sufrir malformaciones.
Esta fase se caracteriza por la aparición en el espesor de los tejidos articulares, en los músculos y en los tendones de tumefacciones
producidas por acúmulos de sales de ácido úrico unidos a otras sustancias.

LA GOTA Y LOS CÁLCULOS DE RIÑÓN


Quienes sufren de gota tienen también una mayor probabilidad de que en sus riñones se formen cálculos. De hecho, las estadísticas
demuestran que 17 de cada 100 gotosos se ven afectos de cálculos renales.
El ácido úrico se elimina normalmente a través de la vía urinaria a razón de entre 250 y 750 mg cada 24 horas. En cuanto al suero
sanguíneo, contiene de 3 a 6 mg/100 ml con tendencia a cifras superiores en los varones.
Ahora bien, estos niveles dependen de los valores de la población y de la dieta: en Estados Unidos se llegan a admitir como normales cifras
de hasta 7,5 mg/100 ml en el varón y hasta 6,6 mg/100 ml en la mujer. El valor medio en España es de 5,05 mg/100 ml y se considera
como límite máximo el de 7 mg/100 ml.
Cabe añadir que existe una predisposición hereditaria muy marcada donde aparecen defectos genéticos en los se que ha identificado la
causa exacta del aumento de ácido úrico.
Pero no es menos cierto que los factores exógenos son cruciales para desarrollar la enfermedad; esto es, una dieta poco adecuada con una
importante ingesta de carne y sustancias con un elevado contenido en purinas.

QUÉ PODEMOS HACER CON LA NUTRICIÓN ORTOMOLECULAR


Debemos recordar que la idea básica de la Nutrición Ortomolecular es que los nutrientes aportados por los alimentos y asimilados durante
la digestión entran en la composición química de cada una de nuestras células e intervienen en multitud de reacciones químicas en el
organismo desempeñando un papel primordial en el mantenimiento de la salud. Por lo que no cabe duda de que una de las herramientas
más importantes es la utilización de la dietética y de los suplementos nutricionales como herramienta de trabajo, determinando -en función
de las necesidades específicas del individuo- qué alimentos son los más adecuados y cuáles deben evitarse a fin de conseguir las
concentraciones de nutrientes más adecuadas para cada paciente.
Es un hecho científicamente comprobado que el tratamiento de muchas enfermedades pasa por la variación en la concentración de
determinados nutrientes en el ámbito celular. Porque si cada célula de nuestro organismo recibe los nutrientes óptimos para su
funcionamiento el medio interno pasa a estar en condiciones de controlar la aparición de determinadas enfermedades.
Y si bien es cierto que la individualidad bioquímica de cada persona es la que ha de marcar el tratamiento de cada paciente se pueden dar
unas pautas generales para quienes padecen de gota.

QUÉ DEBE HACER EL ENFERMO DE GOTA


Lo primero que debe hacer un gotoso es evitar lo siguiente en su alimentación:
-Alimentos productores de ácidos: carne, embutidos, pescado, huevos, queso, azúcar refinado, grasas animales, aceite vegetal
refinado, dulces, cacahuetes, chicles, mermeladas, pastas alimenticias, copos, frutos secos, café, té negro, tabaco, cacao, alcohol, lentejas,
alubias y soja.
-Las bebidas alcohólicas. Bloquean la eliminación del ácido úrico. Son perjudiciales sobre todo el vino blanco, el cava y la cerveza.
-Los mariscos. Son grandes productores de ácido úrico. -las carnes y vísceras. Contienen purinas que se convertirán en ácido úrico.
-Las bebidas estimulantes. Las bebidas que contienen cafeína deben evitarse pues esta sustancia pertenece a la familia de las purinas.
-Las legumbres: todas las semillas de las leguminosas son productoras de ácido úrico.
-Los espárragos, acelgas, espinacas y setas. Son alimentos a evitar por su contenido en purinas y porque dificultan la eliminación del
ácido úrico (es el caso de las espinacas).
-La fructosa. Aumenta la producción de ácido úrico. -Asimismo, debe limitarse la ingesta de hidratos de carbono refinados ya que elevan
la producción del ácido úrico y las grasas saturadas porque aumentan su retención.

Por el contrario, es recomendable consumir:


-Limón. Es uno de los más potentes eliminadores de ácido úrico.
-Ajos. Ayudan a eliminar muy eficazmente el ácido úrico.
-Cerezas, fresas, uva y manzana. porque son alcalinizantes y diuréticas. Se ha comprobado que 225 gramos de cerezas frescas reducen
los niveles de ácido úrico y previenen nuevos ataques. Las cerezas, por su parte, son depurativas de la sangre y poseen gran poder
antiinflamatorio.
-Hortalizas y vegetales crudos porque favorecen la eliminación de ácido úrico.

OTRAS CONSIDERACIONES:
-Procure tener el peso adecuado.
-Controle los factores desencadenantes mencionados.
-Beba abundante agua no clorada y de baja mineralización.
-Evite la ingesta continuada de "comida rápida", precocinada, enlatada, etc.
-Haga algo de ejercicio.
-Evite el agotamiento físico y psíquico.
-Vigile el tránsito intestinal. Como apoyo al tratamiento se puede utilizar fitoterapia con acción antiinflamatoria y analgésica.

SUPLEMENTOS NUTRICIONALES
Mientras la tasa de ácido úrico no haya sido normalizada será necesario evitar los suplementos de vitaminas del complejo B (en especial la
niacina o B-3) y la vitamina A porque en este caso pueden provocar o acelerar los ataques de gota.

Los suplementos adecuados son, pues, los siguientes:

-Vitamina C (en su forma más alcalina, es decir , en forma de ascorbato cálcico). Se utiliza junto al ácido fólico iniciando el tratamiento
con dosis muy bajas para ir aumentando progresivamente hasta alcanzar la dosis óptima que según el caso requiera.
-Ácido fólico. Inhibe la enzima responsable de la producción de ácido úrico.
-Vitamina E y selenio. Se utilizan de manera conjunta porque inhiben la producción de leucotrienos (agentes inflamatorios).
-Ácido Eicosapentaenoico (EPA). Se trata de una sustancia que limita la producción de leucotrienos proinflamatorios.
-Quercitina. Este bioflavonoide es un potente antiinflamatorio e inhibe la fabricación y liberación de sustancias perjudiciales en el ácido
úrico.
-Bromelaina. Enzima procedente de la piña es un agente antiinflamatorio que se ha mostrado eficaz en estos casos.

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