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EL ERROR: VICIO DEL CONSENTIMIENTO

Art 1508: los vicios del consentimiento son: error, fuerza y dolo.

EL CONSENTIMIENTO: EL CONSENTIMIENTO LIBRE DE


VICIOS:

Requisito de existencia del contrato. Requisito de validez del


contrato.

Por tanto, no solo se requiere que exista objetivamente el consentimiento,


sino además que esté libre de vicios. Porque el consentimiento se puede
haber expresado por una persona plenamente capaz pero éste puede estar
viciado por el error, la fuerza o el dolo. En tal caso, el CONSENTIMIENTO ES
INEFICAZ y el acto es anulable.

EL ERROR Y SU DIFERENCIA CON LA IGNORANCIA:

El error, en términos generales, es un desacuerdo entre la mente y la


realidad . En materia contractual, consiste en la falsa o inexacta idea
que se forma el contratante sobre uno de los elementos del contrato. Es
esta equivocación la que lo lleva a consentir en el acto jurídico. Es el error
que tendrá trascendencia jurídica si la equivocación recae sobre un
contrato, sobre uno de sus elementos.

En la ignorancia hay una carencia de conocimiento, en el primero hay un


conocimiento equivocado. El autor Guillermo Ospina Fernández plantea que
en el terreno jurídico es y debe ser equiparados el error y la ignorancia
especialmente cuando se trata de proteger la autonomía privada de la
voluntad, porque esta queda amenazada no solamente por las ideas falsas
de los agentes, sino también por la ignorancia de éstos. Más aún, en la
mayoría de los casos el error proviene de la ignorancia: el concepto falso
encuentra su origen en el desconocimiento de la realidad. De ahí que uno y
otro queden sometidos a idéntico régimen jurídico.

EL ERROR DE HECHO Y EL ERROR DE DERECHO:

El error puede ser de derecho o de hecho:

 Error de derecho: según que verse sobre una norma jurídica. Es el


desconocimiento o el equivocado conocimiento de una regla de
derecho.

Art 1509: el error sobre un punto de derecho no vicia el


consentimiento.

Art 9: la ignorancia de las leyes no sirve de excusa.

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Ejemplo, si una persona celebra un contrato con un menor de edad,
creyendo que negocia con un mayor de edad, comete error de hecho;
pero si dicha persona a sabiendas de que está negociando con un
menor de edad, supone que puede pretermitir las formalidades
legales que protegen a los incapaces, incurre en un error de derecho.

Presumiéndose que toda persona conoce la ley nadie puede ser


recibido a alegar la nulidad de un acto cumplido bajo el imperio de un
error acerca de ella. Por ejemplo, quien contrata con un menor de
edad, a sabiendas de que lo es, pero creyendo que no es necesario
observar las formalidades legales que tutelan la incapacidad, nunca
puede repetir lo dado o pagado en razón del contrato alegando el
error de derecho en que ha incurrido porque, aunque tal contrato
esté afectado por el vicio de la incapacidad, se reputa válido produce
la plenitud de sus efectos mientras el menor de edad no solicite la
declaración de nulidad con fundamento en dicha incapacidad.
Entonces la otra parte adquiere una acción de repetición en contra
del menor, no se debe al error de derecho cometido, sino a la
anulación del contrato por la incapacidad del menor y la consecuente
destrucción retroactiva de los efectos producidos por el contrato.

En Sentencia de 3 de diciembre de 1997, la Corte Constitucional,


declaró exequible el artículo 9 del CC, expresando que la obediencia
del derecho no debe dejarse a merced de cada uno. Precisa además
que este artículo encuentra su fundamento en dos principios: en la
solidaridad social y en la obligación constitucional según la cual “toda
persona está obligada a cumplir con la constitución y la ley”, art 95
CP.

Pero excepcionalmente puede alegarse el Error de Derecho, como en


el pago de lo no debido, según el artículo 2315; y en el caso del que
“da lo que no debe”, previsto por el artículo 2317.

 Error de hecho: sobre los elementos constitutivos de una situación


de hecho.

Art 1510: el error de hecho vicia el consentimiento cuando recae


sobre la especie de acto o contrato que se ejecuta o celebre; como si
una de las partes entendiese empréstito y la otra donación; o sobre la
identidad de la cosa específica de que se trata, como si en el contrato

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de venta el vendedor entendiese vender cierta cosa determinada, y el
comprador entendiese comprar otra.

Art 1511: el error de hecho vicia el consentimiento cuando la


sustancia o calidad esencial del objeto sobre que versa el acto o
contrato es diversa de lo que se cree; como si por alguna de las
partes se supone que el objeto es una barra de plata, y realmente es
una masa de algún otro metal semejante.

El error acerca de cualquier otra calidad de la cosa no vicia el


consentimiento de los que contratan, sino cuando esa calidad es el
principal motivo de una de ellas para contratar, y este motivo ha sido
conocido de la otra parte.

No todo error que cometan los agentes repercute sobre la eficacia de


los actos jurídicos, sino solamente aquel que, real o presuntamente,
llegue a convertirse en el móvil determinante de la voluntad, o sea,
en la causa de la prestación de dicha voluntad, dando así la
aplicación a la fórmula general enunciada en el Art 1524: no puede
haber obligación sin una causa real….El error accesorio, que no es
esencial, no repercute en la eficacia del acto en que inside.

CLASIFICACIÓN DEL ERROR DE HECHO:

Nuestro Código Civil enuncia taxativamente las hipótesis en que el error de


hecho constituye un vicio de la voluntad, y por ende, una causal de nulidad
relativa del acto respectivo.

1. ERROR OBSTÁCULO: (El acto sería inexistente)

a. Sobre el objeto.

b. Sobre la causa.

c. Sobre la naturaleza del negocio.

2. ERROR NULIDAD: (Acto anulable)

a. Sobre la sustancia.

b. Sobre la persona.

3. ERRORES INDIFERENTES:

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a. Sobre los simples motivos.

b. Sobre la cualidad no esencial.

c. Sobre el valor.

1. ERROR OBSTÁCULO:

Impide la formación del consentimiento; frente a él no hay acuerdo de


voluntades posible; en vez de consentimiento hay ausencia de éste, es un
diálogo entre sordos, los contratantes no se comprenden.

a. Error sobre la identidad del objeto o error in corpore: Art


1510.

No hay acuerdo de voluntades acerca del objeto del contrato, ya que


cada contratante tiene en mente uno distinto. Por ejemplo el
vendedor cree vender el apartamento 101 y el comprador cree que
compra el 102. En un contrato de compraventa el vendedor cree
vender un tractor y así lo declara, y el comprador entiende que
compra un caballo y declara que compra el tractor en que piensa el
vendedor.

b. Error sobre la causa: Art 1524 y 1511.

Es aquella equivocación que recae sobre la razón o motivo


determinante que ha llevado a los contratantes a dar su
consentimiento en el acto jurídico. El artículo 1524 CC dice que “no
puede haber obligación sin causa real y lícita”. Por tanto, si ha habido
un error sobre la causa por haber creído en su existencia, cuando no
existía, por haber tenido una falsa noción de ella, el contrato queda
viciado.

Por ejemplo, el heredero que asegura contra incendio un inmueble


que acaba de heredar, sin saber que había sido ya asegurado por su
causante.

El autor Ospina Fernández plantea que cuando el artículo 1511 CC


declara viciado el consentimiento prestado bajo el imperio de un error
acerca de las calidades accidentales del objeto, enfoca directamente
la intención de los agentes para determinar cuáles son los móviles o
motivos principales que estos tienen en mira al celebrar el acto
jurídico. Estos se refieren a “el motivo que induce al acto o contrato”
empleada por el artículo 1524 inc 2, para definir la noción de causa,
significa los móviles determinantes del acto jurídico que han sido

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conocidos por las partes. Son dos las condiciones que se requieren
para que el error en los móviles de los actos jurídicos implique la
nulidad de estos: que los móviles sean determinantes y que sean
conocidos por las partes al tiempo de celebrarse el contrato.

Luego el error en los móviles o motivos determinantes de los actos


jurídicos conduce a la invalidez de dichos actos cuando éstos han sido
conocidos por las partes.

c. Error sobre la naturaleza del contrato o error in negotio: Art


1510.

Cuando las partes se equivocan sobre la clase del contrato. El error


sobre el negocio es un error de derecho. Por ejemplo, una persona
transfiere a otra una cosa, creyendo verdérsela, quien la recibe
piensa que la estipulación del precio no es real y que se le está
haciendo una donación.

2. ERROR NULIDAD: (Acto anulable)

Error que no impide la formación del consentimiento, como el


anterior, sino que lo vicia. Hay consentimiento aunque equivocado.

a. Error sobre la sustancia: Art 1511.

La equivocación recae sobre las condiciones sustanciales o esenciales


de la cosa.

Art 1511: “el error de hecho vicia el consentimiento cuando la


sustancia o calidad esencial del objeto sobre que versa el acto o
contrato es diversa de lo que se cree….Error sobre la sustancia.

En su último inciso plantea: “el error acerca de cualquiera otra


calidad de la cosa no vicia el consentimiento de los que contratan,
sino cuando esa calidad es el principal motivo de una de ellas para
contratar, y este motivo ha sido conocido de la otra parte”: Error
sobre las calidades accidentales del objeto, la expresión
cualquiera otra calidad de la cosa significa que no pertenezca a la
sustancia o esencia de la cosa, el cual vicia el consentimiento cuando
la calidad accidental es el principal motivo de una de las partes para
contratar y este motivo ha sido conocido por una de la otra parte.

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El artículo 1511 claramente distingue entre el error acerca de la
sustancia o calidad esencial del objeto y el error sobre las calidades
accidentales del mismo cuando estas constituyen el móvil o motivo
determinante de una de las partes para contratar.

Concepciones en relación con el Error sobre la sustancia:

 Teoría Objetiva:

Considera que hay error sobre la sustancia cuando la equivocación


recae sobre la materia de que está hecha la cosa, sobre sus
componentes físicos y químicos. Por ejemplo el comprador que
compra un objeto creyendo que es de oro y en realidad es de bronce,
la compraventa será nula. El artículo 1511 consagra este criterio
objetivo.

 Teoría Subjetiva:

Plantea que no solo hay error sobre la sustancia cuando la


equivocación recae sobre la materia componente de la cosa; también
lo habrá cuando tal equivocación se refiere a las cualidades
sustanciales de la misma.

Las cualidades sustanciales de la cosa, como su origen, la utilidad


que pueda prestar en razón de sus propiedades específicas, o
también su antigüedad o autenticidad. Cualquier propiedad o
cualidad del objeto se tendrá por sustancial si ha sido determinante
del consentimiento.

Este criterio subjetivo permitirá anular un contrato en casos en que


no hubiera sido posible hacerlo acogiéndose al criterio objetivo. Ya
que en algunos casos el contratante no le interesa la materia de que
está hecha la cosa, sino determinada cualidad sustancial. Por
ejemplo cuando un comprador adquiere una obra de arte del S. XVII,
es decir por su antigüedad. También cuando adquiere una obra por
su autenticidad, que el cuadro originalmente haya sido pintado por tal
artista.

A la luz de esta última teoría la sustancia puede ser un criterio subjetivo.


Y así toda cualidad de la cosa, puede convertirse en sustancial desde el
instante en que ha sido determinante del consentimiento de tal manera
que al haber sabido que no existía esa cualidad, no se hubiera
contratado. Por lo tanto, de acuerdo con el criterio subjetivo, la sustancia
puede ser cualquier cualidad de la cosa que ejerza influencia sobre el
consentimiento. Es entonces en la intención de las partes y en las

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circunstancias que han rodeado la convención donde debe buscarse la
cualidad sustancial caso en el que la falta de esta será constitutiva de
error sobre la sustancia.

Será cualidad sustancial tanto la materia de que está hecha la cosa o


también la aptitud de la cosa para el uso que la quería el contratante
( por ejemplo, un terreno destinado para tal fin). Así mismo se ha
considerado como cualidad sustancial la utilidad de la cosa vendida, o
aquella que posee o debería poseer normalmente la cosa.

Finalmente lo que justifica la nulidad es el error que ha pesado sobre la


voluntad y que ha sido determinante del consentimiento, sin el cual no
se hubiera contratado.

b. Error sobre la persona: Art 1512.

El artículo 1512 del CC expresa que el error acerca de la persona con quien
se tiene intención de contratar no vicia el consentimiento, salvo que la
consideración de esta persona sea la causa principal del contrato.

La regla general es: el error acerca de la persona con quien se contrata no


vicia el consentimiento. La generalidad es que el acto jurídico se
perfecciona y cumple sus propios efectos sin que interese la persona del
contratante. Por ejemplo, el vendedor que vende de contado no le interesa
quién es su comprador; al que compra un objeto le da lo mismo comprarlo
en la tienda de A o B.

La excepción es: si la consideración de la persona ha sido la causa principal,


el motivo determinante del contrato, el error sobre la persona sí vicia el
consentimiento. Según el artículo 1512, comprende tanto el error acerca de
la identidad de la persona y el error acerca de las calidades de la persona.
Uno y otro constituyen vicio del consentimiento, siempre que hayan sido
determinantes para la celebración del contrato. Así, se celebra un contrato
con Pedro, a quien erróneamente se le ha atribuido la calidad de médico
que en realidad no tiene.

Por ejemplo, si quien desea contratar los servicios de A, en atención a sus


capacidades y cualidades, se equivoca y se dirige a B, ha sido víctima de un
error que no es indiferente. Puede demandar la nulidad del contrato. Se
trata de los contratos intuitu personae, en consideración a la persona del
contratante. El error sobre la persona no vicia el consentimiento sino en
aquellos contratos que se celebran intuitu personae.

 Contratos “Intuito Personae”:

No existe una clasificación precisa de actos intuitu personae, por


tanto, es necesario buscar en cada caso ese elemento, atendiendo a
los móviles del acto jurídico y a las relaciones que él crea. Por tanto,
el juez debe precisar en cada caso y atendiendo a todas las

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circunstancias y a la intención de los contratantes, si el acto se
celebró en consideración a la persona.

• Los actos relacionados con el estado de las personas se


celebran intuitu personae, como el matrimonio, adopción, etc.

• Los actos gratuitos o desinteresados, se realizan en


consideración a la persona, por ejemplo, una donación se hace
a una persona determinada, solo excepcionalmente se realizan
estos actos a favor de personas indeterminadas como
fundaciones, limosnas, etc. pero en tal caso no hay contrato
entre el donante y los beneficiarios.

• En los actos a título oneroso también puede encontrarse el


elemento de consideración de la persona como determinante
para la celebración del contrato. Por ejemplo, el contrato
celebrado con un artista; la contratación de un edificio con una
firma específica de arquitectos e ingenieros. Pero la
generalidad es que en estos contratos onerosos, con afán de
lucro, la necesidad y otras causas similares son las que
orientan la voluntad de las personas, en los cuales la
consideración personal es indiferente o sino ocupa un lugar
secundario.

• También son otros ejemplos, los contratos como el mandato, el


arrendamiento y la sociedad de personas.

Clases de error sobre la persona:

• Sobre su identidad física: se contrata con Pedro creyendo que se


trata de Carlos.

• Sobre sus cualidades: se contrata con alguien que se cree que es


médico y en realidad no lo es.

• Sobre su identidad civil y jurídica: equivocación del verdadero


estado civil, nacionalidad, verdadero nombre del otro contratante.
Error sobre la persona en el matrimonio, art 140, el matrimonio es
nulo cuando ha habido error acerca de la persona de ambos o de
uno de los contrayentes .

3. ERRORES INDIFERENTES:

Son errores que no anulan el contrato:

a. El error sobre la persona, cuando la consideración de esta no


sido el motivo determinante del contrato.

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b. El error sobre los simples motivos determinantes del
contrato:

Es aquel que recae sobre cuestiones accesorias, distintas de las


cualidades del objeto o de la persona, y que no son en realidad la
causa determinante del contrato sino motivos personales. Por
ejemplo, quien compra objetos para reemplazar los usados, creyendo
erróneamente haberse ganado la lotería.

c. El error sobre la cualidad no esencial o no sustancial:

Cuando la equivocación se refiere a elementos que no fueron los


determinantes del consentimiento. Así, no es sustancial el error
acerca del personaje que aparece representado en el cuadro
comprado, sobre las dimensiones de la tela y la creencia equivocada
de que había adornado el cuarto del pintor.

d. El error sobre el valor de la prestación:

Es también indiferente, y no es causal para anular el contrato.


Habrá ocasiones en que la desproporción de las prestaciones
configure la lesión enorme si se dan las condiciones exigidas por la
ley, pero allí la nulidad se fundamenta en la lesión enorme y no en el
error.

El error indiferente en materia de valor es el error directo sobre la


apreciación económica (se paga un precio excesivo por un objeto
porque se cree que es su precio justo).

Pero si se da un error indirecto sobre el valor, como consecuencia de


un error sobre la sustancia, podrá alegarse la nulidad del contrato con
base, en el error sobre la sustancia, no en el error sobre el valor. Por
ejemplo, se paga un precio excesivo por un objeto que se cree
erróneamente que es de oro.

Habrá nulidad cuando la equivocación sobre el valor procede en sí


misma del error sobre la sustancia. Por ejemplo, el caso de aquel que
posee un cuadro de un artista famoso y a pesar de saberlo, lo vende
a un precio ínfimo porque no tiene ninguna idea de los precios,
comete un error directo sobre el valor, no habrá nulidad.

Pero el caso contrario, lo vende a precio ínfimo porque cree que se


trata de una copia, no del cuadro original, comete un error indirecto
sobre el valor debido a su error sobre la sustancia. Se puede anular el
contrato como consecuencia del error sobre la sustancia.

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BIBLIOGRAFÍA

Tamayo Lombana Alberto, Manual de Obligaciones, Teoría del Acto Jurídico y


otras Fuentes. Editorial Temis, Bogotá, 2004. Sexta edición.

Ospina Fernández Guillermo, Teoría General del Contrato y del Negocio


Jurídico. Editorial Temis, Bogotá, 2000. Sexta edición.

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