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11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas
las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová
bendijo el día de reposo* y lo santificó.
13 No matarás.
14 No cometerás adulterio.
15 No hurtarás.
1.
Habló Dios.
612 para incontables millones. Nadie negará que éste fue uno de los
sucesos trascendentales y decisivos de la historia. Tampoco puede nadie
negar la necesidad vital que tienen todos los hombres de un código tal de
conducta debido a sus imperfecciones morales y espirituales y su
tendencia a hacer lo que es malo. El Decálogo descuella por encima de
todas las otras leyes morales y espirituales. Abarca toda la conducta
humana. Es la única ley que puede controlar con eficacia la conciencia. Es
un manual condensado de la conducta humana que abarca todo lo que
atañe al deber humano en todos los tiempos.
Esas tablas de piedra, y sólo ellas, fueron colocadas dentro del arca del
pacto (Exo. 25: 21; 1 Rey. 8: 9). Fueron así consideradas, en un sentido
especial, como el vínculo del pacto. La colocación de las tablas debajo del
propiciatorio permite comprender la naturaleza del pacto que Dios hizo con
Israel. Muestra que la ley es la base, el fundamento del pacto, el
documento obligatorio, el título de la deuda. Sin embargo, sobre la ley está
el propiciatorio, salpicado con la sangre de la propiciación, un testimonio
reconfortante de que hay perdón en Dios para los que quebrantan los
mandamientos. El AT uniformemente hace una clara distinción entre la ley
moral y la ley ceremonial (2 Rey. 21: 8; Dan. 9:11).
2.
Yo soy Jehová.
"Yahvéh" (BJ), un nombre propio derivado del verbo "ser", "llegar a ser"
(ver com. Exo. 3: 14, 15). Significa "el Existente", "el Viviente", "el
Eterno".
Por lo tanto, cuando Jesús dijo a los judíos de sus días: "Antes que
Abrahán fuese, yo soy" (Juan 8: 58), ellos comprendieron que pretendía
ser el "Jehová" del AT. Esto explica su hostilidad y sus tentativas para
matarlo (Juan 8: 59). Jesucristo, la segunda persona de la Deidad, fue el
"Dios" de los israelitas a través de toda su historia (Exo. 32: 34; Juan 1: 1-
3, 14; 6: 46, 62; 17: 5; 1 Cor. 10: 4; Col. 1: 13-18; Heb. 1: 1-3; Apoc. 1: 17,
18; PP 381). Fue él quien les dio el Decálogo; fue él quien se declaró a sí
mismo "Señor del sábado" (Mar. 2: 28, BJ). El Gr. ho zon, "el que vive"
(Apoc. 1: 18, BJ), es equivalente del Heb. Eyeh "asher "ehyeh, el "Yo soy el
que soy" de Exo. 3: 14.
Casa de servidumbre.
3.
No tendrás.
Aunque el pacto fue hecho con Israel como un todo (cap. 19: 5), el uso
de una forma singular del verbo muestra que Dios se dirigía a cada
individuo de la nación y le requería obediencia a la ley. No era suficiente la
obediencia colectiva. Para todos los tiempos, los Diez Mandamientos
dirigen su exhortación a la conciencia de cada ser humano y gravitan sobre
ella. (ver Eze. 18: 19, 20).
Delante de mí.
4.
Imagen.
Ninguna semejanza.
5.
No te inclinarás.
Dios rehúsa compartir su gloria con ídolos (Isa. 42: 8; 48: 11). Declina el
culto y servicio de un corazón dividido (Exo. 34: 12-15; Deut. 4: 23, 24; 6:
14, 15;Jos. 24: 15, 19, 20). Jesús mismo dijo: "Ninguno puede servir a dos
señores" (Mat. 6: 24).
Visito la maldad.
6.
7.
En vano.
8.
Acuérdate.
Una vez cada semana tenemos el feliz privilegio de olvidar todo lo que
nos recuerde este mundo de pecado, y "acordarnos" de las cosas que nos
acercan a Dios. El sábado puede llegar a ser para nosotros un pequeño
santuario en el desierto de este mundo, donde por un tiempo podemos
estar libres de sus cuidados y podemos entrar, por así decirlo, en los gozos
del cielo. Si el descanso del sábado fue deseable para los seres sin pecado
del paraíso (Gén. 2: 1-3), ¡cuánto más esencial lo es para los falibles
mortales que se preparan para entrar de nuevo en esa bendita morada!
9.
Trabajarás.
Esto es tanto un privilegio como una orden. El trabajo que se deba hacer
tiene que realizarse en los seis primeros días de la semana, de modo que el
sábado, el cual corresponde al séptimo día, pueda quedar libre para el
culto y el servicio de Dios.
10.
El séptimo día.
Siempre "es lícito hacer bien en sábado" (Mat. 12: 1-14, BJ; Mar. 2: 23-
28).
Ni tu bestia.
Tu extranjero.
Una "grande multitud" salió de Egipto con Israel (Exo. 12: 38) y lo
acompañó en sus peregrinaciones por el desierto. Mientras eligieran
permanecer con los israelitas, habían de conformarse con los requisitos
que Dios estableció para su propio pueblo. En un sentido, esto restringía su
libertad, pero estaban libres para irse si no deseaban obedecer. En
compensación, por así decirlo, compartían las bendiciones que Dios
prodigaba a Israel (Núm. 10: 29; Zac. 8: 22, 23).
11.
Hizo Jehová.
Una de las razones por las cuales los israelitas fueron libertados de
Egipto fue para que pudieran observar el día de descanso señalado por
Dios. Su opresión en Egipto había hecho dificilísima tal observancia (ver
Exo. 5: 5-9; Deut. 5: 12-15; PR 134).
12.
Honra a tu padre.
13.
No matarás.
14.
No cometerás adulterio.
15.
No hurtarás.
mi querido señor,
y ha pertenecido a millares;
nombre,
y ciertamente a mí me empobrece".
16.
Falso testimonio.
17.
No codiciarás.
18.
Temblaron.
20.
No temáis.
21.
Moisés se acercó.
22.
Así dirás.
Con este versículo comienza el "libro del pacto" (cap. 24: 7), que
termina con el cap. 23. Es una ampliación detallada de los principios
contenidos en el Decálogo y se compone de varias leyes civiles, sociales y
religiosas. Por el pasaje del cap. 24: 4, 7 deducimos que estas leyes,
recibidas por Moisés en el Sinaí inmediatamente después de la entrega 620
de los Diez Mandamientos, fueron puestas por escrito y reunidas en un
libro conocido como el "libro del pacto", que era considerado muy santo.
Siguiendo el orden del Decálogo, las primeras y más importantes leyes son
las que tienen que ver con el culto de Dios (vers. 23-26). Luego vienen las
leyes relativas a los derechos de las personas (cap. 21: 1-32) que
comienzan con los derechos de los esclavos y terminan con la debida
compensación por los daños a las personas causados por el ganado. La
tercera sección tiene que ver con los derechos de propiedad (cap. 21: 33 a
22: 15). La parte restante del "libro" presenta leyes misceláneas, algunas
concernientes a asuntos divinos, algunas a asuntos humanos por lo
general relacionados con la organización civil del Estado. Este código
contiene unas 70 leyes distintas.
Habéis visto.
23.
Dioses de plata.
24.
Altar de tierra.
Ofrendas.
Que éstas se introdujeran aquí sin explicación previa indica que los
sacrificios ya eran conocidos, y ciertamente era así (Gén. 8: 20; 22: 9, 13).
Vendré a ti.
25.
Altar de piedra.
26.
Por gradas.
No es suficiente que la ofrenda sea hecha con un motivo puro; debe ser
ofrecida de una manera pura y reverente. Aunque esta orden fue dirigida
especialmente contra las indecencias carnales relacionadas 621 con la
idolatría, ilustra una verdad eterna. Dios requiere decencia y orden en su
culto (1 Cor. 14: 40).
1 DMJ 45
1-6 3T 296
2 PP 312; SR 140
3 CM 189; CMC 129, 151; FE 312; HAp 122; 1JT 428; 2JT 365; MJ 293,
314; PP 313, 328; PR 132, 135, 156, 460; SR 140, 299; 1T 484, 486; 2T 45;
3T 340; 4T 632; 5T 173, 250; Te 34
4-6 PE 211
8 CS 663; DTG 250; ECFP 97; 1JT 287,498; 3JT 20,25; LS 95, 101; MeM
296; MM 49, 50; PE 34, 65, 85; PP 349; 9T 212
9 1JT 498; MM 50
10 CMC 70; CS 500, 632; LS 101; MM 215; PE 33, 68; PP 565; 4T 114
10, 11 CS 490
12 DTG 120; EC 29; FE 101, 104, 403; HAd 64, 256, 264-266, 270, 273,
328; 1JT 77, 151; MeM 287; MJ 329, 442, PP 316, 349; SR 141; 3T 294; 5T
125
14 DMJ 54, 57; HAd 46, 296, 305, 314; PP 317; SR 141; 4T 138, 141,
215
16 CH 284; DMJ 60; HAd 225; 1JT 512; MC 145; PP 317; SR 141; 4T 331
18-23 SR 142
19-21 PP 318