You are on page 1of 6

Encuentros y desencuentros 

Carmen y Enrique

2 de marzo 2009
Esta es una historia para ser contada y conocida por todos,
especialmente por aquellos que no creen que el amor legítimo sea
capaz de romper las barreras del tiempo y del espacio. Esta es la
historia que ha guiado mi vida, nuestras vidas Enrique; historia de
amor que hoy renace, como Ave Fénix, en la plenitud de mi
existencia.

------------------------------------------

Muchos años han pasado y ahora, a la distancia, sé que


siempre estuvo latente; amor omnisciente que supo esperar su
momento para mostrarse colmado de promesas que habrían de
cumplirse.

Nació en una posada en PwC, en mis primeros 20 años de


edad. Entonces, el mundo se abría a mis pies, al igual que las
oportunidades. Ese era mi último día en la compañía, el primero
para ti; lo recuerdo como si hubiera sido ayer; fue en el 63, año que
conmemoro a casi 10 lustros.

--------------------------------------------

Tu tímida mirada me alcanzó y como flechazo de Cupido,


la descubrí y respondí a ella. No te atreviste a hablarme, sino hasta
el momento de mi partida… hasta aquel momento te acercaste
sigiloso y me pediste el número del teléfono de casa de mis padres.
Al día siguiente, impaciente, esperé tu llamada; hablamos,
nos tratamos, y las salidas se hicieron frecuentes; te conocí y fue
fácil amarte.

---------------------------------------------------------

Es casi imposible decirte cual de tus cualidades fue la  que


me atrajo más y por la cual empecé a quererte. Todas ellas hacen un
conjunto que evoca tu nombre: Enrique Calvo Nicolau; hombre de
porte distinguido, de mirada cálida que penetra el fondo del alma de
quien se sabe aguardada y descubierta en lo mas intimo de su ser.

Comprobamos que éramos el uno para el otro, pero el amor


que surgía, pronto y espontáneo, debía esperar un poco más; un
compromiso previo tenías que cumplir.

--------------------------------------------------

Nos separamos y acepté tu partida con estoicismo.


Seguimos con nuestra vida; si bien, ya habíamos sido flechados. El
Arquero había dado en el blanco alcanzando nuestro corazón,
acuñando en lo profundo de nuestras almas. Entonces, Caímos
rendidos súbitamente como Dido ante Eneas, sin arrepentimiento,
Amor repentino, amor paciente, escindido por el deber, amor al fin.

Otros sentimientos habían de abrirse camino, dando paso a


la ternura; Carlos, Arturo y Mauricio estaban asignados a henchir mi
corazón. Por tu lado, Gaby y Kiko, capturarían, el tuyo,
próvidamente. Nos entregamos devotos, prendidos sin resistencia,
ante ese amor sin paralelo.

------------------------------------------------------------------

El tiempo pasó, no lo retuvimos; no hubo necesidad de


hacerlo ni de confesar fidelidad; nuestras almas vivían tranquilas y,
nuestras voluntades selladas en el recuerdo del otro.

Evocación, marcada con los signos de nuestra historia, que


sin más, se materializaban, devolviendo mis pasos a aquella Avenida
Juárez, lugar donde si bien, nuestros caminos se bifurcaron, nuestro
espíritu se detuvo en el instante mismo de la partida, aquel año del
63.

-----------------------------------------------------------------------------

Proyectos afines e ideales de vida, nos llevarían a sugerir


reencuentros en los encuentros. Como buen estratega, supiste
discurrir siempre con acierto. Comprendiste que ahora me tocaba a
mí cumplir responsabilidades y compromisos previos, y que por ello
debía volver mis pasos.

Pero el corazón, no sabe de barreras; cruzó montañas y


valles, temporales y sinuosidades a pesar de los obstáculos, y supo
abrirse paso ante su más grande dificultad: nosotros mismos. Su
obra táctica y magistral; aquel beso robado una mañana de
primavera, hace apenas un año; entonces nos rendimos y nos
abandonamos vencidos en el amado.

_____________________________________________

Aquel 2 de marzo, trajo a mi espíritu el aliento retenido a


través de los años. Yo sé, vida mía, que tú también te complaces en
este encuentro. Es por ello que esta historia tiene que ser contada,
para volar por los aires, produciendo savia y gozo a nuestros seres
queridos, que brindan ahora por el amor eterno.

No soy nadie especial, solo una mujer con una vida común
y corriente. Pero según como sé, no he amado a otra persona con
todo mi corazón como a ti; hombre analítico en todos sus actos,
perfeccionista sin excesos; siempre con hambre de aprender, que
gustas por compartir con quienes te rodeamos aquello que
consideras más valioso.

___________________________________________

Tu alegría es una invitación a disfrutar lo más simple de la


vida; la música, la lectura,  la comida acompañada del buen vino;

Tu bondad no conoce rencor, asimismo, tu generosidad, la


que no esconde la inteligencia que te embarga y te hace resaltar
entre el resto; 
En tus obras, en tus libros, en tus estrategias profesionales;
no encuentro otro camino que el de la admiración, objeto del amor
que brotó en mí por ti y es eje que me hace girar alrededor tuyo.

__________________________________________________

Esa fue una constante en mi vida; dejaste una huella que


mantuvo vivo este amor a lo largo de todos estos años…. Por eso
hoy te regalo este testimonio, testimonio compartido de vida, que ha
tenido y tuvo sus "encuentros y desencuentros". 

Tu Carmita.

You might also like