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Alain Saury
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EDITORIAL BLUME
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LA VIDA
AUTOSUFI
revivir con la naturaleza
Alain Sanrv
EDITORIAL
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BLUME SA
EDITORIAL BLUME
Milanesat, 21-23. 08017 Barcelona
Título original: Le manuel de la vie sauvage
Traducción: A. Martínez
Edición: Isidro Sánchez
Director de producción: Ramón Sureda
Primera edición, 1987
© 1981 Editions Dangles, St. Jean de Braye, Francia
© 1987 Editorial Blume, S. A., Barcelona
ISBN: 84-7031-576-5 (obra completa)
ISBN: 84-7031-578-1 (tomo II)
Depósito legal: B-903-87
Impreso en España por T. G. Soler, Esplugues de Llobregat
Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproduc-
ción total o parcial de este libro por cualquier medio mecáni-
co, fotomecánico o electrónico, sin la debida autorización por
escrito del editor.
contenido
volumen 2
habitar
El habitat natural 258 9-3: Técnicas y materiales contemporáneos 273
1. Herramientas de albañil 273
2. Argamasas 274
*-l: Construcciones de tipo rústico 258 a) Yeso 274
1. Herramientas básicas para la construcción.... 259 b) Cemento y cal hidráulica 274
2. Trazar un plan y hacer una maqueta 260 c) Mortero 274
3. Derribo 260 3. Materiales de mampostería 274
4. Amarre 260 a) Carretales 274
5. Espigas y mortajas 261 b) Ladrillos 274
6. Clavijas y machihembrado 261 c) Bloques celulares o perpiaños 275
7. Varillas fileteadas 262 4. Hormigón 275
8. Diferentes familias de construcciones rústicas. 262 a) Proporciones y dosificaciones 275
a) Ensamblaje de tres varas en triángulo 262 b) Amasado a mano 275
b) Ensamblaje en pirámide de tres troncos reuni- c) Amasado con la hormigonera 275
dos en su extremo por un nudo de trípode . 262 d) Encofrado de un muro de hormigón 275
c) Ensamblaje de rectángulos con espigas . . . . 263 5. Hormigonera sin motor 276
d) Ensamblaje en rectángulos triangulados ... 263 6. Construcción de fundamentos 276
7
e) Ensamblaje de ramas flexibles 264 . Encofrado de la base de un pilar 277
9. Construcciones con materiales recuperados ... 264 8. Revestimiento del suelo 277
a) Tierra de adobe 277
b) Cemento 277
Tipos de viviendas sencillas 265 9. Tipos de armazones primitivos 277
1. El iglú o la cabana esquimal 265 a) Refugio nómada anglosajón 277
a) Técnica 265 b) Vivienda circular de tierra con pilares 277
b) Modelo funcional de iglú 266 c) Casa con estructura de varas (Japón) 277
c) Pokake 266 d) Estructura de varas para .tejado de bálago . 278
d) Abrigo natural 266 e) Estructura primera de ranuras (Inglaterra) . 278
e) Iglú en tierra 266 f) Casa polaca fechada en 700 años a.J.C. . . . 278
2. El tipi 266 10. Tipos de techumbres 278
a) Estructura 266 a) Bálago 278
b) Montaje 267 b) Tejas 278
3. La casa arbórea 267 11. Simples construcciones de tierra 279
4. Cabana mongol 268 a) El adobe 279
5. La cabana gala 268 b) Bloques compactos 279
6. Escondrijo en terreno inclinado 269 c) Tapial 279
". Una gruta profunda y su disposición 269 d) Entramado 279
>. Dos tiendas individuales 270 e) Tapiado de adobe 279
9 La cúpula 270 Violencia y squatting 281
I1. Vanos 271 Bibliografía 282
contenido
fabricar
Fuegos artificiales 284 a) La toga 299
b) El sari 299
10-1: Vestirse 285 c) El sarong 299
1. Costura 285 d) El pareo 299
a) Materiales 285 e) El taparrabo 299
b) Punto de hilván 285 0 La túnica 299
c) Punto hacia atrás 285 g) La chilaba 299
d) Pespunte 285
e) Dobladillos 285 10-2: La alfarería 301
f) Punto escapulario 285
1. Definición 301
g) Ojales 286 2. Formación y composición de las arcillas 301
h) Punto de festón 286
3. Preparación de la arcilla 301
i) Remiendo 286 4. Elaboración 302
j) Punto de cruz 286 a) Técnica de la espiral 302
2. El punto 287 b) Torneado 302
a) Materiales 287 c) Pulido 303
b) Montaje de los puntos 287 d) Elaboración con losetas 303
c) Puntos básicos 288 e) Moldeado 303
d) Otros puntos 289 0 Secado 303
e) Los aumentos 289 5. Esmaltado 304
0 Los menguados 289 a) Vasijas comunes, loza 304
g) El orillo 289 b) Gres y porcelana 304
h) Terminar el trabajo 290 c) Principales materias primas que entran en la
3. El ganchillo 290 composición de los esmaltes 304
a) Cadeneta 290 d) Los colorantes 305
b) Punto bajo 290 e) Aplicación del esmalte 305
c) Aumentos 291 0 Fórmulas básicas de esmalte 305
d) Menguados 291
6. Cocción y hornos 305
e) Orillos 291 a) Cocción sin horno 305
f) El ganchillo con los dedos 291 b) Hornos antiguos de tiro ascendente 306
4. El tejido 292 c) Hornos orientales 306
a) El telar 292 d) Horno-zanja de leña 307
b) Construcción de un telar al aire libre - 292 e) Pequeño horno rudimentario 307
c) Un modelo sencillo de telar 292 7. Combustibles 307
d) La urdidura 293 8. Control de la temperatura 307
e) Fijación de hebras al primer enjullo 293 9. Múltiples aplicaciones de la cerámica 308
0 El peine 293
g) Las viaderas 293
h) Montaje del peine y de las viaderas 293 10-3: Otras artesanías 308
i) Fijación de hebras al segundo enjullo 293 1. Macramé 308
j) El tejido 293 a) Materiales 309
5. La lana 294 b) Preparación de los hilos para el macramé.. 309
a) Estudio de la lana del cordero 294 c) Montaje de los hilos 309
b) El esquileo 294 d) Principales nudos 309
c) Selección de la lana 294 e) Acabado 310
d) Lavado de lana 294 0 Una hamaca de macramé 310
e) Desengrasado 295 2. Cestería 311
f) Blanqueo 295 a) Materiales 311
g) Cardado 295 b) Herramientas del cestero 311
h) Hilado 295 c) La cesta 311
6. Otras fibras de origen animal y vegetal 296 3. Curtido 312
7. Tratamiento del lino y del cáñamo 296 a) Curtido sobre piel fresca 312
a) Enriado 296 b) Curtido sobre piel seca 312
b) Agramado 296 c) Otro método a base de tanino 312
8. La seda y el gusano de seda 296 4. El vidrio 313
9. Los tintes vegetales 297 a) Historia y composición .- 313
a) Recolección de las plantas 297 b) Utensilios y fabricación a la antigua 313
b) Secado de las plantas 297 c) Enfriamiento 313
c) Preparación de las plantas para el tinte . . . . 297 d) Herramientas de soplador 313
d) ¿Qué se puede teñir con tintes vegetales? .. 297 e) La vidriera 314
e) Diferentes fases del proceso del tinte vegetal 297 5. Labra de piedras 314
f) Teñido específico de la lana 298 a) Herramientas 314
g) Calendario de colores y plantas 298 b) Materiales 314
10. Vestidos sencillos v sanos 298 c) Trabajar la piedra 315
contenido
_~: Carpin lena 317 El papel 335
317 La vela 335
\>err¿¿c ce! tronco 317 a) Materiales 335
318 b) Remojo 336
318 Lámpara de aceite 336
i Maderas blandas 318 Los cristales de la ventana 336
r Macierai juras 318 La escoba y el cepillo 336
. Maueras exóticas 318 Los zuecos 337
;- Maderas normalizadas y aglomeradas 318 Agujas y botones 337
r< Productos de protección 318 Agua caliente y manga de riego 337
Instrumentos de carpintero 318 Almáciga 337
a Instrumentos de trazado 318 La cuerda de cardo 337
b ¡ Instrumentos básicos 318 Los W.C. biológicos 337
:i Cepillos 319 Una ducha rústica 338
di Sierras 319 Las aguas y su evacuación 338
e) Berbiquíes 320 Nudos 33?
fi Formones y gubias 320 a) As de guía 338
Afilado de herramientas 320 b) Nudo llano 338
a) Formones y cepillos 320 c) Nudo de escota doble 339
bl Plana 321 d) Nudo doble o lasca 339
c) Sierras 321 e) Nudo de amarre simple 339
d) Triscado 322 0 Nudo de rappel doble 339
Ensambladuras 322 g) Nudo de escalera 339
a) Construcción de espigas y mortajas 323 h) Nudos de amarre para un puente del mono 340
b) Ensambladura de cola de milano 324 i) Nudo de amarre doble 340
c) Ensambladura en machihembrado 325 16. Un motor eólico con una vieja bicicleta 340
d) Ensambladura con espigas y mortajas obli- 17. Una pequeña central eléctrica 342
cuas 326 Barreras 342
Para colocar las herramientas 326 a) Seto vivo 342
a) Herramental 326 b) Muro de piedras secas 342
b) Armario para herramientas 326 c) Cercado 343
Banco de carpintero 326 d) Barrera 343
Fabricación de dos cosas útiles 328 e) Portón de cierre 3~43
a) El tonel 328 19. El aceite y su extracción 343
b) La escala 328 20. Resinación 343
21. Una carreta tirada por un solo animal 344
10-5: Trabajo del metal. 329 22. Instrumentos de música 345
El herrero 329 a) Vasos musicales 345
Herramientas 329 b) Castañuelas 343
El yunque 331 c) Triángulos 345
Fragua rural 331 d) Platillos 345
Carbón 332 e) Shakers indios 345
Instalación de la fragua . 332 23. Chalecos salvavidas 345
La fragua y el fuego 332 a) Materiales 345
Fuego y hierro 332 b) Confección 345
La fundición 332 24. Gafas de corteza de abedul 346
Acero 332 25. Polipasto 346
26. Betún 346
10-6: Construcción de otros objetos. 335 27. Trenzas 346
1. La cama 335 Bibliografía 349
replantar
Panteísmo 352 d) Función 353
e) Últimos datos 353
11-1: Agricultura biológica 353 Otros fertilizantes naturales 354
1. El suelo y el cultivo biológico 353 a) Estiércol 354
2. El compost 353 b) Purín 354
a) Composición 353 c) Turba 354
b) Impregnación 353 d) Arena calcárea (maérl) y lithothamnion.... 354
c) Disposición 353 Malas hierbas 354
contenido
5. Gusanos de tierra 354 a) La planta 361
6. Herramientas básicas del buen jardinero 355 b) Preparación de la tierra 361
7. Arado 356 c) Recolección 361
a) Descripción 356
b) Maniobra 356
c) Arado no reversible 356 11-2: Repoblación forestal 363
c) Arado reversible 356 1. Utilidad de los setos 363
8. Plano tipo de una huerta familiar 357 a) El viento 363
9. Camas y cajoneras 358 b) Sus efectos 363
a) Definiciones 358 2. Mejora de los setos ya existentes 363
b) Construcción de una cama 358 a) Grandes árboles 363
c) Construcción de una cajonera 358 b) Árboles desmochados 363
d) Instalación 358 c) Setos bajos 363
10. El invernadero 358 d) Monte tallar y monte joven 363
a) Invernadero con calefacción 358 3. Replantación de setos 364
b) Invernadero sin calefacción 359 a) ¿Dónde replantarlos? 364
c) Ejemplos de cultivo en invernadero 359 b) Elección de especies 364
11. La siembra 359 c) Precauciones que hay que tomar 364
a) Principios generales 359 d) ¿Qué y cuándo hay que plantar? 364
b) Riego 359 4. Cuidado y mantenimiento de los setos 364
c) Trasplante 360 5. Repoblación 365
d) Bina y escarda 360 a) Un medio sano 365
12. Asociaciones hortícolas favorables o desfavo- b) Dónde hay que repoblar 365
rables 360 c) Trabajos preliminares 365
13. Rotación de cultivos 360 d) Selección de especies para plantar 366
a) Necesidad de la rotación 360 e) Tamaño de las plantas 367
b) Ejemplos de rotación 361 0 Manipulación de las plantas 367
c) Cultivos intercalados 361 g) Conservación de los plantones 367
14. Cultivo del trigo 361 h) ¿Cuánto plantar? 367
a) Tierras 361 i) ¿Cómo poner los plantones? 367
b) Sementera 361 j) Sembrar o plantar 367
c) Mantenimiento 361 6. Injertos y esquejes 367
d) Cosecha 361 ANEXO: Construir una charca 368
15. Cultivo de la remolacha 361 Bibliografía 368
¡m asistir y salvar
El buen samaritano 370 9. Picaduras de animales e insectos 377
10. Sección accidental de un miembro 377
12-1: Principales accidentes 371 11. Envenenamientos 377
1. Heridas 371 12. Pérdidas de conciencia 378
a) Heridas leves 371 a) En la mayoría de los casos, no se para la res-
b) Heridas graves 371 piración 378
c) Heridas especiales 371 b) Si la pérdida de conocimiento es total 378
2. Quemaduras 371 13. Parto imprevisto 378
a) Quemadura por un producto químico 371 14. Blenorragia 379
b) Quemadura térmica 371 15. La obligación jurídica de prestar socorro 379
3. Congelaciones 372 ANEXO: Láminas anatómicas 379
4. Hemorragias 372
a) Curas de urgencia 372 12-2: Auxilios 389
b) Puntos de compresión 372 1. La camilla y el transporte de heridos 389
c) Torniquete 372 2. Transporte a brazos de heridos 390
d) Hemorragia interna 373 a) Un solo portador 390
5. Esguinces y luxaciones 373 b) Dos portadores 391
6. Fracturas 374 3. Inyecciones 392
7. Asfixia 375 a) Inyección subcutánea 392
a) Intoxicación por óxido de carbono ... 375 b) Inyección intramuscular 392
b) Electrocución 375 c) Inyección intravenosa 392
c) Ventilación atificial 375 4. Botiquín de urgencia 392
d) Masaje cardíaco 376 5. La col, medicina del pobre 393
8. Mordeduras de serpientes 377 a) Indicaciones para uso interno 393
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contenido
bi Empleo 393 b) Prevención y extinción 395
ci La hoja de col. Uso externo 393 8. Salvar del ahogamiento 395
Incendios en casa 394 9. Hundimiento 395
a i Cuatro grupos 394 10. Accidentes, enfermedades, azar y medicinas
': * Intervención 394 dulces 395
Fuego en el bosque 394 Las doce leyes cósmicas 397
a i Diversos tipos 394 Bibliografía 398
v* 1 nutrirse sutilmente
13-1: Abstinencia y sensibilidad 401
5. Los olores 416
1. Nuestras necesidades 401
2. Armonía, vitalidad y ayuno 401 13-3: La luz 419
3. Hibernación, recepción y emisión 402 1. Definición 419
4. Efecto y causa de la sabiduría 403 a) La radiación solar 419
5. La única cuestión: «Ser o no ser» 403 b) Las radiaciones invisibles 419
6. Nuestros sentidos debilitados y amenazados .. 404 c) Variaciones en la radiación solar 419
a) El tacto 404 2. Efectos generales 419
b) El olfato 404 a) Sobre las bacterias 419
c) El gusto ^ 404 b) Sobre los vegetales 419
d) La vista 404 c) Sobre los animales 419
e) El oído 404 3. La exposición al sol y el hombre 420
f) Sentido de la palabra 404 a) Vitamina D 420
g) El sentido del pensamiento 404 b) Otras indicaciones helioterapéuticas 420
h) El sentido de la vida 404 c) Insolación, energía y radiovitalidad 420
i) El sentido del movimiento 404 4. Formas, volúmenes y colores 420
j) El sentido del equilibrio 404 5. La oscuridad, el reposo, el sueño y la muerte . 425
k) El sentido del calor 404
1) El sentido del yo de los demás 404 13-4: La creatividad 427
1. El poeta y el artista 427
13-2: El aire 405 2. Creación y vocación 427
1. Definición 405 3. Las necesidades creadoras 428
2. Respiración profunda 406
a) Definición 406 13-5: El amor 429
b) Un despertar agradable 406 1. Las dos mitades de la naranja 429
c) Explicaciones preliminares 406 2. Eros, lo temporal 430
d) Movimientos preparatorios 406 3. La concepción 432
e) Primer ejercicio 406 4. La gestación 432
f) Segundo ejercicio 407 5. Eugenesia prenatal 432
g) Tercer ejercicio 407 a) Constitución carbónica 432
h) Cuarto ejercicio 407 b) Constitución fosfórica 432
i) Quinto ejercicio 408 c) Constitución fluórica 432
j) La postura del cadáver 408 6. El parto sin dolor 433
k) La postura de la humildad 408 7. El nacimiento sin violencia 434
3. La vibración sonora 410 8. Lactancia 434
a) Sonido, timbre y ruidos 410 9. La educación 434
b) El oído, la palabra y el canto 410 10. Agapé, la eternidad 435
c) Las vocalizaciones y el canto 414 a) Cantar de los cantares de Salomón 435
d) El canto gregoriano 414 b) Cántico espiritual de san Juan de la Cruz.. 435
4. La plegaria en voz alta — 415 Bibliografía 437
%
V
El habitat natural
9-1: Construcciones de tipo rústico
Herramientas básicas para la construcción - Trazar un plan y hacer una maqueta - Derribo - Amarre - Espigas
y mortajas - Clavijas y machihembrado - Varillas fileteadas - Diferentes familias de construcciones rústicas -
Construcciones con materiales recuperados.
Violencia y squatting
Bibliografía
El habitat natural
Construir su propia casa, hacerse el pan, dar a luz la madre a su hijo: he
ahí gestos esenciales olvidados por una humanidad caída. Guarecerse es una nece-
sidad vital para todos los animales. Quien tiene su madriguera, su guarida, su ni-
do, su antro... o su dormitorio a una altura de veinte pisos. Pues está claro que
hay que poder reposar con toda tranquilidad y abrigo y hay que dejar que los pe-
queños se hagan mayores. En el caso del hombre, se añaden las posibilidades de
la reflexión y de la creatividad artística o artesanal.
Casi seguro que los árboles fueron los primeros abrigos naturales donde de-
bimos aprender poco a poco a utilizar todos los materiales que nos sirvieron para
construir un habitat cada vez más funcional. «Estos árboles —como dice
Maeterlinck—, que dan al paseante el modelo de todos los grandes movimientos
de resistencia necesaria, de coraje apacible, de expansión, de gravedad, de victoria
silenciosa y de perseverancia.» Después llegaron las cavernas: determinadas rocas
ya horadadas por la erosión de las aguas podían ampliarse fácilmente. Después
la vivienda hecha con carretales. A las ideas de cosecha, de cultivo y luego de caza,
se añadirían las de pesca y llegarían las construcciones sobre estacas a la orilla de
lagos llenos de peces.
De la casa aislada hasta el caserío y la aldea, nuestras moradas conservaron
durante siglos un carácter amable donde fue posible vivir en contacto con la natu-
raleza y el ritmo de las estaciones, mucho más capaces de invitar a la reflexión que
los conocimientos puramente librescos. El gran libro de la Naturaleza se ha vuelto
ilegible para la mayoría de la humanidad, apilada en las ciudades monstruosas,
podrida como las manzanas, según la expresión de Mirabeau.
Que podamos hallar de nuevo este gozo primordial de crear nuestra propia
vivienda con nuestras propias manos, utilizando los materiales no transformados
de una tierra que también nos nutre.
A. »'*•
Construcciones de tipo rústico
259
habitar
28 - pala de zapador 3. Derribo
29 - hacha
30 - lápiz de carpintero Las varas rectas son un material fundamental para la cons-
31 - doble metro trucción. Podemos procurárnoslas en cualquier bosquecillo;
y un buen número de cuerdas de un dedo de grosor. aprovechar las ramas bajas de los árboles grandes o las de
los troncos caídos.
Se sierran y luego se derraman de arriba abajo.
*\ w// u/mt&rr^/A
RECTIFICAR LOS ZOQUETES CON LA SIERRA
ZOQUETE IGUALADO
DESRAMAR
DE ABAJO
ARRIBA
COMENZAR
POR UN NUDO
DE BARQUERO
0 BALLESTRINQUE
>y.y¡\4^}^-.^ •< ^ > ,\ T .»*
260
construcciones de tipo rústico
REDONDEAR LUEGO LA ESPIGA DEBE
LOS ÁNGULOS CON SER LIGERAMENTE
LA PLANA CÓNICA; EN CUELLO
DE BOTELLA * APLANAR EL
BORDE ANTES
DE INTRODUCIR
LA ESPIGA EN
LA MORTAJA
(AGUJERO CON LA
BARRENA DE 24)
PASAR LUEGO LA
CUERDA POR SOBRE
SUPERPONERSE
cS
LA VARA HORIZONTAL
Y POR DEBAJO,
DE LA VARA ,
VERTICAL..
i 0-'£
HACER TRES
VUELTAS ASI,
TIRANDO FUERTE,
Y TERMINANDO
CON OTRO NUDO
DE BARQUERO... SOPC="S =i = i
- - - « ^
6. Clavijas y machihembrado
5. Espigas y mortajas Se cortan las clavijas del corazón de una rama de al menos
2 cm de diámetro. Servirán para fijar las varas juntadas en
Se corta el extremo de una de las estacas en punta para que ángulo recto, previamente cortadas en machihembrado. He-
sirva de espiga y pueda ajustarse a un hueco practicado en rramientas que se requieren: lápiz de carpintero, sierra an-
la otra estaca. Para consolidar la fijación de la espiga y la mor- cha para madera, maza, taladros, barrenas, serrucho.
taja, clavar una cuña. Emplear como herramientas: taladros,
barrenas grandes, hachuela, plana, escofina.
SE LLEGA
A UNA SECCIÓN
CIRCULAR
ESCUADRAR CON LA HACHUELA
261
habitar
DOS SEÑALES
DE SIERRA
8. Diferentes familias
de construcciones rústicas
a) Ensamblaje de tres varas en triángulo
ENREJADO
MACHIHEMBRADO
7. Varillas fileteadas
Es otro método de fijación de varas que puede usarse cuan-
do éstas tienen cierto diámetro (5 cm). Presentan la ventaja
de que pueden desmontarse con mucha facilidad. Las vari-
llas fileteadas se venden en la actualidad por metros en los
establecimientos de ferretería, y la dimensión requerida para
el uso que nosotros hacemos de ellas es del orden de los 4 mm.
Se las coloca en las varas entalladas planas, empleando las
siguientes herramientas: llave inglea de rosca, sierra para me-
tales, lima para metales, taladro o berbiquí.
Haces un nudo
de ballestrinque
sobre el tronco del
Después de haber visto diversos sistemas de ensamblaje, medio, [21 Pasas
por debajo del
he aquí algunas aplicaciones de tipo práctico. tronco 3, vienes
luego por encima
do los tres
Después, por
debajo del 1, cor •
encima del 2, por '
debaio del 3; y lo
contrario a la
vuelta
262
construcciones de tipo rústico
RECUBRIR CON
UN ENREJADO
VESA BAJA
UN BANCO
CABANA INDIA
EL
RECUBRIR CON RAMAS PEQUEÑAS «Tlpl» DEL
CONSEJO..
- MATAS DE HELÉCHOS...)
CUANDO SÓLO SE TIENEN VARAS PEQUEÑAS..
SILLA BAJA
263
habitar
9. Construcciones con materiales
recuperados
LADRILLOS 6 x 11 x 22
PLANCHA COLOCADA^
SOBRE TRES
TABLONES
MADEROS ASERRADOS
PERPIAÑOS
BALAS
DE PAJA
'X-tjí--
264
1. El iglú o la cabana esquimal
Está hecho de bloques de nieve cortados con el cuchillo,
una pala o el piolet. Para que resulte eficaz contra el frío, su
espesor debe ser, por lo menos, de 50 cm. Su forma se parece
algo a una borie (cabana gala). Los esquimales pueden alo-
jar dos familias en un iglú de 3,75 m de diámetro.
a) Técnica
Se forma por una espiral, que va ascendiendo, compuesta
por bloques de nieve puestos en círculo sobre el campo e in-
clinados hacia el interior de la cúpula.
Trazar un círculo de 2,50 m de diámetro, apretar cuidado-
samente la nieve en el emplazamiento elegido. Debe planear-
se bien la espiral de la base para que el muro se vaya elevando
regularmente con bloques de nieve de 60 x 50 x 40 cm. Nie-
ves buenas: heladas, esponjosas, de nevero o descompuesta
(en este caso, bien apisonada). Malas: nieves superficiales poco
espesas, nieves en polvo heladas. Hay que elevar esta cúpula
hasta un máximo de 1,75 m, recortando cada bloque, en el
momento de colocarlo, para que quede bien unido a los res-
tantes; aumentar sensiblemente la pendiente a cada vuelta a
fin de mantener una inclinación. Rellenar poco a poco con
nieve eliminando las asperezas que pueden constituirse du-
rante la obra. Colocar el bloque troncocónico que hace de cla-
ve de bóveda. Practicar una abertura a nivel más bajo que
el suelo del iglú. Cerrarla con un bloque de nieve, o una tela,
pero nunca completamente para evitar la asfixia. Aislarse del
suelo con una lona circular.
N.B.: también se puede excavar un agujero en la nieve es-
pesa (2,50 m) y emplear los esquís como armazón para colo-
car encima losas de nieve.
Construcción de un iglú
265
habitar
b) Modelo funcional de iglú más actuales. En pocas líneas, un iglú hecho con terrones es
una estructura mitad enterrada que se construye con raras
Con sus dos agujeros de aireación y la fosa para el frío. ligeras o con maderos burdamente tallados con ios que se re-
cubre un armazón sólido hecho con troncos, que a su vez se
AGUJEROS recubre de una hoja de polietileno, de tierra, musgo y, a ve-
DE AIRE
ees, nieve. La parte que queda bajo el nivel de tierra y el te-
rraplén actúan a modo de lampón térmico... La tierra del
terraplén no alcanza nunca la temperatura exterior (la tierra
desprende calor) y, al cabo de una semana de calefacción, el
terraplén se habrá calentado considerablemente. El calor que
irradia el interior se almacena durante el día y se desprende
durante la noche, lo cual regulariza la temperatura durante
las 24 horas de un día (cualquiera que haya dormido en una
cabana de leños y ha encontrado helada el agua de la taza que
está junto a su cama puede apreciar este fenómeno).»
2. El tipi
c) Pokake
Esta vivienda pertenece a la familia de las pirámides que
El iglú puede vaciarse en la misma nieve, que ha de tener hemos definido en nuestro apartado Construcciones de tipo
en este caso un espesor de 2 a 2,5 metros. Se cierra con una rústico. Su construcción y montaje es simple y cómodo y re-
tapadera de nieve. sulta útil tanto a nómadas como a sedentarios. Hecho con lo-
nas impermeables, tiene bastante peso: 15 kg, pero hecho con
tela de paracaídas plegada en dos no sobrepasa el kilo. Se pue-
MÍ» de hacer en su interior fuego para cocinar, gracias a la aber-
tura de la parte superior que procura un buen tiro de aire.
a) Estructura
— Colocar dos telas impermeables de 4,30x4,30 m jun-
tas, procurando que una sobrepase a la otra en 10 cm.
— Hacer un corte en semicírculo; coserlas por la parte que
una recubre a otra, dejando un espacio por el que se podrá
introducir una vara.
— De los recortes, cortas 3 piezas (A, A' y B) de 100 x 6 cm.
— Plegar y coser una esquina de las tres piezas A y A', y
coser al cuerpo de la tienda A, A' y B.
— Fijar cuatro cordones en el borde exterior de la pieza B.
d) Abrigo natural — Plegar la tela en dos. En cuarto de círculo, a 30 cm del
Este abrigo provisional fácil de construir ha salvado la vi- borde, en correspondencia con los cordones de la pieza B, co-
da a más de una persona con ocasión de una tempestad o de ser cuatro anillos o grandes botones.
una niebla espesa en plena montaña. Se escoge una anfrac- — Disponer en la parte baja de la tienda una abertura que
tuosidad de la roca, donde no sea difícil sentarse, y se cierra pueda plegarse y cerrarse mediante tiras de cuero: la puerta.
con bloques de nieve. — Cortar una decena de varas bien rectas, más largas que
la altura del tipi (tener en cuenta la inclinación y la parte que
excede del caballete).
— Se precisan 10 bramantes de cuerda sólida de 45 cm de
largo para atar el tipi a las varas, así como una cuerda de 7,5 m
y una veintena de estacas.
— Prever en los bajos del tipi los correspondientes aguje-
ros en que se colocarán las estacas.
PLEGAR Y
COSER ESTAS
ESQUINAS .... .
i ^ l)\)) cordones
' ¿5"
e) Iglú en tierra
Hemos hallado su descripción en la excelente obra Habi-
ta ts, (Éd. Alternative et Paralléles):
« Un iglú hecho con terrones es una buena solución al pro-
blema de la vivienda en un país frío. Este tipo de abrigo une
la utilización de técnicas tradicionales con la de las técnicas Hacer un dobladillo a la costura intermedia
266
tipos de viviendas sencillas
Así concluye Jules Renard en sus Historias naturales, y para
aquellos que, como él, sienten la extraordinaria atracción de
los arboles y de su fortaleza generosa y tranquila, no hay cier-
tamente morada más agradable.
Se escoge un árbol sólido y alto con copa extendida, y se
construyen en él plataformas de madera dura, que no habrá
que fijar en el árbol, para no dañarlo y permitir que se mue-
va libremente, lo cual evitará, por lo demás, que la construc-
ción se resienta por el movimiento. Se adpotará, pues, corno
modo de fijación el amarre (véanse nuestros apartados Nudos
y Carpintería), o bien la fijación mediante grandes tablones
b) Montaje de madera o por cuerdas de nilón o alambres de espino bien
tensados para lograr un enrejado firme (casa de Hugh Brown,
Hay varias clases: en una playa del Caribe), que neutralice los efectos ondula-
— Tipi sedentario: plantar las tres varas que se habrán en- torios del viento.
samblado con un amarre y juntar a ellas de cinco a ocho va-
ras más formando un haz.
— Tipi con vara lateral: deslizar una vara de 2,20 m por
la costura del tipi y plantar el conjunto. Atar con una cuerda
la vara al tipi por el extremo de su cono. Atar una cuerda a
este punto de fijación y tensar para formar un ángulo de 60 °
desde el suelo. Fijar esta cuerda a una rama de árbol.
3. La casa arbórea
«...Siento que deben ser mi verdadera familia. Pronto ol-
vidaré la otra. Estos árboles me adoptarán poco a poco y,
para merecerlo, aprendo lo que me hace falta saber:
»Sé ya contemplar las nubes que pasan.
»Sé también quedarme en mi sitio.
» Y sé casi callarme.»
267
habitar
Tibet, donde las utilizaron también las poblaciones sedenta-
rias y sirvió igual como casa de pobres y como palacio de em-
peradores.
Su elemento básico es una especie de enrejado desplegable:
listones de madera claveteados o atados a intervalos regula-
res y en diagonales opuestas que tienen la elasticidad de un
acordeón. Estos muros están destinados a unirse formando
un conjunto en círculo que contiene un marco de puerta. La
parte alta del muro alzado va a quedar tirante por una cuer-
da que lo tensa. Unas varas unen el muro con un pequeño
círculo central, interno y superior al otro, constituyendo así
el armazón del techo (sostenido, a veces, por uno o dos pos-
tes), que se recubrirá, igual que las paredes, de telas o pieles.
Una abertura dejada en el centro del círculo superior central
sirve como chimenea.
4. Cabana mongol
Es un habitáculo realmente adaptado a la vida nómada.
Tres hombres pueden plantarlo en una media hora y, no obs-
tante, tiene una solidez a toda prueba. De Mongolia pasó al
268
tipos de viviendas sencillas
6. Escondrijo en terreno inclinado Refugio de construcción simple y disimulada, recomenda-
do por las instrucciones para sobrevivir dadas a los prisione-
ros evadidos del ejército francés.
MURO DE PIEDRAS
SALIDA
ZANJA DE AGUA
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269
habitar
8. Dos tiendas individuales cionar, porque se trata de una vivienda totalmente funcional
que goza de una moda cada vez mayor en EE.UU. En la ac-
Pueden ser de tela o de plástico, y su concepción práctica tualidad, entran los materiales más diversos para la construc-
(se debe, igual que aquella del iglú y del rainshel (véase An- ción de su cobertura: contraplacado, papel alquitranado,
dar y orientarse) a Survival Scrapbook I, Unicorn Bookshop. chapas de automóviles cortadas con un hacha, paneles de vi-
nilo, aluminio, cañas, bambú, telas impermeables...
Su concepción más simple es la inicial: cobertura de cañas
sobre varas de madera (véase la familia de rectángulos y su
cabana bantú, en nuestro párrafo Construcciones de tipo
rustico),
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1 ~~
Diversos tipos de juntas para la construcción de una cúpula:
9. La cúpula
Se enumera ciertamente entre los primeros tipos de vivien-
da que se ha construido el hombre, puesto que su fabricación
no necesita obligadamente el uso de instrumentos de hierro,
como lo exige, en cambio, la tala de leños y el tallado de pie-
dras. Puede consistir en un simple ensamblaje de ramas fle-
xibles o de troncos verdes entrecruzados con el fin de crear
un espacio hemisférico con base circular, mientras que la co-
bertura puede ser de cañas.
En el transcurso de los siglos, los principios han permane-
cido inalterados, pero han ido cambiando los elementos con-
cretos: cúpulas de ladrillos, de piedras talladas, de cemento
(a partir de los romanos).
En 1922, se construyó en Alemania la primera cúpula ico-
saedra de ligeros montantes de acero y con un revestimiento
muy ligero de cemento, cuyo espesor estaba en función de la
misma relación de una cascara de huevo con su diámetro. Des-
de entonces, la técnica de la cúpula no ha parado de evolu-
270
tipos de viviendas sencillas
10. Varios
Un poncho, una chilaba, una capa deps;:.- -'-
pueden ofrecernos un buen abrigo pro\:s:or.¿! Í: i.:.t~ :
es excesivamente húmedo o riguroso. Basta prcr;~. : - -
un soporte a cierta distancia del suelo con ayuda ; = _:.
ras dispuestas en haz, o de una cuerda tendida entre a. • .:••
boles. El vivac (simple refugio bajo un saliente de rocaí e-
bien conocido por alpinistas y escaladores. Nosotros mismo-,
con mi esposa y mi hijo y los gatos, hemos vivido durante
mucho tiempo en el tan hermoso bosque de Fontainebleau:
un Citroen 15 caballos dispuesto como habitación de dormir
nos permitía largas y confortables permanencias bajo e! abrigo
de los árboles y los peñascos; lo instalamos todo funcional-
mente: biblioteca, lámparas de cabecera (conectadas a la ba-
tería), cama con dos colchones, con sábanas y edredón,
nevera, pequeña hamaca para el niño, hornillo de gas, depó-
sito de agua, calefacción complementaria... Nada de esto im-
pedía a nuestro Citroen rodar tranquilamente, pese a sus años.
Tuvimos ocasión de ver una barca, una embarcación, un vie-
jo autobús y un no menos viejo camión (que ya no ronda-
ban) dispuestos como vhiemdas confortables y duraderas.
ESTRUCTURA DE UNA
SAUNA PEYOTE
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271
habitar
272
Técnicas y materiales contemporáneos
1. Herramientas de albañil
PALETA
Metro simple y doble (de metal) - Nivel de líquido - Plomada CUADRADA
- Cuerdas - Tizas - Llana - Fratás - Clavijas - Cepillos de metal
y de grama - Cubo de 10 litros - Artesa de goma de 50 litros
- Serruchos de mano y de bastidor - Martillos simples y
sacaclavos - Tenazas - Buril - Escoplo - Punzón -
Destornillador grande - Lima triangular - Bote de grasa -
Trapos - Alambre galvanizado.
Además:
— Para replantear y trazar: Maza - Cinta métrica arrollable
- Piquetes metálicos - Jalones - Nivel de anteojo o de tubo.
— Para encofrar: Cárcel - Sacaclavos - Mazo - Lápiz de
carpintero.
— Para derribar: Pico - Pala - Palanca - Carretilla.
— Para mampostear: Martellina - Martillo de cantero -
Reglas - Escuadra metálica - Llanas especializadas - Escoda
- Llana para juntas.
— Para reparar un revoque enyesado: Piocha - Esparavel
- Llana de yesero - Lima encorvada (o cuchillo de revoque).
NIVEL DE BURBUJA
273
habitar
2. Argamasas
Permiten el ensamblaje entre los materiales de albañilería,
proporcionando una hilada exactamente acomodada a su for-
ma y los hace así muy estables, logrando una exacta reparti-
ción de su peso.
a) Yeso
Es el resultado de la cocción (a — de 200°) del yeso. Se em-
plea pulverizado y, para un empleo inmediato, se amasa con
un 80 o 90% de agua. Se utiliza para el sellado, el revoque,
el enlucido...
c) Mortero
Es una mezcla de cemento o de cal, de arena y agua, en unas
proporciones que varían según el destino. Los morteros de
cal son más pastosos y se trabajan con mayor facilidad que
los de cemento, pero son menos resistentes, menos impermea-
bles y secan más lentamente. Los morteros bastardos, mez-
cla de cemento y cal, aunan las cualidades de uno y otra. El
mortero sirve de unión entre los materiales de albañilería y
para llevar a cabo los revoques que hacen impermeable la
manipostería.
3. Materiales de manipostería
a) Carretales
Son las piedras que entran en la construcción de los mu-
ros. Provienen con frecuencia de canteras (caliza, gres, gra-
nito, pedernal...).
b) Ladrillos
CARRETILLA METÁLICA DE 75 L
Son los bloques de tierra cocida que sirven para levantar
muros (nunca bajo nivel de tierra, por causa de su porosidad).
Es importante ponerlos en remojo antes de usarlos de modo
que no absorban el agua del mortero. Se emplean macizos (for-
mato normalizado: 5 x 14 x 29 cm) o huecos (9,5 x 14 x 29 cm).
Se alzan desde una base de hormigón enterrado.
— Corte de ladrillos macizos: colocados en los extremos
de un muro o formando el cuadro de una puerta, hay que cor-
tarlos una de cada dos veces para que las hileras mantengan
la verticalidad. Dibujar una línea de corte en torno al ladri-
llo. Marcar un surco siguiendo la línea con un cincel de alba-
ñil, dando con la maceta unos golpes suaves y precisos, con
el filo bien apoyado antes del golpe. Repasar el surco con la
N.B.: todas las herramientas empleadas en albañilería se punta de la martellina y romper el ladrillo de un golpe, que
lavan inmediatamente con agua y luego se engrasan. será tanto más limpio cuanto mejor hecha esté la entalladura.
274
técnicas y materiales
— Corte de ladrillos huecos: es más problemático, porque » 7) Con la pala, ir tirando los bordes del cráter dentro del
el ladrillo es más frágil. Marcar la línea de corte por todo el agua, dando vueltas alrededor del montón de modo que la
contorno del ladrillo. Con ayuda de una martellina, comen- corona se achique de una forma bien regular, evitando que
zar a romper el ladrillo por sus cuatro caras. Luego entallar se escape el agua. Mezclar bien.
por las nervadura y las aristas. Dar un golpe seco, por últi- »Será conveniente, al principio, no tirar toda el agua nece-
mo, con el filo de la paleta de bordes planos. saria de una sola vez. Después de una primera mezcla con la
mitad del agua, por ejemplo, se hará de nuevo el montón con
su cráter y se comenzará otra vez la operación.
c) Bloques celulares o perpiaños »— Cuando se mezcla el hormigón entre dos, es preferible
Son bloques moldeados de hormigón de gravilla. Pueden hacer un montón de poca altura, con mezcla más bien seca,
ser también macizos o huecos y se utilizan igual que los ladri- muy homogénea y, mientras que uno de los dos moja poco
llos. Su formato normal es de 10 o 15 o 20x20x40 cm. a poco con un cubo o, mejor, una regadera, el otro mezcla
a discreción con la pala.
••— Cuando sólo se necesita una pequeña cantidad de mor-
tero, es preferible amasar con la paleta en el cuezo para el
4. Hormigón mortero, procediendo de igual manera.»
(Extracto de Les Chantiers, Scouts de Francia.)
Es una mezcla de cemento, arena, grava o guijarros y agua.
Puede ser echado en moldes y se presta para múltiples usos:
fundamentos, muros de sótanos, revestimiento de suelos, ele- c) Amasado con la hormigonera
mentos resistentes con acero (vigas, pisos, cimientos, arcos, Orden de introducción de los componentes: una parte de
losas, postes, puentes...). He aquí las proporciones de algu- conglomerado más una parte de agua: hacer girar el cemen-
nas de sus dosificaciones (carretilla de 50 litros). to, la arena, el resto de agua. Hacer girar el resto de conglo-
merado por orden creciente de grosor.
a) Proporciones y dosificaciones
— Cimientos para una casa sin piso superior: 2 carretillas
de grava fina o gruesa, 1 de arena, 25 kg de cemento. d) Encofrado de un muro de hormigón
— Muros de sótanos, basamentos, construcciones: 2 carre-
tillas de grava fina o gruesa, 1 de arena, 40 kg de cemento. 1 - tabla de encofrado 10,5 x2,7 cm: clavos 25 55
— Suelos: 2 carretillas de grava fina purgada, 1 de arena 2 - tirantes 10,5 x2,7 cm; clavos 28/60
purgada, 25 a 40 kg de cemento. 3 - tensores horizontales o traviesas: 2 veces 10,5 x 2, 7 cm
— Hormigón armado: 2 carretillas de gravilla purgada, o cabrio 10x 10 cm: clavos 28/60
1 de arena purgada, 50 kg de cemento Portland 250/315. 4 - riostras 10,5x2,7 cm: clavos 31/70
En general, no se emplea más de 180 a 200 litros de agua 5 - codales 5x2,7 cm: clavos 25/55
para obtener 1 m3 de hormigón: encoge como la ropa, y 6 - calzos 2,5 x2,7 cm: clavos 2 o 3 veces 28/60
cuanto más se moja, más corre peligro de resquebrajarse. Para 7 - jabalones 10,5 x 2,7 cm: clavos 2 veces 31/70
una buena mezcla, puede ser necesaria una hormigonera, pe- 8 - tensores de alambre de 04 mm, cada 80, 90 cm.
ro también se puede mezclar manualmente, a condición, sin Sobre el hormigón no demasiado duro, se clavan dos ma-
embargo, de no necesitar más de 10 m3 en un día. deros de pino (16,5 x 6,5) o dos tablones (23 x 8 cm) para co-
menzar el muro.
Así se logra automáticamente la separación de la base y no
b) Amasado a mano habrá problemas de escurrimientos sobre el encofrado y el
enlosado.
«La mezcla debe hacerse sobre una superficie plana, dura
y bien limpia, suficientemente grande para actuar con co-
modidad.
»1) Tirar en un extremo de la superficie la arena necesaria
para un amasijo. Para medir las cantidades, se echara mano
de una carretilla de 50 litros o de una caja de un volumen co-
nocido, que llenaremos en el área de amasado. Extender con
la pala una capa de una decena de centímetros de espesor.
»2) Tirar sobre la arena la cantidad de argamasa suficien- ENCOFRADO DE MURO
A LA IZQUIERDA.
te repartiéndola por toda la superficie de la arena. UNTAL FIJO EN TIERRA
»3) Coger la mezcla con la pala y hacer un montón en el A LA DERECHA,
UNTAL FIJO SOBRE ENLOSADO
otro extremo de la superficie de amasado.
»4) Desplazar este montón, con sucesivos golpes de pala,
al menos dos veces, hasta que esta mezcla adquiera un color
gris uniforme.
»Sólo para el hormigón:
^Extender de nuevo el montón en una capa de unos diez
centímetros de espesor.
»Extender sobre esta capa la grava y las piedras machaca-
das y empezar de nuevo como en 3 y 4.
»5) Hacer un montón de unos 20 centímetros de altura so-
lamente.
»6) Practicar un cráter en el centro, donde se echará la can-
tidad de agua conveniente.
275
habitar
5. Hormigonera sin motor
Se trata de una simple cuba montada entre dos varales a
la manera de un rodillo, casi toda fabricada en madera con
tablas de 22 mm de espesor.
a) Tierra de adobe
Igualar el suelo quitando cantos y piedras que podrían de-
formarlo. Mezclar tierra y agua como se hace en la prepara-
ción de ladrillos de adobe (§ 10). Echar una capa de 8 cm de c) Casa con estructura de varas (Japón)
espesor; la superficie debe quedar perfectamente lisa, hú-
meda y a igual nivel; echarla de una sola vez si se desea uni-
forme; nivelar con un fratás. Dejar secar durante diez días.
Tapar con adobe las grietas que hayan podido formarse du-
rante el secado; dejar secar cuatro días más y dar una mano
de aceite de linaza hervido mezclado con un cuarto de tremen-
tina. Pasar luego varias capas de cera.
b) Cemento
Ésta es la mezcla que se emplea para un suelo: 1 parte de ce-
mento, 2 de arena, 4 de grava; su espesor varía de 7 a 10 cm;
si el terreno no es muy estable, hay que darle un armazón
de enrejado. Para hacer un suelo de cemento se necesita,
evidentemente, un encofrado que se llenará de una tirada, ni-
velando poco a poco. Se alza el enrejado con un gancho de
hierro para evitar que se deslice y para que se mantenga en
el medio de la capa de cemento. Se enrasa la superficie de ma-
nera uniforme con ayuda de un escantillón. Se apisona con
un marco de acero (75 x 115 cm) al que se ha soldado una re-
ja metálica. Se acaba con la paleta y se alisa con la llana me-
tálica y el fratás.
b) Tejas
Sin duda alguna es el procedimiento de techumbre más her-,
mético que puede calificarse como plumas de ave, porque sví
disposición es similar y permite que el agua se escurra con so-
ma facilidad. /
Los materiales de que se dispone son bátante numere/sos:
— La teja propiamente dicha, placa de tierra cociaa al
horno.
— La tablilla, teja de madera vaciada en un tronco de un
viejo árbol y clavada sobre los calzos.
— La piedra, perforada y fijada a las estructuras del techo.
— La pizarra, placa sacada de la piedra del mismo nombre.
El cartón alquitranado, las planchas metálicas o de fibro-
cemento son también buenos revestimientos.
N.B.: atención a la inclinación de los techos, que debe va-
riar según los materiales empleados y los diversos climas.
278
técnicas y materiales
11. Simples construcciones de tierra
a) El adobe
Es un modo de construir (muros, techos o bóvedas) que uti-
liza únicamente ladrillos de barro seco. Se rellena con barro
húmedo un molde de madera (40 x 30 x 10 cm); se apisona o
pisotea y se saca del molde un poco después; se deja secar en
su sitio durante tres días y luego se amontonan y no se utili-
zan hasta un mes más tarde. Al amasar la tierra se puede aña-
dir paja, cal o emulsiones de asfalto que la consoliden. El
mortero que se utiliza para montar los ladrillos tiene igual
composición. Es un tipo de construcción propio de la arqui-
tectura rural. Esta técnica, realmente antigua, está todavía
muy expandida en el Oriente Medio y en América del Sur.
d) Entramado
Se aplica tierra húmeda sobre una estructura de madera que
formará así una especie de tabique armado para los muros
de la vivienda.
^
MOLDE PARA LADRILLOS DE ADOBE
b) Bloques compactos
Esta manera de construir utiliza el mismo método de la fa-
bricación de ladrillos de adobe, pero la tierra se apisona por
presión manual o hidráulica.
c) Tapial
Este método permite construir muros monolíticos con tie-
rra compacta apisonada en un encofrado por medio de un pi-
són. Este pequeño encofrado se desplaza a lo largo y a lo ancho
de los muros a medida que se van edificando; estos muros
no tienen nunca menos de 50 cm de espesor, lo que hace que
el apisonamiento resulte fácil.
Una buena mezcla de la tierra de un tapial es la siguiente:
grava, 0 a 15%; arena, 40 a 65%; limo, 10 a 45%; arcilla,
15 a 25 %. El porcentaje de arcilla es importante y hay que
controlarlo; la cantidad de agua de una buena mezcla debe
ser del orden del 11%.
N.B.: los tapiales se rellenan según capas de 10 a 25 cm,
que se apisonan inmediatamente.
Técnica del entramado
{Archi de Terre, Éditions Parenthéses)
e) Tapiado de adobe
Sobre un armazón de madera, trenzado o enrejado de
mas, se aplica barro mezclado con un «estabilizador ar,
do» (paja cortada, ramillas, bostas) a sus dos caras ( ron
mano o con el esparavel).
Se puede utilizar también un doble armazón (2 tabiques de
madera), con lo que aumenta el espesor y la solidez del mu ro.
(Tomado de Archi de Terre, Éd. Parenthéses.)
habitar
Estructura clásica de una casa de emigrantes en Estados
Tapiado de adobe Unidos en el siglo xvn, con una gran chimenea central que
irradiaba calor a todo el edificio. Su arquitectura maciza, bien
equilibrada y resistente explica que todavía subsistan algu-
nos ejemplares en la actualidad.
Dos armazones
280
habitar
Violencia y squatting
El verbo inglés to squat significa «establecerse sin título» y de ahí deriva, por justi-
cia lingüística, el nombre de squatters que se dio a los colonos.
Hace unos años, vagabundos ingleses con sus familias matizaron con un nuevo sen-
tido estas palabras ocupando casas o apartamentos vacíos sin consentimiento de sus due-
ños. Hay que decir que es un fenómeno no raro en los países de este occidente abusivo que
crea objetos que luego sólo utiliza accidentalmente, gracias por lo demás a los squattings
llevados a cabo, durante largos siglos, en el tercer mundo al que ha condenado al hambre,
al sufrimiento, a la enfermedad y a la muerte. Este boomerang que nos devuelve, por justi-
cia dei destino, esos locales desocupados —que en su mayor pane son inversiones de dinero—,
va a permitirnos colonizar a nuestros propios vecinos incoherentes cuando lleguen las pró-
ximas catástrofes, si es el caso, con sus exigencias de éxodo.
Entonces será la ocasión de utilizarlos igual como se hace con ¡os refugios de monta-
ña que uno deja más limpios al salir que al entrar.
Pero para penetrar en ellos, la violencia será necesaria, por desgracia, pues, igual
que las iglesias, estos lugares están cerrados a cal y canto.
Esta técnica hasta entonces reservada a los ladrones no es evidentemente asunto nues-
tro, puesto que, lejos de querer desposeer a los demás de sus bienes, hemos mas bien renun-
ciado a los nuestros para no quedarles sometidos. Sin embargo, si la necesidad nos obligara
(y no excluyamos en este asunto el humor), sin saber nada de esto, ¿cómo podríamos pene-
trar en un refugio cerrado sin dañarlo con la finalidad de protegernos y de darle sentido
poniendo vida en él?
Las aberturas (puertas y ventanas), por lo general, están bien atracadas. Nos viene
ahora a la memoria el robo con infracción perpetrado por los protagonistas de Georges
Arnaud, en su novela Les Oreilles sur le dos, que, renunciando a abrir las puertas blinda-
das, utilizan un tractor con el que echan abajo los tabiques de ladrillos. Y, ¿cómo no recor-
dar las argucias tan sutiles de los detectives privados americanos de la serie negra cuando
tienen que abrir una cerradura?
En las casas rurales, las ventanas de los cuchitriles o de los lavabos no tienen, por
lo común, postigos o bien están simplemente protegidas por barras. Una sierra para meta-
les pone fin a la protección en unos instantes y es suficiente con romper un cristal, reempla-
zándolo después, por supuesto... trabajo siempre más fácil que rehacer una puerta que se
ha desfondado con la espalda, o con un madero, o que se ha forzado con la palanqueta.
Otro camino fácil es, sin duda, el techo. Basta con tener una cuerda (y algunas no-
ciones de alpinismo) que se atará en torno a una chimenea, o bien disponer de una escalera
grande o de cómplices que aguanten una escalera pequeña. En efecto, la mayoría de techos
se levantan con facilidad y lo peor que puede suceder será verse en la obligación de romper
una placa de fibrocemento. Después, desde arriba, se cae desde el cielo al refugio.
En cuanto a los pisos de la ciudad, el mejor medio de llegar a ellos nos parece toda-
vía la escalera, cuyas ventanas son un buen acceso a las de los apartamentos de las que nos
separa sólo un cristal. Basta llegar a ellas por un canalón o un borde de fachada.
La ley del squatting es la ley de estos refugios: el primer ocupante la habita y él reci-
be a quien quiere; pero su deber, cuando deje el refugio, es dejarlo mejor de lo que lo en-
contró al llegar, pues ya es hora de que sepamos, quizá, que no estamos solos en el mundo.
habitar
Bibliografía
Archi de ierre (Éd. Parenthéses - 13360 Roquevaire).
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Trainard C: Ski de montagne (Arthaud).
282
s
Fuegos artificiales
10-1: Vestirse
Costura - El punto - El ganchillo - El tejido - La lana - Otras fibras de origen animal y vegetal - Tratamiento del
lino y del cáñamo - La seda y el gusano de seda - Los tintes vegetales - Vestidos sencillos y sanos.
10-2: La alfarería
Definición - Formación y composición de las arcillas - Preparación de la arcilla - Elaboración - Es~a;:ado - Cocción
y hornos - Combustibles - Control de la temperatura - Múltiples aplicaciones de la cerámica.
10-4: Carpintería
Partes de un árbol - Aserrado de un tronco - El árbol - Tipos de madera corrientes - instrumentos de carpintero
- Afilado de herramientas - Ensambladuras - Para colocar las herramientas - Banco de carpintero - Fabricación
de dos cosas útiles.
Bibliografía
Fuegos artificiales
«Ningún espejo reflejará mejor tu imagen
que la obra salida de tus dedos.
El agua de la creación debe correr, intemporal,
por las orillas de los surcos de tus manos
prestas a acoger lo que nadie parece querer:
Las noches sin sueño, los días sin ensueños.
Y el leño caliente de savia,
la arcilla fría de agua,
la lana tibia de vida
alzarán en la tierra
refugios que todos aprenderemos a construir
y nadie osará destruir
Porque los supo hacer:
como su canto, el pájaro
como su oscuro armazón, la raíz de la hierba.
¡Oh conciencia!, mi conciencia,
Hierba frágil
hierba arraigada,
tierra nuestra recobrada.»
Bianca Saury
284
Vestirse
1. Costura d) Pespunte
La técnica es la misma que para el punto hacia atrás, pero
a) Materiales en este caso los puntos deben quedar unidos.
— Una aguja, pequeña varilla de acero con un extremo pun-
tiagudo y el otro agujereado con una hendidura llamada ojo,
por la aue se pasa el hilo (hay que hacer siempre un nudo en
el extremo del hilo para que se detenga en la tela).
— Un dedal: pequeño estuche cilindrico de metal puntea-
do (madera hueca o bellota vacía) destinado a proteger el ex-
:remo del dedo (el dedo corazón, por lo general) que empuja
ia aguja.
— Tijeras, instrumento de acero provisto de dos láminas
cortantes, para cortar el hilo y la tela.
— Hilo de coser. B
e) Dobladillos
b) Punto de hilván El punto de dobladillo se hace siempre por el revés del teji-
do; para ello hay que pasar el hilo por el grueso del revés de
Clavar la aguja en la tela (que se sostiene con la mano iz- la tela, que está doblada, y coger sólo un hilo por el derecho
quierda), sacarla 0,5 cm más lejos, tirar de la aguja para que de la tela.
el hilo se deslice en el tejido y estirar; volver a empezar hasta
terminar la labor; el hilo debe estar siempre detrás de la aguja.
f) Punto escapulario
Al revés de los otros puntos, éste se hace de izquierda a de-
recha. Introducir la aguja 0,5 cm por encima del pliegue del
c) Punto hacia atrás
dobladillo y hacer un punto adelante 1 cm hacia la derecha,
Clavar la aguja, sacarla 1 cm más lejos; cuando se vuelve coger un hilo del derecho del tejido y volver a hacer un punto
a meter 0,5 cm más atrás.el hilo debe preceder a la aguja; adelante por debajo, 1 cm a la derecha. Los puntos se cruzan
ios puntos quedan separados. en diagonal.
A . ^ E y . D
285
fabricar
g) Ojales h) Punto de festón
Cortar la tela en el lugar que se desea. Con un hilo resis- Se hace de izquierda a derecha. Clavar la aguja unos milí-
tente hacer punto adelante a un milímetro o dos del borde, metros por encima del futuro borde del festón y sacarla per-
después bordear todo el corte con punto de festón apretado. pendicularmente a la línea del borde del festón, manteniendo
Los extremos del ojal pueden hacerse de dos formas: el hilo por debajo de la punta de la aguja para formar un nu-
— redondeando en un extremo con una presilla al otro lado; do. Mantener este nudo sobre el borde del festón y hacer el
— con presillas a ambos lados. siguiente punto justo al lado del que se acaba de hacer.
festón recto
i) Remiendo
Antes de poner una pieza nueva, siempre es preferible zur-
cir siguiendo la técnica que se usa para tejer: coser hilos a tra-
vés del roto, pasando alternativamente la aguja por encima
y por debajo de cada uno de ellos, y clavándola en cada vuel-
ta en el tejido como si fuera punto de hilván; o bien, cortar
un trozo de tela de dimensiones algo mayores que el zurcido,
coserlo con punto de dobladillo, haciendo un pliegue a lo largo
de todo su perímetro.
j) Punto de cruz
Muy útil para unir dos pedazos colocados uno junto a otro
a todo lo largo o superpuestos. Se hace mediante dos puntos
oblicuos que se cruzan, el primero hacia abajo y de izquierda
a derecha, el segundo hacia arriba y de derecha a izquierda.
Ojal bordado
:só
vestirse
2. El punto — Girar hacia el interior de la mano izquierda de modo
que se obtenga un cruce del hilo que rodea el pulgar izquier-
Su práctica resulta difícil de explicar y se transmite gene- do para fomar una segunda asa. Introducir la aguja en esta
ralmente de madre a hija. asa y con ella tirar del hilo que está sobre el índice a través
de esta asa. Así se forma un nuevo punto. Separar el hilo del
a) Materiales dedo pulgar.
Se utilizan dos agujas largas con punta atenuada, prefe-
rentemente de acero, cuya longitud varía entre 20 y 50 cm;
uno de sus extremos acaba en punta mientras que el otro sue-
le llevar un tope de plástico para que el hilo no se escape. En
el lenguaje del punto, la aguja indica también todos los pun-
:os de una sola vuelta.
— Pasar el hilo que está suelto por encima del pulgar iz-
quierdo. El hilo que procede del ovillo pasa sobre el índice
.zquierdo: tirar de este hilo y sujetarlo haciéndolo pasar so-
bre el dedo corazón y luego sobre el anular y meñique de la
— ano izquierda.
287
fabricar
— Pasar nuevamente el dedo pulgar de la mano izquierda
sobre el hilo.
c) Puntos básicos
— Punto al derecho: colocar los puntos en la punta de la
aguja para poder trabajar mejor. — Punto al revés: meter la aguja derecha en un punto, en
sentido contrario a la aguja izquierda; pasar el hilo en torno
a la aguja. Hacer que este hilo se deslice suavemente por en-
cima de la aguja al mismo tiempo que se hace retroceder lige-
ramente la aguja derecha. Quitar un punto de la aguja
izquierda.
I i
Meter la aguja derecha en el primer punto, en el mismo sen-
tido que la aguja izquierda; pasar el hilo del ovillo en torno
a la aguja. Hacer que este hilo se deslice suavemente por en-
cima de la aguja al mismo tiempo que se hace retroceder lige-
ramente la aguja derecha; quitar un punto de la aguja
izquierda.
288
vestirse
e) Los aumentos
Hacer un punto sin dejarlo caer y volver a hacer el mismo
punto cogiendo el hilo por detrás (si era un punto al derecho
seguirá un punto al revés, y viceversa); volver a colocar ense-
guida el hilo detrás de la labor.
f) Los menguados
Para menguar, hacer dos puntos y cerrar el primero sobre
el segundo con la ayuda de la agu.ia izquierda; para hacer va-
d) Otros puntos rias disminuciones hay que hacer un nuevo punto y cerrar el
— Punto elástico: se obtiene alternando uno o varios pun- anterior por encima.
tos al derecho con uno o varios puntos al revés. Cuando se
da la vuelta a la labor, se tejen los puntos tal como se presen-
tan: al derecho los que están al derecho y al revés los que es-
tán al revés.
3. El ganchillo
Es una aguja de unos 15 cm con la punta curvada.
a) Cadeneta
Es una sucesión de mallas al aire.
— Punto al aire: se sostiene el ganchillo con la mano dere-
cha y se coloca el hilo sobre el índice de la mano izquierda;
se hace un nudo corredizo y se aprieta en torno al ganchillo
haciéndolo deslizar ligeramente.
290
vestirse
c) Aumentos e) Orillos
— Aumento de una malla: hacer dos mallas sobre una mis- Serán rectos y sueltos si seguimos algunas reglas:
ma malla de base. — Al final de cada vuelta, hacer el último punto metiendo
el ganchillo por debajo de la primera malla de la vuelta an-
terior.
— Sustituir el primer punto de cada vuelta por uno o más
puntos al aire; el número de puntos al aire varía según el tipo
de punto utilizado; para el punto alto, por ejemplo, hay que
hacer dos al principio de cada vuelta.
d) Menguados
— Menguado de una malla: dejar de trabajar un punto de
?ase.
291
fabricar
4. El tejido
a) El telar
Para tejer se utilizan sobre todo la lana y la seda, pero tam-
bién otras fibras:
— de origen animal: pelo de cabra, de conejo, de perro;
— de origen vegetal: fibra de yute, de retama, de ortiga y
de cáñamo; pero solamente las fibras animales tienen valor
calorífico.
El telar generalmente está hecho de madera; puede ser más
o menos grande y más o menos perfeccionado, pero existen
unas normas básicas que vamos a describir. Funcionamiento:
El telar más simple está formado por un bastidor en el que — Cortar, del ovillo de lana, 2 trozos que unirán los rodi-
se clavan unos clavos, regularmente espaciados. Se tensa la llos B y C, atravesando el peine P, y que delimitarán la an-
lana en sentido longitudinal; el conjunto forma entonces la chura de nuestro tejido. Estos dos anillos son fijos, están
urdimbre. Pasar otra lana en sentido horinzontal, primera- medianamente tensados y se centran en relación con la an-
mente por encima y por debajo de los hilos de la urdimbre, chura del telar. Los dos nudos que cierran estos dos bucles
después en sentido inverso. De este modo quedan diferencia- se colocan sobre el rodillo delantero (B).
dos los hilos pares e impares de la urdimbre. Este entrelaza- — Unir a continuación el cabo del ovillo al nudo del pri-
do de hilos horizontales formará la trama. mer anillo, atravesar el peine P, dar la vuelta al rodillo C,
volver por debajo del telar hasta el rodillo B, volver a pasar
b) Construcción de un telar al aire libre a la púa siguiente, etc., hasta obtener una trama de la anchu-
ra deseada, es decir, que llegue al 2? anillo fijo. Unir el extre-
Coger dos troncos de leña de 80 cm de longitud y colocar- mo del hilo al nudo de este último anillo.
los paralelamente. Cada uno de estos troncos, o enjullos, se — Atar un hilo de cada dos a una de las barras E (E1 a E2)
atará a un árbol de modo que se mantenga en posición hori-
zontal. La distancia entre los dos árboles variará según la en-
vergadura de la obra. Elegir, por ejemplo, dos árboles
separados por una distancia de 1,80 cm, entre estos dos enju-
llos tensar dos cuerdas en sentido longitudinal; para mante-
ner este telar en posición horizontal, hay que atar un tronco
(que se coloca en el suelo) con unas cuerdas al enjullo de-
lantero.
B
Esquema t o m a d o de Albert Boekholt, Premiers Tissages
Vie Active 20, rué de Guersant, París XVII. 2 1212 1
por medio de unas pequeñas lazadas de hilo de lino, cerradas
con un nudo de rizo (esquema 3).
Vemos que basta tirar de F1 hacia abajo, con una sola mano, para — Al levantar de un modo alterno cada una de las dos ba-
accionar F2 hacia arriba al mismo tiempo (y a la inversa, en el siguiente rras E hasta la posición alta de la ménsula, se levanta uno de
movimiento).
f) El peine
Su uso depende de la calidad del tejido; nos permite apre-
tar los hilos de la trama a lo largo de la urdimbre; sus púas
se deslizan a cada intervalo.
El peine está constituido por cuatro listones que se unen
para formar un bastidor, a través de los cuales se tienden ver- j) El tejido
::cálmente unos bramantes bastante apretados; su número de- Enrollar una cantidad de lana bastante considerable en una
be ser, por lo menos, igual a la mitad de los hilos de la vara de madera con los extremos en punta; el hilo se sujeta
urdimbre. haciendo una muesca. El paso de esta lanzadera a través de
las caladas se hace mejor en sentido oblicuo. Después de ca-
da pasada del hilo de la trama a través del ancho del tejido,
g) Las viaderas hay que modificar la posición de los lizos y apretar los hilos
con las púas del peine.
Las viaderas permiten abrir la urdimbre, separar los hilos
pares de los impares para introducir, de una sola pasada, los N.B.: durante la última guerra mundial, los alemanes no
hilos de la trama. También están formadas por un bastidor vacilaron en recuperar no sólo los dientes o la piel de los pri-
de madera; a través de este bastidor se montan verticalmente sioneros, sino también sus cabellos con los que fabricaron jer-
los lizos (especie de cuerdecillas que tienen un mallón u ojal sey s y calcetines. Anotemos aquí que esta explotación total
en medio). del hombre, considerado como bestia, hecha por otros hom-
bres, que se creían dioses, es un buen desquite para todos es-
tos pobres animales domésticos, e incluso salvajes, cuya
evolución hemos detenido o bien hemos asesinado y tortura-
do por placer o afán de lucro.
La frase «Mientras haya mataderos, habrá campos de ba-
talla», de Tolstoi, y la experiencia que acabamos de citar no
parecen haber servido de mucho, ya que la vivisección, la cría
El número de lizos será la mitad del número de hilos de la masificada y la caza aumentan de día en día.
urdimbre. También se puede poner un juego de dobles lizos Sería hora de meditar y actuar de acuerdo con esta refle-
que facilitará la partición de las dos capas pares e impares. xión del gran Kant:
293
fabricar
«Debemos considerar siempre — Material
a los demás seres como fines Antiguamente se utilizaban tundidoras de mano, una es-
que se fustifican por sí mismos, pecie de tijeras cuyas dos hojas estaban unidas por un semi-
como algo que halla en sí su propio objetivo, círculo de acero. Su manejo exigía usar las dos manos, por
y no considerar jamás a un ser vivo lo que el cordero debía ser sujetado enérgicamente entre las
como medio para satisfacer nuestros deseos. piernas del esquilador. Actualmente se utilizan para comple-
Debemos respetar el valor intrínseco tar el esquileo.
de todos los demás seres El pastor también tiene a su disposición esquiladoras me-
y nunca sacrificarlos cánicas (constituidas por cuchillas que manejan unas cardas
a nuestros fines personales. que se deslizan unas sobre otras). El pastor conserva una ma-
Pero es esto, precisamente, lo que hacemos no libre, ya que su uso exige menos fuerza; estas máquinas
cuando matamos animales. ejecutan también el trabajo de un modo más regular.
Violamos las leyes de la más alta moral.»
— Un método de esquileo
Dicho esto, podríamos utilizar perfectamente pieles de ani- El esquileo no es una operación nada fácil; hay que tener
males muertos de vejez para fabricar vestidos, así como la cuidado de no herir al animal. En caso de que se produzca
lana de las ovejas y cabellos humanos sin que debamos hacer una herida, hay que desinfectarla con unos toques de tintura
ningún daño ni a unos ni a otros. de yodo. Existen muchos métodos de esquileo, unos comien-
zan por las extremidades posteriores, otros por la cabeza.
En primer lugar, hay que atar las patas del cordero de dos
en dos (primero las dos patas izquierdas, después las dos pa-
tas derechas); la esquiladora debe aplicarse lo más cerca po-
sible de lá piel. Comenzar por el hocico, los carrillos, las
orejas, la frente y, a continuación, el cuello.
5. La lana Sentar el cordero sobre su trasero, con la cabeza entre las
piernas del esquilador, y esquilar todo el pecho empezando
a) Estudio de la lana del cordero por el costado izquierdo.
Acostar después el animal sobre la izquierda y esquilar hasta
La lana es el producto piloso de los óvidos, especialmente las ijadas; dar la vuelta al cordero y hacer todo el costado,
del cordero y de otros mamíferos. Desgraciadamente la ma- la pata y el muslo izquierdo.
yor parte de los ganaderos se preocupan mucho más de la car- Darle la vuelta de nuevo y esquilar la pata y el muslo
ne que pueden dar sus animales que de su pelaje, y como los derechos.
animales no pueden darlo todo, la calidad de la lana se re- Estas maniobras sucesivas permiten que la lana caiga de
siente. una sola pieza sobre el flanco derecho.
La lana es, por tanto, el pelo del cordero; cuando se exa- Esquilar las caras interiores de las patas traseras, después
mina un pelo, se distinguen en él un cuerpo y dos extremida- las delanteras y el vientre, desatar las patas y colocar las de-
des, una en punta y la otra con un abultamiento: el bulbo, lanteras detrás de la nuca, terminar por las patas traseras; el
inserto en la piel. Este bulbo contiene un músculo que, al con- cordero ya está esquilado.
traerse, conduce la sangre a través de los vasos que lo irrigan Una vez quitada la lana, se enrolla sobre sí misma colo-
y de este modo refuerzan el pelo. La alimentación del animal cando en el interior las patas y el vientre, y se ata con una
es, por consiguiente, muy importante de cara a la calidad del cuerda. Los vellones se guardan en un lugar que no sea de-
vellón. Contrariamente a lo que sucede con la mayoría de los masiado seco ni demasiado húmedo. Después serán someti-
pelos, la lana tiene un filamento desprovisto de canal central, dos a una serie de operaciones que les harán perder entre ur
y esto es lo que le proporciona toda su suavidad. La hebra 25 % y un 75 % de su peso inicial.
de lana vista al microscopio parece un cuerpo escamado; es-
tas escamas, al erizarse, se pegan unas a otras, lo que da a
la lana la propiedad de formar vedijas y poder ser hilada. El c) Selección de la lana
vellón del cordero crece continuamente y el pelo, que no cae
nunca, dobla su longitud si no se esquila. Extender la lana sobre una mesa y quitar las impurezas coi
la mano; en primer lugar, las que proceden del exterior (briz
N.B.: existen en el cordero unos pelos especiales: la «lana ñas de paja, excrementos, etc.), a continuación las proceden
churra», que tiene las propiedades del pelo común y crece con- tes del cuerpo del animal: el churre, que está compuesti
tinuamente como la lana. Es un grave defecto del vellón que principalmente de grasa. Esta limpieza a mano se hace rápi
el pastor se esforzará por quitar. damente ya que será sobre todo el agua la que devuelva a 1
lana su blancura natural. Hay que saber que el vellón tien
diversas calidades de lana, que hay que separar cuidadoss
b) El esquileo mente. El cuello y el vientre, por ejemplo, tienen la lana má
— La época corta; las mejores partes para hilar son la espalda, los coste
El esquileo se hace en una época bien concreta del año, ni dos y los codillos.
demasiado temprano, de modo que las ovejas no tengan frío,
ni demasiado tarde, para que la lana haya tenido tiempo de
crecer cuando las ovejas suban a los pastos, a inicios de vera- d) Lavado de la lana
no , durmiendo a veces al raso. Así pues, el esquileo se practi- Se hace con agua clara, fría; el agua de lluvia es la más apn
ca en cuanto comienza el buen tiempo, en primavera. En otro ciada; a veces el lavado puede hacerse antes del esquileo; <
tiempo, esta operación estaba encomendada a un equipo de conduce al rebaño cerca de un arroyo donde se cepilla a 1;
esquiladores, formado por antiguos pastores, que dejaban su ovejas echándoles agua en abundancia. Después del esquileí
trabajo para ir de ganadería en ganadería a recoger la lana. se sumerge la lana en agua clara y fría, una parte de la gra:
¡Qué bien se hacía entonces este trabajo! Actualmente, cada se disuelve en el agua. Después de este primer lavado puedí
pastor debe esquilar él mismo sus animales. darse dos situaciones:
294
vestirse
— La lana se hila inmediatamente: conserva aún parte de — El huso: tiene forma de peonza alargada y está provisto
materia grasa y el hilado es más fácil. Extenderla a la som- de un dispositivo en la parte superior que permite fijar la lana.
bra, hilarla, hacer ovillos y lavarla a fondo. Para hilar, se coge una mecha de lana y se ata al extremo
del huso que asimismo puede estar atado a una madeja. Con
— La lana se almacena antes de ser hilada: en este caso, la mano derecha se separa la lana y con la izquierda se hace
para poder almacenarla, hace falta una tercera operación: el girar el huso en el sentido de las manecillas del reloj, procu-
desengrasado. En efecto, la grasa que aún permanece en la rando evitar que se detenga o que gire en sentido contrario.
lana podría atraer algunos parásitos. ya que se rompería la lana. Cuando el huso está lleno, se reti-
ra la lana y se coloca una nueva hebra.
En caso de que se rompa la hebra, hay que unirla tirando
e) Desengrasado de los dos pedazos y colocándolos uno sobre otro; entonces
Para esta operación se puede recurrir a muchas recetas de se les hace descender sobre el huso en torsión y no se sueltan
tavado casero: hasta que hayan bajado del todo.
I. Agua: 30 litros. Carbonato de amoníaco: 150 g. Tener — La rueca (bastón de 50 cm de largo que presenta en su
en remojo 1/4 de hora a 30°. extremo superior el rocadero donde se enreda el copo) sólo
II. Agua: 30 litros. Jabón basto: 120 g. 1 hora a 30°. es necesaria para hilar lino.
Después de haber lavado la lana en una de estas disolucio-
nes, se extiende a la sombra, como en el caso anterior, para
que se seque. A continuación se guarda en sacos de tela con
lavanda, para preservarla de la polilla.
n n
r—~
f) Blanqueo
A pesar de haberla lavado, la lana conserva un color ama- Ruecas
rillento; para quitarle este color podemos:
— Colgarla de unas vigas encima de un baño de vapor de
azufre.
— Sumergirla en pequeñas cantidades en un baño de agua
oxigenada de 12 volúmenes; dejarla en este baño unas horas,
después enjuagarla, enjugarla y secarla a la sombra.
— Torno de hilar (rueca o rueda). Las principales piezas
son una gran rueda, o volante, accionada por un pedal o una
g) Cardado manivela, y una rueda pequeña, a su izquierda. Una barra
En primer lugar, coger cada vedija de lana entre las manos de hierro, la broca, atraviesa la rueda pequeña. La broca tie-
y estirarla de manera que caigan las impurezas que pudiera ne una abertura: el ojo. Sobre la broca, y de delante hacia
haber entre las hebras; esta operación debe hacerse siempre atrás, se ensartan una bobina y una horquilla.
en el mismo sentido para que las hebras de lana se manten-
gan paralelas.
Cuando resulta difícil estirar la lana, coger cardas (especie
-e palas rectangulares, provistas de púas metálicas en una de
5us caras), colocar algunos copos de lana bruta sobre una de
ellas y cepillar suavemente 5 o 6 veces; volver a comenzar la
operación colocando la lana sobre la otra carda y separar la
?orra con la mano; a continuación, enrollarla sobre una su-
perficie plana. Una vez está cardada la lana, es preferible hi-
.arla enseguida para evitar tener que amontonarla.
295
fabricar
rígidas que la lana, resultan de torsión más difícil; por lo tan-
to, habrá que humedecerlas constantemente con agua.
c) Blanqueo
Estas dos fibras textiles se blanquean después de tejerlas.
El blanqueo se hace poniéndolas al sol y rociándolas con agua.
Pero cualquier blanqueo comporta un principio de deterio-
ro, por tanto es preferible llevarlo a cabo durante los lavados.
Horquilla de polea
296
vestirse
Estas operaciones se hacen para facilitar la extracción de
colorantes de diversas plantas.
:9s
vestirse
Existen vestidos sencillos que obedecen a las reglas de la f) La túnica
uda. Se trata de una camisa que llega hasta media pierna, atada
Por supuesto, hay que confeccionarlos con materiales no- con un cinturón. La llevan casi exclusivamente las bailarinas.
bles: seda, lana, algodón, lino, ramio...
g) La chilaba
a) La toga
Es originaria del norte de África. Se puede usar tanto en
Se trata de una pieza de tela con la que se envolvían los ro- las estaciones frías como en las calurosas. Generalmente está
manos y cuyo extremo superior descansaba sobre el brazo, confeccionada en lana. En verano se puede llevar de hilo o
lo cual les otorgaba un porte noble. algodón. Se lleva sobre la misma piel y cubre el cuerpo desde
los hombros al antebrazo y hasta las pantorrillas. Su confec-
b) El sari ción es muy sencilla.
Es una pieza de tela muy larga con la que se envuelven tra- Se coge una pieza de tela de un tamaño tal que, una vez
dicionalmente las mujeres de la India y que se colocan de mil doblada por la mitad, pueda cubrir el cuerpo desde los hom-
maneras distintas. bros hasta las pantorrillas (o tobillos). La anchura de esta te-
Empiezan envolviéndose las caderas y las piernas que el sari la debe ser igual a la distancia que separa los antebrazos, si
cubre completamente con uno o varios dobleces. ponemos los brazos en cruz. Se cortan juntas las dos mitades
El resto de la tela se coloca en torno a los hombros, el tor- de la tela, que debe continuar doblada, según la longitud pre-
so y los brazos. viamente fijada y dibujada con un lápiz. Se corta por el cen-
tro y el extremo de uno de los lados una abertura triangular:
c) Elsarong la abertura de la cabeza. Se cosen los bordes dejando una aber-
tura para cada brazo y se hace un dobladillo en las tres
Drapeado con el que los habitantes de Malasia se envuel- aberturas.
•• en desde la cintura hasta las piernas; el torso permanece Se trata de una vestidura amplia y muy agradable. Permite
desnudo. efectuar cómodamente cualquier gesto. Si hay que trabajar
con el cuerpo inclinado hacia adelante, se puede poner una
d) El pareo simple cuerda o un cinturón para evitar que los pliegues que
Es un cuadrado de tela bastante grande que los polinesios cuelgan entorpezcan nuestros movimientos.
anudan debajo del brazo o encima del pecho y que llega has-
ta media pierna. N.B.: no sabemos de dónde procede la idea de que los ves-
tidos son incómodos para trabajar; los monjes medievales
e) El taparrabo efectuaban todas sus faenas (incluso las guerreras) sin qui-
Son simples tiras de tela colgadas de una correa en torno tarse la ropa, y lo mismo siguen haciendo las mujeres des-
a la cintura. Sólo cubren el sexo y la raya de las nalgas. pués de varios milenios.
TOGA CHILABA
299
fabricar
300
*
La alfarería*
301
fabricar
ción importante) puede modificarse mezclándola con arcilla
seca, o arena no caliza o chamota (arcilla cocida y pulve-
rizada).
Esta chamota se prepara sin triturador; simplemente se cue-
ce la arcilla seca y triturada. La chamota es muy útil para la
confección de piezas de gran tamaño y esculturas, cuyo gro-
sor excesivo las hace quebradizas durante el secado o la coc-
ción. El tamaño de los granos de chamota es proporcional
al espesor de las piezas que se quiera realizar, y puede llegar
hasta varios milímetros. Proporciona un aspecto rugoso y
bonito.
4. Elaboración
a) Técnica de la espiral
Consiste en montar la pared de una vasija a base de colo-
car adujas o rollos de arcilla una sobre otra. La forma de la
vasija va evolucionando a medida que se añaden adujas y,
una vez que la pieza está terminada, es imposible modificar-
la. Cada aduja debe quedar soldada con la anterior doblan-
do un poco de arcilla. La pared interior se va alisando a
medida que se hace, y la pared exterior se rasca y alisa según
el acabado que se desee. Una vez seca, se puede pulimentar
con tela abrasiva.
N.B.: antes de que se inventara el torno de alfarero, todos
los objetos se fabricaban en espiral, o bien por moldeado so-
bre moldes de barro cocido o de cestería. Muchas vasijas de Mueble para fijar el torno de alfarero
la época neolítica tienen huellas de cestería, lo que permite
suponer que se utilizaron moldes de mimbre a los que se apli-
có la arcilla. Desde la aparición del torno eléctrico, la tarea del tornerc
se ha aligerado, aunque el trabajo con las manos sigue sien-
b) Torneado do idéntico, sea cual fuere el sistema que mueve el torno. Er
cualquier caso, el trabajo consiste en hacer girar una plata-
El torno de alfarero, inventado 2000 años a. J.C. en Oriente forma circular de 20 a 30 cm de diámetro (disco giratorio'
Medio, continúa siendo el medio más utilizado para dar for- a una velocidad que varía entre 0 y 200 vueltas por minuto
ma a toda clase de objetos de barro. Se han inventado diver- según el volumen de las piezas. Las piezas pequeñas se pue-
sos sistemas mecánicos para poner en marcha el torno. El más den hacer a gran velocidad, pero ésta debe reducirse en rela-
notable es el torno de pie, utilizado desde hace mucho tiem- ción a la importancia de la pieza que se tornea, ya que la fuerze
po, que se acciona con el pie impulsando una rueda grande centrífuga tiene siempre tendencia a desplazar la masa de ar
(prolongando su movimiento inicial). Esta rueda de madera cilla del eje del torno.
está atravesada por un eje en cuyo extremo se fija la mesa, Dominar el trabajo del torno requiere muchos meses e in-
disco giratorio o plato, donde el alfarero hace girar la arci- cluso años de práctica. Hay que desarrollar fundamentalmente
lla. En el Extremo Oriente, el alfarero dispone, por lo gene- un sentido táctil, parecido al que exige la práctica de un ins
ral, de un dispositivo que acciona el torno, diseñado de otro trumento musical.
modo para este fin. Es indispensable que la arcilla que se quiera tornear est<
correctamente preparada, bastante blanda para las piezas pe
quenas, más consistente para las piezas voluminosas, perc
siempre con una consistencia homogénea (véase el apartado
Preparación de la arcilla). El barro se dispone en bolas bier
redondas. Se lanza con fuerza la bola en el centro del discc
giratorio para que se adhiera bien. Durante el torneo, hay qu<
mojar con frecuencia la arcilla para que las manos no se pe
guen; para esto se coloca un recipiente con agua, bastante an
cho, al lado del plato. Se pone en marcha el torno a bastantt
velocidad, se moja bien el barro y se comprime, efectuando
la misma presión con ambas manos. Las manos se colocar
una frente a otra adaptadas a la forma de bola. Se continú;
ejerciendo esta presión lateral hasta que la bola adquiera for
ma cónica.
Se hace descender la bola presionando verticalmente al mis
mo tiempo que se aguantan los costados para que permanez
ca en el centro. Se hace ascender y descender la bola hastí
Torno de alfarero que esté perfectamente centrada. Se hunden los pulgares pa
A: disco giratorio de hierro que se coloca algo por encima del asiento ra formar la cavidad dejando para el fondo el grosor desea
B y D: fijaciones del eje metálico do. Después, con la mano izquierda (o con ambas manos s
C: rueda de madera que se puede recargar con planchas de plomo se trata de una bola grande), se va ensanchando el hueco ti
302
qi|Mi niiW4w<ni
la alfarería
Sacar el agua acumulada en el fondo, ya que podría pro-
vocar grietas en el secado. Separar la pieza de la plataforma
circular con un alambre delgado de hierro o de acero, des-
pués quitarla del torno con las manos secas o pasando una
espátula por debajo.
Las piezas de gran tamaño (que resultan difíciles de sacar
del torno sin estropearlas) se tornean sobre una plataforma
de contraplacado ó de yeso sobre el que se dejan secar.
c) Pulido
Se pueden volver a trabajar las piezas torneadas para reto-
car la base y ahuecarlas por debajo, una vez que han adquiri-
do la consistencia del cuero. La pieza se vuelve a centrar y
a fijar mediante unos trocitos de barro. También se pueden
fijar a la mesa giratoria mojando el borde. Con una rascadu-
ra se quita el grosor de barro deseado, que sale en forma de
pequeñas virutas.
Rascadoras
rando hacia uno mismo. A partir de este momento, las ma- e) Moldeado
nos deben estar una frente a otra: la mano izquierda en el El barro se puede moldear con formas de madera, terraco-
interior y la derecha presionando de cara al exterior. El ba- ta o yeso (este último es el que ofrece más posibilidades). Se
rro, comprimido entre ambas manos, se ve obligado a subir. puede aplicar el barro en losetas o en bolitas. Si el molde tie-
Si se trata de una bola pequeña, se puede coger con un dedo ne un dibujo grabado, aparecerá una pieza con una decora-
de cada mano. En la mano derecha se ejerce mejor la presión ción en relieve.
con el índice doblado. Si se trata de una pieza grande, hay Otra técnica de moldeado consiste en llenar un molde grueso
que utilizar la palma para empezar a subir y afinar la pared. de yeso con barbotina o engobe, al que se añade una pequeña
A menos que se quiera hacer vasijas muy abiertas, siempre cantidad de carbonato y silicato de sosa. Al quedar parte del
hay que montar primero un cilindro y después darle la forma agua absorbida por el yeso, queda sobre las paredes del mol-
deseada. de una capa de barro sólido.
El diámetro de la base de la pieza debe determinarse antes
de empezar a montarla. La presión debe efectuarse de abajo f) Secado
arriba y de forma muy regular para que la pieza no quede des-
centrada. Si se quieren eliminar las marcas de los dedos, se Las piezas pequeñas se pueden secar rápidamente sin que
pasa sobre la pieza una placa de madera o de metal (esteque). se estropeen cerca de una fuente de calor, o bien al sol. Pero
cuanto más grandes sean las piezas, más lentamente debe efec-
tuarse el secado, de manera que se eviten las deformaciones
y grietas que serían difícilmente reparables. Lo que más per-
judica una pieza es una corriente de aire que seque más de-
prisa un costado que el otro. Las piezas nunca se ponen a cocer
hasta que estén completamente secas, para evitar el peligro
de que revienten.
Esteques
fabricar
5. Esmaltado tinado sin disminuir por ello el grado de fusión y la finura
del esmalte. Estos óxidos son principalmente el titanio y el
En un plano puramente práctico, no haría falta esmaltar bario, el cinc, la cal y la alúmina que, en pequeñas cantida-
el gres y la porcelana, puesto que han perdido porosidad (su des, actúan como fundentes y que, en cantidades mayores,
pasta ya ha sido vitrificada por una temperatura elevada de producen el efecto inverso.
cocción). En efecto, una de las funciones del esmalte consis-
te en proporcionar estanqueidad a las piezas y hacerlas aptas
para contener líquidos, gracias a la película vitrificada con
que cubre la pieza. Pero también añade a la forma abundan- b) Gres y porcelana
cia de materias y colores que los alfareros saben usar con Los hornos de llama invertida, de origen chino, permitie-
acierto. ron una concentración mayor del calor en el horno, con lo
Algunas vasijas no esmaltadas pueden hacerse impermea- que se alcanzaron temperaturas de 1 200 a 1 300 °C, para el
bles mediante gomas y resinas vegetales. Una cocción muy gres, y hasta de 1400 °C para la porcelana.
reductora, hecha con leñas (con exceso de humo en el horno) A temperaturas tan altas, las fórmulas pueden ser más sen-
hace que el carbono tape los poros de la pasta y la vuelve im- cillas. El feldespato, que funde a 1250 °C, se convierte por
permeable, al tiempo que adquiere un color oscuro, que pue- sí solo en esmalte. Los esmaltes más hermosos sobre gres chi-
de llegar al negro. Si el esmalte contiene plomo, es comparable no son simples combinaciones de tres materiales minerales co-
al vidrio o al cristal; en todo caso siempre es silicato. La sílice munes: feldespato, cal, sílice. El modo de efectuar la cocción
es su principal componente y, aunque existen algunos esmal- es esencial para conseguir el éxito en las cocciones con leña.
tes sin sílice, la toman de la que contiene la arcilla; es el caso Las cenizas de leña y de paja también son materias primas
del gres esmaltado a la sal, que se consigue echando sal en muy interesantes para los esmaltes de gres. Contienen sílice,
el fuego al final de la cocción. El sodio se combina con la síli- sosa, potasa, alúmina, cal y más o menos hierro, en propor-
ce del barro y forma una capa de silicato de sodio. Para vola- ción variable según su origen.
tilizarla, hay que poner el horno a una temperatura de 1200 El esmalte para porcelana difiere poco de la propia pasta,
grados, por lo menos. que está compuesta de caolín, sílice, feldespato y un poco de
Los esmaltes más antiguos que conocemos (los del Anti- arcilla (para dar plasticidad). Si añadimos un 20 % de feldes-
guo Egipto) estaban compuestos de arena y nitro (sal natural pato y un 10 % de blanco de España (carbonato calcico), ob-
de sodio), una pequeña cantidad de óxido de cobre les daba tendremos un esmalte.
un color turquesa intenso. Cocidos a temperatura relativa-
mente baja, se descomponían con facilidad en una atmósfe-
ra húmeda.
Con el uso del plomo, material que se encuentra en abun- c) Principales materias primas que entran
dancia en muchas regiones en forma de galena (sulfuro de plo- en la composición de los esmaltes
mo), fue posible conseguir esmaltes que presentaban una —Sílice (SÍO2): utilizado e imprescindible en todos los es-
buena resistencia a la intemperie, al desgaste y permitían una maltes, cualquiera que sea la temperatura de cocción. Los
extensa gama de colores. Los esmaltes de plomo tienen la ven- otros componentes sólo sirven para bajar el punto de fusión
taja de adherirse bien al casco y dan esmaltes que cuecen a (la sílice pura funde a 1 750 °C).
una temperatura de hasta 1 200 °C; más allá de esta tempe- — Alúmina (Al2Oi): desempeña un papel importante en la
ratura, el plomo se volatiliza en el horno. adhesión del esmalte a la vasija. Hace más viscoso el vidria-
El plomo puede ser tóxico si las vasijas no están suficiente- do de fusión y, en cierta medida, impide que se escurra. Hace
mente cocidas, o bien si se añade en una cantidad excesiva. más duros los esmaltes.
Los productos lácteos y otros líquidos ácidos ayudan a libe- — Oxido de sodio (Na2Ü): fundente muy potente. Los vi-
rar del esmalte una pequeña cantidad de plomo. Para hacer driados que contienen mucho y que se cuecen a baja tempe-
un esmalte de plomo más duro, inatacable a los ácidos y apto ratura tienen un coeficiente de dilatación muy elevado que
para usos culinarios, basta añadirle otros óxidos, como la cal provoca el agrietamiento (resquebrajaduras). Son blandos,
(creta), boro (ácido bórico y bórax), alúmina (la que se en- se rayan con facilidad y se degradan (son ligeramente solu-
cuentra en la arcilla, el caolín, los feldespatos). bles en agua y ácidos). El óxido de sodio se encuentra, como
la potasa, en forma insoluble en los feldespatos. Para tempe-
raturas bajas (menos de 1 200 °C), sólo se puede utilizar en
forma de frita, operación que consiste en hacer fundir en un
a) Vasijas comunes, loza crisol una mezcla de sílice, sosa o potasa. Esta especie de vi-
Un esmalte muy sencillo (que funde entre 900 y 1000 °C) drio se tritura luego finamente y sirve de base a numerosos
puede componerse de dos partes de plomo, una de arena fi- esmaltes.
na, o sílice, y una de arcilla. La arcilla aporta la alúmina que — Óxido de potasio (K 2 0): las mismas propiedades, ven-
favorece la fusión del plomo y de la sílice, manteniendo una tajas e inconvenientes que el sodio.
viscosidad que impide que el esmalte resbale. Este esmalte será — Oxido de plomo (PbO): es el fundente más empleado
bastante brillante, transparente, de color amarillo claro y ti- para temperaturas bajas y medias. Revela bien el color de los
rando a rojo, si la arcilla del tiesto o del esmalte contiene mu- óxidos colorantes. Como su coeficiente de dilatación es bas-
cho hierro. tante bajo, va bien con la mayorías de barros. Los vidriados
Para obtener un esmalte transparente e incoloro, hay que hechos con plomo pueden presentar una gran variedad de as-
sustituir una buena cantidad de plomo por bórax o ácido bó- pectos (brillantes o mates, transparentes y opacos) si les aña-
rico. Este polvo se puede colorear con uno o varios óxidos dimos otros óxidos. Es muy tóxico, por lo tanto no debemos
metálicos y se vuelve opaco por la acción del estaño o del cir- aspirarlo ni ingerirlo. Este inconveniente desaparece si se uti-
conio (que no se disuelven en el esmalte). liza en forma de frita (véase Óxido de sodio). Algunos esmal-
Para conseguir un esmalte mate hay que disminuir la can- tes que contengan mucno plomo pueden ser tóxicos si no están
tidad de fundente (plomo, bórax, sosa) o bien añadir sílice. suficientemente cocidos. Un esmalte de plomo, al que se le
Ciertos óxidos facilitan la obtención de un aspecto mate o sa- añada un poco de cal y alumina y que esté cocido a 950ÜC
304
la alfarería
por lo menos, nos dará un vidrio perfectamente estable, muy f) Fórmulas básicas de esmalte
¿uro e insoluble.
— Óxido de calcio (CaO): actúa como fundente a cualquier 840 a 945 °C. Vidriados con pl orno
PbO 0,7 — 1,0
:emperatura (aunque su punto de fusión es muy elevado: KNaO: 0 - 0,3 A1 2 0 : 0,05 — 0,2
Z5~2°C). Hace más duros e insolubles los vidriados a baja ZnO 0 — 0,1 Si0 2 : 1 — 1 ,5
.emperatura, los que contienen mucho plomo. Si se aplica en CaO 0 — 0,2
cantidad excesiva, el vidriado será mate y rugoso.
945 a 1110 °C. Vidriados con plomo
El vidriado de algunos metales de gres (celadones) requie- PbO 0,7 — 1,0
:Q una cantidad importante de calcio. KNaO: 0 - 0,3 ANO : 0,1 -- 0,25
ZnO 0 — 0,2 Si0 2 : 1,5 — 2
— Óxido de bario (BaO): su función es parecida a la del CaO 0 — 0,3
;alcio y tiene más capacidad para ofrecer una superficie sa-
945 a 1050°C. Vidriados alcalinos
inada. PbO- 0 — 0,5
KNaO: 0,4 — 0.8 ANO : 0,05 — 0,25
— Óxido de magnesio (MgO): solamente se utiliza a altas CaO 0 — 0,3 SiÓ2: 1,5 — 2,5
ZnO O -- 0 , 2
:emperaturas y como fundente. Es interesante por su capaci-
dad de modificar la coloración de ciertos óxidos. 945 a 1050"C. Plomo-Colemanita
PbO 0,2 — 0,60
— Óxido de cinc (ZnO): poco usado como fundente por KNaO: 0, 1 — 0,25 A l 2 0 : 0,15 — 0,2
cebajo de 1 100 °C; modifica mucho el color de los óxidos. CaO. 0,3 - 0,60 B 2 0 , 0,15 -- 0 , 6
ZnO: 0,1 — 0,25 Si0 2 : 1,5 — 2,5
BaO: 0 — 0 , 1 5
— Óxido bórico (B2O3): utilizado frecuentemente en com-
binación con el plomo como fundente a bajas temperaturas. 1135 a 1180°C. Vidriados con plomo
Intensifica los efectos de los óxidos colorantes y disminuye PbO. 0.4 — 0,60
CaO 0,1 — 0,40 ANO : 0,2 -- 0,28
e; aarietamiento. ZnO: 0 - 0.25 SiÓ : : 2 — 3
KNaO: 0. — 0.25
305
fabricar
haciendo una pequeña hoguera a la que se añade muy poco
combustible para que las piezas no estallen. Cuando la tem-
peratura empieza a subir, se añade más leña hasta que todas
las piezas estén rodeadas de brasas. Con este sistema de coc-
ción es imposible sobrepasar los 700 y 800 °C. Las vasijas no
se esmaltan ya que, al estar apiladas unas sobre otras, se mez-
clarían los colores durante el proceso de fusión del esmalte.
Algunas veces se pintan con arcillas de diversos colores y el
contacto con las brasas les da un bonito aspecto. Algunas va-
sijas, que han sido cocidas con leñas que despiden mucho hu-
mo, adquieren un hermoso color negro brillante y pierden su
porosidad (el carbono ha tapado todos los poros).
Horno chino
c) Hornos orientales
rt?ii
Los antiguos hornos japoneses, que se excavaban en suelo
arenoso que contenía arcilla, ya podían alcanzar altas tem-
peraturas. Muy aislados por el propio espesor de los hornos,
concentraban bien el calor y, debido a su forma e inclinación,
las llamas salían más despacio por la chimenea.
El horno chino se basa en el mismo principio, mejorado
por una circulación más sinuosa del fuego y por el uso de ma-
teriales muy refractarios, abundantes en China (talque y cao-
lín). Podían alcanzar de 1300 a 1400 °C para la cocción de
porcelana.
306
la alfarería
modo se consigue igualar el calor en todas las partes del hor- d) Horno-zanja de leña
no. Puede llegar a haber hasta ocho cámaras de cocción, de
\ arios metros cúbicos cada una. Constan de un hogar princi- Plano de un pequeño horno-zanja de leña que está inspira-
pal y unas aberturas en cada cámara por las que se hecha la do en el horno inclinado oriental. Consta de un hogar princi-
iefta. Cuando la primera cámara alcanza la temperatura de- pal y unos agujeros de alimentación que permiten repartir
seada, se detiene el fuego del hogar y se echa leña en la segun- mejor el calor:
da cámara, y así sucesivamente hasta llegar a la última.
cotas en metros
Horno-zanja de madera
8. Control de la temperatura
Actualmente la mayoría de los hornos están equipados con
un pirómetro que nos señala constantemente la temperatura
interior. Se trata de un aparato bastante caro y en absoluto
indispensable. Los «conos» que se colocan en el horno, a la
307
fabricar
vista, nos señalan con precisión la temperatura del final de jarras, que encontramos hoy entre los restos de un naufra-
la cocción, la única que realmente necesitamos conocer. Es- gio, constituían en la antigüedad una importante industria;
tos «conos» tienen una composición calculada para fundir a se utilizaban para transportar aceite, cereales, vino... Vasi-
un grado determinado (con un margen de error de 20 °C en- jas de todas formas y tamaños, por lo general magníficamente
tre los 600 y los 1 500 °C). Con experiencia, se puede calcu- decoradas, así como las estatuillas, tenían más bien una fun-
lar el punto de cocción observando el color del horno. Antes ción ritual que utilitaria.
de que existieran los conos, se colocaban en el horno piezas Los objetos de uso cotidiano más extendidos son los de uso
pequeñas que se retiraban, una vez finalizada la cocción, con culinario: ollas, bandejas, platos, cuencos, tazas, cubiletes,
ayuda de una barra de hierro. teteras, vasos... Podemos también mencionar los jarrones,
objetos artísticos, toda clase de recipientes posibles e imagi-
nables (jaboneras, candelabros, cajas...)
Los ladrillos y las tejas se utilizaban en construcción. Si se
esmaltan, pueden usarse en decoraciones suntuosas.
Los revestimientos de cerámica pueden usarse como bajo-
9. Múltiples aplicaciones de la cerámica rrelieves. Se hacen relojes de sol muy hermosos.
El barro cocido se ha utilizado desde los tiempos más anti- No olvidemos tampoco tantos tipos de baldosas, conduc-
guos para fabricar toda clase de recipientes destinados a reci- ciones de chimeneas, canalizaciones en gres, aislantes eléctri-
bir y conservar alimentos sólidos y líquidos. Las grandes cos, prótesis dentales de porcelana, entre otros.
308
Otras artesanías
.V
§T
V
7 clavijas a cada lado para
preparar la urdimbre !k
\
— Nudo plano: montar dos hilos dobles (4 hebra-*
do un nudo de montaje, coger la hebra de la derecha
por encima de las hebras del centro y por debajo di-
hebra. Coger la cuarta hebra, pasarla por deba;;
V^ bras del centro y ponerla por encima del buce ::
hebra, etcétera.
Las dos hebras realizan el mismo tra>e.:: r.arr
Urdidera tí 3 clavijas para separar los hilos mente de su posición.
pares e impares
Otras artesanías
Nudo plano
2. Cestería
— Ligadura del fondo: coger una varilla flexible, doblarla
«Quisiera tejer mis versos como en la escondida aldea, sobre sí misma hasta obtener una U perfecta, a continuación
Bajo el cobertizo húmedo, los viejos cesteros rodea la rama D de la cruz (fig. 1).
Mezclan los mimbres blancos y oscuros de sus cestas Se pasa la varilla de encima (1) sobre el montante A, y
En simples dibujos sacados de sus azulejos.» la varilla 2 sobre el mismo montante A y después sobre el B
Emile Verhaeren (fig. 2).
Coger la varilla 2 y hacerla pasar por debajo de C, mien-
tras que la varilla 1 pasará, en primer lugar, por debajo de
a) Materiales B y después por encima de C (fig. 3).
La cestería es una combinación de tejido y trenzado. Se- Hacer pasar, sucesivamente, la varilla 1 por debajo de D
gún el medio ambiente se utilizan distintas fibras vegetales: y por encima de A, mientras que la varilla 2 pasará primero
bejuco, mimbre, junco, paja de trigo o de centeno, varillas sobre D y después por debajo de A (fig. 4).
planas de castaño, de abedul o de fresno, largas hojas secas
de lirio, bambú, rafia, zarzas, gramináceas variadas, hojas
de caña de palmera...
Se pueden trenzar una gran variedad de objetos: colmenas,
cestas, canastas, cañizos, cuévanos, capazos, ensaladeras, ma-
letas, muebles... Algunas construcciones arquitectónicas han
sido enteramente ejecutadas en cestería, como un gran res-
taurante en la región de Bagdad, hecho de cañas gigantes pro-
cedentes de los pantanos que bordean el Tigris y el Eufrates.
D ^
b) Herramientas del cestero
Un hacha para cortar las varas, una podadera, una sierra
de mano para serrar varas, un aparato para pelar, un punzón
(varilla de acero puntiaguda) recto y otro curvo, una tablilla,
una maza, una rajadera de madera dura (boj), uno de cuyos
extremos, acabado en aleta, sirve para rajar el material con
el que se ha de trabajar, un taladro, unos alicates, una grapa-
dora y una gran cubeta ovalada para poner en remojo las
hebras.
Las técnicas de cestería son numerosas y resulta imposible
estudiarlas todas. Presentamos solamente, a modo de ejem-
plo, las diferentes fases de la fabricación de una cesta.
c) La cesta
— Material: varillas (briznas, retoños) de sauce o de mim-
bre. Antes de usarlas hay que tenerlas en remojo.
— La cruz o base: se cortan ocho varillas cortas, pero fuer-
tes, que servirán para hacer el armazón del fondo (la longi-
tud depende del tamaño de la cesta). Con un cuchillo
puntiagudo se rajan cuatro por la mitad, en los 2/3 de su gro-
sor, para evitar que se abran completamente. Se introducen
en los agujeros las cuatro varillas restantes, que no están ra-
jadas, pero sí previamente biseladas.
311
fabricar
3. Curtido
El curtido es la preparación de las pieles con diferentes pro-
ductos para evitar que se pudran y poder convertirlas en cuero.
Cada artesano tiene su propia técnica, su secreto que se
guarda mucho de divulgar. No obstante, exponemos, a titu-
lóle experiencia, varios métodos de curtido. Ahora bien, aun-
que estos procesos a los que sometemos las pieles las hacen
imputrescibles, hay que tener en cuenta también que supo-
nen para ellas una manipulación excesiva.
5. Labra de piedras
a) Herramientas
— Una regla de acero;
— una escuadra;
— un cepillo para limpiar los detritus;
— un nivel de alcohol. Sirve para comprobar la horizon-
tabilidad de un plano;
— un mazo de madera;
— una maceta, martillo de mango largo;
Banco de vidriero — una piedra pómez;
— papel esmeril;
en cuando en un cubo de agua para que no se carbonice. Esta — un punzón, pedazo de acero afilado en un extremo;
especie de molde sirve para dar forma redonda u ovalada a — un cincel de dientes;
la bola de fuego que se enfría y que se vuelve a cubrir de vi- — un cincel plano;
drio fundido (trabajo realizado por el oficial [el ayudante] — un cincel de biselar con el extremo más estrecho.
sobre el banco de vidriero). Las cabezas de estos cinceles son planas porque se emplean
con un mazo de madera. En cambio, las cabezas de los pun-
— Tijeras o tenazas: el ayudante utiliza estos instrumen- zones tienen tendencia a mellarse porque se golpea sobre ellas
tos para afinar un gollete, adelgazar un cuello (que permitirá con un martillo de acero.
separar con facilidad la pieza de la caña), etc.
— Pontil: tubo de acero macizo, de la misma longitud que b) Materiales
la caña, que sirve para colocar pastillas de vidrio en fusión Las piedras que proceden de rocas sedimentarias son las
sobre la pieza que hay que terminar. de labra más fácil porque están estratificadas en el suelo en
N.B.: todas estas operaciones requieren, por lo general, vol- capas horizontales. La pizarra es una roca metamórfica, cu-
ver a calentar el vidrio para que siga siendo maleable. ya estructura ha sido modificada por distintas presiones y tem-
peraturas. Sus estratos originales han sido reemplazados por
otros que, a menudo, se encuentran en ángulo recto con los
e) La vidriera primeros. Por lo general, la pizarra se hiende fácilmente a lo
Este caos de luz por donde se mueve la idea es la herencia largo de estas líneas.
de la Edad Media. El uso de cristales de colores emplomados Se puede construir con mampuestos irregulares y rellenar
aparece reseñado, por primera vez, en el siglo x, en Italia. los huecos con tierra o caliza, pero es preferible disponer de
El monje Teófilo da unas recetas: «Se utilizaban dos partes piedras rectangulares para umbrales de puertas, chimeneas,
de cenizas de haya y de heléchos —que dan la potasa con la dinteles de puertas y ventanas.
314
otras artesanías
Las herramientas del cantero Cepillo de limpiar los detritus Escuadra
Las cabezas de los cinceles denta-
dos y de los otros cinceles son m u ,
planas porque se utilizan con un ma-
zo de madera. La cabeza de los pun-
zones y cinceles de biselar tienen
tendencia a mellarse debido a los
golpes del martillo de acero.
7 .ÍI.-.ÚÜFJ"^
Regla de acero
v ü r
/—:—' \ l . \f.",''J-.!.f.'*,1 ',' •' ' !' '' r í"'''"'•' r
' * V'v\ i i.yT.i|i-i'ii,"pini.|!;| j i y i ryf»ip|iTJ.H^T' r 'T'yry' : '''"'!'r''í riT"" 11 '"—r^——• r B I M T n ! J '_ • » ! ' W !
Las h e r r a m i e n t a s del c a n t e r o
(Lámina t o m a d a de la obra de J o h n Seymour, La vida en el campo. Ed. Blume, Barcelona 1979).
315
fabricar
Labra de la Punzonado Dentellado Cincelado Uso de la piedra Esmerilado con
piedra Usar los punzones para Pasar el cincel dentado Proceder con el cincel pómez papel húmedo y
quitar las protuberan- en diagonal separán- recto de la misma ma- Para suavizar las mar- seco
Para conseguir una su-
cias grandes. dose siempre de los nera que con el denta- cas del cincel, humede- Si se trata de piedra
perficie suave y lisa a
bordes. do. Es ya muy poca la cer la piedra y frotar la caliza muy dura, már-
partir de una piedra sin
piedra que queda por superficie con una pie- mol o granito, se consi-
labrar, hay que seguir
quitar hasta obtener dra de grano duro, con gue un pulido mejor em-
cinco procesos dis-
una superficie bastante un movimiento circular. pleando papel de esme-
tintos.
lisa. ril húmedo y seco de di-
ferentes grados. Echar
agua de vez en cuando
para evitar que se raye
la piedra.
(Lámina tomada de la obra de J o h n Seymour, La vida en el campo, Editorial Blume, Barcelona, 1979).
lo que se puede seguir dividiendo según el tamaño de la su- Una piedra romperá siempre por su punto más débil, de
perficie que se desee nivelar. Para vaciar el interior de los modo que hay que asegurarse de que no existen grietas que
triángulos se utiliza el punzón, cincel y martillo, tal como se provoquen la rotura en un lugar no deseado. ~
ha hecho antes, hasta obtener un ángulo liso. Finalmente se Se levanta la piedra (la entalladura queda horizontal) y se
cortan suavemente los costados del bloque. apoya el hombro en ella (de este modo la onda de choque pa-
sa a través de la piedra sin que repercuta en ninguna otra pa-
— Trocear una piedra red), aunque es preferible que la sostenga otra persona para
Se trazan con un cincel de biselar dos líneas paralelas, a que la piedra quede en posición vertical. Se coge un corta-
ambos lados de la línea de corte, separadas entre sí 1 cm. Em- fríos (tiene aspecto de una pala pequeña) y se golpea alrede-
pleando el mismo cincel de biselar se hace una ranura en for- dor de la hendidura hasta que se produzca la separación de
ma de V, de 2 cm de profundidad entre las líneas. las dos partes.
V ¿«A
•a * . ^ '
f
/ ' i ~\'¿. \ i11 ,
316
Carpintería
1. Partes de un árbol
CIMA
B.
...con dilatación de las partes
«£--=- interiores de las tablas que pro-
vocan una contracción...
?WWi
317
fabricar
3. El árbol ^yJ^^^//Jvtf.^^y//Ay^^MA««^f.'A-^iW/JViil»>. .SfV^.VSSAASS^triil&XMjÓlX*. C^B
Ninguna otra cosa está tan ligada a la evolución de las di-
versas civilizaciones como el árbol. Desde siempre ha propor- El gramil de mortajar.
cionado los elementos esenciales de la vida humana: desde
el primer refugio de sus ramas hasta los muros y los techos
de las casas, pasando por los navios, las herramientas, el pa-
pel, los tejidos y el oxígeno que restituye purificado, sus fru-
tos, la fuerza dadora de vida que concede a todos sus _-—. -—-—. (''/i'"] y— — °
depredadores, sus leños llameantes, su idea que renace en el f ii.i^|,ni(iupfi:,™i|i!M|i:ii|iiii«iii¡«!m,ii'«iii(Mi«Jj;, ^ fpw"|":p.. l w
alma de los poetas... También es responsable del clima.
En nuestros días se encuentra malhadamente acorralado,
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pero aun cuando nosotros hayamos dejado de ser sus respe-
tuosos amigos, como por lo demás hemos dejado igualmente — Escuadra para trazar ángulos de 90° y escuadra falsa
de ser solidarios con todo lo que tiene vida, y por tanto tam- para trazar ángulos no rectos.
bién de nosotros mismos, él no ha cesado de ser amigo nues-
tro y el oficio de carpintero puede todavía tener toda la nobleza
que ha tenido.
«Para el amigo que conoce cada una de mis mil caras, que
sabe de mi corazón y de mi albura; para el obrero que ve las
nudosidades del olmo, la teca y el ocumé, siente su rugosidad
y sus virutas; para el oficial que destina a cada uno según sus
cualidades, yo soy el amigo íntimo de sus cien milagros, la
promesa de la obra de arte, la tierra humanizada que labran
sus manos. Yo soy la creación a tu medida», dice el leño por
boca de Michel Kieffer en su excelente obra práctica, Traba-
jar la madera (Scouts de France), obra en la que se apoya nues-
tro modesto apartado que pretende incitar a trabajar la ma- — La regla, simple listón bien rectilíneo.
dera y, en consecuencia, a respetar el árbol. — La caja de ingletes que sujeta listones y molduras y per-
mite cortarlos en ángulos de 90, 60 y 45°.
4. Tipos de madera corrientes
a) Maderas blandas
— Abeto y pino (muebles, elementos interiores...).
— Álamo (embalajes, cajas, casilleros).
— Tilo (pequeños objetos esculpidos...).
— Aliso (esculturas, juguetes...) — El compás de carpintero, con un tornillo regulador y dos
b) Maderas duras puntas metálicas que sirven para trazar.
— Roble (armazones, esculturas, ebanistería...), maderas — El nivel para controlar la horizontalidad, la perpendi-
finas. cularidad y la inclinación de los planos.
— Fresno (mangos de herramientas, escaleras, columnas
de sostén...).
— Haya (muebles, objetos torneados, bancos de car-
pintero...).
— Carpe, olmo.
c) Maderas exóticas
Maderas de importación, muy duras, resistentes, que ape- b) Instrumentos básicos
nas se dejan trabajar después de haber secado: teca, caoba, — El martillo y el mazo (preferentemente de forma trape-
sipo, niangon, ocumé, palo rosa, framiré... que se prestan zoidal y en madera de olmo).
a todos los usos.
d) Maderas normalizadas y aglomerados
Maderas normalizadas del comercio: abeto, pino; contra-
chapado, aglomerada, madera prensada, novopán...
e) Productos de protección
Para conservar la madera y protegerla contra agentes des-
tructores, se suele incorporar a ella materias antisépticas: in- — Las tenazas y el destornillador
yección de alquitrán de hulla, creosota, fenoles, sales,
sulfatos...; o se le da un enlucido.
5. Instrumentos de carpintero
a) Instrumentos de trazado
— El metro de madera plegable. ^ ^ ^ W | u ^^^s.^-vwjv^v.viasfeg-'
— El lápiz de carpintero, de forma plana y alargada.
?1S
carpintería
Escofinas: semicircular, plana y de cola de ratón. d) Sierras
Su familia es muy numerosa. Nombremos las más usuales:
— La sierra de espigar, con la hoja fija en los montantes
del bastidor, para hacer entalladuras, cortar las espigas; se
usa en profundidad con la sola limitación del tope del tra-
vesano.
Delante
Hoja
Llave
Travesano
Brazo
»W4
53 1
Detrás
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P^
Cepillo de madera
— La sierra de calar, para cortes finos en materiales de poco
grosor.
Escoplo
6. Afilado de herramientas
a) Formones y cepillos
Las herramientas se embotan con el contacto con la made-
ra y necesitan un afilado periódico. Para esta operación se
requiere:
— Piedra plana (o piedra de aceite), a falta de piedra de
afilar o de la piedra para la hoz.
Berbiquí
320
carpintería
b) Plana c) Sierras
El perfil de las sierras de carpintero es una serie de triángu-
BISEL los rectángulos, mientras que el perfil de la sierra de leñador
es una línea de triángulos isósceles.
Tres reglas deben observarse para un buen afilado con la
piedra o la lima:
OTACIOI^ — mantener una arista vertical y una arista inclinada a 60ü;
DE LA — mantener un ángulo de 90° entre el lomo de la lima y
AFILADORA
la línea de superficie de la cuchilla;
QUITAR LA REBABA
— no rebajar demasiado los dientes; todas sus puntas de-
CON LA PIEDRA ben formar una línea coílinua.
PARA HOCES
AFILADO
DE LA
PLANA
~-gfr»~,£gp». - ^ W ^ a ^ ^ p
ENTALLADURA ENTALLADURA
A DOS CARAS^ EN C U Ñ A
NUDO
RESISTENTE Dentado recto: el afilado se invierte en
cada diente y se efectúa, en cada
diente, a derecha y a izquierda Ima
dera verde).
AAAA/V
ATAQUE SESGADO
SENTIDO DE LA ACCIÓN
321
fabricar
d) Triscado N.B.: es conveniente sujetar la hoja tan cerca de los dien-
tes como sea posible mediante listones de madera achaflana-
Es la operación que consiste en dar vía a la sierra para que dos en su parte superior, bien unidos entre sí por pernos.
su paso a través de la madera no encuentre excesivo roce. A
este efecto, se dobla un diente hacia la derecha y un diente
hacia la izquierda, y así sucesivamente. Herramientas nece-
sarias: los alicates de triscar, el triscador de afilador, el tas
para triscar, un simple destornillador.
7. Ensambladuras
Las más utilizadas son las llamadas de espiga y mortaja:
la espiga es la parte macho que penetra en la parte hembra
de la ensambladura. La mortaja se vacía mediante un formón
de un tamaño correspondiente y las espigas se cortan con una
sierra de espigar. Es necesario calcular bien las ensambladu-
ras y marcarlas cor^ayuda de la escuadra y el gramil.
N.B.: se ensambla también con espigas redondas y una va-
riante de la espiga y mortaja: la cola de milano.
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