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HISTORIA DE LOS TIBICOS Y/O KEFIR DE AGUA (HONGOS CHINOS)

Se dice que, la Madre Teresa de Calcuta, siempre inquieta por el deseo de ayudar a
curar las enfermedades en todas aquellas personas que vivían en lugares muy
apartados o que no cuenten con los recursos para pagar los honorarios de un
médico, además adquirir los remedios para sus tratamientos, llegó al TIBET donde
se comunicó con los monjes y maestros de esa zona.

Los monjes, al saber que era lo que quería, le entregaron unos TIBICOS, éstos son
una clase de hongos que tienen una infinidad de propiedades curativas, con la única
condición que no se comercializara, es decir que se obtenga en forma gratuita.

Estos hongos tienen el aspecto de arroz, casi transparentes, que en cantidad de


una cucharada de té más o menos, se colocan en un frasco de vidrio, con una taza
de agua hervida fría, se le agregan unos trozos de piloncillo, más o menos la misma
cantidad de una cucharada de té en el fondo del frasco y se dejan inmóviles por 24
horas. Generalmente este procedimiento debe hacerse todas las mañanas, pues en
veinticuatro horas fermentan el agua y queda lista para tomarse por la mañana y
en ayunas.

Los tibicos son también llamados tibis, kéfir de agua, búlgaros de agua, “granillos”,
u hongos chinos. En realidad su composición es de asociaciones benignas de
bacterias y levaduras, que se reproducen rápidamente.

Los TIBICOS que se adhieren en el fondo del recipiente son los recién nacidos. Hay
que tener mucho cuidado al tomarlos, sacarlos y lavarlos, en un colador de plástico,
se cuelan con cuidado, se lavan ligeramente con el chorro de agua y se vuelven a
su recipiente habiéndole colocado un trozo de piloncillo al fondo, vaciándole el agua
hervida fría, el agua que queda la que ha estado las 24 horas, se toma en un vaso
en ayunas, NO debe endulzarse ni agregarle nada, el frasco se tapa con una
servilleta de papel abierta para que puedan respirar aire.

A medida que vayas aumentando los TIBICOS, el trozo de piloncillo debe ser más
grande y la cantidad de agua también.

Orígenes

Se dice que es una adaptación durante muchos años del tradicional kéfir de leche
procedente del Cáucaso, pero cultivado en agua.

También se dice que su origen es México. Bajo el nombre de Tibi, que son unos
gránulos que viven en los cactus Opuntia, (nopales que producen la famosa tuna
nombrada Xoconostle, que también es medicinal), alimentándose de las
excreciones azucaradas de estas plantas. Popularmente se les conoce como algas
marinas, búlgaros de agua o como granillo (este último nombre proviene de
Oaxaca) y son generalmente utilizados a nivel doméstico, tanto en nuestro país
como en Inglaterra y Suiza, para producir una bebida refrescante de bajo contenido
alcohólico.

Otras fuentes lo denominan hongos chinos y otras apuntan a Japón como su


procedencia y también, como se dice en el principio, se hace referencia su origen al
Tibet de donde vendría la palabra tibicos.

USO Y CUIDADO

IMPORTANTE; Los tibicos se deben mantener unicamente en frascos de vidrio


siempre tapados con un trapo o tela, porque deben “respirar”, no se deben tapar
con tapa metálica nunca ni con ninguna otra, y jamas deben entrar en contacto con
nada metálico, pues podrían absorber sustancias venenosas y enfermarnos al
tomarlos contaminados. Para mantenerlos bien, deben estar en agua limpia, de
tomar, no de la llave porque el cloro los mata o los perjudica, y deben lavarse en
un colador de plástico cada 24, 36 o 48 horas cuando mucho.

Cuando han acabado de trabajar el agua con piloncillo, casi todos los tibicos estarán
en la superficie del agua. Al principio están en el fondo del envase de vidrio –y van
subiendo en la medida en que hacen su trabajo-.

Existen posibilidades de combinar su proceso de fermentación con algunas frutas o


hierbas medicinales obteniendo mejores y más potentes efectos (arbol de neem,
mangostán, etc.).

En México el uso de los tibicos se ha incrementado notablemente durante los


últimos años, principalmente porque producen el tepache de tibico que sirve, entre
otras cosas para bajar de peso. En Europa se emplea para preparar una bebida
denominada tibi, que se obtiene por fermentación de los tibicos a la que se añaden
dátiles, higos, limón, pasas y raíces de jengibre.

CONTENIDO:

Los gránulos que se utilizan para hacer la bebida son un cultivo vivo de diferentes
microorganismos benignos que viven en simbiosis generando la estructura de
polisacárido que los conforma. Estos microorganismos se desarrollan y los gránulos
se multiplican por división al ser alimentados con azucares en un medio acuoso. En
su desarrollo descomponen los azucares complejos en simples que a su vez son
usados para construir la estructura y al final queda una bebida fermentada muy
baja en azúcar y alcohol y rica en pequeñas colonias que aportan los beneficios al
beberla.

Los gránulos son traslucidos, sueltos y de un tono acaramelado. Si se dejan caer en


una superficie dura, botarán como si fueran de goma. Su es densa y homogénea
con una superficie lisa e irregular en forma de granos e incluso con forma cuadrada.
Suponiendo que sea una adaptación de los búlgaros de leche, esta variedad ha
perdido por el camino algunos de los microorganismos presentes éstos,
responsables de la producción del polisacárido soluble Kefiran, como el Lactobacillus
encapsulado, el Lactobacillus Kefiranofaciens y otros productores del Kefiran,
nativos en los nódulos propagables de los búlgaros de leche. Por su parte el de
agua produce un polisacárido dextrinado no soluble en agua. Y una trasformación
de los hidratos de carbono (los azucares) en glucosa altamente asimilable por el
organismo. (La producción del polisacárido se aprecia al filtrar con un colador y
reposar el agua fermentada y es reciproco al crecimiento de los gránulos).

La composición del grano se constituye por un soporte de polisacárido dextrinado,


conformado por las tensiones de los diferentes grupos de microorganismos que
viven en estrecha simbiosis.

Bacterias de acido lactico:

Lactobacillus brevis
Lb. casei subsp.rhamnosus
Lb. Alactosus
Lb. casei subsp. Casei
Lb. Pseudoplantarum
Lb. Plantarum
Streptococci/lactococci:
Streptococcus lactis
S. cremeras
Leuconostoc mesenteroides
Levaduras:
Saccharomyces florentinus
S. pretorienses
Kloeckera apiculata
Candida lambica
C. valida

La variedad microbiana de bacterias, coccos y levaduras en los tíbicos es inferior


que en el de leche, además de no tener acetobacterias.

En los búlgaros de leche la formulación es mas diversa.

Como conservar los gránulos

Para saltarse una tanda del cultivo “2 o 3 días” simplemente dejarlos en el envase
de cristal o vidrio con tapa de tela cubiertos de agua sin cloro, al fresco.

Si nos tenemos que ausentar por mas días, se pueden dejar los gránulos en agua
algo azucarada en el refrigerador. Una semana e incluso un mes, cambiando el
agua azucarada cada semana.

Por un mes se dejan los gránulos en el refrigerador con la mayor cantidad de agua
posible con la proporción de azúcar habitual de 3 cucharas por litro.

Por unos 3 meses, se pueden guardar en el congelador lavados y bien escurridos en


una bolsa de plástico, taper o bote de cristal. Incluso mas tiempo, aunque perderá
paulatinamente vigor en periodos muy prolongados. Mientras mas baja sea la
temperatura durante el periodo de congelación mejor se conservara. Se pone el
congelador al máximo unas horas antes de poner el kéfir y se vuelve a la
temperatura habitual unas horas después.

Secos: Para secarlos se ponen muy bien lavados y escurridos sobre un paño de
fibra natural, y recubiertos con el mismo u otro paño dentro de una caja de cartón,
volteándolos de vez en cuando hasta que se deshidraten por completo. Si es
necesario se cambia el paño por otro seco y los ventilaremos con un aparato de aire
frío. El grano bien seco sin exceso de humedad debería quedar casi del mismo color
y como piedrecillas terrosas. Si los gránulos se enmohecen están perdidos y hay
que tirarlos por seguridad. Para evitar esto se puede acelerar el secado con un
ventilador de aire frió o templado por debajo de 35º C.

Para reactivarlos en cualquier caso, bien lavados se dejan reposar en agua tibia (20
a 30º C.) hasta que se hidraten por completo, y se cultivan con menos agua de la
habitual. Le costara mas tiempo arrancar y puede que las primeras aguas halla que
tirarlas si la fermentación es débil al principio.

Para hidratar los secos se dejan en agua sin cloro tibia (20 a 30º C.) hasta que
recuperen su consistencia gelatinosa y color traslucido característicos (de 4 a 6
horas). Lavándolos después cuidadosamente y cultivándolos de nuevo de la forma
habitual.

Nota: Se secaran mejor si aprovechamos el momento oportuno de la influencia de


la luna. Con la luna en fase menguante y en un día seco. Por ejemplo en los días de
aire; géminis, libra y acuario o en los de fuego Aries, Leo, Sagitario. Si no tenemos
un calendario que nos muestre estos días, basta con elegir la luna menguante y un
día que notemos el ambiente seco.

Así secos se pueden meter en una bolsita y ser enviados en un sobre acolchado,
franqueándolo como simple carta, por lo que se evitarán gastos de envío.

Aunque también se pueden enviar frescos con un poco de agua en una bolsita
hermética o una botellita o mini taper hermético que quepa en un sobre acolchado
pequeño o mediano.

Una forma practica y barata es usar dos bolsas sencillas para bocadillos.

En la primera se introduce el kéfir cubierto de agua y se anuda fuertemente sin que


quede aire. Esto se mete en otra bolsa se anuda y se recorta el sobrante dejando
unos dos centímetros. Con un mechero se quema el extremo y en cuanto arda se
aplasta contra una superficie plana con un cuchillo ancho. Quedara sellada y
preparada para meterlo en un sobre acolchado en el que aguantara hasta viajes
largos de más de una semana.

¿CUÁNDO PUEDO REGALAR TIBICOS?


Cuando tenga más de una cucharada sopera de ellos.

INDICACIONES.

El agua fermentada que producen es sumamente benéfica para la salud,


especialmente para el estómago, para estabilizarlo, para calmar ardores, para
quitar gases, para combatir gastritis y colitis, para limpiar y estimular el sistema
inmunológico, para prevenir infecciones y para bajar y controlar el peso corporal,
entre muchas virtudes más.

Para su óptimo aprovechamiento, se les debe poner únicamente piloncillo (lo que
en otros lados se le llama “panela”), o sea, el jugo seco de la caña de azúcar sin
refinar en lo absoluto; los tibicos “fermentan” el agua y dan una bebida baja en
azúcares. El agua resultante se ve color tamarindo y huele y sabe igual que el
tepache, que es otro fermento, pero derivado de la piña. No sabe mal en ningún
caso, y, como el pulque, puede consumirse “tierno”, de 24 horas, como “maduro”
de 48, o viejo, de más de 48 horas.

Los tibicos son elementos naturales de cultivo casero:

Ayudan a fortalecer el sistema inmunológico


Fortalecen el sistema digestivo
Facilitan la digestión y eliminación de grasas
Ayudan contra inflamación de vientre, gastritis y colitis
Previenen enfermedades infecciosas bacteriológicas y virales
Excelentes para control de peso
Estimulan el flujo de energía, vigorizan

PROPIEDADES CON RESPECTO A:

ARTICULACIONES: Alivia los reumas, alivia la artritis, erradica dolores


musculares, extremidades y cintura.
CABEZA: Sana la migraña y los dolores de cabeza.
HIGADO: Mejora sus funciones, quita los problemas de la vesícula, ablanda este
órgano.
MUSCULOS: Alivia los hombros endurecidos y relaja la nuca, además de los
dolores musculares.
OBESIDAD: Da salud a los delgados y quema la grasa de los gordos.
VIDA y EDAD: Hace la vida longeva y vital, evita achaques, hace menos bruscos
los cambios en la menopausia.
PULMONES: Fortalece y cura la propensión a la bronquitis, quita la tos, decrece la
flema y cura el asma.
RIÑONES: Cura sus enfermedades, ayuda a orinar bien, disminuye la posibilidad
de cálculos, en general ayuda al sistema urinario.
SANGRE: Baja el colesterol, ablanda las arterias y las venas endurecidas, baja la
glucosa en caso de diabetes, disminuye la hipertensión y quita las hemorroides.
ESTOMAGO e INTESTINOS: Evita el estreñimiento, aumenta el apetito. Ayuda a
la digestión, cura los cálculos estomacales, remedia la diarrea.
NERVIOS: Sana dolores nerviosos, desaparece el herpes, cura el insomnio y los
mareos.
OJOS: Rehabilita la potencia visual, desaparecen las cataratas.
CABELLO: Reafirma su color natural original, desaparecen canas y fortalece el
cuero cabelludo.
TEMPERATURA: Mantiene la temperatura del cuerpo fresco en verano y más alta
en invierno.
CANCER: Previene en algunos casos y cura el de la piel.
ALCOHOLISMO: Tomando con frecuencia lo cura.

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