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La hipertensión
arterial

Carpa de la Salud
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La hipertensión arterial

Clasificación de la hipertensión
arterial
No todas las hipertensiones son iguales. En primer
lugar según las cifras de presión arterial, clasifica-
mos la hipertensión en grados, como se recoge en
la tabla adjunta. El riesgo de complicaciones y la
intensidad del tratamiento es distinto, debiendo ser
más agresivo cuando las cifras de presión son más
altas. Por otro lado, si la enfermedad lleva mucho
tiempo de evolución sin un correcto tratamiento y
han aparecido complicaciones, estamos también
ante un caso distinto que va a requerir tratamientos
más fuertes para asegurar al máximo la salud y evi-
tar accidentes vasculares.

Clasificación de la hipertension arterial

Sistólica [mmHg] Diastólica [mmHg]
Optima < 120 < 80
Normal 120-129 80-84
Normal alta 130-139 85-89
Grado 1 (ligera) 140-159 90-99
Grado 2 (moderada) 160-179 100-109
Grado 3 (severa) > 180 > 110
Sistólica aislada > 140 < 90
Fuente: Sociedad Española de Hipertensión

Asimismo, es preciso distinguir entre la llamada

hipertensión arterial esencial (95% de los casos),
que es de causa desconocida, no se cura y necesi-
tará tratamientos y controles de por vida, de la que
se denomina hipertensión secundaria (5% de los
casos), que es consecuencia de otra enfermedad
que puede tener un tratamiento que permita el con-
trol de la hipertensión.
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¿Qué es la hipertensión?
La hipertensión es la enfermedad que se caracteriza
por una elevación de las cifras de presión arterial por
encima de las consideradas normales, generalmente
provocada por un estrechamiento de las arterias y
arteriolas por las que pasa la sangre. Como conse-
cuencia de ello, existe una dificultad para el paso de
la sangre que exige un mayor esfuerzo al corazón.
La hipertensión arterial (HTA) es un problema de
salud muy frecuente. Se estima que el 45% de la
población adulta española tiene hipertensión y en
mayores de 65 años la proporción de afectados llega
al 70%. En la actualidad, sólo el 50% de los hiperten-
sos están diagnosticados, por lo que la mitad de las
personas que son hipertensas no lo saben. Además,
de todos los diagnosticados, no llega al 20% aque-
llos que están bien controlados, lo que da idea de la
importancia del problema y de lo mucho por hacer.
La hipertensión arterial está relacionada con el
25% de la mortalidad total por enfermedades car-
diovasculares y juega un papel fundamental en al
menos el 42% de las muertes por infartos y el 46%
de los ictus o accidentes cerebrovasculares.

¿Por qué se produce

la hipertensión arterial?
La mayor parte de las veces no se conoce la causa,
aunque se sabe que influyen factores como la
herencia, la raza, el sexo, la edad, la obesidad, una
sensibilización a la sal, el alto consumo de alcohol, la
vida sedentaria o la toma de anticonceptivos orales.
En muy pocas ocasiones la hipertensión arterial es
secundaria a una enfermedad del riñón o a una
enfermedad endocrinológica, que tendrá un trata-
miento específico. Las personas con antecedentes
familiares de HTA les hace más propensos a pade-
cerla y por tanto han de aumentar la vigilancia sobre
su tensión.
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¿Cómo se puede saber

si una persona es hipertensa?
Teniendo en cuenta que la mayoría de las veces esta
enfermedad no da síntomas hasta que no aparecen las
complicaciones, la única manera de detectarla es
midiendo la presión arterial. Para ello deben observarse
una serie de condiciones ambientales y técnicas que
se recogen a continuación:
Condiciones ambientales:
> Se debe estar en reposo al menos 30 minutos sen-
tado y en una habitación tranquila.
> La temperatura ambiente debe rondar los 20º.
> Es preciso no haber comido abundantemente, ni
fumado o ingerido alcohol y café, al menos media
hora antes.
> No tener la vejiga de la orina llena.
> Si se es hipertenso, es preciso no haber tomado la
medicación antihipertensiva por la mañana, para
hacer la toma de la PA en el periodo “valle” del medi-
camento y no en plena fase de acción farmacológica
del mismo.

Técnica:
• Colocar el brazo sin ropa que comprima.
• Sentarse cómodamente con la espalda apoyada,
asegurando que el brazo queda a la altura del
corazón.
• Colocar el manguito dejando libre la flexura del
codo y procurando que el tubo de goma quede en
la parte interna del brazo.
• Tomar la presión arterial según las instrucciones de
cada aparato dos veces seguidas, desechando la
primera medida.
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¿Cuáles son los riesgos

de la hipertensión arterial?
La hipertensión no controlada exige al corazón un
sobre esfuerzo, que hace que se dilate y se hipertro-
fie, llegando a deteriorarse y a desarrollar una insufi-
ciencia cardiaca. Además, las arterias se endurecen
y pierden elasticidad y con el tiempo se afecta al
cerebro, los riñones, la retina, etc.
La hipertensión arterial no da síntomas, y por eso
muchas personas son hipertensas y no lo saben.
Muchas veces los síntomas se observan cuando apa-
rece una complicación. De ahí la importancia de che-
quearse la presión arterial periódicamente y tomarse en
serio su tratamiento. Por este mismo motivo, es impor-
tante que todas las personas hipertensas sean contro-
ladas por un médico que ha de realizar estudios y prue-
bas para la detección precoz y el seguimiento de las
complicaciones en retina, riñón, corazón y arterias.
Mediante distintas pruebas, el médico evaluará el
riesgo del paciente, teniendo en cuenta las cifras de
presión arterial, la presencia de otros factores de
riesgo como diabetes, colesterol elevado, taba-
quismo, etc. y la afectación o no de los llamados
órganos diana, que son aquellos que sufren los efec-
tos de la hipertensión, clasificando posteriormente al
paciente en bajo, alto o muy alto riesgo, lo que indu-
cirá a tomar decisiones terapéuticas distintas.
En los casos de hipertensión arterial no tratada o no
controlada se acaban produciendo efectos graves
por la lesión de los denominados órganos diana que
son principalmente el sistema nervioso central, las
arterias periféricas, el corazón y los riñones.

¿Se puede curar

la hipertensión arterial?
La hipertensión arterial esencial no se puede curar,
pero es posible controlarla. Cuando esto se consi-
gue, se reduce drásticamente su peligrosidad. Pero
es preciso subrayar que las personas hipertensas lo
serán toda la vida y deben mantener el tratamiento
para siempre.
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En un pequeño porcentaje de pacientes la hiperten-

sión es un síntoma más de otra enfermedad, por lo
que si esa dolencia se trata y se cura la hipertensión
puede desaparecer.

¿Tiene tratamiento
la hipertensión?
El tratamiento de la hipertensión arterial se apoya en
tres tipos de medidas fundamentales: dieta, ejercicio
y tratamiento farmacológico.
Dieta sin sal y ajustada en calorías para evitar o
combatir la obesidad. Adelgazar y bajar la ingesta de
sal es muchas veces suficiente para normalizar la
presión arterial.
Ejercicio aeróbico al menos tres días por semana.
La práctica de ejercicio regularmente cada día ayuda
a mantener el peso y es muy saludable. El ejercicio
aeróbico como caminar deprisa, nadar, hacer bici-
cleta, etc. ayuda a fortalecer el corazón, a bajar peso
y a controlar la presión arterial.
Medicamentos: en muchos casos será preciso ins-
taurar tratamiento con fármacos, que bajo control
médico deberán administrarse durante toda la vida.
Los fármacos utilizados son:
> Los diuréticos.
> Los IECAS o inhibidores del enzima convertidor
de la angiotensina.
> Los ARA II o antagonistas de los receptores de
angiotensina II.
> Los antagonistas de los canales de calcio.
> Los Bloqueadores de los receptores beta o beta
bloqueantes.
> Los Bloqueadores de los receptores alfa con
acción similar.
Por otro lado y si es necesario, su carácter sinérgico
permite combinar dos o más fármacos potenciando
así su acción.
Además, es necesario evitar el tabaco y reducir el
consumo de sustancias presoras como por ejemplo
la cafeína o la teína.
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La hipertensión arterial

Recomendaciones para
prevenir la hipertensión arterial
Aunque no existen medidas de prevención primaria
de la hipertensión, se puede hacer prevención secun-
daria siguiendo las siguientes recomendaciones:
• Todas las personas deben tomarse la presión
arterial periódicamente. A partir de los 40 años
se debe hacer al menos cada 5 años y cada 2
años después de los 50.
• Las personas hipertensas si son obesas pue-
den normalizar su tensión arterial sin fármacos
al bajar de peso. La obesidad debe ser evitada.
• Las personas sedentarias deben hacer ejercicio
aeróbico (pasear, nadar o hacer bicicleta) al
menos tres días por semana durante 45-60
minutos.
• Se debe disminuir la cantidad de sal de la dieta.
• Las grasas animales de la dieta deben redu-
cirse al mínimo, prodigando en cambio las ver-
duras, legumbres, fruta y fibra.
• Se debe evitar fumar y frecuentar ambientes
con humo.
• El consumo de alcohol debe ser moderado. No
es recomendable tomar más de uno o dos
vasos de vino al día y, a lo sumo, una bebida
alcohólica a la semana.
• No debe abusarse de las bebidas excitantes
como el café, el té, etc.
• El tratamiento médico debe seguirse de forma
fiel y rigurosa, así como las recomendaciones
del médico en cada caso.
• Si además tiene colesterol elevado o diabetes,
el control ha de ser aun más riguroso.
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