Video documental: LA CORPORACIÓN

La patología del comercio

Carlos Álvarez Palacio

Bogotá, septiembre 2010.

La humanidad como ese constructo abstracto tan disímil e imperante, se ha convertido no

solo en objeto de discusiones científicas o políticas, sino que se transduce en esa alegoría
sobre los componentes que representan nuestra existencia y función vital, un contexto
donde cabe todo y donde ese todo, es contenido por pequeños fragmentos de procesos
variados que le dan sentido o que intentan darle sentido, a es base mental sobre lo que
somos, y lo que sustenta nuestras formas de actuar.

Si la humanidad es entonces ese contexto donde surgen tantas dinámicas, como no

pensar que ellas, el poder, es su máxime motor de actuación que alimenta la
intencionalidad de los seres y las comunidades por mantener activas y sostenidas en la
desaforada carrera del reconocimiento, el mismo poder y la influencia en las relaciones
sociales. De manera que, cuento se habla de humanidad, se encuentra impresos
relaciones de poder, y cuando se piensa que actualmente las sociedades humanas están
siendo nutridas por las relaciones de poder económico, se posee un amplio espectro que
permite evocar, las posibilidades sobre cada ser, y sobre cada comunidad.

Así entonces, la humanidad es atravesa por las relaciones de poder de todo tipo, en las
que desubre sus avances, sus habilidades y técnicas que le han permitido perdurar y
concentrar conocimiento en razón de sus acciones, pero que también recrea prácticas
macabras de imposición y desdén sobre quienes carecen de tales conocimiento, para
promover su ambión de conocimiento como de reconocimiento y miedo, que se interpone,
en cada relación humana, puesto que las relaciones humana, están enriquecidas en la
lucha de la influencia sobre el o la otra, lo que sugiere, traducciones e interpretaciones
variadas de cada acto humano y cada recorrido histórico sobre la humanidad.

De lo anterior cabe conjugar, como al servicio de las relaciones se han estructurado

conocimientos en torno a las propiedades y los valores sobre los objetos, las personas o
cualquier cosa, como resulta de esas relaciones en las que se van ajustando posiciones
en contra de algunos y que lleva consigo la satisfacción intencional para una aparente
felicidad autorealizadora del ser. Ello implica, un juego de posiciones que demarcan los
límites del poder, como también las posibilidades de su ruptura.

De forma que, el poder, conservado como un gran movilizador de actuaciones sociales,

ha permitido y aparentemente permitirá, que las personas y las sociedad, construyan
ideaciones personales sobre su propio ser, así como, sus interpretaciones sobre lo que
posiblemente debería ser en las comunidades cercanas, ello implica, relaciones que
justifiquen bondades para ciertas porciones sociales, y efectos negativos sobre
poblaciones que bajo el manto del descuido, ignorancia, o desconsuelo, sean poseedoras
de los agravios del poder.
Por otra parte, la dinámica de los roles sociales que suponen estructuras mentales en
torno a las formas de actuación y percepción del ser, son materializadas bajo la
intencionalidad de satisfacciones personales, que resultan opresoras para el todos pero
justas y relativamente naturales a los procesos que históricamente la humanidad ha
venido sosteniendo, en la lucha de construir una forma única y estándar de la cultura del
hombre, y más tardíamente, de la mujer, en especial, en el mundo occidental.

Considerando que, las relaciones sociales nos permiten construir relaciones de poder no
solo variadas sino dinámicas entre sí, es posible recrear procesos en los que las normas
permiten ciertas estructuras de razonamiento sobre el cuerpo, el hogar, la escuela, el
mercado, y el gobierno, para perdurar formas de actuación social, formas de pensamiento
sobre las y los otros. Así, las leyes han coadyuvado en las reglamentaciones sobre las
sociedades humanas representando ejercicios de comportamientos en la balanza de la
moral.

En otro sentido, esas recreaciones sobre lo moral, son también avances y obstáculos, que
representan las luchas de poder por las cuales la humanidad ha tenido que superar o
abstenerse, cambios climáticos, cambios económicos, cambios sociales, culturales y
sexuales.

Asimismo, las luchas de comunidades sociales sobre las relaciones de poder infringida
por comunidades o corporaciones económicas, son cada vez más extensas y álgidas en
tanto que distintos procesos de conocimiento y reflexión han permito el avance cultural
sobre las normas, y sobre las prácticas de estas mismas, como actuaciones que vulneran
la valores y principios, estos últimos, los dadores de una serie de esquemas de
reproducción mental sobre la moral, pero que son atravesados por paradigmas científicos
y que se ponen sobre esferas mentales que exigen, interpretaciones de distintos niveles
que a su vez, desfragmentan las ideas sobre las normas.

No tengo idea que escribí creo que de cada párrafo puedes mejorar, meter y
analizar, jajajaja mejor dicho, esto es record… que locura mi amor, chao te amo