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En la imagen, presa en Tibi (Alicante)

Cuestiones generales y básicas


de presas.
El agua es indispensable para el ser humano. Por eso, es
necesario que se almacene en un lugar adecuado para que
pueda ser usada en caso de necesidad. Para ese objetivo se
usan las llamadas presas. A lo largo de la historia se han
utilizado todo tipo de construcciones hidráulicas
relacionadas con el término presa, eso sí, han ido
evolucionando mucho con el paso de los años, hasta los
tiempos actuales, en donde hay unas normativas, y unas
directrices concretas para hacer construcciones de este
tipo. Las regulaciones se basan principalmente en la
seguridad, el efecto medioambiental, y en el efecto que
pueda hacer la presa sobre el terreno. Una presa es una
estructura que tiene como objeto contener el agua en un
cauce natural con dos fines, alternativos o simultáneos:

-Elevar el nivel para que pueda derivarse por una


conducción (creación de altura).

-Formar un depósito de agua para retener los excedentes


del río con el objetivo de ser usados en caso de necesidad.

La función mecánica esencial de una presa es elevar el


nivel natural del río, de forma permanente o variable. Hay
que tener en cuenta también los esfuerzos que el agua
realiza sobre la presa, principalmente de presiones
internas, ya que si todas esas presiones no se calculan bien
previamente, podrían haber problemas de fisuras o escapes
de agua en ella (más concretamente en sus paredes). Se
usan también aliviaderos y desagües para que el agua
pueda ser sacada al exterior de la presa en caso de
necesidad. Esto será explicado con más profundidad más
adelante.

Hablando ya de los tipos de presas, podemos decir que


existen diferentes tipos de ellas en función de la situación
del aliviadero, la forma de resistir el empuje hidrostático y
al material empleado. Por razones de espacio no se pueden
contar con todos los detalles todo lo que está metido en
esos tres términos, pero pueden distinguirse entre dos tipos
de presas: las de fábrica (generalmente de hormigón) y las
de materiales sueltos. Según la clase y posición del material
impermeabilizante de la presa, pueden ser de materiales
homogéneos, de materiales heterogéneos, o con pantalla o
diafragma.

Según la tipología oficial, pueden ser de muchos diferentes


tipos, como los de gravedad, materiales sueltos,
contrafuertes, bóveda, bóvedas múltiples, mixtas y móviles.
Aparte de ello, también hay clasificación según el grado de
riesgo que tienen, desde la categoría A hasta la C.

Las fuerzas que actúan sobre una presa son habitualmente


las de su peso propio, el empuje hidrostático, la presión
intersticial y subpresión, los efectos térmicos, los seísmos,
el empuje de sedimentos, el oleaje y el empuje del hielo (en
su caso). Hay también mucho que contar aquí sobre todo
esto, pero, ni el tiempo, ni el espacio máximo como para
poderlo describir de forma más concreta.

Para que una presa pueda ser construida, se necesitan unas


condiciones iniciales como que los cimientos deben ser
capaces de resistir las cargas de ésta. Aparte de ello, el
terreno donde esté debe ser impermeable, y el embalse
tiene que ser también resistente en cierta forma. Mediante
estudios geológicos y geofísicos se puede saber a ciencia
cierta si el terreno en el que se va a hacer la presa tiene las
condiciones suficientes como para que se pueda construir
en ese sitio. A parte de ello también se hacen ensayos in
situ para ver esas mismas condiciones. En el proyecto de
construcción de un embalse también se plantean
cuestiones como la sedimentación y la ecología, elementos
importantes para el medio ambiente.

Presas de hormigón.
Son las presas que están hechas, obviamente, de hormigón.
Describiéndolas una por una, sería lo siguiente:

Presas de gravedad: Son las que trabajan componiendo su


propio peso con las restantes fuerzas actuantes sobre ella,
entre las que destaca el empuje hidrostático. Se forman
(sección transversal) de un triángulo rematado por un
trapecio menor que sirve para el paso de peatones o
vehículos. Este triángulo es el que se encarga de retener el
agua de la presa. Para construir todo esto debe tenerse en
cuenta la subpresión, que podría causar la rotura de la
presa de forma muy fácil. También está presente la
porosidad del hormigón, ya que las filtraciones de agua a
través de la pared de la presa pueden llegar a saturarla,
con la consecuencia dicha antes. También se necesita
drenar con eficacia la construcción, de ahí que se coloquen
pozos verticales equidistantes entre sí. Por supuesto tienen
que hacerse cálculos para ver todo eso, teniendo que ver
también las presiones que genera la presa sobre los drenes
(los elementos que realizan el drenaje). Los extensos
cálculos y secciones (aparte de otras muchos más
elementos) exceden del propósito de este texto.
Aparte de ello, la estabilidad debe ser un aspecto también
importante, ya que la resistencia de una presa está muy
relacionada también con todo eso. La forma de la sección
también es muy importante en la presa, ya que también
influye en lo dicho antes.

Otro de los peligros potenciales de la presa de gravedad es


el deslizamiento de ella misma, relacionado íntimamente
con el deslizamiento de tierras.

Presas de bóveda: Se caracterizan por estar formadas por


arcos de bóveda, los cuales generan más resistencia en la
presa. Según la ubicación de la bóveda, pueden tener
diferentes configuraciones, pero en el fondo son
exactamente iguales que las de gravedad.

Presas aligeradas: Son las presas de hormigón que han


recibido una importante rebaja en su peso para así mejorar
el drenaje. Para ello se sirven de unos contrafuertes que
son habitualmente cerrados.

Presas de arco: son aquellas que están formadas


directamente por arcos de hormigón. Esta forma les
confiere mayor resistencia.

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