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Las células receptoras son células nerviosas especializadas y comparten, por lo tanto,
algunas propiedades fundamentales con éstas. Las células receptoras poseen un potencial
generador que se manifiesta al ser estimulado un receptor. Dicho potencial no es
proporcional a la magnitud del estímulo. Los receptores tienen una actividad espontánea
cuya modulación constituye un mecanismo fundamental para la transmisión del mensaje.
El mensaje que se transmite a lo largo de las fibras nerviosas utiliza principalmente dos
tipos de códigos, uno temporal y otro espacial. Algunas células receptoras pierden
sensibilidad al ser constantemente estimuladas. Esta propiedad se denomina adaptación
y desempeña un importante papel al seleccionar el tipo de información que interesa al
organismo. Por otro lado, las células sensoriales reaccionan de manera diferente a los
diversos modos de presentación del estímulo. Así, se reconocen fibras on, fibras off y
fibras on.-.off. Por último, un control eferente que actúa sobre los receptores facilita la
regulación y el mantenimiento de un nivel óptimo de estimulación.
Las células receptoras actúan en grupos. Las mallas neurales que interconectan esos
grupos efectúan el primer análisis de la información sensorial. Este análisis se realiza
mediante el mecanismo de inhibición lateral.
La corteza cerebral tiene una inmensa plasticidad de funciones, y algunas de sus partes
tienen la capacidad de suplir a otras. La actividad eléctrica de la corteza cerebral se registra
ya sea abarcando grupos de neuronas en conjunto o tomando neuronas aisladas.
En la actualidad se clasifica a los receptores por el tipo de energía que detectan, ya sea del
ambiente interno o externo. Hay tres formas de energía para las cuales se han desarrollado
receptores especializados: química, mecánica y electromagnética. De allí que los
receptores sensoriales sean clasificados en quimiorreceptores, mecanoreceptores y
fotorreceptores.
El grado de agrado que produce un alimento está unido a este proceso subjetivo,
aunque puede hacerse también un análisis más objetivo, usando introspección y
adoptando una actitud crítica consciente. Nosotros percibimos los atributos de un alimento en
el siguiente orden:
• Apariencia.
• Olor/aroma/fragancia.
• Consistencia y textura.
• Sabor (aromáticos, sensaciones químicas, gusto).
Sabor (flavor) es la sensación que causa un alimento en la boca al ser percibido por los
sentidos químicos (olfato, gusto y sentido químico común). El término "aromáticos" se lo
emplea para indicar los constituyentes volátiles que se originan de un alimento en la boca
y son percibidos por el sistema olfatorio a través de las coanas posteriores.
A. APARIENCIA
Como todos los compradores saben, la apariencia es muchas veces el único atributo en
el cual basamos la decisión de comprar o consumir.
Color
Fenómeno que involucra componentes físicos y psicológicos. El ojo humano percibe
longitudes de onda de 400 a 500 nm (azul), 500 a 600 nm (verde y amarillo), y 600 a 800 nm
(rojo), comúnmente expresados como matiz, valor y color en la escala de Munsell. La
uniformidad del color en oposición a la no uniformidad o a la apariencia manchada es
importante. El deterioro de un alimento es frecuentemente acompañado por cambios de
color.
Tamaño y forma
Largo, espesor, ancho, tamaño de partícula, forma geométrica (cuadrada, circular, etc.),
distribución de las piezas (vegetales, pastas, comidas preparadas, etc.), forma y tamaño
son indicadores de defectos.
Textura
Lo opaco o brillante de una superficie, lo rugoso o liso, hacen que parezca húmeda o superficie
seca, blanda o dura, frágil o resistente.
Claridad
Carbonatación
EL SISTEMA VISUAL
La visión nos pone en contacto activo con el mundo. Por medio de los ojos nos
orientamos, nos comunicamos con los demás individuos y explotamos el ambiente
quenos rodea. El sistema visual analiza y transforma la energía luminosa e inicia así el
proceso de la percepción visual. La visión tiene una sensibilidad muy fina: responde a la
excitación de unos pocos fotones y el rango de respuesta a los cambios de luminancia es
considerablemente vasto. Desde el umbral mínimo hasta el umbral máximo se perciben
diferencias de intensidades que van de 0,000001 a 16.000 mililamberts, es decir, un rango
comparable al de la audición (del orden de 120 dB). La capacidad de discriminación visual
depende del nivel de iluminación del medio ambiente, y la permanencia prolongada en un
ambiente oscuro aumenta enormemente la sensibilidad visual, lo cual explica la capacidad
de adaptación del ojo humano.
Los atributos de la sensación visual son el color, la luminosidad y la saturación, los cuales se
correlacionan con la longitud de onda, la luminancia y la pureza colorimétrica
respectivamente. Una de las variables más importantes es el contraste al aumentar o
disminuir la luminancia de un objeto con relación al fondo que lo rodea. También hay
contrastes cromáticos que cambian la cualidad de la tinta, como en el caso de los colores
complementarios, y contrastes de saturación que acentúan o disminuyen la tonalidad
cromática. Los movimientos oculares desempeñan un papel importante en el proceso
visual porque contribuyen a aumentar la sensibilidad del ojo.
En los procesos perceptivos intervienen claves que indican las posiciones relativas de los
objetos en el espacio, el tamaño, la forma, el color, los bordes y contornos. El sistema
visual se relaciona con otros sistemas, como el olfatorio, gustativo, táctil y vestibular (
La mayor parte de las sustancias olorosas y sápidas dan origen a sensaciones poco
persistentes: los receptores se adaptan rápidamente con el tiempo y la concentración de
los compuestos químicos. Cuando se mezclan, los olores se fusionan o se perciben por
separado. Lo mismo sucede con el gusto. Las sensaciones gustativas están Íntimamente
asociadas con las térmicas. Hay grandes diferencias individuales entre evaluadores de olores y
sabores.
Hasta el presente, son muchas las interpretaciones acerca del proceso de transducción
que ocurre en las superficies receptoras en presencia de sustancias odorivectoras en la
mucosa nasal o de sustancias químicas en las papilas gustativas, pero ninguna de las teorías
ha logrado el consenso general de los investigadores de los sentidos químicos.
OLOR/AROMA/FRAGANCIA
Muchos olores se liberan solo cuando se producen reacciones enzimáticas al cortar el alimento
(olor al cortar una cebolla). Las moléculas odoríferas deben ser transmitidas por un gas, el cual
puede estar en la atmósfera, o vapor de agua, o un gas industrial; y la intensidad en la
percepción del olor está determinada por la proporción de dicho gas que entra en contacto
con los receptores olfatorios del observador.
RECEPTORES OLFATIVOS
RECEPTORES GUSTATIVOS
Los receptores gustativos se distribuyen en la lengua y sus papilas; también los hay en
el paladar, la faringe, las amígdalas, la epiglotis, a veces en la mucosa de los labios y
mejillas, debajo de la lengua y en el suelo de la boca. El área más investigada es la superficie de
la lengua, la punta, los costados y su parte dorsal. La figura muestra las zonas de la lengua
donde se distribuyen las papilas gustativas
Los órganos receptores son los corpúsculos formados por varias células individuales que
se agrupan en gajos como los de una naranja. Las células se distribuyen alrededor de un
centro hueco denominado poro, donde entra la solución diluida en la cavidad bucal. Cada
papila contiene, por lo menos, un corpúsculo en donde se alojan de 10 a 15 células sensoriales,
y cada una de ellas presenta una estructura en forma de pelo que se denomina cilia
gustativa. Las células se proyectan fuera de la papila al medio acuoso atravesando el poro
gustativo. Las cilias tienen unos 4 A de diámetro y se cree que los estímulos actúan
directamente sobre ellas
El estímulo gustativo: Aunque toda sustancia que se lleva a la boca provoca una respuesta
sensorial, esto no quiere decir que sea un estímulo gustativo. Ya hemos visto que en la boca se
alojan receptores de distintas modalidades sensoriales. Para que una sustancia sea un
estímulo gustativo debe reunir varios requisitos. Entre los más estudiados se encuentran
la solubilidad, la concentración, la temperatura, la capacidad de ionización y la estructura
química. Requisitos comunes a los estímulos olfatorios. Las sustancias portadoras del
gusto - sean sólidas, líquidas o gaseosas - deben ponerse en contacto con la saliva y una vez
solubilizadas estarán en condiciones de constituirse en estímulos adecuados.
Mezcla de gustos:
El azúcar también reduce el amargo, por ejemplo, en el café, pero no tiene casi efecto
en el salado. Dulce y salado se experimentan como dos gustos separados. En cambio, el
agrio afecta mucho más al amargo acentuando notablemente el amargor.
En algunos casos el gusto de una sustancia se modifica mucho por acción de otra degustada
inmediatamente antes. Por ejemplo, después de ingerir alcauciles, el agua tiene un gusto
dulce.
• Gustos, son sensaciones gustativas (salado, dulce, ácido, amargo) producidas por sustancias
solubles en la boca.
• Sensaciones químicas, son percibidas por el Sentido Químico Común cuando se estimulan
terminaciones nerviosas de la mucosa bucal, nasal y faringe (astringencia, picante,
frescura, calor, sabor metálico, pungencia)
D. TEXTURA
El tercer grupo de atributos a considerar son los percibidos por los sensores bucales distintos
a los que perciben gustos o sensaciones químicas.
E. TACTO
Los receptores táctiles nos entregan información sobre la textura, forma, peso,
temperatura y consistencia del alimento.
LA PIEL
La piel es una superficie receptora que responde a una gran variedad de estímulos y da origen
a una enorme gama de sensaciones. Las mejor estudiadas son las de presión, vibración,
temperatura y dolor. Algunas de estas modalidades están relacionadas entre sí.
Las sensaciones de presión tienen un umbral muy bajo pero, al mismo tiempo, se adaptan
rápidamente. Los receptores cutáneos se adaptan a la presión estática, pero se mantienen
siempre activos al ser estimulados con cambios de presión, como las vibraciones
mecánicas. La piel es muy buena conductora de vibraciones mecánicas y complementa el
trabajo del oído en la detección de tonos de baja frecuencia. Los termorreceptores
informan al organismo acerca de la temperatura interna y externa.
El frío y el calor son cualidades subjetivas que se sustentan en procesos fisiológicos bien
diferenciados. La sensación de dolor va acompañada de factores emocionales y
cognitivos. La experiencia de dolor sigue a la estimulación intensa de cualquier sistema
sensorial, y el proceso de transducción es aún desconocido.
F. SENSACIONES KINESTESICAS
Comprenden el examen de madurez de las frutas o quesos por la presión de los dedos, en
productos de cecinería, etc.
MECANORRECEPTORES
EL SISTEMA MUSCULAR
G. AUDICION
Este sentido también está asociado al proceso de comer. Los sonidos provocados por el
masticar o morder un alimento, complementan la percepción de textura del alimento y forman
también parte del placer de comer.
El sentido de la audición percibe vibraciones acústicas a través del aire. Estas
vibraciones son recogidas por el oído externo y llevadas al tímpano del oído. El sonido es
transmitido desde el tímpano del oído por tres huesos pequeños, interconectados a la
ventana oval que separa el oído medio del interno. En el oído interno existe un canal
enrollado en espiral lleno de líquido, inserto en el hueso temporal (Fig.10). Está dividido a lo
largo por dos membranas. En la membrana basilar se encuentran las células ciliadas, las
vibraciones que entran en el oído interno excitan movimientos hidrólicos y la membrana
basilar estimula las células ciliadas, emitiéndose impulsos nerviosos. Estos impulsos
nerviosos son transmitidos al cerebro por los nervios auditivos.
Las vibraciones acústicas de masticar y tragar llegan al oído interno a través del tubo de
Eustaquio o por los huesos del cráneo. Las vibraciones acústicas tienen dos dimensiones:
la amplitud sonora, que es función de la presión del sonido y se mide en decibeles, y la
frecuencia que se mide en Hertz.
BIBLIOGRAFÍA