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Universidad Tecnológica de Bolivar

Maestría en Negocios Internacionales


Módulo : Contexto Caribe

Ensayo: Población Zenú

Docente : Alberto Abello Vives

Estudiante :
Juan Mendoza Goez

Cartagena de Indias - Colombia


Octubre 10 de 2010
Los Zenues

América fue poblada hace miles de años por gentes que venían del Asía, quienes con el tiempo
formaron diversas tribus nativas con su propio idioma y posesión de su territorio. Desde hace 6 mil
años, las llanuras del Caribe colombiano y los Valles de los ríos San Jorge y Sinú fueron ocupadas
por grupo un de habitantes agrícolas y recolectores; posteriormente, desde el año 200 a.C. en
esta zona se establecieron sociedades de agricultores y orfebres, que actualmente son conocidos
como los Zenú. A partir del año 1100 d.C. se presentó un descenso demográfico en las sociedades
Zenues y se trasladaron a sabanas altas o no inundables, a lo largo de los rios Sinú y San Jorge hasta
la época de la conquista, cuando los españoles encontraron a estas tribus habitando en el Caribe
colombiano, los hoy departamentos de Chocó, Antioquia, Córdoba, Sucre y sur de Bolívar.

Debido a la fuerte influencia colonizadora, sus principales rasgos culturales fueron desapareciendo,
aunque se sabe que fueron excelentes orfebres y tejedores, sobresalieron por su asombroso
manejo de la ingeniería hidráulica en una zona con elevado nivel de pluviosidad e inundación, lo
que les permitió desarrollar un complejo sistema de canales de aproximadamente 65 mil hectáreas
entre los ríos Sinú y San Jorge, sistema que según algunos investigadores alcanzó a funcionar
durante casi dos mil años. Para esa época la sociedad estaba dividida en tres sectores dominados
por miembros de una misma familia: los Finzenú, ubicado sobre el río Sinú, dedicado al tejido y la
cestería; los Panzenú, localizados sobre el río San Jorge, producía los alimentos; y los Zenufana,
entre los ríos Cauca y Nechi, quienes trabajaron la orfebrería.
 
Los Zenúes no le temían a la muerte. Cuando alguien moría se enterraba su cuerpo en medio de
una fiesta. Uno de sus principales rituales eran los “Cortejos Fúnebres”, que realizaban los Finzenú.
Primero celebraban las vísperas, donde la chicha era indispensable. En la noche se realizaba una
ceremonia fúnebre por el río, en embarcaciones adornadas con mohones (médicos brujos) y
gobernantes con cocuyos sobre las cabezas. La ceremonia concluía con el entierro, cuya altura
dependía de la calidad del muerto. Si era el cacique, lo colocaban con la cabeza hacia el oriente y
luego todos pisaban la tierra sobre la fosa y bailaban sin parar; la cacica y el mohán ordenaban
repartir la comida y la chicha, y finalmente se sembraba una ceiba sobre el montículo. De igual
manera, en ceremonias muy importantes, los caciques y sus distinguidas mujeres usaban pectorales
mamiformes que simbolizaban fertilización en los hombres y potencial de gestación en las mujeres.

Políticamente, a lo largo del tiempo, el pueblo Zenú se ha organizado mediante un cabildo local, en
un proceso complejo caracterizado por su constante interés de reorganización. La mayoría de sus
integrantes no logra sostener una unidad territorial. En este sentido, las comunidades de las
regiones de Sucre y Córdoba se agrupan alrededor del Cabildo Mayor del Resguardo de San Antonio
de Sotavento y en la zona del Alto San Jorge, funcionan cabildos locales que están asociados a la
Organización Indígena de Antioquia.

La manufactura del oro estaba relacionada con asuntos religiosos y ceremoniales y en su zona de
influencia estuvo al servicio de gobernantes y sacerdotes, quienes con adornos reforzaban su
prestigio. La principal actividad productiva del pueblo Zenú se concentra en la agricultura,
cultivando plátano, yuca, fríjol, ñame, cacao, malanga, etc. Combinada con la crianza de animales
domésticos, destinada básicamente a su autoconsumo y subsistencia

Finalmente, se puede concluir que para la población Zenú, la tenencia de la tierra ha constituido un
problema constante. En principio al ser propiedad de terratenientes, el indígena solo podía
emplearse como asalariado en fincas y en las últimas décadas, han padecido los rigores del
desplazamiento forzado generado por grupos armados ilegales.
Autor: Juan Mendoza Goez

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