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Dos Siglos Después

Los caminos de la Revolución

Textos para el debate

Grupo Los Historiadores y el Bicentenario

Rosario, 2010
Índice

Introducción.................................................................................... 09

REVOLUCIÓN
La revolución y la crisis imperial
Noemí Goldman.............................................................................. 19
La revolución y la movilización popular
Gabriel Di Meglio........................................................................... 25
¿Revolución hispánica o atlántica?
Gustavo Paz.................................................................................... 29
La Revolución y los cambios económicos
Jorge Gelman.................................................................................. 33
La Revolución: guerra y orden social
Raúl Fradkin.................................................................................... 37
La Revolución en el interior
Salta en la guerra de independencia
Sara Mata........................................................................................ 43
Cuyo en revolución: política y militarización
en tiempos de San Martín
Beatriz Bragoni............................................................................... 45

REPÚBLICA
La opción por la república
Hilda Sabato.................................................................................... 51
Sufragio y república
Marcela Ternavasio......................................................................... 57
Los ciudadanos y la república
Flavia Macías.................................................................................. 61
Representaciones de la república
Fernando Aliata............................................................................... 65
República y democracia: la democracia como problema
Elías Palti........................................................................................ 69

NACIÓN
La Nación y sus orígenes
Fabio Wasserman............................................................................ 73
La Nación y el Federalismo
María Gabriela Quiñonez................................................................ 79
La Nación y la economía
Julio Djenderedjian......................................................................... 83
La Nación y el Estado
Luis Alberto Romero....................................................................... 87
La Nación y la memoria histórica
Alejandro Eujanian......................................................................... 91

PUEBLOS ORIGINARIOS
Los historiadores, el bicentenario y el mundo indígena
Raquel Gil Montero........................................................................ 97
Frontera, indígenas y contactos interétnicos en pampa y Patagonia
(siglos XVIII y XIX)
Silvia Ratto..................................................................................... 103

Bibliografía general........................................................................ 107


INTRODUCCIÓN

E
n los últimos tiempos, el término bicentenario parece multiplicarse hasta el in-
finito. Todo merece ser realizado en nombre de los doscientos años de la Revo-
lución de Mayo: exposiciones, festivales, programas televisivos, conferencias,
congresos, publicaciones de muy diverso tipo y formato. La variedad de iniciativas
destinadas a conmemorar los acontecimientos de 1810 y la multiplicidad de actores
que las impulsan muestran la significación que asumen las “fechas fundacionales”
para el conjunto de la población. Las celebraciones realizadas durante la semana de
mayo de 2010 así lo han demostrado. Sin embargo, en el marco de este gran “festival
bicentenario” es muy poco lo que se ha debatido acerca de qué es aquello que cele-
bramos. Frente a la pregunta de por qué existen dos celebraciones patrias –el 25 de
mayo y el 9 de julio– y qué es lo que distingue a una festividad de la otra, el común
de la gente manifiesta dudas. Si bien la primera parte del interrogante es, por lo gene-
ral, más fácilmente resuelto, el problema se presenta en el segundo enunciado de la
pregunta. Responder cuáles son los significados que distinguen a ambas efemérides
resulta más dificultoso porque, en realidad, se trata de un proceso histórico muy com-
plejo que aún hoy despierta debates entre especialistas del tema.
En la presente publicación y en el video que la acompaña buscamos poner en
discusión la pregunta inicial –¿qué es aquello que celebramos?– y ciertos supuestos
muy arraigados de nuestra “historia patria” que, por haber sido siempre parte de nues-
tra formación escolar y cívica, resultan difíciles de remover y cuestionar. La iniciativa
nació de la inquietud que despertó la celebración del bicentenario entre un amplio y
heterogéneo grupo de historiadores de todo el país. Constituido por más de un cen-
tenar de profesionales dedicados a la investigación, este grupo se propuso intervenir
de manera autónoma en el espacio público con el objetivo de poner en circulación
ciertas ideas e interpretaciones sobre los dos siglos de historia transcurridos desde la
Revolución. Con tales ideas, surgidas de las investigaciones y debates desarrollados
en las últimas tres décadas, buscamos proyectar nuestros enfoques más allá del ámbito
estrictamente académico y tomar distancia de los relatos esquemáticos y simplificado-
res en boga en ciertos medios de comunicación.
Los textos y el video aquí incluidos no presentan, pues, un relato cronológico
o lineal de los acontecimientos sucedidos en nuestro país en los últimos dos siglos
sino un conjunto de reflexiones que, en gran parte, sintetizan las revisiones y aportes
más significativos realizados sobre ese pasado. Tales aportes, que son el resultado de
muchos años de trabajo individual y colectivo en instituciones académicas públicas
y privadas, no tienen la pretensión de erigirse en una interpretación única. De hecho,
en el interior de este colectivo de historiadores existen divergencias y matices de in-
terpretación que a veces derivan en acaloradas polémicas. No obstante, hay un común
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acuerdo en revisar los tradicionales relatos de nuestro pasado a partir de perspectivas


plurales y de nuevas preguntas que ponen en duda algunas certezas de antaño.
El título elegido –“los caminos de la Revolución”– es indicativo de esta perspec-
tiva plural en un doble sentido. Por un lado, expresa la voluntad de mostrar que frente
a la crisis del orden colonial no existió un camino único, prefijado en el origen, desti-
nado a crear la Nación Argentina, sino diferentes alternativas en disputa. Por el otro,
deja deslizar la idea de que tampoco existe una interpretación unívoca ni posiciones
dicotómicas para analizar el proceso desatado con la Revolución, sino una multipli-
cidad de enfoques que buscan mostrar la pluralidad de aspectos que se pusieron en
juego a partir de ese acontecimiento fundacional. Lo que el destinatario de esta publi-
cación encontrará, entonces, es un compendio de preguntas y problemas más que un
conjunto de respuestas y certezas. Nuestro propósito es reflejar los grandes temas que
están hoy en discusión en el interior de este universo de personas dedicadas al oficio
de historiador y estimular un debate público y amplio de tales cuestiones.
Los historiadores que intervienen aquí, con sus textos y sus voces, recogen otros
tantos textos y voces que no pueden estar presentes en esta oportunidad, pero que in-
tentamos recuperar en la bibliografía adjunta, aunque de manera parcial dado que se-
ría imposible hacer referencia a toda la producción historiográfica de los últimos años.
Lo que pretendemos con esta suerte de “muestra representativa” es alcanzar al público
interesado el fruto condensado de más de dos décadas de trabajo conjunto y estimular
un debate sobre nuestro pasado, sabiendo que ese debate se inscribe –siempre– en un
campo de disputas. Lo que fuimos, lo que quisimos ser, o lo que creemos haber sido
se cruzan en el laberinto construido entre historia y memoria. En ese laberinto, el com-
promiso del historiador por reconstruir e interpretar críticamente los acontecimientos
del pasado se cruza con las múltiples representaciones que las comunidades, grupos e
individuos fueron elaborando acerca de ellos.

***

Puesto que Dos siglos después: los caminos de la Revolución fue pensado como un
insumo –incluso un disparador– para el debate en diferentes foros y escenarios, consi-
deramos que para su mejor aprovechamiento es oportuno explicitar algunos de los su-
puestos a partir de los cuales organizamos las intervenciones. Tanto el video como las
páginas que siguen –destinadas a ampliar las intervenciones del formato audiovisual–
están ordenados a partir de tres ejes: revolución, república y nación. Los ejes seleccio-
nados expresan, en buena medida, los tópicos más significativos que se han debatido
en los últimos años en torno al proceso desatado en 1810. El orden establecido para la
secuencia revolución-república-nación no pretende exhibir una sucesión cronológica
sino un mosaico de conflictivas coexistencias, variaciones y cambios tanto en el plano
de las ideas como en sus dimensiones política, social, económica y cultural. Si bien
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las reflexiones se concentran más en el siglo XIX, algunas se extienden al arco de los
dos siglos transcurridos desde la Revolución hasta nuestros días.
Tal como están presentadas, las distintas intervenciones de cada eje pueden ser
trabajadas y discutidas con total autonomía una de otra, más allá de las íntimas vin-
culaciones que las articulan. Dado que fueron pensadas desde esta perspectiva, se
podrán advertir ciertas superposiciones, repeticiones e incluso”vacíos” en el conjunto.
Para suplir uno de los “vacíos” que advertimos en el producto final hemos decidido
incluir en el formato impreso dos intervenciones que no forman parte del video pero
que completan el cuadro de problemas historiográficos que queremos presentar. Tales
intervenciones están referidas a las fronteras y la presencia indígena en el Río de la
Plata.
Por otro lado, las intervenciones se organizaron a partir de interrogantes clave
que intentan recoger los aspectos más renovados de la historiografía. A partir de ellos
buscamos poner en evidencia los cuestionamientos a ciertos lugares comunes muy
difundidos entre el público en general y subrayar las dudas e incertidumbres de los
actores del pasado como también las de quienes nos dedicamos a explorar sus intrin-
cados rumbos, marchas y contramarchas. A continuación se exponen las preguntas
formuladas a los participantes de cada eje para que los destinatarios tengan la opor-
tunidad de organizar actividades en torno a ellas, independientemente de nuestras
repuestas y reflexiones.

Revolución
1- Preguntarse por las condiciones que hicieron posible la Revolución de Mayo, es
desandar el camino de las presuposiciones según las cuales en las etapas previas ya
estaba inscripto su desenlace final. ¿Cómo se vincula la Revolución con la crisis de la
Corona española de 1808 y previamente con las invasiones inglesas? ¿Por qué hoy se
afirma que fue ante todo una crisis de soberanía, de legitimidad y de representación?
¿Cuáles fueron las distintas opciones de gobierno provisorio que se fueron presentan-
do entre 1808 y 1810? ¿Por qué los protagonistas del proceso denominaron “revolu-
ción” al cambio iniciado en mayo de 1810?

2- Es sabido que en la agitada vida política que se inició con la Revolución la llamada
plebe urbana jugó un rol fundamental, ¿cómo surgió este nuevo actor político? ¿Cuál
fue su participación durante las invasiones inglesas? ¿Dónde estaba el pueblo en la
semana de mayo? ¿La plebe era el pueblo, o había diferentes acepciones del vocablo
“pueblo”? ¿Cuál fue la relación entre la plebe y la dirigencia revolucionaria?

3- La Revolución de Mayo formó parte de un ciclo de revoluciones que se inició con


la declaración de independencia norteamericana de 1776. Sus orígenes, sin embargo,
se vinculan con una crisis imperial que afectó tanto a la metrópoli como a sus colonias
americanas, ¿pesó más la dimensión atlántica o la hispánica en su desarrollo? ¿Por
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qué el Congreso Constituye de 1816-19 no declaró la independencia de las Provincias


del Río de la Plata, sino de las Provincias Unidas de Sudamérica?

4- Generalmente se vincula la Revolución con la lucha de los grupos criollos por la


obtención del comercio libre para insertar los derivados vacunos en el exterior. ¿Cuá-
les fueron los cambios más importantes en el orden económico internacional a fines
del siglo XVIII que habrían de incidir en el comercio atlántico con las colonias? ¿Cuál
era el negocio central de las élites económicas a fines del siglo XVIII, y en qué medida
se puede hablar de una “expansión ganadera”? ¿El comercio libre trajo los beneficios
esperados por los habitantes del Río de la Plata?

5- La historiografía tendió a separar las guerras de la independencia de las guerras


civiles que le sucedieron en 1820 ¿Cómo se ubican las guerras de la independencia
en el ciclo que se abre con la crisis de la monarquía hispánica y la Revolución? ¿La
Revolución de Mayo se inició como una guerra de independencia? ¿Hubo una revolu-
ción artiguista diferente de la Revolución de Mayo?

6- La revolución en el interior tuvo sus ritmos. ¿Cómo fueron recibidas en el interior


las novedades producidas en Buenos Aires en mayo de 1810? ¿Por qué Salta ocupó un
lugar estratégico en la lucha por la independencia? ¿De qué manera la historiografía
viene rescatando del olvido la vinculación entre la guerra de guerrillas del Alto Perú
y la movilización producida en el norte del virreinato? ¿Cuál fue el desafío de San
Martín desde la gobernación intendencia de Cuyo?

República
7- En el conflictivo y heterogéneo panorama político que se abrió en Hispanoamérica
luego del estallido del imperio español es posible distinguir un rasgo que fue común
a casi toda la región: la opción –más temprano que tarde– por formas republicanas
de gobierno fundadas sobre el principio de la soberanía popular. En el “experimento
republicano” hispanoamericano: ¿Cuáles fueron las nuevas bases sobre las que se fun-
daba el poder político? ¿Qué cambios políticos e institucionales implicó? En el Río de
la Plata ¿qué formas fue adoptando la república, antes y después de su consagración
constitucional en 1853? ¿Cuál fue la relación entre república y nación?

8- ¿Cómo caracterizar los orígenes de la cuestión republicana en el Río de la Plata?


¿Cuáles fueron los principales problemas políticos que planteó la adopción de formas
republicanas de gobierno en la primera mitad del siglo XIX? ¿Cuál fue el lugar de la
representación política en la construcción de las nuevas comunidades políticas repu-
blicanas? ¿Qué cambios se produjeron en ese sentido a lo largo del siglo?
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9- En la nueva relación entre gobernantes y gobernados que se derivó de la adopción


de la soberanía popular como fundamento del poder político, la institución de la ciu-
dadanía cumplió un rol fundamental. ¿Cuáles fueron los principales pilares de esa ins-
titución, cuáles sus alcances y sus límites? ¿Cómo se fueron transformando a lo largo
del siglo? ¿Cuál fue la relación entre las diferentes facetas del ciudadano, en especial
entre el ciudadano armado y el votante? ¿Qué otras formas de relación entre pueblo y
gobierno, que escapan al marco de la ciudadanía, se pueden mencionar?

10- ¿Cuáles fueron las representaciones de la república en la simbología política y


patriótico/nacional del siglo XIX? ¿Cuáles sus principales rasgos y diferentes mo-
mentos?

11-¿Qué desafíos planteó el horizonte democrático a la organización política republi-


cana? ¿Qué lugar ocuparon la “república” y la “democracia” en los lenguajes políticos
del siglo XIX?¿Cómo se enfrentaron esos desafíos en el Río de la Plata en diferentes
momentos del siglo? ¿Cuáles fueron los principales cambios que se dieron a fines del
XIX en ese sentido?

Nación
12- La nación, ¿es una invención moderna? ¿Cuándo aparece el concepto de nación,
tal como lo entendemos actualmente, para referir a la Nación Argentina? La Revo-
lución de Mayo, ¿estuvo alumbrada por una toma de conciencia de la nacionalidad
argentina? Nación y nacionalidad, ¿son dos conceptos intercambiables, significan lo
mismo, o aluden a dimensiones diferentes de la realidad? ¿Qué era la nación en 1810?

13- ¿Qué era la Patria, tan invocada en aquellos años revolucionarios? ¿Cuáles eran
las identidades predominantes? ¿En nombre de qué se hizo la guerra de independen-
cia y cómo se fueron redefiniendo los antagonismos e identidades a lo largo del siglo
XIX? En esta dirección, ¿qué cambios trajo consigo el ingreso de la inmigración ma-
siva en nuestro país?

14- Nación y Federalismo son dos conceptos que parecen estar en tensión desde los
inicios de la Revolución hasta hoy. ¿Cómo se planteó esa relación a comienzos del
siglo XIX y cómo se fue transformando a lo largo de estos dos siglos? ¿Cuáles fueron
los grandes hitos de transformación y conflictos en la relación nación-provincias?

15- Es frecuente escuchar que la Revolución de Mayo fue producto de las tensiones
existentes entre un sector monopolista peninsular y grupos criollos defensores de un
sistema librecambista que habrían representado una suerte de “proto-burguesía” na-
cional. ¿Qué hay de cierto en esta versión? ¿Qué papel tuvo la declaración del libre
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comercio en aquellos años, tanto en el mediano como en el largo plazo? ¿Desde cuán-
do se puede hablar de una economía nacional?

16- Generalmente el concepto de Nación viene acompañado por el concepto de Esta-


do, ¿son términos intercambiables, refieren a las mismas dimensiones de la realidad?
¿Cuándo el Estado se convirtió en el Estado-Nación Argentino? ¿Cuáles fueron los
grandes hitos en el proceso de construcción de ese Estado?

17- ¿Cómo se explica que el mito construido en torno a la idea de que en mayo de
1810 nació la Nación Argentina haya sido –y siga siendo– tan eficaz? ¿Qué hitos se-
rían fundamentales en la construcción de ese mito? ¿Cuáles fueron las disputas más
relevantes en la construcción de la memoria histórica de la Nación?

Sin dudas que el listado de interrogantes podría continuar. De hecho, las preguntas,
la curiosidad y la duda constituyen la base de nuestra labor como historiadores. Las
fuentes y documentos sobre los cuales trabajamos cotidianamente no nos dicen nada
si no los interrogamos con los instrumentos adecuados y los libros que reconstruyen e
interpretan los datos que proporcionan los archivos nos dicen poco si no existen bue-
nas preguntas. Por eso invitamos a los interesados a continuar elaborando este listado
y a imaginar los desafíos que experimentaron aquellos hombres que protagonizaron
la Revolución y las convulsionadas décadas que le sucedieron para seguir haciéndole
preguntas a nuestro pasado.

***

Sería imposible exponer todas las vicisitudes que rodearon nuestra actividad desde el
momento en que decidimos “hacer algo” para el bicentenario. Un “hacer algo” que
queríamos fuera diferente a nuestras clásicas reuniones académicas y que nos deman-
daba de cierta imaginación, iniciativa, trabajo y dinero. En este sentido, deseamos ex-
presar nuestro agradecimiento a todas las entidades públicas y privadas que apoyaron
económicamente esta iniciativa, a los directivos y miembros del Centro de Estudios
Históricos e Información Parque España por haber hecho posible la realización de dos
reuniones de trabajo y discusión en los años 2006 y 2008 en el Centro Cultural Parque
España (Rosario) y a todos los que participaron de ellas y apoyaron la creación de
una comisión encargada de coordinar las actividades previstas para este bicentenario.
Nuestro agradecimiento también a los colaboradores de dicho Centro de Estudios,
responsables de la creación y administración de nuestro sitio virtual (http://www.his-
toriadoresyelbicentenario.org), donde convergen documentos de trabajo, discusiones
e intervenciones de historiadores, y una variada información de actividades previstas
en los ámbitos académicos a nivel nacional. Nuestra gratitud se hace extensiva a Ariel
Introducción 15

Denkberg, quien se encargó de leer atentamente los textos aquí publicados y de hacer-
nos inteligentes sugerencias para mejorarlos.

A los integrantes de la productora que realizó el video –El Perro en la Luna–


nuestro especial reconocimiento por haber logrado entender lo que deseábamos mos-
trar a través de la imagen, por la paciencia que nos tuvieron para coordinar las en-
trevistas, por el distendido clima que nos hicieron vivir en ellas y por su talento para
comunicar en un lenguaje visual nuestras voces y reflexiones. Si bien “somos lo que
somos”, como dijo una de las participantes de esta iniciativa al ver por primera vez
el video, los realizadores supieron mostrarnos en la cotidianeidad de nuestros talleres
de historiadores y en escenarios emblemáticos que colaboran a exhibir al público los
vestigios de nuestro pasado y la pasión que tenemos por explorarlos. Tal vez parezca
banal agregar y concluir este prólogo destacando que, para todos nosotros, fue muy
reconfortante hacer lo que hicimos. No sólo porque nos enfrentó a un desafío nuevo
y diferente sino por habernos permitido vivir una experiencia muy agradable que,
esperamos, se exprese en este producto.

Los Historiadores y el Bicentenario


Comisión organizadora:
Gabriel Di Meglio, Julio Djenderendjian, Alejandro Eujanian, Carina Frid, Noemí
Goldman, Flavia Macías, María Lía Munilla, Hilda Sabato y Marcela Ternavasio.

Auspicios:
• Centro de Estudios Históricos e Información Parque de España
• Fundación Complejo Cultural Parque de España
• Empresa Constructora FGM
• ELTIUM SRL Construcciones y Servicios
• Fondo de Cultura Económica
• Editorial Edhasa
• Siglo XXI editores
• Prohistoria ediciones
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