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LA AUTENTICIDAD COMO IDEAL MORAL EN CHARLES TAYLOR

Para comprender mejor la idea central de Charles Taylor en “Horizontes Ineludibles” tenemos que
ubicarnos en su contexto. La reflexión de Charles Taylor se ubica dentro de una aproximación al
liberalismo. Taylor tiene como finalidad repensar el proyecto moderno y repensar el ideal
moderno de la autenticidad. Porque para Taylor la modernidad ha traído cambios negativos para
la humanidad, como el individualismo y la primacía de la razón instrumental en las sociedades
contemporáneas.

Estos cambios negativos afectan, según Taylor, a la humanidad de la siguiente manera:

a) El individualismo en tanto se asume libre, deja de lado los horizontes morales y, de esta
manera, produce una pérdida de sentido o desilusión en la humanidad. Porque los horizontes
morales siempre están ligados al Ser, los cuales dan sentido al mundo y a las actividades humanas.
Este desencantamiento del mundo Taylor lo señala así:

“La gente ya no tiene la sensación de contar con un fin más elevado, con algo por lo que vale la
pena morir.”(Taylor 1994)[1]

b) La primacía de la razón instrumental ha afectado a la humanidad, porque hace que las personas
sean tratadas como materias primas, meras cosas o instrumentos para los proyectos de la
sociedad. Un ejemplo claro de esto se nota en la sobrevaloración de la tecnología en las
sociedades contemporáneas.

Ahora bien, la finalidad de Charles Taylor en “Horizontes Ineludibles” es repensar la autenticidad


como ideal moral o, mejor dicho, devolver su significado originario al ideal de autenticidad. Ya
que, el ideal de autenticidad de la modernidad (o de la cultura contemporánea) niega los
horizontes morales donde se debe situar el ideal de la autenticidad.

Taylor en “Horizontes Ineludibles” opone el ideal de autenticidad en tanto constituido por


horizontes morales con el ideal contemporáneo de autenticidad, el cual es determinado por el Yo.
A continuación explicaré su definición y sus respectivas características:
Primero, hay condiciones para realizar el ideal de autenticidad, uno de ellos (el más importante) es
el carácter dialógico de la humanidad. Esta característica es aquella que nos convierte plenamente
en seres humanos. El carácter dialógico nos permite definir nuestra identidad a través del
lenguaje. Aquí lenguaje entendido en su sentido amplio, lenguaje no sólo como palabras sino
como modos de expresión.

Segundo, asimismo hay exigencias necesarias para realizar el ideal de autenticidad. Estas
exigencias son aquellas que surgen de algo que está más allá del Yo, son exigencias que están en
nuestros lazos y relaciones con los demás. Las cuales son importantes para definirnos, definir
nuestra “identidad”, es decir, “quiénes” somos y “de dónde venimos”.

Tercero, para realizar el ideal de autenticidad es necesario ubicarnos dentro de los horizontes de
significado. Los horizontes nos permiten definirnos significativamente y, asimismo, los horizontes
de significado establecen una jerarquía entre las cosas. Porque hay algunas cosas más valiosas (o
significativas) que otras, y otras en absoluto no tienen valor (o significación). Es decir, esta
clasificación es dada por los horizontes y no es determinada por el Yo.

Entonces la idea central es que el ideal de la autenticidad presupone condiciones como el carácter
dialógico (entre otras) y exigencias que están más allá del Yo. Asimismo, el ideal de la autenticidad
presupone horizontes de significado para su realización. Puesto que, los horizontes en tanto son
algo dado determinan lo que es significativo o no.

Ahora bien, pasare a explicar la definición, características y limitaciones del ideal de autenticidad
moderno propio de la cultura contemporánea:

Primero, en la cultura contemporánea hay un “relativismo blando”, el cual da a las personas (el Yo)
la capacidad de determinar que cosa es significativo, ya sea por decisión propia o quizá solo
porque así lo piensan. Es decir, nuestra particular impresión determina lo que es significativo, lo
cual implica negar los horizontes de significado, a saber, el principio subjetivista que subyace al
“relativismo blando”, niega o suprime explícitamente la existencia de un horizonte de significado.
Como señala Taylor:
“No se puede asumir simplemente a priori, sobre la base de que cualquier cosa que (nosotros)
escojamos será correcta.”(Taylor 1994)[2]

Segundo, el individualismo de la cultura contemporánea al limitarse a lo que el Yo pueda


determinar como significativo destruye las condiciones y exigencias para la realización del ideal de
autenticidad. Es decir, la cultura contemporánea niega las exigencias del Yo para con la sociedad,
la naturaleza, la historia y los lazos de solidaridad. Como afirma Taylor:

“Cerrarse a las exigencias que proceden más allá del Yo supone suprimir precisamente las
condiciones de significación.”(Taylor 1994)[3]

Por último, negar o suprimir las condiciones dialógicas, las exigencias que emanan de algo que
está más allá del Yo y los horizontes de significado produce formas pervertidas y trivializadas del
ideal de autenticidad. Las cuales se manifiestan en formas “narcisistas” y egocéntricas de vida en
sociedad.

Finalmente, a manera de resumen el ideal de autenticidad como ideal moral no existe por si solo,
requiere no solo condiciones (como el diálogo) y presupone exigencias que están más allá del Yo
(como el compromiso con la sociedad, la naturaleza, etc.), sino necesita obligatoria e
inherentemente un horizonte, porque la significación para determinar que cosa es más valiosa que
otra se da en el horizonte.

Por Luis Carrera Honores

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