Una posible solución a la controversia parece contenerse en un
intento de Giancarlo Rocca de reglamentación del vocabulario. Él propone diversos niveles de interpretación para el término carisma: en sentido estricto el término estaría referido solamente al fundador, mientras que en sentido amplio podría también ser referido al instituto.
Cuando se aplica a la específica función de fundar un instituto carisma es
tomado en su acepción primordial de don particular, personal, incomunicable, concedido por Dios a una persona para el bien de la Iglesia. Cuando se aplica a un instituto, deviene sinónimo de fin-misión-cometido apostólico, deviene un contenido, un programa. (Rocca, G. Il carisma del fondatore Ancora editrice. Milano: 1998. Pp. 76-77.)
La expresión carisma del instituto, por tanto, puede leerse en
sentido amplio, analógico; pero es preciso no olvidar, a nuestro parecer, que en sentido propio dice relación al don concedido al fundador para el instituto y para el bien de la Iglesia, don que debe ser constantemente custodiado, profundizado y desarrollado en continuidad con su experiencia fundacional.
* Buccellato, G. Alla presenza di Dio: ruolo dell'orazione mentale nel
carisma di fondazione de san Giovanni Bosco. Editrice Pontificia Universita Gregoriana. Roma: 2004. P. 41.