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Biografía de Malba Tahan El Brasilero Que Hizo Divertida El Álgebra Andréa Estevão

Su nombre era Júlio César de Mello Souza más conocido como Malba Tahan. Escribió
más de 50 libros bajo este seudónimo –incorporado más tarde a su tarjeta de
identidad-. Empleó historias orientales para enseñar matemáticas. Su libro más
famoso, publicado por primera vez en 1938, estuvo recientemente en la lista de los
libros más vendidos. Desde la primera mitad del siglo XX, varias generaciones de
brasileros se introdujeron en la cultura Árabe gracias a la influencia del más Árabe
de los Cariocas (nativos de la ciudad de Río de Janeiro), el profesor de matemáticas
Júlio César de Mello e Souza, más conocido como Malba Tahan.
Su libro mas famoso, “O Homem que Calculava” (El Hombre Que Calculaba), trajo
aventuras en escenarios Árabes típicos junto con atractivas soluciones de problemas
de álgebra y aritmética, ha llegado ya a su edición número 63 de la casa de
publicaciones Record de Brasil. El libro ha alcanzado la hazaña de aparecer todavía
en el quinto lugar en las listas de libros para chicos más vendidos publicada en el
periódico O Globo, en Mayo del año 2004. En total, Júlio César ó Malba Tahan
escribió 103 libros, incluyendo textos de ciencia ficción, obras escolares y libros
científicos, y ha vendido más de 2.6 millones de copias. El matemático Júlio César
de Mello e Souza se enamoró de la cultura árabe siendo niño, al leer “Las Mil Y Una
Noches”. Sin embargo, fue en 1919, a los 23 años de edad, que él se introdujo en el
estudio del lenguaje y la cultura Árabes.
Entre 1919 y 1925, se dedicó por cuenta propia a leer el Talmud y el Corán, y a
aprender historia y geografía de los países Árabes. Tal empresa se hizo evidente en
al forma en que él desarrolló sus personajes, la sensibilidad con la que tejió sus
diálogos llenos de poesía y sabiduría; en la verosimilitud de los escenarios descritos.
Niños y adultos parecen involucrarse completamente en la forma en que el autor les
describe las salas suntuosas, o la seducción de una tienda llena de turbantes, joyas o
exquisitos tejidos. Un gran contador de historias, nacido en el Cairo o en
Constantinopla en otra época, Júlio César ha sido considerado un auténtico cheik el-
medah. En la presentación de la traducción de “Las Mil Y una Noches”, publicada por
la casa Ediouro, manifiesta: " La leyenda es la más delicada expresión de literatura
popular. El hombre, en la atractiva ruta de cuentos e historias, intenta escapara a la
vulgaridad diaria, embelleciendo la vida con una soñada espiritualidad. " En una
declaración grabada en el Museo de Imagen y Sonido de Río de Janeiro, el profesor
Mello e Souza afirma que el opta por escribir fábulas y leyendas como un Árabe
cuando ninguna persona ha superado a los Árabes en el arte de contar historias y en
la pasión por escucharlas. Su Debut en el Periódico Malba Tahan fue presentado al
público en Río de Janeiro en 1925, e el periódico A Noite, donde escribió una
biografía ficticia traducida supuestamente por un traductor ficticio, Breno Alencar
Bianco. Tanto el escritor como el traductor eran fruto de la prodigiosa creatividad
de Júlio César, quien le dio vida y producción literaria en una columna titulada "Los
Relatos de Malba Tahan". El personaje ficticio Ali Lezid Izz Eduim Salim Hark Malba
Tahan nació en 1885, en la ciudad de Muzalit, cerca de la Meca, llegando a ser, en
su juventud, alcalde de El Medina. Rico, habiendo heredado la fortuna de su padre,
Tahan viajó a varios países incluyendo a Rusia, India, y Japón. En la “biografía”,
también se dice que Tahan murió en 1921, en la lucha por la liberación de una tribu
en Arabia Central. Casi todos los 50 libros escritos bajo su seudónimo de Malba
Tahan incluyen sheiks, Beduinos, y califas, y ellos se sitúan en el desierto, en
hostales, y palacios en Damasco, Bagdad, o en pueblos Persas. Sus libros narran
apasionantes aventuras, llenas de magia –muchas de ellas inspiradas en leyendas y
cuentos Árabes- y muchas referencias términos y expresiones típicas, tales como:
Allahu Abkar! (¡Allah es el Más Grande!) y en las enseñanzas tradicionales de la
cultura Árabe. Casi resulta incorrecto afirmar que Malba Tahan es el seudónimo
usado por Júlio César de Mello e Souza. En primer lugar, debido a que Júlio César se
llamaba a sí mismo Malba Tahan, como lo hizo con sus en el Colegio Pedro II y en el
Instituto Para La Educación, e incluso escribía su nombre en caracteres Árabes,
mostrando que él había leído las notas de sus estudiantes. En segundo lugar, debido
a que la popularidad del nombre fue tan grande que el presidente de Brasil de ese
entonces, Getúlio Vargas, autorizó a Júlio César a poner el nombre en su tarjeta de
identidad.
En tercer lugar, debido a que sus publicaciones literarias y sus ideas referentes a la
educación y a la ciencia en general, y específicamente a las matemáticas, se
refieren internacionalmente a Malba Tahan. Todo lo que tienes que hacer es buscar
en Internet para que veas la importancia dada a Malba Tahan y a su éxito en ventas
"El Hombre Que Calculaba", mencionado en varios sitios en varios lenguajes,
incluyendo el griego, el alemán y el holandés. Admirado Por Autores Famosos El
Hombre Que Calculaba, fue publicado por primera vez en 1938, ha sido traducido a
más de 12 idiomas, incluyendo el Inglés, tanto el Americano como el Británico, el
Español, el Italiano, El Francés, y el Catalán. Ha recibido premios por la Academia
Brasilera de Letras y se ha Ganado la admiración de autores imaginativos y populares
incluyendo al Brasilero Monteiro Lobato (muy famoso por los libros infantiles) y al
Argentino Jorge Luís Borges –el más reciente enamorado de los cuentos Árabes. El
libro cuenta las aventuras de Beremiz Samir, un hombre con una gran habilidad para
los cálculos. Beremiz resolvía problemas y situaciones complicadas de todos los
estilos con gran talento, simplicidad, y precisión, de cualquier índole con el uso de
las matemáticas. Júlio César nació el 6 de Mayo de 1895, en la ciudad de Río de
Janeiro, y murió en es estado Nordeste de Pernambuco el 18 de Junio de 1974,
donde él dio una de sus muchas charlas bastante solicitadas. El dejó un importante
registro de su vida y su trabajo: el libro de sus memorias titulado Acordaram-me de
Madrugada (“Me Levantaron De Madrugada”), y su exposición grabada en el Museo de
la Imagen y el Sonido (MIS), en Río de Janeiro. Antes de morir, pidió ser enterrado
sin mucha ceremonia, flores, o coronas, como una persona común del Medio Oriente.
Para justificar así su deseo de no llevar luto en su honor, citó los versos del famoso
compositor Brasilero Noel Rosa:
" Los vestidos negros son vanidad Para quienes visten de fantasía mi luto es la pena y
la pena no tiene color. "

Malba Tahan fue el seudónimo utilizado por el escritor y matemático brasileño Julio César de
Mello y Souza.

El uso del seudónimo vino dado por la poca atención que recibía en su país tras comprobar que
varios de sus relatos eran aceptados al utilizar nombres extranjeros. Malba Tahan fue una
identidad árabe que Mello inventó no sin especializarse durante más de siete años en la cultura
árabe y en su lengua.

Finalmente, tras recibir múltiples reconocimientos, conociéndose ya su verdadera identidad,


Julio César de Mello y Souza se añadió legalmente el nombre de Malba Tahan.

Seudónimo de Júlio César de Mello e Souza (6 de mayo de 1895 - 18 de junio de 1974) fue un
profesor de matemáticas brasileño que, para lograr la publicación de sus obras en un tiempo en que
Brasil no prestaba atención a los escritores nacionales, adoptó el pseudónimo literario de Malba
Tahan, con el que se pretendía autor de lengua árabe. Con ese nombre publicó la muy famosa novela
didáctica El hombre que calculaba, que ha sido traducida a muchos idiomas.

Julio César de Mello y Souza, en portugués y según la ortografía actual Júlio César de
Melo e Sousa, (Río de Janeiro, 6 de mayo(arreglado por dos chicas muy guapas-menos
irene y elena jaja de juan ]] - Recife, 18 de junio de 1974) fue un profesor y escritor
brasileño, conocido por sus libros sobre las ciencias matemáticas que han deleitado, y
deleitan en forma recreativa, enseñando por igual tanto a los adultos como a los niños.

Escribió bajo los pseudónimos de "Malba Tahan" o como él mismo lo escribiera "yo, el-
hadj jerife Ali lezid lzz-Edim ibn Salim Hank Malba Tahan" y "Breno de Alencar Bianco",
para lograr tal vez mayor atención, en su país de origen, hacia su obra didáctica. Sus libros
se han traducido en varios idiomas, por lo cual el maestro ve logrado su cometido en
difundir el apego hacia las matemáticas. En cierta ocasión uno de sus biógrafos aseveró
acerca del profesor: "Es el único profesor de matemáticas que ha llegado a ser tan famoso
como un jugador de fútbol" .

El ilustre maestro escribió 69 libros de cuentos y 51 de matemáticas y otros temas. En 1995


se vendieron más de dos millones de copias de sus publicaciones. Uno de sus libros más
famosos es titulado: "El hombre que calculaba", donde el maestro parecería esgrimir su
fascinación por la cultura árabe, inculcando las matemáticas mediante la narración de la
interesante y casi prodigiosa vida del calculador Beremiz Samir, quien a su vez nos
embelesa con sus cuentos llenos de enredos y problemas matemáticos. Este libro alcanzó su
54ª edición en el año de 2001.

El Maestro Mello y Souza es conocido por haber realizado una investigación tenaz y
profunda así como fructífera, en la que también aparecen trabajos sobre historia y
geografía; especialmente sobre el imperio Islámico, lo cual se hace bien presente en varios
de sus libros. Él no viajó mucho afuera de su país natal, sin embargo visitó Buenos Aires,
Montevideo y Lisboa pero jamás sentó pie en los desiertos o ciudades árabes que tanto se
afanó por describir en sus obras.

[editar] Legado de su obra docente


El profesor se dedicaba a criticar asiduamente los métodos de enseñanza brasileños,
especialmente aquellos utilizados en la instrucción matemática. Solía decir "El profesor de
matemáticas es un sadista, que ama hacer todo lo que es complicado como posible". En
educación, él estaba muchas décadas más avanzando que los educadores de su propio
tiempo, por lo que a pesar del paso de los años, sus propuestas siguen estando vigentes y
siempre son causa de admiración, aunque parece ser que no se han llevado mucho a la
práctica. De cualquier forma, el señor Julio César Mello y Souza, recibió muchos
galardones, entre los cuales figura, el prestigioso premio que le confirió La Academia
Literaria Brasileña. Él también fue miembro honorario de la Academia Literaria

El Libro del hombre que calculaba consta de 34 capítulos en 187 paginas en las que se narra la historia
del personaje principal Beremiz Samir quien es un calculador y gracias a sus habilidades matemáticas y
su habilidad hacia los números le ayuda a ser conocido e importante ya que él podía hacer grandes
operaciones matemáticas y observaciones acerca de un determinado problema con gran precisión y
tener resultados exactos. Su habilidad matemática causo gran asombro en todo lugar en el que resolvía
un problema matemático, dando un resultado positivo a las personas que tenían el problema y él
tomando provecho de sus habilidad

El Hombre que calculaba


Autor. Malba Tahan
Un hombre que iba camino a Bagdad se encuentra con un hombre que repetía constantemente el
numero un millón cuatrocientos veinte tres mil setecientos cuarenta y cinco, el hombre intrigado
preguntó él porque de la repetición de este numero y el hombre le comenzó a contar su historia que
comenzó cuando trabajaba con un rebaño de ovejas y que mientras pastoreaba podía contar cada cosa
que miraba en su camino y al ver este su habilidad para los números decidió dedicarse a ser un
calculados. El nombre de este personaje era BEREMIZ SAMIR.
Beremiz tuvo numerosas aventuras como por ejemplo cuando viajaba se encontró con un grupo de
hombres que discutían acerca de la repartición de la herencia que su padre había dejado pero eran 35
camellos entre tres personas y este calculo que era imposible Beremiz dejo satisfecho a los tres
f}hombres. Otra vez mientras viajaba se encontró a los hombres mas ricos de Bagdad llamado Salem
Nasair a quien le habían robado sus pertenencias y habían matado a sus esclavos y a quien Beremiz dio
de comer durante todo el camino y al llegar a Bagdad encontraron a Ibrahim quien le dio dinero para que
pagara a Beremiz pero Beremiz encontró un error en la repartición del dinero y rectifico la operación
dejando impactados a todos, de esta misma manera resuelve el caso de un de un joyero que debía
recibir cierta comisión por ventas. Entre sus aventuras Beremiz se encuentra nuevamente con Salem
Nasair y ambos comentan con sus amigos las diversas formas geométricas que podemos encontrar en
las cosas.
Acudieron un día unos hombres a quienes se les tenia que pagar para poder salvar un hostal pero al
momento de realizar las reparticiones de los bienes que le correspondían a cada una de las personas la
operación era ilógica, pero Beremiz ayudo a resolver este problema dejando impactados a los dueños del Hostal

Cada Una de las hazañas de Beremiz nos muestran que todo lo que hacemos tiene solución, lo único es que debemos poner un
poco mas de atención a las cosas que tenemos a nuestro alrededor, para pode resolver nuestro problemas de una manera correcta.
El Hombre que calculaba

Autor. Malba Tahan

Capitulo X al XX

Beremiz inicia a impartirle clases de matemáticas y aritmética a Telasir, y le explica que las matemáticas
son la base de todas las ciencias en el palacio de Iezid

Al salir del palacio de Iezid Beremiz le presta gran atención a una cuerda con la que jugaban unos niños y
decide examinar los lados y formas de la cuerda.
Luego de examinar la cuerda examina las paredes del palacio y los versos que en este se encontraban
esculpidos en el y dice que “ toda persona calcula no importando a que se dedique, puede ser un pintor,,
un calculador Etc.,” y al ser elogiado por sus amigos este asocia el significado de la amistad con el
concepto de los números amigos, que son aquellos que están ligados por un vinculo como por ejemplo su
divisibilidad, y el mensaje que da es: El encanto de la vida depende únicamente de las buenas amistades
que cultivamos.
En ese mismo palacio luego de tratar el tema de la interpretación de los versos escritos en las paredes,
al salón en donde se encontraba Beremiz entraron unas bailarinas gemelas, a las cuales Beremiz les
contó los paletones de sus faldas, entonces hicieron que dejaran de bailar para poder comprobar que
Beremiz decía lo correcto, y así fue, y uno de los invitados de la reunión quiso hacer quedar mal a
Beremiz diciendo que solamente perdía su tiempo, por que lo que hacia era absurdo, entonces Beremiz
le explicó el verdadero significado de las matemáticas diciéndole que las matemáticas tenían como
objetivo resolver los problemas, calcular áreas, medir volúmenes, y otras finalidades mas elevadas

Beremiz descubre el misterio de el cuadro mágico buscándole nuevas soluciones y no quedándose


conforme con la solución original, y basándose del cuadro mágico le comenta a sus amigos la historia del
ajedrez que se trataba acerca de un rey que en la guerra de su país matan a su hijo y quedando
desconsolado, un habitante del pueblo le regala un juego con el cual puede desquitarse y consolarse a la
vez, el rey encantado con los resultados del juego le ruega que le pida lo que quiera que el se lo dará
entonces el habitante del pueblo le pidió un grano de trigo por la primera casilla del ajedrez dos para la
segunda, cuatro para la tercera, ocho para la cuarta y así doblando sucesivamente hasta la sexagésima y
ultima casilla del tablero, el rey impactado por su extraña petición le pidió a un calculador que le
interpretara la petición y este le dijo que quería decir que lo que el deseaba era una montaña rellena de
trigo diez veces mas alta que los montes Himalayas, el rey molesto por semejante petición lo convencido
de que pidiera otra cosa m{as sencilla, entonces el habitante del pueblo le respondió que infeliz es aquel
que toma sobre sus hombros el compromiso de una deuda cuya magnitud no puede valorar con la tabla
de calculo de sus propia inteligencia, esto quiere decir que uno muchas veces al querer exagerar las
cosas no mide la magnitud de las cosas que uno dice.
Un día Beremiz fue a un café en donde había un hombre que se dedicaba a relatar historias y al
reconocer a Beremiz el calculador decidió ponerlo a prueba poniéndole un problema matemático que
penso que no lo iba a poder resolver, entonces Beremiz con su gran inteligencia procedió a la resolución
del problema donde la respuesta de Beremiz era verídica, de esa manera dejó imputadas a las personas
del café que le daban numerosos elogios por gran inteligencia, entonces Beremiz humildemente les
contesto: Que una persona es loca cuando se considera sabio y realmente es ignorante, y aconteció a
relatarles la historia de una hormiga que de una montaña de azúcar tomo un granito y al llegar a su
hormiguero dijo que era un montaña de azúcar, esto se aplica a que uno muchas veces nos apoderamos
de insignificantes pedazos de cosas
Unos egipcios reconocieron a Beremiz e intentaron nuevamente hacerlo quedar mal preguntándole
acerca de los descubrimientos de la matemática hindú, pero Beremiz le contesto que uno de los aportes
de la matemática hindú lo podían encontrar en una obra llamada Suba-sutra que contenía numerosas
enseñanzas matemáticas, y una de las explicaciones que les dio fue que un triángulo rectángulo
podemos hallar dos catetos y una hipotenusa y sobre estos encontramos un cuadrado exacto que al
operar su área dan la medida de la figura.
La segunda clase de matemática de Talesir se trato acerca de los diferentes sistemas de numeración
como lo era el sistema quinario que era cuando las unidades se agrupaban de cinco en cinco, otro de los
sistemas fue el romano en donde los números estaban representados por las letras como la L era
cincuenta, C era Cien, d era quinientos y M Mil.

El Hombre que calculaba

Autor. Malba Tahan

Capitulo XXI al XXXV


En la prisión de Korassan sucedió una gran tragedia, se incendió la cárcel y los prisioneros sufrieron
mucho en ese momoento y los encargados de la cárcel decidieron disminuir las sentencias de los presos
a la mitad de los años que vivieran, pero eso iba a ser muy difícil, porque ellos no sabían cuanto iba a
vivir cada uno de los presos; entonces llamaron a Beremiz para que pudiera resolver este problema y lo
resolvió por medio de una ecuación.
El príncipe Clusir visitó la ciudad de Bagdad para poder conocer a Beremiz y poder comprobar su
inteligencia, Beremiz lo atendió con bastante entusiasmo y orgullo. El prícipe le dió el caso de las perlas

que un señpr le había heredado a sus hijas y le pidió a Beremiz que resolviera el misterio de cómo había
repartido las perlas.
Luego un hombre llamado Tara-Tir buscaba a Beremiz para jugarle una celada, Beremiz no se daba
cuenta de lo que le quería hacer, y del peligro que corría, hasta que le comentaron y comenzó a
preocuparse por el daño que le podían hacer.
Beremiz fue citado nuevamente en el palacio para platicar con algunos sabios, pero su temor le daba
inseguridad, uno de los sabios lo probó haciéndole una pregunta que no era de matemáticas, sino de
cultura general y Beremiz la contestó correcta. Otro sabio le preguntó que quién había sido el geometra
que se suicidó al mirar al cielo, y Beremiz les dijo que había sido Eratóstenes y les contó la historia.
Luego Beremiz les narra una historia del un Chacal y un Tigre que se querían repartir tres bocados de
comida, explicándoles que había dividido los tres bocados entre los dos animales y la historia fue
aprobada por los sabios.
Después otra de las historias comentadas por Beremiz fue la de la princesa Dahizé y sus tres prometidos
de los cúales debía escoger al más inteligente. La manera era haciéndoles diversas pruebas de lógica las
cuáles se las explicó Beremiz, y también fue aprobada. Uno de los sabios con los que comentaba
problemas de lógica y matemáticas le dijo que les explicara un problema que se trataba de ocho perlas
de las cuales una de estas era más pesada que las
demás; Beremiz haciendo un razonamiento lógicao halló la respuesta correcta y los sabios lo halagaron
con un bello poema.
Los sabios le ofrecieron oro y plata para recompensar la sabiduría del calculador pero él no quiso esa
oferta, sino el quería casarse con Telassim, la hija del jeque Iezid. Entonces le ofrecieron mejor a dos
esclavas, porque no le podían dar a Telassim, pero las esclavas eran mentirosas y para probarlo Beremiz
le pregunta a una de ellas el color de sus ojos y mintió, al preguntarle a la otra también mintió; pero
Beremiz con un razonamiento adivinó el color de los ojos de las esclavas

El jeque Iezid muere en un combate contra los Mongoles. La ciudad de Bagdad es destruida y ahora sólo quedan ruinas. Beremiz se
casa con Telassim y se entera que Telassim es cristiana; Beremiz decide dejar las creencias de Mahoma y decide seguir a Cristo
con su esposa e hijos

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