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Principales ideas Gilles Lipovetsky filosofo francés

En una de sus principales obras (L'ère du vide, 1983), Lipovetsky analiza una
sociedad «posmoderna » marcada, según él, por una separación de la esfera
pública, y a la vez una pérdida del sentido de las grandes instituciones
colectivas (sociales y políticas) y una cultura « abierta » con base en una
regulación cool de las relaciones humanas (tolerancia, hedonismo,
personalización de los procesos de socialización, educación permisiva,
liberación sexual, humor). Esta visión de la sociedad plantea un
neoindividualismo de tipo narcisista y, más aún, aquello que Lipovetsky llama «
la segunda revolución individualista ».

Richard Sennett es un sociólogo estadounidense

La cultura del nuevo capitalismo Publicado en 2006 Sennet estudia la


evolución de las instituciones, las competencias del individuo y las formas de
consumo frente al desarrollo de las burocracias que hacen aflorar la
fragmentación de la vida social.

Alexander Gottlieb Baumgarten fue un filósofo y profesor alemán

En su trabajo Reflexiones filosóficas acerca de la poesía (1735) introdujo por


primera vez el término "estética", con lo cual designó la ciencia que trata del
conocimiento sensorial que llega a la aprehensión de lo bello y se expresa en
las imágenes del arte, en contraposición a la lógica como ciencia del saber
cognitivo.

Platón fue un filósofo griego, alumno de Sócrates y maestro de Aristóteles

El Hipias mayor, también conocido como ¿Qué es lo bello?, es un diálogo de


Platón

El diálogo: Definir lo bello


En el Hipias mayor, Sócrates e Hipias de Élide intentan precisar y encontrar una definición de lo
"bello" pero están destinados a fallar debido a su falta de habilidad para formular una respuesta
que abarque el concepto completo. Se ha dicho que la problemática filosófica que presentaría
Platón aquí, lejos de ser estética, sería la de la definición.

Sin embargo, la concepción griega de la belleza difiere de la actual, ya que es mucho más amplia.
Al decir belleza los griegos se referían también a la belleza estética pero en mucho mayor grado a
principios como la bondad, la justicia, la rectitud, etc.
[editar]Escena introductoria
[editar]Hipias se encuentra con Sócrates
Hipias de Élide, cuyas empresas lo han llevado lejos de Atenas por un buen tiempo, llega a la
ciudad para dar una conferencia en la Escuela de Pheidostratus7 en los siguientes días. Se
encuentra con Sócrates, quien le pregunta por qué un hombre tan importante y sabio como Hipias
ha privado a los atenienses de su presencia por tanto tiempo.

Entonces el gran sofista explica que, se debe a que en su ciudad natal Élide eran necesarios sus
servicios, y se le han confiado varias importantes misiones diplomáticas en diferentes ciudades;
notablemente en Esparta. Aprovecha sus viajes por el mundo griego para educar a un gran número
de jóvenes y obtener buenas sumas de dinero. Un ejemplo fue el pueblito de Inycus, en Sicilia,
donde sus modestos pobladores sacrificaron buena parte de sus ganancias para ver a sus hijos
educados.
[editar]¿Podría la aplicación excesiva de la ley llevar a la ilegalidad?

Irónicamente, Sócrates asiente que todo eso es admirable. Y si Hipias ha pasado la mayor parte de
su tiempo en Esparta, pregunta entonces, ¿debería él estar donde gana más? Hipias replica: él no
tocó el obolus ahí. No fue porque los espartanos deseasen la mejor educación posible para sus
hijos, y no porque no comprendiesen el verdadero valor de Hipias. La única razón fue que "no es
costumbre heredada de los lacedemonios el cambiar sus leyes o educar a sus hijos en forma
diferente de la habitual.".8

Sin embargo, como Sócrates enfatiza, la ley está hecha precisamente para la utilidad y felicidad de
los ciudadanos, dos cosas a las que Hipias habría podido contribuir grandemente. Por estar
demasiado aferrados a la ley y al rechazar los servicios de Hipias, los espartanos contradicen el
objeto de sus propias leyes y por lo tanto esto se podría considerar como algo ilegal.

Hipias, adulado así convenientemente, asiente a Sócrates. Éste entonces le pregunta cómo, sin
embargo, tuvo él tanto éxito en esta severa ciudad de Laconia. No fue, responde Hipias, por sus
conocimientos de aritmética o de astronomía, sino que "les place oír hablar de lasgenealogías de
los héroes y de los hombres, Sócrates, y de las fundaciones de las ciudades en épocas antiguas y,
en breve, sobre laantigüedad en general... [aquellas cosas] bellamente perseguidas"9
[editar]Sócrates revela su problema

Sócrates está contento de que Hipias haga reminiscencia de las cosas bellas, pues éste es el tema
que le interesa. Mientras se critica la belleza o la fealdad de parte de los discursos, Sócrates
reclama haber sido acosado recientemente por un conocido suyo, que le reprobó por no conocer
realmente la definición de la belleza.

En seguida proclama estar encantado pues finalmente, alguien tan competente como Hipias podrá
dar su opinión sobre la naturaleza de la belleza. El gran sofista, adulado, no se opone; y es
aguijoneado por Sócrates, que le ofrece la réplica en la discusión por medio de asumir el papel del
"insolente" acusador, que no es otro que su conocido demonio. Este juego de roles por parte de
Sócrates se agrega a la naturaleza cómica del diálogo, permitiéndole que se mofe de Hipias de un
modo que en otras circunstancias no sería aceptable.
[editar]Las tres respuestas de Hipias
[editar]Primera definición: La belleza es una hermosa joven

Por primera respuesta, Hipias nos muestra que no entiende nada de lo que le pide su interlocutor:
"Para estar seguros, Sócrates, si debo decir la verdad, una hermosa joven es bella." (287e).
Sócrates estima, con su usual ironía, que ésta es una respuesta brillante. Pero, ¿no puede decirse
que una lira, un caballo o incluso una olla son bellos? Claro que la más bella de las ollas no tiene
comparación con una hermosa mujer, pero, a su vez, ¿qué es la belleza de una dama en
comparación con la de una diosa?

En breve, hay un infinito número de cosas bellas además de bellas mujeres. En cualquier caso,
ésta no es realmente la pregunta; no es una pregunta acerca de saber cuáles cosas son bellas y
cuáles no, sino de definir qué es aquello que las hace bellas.
[editar]Segunda definición: La belleza es oro

La segunda respuesta ofrecida por Hipias es la siguiente: "Esto que me preguntas, la belleza, no
es sino el oro... Pues todos lo sabemos, creo, dondequiera que se añada, incluso que aquello que
parezca feo parecerá bello si está adornado con oro."(289e). Aquí Hipias ha reconocido que lo
bello es algo único que aplicado a las cosas las hace bellas, pero sigue particularizando la cuestión
con ejemplos concretos.

Sin duda, responderá Sócrates, pero, ¿qué es lo que hace así a la gran estatua de Atenea en
el Partenón? Esta obra maestra de Fidias está hecha de marfil y piedras preciosas, no de oro. Y sin
embargo la estatua es magnífica.

Además, tanto el oro como cualquier otro metal precioso sólo otorga belleza si es usado correcta, o
“convenientemente”. En el caso de la olla, por ejemplo, ¿cómo se podría decir que una cuchara de
madera o una de oro será mejor para revolver, o cuál de ellas será la más bella?
[editar]Tercera definición: La belleza es ser rico y respetado

Esta vez, Hipias cree entender: Sócrates quiere saber qué cosa ningún hombre encontrará fea.

Pero una vez más, su conclusión es decepcionante: "Digo, entonces, que para todo hombre y
dondequiera que esté, lo más bello será ser rico, saludable, y honrado por los griegos, hasta llegar
a viejo, y después de dar un bello funeral para sus padres, ser bella y espléndidamente enterrado
por sus descendientes." (291d-e)
Sigue a continuación una escena muy cómica, en la que Sócrates muestra el miedo de ser
castigado con una varilla por su acosador si le contestase con tal respuesta. Si es bello, por
ejemplo, dar las honras fúnebres a los padres y recibirlas de los hijos. Entonces, ¿qué
deAquiles o Hércules? ¿Hubiese sido bello para estos dos héroes, hijos de inmortales, enterrar a
sus parientes? ¿Acaso entonces no habría belleza en sus vidas porque sus descendientes no los
enterraron? La belleza en este sentido entonces se aplica a los hombres ordinarios, pero sería
fealdad para héroes y dioses. La definición entonces todavía es incorrecta.
[editar]Las tres respuestas de Sócrates
[editar]Primera definición: la Belleza es lo que es apropiado

Cansado de los errores de Hipias, Sócrates ofrece una definición a su turno, que él dice guardaba
de su famoso contradictor: La belleza es simplemente lo que es apropiado.

Esta respuesta satisface a Hipias. Pero es preciso un examen adicional: en primer lugar, ¿es la
conveniencia lo que hace a las cosas bellas, o simplemente las hace aparecer como bellas? La
segunda hipótesis es tentadora: incluso un hombre ridículo, vestido con ropa bella, aparecerá más
hermoso. Pero interiormente seguirá siendo ridículo; así, lo apropiado y lo bello no es lo mismo. Es
más, la belleza estaría falseando la realidad.

Hipias sugiere que la conveniencia proporciona al mismo tiempo la realidad y el aspecto de la


belleza. Pero entonces, nada podría ser menos seguro; si todo fuera así de simple, los ciudadanos
y los políticos no tendrían que discutir más para decidir qué acción sería la más bella.
[editar]Segunda definición: la belleza es lo útil

Por segunda vez, Sócrates propone una solución: ¿si es bello, es útil?

Pero he aquí que salen a la superficie varios problemas: es mediante el poder que los hombres
hacen cosas útiles. Sin embargo, como también es bien sabido, el poder puede servir tanto para
el mal como para el bien. Y como no es deseable calificar las acciones bellas como malas, no se
puede aceptar que lo bello es lo útil.

Lo que requiere que la definición sea nuevamente enfocada; la belleza es solamente la utilidad en
tanto es eficaz para la realización de los fines buenos, o a aquellos que son "favorables" o
“provechosos”.

Identificar lo bello y lo favorable conduce a una paradoja: dado que lo bello sería la causa del bien
y se está tratando decir que “lo bello es el bien” o “aquello útil al bien” se estaría identificando la
causa con su efecto y concluyendo que la causa es origen de sí misma. Desde aquí deben concluir
que “tampoco lo bello es lo bueno, ni lo bueno es lo bello” (297b); una aserción que, sin embargo,
no los satisface.
[editar]Tercera definición: la belleza es el placer que viene de ver y oír

Para concluir, Sócrates trae una definición final; a primera vista muy asombrosa: "¿[y qué] si
dijésemos que lo bello es lo que nos hace sentir felices?; no me refiero a todos los placeres, sino al
que nos da felicidad mediante la audición y la vista."10

Esta hipótesis, si bien atractiva, según Sócrates mismo contiene un defecto fundamental; que
ignora la belleza de los placeres más nobles, referida a las ocupaciones de los estudiosos o al
estudio de las leyes.

Por otro lado, parece llamativo que sólo los sentidos de la vista y el oído sean considerados. ¿Es
ésta un modo someterla al sentido común, en la que el tacto, el gusto y el olfato son de alguna
manera más vergonzosos y bajos que los otros sentidos?11

Finalmente, se dice que no porque el placer venga de ver o de oír algo sea bello. Sócrates lanza
una serie de consideraciones muy complejas: tomando pares de objetos, en la mayoría de los
casos que el término se aplique a ambos objetos (A y B son hermosos, A y B son justos) pueden
también aplicarse a un objeto tomado por separado (A es hermoso y B es hermoso). Pero en
algunos casos raros puede suceder que esto no sea el caso, notoriamente cuando la suma de A y
B forma un número par y A y B, tomados por separado, son dos números impares.

En el caso de la belleza, es la primera categoría la que es apropiada, porque si un par de objetos


es hermoso, nos lleva a razonar que lo son cada uno de ellos. Pero aparece una nueva paradoja,
puesto que lo bello, en una discreta definición, deba corresponder a ambos placeres de la vista y
de la audición, tomados juntamente, y no puede pertenecer solamente a una de ellas.
Consecuentemente, la definición demuestra ser fallida.

Agotado por las muchas sutilezas que en última instancia e inútilmente han considerado, Hipias
reprende a Sócrates y le exige a que en lugar de "meras palabras y absurdos" admita que "lo bello
y digno de estimación es ser capaz de ofrecer un discurso adecuado y bello ante un tribunal, o
ante el Consejo o cualquier otra magistratura en la que se produzca el debate, convencer y
retirarse llevando no estas nimiedades, sino el mayor premio, la salvación de uno mismo, la de sus
propios bienes y la de los amigos.."12

Sócrates, tomándose una licencia, finge sentirse mal por la situación, arrinconada entre los ataques
de Hipias y las de su misterioso acosador. Como única certeza, con sentido del humor concluye
que, ahora puede comprender mejor el viejo proverbio griego "las cosas hermosas son difíciles".

[editar]Impacto literario y filosófico


Puede impactar o sorprender al lector que la definición que identifica lo bello con lo útil sea refutada
en el diálogo, dado que ésta corresponde muy bien con la visión histórica de Sócrates. Pero, como
sucede en Cármides, Lisias y Eutifrón, el Hipias Mayor tiene una virtud "anatréptica" o auto-
censurable, el propósito del autor es revelar las fallas de las opiniones comúnmente aseveradas,
sin necesariamente ofrecer una solución, algo que se asume para los posteriores textos.

En términos de desarrollo filosófico, el Hipias Mayor no es mucho más avanzado que los otros
diálogos tempranos. El concepto de "bueno en y por sí mismo", aunque sólo en forma oblicua,
hace su primera aparición en esta obra. Sin embargo el pensamiento platónico aún no está
desarrollado completamente: no hay, por ejemplo, rastros de la idea de la "reminiscencia" expuesta
en el Menón y el Fedro, en el que las almas adquieren el conocimiento del concepto de "Belleza" y
de "Bondad" en el transcurso de su marcha hacia el más allá.

Es en el plano literario que el Hipias Mayor es muy notable. El diálogo se puede leer tanto como un
trabajo filosófico serio, o como unacomedia satírica ligera con dos actores. La astucia de Sócrates
en refugiarse bajo la autoridad de un tercer supuesto protagonista para dar una penetrante crítica a
Hipias, dota al diálogo de gran humor y le da mucha vitalidad.

El banquete o El simposio (en griego antiguo Συμπόσιον, Sympósion) es un


diálogo platónico compuesto hacia 380 a. C. que versa sobre el amor. Esta obra, junto al Fedro
(diálogo) conformó la idea de amor platónico.

Contenido
La narración se sitúa en el banquete organizado por el poeta trágico Agatón para celebrar su
victoria en las fiestas Leneas del 416 a. C. Tras la comida Erixímaco propone pasar el tiempo en
mutuos discursos y a debatir un tema que Fedro ha tenido en mente. Erixímaco pide que cada uno
de los invitados improvise un elogio a Eros pues, según comentarios de Fedro, siendo éste dios
uno de los más importantes, rara vez es encomiado como mereciera.

Es entonces el propio Fedro el que comienza la serie, con un encendido elogio del amor, Eros, al
que considera el más antiguo y admirable de los dioses. Tras él, el sofista Pausanias habla de la
doble naturaleza del amor, distinguiendo entre uno vulgar y otro que aspira a lo bello y lo bueno.
Erixímaco, el tercero en hablar, propone una visión algo más científica, entendiendo el amor como
un principio fundamental que, junto al odio, domina a la naturaleza y al hombre.

Sigue entonces el discurso de Aristófanes, al que se debe sin duda gran parte de la fama de la que
goza el Banquete. En él se introduce unmito según el cual hubo un tiempo en que la tierra estaba
habitada por personas esféricas con dos caras, cuatro piernas y cuatro brazos. Tres sexos existían
entonces: el masculino, descendiente del sol, el femenino, descendiente de la tierra y el andrógino,
descendiente de laluna, que participaba en ambos. La arrogancia de estos seres provocó la ira
de Zeus que para someterlos los dividió con su rayo, convirtiéndolos en seres incompletos y
condenándolos a anhelar siempre la unión con su mitad perdida. De este mito viene la expresión
"media naranja".

Tras el discurso de Aristófanes el turno llega a Agatón y después a Sócrates, que comienza con un
irónico exordio en el que advierte de que no elogiará a Eros faltando a la verdad sobre él sino que
contará lo que sabe del amor sin callar lo que no sea hermoso. Sócrates explica que fue instruido
en asuntos amorosos por Diotima, una sabia mujer de Mantinea cuya veracidad histórica no ha
sido aclarada. El concepto central de estas enseñanzas es la sublimación del amor, proceso por el
cual el amor a un cuerpo bello ha de conducirnos a amar todos los cuerpos bellos y tras ello al
amor de todas las cosas bellas y de la Belleza en sí que, para Sócrates y Platón, que habla a
través de él, resulta idéntica a lo Bueno.

El diálogo se cierra con la bulliciosa entrada de un ebrio Alcibíades en la celebración. Éste elogia
entonces la figura misma de Sócrates, alabando su templanza y su apego a la verdad, a cuya
búsqueda vive consagrado. De esta forma se muestra al lector cómo el propio Sócrates es la
encarnación perfecta de los preceptos que él mismo expuso en su discurso. Como ejemplo,
Alcibíades nos narra cómo, a pesar de que entonces toda Atenas reconocía su belleza física,
Sócrates rehusó el trato sexual con él.

El Fedro es un diálogo platónico posterior a La República que presenta muchas afinidades


temáticas con El banquete. Es de la penúltima fase de la obra de Platón y fue escrito en el año 246
a. C.

Estructura de la obra
El diálogo habla del valor de la retórica en conexión con la filosofía. También del tema del amor. Se
lo considera uno de los más bellos y poéticos en la producción de Platón, especialmente sus
descripciones del enamoramiento. Además habla de la escritura y su relación con la memoria.

El diálogo comienza con el discurso de Lisias que nos habla acerca del enamoramiento. A
esto Sócrates refuta diciendo que hablar del enamoramiento o el amor en sentido negativo va en
contra de los dioses; ya que, el amor es una divinidad (Afrodita y Eros) y si es una divinidad no
puede ser malo sino bueno.

Comienza el primer discurso de Sócrates en el que se habla de las formas del deseo que se divide
en dos:

A) El deseo como sensatez.


B) El deseo como desenfreno.- Este a la vez se explica con el desenfreno que se tiene por la
comida, bebida y el cuerpo. Este último es un empuje hacia el amor que entra por los sentidos para
llevar al mundo cognoscible y así poder observar la verdad.

El segundo discurso de Sócrates nos habla acerca de la locura y las subdivide en dos:

A) La locura como enfermedad humana.

B) La locura como inspiración divina.- La locura como inspiración divina es subdivida en 4:

B.1 La profética (Apolo)


B.2 Los rituales místicos (Dioniso)
B.3 La poética (las Musas)
B.4 La del deseo corporal (Afrodita y Eros)

Estas subdivisiones y en especial la última demuestran el deseo de explicar


como el alma en si también al ser algo divino tiene un destino. En este
discurso también se puede diferenciar la asociación del alma tripartita que
hace Platón. El alma es representada por una alegoría en el que se relaciona
el auriga y los dos caballos que tiran de ella; además, el alma es alada.
También advierte en este discurso que los destinos del alma son en total
nueve de acuerdo a la cantidad de verdad que haya visto el alma alada en su
viaje siguiendo a los dioses. Estas son:

1. Filósofos.

2. Reyes.

3. Políticos.

4. Comerciantes.

5. Poetas.

6. Adivinadores.

7. Artesanos o campesinos.

8. Sofistas.

9. Tiranos.

Estos son los nueve destinos en que el alma puede caer después de
despistarse del camino de los dioses. Este despiste se debe a la diferencia
que existen entre los caballos y el auriga del alma y el de los dioses. El alma
es alada y al caer del camino pierde esas alas. Al llevar una vida filosófica
durante tres vidas esto hará que el alma vuelva a ser alada y no se quede en
la tierra por el periodo de 10000 años que es el tiempo en el que tarda en
salir nuevamente las alas.

En el transcurrir del diálogo se habla también de la retórica y se busca su


definición. Esta a la vez es comparada con los supuestos maestros de la
época en retórica como Gorgias, Lisias, y algunos sofistas. También se hace
alusión a Pericles que aprendió porAnaxágoras la naturaleza de las cosas.
Según el Sócrates platónico esto es fundamental porque Pericles desarrolló
su retórica a partir de un conocimiento de lo universal aunque no tomara
buenas decisiones a juicio de Sócrates, era perdonado por ejercer la retórica
con fines naturales. Finalmente habla sobre la escritura a esto nos tenemos
que remontar al mito de Thamus y Theuts quienes eran el rey de Egipto y una
divinidad, conocedor de un gran número de artes pero sobre todo de las
letras, respectivamente. El mito da a entender que el rey de Egipto reclama a
Theust que la escritura no es la verdadera sabiduría del hombre sino más
bien el recuerdo que uno tiene a través de la palabra (anamnesis).

Platón comienza el Filebo haciendo que Sócrates exponga las DOS TESIS centrales sobre las que va
discurrir el diálogo. Una de esas tesis es la que defiende el propio Sócrates; la otra es la defendida
por Filebo.
TESIS DE Filebo: El género del placer y del goce abarca toda la vida BUENA de los seres vivos.
TESIS de Sócrates: La sabiduría, el entendimiento, la memoria, y los razonamientos verdaderos son de
más categoría que los placeres.
A continuación señala también que es necesario analizar estas DOS TESIS con el objetivo de
averiguar cual de las dos es la verdadera y plantea, ya desde el principio, una posible HIPÓTESIS:
puede ser que exista alguna facultad o disposición del alma que sea superior a los dos tesis
señaladas. Sí fuera así, entonces habría que averiguar cual de las dos tesis (placer/sabiduría) se
encuentran mejor relacionadas con esa tercera vía.(Ver Texto)

TESIS DE FILEBO Y TESIS DE SOCRATES


A continuación se inicia el estudio de la TESIS DE FILEBO: El Bien es el Placer. La investigación
dialéctica sobre tal tesis gira alrededor de los puntos siguientes: a) Sócrates afirma que el nombre
"placer" sugiere un concepto ÚNICO pero que, a su vez, representa cosas no solamente DIVERSAS,
sino incluso CONTRADICTORIAS, en el sentido de que, por ejemplo, tanto el ignorante e insensato,
como el sabio y sensato dicen experimentar placer. ¿Cómo es posible que alguien pueda defender
la semejanza y la unidad del concepto del placer ap1icándolo a realidades tan diversas? ¿Es el
placer semejante a sí mismo o es algo diverso? ¿Es, a la vez, lo mismo y lo otro? ¿No sucederá
como con los colores que se dice que son uno y, sin embargo, como sucede entre lo blanco y lo
negro, no solo hay diferencia sino también oposición absoluta? En definitiva: ¿Habría que hablar,
pregunta Sócrates, de Placer o de Placeres? Porque si hablamos de placeres, entonces podría
finalizar aquí el diálogo pues con tal afirmación Sócrates estaría de acuerdo, en el sentido de que
estamos ante una realidad sensible, evidentemente menor que la sabiduría inteligible. La respuesta
de Protarco (interlocutor en el diálogo) afirma que él habla del PLACER COMO SEMEJANTE A SI MISMO, y,
por lo tanto, sobre un concepto o género de lo uno sobre el que se puede pensar. Además, plantea
Sócrates, no solamente hablamos de placeres diversos y contradictorios sino también de
placeres BUENOS y MALOS. Por tanto, si existen placeres buenos y malos; ¿cómo es posible
defender que el Placer es el Bien?.... Ahora bien, el problema que surge al analizar el género del
placer ( tesis de Filebo ) aparece también al estudiar lasabiduría ( tesis de Sócrates ).{Ver Texto}

Aristóteles
Estética
[editar]Las artes

Aristóteles pensó largamente sobre las artes, cuyo estudio filosófico es parte de la estética; en este
sentido su texto más importante, especialmente por la relevancia futura, es la Poética, que fue
interpretado como dogma en el siglo XVI.23 24 Se considera además el primer autor en escribir
sistemáticamente sobre la estética, aunque ésta, como disciplina, apareció en la actual Alemania
ya en la Edad Moderna.23 Su pensamiento se centra en las artes, materiales y concretas, y no tanto
en el concepto abstracto de belleza como había planteado Platón. Define
como arte cualquier actividad humana de producción consciente basada en el conocimiento y
realiza la siguiente clasificación:23

 Imitativas: La imitación como medio y fin. Ésta es algo natural en el ser humano y produce
placer. El término imitación era para él diferente al actual; así, escribió que el arte debía
representar lo universal frente a lo particular, y que importaba más la armonía de lo
representado que su fidelidad con el modelo real.

 No imitativas: Las que no expresaban emociones. Ejemplo de ello es un tratado científico.


Nótese que, aunque un tratado no se consideraría arte hoy en día, cabía en la definición
aristotélica y en la conciencia griega antigua en general.
[editar]La belleza

A pesar de su fijación por el arte concreto dedicó algunos escritos hacia el concepto más general
de belleza. Así, para Aristóteles el conocimiento es placentero, luego conlleva un disfrute estético,
y es bello lo que gusta por medio de la vista y el oído. Dividió estos sentidos en función del disfrute
que generaban al captar algo bello: la vista placer intelictivo, el oído placer moral.25 Para él la
belleza era una unidad de partes que tenían las siguientes condiciones formales:25

 Táxis: Distribución en el espacio de las partes componentes del objeto bello.

 Symmetría: La correcta proporción de esas partes.

 To horisménon: La extensión o tamaño de lo bello. No debe excederse ni verse fatalmente


mermado en sus dimensiones.

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