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RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL

La labor vital de cada individuo, independientemente de cualquier otra consideración, es


crecer y madurar. Pero esta ardua labor tiene muchos obstáculos, porque los defectos de
carácter están tan acendrados en nosotros que no siempre los podemos ver.

    En muchas ocasiones tomamos como natural lo que en realidad es un defecto más, y lo
dejamos pasar como si fuera parte de nosotros, en vez de reconocer que es algo defectuoso
que debe ser modificado. O creemos que algo “que todo mundo hace” es correcto de por sí,
sin reflexionar atentamente en ello, con lo que nos dejamos llevar por la “mayoría”. O bien
criticamos despiadadamente las fallas de los demás, sin ver que esos problemas que tanto
señalamos son también nuestros.

    Esto último, que el Maestro definió como “ver la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en
el propio” es universal. Ocurre en familias, individuos, sociedades, gobiernos y países.
Porque lo que denominamos “defectos” no es una falla genética o espiritual o metafísica: la
imperfección realmente está compuesta por multitud de defectos concretos que se
manifiestan en la vida cotidiana, en todos los aspectos de la vida común y corriente.

    Nos alarmamos porque el Congreso legisla “al vapor” una reforma hacendaria,
aprobando todo a última hora, durante la madrugada del primer día del año. La
irresponsabilidad de los legisladores nos parece y nos seguirá pareciendo increíble... hasta
que entendamos claramente que esos legisladores no son marcianos ni llegaron de otro
planeta a gobernar, sino que son simples coterráneos que estuvieron sometidos a la misma
cultura de impuntualidad e informalidad que el resto de nosotros... por eso, podemos ver
filas interminables de automovilistas frente a verificentros en el último día, o gente pagando
sus impuestos a última hora, o taxistas renovando placas, o ciudadanos pagando tenencia o
agua o luz o teléfono o lo que sea, en el último minuto posible... lo que le pasa a los
legisladores es un reflejo de la cultura de esta sociedad, ni más ni menos... ese problema de
todos por igual, pero casi nadie quiere verlo...

    Todo mundo se queja de la contaminación. La avalancha de información diaria nos hace
creer que “contaminación” es destruir la capa de ozono, talar bosques, secar lagos, calentar
la atmósfera o derretir glaciales... pero no somos capaces de ver que “contaminación”
también es tirar basura en la vía pública, dejar que el automóvil propio tire aceite o tocar el
claxon a toda hora...

     La sociedad se escandaliza porque ocupamos uno de los últimos lugares en lectura (de
libros) a nivel mundial. Nos preguntamos por qué y decimos inmediatamente que la culpa
es del gobierno porque no fomenta la lectura en las escuelas, porque la hace una materia
aburridísima y provoca que todos los niños terminan despreciándola... pero no nos
preguntamos cuántos de nosotros leemos cotidianamente, cuántos enseñamos a familiares o
hijos o niños pequeños cuál es el valor de la lectura... o nos quejamos del precio de los
libros, pero nunca acudimos a bibliotecas públicas... o pasamos todo nuestro tiempo libre
viendo deportes en la televisión, y luego nos preguntamos por qué nadie lee libros...
Insistimos en querer ver la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio.
    Los periodistas denuncian acremente cuando un gobernante se brinca la ley y viola algún
reglamento o aún la misma Constitución... pero nunca se habla de los miles de ciudadanos
anónimos que se estacionan en lugares prohibidos, que se pasan altos, circulan a exceso de
velocidad o en sentido contrario... de eso nadie se acuerda, aunque está ahí, a la vista de
todos...

     Denunciamos la mala calidad de la educación pública. Culpamos (otra vez) al gobierno,
a la crisis económica, a los sindicatos, a los profesores que pasan más tiempo en
manifestaciones y bloqueos que dando clases... responsabilizamos a todos los que podemos,
pero no nos ocupamos de nuestros hijos estudiantes, ni damos seguimiento a su desempeño,
ni hablamos con sus profesores, ni les damos buenos libros ni nos preocupamos por su
educación... nos quejamos, pero no hacemos nada positivo...

     Hablamos y hablamos y hablamos de democracia, sin saber exactamente qué significa.
Sospechamos vagamente que “democracia” es lo opuesto a “totalitarismo” o
“autoritarismo” o “tiranía”. Así pues, exigimos “democracia” a nuestros gobernantes y a
nuestros jefes... nunca nos preguntamos qué tan “totalitarios” somos con nuestras esposas o
con nuestros hijos o con nuestros subordinados... lo criticamos en otros, pero no lo vemos
en nosotros mismos...

     Estamos de acuerdo con el movimiento de “liberación femenina”. Pregonamos


libremente que las mujeres deben tener más oportunidades laborales, mayor acceso a la
educación, mejores empleos, mejores sueldos, atención médica especializada, etc. etc. etc...
pero las discriminamos en los trabajos, les pagamos menos que a los hombres, no las
consideramos suficientemente preparadas y dudamos de su buen juicio y criterio.
Secretamente, por debajo del hombro, nos reímos porque no pueden cambiar una llanta ni
enfrentarse a una araña... somos víctimas de mil y un prejuicios sociales...

     Entonces, antes de intentar salvar la capa de ozono, de leer más que ningún otro país, de
ser la primera potencia mundial... antes de todas esas grandes metas, debemos empezar por
nosotros mismos. Es de una ingenuidad atroz creer que se pueden atacar los grandes
problemas sin antes pasar por los pequeños. No se debe pensar globalmente, sino que hay
que empezar a pequeña escala.

 Porque lo primero es mejorarse a sí mismo. Luego vendrá todo lo demás.

EL AMOR A SÍ MISMO"

Uno de los sentimientos intensos que existen en el individuo, y que suele rebasarlo, es el
amor a sí mismo, varias veces mayor que el que campanea sentir por el prójimo.

Bien mirado, con desnuda lógica, eso es negativo en la medida en que es difícil que ese
prójimo no repare en tal doblez, sobre todo si él, a su vez, también lo practica. La
convivencia pasa a ser, así, un afectuoso intercambio de dobleces. Obvio: no siempre.
Ya resulta fácil sorprender a alguien con dos o más caras, razón suficiente para que muchos
prefieran manejar una sola, la naturalmente suya. Sabemos que en el fondo cada uno de
nosotros es una mezcla de virtudes y defectos, pese a nuestro fondo manco en más de un
aspecto.

Y, como una réplica a esta situación precaria, existe el amor propio, el árbol más grande de
nuestro paisaje interior. Sin cuyo oxigeno alimentando nuestra alma, más reparos le
mereceríamos al alertado prójimo.

Entonces DISTINGUIDOS (AS), el amor propio no sólo existe. FUNCIONA. ¡Y de que


modo! A veces es capaz de hacer de cualquiera un GIGANTE. Inventa para sí mismo una
imagen superior. Con ella trafica a ocho columnas en la primera plana, confundido con los
grandes de verdad y, a veces, hasta cosechando sus siembras sin necesidad de ser
agricultor.

Y son éstos, no los falsificados, los dignos de admiración por su capacidad para proyectar o
construir lo que venga, en grande o en pequeño, y siempre ejemplarmente bien hecho. Son
los verdaderos hacedores de milagros a la vista de todos, como la computación, el rayo
láser y el viaje de ida y vuelta a la luna.

DEBERES RELATIVOS AL ENTENDIMIENTO

La primera de las facultades, y que está como en la cima de la humana


naturaleza, es el entendimiento, el cual conoce ¡a verdad y sirve de guía a las
otras. Este es el ojo del espíritu: si no está bien dispuesto, todo se desordena.
Hablan algunos del entendimiento como si esta facultad no estuviese sujeta a
ninguna regla; así excusan todas las "opiniones", todos los errores, bastándoles el
que sea una operación intelectual para que le tengan por inocente e incapaz de
mancha. Es verdad que un error es inocente cuando el que lo sufre no ha podido
evitarle, y en este sentido se pueden disculpar algunos errores; pero, si se intenta
significar que el hombre es libre de pensar lo que quiera, sin sujeción a ninguna
ley, haciendo de su inteligencia el uso que bien le parezca, se cae en una
contradicción manifiesta. La voluntad, los sentidos, los órganos, hasta los
miembros, todo en el hombre está sujeto a leyes; ¿y no lo estará el
entendimiento? No podemos usar de la última de nuestras facultades, sin sujeción
al orden moral; y la más noble, la que debe dirigirlas a todas, ¿estará exenta de la
ley? Una acción de la mano, del pie, podrán sernos imputadas; ¿y no lo serán las
del entendimiento? ¿Seremos responsables de nuestros actos externos, y no lo
seremos de los internos? ¿La moralidad se extenderá a todo, excepto a lo más
intimo de nuestra conciencia?

Es claro que no pueden ser indiferentes para el entendimiento la verdad y el error;


su perfección consiste en el conocimiento de la verdad; luego tenemos un deber
de buscarla: y, cuando no empleamos el entendimiento en ese sentido, abusamos
de la mejor de nuestras facultades. El objeto del entendimiento es la verdad,
porque la verdad es el ser; y la nada no puede ser objeto de ninguna facultad.
Cuando conocemos el ser, conocemos la verdad, y, por consiguiente, estamos
obligados a procuramos el conocimiento de la realidad de las cosas. Si por
indolencia, pasión o capricho extraviamos nuestro entendimiento, haciéndole
asentir al error, ya porque crea existentes objetos que no existen, o no existentes
los existentes, ya porque les atribuya relaciones que no tienen, o les niegue las
que tienen, faltamos a la ley moral, porque nos apartamos del orden prescripto a
nuestra naturaleza por la sabiduría infinita. El amor de la verdad no es una simple
cualidad filosófica, sino un verdadero deber moral; el procurar ver en las cosas lo
que hay, y nada más de lo que hay, en lo que consiste el conocimiento de la
verdad, no es sólo un consejo del arte de pensar: es también un deber prescripto
por la ley de bien obrar.

La obligación de buscar la verdad y apartarse del error se halla hasta en el orden


puramente especulativo, de suerte que quien estudia una materia sin más objeto
que la contemplación, y sin intención alguna de aplicar sus conocimientos a la
práctica, tiene también el deber de buscar la verdad, de procurar ver en el objeto
contemplado, todo lo que hay, y nada más de lo que hay. Pero esta obligación  de 
buscar  la  verdad   se  hace  más  grave  cuando  el conocimiento no se Imita a la
pura contemplación, sino que ha de regimos en la práctica. Un mecánico
puramente especulativo, que por indolencia se equivoca en sus cálculos, usa mal
de su entendimiento; pero, si es práctico, sus errores son de más consecuencia; y,
por tanto, añade a la culpa del error en la especulativa la que consigo trae al
exponerse a cometer yerros en la construcción de las máquinas.

Infiérase de esto que la obligación de dirigir el entendimiento al conocimiento de la


verdad es grave; gravísima, cuando se trata de las verdades que deben arreglar
toda nuestra conducta, y de que depende nuestro último destino. En estas
cuestiones: ¿quién soy? ¿de dónde he salido? ¿Adónde voy? ¿Cuál es la
conducta que debo seguir en la vida? ¿cuál será mi destino después de la
muerte? el hombre que se mantiene indiferente,  o   se  expone  a  caer  en  error, 
incurre  en gravísima responsabilidad moral, aun prescindiendo de toda idea
religiosa, y atendiendo únicamente a la luz de la filosofía. Los que hablan, pues,
de errores, de extravíos del entendimiento, cual si en estas materias no cupiese
trasgresión del orden moral, dicen un despropósito; pierden de vista la ley general
y necesaria que nos obliga a desenvolver y perfeccionar nuestras facultades, lo
que no podemos hacer con el entendimiento, sí no lo dirigimos hacia la verdad;
olvidan que, siendo el entendimiento la guía de las demás facultades, si él yerra,
errarán todas; ni advierten que, poniéndonos el entendimiento en relación con las
cosas, si no las ve como son en sí, se perturba por necesidad el orden en nuestra
conducta; no consideran que hay muchas materias en que el error puede ser de
consecuencias irreparables, y que, por tanto, no hay menos culpabilidad en él, que
si quisiéramos andar por entre horrendos precipicios con los ojos tapados, o
distraídos.

Aquí también encontramos admirablemente enlazada la moral con la utilidad,


"Emplea bien el entendimiento, sírvete de él para el conocimiento de la verdad
para ver las cosas y sus relaciones tales como son en sí: esto nos dice la ley
natural; y el resultado de la sujeción a este precepto es el obrar en todo de la
manera conveniente, apreciando los objetos en su valor, y conociendo, por
consiguiente, a cuáles debemos dar la preferencia.

La moral en este punto se halla también acorde con las inclinaciones naturales.
Todos deseamos conocer la verdad: al error, como error, no podemos asentir;
¿acaso creeremos lo que juzgamos falso? ¿Quién se satisface con pensar de una
cosa lo que no es, y no lo que es? Cuando necesitamos del amor para nuestras
pasiones, le cubrimos con el velo de la verdad; sabemos engañarnos a nosotros
mismos con una sagacidad deplorable.

DEBER ETICO PRIMORDIAL

Hablar de deberes y de responsabilidad pone sobre la mesa dos ideas medulares


en el ámbito de la ética. Si presionamos mucho el asunto para establecer
diferencias, encontraremos que la responsabilidad social es a las empresas, lo
que los deberes éticos son a las personas. Hay una equivalencia que permite
recordarnos que no puede haber responsabilidad social de las empresas
independientemente de los deberes éticos de las personas que la conforman.
Para comprender el significado preciso de los deberes éticos, debemos
previamente recorrer los distintos tipos de deberes. Con ello no sólo
estableceremos diferencias esclarecedoras, sino también podremos delimitar y
atender la verdadera esencia ética del concepto de deber. Veamos el siguiente
cuadro.

Los deberes de aceptación son aquellos que son impuestos desde el exterior del
sujeto y que proceden de normativas morales o legales. Uno las asume y las
cumple sin márgenes de divergencia, toda vez que forman parte de
establecimientos formales
e incontrovertibles. Los deberes de compromiso, por su parte, son aquellos que se
adquieren como resultado de un acuerdo de palabra o de la suscripción de un
contrato o convenio. Uno los reconoce por haberlos procesado en conocimiento de
sus exigencias. En tercer lugar, encontramos los deberes de interés que se
incorporan como consecuencia de una conveniencia y que se orientan a la
consecución de un beneficio. Responden a una condición estratégica porque se
vinculan al interés de recibir más de lo que se da. Finalmente, encontramos los
deberes que se inscriben en un proyecto personal, los cuales son asumidos
voluntariamente y sin esperar ningún beneficio a cambio. Estos son los
propiamente éticos, pues no se basan en ningún dividendo externo a la decisión
particular y autónoma del sujeto.

El premio o castigo. En este estadio se asumen las conductas para evitar el


castigo o promover el reconocimiento. Por esta razón, el eje de las decisiones no
se encuentra en la conciencia del sujeto, sino en la norma o el poder externo que
sentencia y califica el valor de las acciones.
2. El Intercambio Conveniente. La lógica desde estadio atiende la expectativa de
recibir más de lo que se da. En este sentido, las decisiones y acciones se asumen
a la manera de un intercambio inspirado en una adecuada y favorable tasa de
retorno. Para ilustrar esta situación es útil recordar el caso del policía que
consiguió 30.000 dólares, sin que hubiese ningún testigo. Sin embargo, los
entregó por lo cual fue objeto de múltiples reconocimientos y entrevistas. Toda
esta admiración se deshizo el día que afirmó, durante una entrevista para T.V.,
que los había devuelto porque eran menos de lo que le tocaba por su pensión y
que, en consecuencia, no podía correr el riesgo. Esto, por supuesto, generó la
duda acerca de si hubiese devuelto una cantidad superior a la que le correspondía
por su pensión.
3. De la filiación o membresía. En este estadio, las decisiones se adoptan en
función de la solidaridad con el grupo que ellas representen. La idea de
pertenencia y fidelidad prevalecen sobre otras. Es interesante destacar que en
este estadio aparece una superación del “yoismo” que primaba en las
dos anteriores. Aquí la noción del otro aflora y abre las perspectivas para los
futuros desarrollos.
4. La legalidad. La racionalidad que se asume dentro de este estadio establece
un marco ortodoxo e inflexible de la ley. Esta es depositaria de todo lo que debe
hacerse y se convierte en una especie de camisa de fuerza. Desde esta
perspectiva, no hay ética fuera de la ley: la ética,
asumida como deber autónomo, y la moral como norma dogmática se equiparan
en una indisoluble equivalencia. Lo importante es cumplir la ley cueste lo que
cueste y afecte a quien afecte.
5. La autonomía. La autonomía y la autorresponsabilidad se asumen aquí como
los factores clave de las deliberaciones, decisiones y acciones. El ejercicio de la
conciencia se asume como punto de análisis y como ángulo para ponderar lo legal
y lo justo. Aquí la libertad se ejerce en el marco de las libertades de los otros. Esta
posición recuerda la advertencia de un teólogo alemán que sentenciaba: Hay que
actuar como buenos cristianos, es decir, como si Dios no existiera. Con esta
exhortación lo que pretendía subrayar era que hacer el bien y el adoptar la
decisión justa son independientes de esperar una aprobación Providencial. Aquí
se entiende
que la ética es lo que no puede ser exigido.

RESPONSABILIDAD SOCIAL

Se le llama a la a la carga, compromiso u obligación que los miembros de una


sociedad -ya sea como individuos o como miembros de algún grupo- tienen tanto
entre sí como para la sociedad en su conjunto. El concepto introduce una
valoración -positiva o negativa- al impacto que una decisión tiene en la sociedad.
Esa valorización puede ser tanto ética como legal, etc. Generalmente se considera
que la responsabilidad social se diferencia de la responsabilidad política porque no
se limita a la valoración del ejercicio del poder a través de una autoridad estatal.
En resumen: la responsabilidad social viene a ser un Compromiso u
obligación que los miembros de una sociedad ya sea como individuos o como
miembros, tienen con la sociedad en su conjunto. Mediante una decisión de
impacto positiva o negativa.

“La responsabilidad social es la teoría ética o ideológica que una entidad ya sea
un gobierno, corporación, organización o individuo tiene una responsabilidad hacia
la sociedad. Esta responsabilidad puede ser “negativa”, significando que hay
responsabilidad de abstenerse de actuar (actitud de “abstención”) o puede ser
“positiva”, significando que hay una responsabilidad de actuar. (actitud proactiva).

Responsabilidad social en la actualidad

En la actualidad la responsabilidad social se considera un concepto normativo no


obligatorio o “ley de los tacos” (es decir, sin la fuerza de la ley), tales como los
plasmados en algunos acuerdos internacionales, por ejemplo, la “Declaración
universal sobre Bioética y Derechos Humanos” adoptada por la UNESCO[] etc.[]

Esto ha dado origen no solo a diferentes tentativas o percepciones “sectoriales” de


establecer mecanismos de ‘responsabilidad social” -la más notable entre las
cuales son las referentes a “responsabilidad social empresarial” (RSE) [] [] [] sino a
nuevas propuestas acerca de la implicaciones institucionales del concepto. []

Notable entre esas nuevas percepciones es la de Claus Offe, para quien


responsabilidad social tiene, como principal entre sus funciones en las complejas
sociedades modernas, actuar como mecanismo de creación y promoción de una
“moral autónoma y el autocontrol civilizado de sus miembros [o, por decirlo a la
inversa, en la medida en que no puedan compensar de manera suficiente los
déficit de tal autocontrol con el aporte de los medios (coercitivos) del derecho y
(estimulantes) del dinero.

LA CONVIVENCIA HUMANA U OBLIGACION DE FORMAR SOCIEDAD

El hombre es un ser gregario por naturaleza, pues necesita del concurso y


colaboración de los demás para satisfacer sus necesidades desarrollarse moral e
intelectualmente.

Lo humano en el hombre lo engendran la vida en sociedad y la cultura creada por


la humanidad.

El hombre es el elemento básico donde descansan todas las estructuras sociales.

Al hombre se le considera como tal al nacer, porque posee espíritu; pero su


calidad de hombre le dará dicho calificativo al momento de razonar, de hacer
memoria. Uno de los anhelos del hombre es ser feliz. La felicidad como estado
anímico, necesita valerse de la razón para poder manifestarse. Dentro de la vida
del hombre también se concentran muchísimos fenómenos dentro de los que
sobresalen los siguientes:

A.      Fenómenos de conservación de la vida del individuo: nutrición, respiración,


circulación, segregación (estas son los primeros fenómenos que se manifiestan
en todo ser humano)

B.     Reproducción: Fenómenos destinados a la conservación de la especie a


través de la relación sexual entre ambos sexos.

C.     Protección interior: Orgánicamente hablando, estos fenómenos velan por la


integridad y ejercicio de órganos de nutrición y reproducción.

D.     Protección del exterior: Fenómenos por los que el individuo se defiende de
los peligros del ambiente físico que lo rodea.

E.     Protección a la prole: Fenómenos que son dirigidos por lis sentimientos
innatos para resguardar el desarrollo, agrupando las especies en familias.

Todo ser humano está dotado de inteligencia y voluntad libre. Este es el principio
de la convivencia o bien organizada y fecunda; ya que los aspectos individual y
social se conciben siempre, el uno en función del otro.

El individuo, sin embargo, en su conducta exhibe impulsos contradictorios


polarizados en torno al “yo” y al “ego personal”. Estos impulsos diferencian el
gregarismo, convirtiéndolo en una realidad individual y social diferente en cada
caso

El hombre por su propia naturaleza:

·         Tiende a cooperar o ayudar a otros

·         Experimenta la necesidad de ver a otros junto a sí.

·         Experimenta la necesidad de hablar con otros

·         Necesita ser ayudado por los demás.

La asociación es un fenómeno constante en la especie humana. Es en el seno


familiar donde el hombre se socializa por el desarrollo de hábitos. Los hábitos de
la vida social crean en el hombre la necesidad de la compañía de los demás de su
especie; pero esa tendencia se basa por patrones trazados por afinidad personal,
semejanza de creencias u opiniones, analogías de gustos, costumbres o aficiones,
comunidad de intereses maritales, correspondencia de situaciones sociales etc.
 

SITUACION DEL HOMBRE EN LA SOCIEDAD

  A.      Situación individual del hombre como persona humana u como un ser individual
con alta dignidad de hombre en su vida personal:

El hombre es un ser muy complejo y posee tres entidades cuerpo, alma y espíritu.

1.      El cuerpo físico: es el instrumento a través del cual manifestamos nuestras


facultades físicas e intelectuales; por ello, nuestro deber es cuidarlo, educarlo y
refinarlo a efecto de desarrollar las múltiples facultades y que nos rinda al
máximo en perfectas condiciones físicas, es decir, sano.

2.      El alma: es la fuente de fuerza y vida positiva donde se ubica la sensibilidad,


memoria y la conciencia.

·         La sensibilidad o facultad de sentir, propia de los seres animados.

·         La memoria o potencia por la cual se retienen y reconoce lo pasado con


plena conciencia.

·         La conciencia: propiedad del espíritu de reconocerse en sus atributos y


manifestaciones o plena posesión de sí mismo para sentir, pensar y querer.

3.      El espíritu, vigor natural que alienta y fortifica el cuerpo. Establece la armonía
entre el y la materia del cuerpo. El espíritu lleva impregnado valor, que es la
única arma que se debe usar para dominarlo todo.

Al hombre también le compete la responsabilidad, que se manifiesta en el buen


usa de sus deberes u obligaciones que le imponer misma naturaleza y su mismo
ser.

La responsabilidad según la situación del hombre como individuo y como parte de


un grupo, puede derivarse así:

Responsabilidad individual: Corresponde al cumplimiento de los derechos para


consigo mismo y el buen uso de los deberes, capacidades y facultades propias.
Esto involucra ciertos principios morales que son universales, como: el bien y el
mal, estudiar lo bueno, tener derecho y gozar del respeto de los demás, etc.

Los principales deberes del hombre son:

A.      Amor a sí mismo: deberes de estimación y aprecio, evitando el exceso, para


conducirse hacia su propia perfección.
B.     Deberes relacionados al entendimiento: La búsqueda de la verdad es un
deber ineludible del hombre. El entendimiento es la facultad intelectual de
conocer, juzgar y razonar, perfeccionar el entendimiento es conocer la verdad,
por lo que sí lo extraviamos sin ver las cosas como son en realidad, alteramos
el orden de nuestra conducta.

C.     Deber ético primordial: Hacer el bien y evitar el mal.

  Ningún ser humano se halla completamente aislado. Siempre en todo lugar es miembro
de una familia. En los pueblos civilizados el ciudadano de una nación y en el mundo de la
industria forma parte de un equipo laboral. El hombre es pues como ya dijera Aristóteles,
un ser eminentemente social. El hombre vive en sociedad y esa sociedad formada por
hombres como él constituye su contorno vivo, esto es, su ambiente social.

La predisposición gregaria del hombre, del mismo modo que en los demás
animales de igual condición tiene su raíz más profunda en las necesidades que
impone la lucha por la vida

RESPONDABILIDAD SOCIAL DEL HOMBRE COMO


SUJETO DE DEBERES SOCIALES
  Los principales deberes sociales del hombre como sujeto de deberes son:

A.      La convivencia humana u obligación de formar sociedades: La naturaleza


humana no puede ser cumplida sino formando sociedades.

El orden rige en la convivencia entre los seres humanos es de naturaleza moral.


Efectivamente, se trata de un orden que se cimienta sobre la verdad y que debe
ser practicado según la justicia, vivificando y complementado por el amor mutuo y
finalmente debe ser orientado a lograr una igualdad cada día más razonable,
dejando a salvo la libertad. La convivencia entre los hombres será
consiguientemente ordenada, fructífera y propia de la dignidad de la persona
humana si se fundamenta sobre la verdad. Lo que ocurrirá cuando cada cual
reconozca debidamente los recíprocos derechos u las correspondientes
obligaciones. Esta convivencia así descrita llegará a ser real cuando los
ciudadanos respeten efectivamente aquellos derechos y cumplan las respectivas
obligaciones.

B.     Deberes para con el prójimo: Nuestros deberes para con el prójimo son con
respecto a sus bienes externos, su cuerpo y su alma: no robar, no matar, no
infamar, más bien debe ayudársele y procurársele el bien del cuerpo y el alma.

C.     Deberes para con la humanidad: Son los deberes generales para con
nuestros semejantes que nos prescribe la ley moral y que en si son los mismos
deberes para con el prójimo: respeto a su persona física, a su persona moral y
a los bienes que constituyen su patrimonio.
D.     Deberes de Cortesía: Son los deberes que se relacionan con nuestro
comportamiento en la sociedad, en las diferentes circunstancias de la vida y
también su uso. Es lo que se llama urbanidad, buen modo, gratitud, respeto y
amable o sea el arte de ser agradable.

E.     Deberes para con nuestros superiores: Padres, maestros, autoridades, jefes
y ancianos, a quienes se debe respeto, gratitud, afecto, obediencia, y
consideración.

F.      Deberes para con nuestros inferiores: Deberes para con los subalternos, par
con los hijos, para con los alumnos, etc. Así tenemos los deberes que los
patronos tienen para con los obreros cuando les tienen que otorgar sus
prestaciones por ejemplo.

G.     Deberes para con nuestros iguales: Compañeros, hermanos, amigos, a


quienes debemos ayudarles, respetarles y apreciarles, con toda la
consideración y respeto.

INTERDEPENDENCIA SOCIAL

  El sentido de la sociedad es unificar a varios individuos para buscar entre todos


un bien común. Ahora bien, la sociedad no quita a sus socios su individualidad:
Ellos siguen siendo distintos entre sí cada uno es y cada uno tiene su propia
manera de pensar y de reaccionar ante las circunstancias, pero además es
indispensable que existan normas unificadoras del esfuerzo de todos, normas
generales que deben ser aplicadas según diversas circunstancias de la vida y que
el individuo tiene que someterse a ellas: es decir que parte de las acciones y
actividades del hombre están subordinadas a diversas normas jurídicas,
educativas, políticas, religiosas.

Así como las plantas llaman y necesitan el agua para poder vivir, así la sociedad
llama a una autoridad porque conviene que haya una cabeza directiva. En las
sociedades el hombre centraba cierta parte de su autonomía a la autoridad, para
conseguir mejor el fruto de la sociedad, el hombre no se rebaja, no se hace menos
hombre. Al contrario; así cumple su hombría, porque es su naturaleza del hombre
que le exige juntarse en sociedad bajo una autoridad. El fundamento de la
autoridad en una sociedad consiste en que cada socio delega en otro la autoridad
que tenía sobre sí mismo.

El hombre por su dimensión social ha ido promoviendo una serie de actividades y


una serie de mutuas relaciones con las demás personas que derivan vínculos muy
estrechos y fundamentales, tales como la familia, el estado, la escuela, la
comunidad y en consecuencia el hombre está sometido a una serie de
circunstancias, con variedad de factores y elementos, que en una u otra forma
influyen, en le desenvolvimiento individual y social del hombre mismo.
La limitación que la ley impone sobre nuestra libertad es la que se llama deber y
obligación, tomando la libertad moral el nombre de derecho, o sea, el poder moral
de hacer algo o poseer algo.

DEBERES PARA CON EL PROJIMO


 
1. Amar a nuestro prójimo como a nosotros....... Santiago 2:8
2. Amar a nuestros hermanos............................. Hebreos 13:1
3. Amar a nuestros prójimos....................... ………Efesios 5:25
4. Amar a nuestros enemigos.............................. I Corintios 4:12
5. Amar a todos los hombres...............................Gálatas 6:10
6. Cumplir los deberes con la familia.................... Colosenses 3:18-25
7. Sumisión a la autoridad................................... Romanos 13:1-7
8. Ser juntos con todos...................... ……….......Juan 7:24
9. Ser misericordiosos......................................... I Pedro 3:8
10. Perdonar las injurias....................................... Marcos 11:25
11. Volver bien por mal........................................ Mateo 5:44
12. Ser compasivos...............................................Gálatas 6:2
13. Ser benéfico y generoso..................................I Timoteo 6:18
14. Ejercer la hospitalidad..................................... I Pedro 4:9
15. Visitar a los afligidos........................................ Mateo 25:36
16. Consolar a los afligidos.................................... II Corintios 1:4
17. Ayudar a los pobres....................................... I Juan 3:17
18. Tener paciencia.............................................. Lucas 21:19
19. Soportar a los otros........................................Colosenses 3:13
20. Ser benignos...................................................I Pedro 3:8
21. Reprender con suavidad.................................Gálatas 6:1
22. Evitar la malediciencia..................................... Santiago 4:11
23. Evitar las contiendas y los pleitos.................... Romanos 12:18
24. Esforzarse por tener paz con todos................ Hebreos 12:14
25. Instarse los unos a los otros al amor............... I Tesalonicenses 5:11
26. Dar ejemplo en amor, buenas obras, etc.........I Pedro 2:12

"Comportarnos como seres pensantes" quiere decir adquirir consciencia de nuestra doble y
simultanea condición de "obras maestras del cosmos" y de componentes de la "plaga
planetaria".

Ser conscientes de nuestra obligación de no dejarles como herencia a nuestros hijos una
realidad de descomposición y de violencia como la que nos está tocando vivir, sin
excepción, a todos los habitantes de Colombia.

 
Reconocer la oportunidad de convertir cada hecho cotidiano en motivo de reflexión y
aprendizaje.

 Descubrir en cada acto el sentido y la posibilidad pacificadora de palabras como respeto,


tolerancia (entendida en un sentido activo como valoración de la diferencia), diálogo,
humildad, benevolencia...

 Incluso de conceptos más colectivos como justicia y equidad, participación y democracia,


pero que tenemos que comenzar a llenar de sentido en las relaciones con nosotros mismos,
con nuestras compañeras o compañeros de vida, con nuestras familias, con nuestros
amigos, con nuestros adversarios. Y por supuesto, con los seres no humanos que comparten
con nosotros el planeta.

 Adquirir consciencia de nuestra posibilidad de contribuir a hacer más feliz la cotidianidad


de los demás, y de nuestra obligación de comprometernos con la construcción de una
sociedad más equitativa, sin necesidad ni de grandes hazañas ni de inversiones faraónicas.
La complejísima meta de la felicidad, puede surgir de una suma sinérgica de pequeños
actos de solidaridad, motivados por un compromiso profundo con la ética.

DEBERES DE CORTESÍA

¿Es un deber unido a la justicia el tratar a todo el mundo bajo un pié de igualdad
en las relaciones sociales, o no lo es? Concibo que se entablen relaciones con la
persona que se encuentre, cualquiera que ella sea, y que en el acto se ponga uno
a su nivel; esto es sólo propio del adulador y del complaciente. Pero dar a cada
uno, en estas relaciones, todo lo que merece según su mérito, parece ser
absolutamente una obligación en el hombre justo y que quiere conducirse como es
debido.

Normas de cortesía

Debemos tratar con respeto a las personas, así podemos hablar con mayor
claridad y también nos respetarán.

Las normas de cortesía son frases que utilizamos en la conversación para


expresar nuestro agradecimiento.

 Buenos días

 Buenas noches

 Buenas tardes

 Gracias
 Con permiso

 Disculpa

 Muy amable

 Pase usted

 Le ofrezco mi puesto

 Por favor

 No volverá a suceder

 Si practicas las normas de cortesía vivirás más feliz en tu comunidad.

 La forma más común de saludo es estrechar las manos. Cuando existe más
confianza se saluda con un beso en la mejilla. Siempre es muy cortés, al ir
de visita, llevar algún pequeño obsequio.

El decálogo de la cortesía

 Ser afable en el trato con los demás.

 Cultivar el servicio en bien de otros.

 Honrar el credo de la amistad con los atributos de la cordialidad, gentileza y


desinterés.

 Ser galante.

 Saludar amistosamente.

 Ser solidario con los demás.

 Reconocer los méritos de otros.

 Auxiliar al necesitado desinteresadamente.

 Ser sumiso a nuestros superiores.

[
Los deberes y derechos humanos

* Los derechos humanos:

 ¿Que es?

Los Derechos Humanos son el conjunto de prerrogativas inherentes a la


naturaleza de la persona, cuya realización efectiva resulta indispensable para el
desarrollo integral del individuo que vive en una sociedad jurídicamente
organizada. Estos derechos, que están dentro en la Constitución y de las leyes,
deben ser reconocidos por el Estado.

Todos estamos obligados a respetar los Derechos Humanos de los demás. Sin
embargo, según el mandato constitucional, quienes deben cumplirlas mas son las
autoridades, es decir, los hombres y mujeres tienen la función de servidores
públicos.

 Características

o Son universales porque pertenecen a todas las personas, sin


importar su sexo, edad, etc...

o Son incondicionales porque comienzan justo donde comienzan los


derechos de los demas.

o Son inalienables porque no pueden perderse ni transferirse por


propia voluntad; son inherentes a la idea de dignidad del hombre.

 Nuestros derechos

 Los derechos de las personas de la tercera edad .-

Considerando el papel del anciano en la sociedad y en los distintos ámbito


culturales debe replantearse con la finalidad de que sea reconocido y dignificado.
Para lograr este objetivo, es necesario encontrar formas eficaces y prácticas para
reintegrar a los ancianos a la vida social y económica de la sociedad, de manera
que puedan participar y disfrutar plenamente de sus derechos.

 Los derechos de los niños .-

Con el propósito de ofrecer a los niños y niñas una infancia feliz que les permita un
desarrollo físico, mental, moral, espiritual y social.

 Los derechos de la mujer .-


La Comisión Nacional de Derechos Humanos cuenta con el Programa sobre
Asuntos de la Mujer, el cual persigue los siguientes objetivos:

- Atender oportuna y eficazmente las quejas y consultas sobre violación a sus


derechos humanos.

- Dar mensajes sobre conductas de violencia o maltrato. Etc....

 Los derechos de las personas indiscapatisadas .-

La Comisión Nacional de Derechos Humanos cuenta con un equipo de trabajo,


integrado por visitadores adjuntos especializados para atender las quejas sobre
violaciones a las garantías fundamentales de las personas con discapacidad.

 Los derechos de los indígenas.-

La Comisión Nacional de Derechos Humanos cuenta con una Visitaduría General


especializada para atender las garantías fundamentales de los pueblos indígenas,
con pleno respeto a sus culturas, lenguas, costumbres y formas de organización
social.

 Algunos derechos humanos

o Derecho ala vida .-

o
Derecho ala educación .-

Todos tenemos derecho a estudiar, la educación primaria y secundaria son


obligatorias
o Derecho al trabajo .-

Todos tenemos el derecho de elegir el trabajo que queramos, siempre y cuando


que sea legal.

o
Derecho a la igualdad.-

El varon y la mujer son iguales ante la ley, esto ambien se da con el tipo de raza o
nacionalidad.

o Derecho a la salud .-

Todas las personas tenemos derecho a los servicos de salud que da el estado.

* Los deberes humanos :

 Los deberes

o Deberes ante la sociedad .-


Toda persona tiene el deber de convivir con las demás de manera que todas y
cada una puedan formar y desenvolver integralmente su personalidad. (Artículo
XXIX)

o Deberes para con los hijos y padres .-

Toda persona tiene el deber de asistir, alimentar, educar y amparar a sus hijos
menores de edad, y los hijos tienen el deber de honrar siempre a sus padres y el
de asistirlos, alimentarlos y ampararlos cuando éstos lo necesiten.( Artículo XXX)

o Deberes de instrucción .-

Toda persona tiene el deber de adquirir a lo menos la instrucción primaria.


( Artículo XXXI)

o Deberes de sufragio .-

Toda persona tiene el deber de votar en las elecciones populares del país de que
sea nacional, cuando esté legalmente capacitada para ello. ( Artículo XXXII)

o Deber de obediencia a la Ley .-

Toda persona tiene el deber de obedecer a la Ley y demás mandamientos


legítimos de las autoridades de su país y de aquél en que se encuentre. ( Artículo
XXXIII)

o Deber de servir a la comunidad y a la nación .-

Toda persona hábil tiene el deber de prestar los servicios civiles y militares que la
Patria requiera para su defensa y conservación, y en caso de calamidad pública,
los servicios de que sea capaz.( Artículo XXXIV)

o Deberes de asistencia y seguridad sociales.-

Toda persona tiene el deber de cooperar con el Estado y con la comunidad en la


asistencia y seguridad sociales de acuerdo con sus posibilidades y con las
circunstancias.( Artículo XXXV)

o Deber de pagar impuestos.-

Toda persona tiene el deber de pagar los impuestos establecidos por la Ley para
el sostenimiento de los servicios públicos.( Artículo XXVI)

o Deber de trabajo.-
Toda persona tiene el deber de trabajar, dentro de su capacidad y posibilidades, a
fin de obtener los recursos para su subsistencia o en beneficio de la comunidad.
(Artículo XXXVII)

o Deber de abstenerse de actividades políticas en país extranjero.-

Toda persona tiene el deber de no intervenir en las actividades políticas que, de


conformidad con la Ley, sean privativas de los ciudadanos del Estado en que sea
extranjero.( Artículo XXXVIII)
[]

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