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En muchas ocasiones tomamos como natural lo que en realidad es un defecto más, y lo
dejamos pasar como si fuera parte de nosotros, en vez de reconocer que es algo defectuoso
que debe ser modificado. O creemos que algo “que todo mundo hace” es correcto de por sí,
sin reflexionar atentamente en ello, con lo que nos dejamos llevar por la “mayoría”. O bien
criticamos despiadadamente las fallas de los demás, sin ver que esos problemas que tanto
señalamos son también nuestros.
Esto último, que el Maestro definió como “ver la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en
el propio” es universal. Ocurre en familias, individuos, sociedades, gobiernos y países.
Porque lo que denominamos “defectos” no es una falla genética o espiritual o metafísica: la
imperfección realmente está compuesta por multitud de defectos concretos que se
manifiestan en la vida cotidiana, en todos los aspectos de la vida común y corriente.
Nos alarmamos porque el Congreso legisla “al vapor” una reforma hacendaria,
aprobando todo a última hora, durante la madrugada del primer día del año. La
irresponsabilidad de los legisladores nos parece y nos seguirá pareciendo increíble... hasta
que entendamos claramente que esos legisladores no son marcianos ni llegaron de otro
planeta a gobernar, sino que son simples coterráneos que estuvieron sometidos a la misma
cultura de impuntualidad e informalidad que el resto de nosotros... por eso, podemos ver
filas interminables de automovilistas frente a verificentros en el último día, o gente pagando
sus impuestos a última hora, o taxistas renovando placas, o ciudadanos pagando tenencia o
agua o luz o teléfono o lo que sea, en el último minuto posible... lo que le pasa a los
legisladores es un reflejo de la cultura de esta sociedad, ni más ni menos... ese problema de
todos por igual, pero casi nadie quiere verlo...
Todo mundo se queja de la contaminación. La avalancha de información diaria nos hace
creer que “contaminación” es destruir la capa de ozono, talar bosques, secar lagos, calentar
la atmósfera o derretir glaciales... pero no somos capaces de ver que “contaminación”
también es tirar basura en la vía pública, dejar que el automóvil propio tire aceite o tocar el
claxon a toda hora...
La sociedad se escandaliza porque ocupamos uno de los últimos lugares en lectura (de
libros) a nivel mundial. Nos preguntamos por qué y decimos inmediatamente que la culpa
es del gobierno porque no fomenta la lectura en las escuelas, porque la hace una materia
aburridísima y provoca que todos los niños terminan despreciándola... pero no nos
preguntamos cuántos de nosotros leemos cotidianamente, cuántos enseñamos a familiares o
hijos o niños pequeños cuál es el valor de la lectura... o nos quejamos del precio de los
libros, pero nunca acudimos a bibliotecas públicas... o pasamos todo nuestro tiempo libre
viendo deportes en la televisión, y luego nos preguntamos por qué nadie lee libros...
Insistimos en querer ver la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio.
Los periodistas denuncian acremente cuando un gobernante se brinca la ley y viola algún
reglamento o aún la misma Constitución... pero nunca se habla de los miles de ciudadanos
anónimos que se estacionan en lugares prohibidos, que se pasan altos, circulan a exceso de
velocidad o en sentido contrario... de eso nadie se acuerda, aunque está ahí, a la vista de
todos...
Denunciamos la mala calidad de la educación pública. Culpamos (otra vez) al gobierno,
a la crisis económica, a los sindicatos, a los profesores que pasan más tiempo en
manifestaciones y bloqueos que dando clases... responsabilizamos a todos los que podemos,
pero no nos ocupamos de nuestros hijos estudiantes, ni damos seguimiento a su desempeño,
ni hablamos con sus profesores, ni les damos buenos libros ni nos preocupamos por su
educación... nos quejamos, pero no hacemos nada positivo...
Hablamos y hablamos y hablamos de democracia, sin saber exactamente qué significa.
Sospechamos vagamente que “democracia” es lo opuesto a “totalitarismo” o
“autoritarismo” o “tiranía”. Así pues, exigimos “democracia” a nuestros gobernantes y a
nuestros jefes... nunca nos preguntamos qué tan “totalitarios” somos con nuestras esposas o
con nuestros hijos o con nuestros subordinados... lo criticamos en otros, pero no lo vemos
en nosotros mismos...
Entonces, antes de intentar salvar la capa de ozono, de leer más que ningún otro país, de
ser la primera potencia mundial... antes de todas esas grandes metas, debemos empezar por
nosotros mismos. Es de una ingenuidad atroz creer que se pueden atacar los grandes
problemas sin antes pasar por los pequeños. No se debe pensar globalmente, sino que hay
que empezar a pequeña escala.
EL AMOR A SÍ MISMO"
Uno de los sentimientos intensos que existen en el individuo, y que suele rebasarlo, es el
amor a sí mismo, varias veces mayor que el que campanea sentir por el prójimo.
Bien mirado, con desnuda lógica, eso es negativo en la medida en que es difícil que ese
prójimo no repare en tal doblez, sobre todo si él, a su vez, también lo practica. La
convivencia pasa a ser, así, un afectuoso intercambio de dobleces. Obvio: no siempre.
Ya resulta fácil sorprender a alguien con dos o más caras, razón suficiente para que muchos
prefieran manejar una sola, la naturalmente suya. Sabemos que en el fondo cada uno de
nosotros es una mezcla de virtudes y defectos, pese a nuestro fondo manco en más de un
aspecto.
Y, como una réplica a esta situación precaria, existe el amor propio, el árbol más grande de
nuestro paisaje interior. Sin cuyo oxigeno alimentando nuestra alma, más reparos le
mereceríamos al alertado prójimo.
Y son éstos, no los falsificados, los dignos de admiración por su capacidad para proyectar o
construir lo que venga, en grande o en pequeño, y siempre ejemplarmente bien hecho. Son
los verdaderos hacedores de milagros a la vista de todos, como la computación, el rayo
láser y el viaje de ida y vuelta a la luna.
La moral en este punto se halla también acorde con las inclinaciones naturales.
Todos deseamos conocer la verdad: al error, como error, no podemos asentir;
¿acaso creeremos lo que juzgamos falso? ¿Quién se satisface con pensar de una
cosa lo que no es, y no lo que es? Cuando necesitamos del amor para nuestras
pasiones, le cubrimos con el velo de la verdad; sabemos engañarnos a nosotros
mismos con una sagacidad deplorable.
Los deberes de aceptación son aquellos que son impuestos desde el exterior del
sujeto y que proceden de normativas morales o legales. Uno las asume y las
cumple sin márgenes de divergencia, toda vez que forman parte de
establecimientos formales
e incontrovertibles. Los deberes de compromiso, por su parte, son aquellos que se
adquieren como resultado de un acuerdo de palabra o de la suscripción de un
contrato o convenio. Uno los reconoce por haberlos procesado en conocimiento de
sus exigencias. En tercer lugar, encontramos los deberes de interés que se
incorporan como consecuencia de una conveniencia y que se orientan a la
consecución de un beneficio. Responden a una condición estratégica porque se
vinculan al interés de recibir más de lo que se da. Finalmente, encontramos los
deberes que se inscriben en un proyecto personal, los cuales son asumidos
voluntariamente y sin esperar ningún beneficio a cambio. Estos son los
propiamente éticos, pues no se basan en ningún dividendo externo a la decisión
particular y autónoma del sujeto.
RESPONSABILIDAD SOCIAL
“La responsabilidad social es la teoría ética o ideológica que una entidad ya sea
un gobierno, corporación, organización o individuo tiene una responsabilidad hacia
la sociedad. Esta responsabilidad puede ser “negativa”, significando que hay
responsabilidad de abstenerse de actuar (actitud de “abstención”) o puede ser
“positiva”, significando que hay una responsabilidad de actuar. (actitud proactiva).
D. Protección del exterior: Fenómenos por los que el individuo se defiende de
los peligros del ambiente físico que lo rodea.
E. Protección a la prole: Fenómenos que son dirigidos por lis sentimientos
innatos para resguardar el desarrollo, agrupando las especies en familias.
Todo ser humano está dotado de inteligencia y voluntad libre. Este es el principio
de la convivencia o bien organizada y fecunda; ya que los aspectos individual y
social se conciben siempre, el uno en función del otro.
A. Situación individual del hombre como persona humana u como un ser individual
con alta dignidad de hombre en su vida personal:
El hombre es un ser muy complejo y posee tres entidades cuerpo, alma y espíritu.
3. El espíritu, vigor natural que alienta y fortifica el cuerpo. Establece la armonía
entre el y la materia del cuerpo. El espíritu lleva impregnado valor, que es la
única arma que se debe usar para dominarlo todo.
Ningún ser humano se halla completamente aislado. Siempre en todo lugar es miembro
de una familia. En los pueblos civilizados el ciudadano de una nación y en el mundo de la
industria forma parte de un equipo laboral. El hombre es pues como ya dijera Aristóteles,
un ser eminentemente social. El hombre vive en sociedad y esa sociedad formada por
hombres como él constituye su contorno vivo, esto es, su ambiente social.
La predisposición gregaria del hombre, del mismo modo que en los demás
animales de igual condición tiene su raíz más profunda en las necesidades que
impone la lucha por la vida
B. Deberes para con el prójimo: Nuestros deberes para con el prójimo son con
respecto a sus bienes externos, su cuerpo y su alma: no robar, no matar, no
infamar, más bien debe ayudársele y procurársele el bien del cuerpo y el alma.
C. Deberes para con la humanidad: Son los deberes generales para con
nuestros semejantes que nos prescribe la ley moral y que en si son los mismos
deberes para con el prójimo: respeto a su persona física, a su persona moral y
a los bienes que constituyen su patrimonio.
D. Deberes de Cortesía: Son los deberes que se relacionan con nuestro
comportamiento en la sociedad, en las diferentes circunstancias de la vida y
también su uso. Es lo que se llama urbanidad, buen modo, gratitud, respeto y
amable o sea el arte de ser agradable.
E. Deberes para con nuestros superiores: Padres, maestros, autoridades, jefes
y ancianos, a quienes se debe respeto, gratitud, afecto, obediencia, y
consideración.
F. Deberes para con nuestros inferiores: Deberes para con los subalternos, par
con los hijos, para con los alumnos, etc. Así tenemos los deberes que los
patronos tienen para con los obreros cuando les tienen que otorgar sus
prestaciones por ejemplo.
INTERDEPENDENCIA SOCIAL
Así como las plantas llaman y necesitan el agua para poder vivir, así la sociedad
llama a una autoridad porque conviene que haya una cabeza directiva. En las
sociedades el hombre centraba cierta parte de su autonomía a la autoridad, para
conseguir mejor el fruto de la sociedad, el hombre no se rebaja, no se hace menos
hombre. Al contrario; así cumple su hombría, porque es su naturaleza del hombre
que le exige juntarse en sociedad bajo una autoridad. El fundamento de la
autoridad en una sociedad consiste en que cada socio delega en otro la autoridad
que tenía sobre sí mismo.
"Comportarnos como seres pensantes" quiere decir adquirir consciencia de nuestra doble y
simultanea condición de "obras maestras del cosmos" y de componentes de la "plaga
planetaria".
Ser conscientes de nuestra obligación de no dejarles como herencia a nuestros hijos una
realidad de descomposición y de violencia como la que nos está tocando vivir, sin
excepción, a todos los habitantes de Colombia.
Reconocer la oportunidad de convertir cada hecho cotidiano en motivo de reflexión y
aprendizaje.
DEBERES DE CORTESÍA
¿Es un deber unido a la justicia el tratar a todo el mundo bajo un pié de igualdad
en las relaciones sociales, o no lo es? Concibo que se entablen relaciones con la
persona que se encuentre, cualquiera que ella sea, y que en el acto se ponga uno
a su nivel; esto es sólo propio del adulador y del complaciente. Pero dar a cada
uno, en estas relaciones, todo lo que merece según su mérito, parece ser
absolutamente una obligación en el hombre justo y que quiere conducirse como es
debido.
Normas de cortesía
Debemos tratar con respeto a las personas, así podemos hablar con mayor
claridad y también nos respetarán.
Buenos días
Buenas noches
Buenas tardes
Gracias
Con permiso
Disculpa
Muy amable
Pase usted
Le ofrezco mi puesto
Por favor
No volverá a suceder
La forma más común de saludo es estrechar las manos. Cuando existe más
confianza se saluda con un beso en la mejilla. Siempre es muy cortés, al ir
de visita, llevar algún pequeño obsequio.
El decálogo de la cortesía
Ser galante.
Saludar amistosamente.
[
Los deberes y derechos humanos
¿Que es?
Todos estamos obligados a respetar los Derechos Humanos de los demás. Sin
embargo, según el mandato constitucional, quienes deben cumplirlas mas son las
autoridades, es decir, los hombres y mujeres tienen la función de servidores
públicos.
Características
Nuestros derechos
Con el propósito de ofrecer a los niños y niñas una infancia feliz que les permita un
desarrollo físico, mental, moral, espiritual y social.
o
Derecho ala educación .-
o
Derecho a la igualdad.-
El varon y la mujer son iguales ante la ley, esto ambien se da con el tipo de raza o
nacionalidad.
o Derecho a la salud .-
Todas las personas tenemos derecho a los servicos de salud que da el estado.
Los deberes
Toda persona tiene el deber de asistir, alimentar, educar y amparar a sus hijos
menores de edad, y los hijos tienen el deber de honrar siempre a sus padres y el
de asistirlos, alimentarlos y ampararlos cuando éstos lo necesiten.( Artículo XXX)
o Deberes de instrucción .-
o Deberes de sufragio .-
Toda persona tiene el deber de votar en las elecciones populares del país de que
sea nacional, cuando esté legalmente capacitada para ello. ( Artículo XXXII)
Toda persona hábil tiene el deber de prestar los servicios civiles y militares que la
Patria requiera para su defensa y conservación, y en caso de calamidad pública,
los servicios de que sea capaz.( Artículo XXXIV)
Toda persona tiene el deber de pagar los impuestos establecidos por la Ley para
el sostenimiento de los servicios públicos.( Artículo XXVI)
o Deber de trabajo.-
Toda persona tiene el deber de trabajar, dentro de su capacidad y posibilidades, a
fin de obtener los recursos para su subsistencia o en beneficio de la comunidad.
(Artículo XXXVII)