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HABILIDADES ESCENCIALES PARA ENSEÑAR

Reflexionar sobre nuestra práctica docente nos permite examinar, evaluar,


analizar todas las actividades que generan nuestra labor; examinar la forma, la
manera, las estrategias, la metodología y más exactamente preguntarnos si ella
responde a las habilidades esenciales para enseñar y sobre todo para enseñar a
pensar a nuestros estudiantes.

El rol de nosotros los docentes es poner el tono emocional a la clase, diseñar el


tipo de enseñanza, efectuar actividades de aprendizaje y evaluar los logros del
estudiante, nosotros tenemos un impacto fundamental en la cantidad que
aprenden nuestros estudiantes, poseer esas habilidades describe la eficacia del
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docente. Las habilidades esenciales de enseñanza se las puede describir como
las actitudes, estrategias y habilidades decisivas para el docente, ya que son
necesarias para fomentar el aprendizaje del alumno.

Sentirnos orgullosos que el análisis del propio pensamiento y el pensamiento


crítico mejora cada día es un sentimiento que debe inundarnos a los docentes, a
aquellos quienes trabajamos con pasión y una verdadera vocación, aquellos
quienes ejercemos la difícil tarea de enseñar. Las habilidades que nos permiten
enseñar son interdependiente, es decir, ser mutuamente responsable y de
compartir un conjunto común de principios con otros. y ninguna es tan efectiva
como lo son todas en su conjunto. Existen nueve tipos de habilidades esenciales
que son: organización, características del docente, alineamiento educativo,
retroalimentación, monitoreo, comunicación docente, indagación, y revisión y
cierre.

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Al nombrarlas y escuchar la cantidad suenan complejas pero en realidad todas las
debe cumplir o se deben aplicar para lograr una enseñanza de calidad, pero en
realidad no lo son y ejecutarlas nos permite elevar el nivel de pensamiento de
nuestros educandos, la cual es nuestra razón.

Existen cuatro características esenciales para fomentar un clima que incremente el


aprendizaje y la motivación que son las siguientes:
1) Entusiasmo: El profesor muestra un gran interés por enseñar y a la vez, da a
entender lo importante que es su asignatura.
2) Modelización: Los modelos se construyen cuando los alumnos observan
conductas a imitar en el profesor.
3) Calidez y empatía: La calidez se presenta en el profesor cuando este muestra
interés por los alumnos como persona; La empatía se demuestra en la capacidad
del docente para comprender como se siente el alumno y sus puntos de vistas.
4) Expectativas positivas: Son deducciones que los pedagogos hacen acerca de la
conducta futura o de los logros académicos de sus alumnos, basados en el
presente.

La docencia   no es una ciencia exacta, es un arte, está sujeta a diversas


interpretaciones y manejos que pueden ser considerados como los más
adecuados. Cada profesor asume, a lo largo de su práctica profesional, un estilo
propio de ser docente, de instrumentar el proceso de enseñanza aprendizaje pero
el mismo no puede estar alejado de la aplicación de dichas habilidades.

Como formadores de profesores, hemos encontrado tres tendencias básicas: La


primera de ellas sostiene que lo único necesario para los profesores es ser
expertos en su materia y estar actualizados. La segunda tendencia afirma que es
tan importante el “saber enseñar” como el ser experto en su materia. Esta
concepción integra dos condiciones para la docencia: “saber su materia y saber
enseñarla”. Se le capacitara para exponer, para transmitir la información, para
elaborar   material de apoyo, para diseñar objetivos y programas de estudio, por
último la tercera tendencia es fomentar en los alumnos aprendizaje significativos.
La función principal del profesor es propiciar el aprendizaje .

El papel de un educador que desea desarrollar el pensamiento crítico en los


estudiantes debe ser el de un ayudador, facilitador y motivador. El papel del
educador es ayudar a aprender, no propiamente enseñar. El trabajo en grupo, la
cooperación y el cuestionamiento por parte del maestro han sido propuestos como
componentes importantes de la enseñanza de pensamiento crítico.

Al encontrarnos ya ejerciendo nuestra práctica docente resulta impactante e


interesante comparar y contrastar la misma con dicha teoría, lo cual nos lleva a la
reflexión que si no lo estamos haciendo cuestionarnos y motivarnos a desarrollar
esas habilidades para alcanzar el objetivo fundamental de nuestra labor, pero al
mismo tiempo es grato encontrar que se desarrollan dichas habilidades antes de
conocer dicho material refleja algo muy importante primordialmente la satisfacción
de realizar las cosas bien y sentirse motivado a continuar esta difícil pero
satisfactoria labor de ser docentes.

Karen Miranda Donado


Everildo Rodriguez

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