La importancia de registrar las empresas en El Salvador
Por: Jean Carlos Portillo Viscarra
Coordinador del Departamento de Publicaciones Registro de Comercio
De acuerdo al autor salvadoreño Roberto Lara Velado la empresa es el conjunto de
trabajo, bienes materiales y bienes incorpóreos o intangibles, destinada a proporcionar al público, con ánimo de lucro y de manera sistemática, bienes o servicios1. Como se ve es una definición bastante amplia que sería prolijo explicar acá, pero que es necesaria tener en cuenta para determinar la importancia que tiene registrar la empresa. El concepto de Matrícula de empresa, ateniéndonos a lo contenido en las disposiciones legales pertinentes, se puede deducir de lo regulado en el Art. 418 C. Com.: “La constancia que de la matrícula extienda el Registrador, será la única prueba: a) para establecer su calidad de comerciante; y, b) para comprobar la propiedad de la empresa.” Una vez vistos estos conceptos podemos entrar al tema que nos hemos propuesto abordar: la importancia del registro de la empresa en nuestro país. Para ello dividiremos su estudio en dos partes: 1. La importancia en los aspectos jurídico-legales y 2. La importancia en los aspectos prácticos.
1. Importancia de registrar la empresa en los aspectos jurídico-legales
En los aspectos jurídico-legales podemos citar el hecho de que la Matrícula de empresa –como se dijo más arriba- constituye el registro único de empresa, y por ello, es un deber de los comerciantes, sean estos personas naturales o jurídicas, tal y como lo regula el Art. 411 del C. Com en su Romano I. Al determinar esa obligatoriedad el legislador ha querido preservar una de las finalidades más importantes para las que ha sido creado el Registro de Comercio: la seguridad jurídica; la cual viene determinada en dos sentidos: a) para el público: por el hecho de que quedan registrados los datos de los empresarios, de manera que se tenga acceso a la información de esas empresas por parte del público y en especial de aquellas personas interesadas de modo alguno en obtener dicha información. b) Para el empresario: para cuidar su buen nombre en los negocios que con fines de lucro pueda realizar y demostrar la solvencia con que lleva los mismos, es decir que nadie más pueda explotar la empresa que él ha realizado con su esfuerzo y que ha 1 Dr. Roberto Lara Velado, “Introducción al Estudio del Derecho Mercantil”, pagina 144. llegado a alcanzar posiblemente renombre por la calidad de productos o servicios que brinda al público. Además cuando el legislador determina la obligatoriedad de la Matrícula de Empresa impone una pena por no obtenerla y en este caso, como parece lógico, se trata del cierre mismo de la empresa y sus establecimientos, locales, agencias o sucursales. El Art. 419 C. Com. es tajante al decir que “Ninguna empresa mercantil podrá funcionar sin tener su respectiva matrícula vigente. A petición del Registrador de Comercio, los locales, agencias o sucursales de la empresa no matriculada serán cerrados temporalmente por el Juez de Paz del lugar, previa audiencia oral conferida al titular de la empresa, mientras éste no obtenga o renueve la matrícula correspondiente. Antes del cierre de los locales, agencias o sucursales, se concederá un plazo máximo de treinta días hábiles para que su titular obtenga o renueve la matrícula correspondiente.” Por lo tanto se trata de cumplir con una de las obligaciones de los Comerciantes cual es tener en orden todo lo que se refiere a la empresa, con el fin de evitar que ésta sea cerrada.
2. Importancia de registrar la empresa en sus aspectos prácticos
Los aspectos prácticos por los cuales se debe inscribir y registrar una empresa son abundantes. a) Demostración de la calidad de comerciante: esta consecuencia de la obtención de la Matrícula permite a las personas que ejercen el comercio entrar a la competencia Mercantil, lo cual le permitirá, en un eventual litigio por cuestiones relacionadas con su negocio, tener unos procedimientos judiciales –en teoría- más expeditos que los del derecho común (Derecho Civil). Es decir que se trata de una cuestión de Competencias jurisdiccionales.
b) Comprobación de la propiedad de la empresa y sus establecimientos: esta
tiene mayores repercusiones todavía, pues con la Matrícula se está comprobando la propiedad o titularidad de la empresa que se explota. Es decir que el no tener la Matrícula de Empresa deja al comerciante en la inseguridad de que alguien más pueda aducir ser el dueño de la empresa que explota y de los elementos que en ella se encuentran sean materiales o inmateriales y con ello despojar del derecho que le pertenece al verdadero dueño. Vuelve nuevamente aquí el concepto que no hay que perder nunca de vista: la seguridad jurídica. c) Posibilidad de ofertar en licitaciones públicas: en la mayoría de ocasiones (por no decir todas) las entidades estatales, con el fin de resguardar el Estado de Derecho, solicitan a los posibles ofertantes de una licitación pública que presenten la renovación de la Matrícula de Empresa o al menos una constancia de que está en trámite. Por lo anterior, si algún comerciante no cumple el deber de renovar sus matrículas no podrá ofertar en este tipo de concursos, al no estar cumpliendo sus obligaciones como comerciante.
d) Evitar multas innecesarias: no sería de extrañar que tarde o temprano un
comerciante se vea en la obligación de obtener sus matrículas por cualquiera de los motivos arriba reseñados, sea esa solicitud de primera vez o la renovación de la misma, con el fin de ponerse al día en sus obligaciones, lo cual nos lleva a invitar a que lo hagan conforme está establecido en la ley, a saber: pagando los derechos de registro de acuerdo al Arancel detallado en el Art. 63 de la Ley del Registro de Comercio y presentando su solicitud dentro del mes del cumpleaños, si se trata de un comerciante individual (persona natural) o dentro del mes en que la Escritura de Constitución quedó inscrita o registrada, si se trata de una Sociedad (Comerciante Social) (Art. 64 Ley del Registro de Comercio) En detalle la situación sería la siguiente: de no hacerlo en la forma prescrita por la Ley, el Comerciante se verá en la obligación de cancelar multa ya sea por Cancelación extemporánea de los derechos de Registro, de la siguiente forma: si cancela en los primeros 30 días después de que venció el término con el pago del 25% del total que debió pagar según el arancel (lo cual se determina de acuerdo al Balance General del año anterior); si lo hace en los segundos 30 días, la multa será del 50% del total que debió cancelar y si lo paga en los últimos treinta días del plazo (que son 90 días) la multa haciende al 100% del pago que debió hacer. Reitero las fechas de pago y presentación, pues es frecuente que se siga creyendo, después de las reformas a las leyes Mercantiles del 2008 que el pago se hace antes de finalizar el mes de marzo y la presentación en el mes del cumpleaños del comerciante individual o cuando quedó registrada la Escritura de Constitución para el caso de las Sociedades, cuando lo cierto es que tanto el pago como la presentación se han de hacer en el mes de cumpleaños para los comerciantes individuales y en el mes en que quedó registrada la Escritura de Constitución para el caso de las sociedades. Algunos datos curiosos que podríamos citar sobre las empresas registradas: • El total de empresas inscritas desde 1973 hasta la fecha es de 49,000 empresas aproximadamente (acá se cuentan todas las empresas independientemente del status en el que se encuentren). El mayor repunte de inscripciones, con una diferencia más que evidente respecto al año anterior, se dio en el año 2000 en la que se solicitaron un total de 1,225 matrículas de empresa por primera vez y el año 1999 se habían solicitado únicamente 62. Consideramos que este salto se debió a la reforma introducida en el Código de Comercio y a la entrada en vigencia de la LACAP, en el año 2000 ambas, pues por esta ultima las UACI’s de las instituciones de gobierno deben asegurarse que los ofertantes y contratistas están “legalmente constituidos” y, por ello, de que cumplen con sus obligaciones como comerciantes. • Las primeras de todas las Matrículas que quedaron inscrita al crearse el Registro de Comercio son las siguientes: o Matrícula de Comerciante Individual (*): el señor Francisco Edrulfo Medrano, del domicilio de Soyapango; y cuya matrícula de primera vez tiene fecha de siete de diciembre del año mil novecientos setenta y tres. (*) o Matrícula de Comerciante Social : la COMPAÑÍA SALVADOREÑA DE FINANZAS, Sociedad Anónima que se abrevia COSAFI, S.A. o Matrícula de Empresa y Establecimiento: la sociedad LA CONSTANCIA, Sociedad Anónima, que se abrevia LA CONSTANCIA, S.A. y que tenía la Empresa Industrial y Comercial denominada La Constancia, S.A., dedicada a la fabricación de “Hielo Cristal”, Venta de Hieleras, Vasos, Sacos vacíos y fabricación de Cerveza y agua gaseosa.
* Las matrículas de Comerciante Individual y Social desaparecieron con la reforma introducida al Código de Comercio en el año 2000.