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Autor: m A m E
Algunos dirán sobre Poe: “No me gusta”, “Carece de valor literario”, “Es sobrevaluado por
“Leí El Cuervo y no entendí que relación tiene con la película en que mataron a Brandon
Lee”. Esta última quizás sea una de las más catastróficas opiniones que he escuchado.
Cierto es que a Poe a menudo se le califica sin siquiera conocerle. Un gran porcentaje de los
que alaban o critican su obra nunca la han leído o la han leído muy poco, como ocurre con
¿Y que grupo es el que sigue a Poe? Para esa clase de individuos que acostumbran
etiquetarlo todo, son los góticos, melancólicos, darketos, emos, literatos, bohemios, friks,
nerds, metaleros, etc., tan solo algunas de las muchas clasificaciones que reciben los
lectores y seguidores (que no son lo mismo) de Edgar Allan Poe. ¿Y que ocurre con los
profundidad la obra del autor americano, exagerando podría decir que el único crítico que
realmente leyó su obra fue el mismísimo Rufus Welmot Griswold, escritor y crítico literario
que mantuvo con Poe una relación comparable a la de Salieri y Mozart. ¿Y Quién tras leer a
Poe, podría realmente desdeñarlo? Pudieran no encontrar afinidad por los temas
extravagantes o raros que el autor desarrollaba. Pero nunca podrá decirse nada sobre la
impecable estructura, el inigualable estilo y la inteligencia aguda en cada uno de sus relatos.
segunda mitad del siglo XIX. Maupassant, Baudelaire, Stevenson, Wilde, Conan Doyle,
Melville, etc. Cada uno de ellos autores con estilos y géneros literarios totalmente distintos,
mismos que el genio americano fundó en algunos casos y exploró en otros. Además, Poe
sigue influenciando la literatura moderna, me atrevo a decir que la industria editorial hoy día
no sería lo que es si no fuera por él, quizás haya sido el primer autor norteamericano que
alcanzó a vivir (o sobrevivir) tan solo de sus escritos. No lo logró del todo pues murió en la
pobreza, pero si logró cambiar la perspectiva del mundo para muchos otros que le
mejor, pero si el más famoso seguidor o fan de Edgar Allan Poe, discípulo confeso del autor
De ese susodicho discípulo extraordinario cuenta una leyenda que, siendo niño, durante el
verano de 1839, abordó un barco como polizonte. Horas después ya en alta mar, fue
descubierto y el capitán del navío tomó la decisión de regresarlo al puerto, donde varias
personas, entre ellos los padres del pequeño le buscaban. Su padre le reprendió
severamente por su travesura haciéndolo pasar varios meses encerrado. “Ahora solo viajaré
en el mundo de los sueños” dijo el infante al ser castigado. No logrando consumar su primer
viaje extraordinario, ese niño Julio Gabriel Verne, revolucionó la industria literaria del siglo
XIX y muchos lo destacan como uno de los precursores de la anticipación científica o ciencia
ficción. La neblina de la historia nunca nos permitirá saber que tanto hay de cierto en esta
anécdota o si tan solo fue un invento de los biógrafos verneanos, pero no pocos sospechan
que esta travesura infantil (cierta o no) y la obra completa durante toda la vida del mismo
La travesura del adolescente Verne al escapar de casa para iniciar la más grande de todas
las aventuras, nos recuerda una novela de Poe, la única escrita por el autor, cuyo título en
supuesto intento del escritor francés por convertirse en grumete). El nombre del personaje
narrador es un evidente alter ego del autor americano: Arthur Gordon Pym, un adolescente
navío en alta mar es asaltado por un motín. Pym al salir de su escondite, descubre que la
que sin duda es una de las escenas más obscuras que haya descrito el ser humano. Los
amotinados celebran su triunfo dispuestos a dedicarse a la piratería pero Pym sabiendo que
hay división entre ellos aprovecha la situación para hacerse pasar por un fantasma y
atormentarlos. El autor utiliza aquí como en muchas de sus obras el recurso de la culpa y la
creencia en lo sobrenatural por parte de sus personajes (sobretodo de los villanos) para
resolver el conflicto. Además nos da una cátedra de mecánica simple y el arte de colocar la
carga en un barco (estiba) para justificar la súbita volcadura del navío por el oleaje. Después
del naufragio sobreviven solo cuatro: August, Peters y Parker, quienes junto con Pym
inicia entonces la angustiosa espera de la muerte, en la que participamos como lectores esa
sensación junto a Pym además del misticismo por el paso del holandés errante, tema que
Poe retrató antes en su cuento Mensaje hallado en una botella. Pero el terror real una vez
sobrevivir. Mediante un sorteo, la elección de la paja mas corta (escena cliché de la cultura
contemporánea), los navegantes decidirán quien debe morir para servir de vianda al resto.
Perdiendo el desdichado Parker, el mismo que propusiera la atroz solución y quien no tarda
en morir de un hachazo ejecutado por Peters, indio nativo americano de fuerza prodigiosa
según la descripción del libro. Después de mas penurias tan solo dos sobrevivientes son
rescatados por la goleta Jane Guy: Pym y Peters. La Jane Guy es capitaneada por William
Guy cuyo principal objetivo es investigar las zonas inexploradas cerca del polo sur. Hacia allá
se dirigen los viajeros y cruzan la barrera de hielo, descubriendo una isla habitada
por salvajes de piel negra y un inexplicable terror hacia todo lo blanco, color al que la
amistosos pero tramposamente logran asesinar a casi toda la tripulación. Solo Peters y Pym
sobreviven de nuevo y tras descubrir en la isla una serie de curiosas inscripciones, roban
una canoa con la que escapan, hasta que se encuentran una irresistible corriente que los
empuja hacia el sur, hacia el polo. A medida que se acercan al fin del mundo todo el entorno
lechoso y se calienta, cae sobre le canoa un finísimo y pálido polvo, decenas de aves
gigantes y blancas gritan -¡Tekeli-li, Tekeli-li!- Sin duda lo más sorprendente es el final, que
transcribo textualmente:
recibirnos. Pero he aquí que, a través de nuestro camino, se alzó una figura humana de
proporciones mucho mayores que las de ningún habitante de la tierra, con el rostro velado; el
La narración se interrumpe, se nos comunica que Pym falleció sin escribir los últimos tres
capítulos, además hay un breve análisis de las inscripciones halladas en la isla escritas en
diferentes lenguas (árabe, etíope) que sólo agrega más misterio al asunto. Hay quien dice
que los mejores finales son los que dejan más preguntas. Si eso es cierto Las Aventuras de
Arthur Gordon Pym tiene uno de los finales más brillantes de la historia. Esta obra, bajo el
aspecto de un simple relato de aventuras, entraña diversas implicaciones que la alejan del
carácter aparentemente evasivo de este tipo de literatura. No es el viaje fantástico lo que Poe
inventa o descubre en esta novela, este estilo de narración es tan antiguo como la escritura
misma e incluso anterior, la Ilíada y la Odisea pasaron de boca en boca mucho tiempo antes
de ser escritos, lo mismo ocurre con el Mahabarata y el Ramayana, la narración del viajero
es una imagen absolutamente clásica, predominante en todas las culturas, desde Ulises y
Jasón, pasando por Simbad, hasta Gulliver y Munchausen, pero lo innovador del viaje
fantástico imaginado por Poe, es que lo mas extraordinario que sucede en el viaje, no es lo
que encuentra el viajero, sino que son los actos humanos mismos los que generan el caos,
Pym es testigo de los mas grandes horrores causados por los hombres, en un mundo que
rincón del mundo. Solo los polos, en específico la Antártida, son desconocidos y ahí es
donde Poe lleva a Pym. Ese joven, que tan solo buscaba cumplir su sueño de viajar, termina
en el extremo del mundo encontrándose con el más grande de los misterios, uno que ni
siquiera Poe puede contarnos, porque la novela se interrumpe de golpe. Si Verne leyó este
libro y eso lo inspiró a esconderse en un barco la leyenda no nos lo dice, pero si sabemos
que en su ensayo Edgar Poe y sus obras (1864), obra donde Verne explaya toda su
admiración por el autor americano, el francés nos comenta sobre el final de esta novela:
“…Y la narración se interrumpe al llegar a este punto. ¿Quién la retomará algún día? Alguien
más audaz que yo y más resuelto a avanzar en el dominio de las cosas imposibles” (Julio
Entendemos por sus palabras que Verne no se sentía en ese momento digno de retomar la
narración de Poe. Ese estilo de viaje fantástico, donde el viajero encuentra una nueva e
inimaginable frontera, aunque dentro de su realidad y que al cruzar esa frontera se llega a lo
imposible, es justo el estilo que Edgar Allan Poe recreó en Arthur Gordon Pym y del cual
Julio Verne se enamoró, convirtiendo a Poe en su héroe o dios literario. Verne consideraba
la obra de Poe una “cima inaccesible”, que sin embargo lo impulsaba a escribir. Por eso al
cumplir los 23 años, Verne publicó su primer libro de aventuras Drama en México, historia de
traición en altamar que nos remite totalmente a Pym. Un motín y un viaje al exótico México
del siglo XIX. El desenlace en el que los traidores mueren por su propia culpa y sus sueños
fantasmales. Nos remite también al Corazón delator y al Gato negro, ambos cuentos de
Poe. Este primer libro de Verne pasó desapercibido y no le dio fama, su estructura es simple
insurgente. Al cumplir los 33 años el mismo Verne, confesó públicamente su pasión por el
autor norteamericano, publicando el ensayo ya mencionado Edgar Poe y sus obras, donde
festejó haber leído cuando menos todas las obras narrativas de Poe, y también reconoció la
“Poe ha creado un género aparte, que solo procede de él mismo, y del cual me parece que
intentarán ir más allá, de exagerar su estilo; más de uno creerá que le sobrepasará, pero no
Verne haciendo un notable resumen de todas las obras Poeianas y desentrañó lo más
“positivo” de cada uno de sus relatos, Verne confesó admirar a Poe mas por su capacidad de
análisis y su conocimiento científico, que por su estructura y estilo literario. Nada extraño
para el autor que alguna vez declarara en una entrevista estar “más interesado en los
asuntos que en la estructura”. De todas las obras de Poe, Verne dedicó mas espacio en su
ensayo a Arthur Gordon Pym, a la cual proclama una obra maestra. Tan solo dos años
después de publicar este ensayo, Verne llega a la conclusión de crear una nueva estructura
de novela, en la cual retoma muchos elementos de Pym, fusionados con Robinson Crusoe
de Danielle Defoe (su otro gran ídolo). Es así como diseña la Novela Científica, que presenta
como proyecto al editor progresista Julio Hetzel, quien no tardó en contratar a Julio Verne
para escribir tres novelas por año durante los siguientes veinte años. Verne bautiza a su
homenaje no se queda ahí, Verne basó una gran cantidad de sus obras en trabajos previos
Extraordinarios.
Uno de los cuentos de Poe que Verne menciona en su ensayo es conocido como "El camelo
del globo" o “La patraña del globo”, narración breve que fue impresa por primera vez en el
“Impresionantes Noticias. Por exprés vía Norfolk, el Atlántico se ha cruzado en tres días. El
triunfo fue firmado por la máquina voladora del señor Monk Mason.”
De ahí, el artículo proveía una detallada y verosímil descripción de un viaje en un globo más
ligero que el aire, realizado por el famoso globista Monk Mason, a través del océano Atlántico
nave. Poe pudo haber sido inspirado por un embuste periodístico anterior conocido como el
"El gran camelo lunar", publicado en el mismo periódico en 1835, muy popular en su época
pero que fue plagiado de un relato, La incomparable aventura de un tal Hans Pfaall, escrito
por Edgar Allan Poe. Plagio por el cual se había estado quejando por más de una década.
Fue tal la insistencia que finalmente consiguió que el periódico The Sun le permitiera
publicar su historia sobre un viaje en globo a través del Atlántico la cual tuvo mucho éxito. La
historia reflejaba la turbulencia que existía en aquel entonces por el progreso. El autor
incluyó elementos ultrarealistas, como el diseño del globo y un extenso recuento del
funcionamiento del sistema de propulsión. Los nombres de personajes reales, como William
Harrison Ainsworth, ayudaron a crear la fantasía. El camelo del globo se considera uno de
los "cuentos de raciocinio" de Poe, pero a la inversa: en vez de ir apartando cosas para
resolver un problema, lo que hizo fue sumar ficciones para crear una realidad posible. Esta
historia es una forma temprana de ciencia ficción, que responde a la tecnología emergente
de globos aerostáticos. Este cuento es sin duda la inspiración de Julio Verne para Cinco
semanas en globo, la primera novela científica como tal, el primer proyecto publicado por los
dos Julios, que fue como muchos sabrán mundialmente reconocida. Verne amplió la
aventura de tres días a cinco semanas y llevó el escenario al África. Ambos relatos fueron
escritos cuando el globo aerostático ya era un invento conocido, pero lo innovador es que
nunca se había utilizado para hacer viajes largos. Poe se anticipa a esta posibilidad en su
breve relato, pero curiosamente la fama y el reconocimiento de esta predicción hoy día se le
adjudica a Verne, de igual manera que las habilidades de deducción de Dupin (personaje de
Poe) se le adjudican a Holmes (personaje de Conan Doyle). Es notable que Poe usara este
artefacto en otro relato no solo para cruzar el atlántico, sino que también para llegar a la
Luna, en el cuento que le había sido plagiado La incomparable aventura de un tal Hans
consigue escapar después de dinamitar a sus acreedores (imagen que alegraría no a pocos
a la hora de ver los adeudos de las tarjetas) y volar de manera increíble hasta el satélite mas
cercano a la Tierra, se imaginaran entonces que este relato inspiró también otra de las obras
de Verne, De la Tierra a la Luna, pero hablaremos de ella mas adelante. Verne usó el globo
aerostático en algunos otros de sus relatos, La isla misteriosa, por citar alguno. Las versiones
fílmicas de su libro La Vuelta al mundo en ochenta días, han usado el globo aerostático
también, medio de transporte que en ningún momento aparece en esta novela. Ahora
pero en defensa del francés diré que Poe no inventó el globo aerostático. Ni siquiera fue el
tratan sobre medios de transporte, barcos, carretas, caballos, automóviles, aviones, naves
espaciales y por supuesto globos aerostáticos. Verne no tuvo intención de apropiarse del
concepto del viaje en globo, pero su sutil homenaje a Poe fue tan popular que encontró
reflejo dentro de la cultura y el cine, reflejo que lo catapultó al imaginario de todo el mundo.
Otra referencia a Poe en la obra de Julio Verne fue en Viaje al centro de la Tierra, donde el
francés explayó toda su admiración por el norteamericano. Es la primera de sus obras donde
las ficciones vernianas, violan las leyes naturales (aunque él lo negara) y brincan a la
homenajea a Poe. La aventura nace del criptograma del islandés Arne Saknussemm, “un
sabio del siglo XVI”, escrito sobre un pliego de papel oculto en un libro. Que todo parta del
de la trama, no es algo inhabitual en Verne. Admiraba “El escarabajo de oro” de Poe y, como
a su maestro, le gustaba recurrir a este artificio casi mágico para dar más emoción y misterio
a sus aventuras. Incluso la idea de un mundo hueco, trama central de la novela, a pesar de
ser bastante antigua también fue tratada por Poe en su cuento, el Camelo del globo, cuando
“Detalle interesante: a 25.000 pies de altura el cielo parece casi negro y las estrellas se ven
con toda claridad; en cuanto al mar, no aparece convexo, como podría suponerse, sino total
y absolutamente cóncavo”
Hay más rastros de Poe en la novela “Viaje al centro de la Tierra”. Así son las “lecciones de
abismo” que el profesor Lidenbrock le hace tomar a su sobrino cuando éste se inclina sobre
la chimenea central del volcán Sneffels, el camino que han de seguir en su viaje, y piensa:
“Me recliné sobre una roca avanzada hacia su interior y dirigí hacia abajo mi mirada. Mis
borrachera. No hay nada que embriague tanto como la atracción del abismo.”
inefables. Por grados aún más imperceptibles esta nube cobra forma, (...).
cercanía de Verne con la mente de Poe. Plagio, robo, copia lo llamaran muchos, otros cuyas
ideas comparto, diremos que Verne se apasionaba por la obra de su ídolo. No se le puede
llamar plagio porque su imitación es evidente y confesa. ¿Si no, para que escribir un ensayo
lo que Platón representaba para Sócrates, continuador de una obra, de un estilo y de una
escuela. Así como Platón escribió, describió y corrigió a Sócrates, así Verne fábrica su
prolífica obra en homenaje o tributo a Edgar Allan Poe. Ambos maestros murieron,
cientos de siglos se hablé de Poe, como hoy se hace con Sócrates, a quien incluso lo
conciben como un invento de su discípulo. Pero si hemos de aceptar a Verne como alumno
de Poe, deberemos reconocer que no lo fue en todos sus aspectos. Verne era heredero de
cuentos, en las historias, en las novelas, en efecto, donde se manifiesta toda la rareza del
Julio Verne ni siquiera menciona la faceta de poeta, que Poe siempre defendió como su
esencia. El poema el Cuervo catapultó a Poe a la fama, pero Verne solo estaba interesado
en las rarezas de su maestro, para las que no encontraba comparación y que era su
obsesión explicar incluso reescribir. Es decir, trató de enmendarle la plana. Verne era un
obsesivo, así lo delata el análisis sobe el cuento, La incomparable aventura de un tal Hans
Pfaall, cuento ya mencionado, que Verne revisa ampliamente en su ensayo. Poe inventa un
extraño artefacto parecido al globo aerostático como el mecanismo que usa este tal Hans
“Me apresuraré en decirles que, allí también, son transgredidas intrépidamente las leyes más
Poe, que, con algunas invenciones, hubiera podido hacer su relato más creíble; después de
todo, como se trata de un viaje a la Luna, no hay que mostrarse muy exigente con los
medios de transporte.”
Verne duda del método de transporte elegido por su maestro para llegar a la luna, aun así
Hans Pfaall llega a la Luna a pesar suyo, allí se encuentra con una raza de selenitas, seres
y reducido de cada uno de nosotros. Julio Verne comentó este cuento en largos artículos de
la prensa hablando del norteamericano y su viaje a la Luna. Sobre ese punto, el de los
habitantes minúsculos, escribió una frase que responde de manera muy clara a la mentalidad
"Me gusta creer que, vista la situación inferior de su planeta, estos selenitas servirían, como
Dado que Poe sólo apunta la existencia de estos personajes y no explica mucho de ellos,
cuento. Posteriormente escribió uno de sus libros más célebres quizás tratando de lograrlo:
De la Tierra a la Luna, aunque en realidad poco tiene que ver con este primer increíble viaje
que efectúa Hans Pfall. El medio de transporte elegido por Verne es una bala de cañón al
legendario estilo del Barón Munchaussen, método que le parecía más creíble que el elegido
llevados por una discusión sobre la posibilidad del viaje a la luna, deciden hacer el intento
para ver cual de ellos tiene la razón. Esa artimaña de la apuesta entre caballeros, es todo un
cliché de las obras de Verne, que toca su culmen en su novela mas popular, mas vendida y
francés, toma un elemento sorpresivo de la obra de Poe. Philias Fogg, un obsesivo hombre
racional de comportamiento casi matemático al más puro estilo Poeiano, apuesta la mitad de
su fortuna para demostrar que es posible viajar alrededor de la Tierra en tan solo ochenta
días. Atraviesa grandes obstáculos que le obligan a gastar la otra mitad de su fortuna pero el
Por tanto se presume perdedor de la apuesta, para su sorpresa llega a Londres tras 80 días
de viaje, ganando la apuesta a sus incrédulos compañeros del club de notables. ¿Philias
Fogg este hombre de comportamiento matemático equivocó sus cuentas? No, Verne usó un
interesante fenómeno que ocurre cuando viajamos en el sentido contrario al movimiento del
sol en el firmamento. Philias Fogg en su recorrido, acortó sus días cuatro minutos por grado
de circunferencia terrestre recorrido, de forma que al multiplicar cuatro minutos por los 360°
dicho un día. El viajero Fogg ahorró un día, de manera que aunque el vió salir y ponerse el
sol ochenta y un veces, sus oponentes que permanecieron inmóviles en Londres solo
contaron ochenta amaneceres. Es una idea sorprendente y original, pero Verne no fue el
primero en usarla en la literatura. Poe ya la había tratado en su cuento Tres domingos por
semana, donde un joven enamorado de su prima, pide a su abuelo disponga la fecha para su
matrimonio. “Cuando tres domingos transcurran unos después del otro” dice el abuelo. Así el
enamorado e incestuoso alter ego de Allan Poe, logra resolver la prueba de su abuelo,
haciendo que dos viajeros circunvalen el mundo, uno viajando hacia el oeste en el sentido
del sol y otro hacia el este en el sentido opuesto. Para el segundo viajero, al igual que para el
Philias Fogg de Verne, los días son mas cortos, mientras que para el primero los días se
Para el que viajó hacia el oeste el día de mañana será domingo; para el que viajó hacia el
este ayer fue domingo, para los que permanecieron en tierra hoy es domingo. Así los
Como comentario adicional, Philias Fogg también se casa al final de la novela de Verne,
incluso concluye la obra afirmando que para encontrar el amor, bien vale la pena dar la
vuelta al mundo, siendo una de las pocas referencias románticas en la obra de Verne, que la
mayoría de las veces fue algo misógino o asexuado. ¿Habrá querido mantener el origen
romántico del viaje de Poe o tan solo es una coincidencia más? Cuando menos es cierto que
en lo que concierne a mujeres, Poe y Verne tuvieron historias cercanas y al mismo tiempo
completamente opuestas. Poe fue un hombre mejor comprendido y amado por las féminas
que por los hombres, lamentablemente las mujeres de su vida siempre le fueron arrebatadas
una de sus primas a la que incluso propuso matrimonio, pero su amor no fue correspondido,
ella se casó según dijo Verne por interés económico con otro hombre. Esto hizo tener a
Verne un prejuicio sobre el comportamiento de las féminas, aunque él también se casara por
conveniencia años después con una viuda. Su matrimonio no fue feliz pero duró toda la vida,
el matrimonio de Poe fue feliz pero sufrido y breve. Virginia Clemm su prima y esposa murió
a los pocos años por la tuberculosis. Notamos que la comparación de Poe y Verne pudiera
continuarse hasta la intimidad, pero ahí deja de tener interés para la literatura. Poe murió
joven y en la miseria, Verne tuvo una vida larga y la riqueza le acompaño toda su vida. Fue
hasta la madurez que se sintió capaz y decidido a lograr lo que él consideraba el mayor reto,
la apuesta que él mismo se pusiera y que consideraba como imposible: Retomar y finalizar
obra de Poe. Verne retoma totalmente la historia de Arthur Gordon Pym. Sus personajes
siguen el rastro de Pym años después de haber ocurrido su viaje, haciendo uso del diario
que Pym dejó para la posteridad. Verne convierte esta novela en una especie de búsqueda
muy al estilo de su libro Los hijos del capitán Grant. Trata de dar continuidad a la obra de
Poe copiándose a si mismo, lo cual no convierte a La Esfinge de los hielos en una gran obra.
Para rematar el desacierto, Verne resuelve las partes más fantásticas de la novela de Poe,
como simples alucinaciones y con un ardid pro científico trata de resolver la misteriosa
explicada parece convertirse en una superchería. No deja de ser un buen intento aunque
Las montañas de la locura de H.P. Lovecraft son un mejor homenaje a Arthur Gordon Pym.
literatura culta de Francia, como siempre fue su deseo. A Poe cada día se le encumbra más
como el primer gran autor americano. Verne es conocido como un gran educador, sus
novelas e imaginario han encontrado un gran nicho en la cultura popular, aunque al final sus
últimos libros no fueron tan originales e ingeniosos como lo fueron en su apogeo. Su último
Sinaloa), no deja de ser un cuento ingenioso, pero nada que nos asombre como sus
primeras novelas lo hicieran. Poe murió a edad temprana y de manera inesperada, creyendo
haber escrito la mayor de sus obras, o cuando menos así se expreso al terminar Eureka, su
ensayo poético cosmogónico. A Verne se le reconocen sus predicciones sobre el futuro, las
maquinas voladoras, el viaje a la luna, etc., temas que como sabemos Poe también trató en
otras de sus obras, Poe mencionó temas más profundos, aportaciones a la Criminología,
Filosofía, Física, Astronomía, como la relatividad del espacio y el tiempo, los agujeros
negros, la teoría del bigbang, el universo palpitante, las supercuerdas, todas ellas,
predicciones que Verne leyó en los escritos de Poe, pero no retomó quizás por no tener
especial aprecio por la obra poética de su ídolo. Eureka de Poe, sin duda merece una
revisión por si misma, pero ni siquiera Julio Verne fue tan osado para llevarla acabo. Eureka
continuará entonces siendo para muchos el más polémico escrito de Edgar Allan Poe.
“Alguien más audaz que yo y más resuelto a avanzar en el dominio de las cosas imposibles”