Professional Documents
Culture Documents
HEPÁTICO CRÓNICO
DRA. ROSA M. PÉREZ AYUSO
ASCITIS
Patogenia
Aunque la patogenia de la ascitis no está todavía totalmente aclara-
da, la teoría más recientemente aceptada es la siguiente (Figura 1): la
existencia de una hipertensión portal sinusoidal sería el primer evento
que condicionará la aparición de una vasodilatación arterial sistémica,
principalmente localizada en el territorio esplácnico. Esta vasodilatación
determinará dos tipos de eventos, el primero se relaciona con el aumen-
to secundario del influjo en la microcirculación esplácnica, que condi-
ciona un incremento en la formación de linfa a través de un aumento de
la presión capilar y de la permeabilidad esplácnica. El segundo consiste
en la aparición de una hipovolemia efectiva y el consiguiente descenso
de la presión arterial, lo que determina la activación de los sistemas
vasopresores y retenedores de sodio y agua (renina-angiotensina-
aldosterona, nervioso simpático y hormona antidiurética). Ambos even-
tos actuando simultáneamente conducen a la formación continua de
ascitis. Aunque se han propuesto numerosos agentes vasodilatadores
199
ROSA M. PÉREZ A.
HIPERTENSION PORTAL
VASODILATACION
ARTERIAL
ESPLÁCNICA
HIPOVOLEMIA
↑ PRESION CAPILAR EFECTIVA
Y PERMEABILIDAD
ESPLÁCNICA ↓ TA
ACTIVACION SISTEMAS
VASOCONSTRICTORES
Y RETENEDORES SODIO
Y AGUA
ASCITIS
200
COMPLICACIONES DEL DAÑO HEPÁTICO CRÓNICO
Tratamiento
Tenemos la posibilidad de actuar a nivel de los distintos eventos
fisiopatológicos de la ascitis que acontecen secuencialmente.
Restricción de sodio y diuréticos
Actuamos sobre la retención renal de sodio. El 90% de los pacientes
responden a este tratamiento, pero no está exento de complicaciones
(insuficiencia renal, trastornos electrolíticos, hiponatremia dilucional,
etc), y entre un 5 a 10% de cirróticos sin insuficiencia renal, presentan
una ascitis refractaria al tratamiento diurético, porcentaje que es más
elevado en los pacientes con insuficiencia renal.
El diurético de elección en el tratamiento de la ascitis por hipertensión
portal es la espironolactona. Nunca debe administrarse furosemida de
forma aislada. En general se recomienda la siguiente pauta:
• Ascitis grado 1: Escasa. Dieta hiposódica (2 g /día) y espironolactona
100 mg/día.
• Ascitis grado 2: El volumen de ascitis oscila entre 3 y 6 litros.
Espironolactona 100 mg/día, como dosis inicial, si la excreción uri-
naria de sodio es superior a 10 mEq/día. Si la excreción de sodio es
inferior a 10 mEq/día y BUN normal, deben asociarse furosemida (40
mg/día) y espironolactona (100 mg/día), todo en una única dosis por la
mañana como dosis de partida. Si los niveles plasmáticos de
creatinina y/o BUN son iguales o superiores a 1,2 mg/dl y 25 mg/dl,
respectivamente, debe iniciarse el tratamiento con furosemida (80
mg/día) y espironolactona (200 mg/día).
Los pacientes deben reevaluarse cada 5 días, ajustando la dosis de
diuréticos según la respuesta (estimada por la evolución del peso
corporal, diuresis de 24 h, perímetro abdominal y excreción urinaria
de sodio). Deben controlarse inicialmente cada 5 días con BUN,
creatinina y electrolitos plasmáticos hasta alcanzar la dosis de diu-
réticos adecuada. El objetivo es detectar tempranamente la apari-
ción de una insuficiencia renal por diuréticos y de trastornos
electrolíticos. Una vez alcanzada la dosis de diuréticos eficaz, sin
efectos secundarios, los controles pueden distanciarse. Se considera
respuesta diurética insatisfactoria, cuando la pérdida de peso es
201
ROSA M. PÉREZ A.
Paracentesis evacuadora
La paracentesis terapéutica total (una sola sesión) está indicada en
las siguientes situaciones: Ascitis a tensión (grado 3) y ascitis refracta-
ria al tratamiento diurético.
Cuando la paracentesis evacuadora es superior a 5 litros, debe ad-
ministrarse siempre seroalbúmina, 6-8 g/l de ascitis extraída (50% du-
rante la paracentesis y la otra mitad 6 horas después). El objetivo es
prevenir la disfunción circulatoria postparacentesis, que se asocia a la
extracción de un volumen importante de ascitis y que se caracteriza por
una disminución del volumen plasmático efectivo secundario a una
mayor vasodilatación esplácnica. Esta alteración se asocia a un
reacúmulo más rápido de la ascitis, el 20% de estos pacientes desarro-
llan insuficiencia renal y/o hiponatremia dilucional y, por último, el de-
sarrollo de esta complicación no es reversible espontáneamente y se
asocia a una menor supervivencia. Tras la paracentesis evacuadora, los
pacientes deben continuar siempre con tratamiento diurético para evi-
tar el reacúmulo rápido de la ascitis.
Otras alternativas
Entre el 10 a 20% de los pacientes cirróticos presentan una ascitis
refractaria al tratamiento diurético. Según el Club Internacional de la
Ascitis, la ascitis es refractaria, cuando no puede eliminarse con el
tratamiento diurético habitual o cuando su reaparición, tras una
paracentesis evacuadora, no puede prevenirse con diuréticos. Esta
definición incluye dos subtipos diferentes: “Ascitis resistente a los
diuréticos” y “ascitis intratable con diuréticos”:
• Ascitis resistente a los diuréticos: No responde a la restricción de
sodio (50 mEq/día) y a la máxima dosis de diuréticos (furosemida 160
mg/d y espironolactona 400 mg/d), administrada un mínimo de 7
días, o recurre tempranamente tras una paracentesis evacuadora, a
pesar del tratamiento diurético. Se considera recurrencia temprana la
202
COMPLICACIONES DEL DAÑO HEPÁTICO CRÓNICO
203
ROSA M. PÉREZ A.
SÍNDROME HEPATORRENAL
Definición
El Club Internacional de la Ascitis ha definido dos tipos de SHR:
SHR tipo 1. Deterioro rápido y progresivo de la función renal, con
aumento de un 100% de la creatinina plasmática hasta un nivel > 2,5
mg/dl en menos de 2 semanas, o un descenso del 50% del clearance de
creatinina hasta un nivel < 20 ml/min en igual período. En algunos
pacientes este SHR se desarrolla espontáneamente, sin un factor
precipitante identificable, en cambio, en otros, se relaciona con una com-
plicación, especialmente en el curso o tras la resolución de una PBE. La
aparición de un SHR se asocia a una elevada mortalidad a corto plazo.
SHR tipo 2. Deterioro leve y progresivo de la función renal, su
consecuencia clínica principal es la aparición de una ascitis refractaria.
Además se han definido una serie de criterios mayores para el diag-
nóstico de este síndrome:
• Disminución del filtrado glomerular: creatinina plasmática > 1,5 mg/dl o
clearance de creatinina < 40 ml/min.
• Ausencia de shock, infección bacteriana, hipovolemia, drogas
nefrotóxicas.
• No mejoría de la función renal tras retirar diuréticos y expansión de
la volemia con 1,5 litros de un expansor del plasma.
• Proteinuria < 500 mg/d y ausencia ultrasonográfica de uropatía
obstructiva o enfermedad renal parenquimatosa.
Patogenia
El SHR se desarrolla siempre en pacientes con cirrosis hepática
avanzada e hipertensión portal grave. La perfusión renal en pacientes
cirróticos con ascitis sin insuficiencia renal se mantiene dentro de unos
204
COMPLICACIONES DEL DAÑO HEPÁTICO CRÓNICO
Tratamiento
Sigue siendo una complicación de difícil manejo. Los únicos méto-
dos eficaces, además del trasplante hepático, son los que determinan
un aumento del volumen plasmático efectivo y los que inducen un
descenso significativo de la presión portal.
• Aumento del volumen plasmático efectivo. Se puede lograr median-
te agentes con un potente efecto vasoconstrictor en el territorio
esplácnico. Existen estudios no controlados con dos análogos de la
vasopresina, ornipresina y terlipresina, ambos asociados a la admi-
nistración de albúmina iv, logran la regresión del SHR que persiste
tras suspender el tratamiento, permitiendo que aproximadamente
2/3 de los pacientes lleguen al trasplante. Entre ellos, el de elección
es la terlipresina, por no asociarse a complicaciones isquémicas. Sin
embargo, se necesitan estudios controlados y con un mayor núme-
ro de pacientes para aceptar este tratamiento en la práctica clínica, y
únicamente podría indicarse, de demostrarse su eficacia real, en
aquellos pacientes que vayan a trasplantarse en un corto período.
• Descenso de la presión portal. Mediante la colocación de TIPS.
Estos estudios han observado que se logra mejorar la función renal
en estos pacientes, pero se asocia a una elevada incidencia de com-
plicaciones, tales como EH y deterioro de la función hepática. Por
otro lado, faltan estudios prospectivos y controlados, y por el mo-
mento debe considerarse sólo como puente al trasplante hepático.
Finalmente, el tratamiento de elección del SHR es el trasplante hepá-
tico, si bien esta indicación debe hacerse, si es posible, antes de la
aparición del SHR. Como puente hasta el trasplante, estos pacientes
pueden manejarse eventualmente con terlipresina asociada a albúmina
o mediante la colocación de TIPS.
205
ROSA M. PÉREZ A.
Diagnóstico
El pronóstico de la PBE depende principalmente de la precocidad de
su diagnóstico, el que se basa en el recuento diferencial, el examen
citoquímico del sedimento del LA y en el cultivo del mismo.
¿Cuándo debe realizarse una paracentesis exploradora?:
1) En todos los pacientes con ascitis que ingresan en el hospital.
2) Siempre que un paciente con ascitis presente:
• Signos o síntomas de peritonitis.
• Signos de infección sistémica.
• EH o deterioro función renal.
• Hemorragia digestiva.
El diagnóstico de PBE se basa en un recuento de PMN igual o
> 250/µl, siempre que predominen los PMN. En esta situación debe
iniciarse tratamiento antibiótico empírico, sin esperar el resultado mi-
crobiológico. Para este examen debe inocularse una cantidad mínima de
10 ml de LA en 2 frascos de hemocultivo (aerobio y anaerobio) en la
cabecera del paciente y remitirse sin demora al laboratorio de microbio-
logía. Con esta metódica se alcanza entre el 50 y 70% de positividad,
debido a la baja concentración de bacterias en el LA. El hallazgo de una
tinción de Gram positiva a varios gérmenes, es altamente sugestiva de
peritonitis secundaria. Pacientes con recuento de PMN igual o > 250/µl
y cultivos negativos de LA y sangre, debe considerarse que tienen una
“PBE con cultivo negativo”.
206
COMPLICACIONES DEL DAÑO HEPÁTICO CRÓNICO
Tratamiento
Comprende tres aspectos: el control hemodinámico, la prevención
de complicaciones y el tratamiento antibiótico empírico.
Prevención de complicaciones
La PBE se asocia a complicaciones relacionadas con el deterioro de
la función hepática y renal. Un 30% de los pacientes presentan deterio-
ro de la función renal incluso en los casos de buena respuesta al trata-
miento antibiótico. Este deterioro es un factor predictivo de elevada
mortalidad (casi de un 100%).
¿Cómo prevenir el deterioro de la función renal?:
1. Albúmina iv de 1,5 g/kg el primer día y 1 g/kg el tercer día. Previene
el deterioro de la función renal y mejora la sobrevida intrahospitalaria.
Se recomienda en pacientes con mayor riesgo de desarrollar un
deterioro de la función renal: niveles basales de BUN > 30 mg/dl y/o
creatinina plasmática > 1 mg/dl, o bilirrubinemia > 4 mg/dl.
2. Evitar maniobras que favorecen el deterioro de la función renal:
fármacos nefrotóxicos (aminoglicósidos, AINE), diuréticos, para-
centesis evacuadora.
207
ROSA M. PÉREZ A.
208
COMPLICACIONES DEL DAÑO HEPÁTICO CRÓNICO
Profilaxis
La PBE es un factor predictivo de elevada mortalidad a mediano
plazo y una indicación de trasplante hepático. Existen meta-análisis que
han demostrado que la profilaxis tiene buena relación costo-beneficio,
mejora la sobrevida y retrasa la indicación de trasplante hepático.
Debemos distinguir dos tipos de profilaxis:
• Profilaxis primaria. Sólo en pacientes sin antecedentes de PBE,
con elevado riesgo de presentar un primer episodio: a) pacientes
con ascitis y hemorragia digestiva, cuya probabilidad de presentar
esta complicación es del 30 al 50%. En los pacientes sin ascitis y con
hemorragia digestiva, también es recomendable realizar profilaxis
antibiótica, porque hasta un 20% presentan alguna infección en el
momento de su hospitalización y hasta un 50% la desarrollará du-
rante el ingreso, b) presencia < 10 g/l de proteínas en el LA, en
pacientes con hospitalizaciones prolongados o con bilirrubina > 3
mg/dl; y/o un recuento de plaquetas < 90.000/ µl. El riesgo de PBE
en estos casos es > 40%. c) Pacientes con < 10 g/l de proteínas en
LA, en lista de espera para trasplante hepático (no existe consenso
al respecto por falta de estudios prospectivos).
• Profilaxis secundaria. En todos los pacientes que hayan presenta-
do un episodio previo de PBE, cuya probabilidad de recidiva es
superior al 50% anual.
¿Qué antibióticos deben emplearse en cada caso?
• Pacientes con hemorragia digestiva: Norfloxacino oral 400 mg c/12 h
durante 7 días. Si se usa la vía sistémica: cefotaxima, ciprofloxacino
o amoxicilina-ac.clavulánico. Siempre debe efectuarse una para-
centesis exploradora antes del inicio de la profilaxis antibiótica, por
el elevado riesgo de que estos pacientes ya tengan una PBE en el
momento de la hospitalización.
• Pacientes < 10 g/l de proteínas en LA y en las situaciones antes descri-
tas: Norfloxacino oral 400 mg/día de forma permanente mientras exista
ascitis. Otras alternativas: ciprofloxacino oral 750 mg/semanal y
trimetroprim-sulfametoxazol doble concentración oral 5 días/sema-
na. Cabe destacar que sólo existe un estudio que evaluó la eficacia
de estos dos últimos antibióticos y con un escaso número de pa-
cientes. No existe consenso sobre la indicación de profilaxis prima-
ria en los pacientes con sólo < 10 g/l de proteínas en LA en ausencia
de una bilirrubina elevada o plaquetas disminuidas.
209
ROSA M. PÉREZ A.
En resumen:
• Todo paciente cirrótico con ascitis debe ser sometido a una para-
centesis exploradora aunque no tenga signos de infección.
• Todo paciente que haya presentado un episodio de PBE debe eva-
luarse para trasplante hepático.
• Existen meta-análisis que demuestran que la profilaxis de la PBE se
asocia a una mejoría de la sobrevida y presenta una buena relación
costo-beneficio si se aplica en pacientes con riesgo elevado de
infección: a) Antecedentes de PBE y b) Proteínas < 10 g/l en LA
asociada a bilirrubinemia > 3 mg/dl o plaquetas disminuidas
(< 90.000/µl).
ENCEFALOPATÍA HEPÁTICA
Definición
Patogenia
210
COMPLICACIONES DEL DAÑO HEPÁTICO CRÓNICO
Factores predisponentes
La insuficiencia hepatocelular y la presencia de colaterales porto-
sistémicas son factores imprescindibles para que se produzca la EH.
Factores determinantes
No se han identificado con claridad las sustancias responsables de
la alteración en la neurotransmisión. Si bien el amonio puede que sea el
factor más importante, la importancia de su medición en sangre es dis-
cutible, ya que existe una mala correlación entre los niveles arteriales y
el grado de EH y clínicamente no es útil. La toxicidad del amonio se debe
a cambios intracerebrales secundarios a su metabolismo, sus niveles en
la periferia no reflejan con exactitud las alteraciones neuroquímicas.
Factores precipitantes
• Hemorragia digestiva.
• Transgresiones dietéticas.
• Estreñimiento.
• Insuficiencia renal.
• Alteraciones hidroelectrolíticas.
• Infecciones.
• Sedantes.
Manifestaciones clínicas
1. Aguda o subaguda. Aparece de forma brusca o de manera subaguda
en el curso de una semana.
2. Aguda o subaguda recurrente. Episodios muy ocasionales de dura-
ción o intensidad variables, pero con normalidad absoluta en los
intervalos.
3. Recidivante. Episodios sucesivos durante meses o años, aunque
con medidas adecuadas pueden ser reversibles y controlables.
4. Crónica. Es permanente, con una evolución de curso oscilante en
intensidad y habitualmente es progresiva e irreversible, sin interva-
los libres de signos o síntomas de EH. Este tipo suele presentarse
en pacientes con una cirrosis hepática y un elevado grado de anasto-
mosis portosistémicas, ya sean espontáneas o quirúrgicas (shunt
portocava).
5. EH latente. Sólo detectable mediante exploraciones complementa-
rias.
La clasificación de la EH se puede ver en la Tabla 1.
211
ROSA M. PÉREZ A.
Diagnóstico
212
COMPLICACIONES DEL DAÑO HEPÁTICO CRÓNICO
Tratamiento
213
ROSA M. PÉREZ A.
214
COMPLICACIONES DEL DAÑO HEPÁTICO CRÓNICO
215
ROSA M. PÉREZ A.
Referencias
216