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El Impacto del Trabajo Minero en la Familia

Los efectos de la minería en sus trabajadores ha llevado a cuestionar


la calidad de vida de los mismos, especialmente en el ámbito familiar.
Los sistemas de turnos hacen que por ciertos periodos de tiempo los
mineros no cumplan su rol de esposos y padres.

Considerando este factor, es que un grupo de investigadores de la


Universidad de Chile desarrolló el trabajo “Análisis Impacto
Psicosocial, Sistema De Trabajo Por Turnos En La Unidad Familiar”,
el que arrojó impresionantes verdades sobre la realidad que gira
entorno al núcleo minero. El estudio se realizó en la II región del país
y estuvo a cargo de la Investigadora Sonia Montecino, quién
conversó en exclusiva con areaminera.com.

La especialista señaló que la investigación fue encargada al


departamento de Estudio de Géneros de dicha casa universitaria; lo que derivó en que el tema
se centrara principalmente en la relaciones de pareja. “ Llevamos a cabo nuestra gestión de
dos formas: una cuantitativa, considerando las estadísticas regionales mediante los censos y
otra cualitativa, donde trabajamos con focus groups –compuesto de hombres y mujeres-
además, desarrollamos entrevistas, basándonos en cuestionarios”.

- ¿Cómo surgió la idea de realizar un estudio enfocado a la familia minera?

“Esta iniciativa fue motivada por el Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM) regional de
Antofagasta. En esta zona existía una gran preocupación por las consecuencias que traía a la
familia, principalmente a las mujeres, el trabajo de turno que desarrollan los mineros. Las
esposas fueron las que llamaron a licitación para este proyecto, y nosotros lo tomamos. La idea
en definitiva era ver cuál era el impacto real de esta actividad en el núcleo familiar.”

- ¿Es muy distinta la realidad que viven estas familias?

“ Es diferente, los integrantes siguen al hombre que trabaja. Entonces la esposa, los hijos se
acomodan a su realidad. Las personas que viven en el lugar pueden percibir fácilmente que
hay un modelo de trabajo masculino, que es distinto al que se da en las otras regiones del
país.”

- ¿Cuales son los principales problemas que afectan, la relación de las parejas que están
sometidas a los trabajos de turnos?

“ En primer lugar, es necesario destacar que, cualquiera sea el sistema de turnos, altera de
alguna forma al núcleo familiar, y segundo, las alteraciones que sufre éste serán a ser distintas
según el origen de las familias. De esta forma, si el origen de la familia es de la zona, ya
cuentan con una base tradicional, de costumbre, lo que hace que los efectos sean mucho
menores a los que ocurren en familias migrantes. Un tercer elemento, sería la situación de la
mujer. Para ella es mucho más difícil que para los hombres porque están condicionadas a sus
maridos. Son personas que no trabajan remuneradamente y pasan todo el día encerrada con
los quehaceres del hogar. La familia siempre va a girar en torno al hombre, cuándo llega, a qué
hora etc.”, indica Sonia Montecino.

- Dentro de estos conflictos globales deben generarse otro tipo de anomalías...

“Este sistema de trabajo crea en los hombres un desgaste físico agotador, y no es sólo por los
turnos de noche, sino que también, pasa por el tema del ambiente y lugar donde se
desenvuelven, enfrentando temperaturas extremas, la incomodidad de la altura. Además,
influye el estar conviviendo a diario con la cultura minera, hecha exclusivamente por hombres.

Estos elementos afectan en la relación que tenga el hombre en la casa, que muchas veces
esta cansado, irritado, por un desgaste natural en el cuerpo.

Aquí también contamos el tema de la cultura que influye en la esposa que sigue y cuida al
marido, pero a la vez esta muy sola ya que no tienen un sistema familiar que las sustente. Esta
situación ocurre generalmente con las familias que no son del lugar”.

- ¿Cómo se da la relación entre el padre minero y sus hijos?

“ Nosotros la estudiamos, pero no con tanta profundidad; sin embargo, podemos decir que aquí
hay un gran tema que tiene que ver con la sociabilización. El hombre trabaja fuera y legitima
ser el proveedor y su función paterna está ligada a ello. Por otro lado, están las mujeres con su
rol padre – madre, la que se preocupa de lo doméstico, pero también impone las reglas. Eso
ocurre en un nivel, pero cuando el hombre llega también desea ejercer poder y aquí empiezan
los conflictos con los roles, o sea quién da el permiso, y el hijo, por su parte, se cuestiona a
quién obedecer.

Se genera entonces un conflicto de roles, el hombre no quiere perder su poder, pero al mismo
tiempo no puede tenerlo de una manera real porque no están el tiempo necesario en casa. Otro
elemento que afecta es la no presencia del padre a eventos importante de los hijos, como una
graduación o actos del colegio, lo que hace que en los hijos surja un sentimiento de soledad y
en el padre nazca la culpa. Muchas veces la ausencia en el hogar los padres la compensan a
través de cosas materiales, lo que ha llevado a que muchos de los jefes de familia pasen
constantemente endeudados” afirma la investigadora.

- Los problemas en el sector ya están claros ¿Qué medidas se pueden tomar para
cambiar la cara de dicha realidad?

“ Por un lado, es necesario que las empresas tomen consciencia de los problemas que trae el
sistema de turnos. Para enfrentar este tema, las compañías podrían aportar dictando charlas a
los trabajadores y sus mujeres sobre manejo de tensiones, relaciones de género, talleres que
ayuden a la canalización de la agresividad, entre otros. Además, mediante instancias estatales
y ONG's es necesario prestar respaldo a la mujer, en especial a las que llevan pocos años en
la zona, creando redes de apoyo que funcionen como instancias de ayuda a los conflictos
vividos y a la transmisión de experiencias. También proponemos la creación de centros
psicológicos, para prevenir los efectos del trabajo en el sistema de turnos.

Finalmente, es necesaria la creación de centros juveniles, donde jóvenes y niños puedan


trabajar sus conflictos emocionales con la figura de un padre ausente-presente y madre como
centro de la familia”.

- Con la modernización de la minería actual, ¿considera que estos factores continuarán


presentándose?.

“ Los problemas que se dan hoy en la familia son antiguos, lo que cambia aquí es el tema de la
mujer que ya no es la misma de hace cuarenta años atrás, cuando aguantaba las condiciones
de la época y la cultura hacía que viviera subordinada. Las cosas han cambiado, hoy las
mujeres tienen una actitud distinta frente a esto lo que genera muchos factores de cambio. Tal
fenómeno se ve en la gente joven, los hombres están colaborando y eso implica una visión
distinta de concebir la familia. Se ha creado una conciencia que más allá de trabajar y dar el
dinero a la casa, los trabajadores se están preocupando de su rol de padres. Esas
transformaciones llevan a una familia distinta, pero por ahora es transitorio. La cultura minera
esta cambiando, pero aún sigue en pie”, finaliza Sonia Montecino.

Por Claudia Manríquez L.


 

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