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EL RESPETO

1. ¿Qué es respetar? Respetar a alguien es tratarlo de acuerdo a su dignidad. Esta


dignidad propia requiere de los demás un comportamiento adecuado, de modo que
las faltas de respeto voluntarias son una injusticia, por incumplimiento de ese deber.
En cambio, donde hay respeto reina un ambiente cordial y amable, propio de la
caridad.

2. Ejemplos de falta de respeto en las relaciones sociales:

o La difamación y las burlas rebajan la dignidad de las personas, y este trato


injusto es una falta de respeto.
o Los obreros y subordinados son seres humanos. Tratarlos como esclavos es una
falta de respeto a su dignidad de personas.
o En cualquier sociedad (familia, aula, empresa, ciudad...) debe haber
autoridades que la dirijan (padres, profesores, jefes, concejales...). Esto exige a
hijos, alumnos y subordinados un trato disciplinado y obediente. Las rebeldías
son falta de respeto hacia la sociedad.

El amor es un concepto universal relativo a la afinidad entre seres, definido de diversas formas
según las diferentes ideologías y puntos de vista (científico, filosófico, religioso, artístico).
Habitualmente, y fundamentalmente en Occidente, se interpreta como un sentimiento
relacionado con el afecto y el apego, y resultante y productor de una serie de emociones,
experiencias y actitudes. En el contexto filosófico, el amor es una virtud que representa toda la
bondad, compasión y afecto del ser humano. También puede describirse como acciones
dirigidas hacia otros (o hacia uno mismo) y basadas en la compasión, [1] o bien como acciones
dirigidas hacia otros y basadas en el afecto. [2]

La Honradez
De las virtudes la que se ha tenido en el mayor aprecio es la que prohíbe al individuo apoderarse de los
bienes ajenos. Aunque este valor se desarrolla en una esfera económica también se aplica a otra clase de
pertenencias. Y más ampliamente a la observancia de una conducta apegada al deber. La honradez también
incluye el mantenimiento de una persona o compromiso y nunca intentar abusar de la confianza que
depositan en su persona y sus actos. Un ejemplo clásico es la de un empleado fiel que pasa. Toda su vida al
servicio de una empresa exitosa manejando grandes cantidades de dinero que pudiera tomar sin embargo,
esto no ocurre a pesar de que su salario le coloque en s 

La solidaridad
 
La solidaridad nace del ser
humano y se dirige
esencialmente al ser humano.

La verdadera solidaridad,
aquella que está llamada a
impulsar los verdaderos
vientos de cambio que
favorezcan el desarrollo de los
individuos y las naciones, está
fundada principalmente en la
igualdad universal que une a
todos los hombres. Esta
igualdad es una derivación directa e innegable de la verdadera
dignidad del ser humano, que pertenece a la realidad intrínseca
de la persona, sin importar su raza, edad, sexo, credo,
nacionalidad o partido.

La solidaridad trasciende a todas las fronteras: políticas,


religiosas, territoriales, culturales, etc. Para instalarse en el
hombre, en cualquier ser humano, y hacer sentir en nuestro
interior la conciencia de una “familia” al resto de la humanidad.

La solidaridad implica afecto: la fidelidad del amigo, la


comprensión del maltratado, el apoyo al perseguido, la apuesta
por causas impopulares o perdidas, todo eso puede no constituir
propiamente un deber de justicia, pero si es un deber de
solidaridad

¿Qué es la felicidad?

¿Por qué preguntamos "qué es la felicidad"? ¿Es


ese el enfoque correcto? ¿Es la correcta manera
de investigar? No somos felices. Si fuéramos
felices, nuestro mundo sería por completo
diferente, nuestra civilización, nuestra cultura,
serían total y radicalmente distintas. Somos seres
humanos infelices, triviales, carentes de valor,
peleadores, vanos, nos rodeamos de cosas inútiles,
nos satisfacemos con ambiciones mezquinas, con el
dinero y la posición social. Somos seres
desdichados, aunque podamos poseer
conocimientos, dinero, casas ricas, muchos hijos,
automóviles, experiencia. Somos seres humanos
tristes, sufrientes, y debido a que sufrimos,
deseamos la felicidad; y así nos dejamos arrastrar
por aquellos que nos prometen esa felicidad, social,
económica o espiritual
 
 La igualdad, como definición
práctica, podría ser:
“ausencia de total
discriminación entre los seres
humanos, en lo que respecta
a sus derechos”. Pero
consideramos que no basta
con esto, sino que es un
tema mucho más amplio, y
que abarca tantos factores,
que puede, en muchos
casos, llegar a determinar
nuestras vidas.
 
La desigualdad ha estado presente desde el principio de los
tiempos, y los pueblos han mantenido una lucha constante contra
ella aunque en muy pocas ocasiones consiguieron la igualdad
propuesta, y fue durante la Revolución Francesa, cuando se
alcanzó su integridad como concepto y empezó a ser un valor
defendido globalmente, representado en el lema: “Libertad, igualdad
y fraternidad”.
 
La inclusión de esta
palabra en la frase fue a
causa de que en 1789, el
Tercer Estado (el pueblo) se
rebeló contra la nobleza y el
clero, que exigían un
aumento de los impuestos.
Los diputados del Tercer
Estado se unieron formando
la Asamblea Constituyente, y
redactaron importantes
documentos políticos que abolían los privilegios señoriales
buscando la igualdad, como fue la Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano, antecedente de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, buscando el reconocimiento mundial de
este valor.

El término Justicia es una de las palabras más difíciles de definir y de las


que más preguntas se han hecho. Filósofos, juristas, escritores, entre otros,
han tratado de dar su concepto pero, ninguno se ha considerado como
universal. Es por ello que surge la pregunta: ¿Qué es la Justicia? El jurista
Hans Kelsen afirmó que: “No hubo pregunta alguna que haya sido planteada
con más pasión, no hubo otra por la que se haya derramado tanta sangre
preciosa ni tantas amargas lágrimas como por ésta; no hubo pregunta alguna
acerca de la cual hayan meditado con mayor profundidad los espíritus más
ilustres, desde Platón a Kant. No obstante, ahora como entonces carece de
respuesta”.
Desde la época romana, la Justicia ha sido representada por la diosa
Themis. La cual se presenta con el aspecto de una noble mujer empuñando en
todo lo alto la espada de la ley; sosteniendo con la otra mano, la balanza de la
equidad y manteniendo siempre los ojos vendados en señal de imparcialidad.
Esto es, que deja caer la fuerza de la espada sobre quien trate de desequilibrar
la balanza, no viendo las particularidades del individuo, sin importar que sea
joven o viejo, rico o pobre, enfermo o sano, blanco o negro, virtuoso o criminal.
El sentimiento de la Justicia, la oscuridad de su noción, las discusiones y
los conflictos que esta oscuridad hace surgir, existe desde que hay hombres
que piensan y viven en sociedad. El hombre siempre realiza conductas a las
cuales se les puede catalogar como justas o injustas. Un claro ejemplo, es
cuando un individuo da muerte a otro individuo, pues aquí ya nos encontramos
con la privación del valor primordial del ser humano: la vida. Porque donde hay
negación de la vida o atentados contra la misma, en cualquier forma y aspecto,
no hay Justicia; ya que ella es la reina y señora de todas las virtudes.
La familia, según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es el elemento natural y
fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado. [1] Los
lazos principales que definen una familia son de dos tipos: vínculos de afinidad derivados del
establecimiento de un vínculo reconocido socialmente, como el matrimonio[2] —que, en
algunas sociedades, sólo permite la unión entre dos personas mientras que en otras es posible
la poligamia—, y vínculos de consanguinidad, como la filiación entre padres e hijos o los lazos
que se establecen entre los hermanos que descienden de un mismo padre.

La palabra libertad, filosóficamente se suele tomar para designar la facultad del ser humano
que le permite decidir llevar a cabo o no una determinada acción según inteligencia o
voluntad; y políticamante para el derecho, o la capacidad y habilidad, de la libre
determinación, como expresión de la voluntad del individuo.l grado de parentesco entre sus
miembros.

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