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Ollanta Humala Tasso siendo un oficial superior del Ejército Peruano egresado de la
Escuela Militar de Chorrillos, por móviles políticos, no le ha importado ser el cuchillo de
sus propios compañeros de armas que lucharon contra las redes y coaliciones
terroristas de Sendero Luminoso y el MRTA para lograr la pacificación nacional.
¿Por qué?
Porque ha posibilitado se genere una nueva ola de persecución judicial por supuestos
delitos de lesa humanidad -sin haber ley penal previa y sin que exista un límite
temporal para los procesos penales que se iniciarán- contra los miembros de las
Fuerzas Armadas y de la PNP.
¿Cómo?
El 9 de setiembre de 2010 la bancada parlamentaria de Ollanta Humala – por
instrucciones suyas – y encabezada por el congresista Daniel Abugattas Majluf,
interpuso ante el Tribunal Constitucional una demanda para que declare la
inconstitucionalidad del Decreto Legislativo Nº 1097, por considerarlo violatorio del
principio – derecho a la igualdad ante la Ley, refiriendo en su demanda que el citado
dispositivo legal establece un trato diferenciado en relación con la aplicación de la
legislación procesal penal y en razón de las diferencias de las personas (entiéndase
militares y policías) que supuestamente resultarían beneficiados.
Tramitada la demanda de acuerdo a su naturaleza, el Tribunal Constitucional el 21 de
marzo de 2011 por mayoría resolvió declarar fundada en parte dicha demanda, y en
consecuencia, inconstitucionales sus disposiciones estableciendo lo siguiente:
Pero, eso no es todo. El Tribunal Constitucional de oficio (sin que nadie se lo pida y
Ollanta Humala y su bancada lo permitan) declaró inconstitucional la Resolución
Legislativa N° 27998 que ratifica y dispone que la Convención sobre Imprescriptibilidad
de los delitos de lesa humanidad, rige para el Perú a partir del 09 de noviembre de
2003.