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efectivamente a propósito
además esto es
encima
de todos modos
aún así
en cambio
de ahí que
en resumen
igualmente
LA METAFORA
La Metáfora, del griego "meta" (fuera o más allá) y "pherein" (trasladar), es una Figura
Retórica que consiste en expresar un concepto con un significado distinto o en un
contexto diferente al que es habitual. En la metáfora, uno de los términos es literal
(tenor) y el otro se usa en un sentido figurado (vehículo) relacionados entre sí a través
del fundamento.
sólo una de las opciones constituye una figura retórica de Metáfora. Selecciona una
opción de cada ejercicio teniendo entendido que la que selecciones será una metáfora.
Ejercicio 1
a) "un silencio ensordecedor"
b) "empieza el llanto de la guitarra"
c) "el amor, herida mortal"
Ejercicio 2
Ejercicio 3
a) "salime al campo y vi que el sol bebía los arroyos del yelo desatados"
b) "dientes de marfil"
c) "cual gusano que va de sí tejiendo su cárcel y su sepultura"
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texto 1
Desde hace años vengo sosteniendo que la identificación de caza con morral es una aberración.
Semejante error de enfoque ha echado sobre los cazadores a grupos de personas y amigos de la
Naturaleza que consideran esta actitud un atentado contra ella (...) Aquel cazador para quien el
morral prevalece sobre la Naturaleza no es un buen modelo de cazador. Esta afirmación viene a
coincidir con otras ideas vertidas por mí en diferentes papeles, según las cuales el placer cinegético
no deriva del número de animales abatidos, sino de la manera de hacerlo. Una perdiz derribada con
temple y dominio, dejándola que cumpla, puede ser suficiente para justificar una cacería e incluso
representar una satisfacción superior a la que pueden procurar media docena cobradas sin la menor
dificultad. Creo que, por este camino, los cazadores podrían aproximarse a los grupos ecologistas
(...)
Ya es un buen punto de partida este de no basar el objeto de la caza en el cuánto sino en el cómo,
aunque podrán añadirse otros como los de evitar los excesos cruentos, el ensañamiento, las grandes
mortandades, la utilización de la técnica de la caza o la explotación de los instintos y necesidades de
las piezas para prenderlas. En una palabra, creo que, a solas, en el campo, el cazador debe guiarse
por unos principios morales basados en la consideración hacia los animales que caza. Y estos
principios y esta moral deben inducirle a respetar no sólo los cupos de capturas ( ¡ cuántos excesos
se han cometido en nuestros ríos con la trucha, hoy en alarmante regresión!), sino a enfundar la
escopeta cuando la caza se encuentre en dificultades. Pero si, en lugar de hacer esto, se apresura a
llenar la canana de cartuchos para aprovecharse de la ventaja, habrá que convenir, con los
ecologistas, que el cazador no es precisamente un amigo de la Naturaleza.
Miguel Delibes
texto 2
Los espejos también se comportan como las personas: unos nos quieren, otros nos odian, otros
simplemente nos ignoran. Todos tenemos al menos un espejo que es nuestro amigo íntimo. Cuando
entro por las mañanas en el baño veo en la repisa del lavabo frascos de cremas y colonias con
nombres de dioses. En medio de este Olimpo cosmético y envasado me afeito contemplando mi
rostro en un espejo muy amigo que se porta bien conmigo: hace que me acostumbre lentamente a
la crueldad del tiempo. Por eso le amo. Lo elegí entre otros muchos. Este espejo no sólo devuelve
mejorada mi imagen: también busca el residuo de viejos ideales que haya podido quedar en mi
interior para rejuvenecer con ellos mi cara. Pero caminando por la calle a lo largo de los escaparates
uno se vuelve a crear a sí mismo. De pronto en la luna de una mercería te enfrentas con ese
desconocido que tú eres. Le miras de reojo y ves que su silueta aún es aceptable; en el siguiente
escaparate lo descubres como un ser derrotado, en otro percibes por primera vez que ya camina
como un viejo, en otro él se esfuerza por pasar con la tripa metida, en otro yergue la espalda para
simular que es un ciudadano jovial. Las distintas imágenes que a uno le devuelven esos cristales
pueden ser amables, indiferentes o desoladas. Por fin concluyes que la vida no es sino ir reflejando
tu figura en el escaparate de los demás como una mercancía que con el tiempo va generando
menos interés en ser adquirida hasta que un día te encuentras formando parte de una rebaja de
grandes almacenes. Pero existen otros espejos que son enemigos declarados. De pronto al entrar en
un probador te sientes acuchillado por la espalda. Son innumerables los crímenes que los espejos de
los probadores han cometido. Algunas personas se han salvado huyendo de allí en calzoncillos,
aunque son muchas más las que han perecido con el ego destrozado dentro de esos cubículos de las
tiendas de ropa entre lunas que no cesan de dar cuchilladas desde los cuatro ángulos.
USO CORRECTO DE LA V Y B
-Se escriben con b los verbos terminados en aber y bir a excepción de: hervir, vivir, servir, hervir,
precaver.
-Se escriben con b los verbos terminados en ar .
-Se escribe b siempre que ésta va seguida de las consonantes “l” ó “r”.
-Se escribe b después de las sílabas ca, ce, co, cu. a excepción de: caverna, cavar, cavilar, cavidad,
caviar.
-Se escriben con b después de las sílabas al, ar, ur, cuando éstas empiecen una palabra.
Las sílabas bla, ble, bli, blo, blu, bra, bre, bri, bro y bru se escriben con b.
Uso de la “v”
-Las palabras que empiezan por na, ne, ni, no. Ej.: Navaja, novio.
-Las palabras que empiezan por lla, lle, llo, llu, pre, pri, pro, pol.
-Las palabras que empiezan por vice, villa, di. A excepción de: dibujo, dibujar, dibujante.
-Las palabras que empiezan por eva, eve, evi, evo. A excepción de: ébano, ebanista, ebanistería.
-Después de las consonantes b, d, n. Ej: Obvio, subvención, adverbio, advertir, enviar, invasor.
-Los adjetivos y muchos sustantivos terminados en ava, ave, avo, eva, eve, evo, iva, ive, ivo. A
excepción de: lavabo, criba, arriba, cabo, rabo, árabe, sílaba