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EL ROMANTICISMO
CONTEXTO HISTÓRICO
EL PRERROMANTICISMO
La Alemania del siglo XVIII no existía como un estado unitario, sino que estaba dividido en
distintos principados donde la clase dominante seguía siendo la nobleza. Pero los príncipes,
siguiendo el modelo prusiano, instauran el despotismo ilustrado y disminuyen el poder de la
nobleza, aunque sin propiciar un fortalecimiento de la clase burguesa, muy debilitada. El
dominio de estos príncipes es tan absoluto que los intelectuales dan por perdida la batalla de
cambiar la realidad antes incluso de comenzar, por lo cual se centran en el cultivo de la
filosofía. Es la época donde el idealismo de Kant prepara al superación del racionalismo de la
Ilustración.
Entre 1760 y 1770 comienza el período denominado Sturm und Drang (nombre tomado de la
obra dramática de Klinger que significa “tempestad y pasión”). Los ideólogos más importantes
son Hamann y Herder. En 1774 se publica Las desventuras del joven Werther de Goethe, obra
fundamental para el desarrollo del Romanticismo.
- Emotividad y patetismo.
- Subjetividad. Irracionalismo.
- Anarquía (desobediencia de las reglas del arte).
- Admiración por Shakespeare.
- Fuerza creadora del “genio” (al margen de las leyes humanas o divinas).
- Originalidad.
- Búsqueda de la esencia de la nacionalidad en la fuerza y el destino colectivos y en la
lengua propia de cada comunidad.
- Admiración por la Edad Media y rechazo del neoclasicismo.
- Individualismo y aislamiento del personaje literario.
Todas estas características no solo se reflejan en las obras literarias, sino que se producen un
gran número de ensayos sobre estética que giran en torno a las características de la nueva
literatura. En Alemania la literatura ensayística sobre estética es casi tan importante como la
propia creación literaria. En este sentido hay que citar la obra de Goethe, Schiller y, sobre todo,
de los hermanos Schlegel, teóricos fundamentales de la estética romántica. August Wilhelm von
Schlegel fue traductor de Shakespeare y Friedrich von Schlegel fue un importante teórico de la
literatura.
La obra de Goethe tiene sus bases en la Ilustración, movimiento al que supera. Busca el triunfo
de la inteligencia ordenadora y liberadora sobre el caos. Filosóficamente encontramos en
Goethe una tendencia idealista de origen kantiano. Su postura ante el arte es fruto de la filosofía
y de la estética y busca lo universal en la realidad. En este sentido, la obra literaria es válida en
tanto en cuanto es símbolo de una realidad trascendida.
A pesar de ser un autor de origen burgués, hay en Goethe desde siempre un anhelo aristocrático
que se ve colmado cuando el gran duque de Weimar lo nombra caballero. De hecho Goethe no
perteneció nunca a la burguesía revolucionaria.
Goethe tuvo una vida intelectual muy intensa, con cargos de responsabilidad en el gobierno de
Weimar. Mantuvo intensas relaciones con los filósofos más importantes de su tiempo (Herder) y
se convirtió en un referente en el mundo de la estética.
Entre sus primeras obras destacan un esbozo dramático del tema de Fausto y sobre todo Las
desventuras del joven Wether (1774). Se trata de una obra que alcanzó un éxito excepcional y
ejerció una gran influencia sobre la juventud de su época (los jóvenes imitaban el modo de
vestir de Werther, sus actitudes y se elevó el número de suicidios).
La obra (dos de cuyas tres partes pertenecen al género epistolar) es reflejo de un desengaño
amoroso del propio Goethe y de la historia del suicidio de un conocido. La obra supuso para el
joven Goethe una especie de catarsis, de liberación del sufrimiento y, a pesar de que esta obra
supone la consagración definitiva de la estética romántica para los poetas alemanes y europeos,
para el propio Goethe supuso el final de una etapa. A partir de este momento el autor iniciará su
camino hacia el clasicismo.
En 1775 Goethe se traslada a Weimar, donde fue primer ministro. Allí Goethe se entregó a su
ideal cultural y político. Esta etapa de su vida aparece reflejada en Fausto pues al final de esta
obra el héroe alcanza la salvación de su alma porque se ha redimido de su vida de pecado a
través de su dedicación a la política, la cultura y las obras públicas.
A este período de Weimar pertenecen algunas de sus obras más importantes: los dramas Ifigenia
y Torquato Tasso, la novela Wilhelm Meister y el poema Faust.
Pero su obra de esta etapa no es tan solo literaria. También se dedica a la investigación
científica, realizando importantes descubrimientos en el campo de la biología. En 1786 se
marcha repentinamente de Weimar, abandonando sus responsabilidades de gobierno y
emprende un viaje a Italia, a las raíces del clasicismo. Tras dos años de ausencia, vuelve a
Weimar, pero ya alejado del gobierno, aunque sin abandonar la creación literaria.
FAUST.- La leyenda alemana original data del siglo XVI y era un tema conocido y tratado con
profusión en la literatura popular. Goethe desconoció el Faust de Marlowe, pero sí el de Lessing
(de 1759), hoy conservado sólo fragmentariamente. En esta versión Lessing justificaba al
salvación del protagonista porque el ansia de saber y de superación no pueden ser malas.
Durante el romanticismo se conocen más de 20 versiones teatrales del tema de Fausto, y una
novelística (la de Klinger, uno de los ideólogos del prerromanticismo).
El propio Goethe realizó una versión dramática en este período. Esta primera redacción se
conoce como Ur-Faust. Ya en su madurez Goethe realizó dos versiones del Fausto, llamadas
Primer Fausto y Segundo Fausto. En el primero no aparece el episodio de Helena de Troya,
sino que la trama amorosa se concentra en la seducción y abandono de Margarita (Gretchen). En
la segunda redacción Goethe retomó el tema clásico, más acorde con su nueva visión de la
literatura.
Goethe empieza utilizando a Fausto como expresión de su sentir juvenil en el Sturm und Drang,
pero luego lo convierte en símbolo de una actitud más clásica y ordenadora.
Junto a Goethe es el autor más importante del Prerromanticismo. Ambos sufren una evolución
similar: desde la rebeldía formal del Romanticismo hasta el clasicismo. No obstante esta
evolución es menos radical en Schiller que en Goethe.
Perteneció a una familia burguesa. Fue médico militar, aunque su vocación fue siempre la
literatura. Hasta tal punto es así que desertó del ejército para poder asistir al estreno de una de
sus dramas. Goethe le nombró profesor de Historia en la universidad de Jena. Sus relaciones con
el maestro Goethe no siempre fueron buenas, pero tras un período de alejamiento, Goethe lo
volvió a admitir en su círculo de amistades.
Su primera obra dramática Los bandidos se estrenó en 1782 con gran éxito y escándalo. Su
argumento fue considerado subversivo y se le prohibió seguir escribiendo. Schiller desertó del
ejército y se marchó a otro estado para continuar su carrera literaria.
La obra más importante del período romántico de Schiller es Don Carlos (la obra muestra la
misteriosa muerte del infante don Carlos, hijo de Felipe II). Tomando como base la leyenda
negra sobre la monarquía y la Inquisición españolas, realiza un canto a la libertad y a la justicia.
El infante, animado por un fiel amigo, renuncia al amor que siente por su madrastra y procura la
libertad del pueblo flamenco, tiranizado por su padre. El enfrentamiento con el padre, con el rey
y con la Inquisición no tiene más solución que la muerte heroica para el protagonista.
Después del estreno de Don Carlos, Schiller se dedica al cultivo de la poesía y la historiografía
e inicia el cambio hacia el clasicismo. En este sentido son muy importantes sus escritos teóricos
sobre estética.
Iniciada ya la etapa clásica, reemprende su carrera como dramaturgo. La obra más importante
del período (y tal vez de toda su carrera literaria) es Guillermo Tell, donde la reivindicación de
la libertad y la elevación del hombre (temas típicamente románticos) se atemperan con el
equilibrio de la expresión, el equilibrio formal y el control del sentimiento que evita caer en el
patetismo exagerado.
El romántico lucha por encontrar un sentido a la vida, pero la razón ya no sirve para explicar la
sociedad. De ahí surge la angustia, el rechazo del mundo que lo rodea, la tristeza y el ansia de
soledad.
Imaginación y libertad literaria. El rechazo del mundo que roda al romántico provoca en él la
rebeldía contra los modelos establecidos. Se rechaza la literatura como “trabajo” o “técnica”,
sometido a las reglas del arte, que la encorsetan y la convierten en estéril. La literatura se sujeta
sólo a la voluntad y los deseos del artista. Frente al retrato fiel de la sociedad, se opone el
predominio de la imaginación (válvula de escape) que supone dar de nuevo cabida en la
literatura a lo maravilloso y a lo sobrenatural.
Deseo de evasión de una realidad que se rechaza. Se vuelve la vida al pasado (sobre todo a la
Edad Media) o a escenarios exóticos (Oriente, España). En estos escenarios se busca recrear un
mundo totalmente diferente de la vulgaridad de la vida cotidiana. Se trata de recrear un tiempo
mítico donde los grandes ideales (honor, amistad, amor, sacrificio…) pueden encarnarse en
personajes excepcionales. El deseo de evasión es tan fuerte que muchos de los autores no sólo
se limitan a situar sus obras en ambientes históricos, sino que ellos mismos se ven impulsados al
exilio buscando otras realidades (lord Byron, Sterne, Irving, Merimée…, se desplazan por toda
Europa). Los nuevos avances técnicos que facilitan los viajes ensanchan el mundo para estos
románticos que viajan por España, Italia o Grecia buscando escapar de la realidad.
Nueva concepción del paisaje, ya no es un simple escenario para la acción, sino un reflejo del
tumultuoso mundo del poeta y del personaje. Aparecen así los personajes nocturnos, las ruinas
misteriosas, la visión de la naturaleza como una fuerza salvaje y destructora como la pasión que
viven los personajes. Otras veces la naturaleza es vista como un espacio virgen, mancillado por
la acción destructora del hombre (crítica a la salvaje industrialización).
Rebeldía y ansia de libertad. El romántico se va a oponer a los valores burgueses que lo alejan
de sus ideales y de la naturaleza. Los personajes del romanticismo se van a enfrentar a las leyes
de los hombres y también a las leyes divinas (ej.-Frankenstein, don Juan). El deseo de libertad y
vivir una vida verdadera le llevan al aislamiento, a la soledad y, normalmente, a la tragedia (el
fracaso y la muerte), pues su enfrentamiento con el poder religioso y político no puede acabar
bien (ej.- don Carlos)
El héroe romántico está al margen de la sociedad. Muchas veces este alejamiento viene marcado
por su origen desconocido: en ocasiones él lo calla porque es deshonroso (ej.- Don Álvaro o la
fuerza del sino, Trovador) o porque realmente lo desconoce (Trovador). Muchas de las obras
románticas tienen como protagonistas a los desahuciados de la sociedad (mendigos, gitanos,
profesiones deshonrosas, piratas, etc.). Son seres rebeldes que viven en libertad pero con la
amenaza constante de una sociedad tirana.
Otro de los temas románticos por excelencia es el destino y el tiempo. Las obras románticas
están llenas de personajes que están predestinados al sufrimiento y a la incomprensión (Don
Álvaro, Notre Dame de París) y en muchas ocasiones el tiempo se convierte en su enemigo. En
muchas de las obras románticas la vida del personaje está marcada por un plazo que señala el fin
de una tarea que ha de cumplir. Cuando el plazo fijado vence, se produce la tragedia (Don Juan
Tenorio, El Trovador, Los amantes de Teruel…)
Buscad en el libro de texto y haced un esquema de los autores principales por géneros y
nacionalidades. Incluid las dos autoras que vimos en clase: Mary Shelley y Jane Austin.
LA LITERATURA FEMENINA DEL SIGLO XIX
En el siglo XIX existe en Inglaterra una gran producción de novelas escritas por mujeres. En el
siglo XVIII ya hay en Inglaterra un número importante de mujeres escritoras.
Las mujeres encuentran en la escritura de novelas un espacio de expresión que saca a la luz una
nueva sensibilidad y una nueva temática. La crítica ha mirado muchas veces con desprecio a
estas mujeres escritoras considerándolas “autoras menores”, pero en el siglo XX sus figuras han
comenzado a ser reivindicadas.
Durante el siglo XIX estas escritoras alcanzaron un éxito solamente moderado por diversos
motivos estéticos y sociales:
- La novela es durante el Romanticismo un género que mueve un gran público pero que
goza de menos prestigio intelectual que la poesía o el teatro, por eso estas autoras no
gozan de igual prestigio que sus colegas varones.
- Muchas de estas autoras se dedican a géneros narrativos considerados menores: la
novela sentimental (Austen) o la novela gótica (Radcliff).
- Las mujeres deben luchar contra el desprecio de una sociedad patriarcal que no ve con
buenos ojos que la mujer abandone el papel social tradicional. Por ello muchas de ellas
optan por adoptar un pseudónimo masculino (las hermanas Brontë, George Elliot,
George Sand, Fernán Caballero, etc.)
Nacida en el seno de una típica familia burguesa (su padre era sacerdote) Austen comenzó a
escribir a edad muy temprana. Sus primeras obras se publicaron anónimamente y contó siempre
con el apoyo de su familia.
Austen nunca se casó. Rechazó a su único pretendiente Harris Bigg Wither. Gozó de una
popularidad moderada durante su vida. La revalorización de su obra literaria se produjo en el
siglo XX, sobre todo de la mano del cine. Todas sus obras literarias han sido adaptadas con
mayor o menor fortuna para el cine o la televisión.
Austen muestra en sus obras un profundo conocimiento del papel tradicional de la mujer en la
sociedad, de sus esperanzas y desengaños, magistralmente retratados en las protagonistas de sus
obras.
Sus novelas se caracterizan por combinar la ironía, el humor y las acertadas observaciones
acerca de las pequeñas intrigas y luchas que marcan la sociedad burguesa, centrándose en temas
como la herencia, las relaciones amorosas, la moral y el matrimonio. En muchas de ellas
rechaza los excesos del Romanticismo más exacerbado y la influencia de la literatura gótica en
la educación sentimental de las jóvenes
Sus obras principales son: Sentido y sensibilidad (1811), Orgullo y prejuicio (1813), Mansfield
Park (1814), Emma (1815), Northanger Abbey (1818) y Persuasión (1818). Las dos últimas
fueron publicadas póstumamente.
Fue hija del filósofo William Godwin y de la escritora Mary Wollstoncecraft. Se casó con el
poeta Percival Shelley. Su hermanastra Clara fue la amante de lord Byron.
Mary se crió en un ambiente muy relacionado con la cultura y la libertad de pensamiento y eso
influyó de manera decisiva en su vida y en su obra.
En 1814 se fuga con Shelley a pesar de que él está casado. Cuando Shelley enviuda en 1816 se
casan y entran en relación con lord Byron. De esta relación surge la idea de lo que luego será su
Frankestein y también la redacción de la novela El Vampiro de John William Polidori.
Cuando murió Shelley, Mary se dedicó a escribir y a proteger y publicar la obra de su esposo.
Nunca se volvió a casar.
Mary Shelley tuvo un carácter atormentado, fruto del desamor de su padre y de una vida
marcada por la muerte (la de Shelley, la de sus hijos, la de su madre, el suicidio de su
hermana...).
OBRA
Falkner, novela
El texto trata temas tan delicados como la moral científica, la creación y la destrucción de la
vida y la relación de la humanidad con Dios. El protagonista intenta emular a Dios y superarlo,
igual que Prometeo arrebató el fuego de la vida a los dioses.
Posiblemente la figura del doctor Frankenstein se base en el científico Andrew Crosse, cuyos
experimentos con cadáveres y electricidad conocía Mary Shelley desde 1814.
Víctor persigue al monstruo por medio mundo para acabar con él, pero muere antes de poder
conseguirlo. Finalmente la criatura decide poner fin a su vida.
Se trata de una novela epistolar. El narrador es el capitán de barco que recoge el cadáver de
Frankenstein y a quien el monstruo cuenta su historia. El capitán escribe todo a su hermana.
TEMAS
Reelaboración del mito clásico.- A diferencia de la obra de Esquilo (favorita de Percival Shelley
y de Byron) en Frankestein, “Prometeo” no es castigado por los dioses, sino por su criatura que
se rebela ante la injusticia de su creador. El conocimiento y la técnica han alterado el papel del
hombre en la naturaleza y esta reacciona con la destrucción y la muerte. En el personaje de
Frankestein hay mucho de satanismo, pero también en su criatura: ambos han abandonado su
papel tradicional, se han rebelado y han obtenido como resultado dolor, soledad y muerte.
La ciencia.- Frankestein simboliza las perversas consecuencias que puede tener el desarrollo
científico. El doctor busca con sus experimentos alcanzar el máximo poder divino: dar y quitar
la vida a voluntad. Su desprecio por las leyes de la naturaleza le lleva a la destrucción y a la
muerte. El uso irresponsable de la tecnología implica un castigo. Este tema viene auspiciado por
los temores que se desarrollan en gran parte de la intelectualidad europea a causa del salvaje
desarrollo de la revolución industrial.
Relaciones paterno-filiales.- Muchos autores han señalado que en Frankestein Mary Shelley
muestra las relaciones tormentosas que mantuvo con su padre. Godwin no quiso nunca a su hija,
a quien culpó de la muerte de su madre. Además la repudió cuando Mary se fugó con Shelley
demostrando que sus ideas de libertad personal no se podían aplicar. En la rebeldía de la criatura
respecto a su creador hay que leer la rebeldía de Mary respecto a su padre.
La maternidad frustrada y la muerte.- La vida de Mary Shelley está marcada por la muerte (la de
su madre, el suicidio de su hermana, la de su marido, sus abortos…). Mary Shelley desarrolló
un profundo complejo de culpa, sobre todo en lo referente a su maternidad frustrada (sólo uno
de sus hijos sobrevivió). Mary Shelley proyectó este complejo de esterilidad en la figura de
Frankestein, incapaz de dar la vida a un ser normal. Por eso la criatura es considerada un aborto
de la naturaleza.