Poesia en linea recta —
®¢ Por Leoncio Gonzalez
aminar en linea recta, para hacer poesia».
Eso decia una pequefia cuartilla, una espe-
cie de programa anunciador de una exposi-
cidn que se hallaba en la mesa de la redae-
cion en la que yo trabajaba, en la que un hombre er-
guido retornaba al punto de inicio de sus pasos, por-
_ que en lugar de pies, al final de sus piernas tenia el
balancin de una mecedora. «Este cuadro esta pintado
con la propia sangre del autor», me dijo alguien. Mi
curiosidad dispard como un cohete. Quizas puede pa-
recer efectista sacarse un litro de sangre para pintar
15 0 20 cuadros, sin embargo, mas alla de ese peculiar
material utilizado, aquellos cuadros, y su autor, el
profesor de Bellas Artes de La Laguna Ramiro Carri-
llo, me robaron la atencién. Le hice un reportaje y ha-
blamos sobre arte, sobre efectismo, sobre exposicio-
nes, sobre topicos en el mundo del arte.
Esta semana, cinco 0 seis afios después de aquella
muestra, me reencuentro con un libro firmado por
Carrillo, en el que aquel titulo con el que comencé
este articulo figura entre los tex-
tos que se retinen. Compré.
sin dudar, el ejemplar y en Diversion.
un par de horas lo habia
devorado. Papeles suel- El marchamo de
tos... es la linea recta: + papeles suelios, elimina
la poesia es lo que se
observa desde ese pa- ee) SU lectura 2¢
seo lineal: Artistas y torna, ademas de
Arte pasan por un fino divertida,
tamiz, el del criterio de 5
este sensible autor que di- apasionante
secciona los topicos: ¢El arte
debe ser elitista? gdebe ser comercial? ,debe ser solo
arte? Carrillo amontona textos de catalogos, apuntes,
hojas de diarios... y redacta de manera exquisita sus
_apreciaciones, casi siempre criticas, casi siempre
inesperadas. Se acabaron los panfletos sobre pintura
en el que se usan sin moderacion y sin pudor pala-
brejas técnicas y sin contenido. Por estas paginas des-
filan Gonzalo Gonzalez, Julio Blancas, Martin y Sici-
lia, Miguel Angel Pascual, Marcos Molina. Pipo Her-
nandez Rivero, Ernesto Valcarcel... y no tanto ellos
como sus «haceres» 0 sus «pensares» plasticos, sus ra-
zones, y también las del critico-artista que, estimula-
do por el sabor del arte, analiza y disecciona.
Pero, repito y advierto, no estamos frente a un ma-
motreto sobre arte, infumable y super especializado.
Estas paginas son algo asi como una conversacion de
barra de bar, con un par de cervezas, sin demasiadas
presunciones, pero con mucho contenido, redactadas
de manera sensible y sencilla, pero también rigurosa
y documentada. En algunas de éstas se percibe quizas
cierta inmadurez en el estilo y quizas deberian haber
sido reescritas. Sin embargo, el marchamo de papeles
sueltos elimina ese pesar y su lectura se torna, ade-
mas de divertida, apasionante. jQué buena idea ha
sido publicar este librito!
CANARIAS 7_
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