La idea de estas líneas es hacer una reseña sobre la secularización del poder.

Para
comenzar haremos un comentario sobre el origen de la palabra en cuestión:
Secularización proviene del latín “seculare”, que significa "siglo" pero también
"mundo”. De ahí que secular se refiera a todo aquello que es mundano, por oposición
a lo espiritual y divino. De “saeculum” también deriva la palabra “seglar”, con la que
designamos a los miembros de la Iglesia que no son clérigos. Así pues, “secular” se
opone a “religioso”, como “profano” se opone a “sagrado”.-

El término ha servido para designar la pérdida de propiedades de la Iglesia y su paso

a manos del Estado o de la sociedad civil, también llamada desamortización, la cual
se convirtió en la principal arma política con que los liberales modificaron el régimen
de la propiedad del Antiguo Régimen, para implantar el nuevo Estado liberal durante la
primera mitad del siglo XIX.-

Lo mencionado más arriba designó la progresiva independencia del poder político

respecto al poder eclesiástico. En este sentido, secular equivale a laico, es decir, a no-
confesional. Con la secularización el Estado deja de ser confesional y se emancipa de
cualquier tutela religiosa y se convierte en un Estado laico. Este proceso donde la
religión va perdiendo influencia en la sociedad, de modo que otras esferas del saber
van ocupando su lugar. Un ejemplo claro de secularización es, en el caso del
cristianismo, la Ilustración (para tener una idea: Movimiento filosófico y cultural del
siglo XVIII, que acentúa el predominio de la razón humana y la creencia en el progreso
humano.).-

La palabra en cuestión está relacionado a lo “mundano” (sin querer dar a esta

palabra ningún sentido peyorativo) de la religión y la sociedad. Esto sigue y seguirá
siendo siempre un tema de interés filosófico, sobre todo a la hora de plantear las
relaciones que debe haber entre la religión, la política y la ética.-

Información recolectada de:

1) Real Academia Española.com.-

2) Wikipedia.com.-

3) Wordreference.com.-