• Bailes existentes en Málaga desde el siglo XIX • Versión flamenca que surge a finales del XIX La Malagueña, como género flamenco, es el prototipo de cante derivado del Fandango andaluz. El Fandango malagueño, en sus diversos tipos, originaría con un proceso de aflamencamiento progresivo lo que podemos denominar hoy día los cantes malagueños, como son los verdiales, la rondeña, la jabera y las primitivas malagueñas. Todos estos cantes junto a las Granainas y Cantes Mineros tienen en las Malagueñas flamencas el paso intermedio entre el Fandango local y el cante propiamente dicho. Tenemos por lo tanto un cante, la Malagueña, que se separa del tronco del Fandango, transformandose en cante flamenco gracias a las abudantes y ricas aportaciones personales que parten de la figura de Juan Breva a través de Enrique “El Mellizo” y culminando en la figura de Antonio Chacón. Como antecedente en la Malagueña propiamente flamenca existen por ejemplo, la Jabera (citada ya por Estébanez Calderón en sus escenas andaluzas de 1847), y los Fandangos bailables que eran una especie de música bolera que se cantaba para acompañar al baile desde el siglo XVIII. Otros autores sostienen que la Bandolá es el fundamento musical de la Malagueña y que los cantes del malagueño Juan Breva también llamados Bandolás son un eslabón intermedio entre los Fandangos malagueños y las Malagueñas flamencas. Los cantes de Juan Brevas fueron el material primigenio. Además Juan Breva (1844- 1918) fue quien impuso este género en los cafés cantantes de la época. Es importante saber que en el proceso de aflamencamiento de la malagueña desde mediados del XIX se va dejando o perdiendo el ritmo abandolado o con métrica fija (¾) hasta interpretarse ad libitum o con una métrica libre. Queda claro pues el origen abandolado de la Malagueña. Estrofas Son cuatro o cinco versos octosílabos con rima cruzada asonante o consonante. Estas estrofas se convierten en seis porque se repite el primer verso. Acompañamiento Su acompañamiento en la guitarra adopta en la mayoría de ocasiones la modalidad de Mi Frigio, con gran riqueza melódica, aunque ocasionalmente y dependiendo de la tesitura del cantaor este cante se puede acompañar por Granainas e incluso por Tarantas.