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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio de Educación Superior

Universidad Bicentenaria de Aragua

Escuela de Psicología

San Joaquín de Turmero, 12 de Mayo del 2011.

Análisis de las Escuelas


del Pensamiento
Sociológico

Prof. Abdías Morales F.

Sección: P

Integrantes:

- Saray Coronado C.I: 18.913.534


- Jonnalhy Sánchez C.I: 23.796.055
- Andrea Gil C.I: 20.769.722
- Joshua Velásquez C.I: 21.099.432
El positivismo

Antecedentes

El término positivismo fue utilizado por primera vez por el filósofo y matemático
francés del siglo XIX Auguste Comte, pero algunos de los conceptos positivistas se
remontan al filósofo británico David Hume, al filósofo francés Saint-Simón, y al
filósofo alemán Immanuel Kant.

Positivismo (Concepto)

Comte eligió la palabra positivismo sobre la base de que señalaba la realidad y


tendencia constructiva que él reclamó para el aspecto teórico de la doctrina. En
general, se interesó por la reorganización de la vida social para el bien de la
humanidad a través del conocimiento científico, y por esta vía, del control de las
fuerzas naturales. Los dos componentes principales del positivismo, la filosofía y el
Gobierno (o programa de conducta individual y social), fueron más tarde unificados
por Comte en un todo bajo la concepción de una religión, en la cual la humanidad era
el objeto de culto. Numerosos discípulos de Comte rechazaron, no obstante, aceptar
este desarrollo religioso de su pensamiento, porque parecía contradecir la filosofía
positivista original. Muchas de las doctrinas de Comte fueron más tarde adaptadas y
desarrolladas por los filósofos sociales británicos John Stuart Mill y Herbert Spencer
así como por el filósofo y físico austriaco Ernest Mach.

Positivismo (Augusto Comte)

Filósofo positivista francés, y uno de los pioneros de la sociología. Nació en


Montpellier el 19 de enero de 1798. Desde muy temprana edad rechazó el catolicismo
tradicional y también las doctrinas monárquicas. Logró ingresar en la Escuela
Politécnica de París desde 1814 hasta 1816, pero fue expulsado por haber participado
en una revuelta estudiantil. Durante algunos años fue secretario particular del teórico
socialista Claude Henri de Rouvroy, conde de Saint-Simón, cuya influencia quedaría
reflejada en algunas de sus obras. Los últimos años del pensador francés quedaron
marcados por la alienación mental, las crisis de locura en las que se sumía durante
prolongados intervalos de tiempo.

Afirmaba que del estudio empírico del proceso histórico, en especial de la progresión
de diversas ciencias interrelacionadas, se desprendía una ley que denominó de los tres
estadios y que rige el desarrollo de la humanidad. Analizó estos estadios en su
voluminosa obra Curso de filosofía positiva (6 vols., 1830-1842). Dada la naturaleza
de la mente humana, decía, cada una de las ciencias o ramas del saber debe pasar por
"tres estadios teoréticos diferentes: el teológico o estadio ficticio; el metafísico o
estadio abstracto; y por último, el científico o positivo". En el estadio teológico los
acontecimientos se explican de un modo muy elemental apelando a la voluntad de los
dioses o de un dios. En el estadio metafísico los fenómenos se explican invocando
categorías filosóficas abstractas. El último estadio de esta evolución, el científico o
positivo, se empeña en explicar todos los hechos mediante la aclaración material de
las causas. Toda la atención debe centrarse en averiguar cómo se producen los
fenómenos con la intención de llegar a generalizaciones sujetas a su vez a
verificaciones observacionales y comprobables. La obra de Comte es considerada
como la expresión clásica de la actitud positivista, es decir, la actitud de quien afirma
que tan sólo las ciencias empíricas son la adecuada fuente de conocimiento.

Cada uno de estos estadios, afirmaba Comte, tiene su correlato en determinadas


actitudes políticas. El estadio teológico tiene su reflejo en esas nociones que hablan
del Derecho divino de los reyes. El estadio metafísico incluye algunos conceptos tales
como el contrato social, la igualdad de las personas o la soberanía popular. El estadio
positivo se caracteriza por el análisis científico o "sociológico" (término acuñado por
Comte) de la organización política. Bastante crítico con los procedimientos
democráticos, Comte anhelaba una sociedad estable gobernada por una minoría de
doctos que empleara métodos de la ciencia para resolver los problemas humanos y
para imponer las nuevas condiciones sociales.
Aunque rechazaba la creencia en un ser transcendente, reconocía Comte el valor de la
religión, pues contribuía a la estabilidad social. En su obra Sistema de Política
Positiva (1851-1854; 1875-1877), propone una religión de la humanidad que
estimulara una benéfica conducta social. La mayor relevancia de Comte, sin embargo,
se deriva de su influencia en el desarrollo del positivismo.

La Ley de los tres Estados

Según Comte, los conocimientos pasan por tres estados teóricos distintos, tanto en el
individuo como en la especie humana. La ley de los tres estados, fundamento de la
filosofía positiva, es, a la vez, una teoría del conocimiento y una filosofía de la
historia. Estos tres estados se llaman:

 Teológico.

 Metafísico.

 Positivo.

Estado Teológico

Es ficticio, provisional y preparatorio. En él, la mente busca las causas y los


principios de las cosas, lo más profundo, lejano e inasequible. Hay en él tres fases
distintas:

 Fetichismo: en que se personifican las cosas y se les atribuye un poder mágico


o divino.
 Politeísmo: en que la animación es retirada de las cosas materiales para
trasladarla a una serie de divinidades, cada una de las cuales presenta un
grupo de poderes: las aguas, los ríos, los bosques, etc.
 Monoteísmo: la fase superior, en que todos esos poderes divinos quedan
reunidos y concentrados en uno llamado Dios.

En este estado, predomina la imaginación, y corresponde a la infancia de la


humanidad. Es también, la disposición primaria de la mente, en la que se vuelve a
caer en todas las épocas, y solo una lenta evolución puede hacer que el espíritu
humano de aparte de esta concepción para pasar a otra. El papel histórico del estado
teológico es irremplazable.

Estado Metafísico

O estado abstracto, es esencialmente crítico, y de transición, Es una etapa intermedia


entre el estado teológico y el positivo. En él se siguen buscando los conocimientos
absolutos. La metafísica intenta explicar la naturaleza de los seres, su esencia, sus
causas. Pero para ello no recurren a agentes sobrenaturales, sino a entidades
abstractas que le confieren su nombre de ontología. Las ideas de principio, causa,
sustancia, esencia, designan algo distinto de las cosas, si bien inherente a ellas, más
próximo a ellas; la mente que se lanzaba tras lo lejano, se va acercando paso a paso a
las cosas, y así como en el estado anterior que los poderes se resumían en el concepto
de Dios, aquí es la naturaleza, la gran entidad general que lo sustituye; pero esta
unidad es más débil, tanto mental como socialmente, y el carácter del estado
metafísico, es sobre todo crítico y negativo, de preparación del paso al estado
positivo; una especie de crisis de pubertad en el espíritu humano, antes de llegar a la
adultez.

Estado Positivo

Es real, es definitivo. En él la imaginación queda subordinada a la observación. La


mente humana se atiene a las cosas. El positivismo busca sólo hechos y sus leyes. No
causas ni principios de las esencias o sustancias. Todo esto es inaccesible. El
positivismo se atiene a lo positivo, a lo que está puesto o dado: es la filosofía del
dato. La mente, en un largo retroceso, se detiene a al fin ante las cosas. Renuncia a lo
que es vano intentar conocer, y busca sólo las leyes de los fenómenos.
El Carácter Social del Espíritu Positivo

El espíritu positivo tiene que fundar un orden social. La constitución de un saber


positivo es la condición de que haya una autoridad social suficiente, y esto refuerza el
carácter histórico del positivismo.

Comte valora altamente el papel de organización que corresponde a la iglesia


católica; en la época metafísica, corresponde la influencia social a los legistas; es la
época de la irrupción de las clases medias, el paso de la sociedad militar a la sociedad
económica; es un período de transición, crítico y disolvente; el protestantismo
contribuye a esta disolución. Por último, al estado positivo corresponde la época
industrial, regida por los intereses económicos, y en ella se ha de restablecer el orden
social, y este ha de fundarse en un poder mental y social.

El Positivismo y la Filosofía

Es aparentemente, una reflexión sobre la ciencia. Después de agotadas éstas, no


queda un objeto independiente para la filosofía, sino ellas mismas; La filosofía se
convierte en teoría de la ciencia. Así, la ciencia positiva adquiere unidad y conciencia
de sí propia. Pero la filosofía, claro es, desaparece; y esto es lo que ocurre con el
movimiento positivo del siglo XIX, que tiene muy poco que ver con la filosofía.

Pero en Comte mismo no es así. Aparte de lo que cree hacer hay lo que efectivamente
hace. Y hemos visto que:

Una teoría metafísica de la realidad, entendida con caracteres tan originales y tan
nuevos como el ser social, histórica y relativa.

Una disciplina filosófica entera, la ciencia de la sociedad; hasta el punto de que la


sociología, en manos de los sociólogos posteriores, no ha llegado nunca a la
profundidad de visión que alcanzó en su fundador.
Este es, en definitiva, el aspecto más verdadero e interesante del positivismo, el que
hace que sea realmente, a despecho de todas las apariencias y aun de todos los
positivistas, filosofía

El Sentido del Positivismo

Esta ciencia positiva es una disciplina de modestia; y esta es su virtud. El saber


positivo se atiene humildemente a las cosas; se queda ante ellas, sin intervenir, sin
saltar por encima para lanzarse a falaces juegos de ideas; ya no pide causas, sino sólo
leyes. Y gracias a esta austeridad logra esas leyes; y las posee con precisión y con
certeza.

Los estudios sociales, desde una óptica positivista escriben la totalidad de las
acciones pasadas de los seres humanos partiendo de la observación y enumeración de
todos los documentos y hechos en forma lineal y cronológica. No analizan la
totalidad ni la cotidianeidad.

No hay propuestas para seleccionar información ya que todos los hechos son
singulares e individuales, no busca comprender, sólo describir lo sucedido en un
orden inalterable y sin conexión ni relación entre los hechos de la política, la
economía, la sociedad y las manifestaciones culturales. Todo aparece atomizado,
desconectado. El conocimiento es absolutizado y no permite la interdisciplinariedad
al presentar la realidad como una enunciación taxativa de hechos y cosas.

No tienen en cuenta la simultaneidad en la evolución de las distintas sociedades.

Todo se describe basado en un determinismo de tipo causal o culturalista, derivado de


los enfoques centrados en los legados culturales
El Positivismo y el avance científico del siglo XIX

El positivismo consiste en una epistemología que plantea la naturaleza empírica del


conocimiento, en una teoría que enlaza ese conocimiento al desarrollo intelectual del
individuo y de la sociedad, y en un plan para aplicar los métodos de la ciencia al
estudio de las relaciones sociales. Intenta reemplazar, en nombre del progreso, la
religión y la metafísica con los procedimientos empíricos de la ciencia moderna.

Se pueden distinguir tres grandes corrientes en el positivismo del siglo XIX: el


positivismo social, formulado por Auguste Comte, en el que se acentúa la naturaleza
histórica y los fines prácticos del conocimiento; el positivismo evolucionista de
Herbert Spencer, que afirma un patrón universal de transformaciones progresivas en
el conocimiento, la ciencia y la sociedad; y, finalmente, el positivismo de Ernest
Mach, que minimiza el componente social y propone una reducción sistemática de los
conceptos científicos a las sensaciones.

En sus fundadores y en sus seguidores, el positivismo se presenta como la exaltación


romántica de la ciencia, como infinitización, como pretensión de servir como única
religión auténtica y, por tanto, como único fundamento posible de la vida humana
individual y social. El positivismo acompaña y provoca el nacimiento y la afirmación
de la organización técnico industrial de la sociedad, fundada y condicionada por la
ciencia. Expresa las esperanzas, los ideales y la exaltación optimista, que han
provocado y acompañado esta fase de la sociedad moderna. El hombre ha creído en
esta época haber hallado en la ciencia la garantía infalible de su propio destino. Por
esto ha rechazado, por inútil y supersticiosa, toda alegación sobrenatural y ha puesto
lo infinito en la ciencia, encerrando en las formas de la misma la moral, la religión, la
política, la totalidad de su existencia.

Los rasgos distintivos del espíritu positivista son las características de las ciencias de
la naturaleza más desarrolladas a comienzos del siglo, las cuales son:
 Empirismo: La experiencia, la observación de los fenómenos
intersubjetivamente controlables, e fuente de conocimientos objetivos. El
empirismo constituye una actitud científica relativamente pasiva,
moderadamente abierta al experimentalismo, es decir, a la invención, la
provocación, construcción de experiencias que suponen, en general, técnica,
mediante una vigorosa interacción con la naturaleza.
 Descriptivismo: El saber positivo es fundamentalmente comprobante: una ley
sólo es la fórmula general de una regularidad natural, pues la observación
permite comprobar que hasta el presente, un acontecimiento o un hecho de
tipo y sigue siempre a un acontecimiento o un hecho de tipo x. La ciencia
positivista no pretende tanto explicar los fenómenos naturales (lo que implica
el recurso a la noción discutible de "causa") como describirlos;
 Abanderamiento Anti-metafísico: la formulación nomológica de
regularidades fenomenales no va más allá de una hipótesis prudente a
propósito de lo observable. No da intervención a nociones metafísicas
relativas a la naturaleza profunda de las cosas o a sustancias que estén "detrás"
de los fenómenos o los hechos observables y ni siquiera a la noción de
causalidad. El positivismo es nominalista, rechaza la hipóstasis de abstracción
o de entidades no observables empíricamente;
 Relativismo: no se puede extrapolar (o, en todo caso, sólo con gran prudencia
y a modo de hipótesis), ni mucho menos absolutizar. Nada permite afirmar
que en el futuro se verificarán las regularidades naturales que se ha
comprobado hasta ahora, ni que las leyes astronómicas que se han enunciado a
partir de la observación del sistema solar sean válidas más allá de éste;
 Pragmatismo: «Saber para poder con el fin de proveer». El valor del saber
científico, positivo, consiste en su eficacia y en su utilidad social. Las
"creencias científicas", aun cuando, en términos absolutos, no sean más
verdaderas que las otras (en el sentido de conformidad a la naturaleza
profunda de las cosas), son, por el momento, las mejores en lo que concierne a
la supervivencia y a la organización de la vida de los hombres en sociedad;
 Consensualismo: la organización social y el mejoramiento de las
condiciones de existencia exigen la paz. Ahora bien, las ciencias que han
llegado al estado positivo se caracterizan por un método no violento para
regular los conflictos de opinión que, en la mentalidad religiosa y metafísica,
son interminables o se dirimen de manera dogmática y hasta con violencia
física. El espíritu positivo permite regular los diferendos de manera pacífica y
consensuada por todos los que aceptan someterse a la regla de la observación
empírica, objetiva, es decir, repetible y compartida. Lo que ha de poner fin a
las discusiones es la comprobación de los hechos y no la ley del más fuerte ni
del más hábil. Ese consensualismo pacífico es un modelo para regular los
conflictos entre los seres humanos, sean los que fueren;
 Estatismo: es mitigado y se refiere sobre todo a las ciencias que han llegado
al estado positivo, para las cuales Comte no espera ya ninguna revolución.
Estas ciencias se contentan con acrecentar o precisar un corpus de leyes del
que ya se ha adquirido lo esencial. Por tanto, todas las transformaciones
profundas que ocurran en matemáticas, en lógica o en física quedan al margen
de la perspectiva del positivismo. Su concepción de la ciencia positiva es
cerrada, doctrinaria: sólo requiere una exposición sistemática en un tratado
enciclopédico.
Únicamente algunas ciencias –como la biología o la sociología– tienen
todavía mucho que evolucionar hacia el estado positivo, que es el estado
superior o adulto final.

Positivismo (Saint-Simon)

La idea fundamental de Saint-Simon es la de la historia como un progreso necesario y


continuo. «Todas las cosas que han sucedido y todas las que sucederán forman una
sola y misma serie, cuyos primeros términos constituyen el pasado, y los últimos el
futuro». La historia está regida por una ley general que determina la sucesión de
épocas críticas y épocas orgánicas. La época orgánica es la que descansa sobre un
sistema de creencias bien establecido, se desarrolla de conformidad con él y progresa
dentro de los límites por él establecidos. En un cierto momento, este mismo progreso
hace cambiar la idea central sobre la cual la época estaba anclada y determina así el
comienzo de una época crítica.

En la organización social fundada en la filosofía positiva dominará un nuevo poder


espiritual y un nuevo poder temporal. El nuevo poder espiritual será el de los
científicos, o sea, el de los hombres "que pueden predecir el mayor número de cosas".
La ciencia ha nacido como capacidad de previsión; y la verificación de una
predicción es lo que da al hombre la reputación de científico. La administración de
los asuntos temporales será confiada a los industriales, a los "emprendedores de
trabajos pacíficos, que darán ocupación al mayor número de individuos". «Esta
administración, por efecto directo del interés personal de los administradores, se
ocupará, en primer lugar, de mantener la paz entre las naciones y, en segundo lugar,
de disminuir lo más posible el impuesto, de manera que se empleen los productos del
modo más ventajoso para la comunidad»

Positivismo (Herbert Spencer)

Spencer ofrece una visión evolucionista de la realidad que, como la ley de los tres
estados, tiene también consecuencias políticas y sociales. A pesar de sus protestas, no
deja Spencer de ser positivista, pues basa el conocimiento en el desarrollo intelectual
de la humanidad, busca construir la ciencia y la filosofía sobre una base empírica,
rechaza la metafísica y ofrece la ciencia social como el único vehículo capaz de
estudiar la sociedad.

Spencer toma la condición biológica de la humanidad como dato concreto, innegable


y esencial: el individuo y la sociedad son organismos que, para sobrevivir, están en
transacción constante con el ambiente; todo órgano y toda acción son instrumentos de
supervivencia –la experiencia del pensamiento y los razonamientos adquieren su
valor al incrementar las oportunidades para sobrevivir–.

Según Spencer, el conocimiento surge de la experiencia. Esta última es fenoménica y


accesible a la observación. Fuera de nuestro control o deseos, responde a algo terco,
intransigente, que sentimos como externo y que llamamos la realidad. Dividimos la
experiencia en dos categorías epistemológicas: lo cognoscible y lo incognoscible.
Dentro de la primera cae lo conocido y lo que se puede conocer –la experiencia
misma–. De ella brota y a ella está limitado el conocimiento: se observan los
fenómenos, se descubren sus relaciones, se conectan con inducciones que al repetirse
y acumularse en la memoria resultan en el saber que llamamos sentido común y que
nos permite sobrevivir. El razonamiento –otra habilidad adquirida por el organismo
para sobrevivir– consiste en conectar conceptos derivados de la experiencia por
medio de procedimientos aprendidos y aprobados por la experiencia misma.

La segunda categoría es lo incognoscible, lo que no se puede concebir o


experimentar. En ella cae lo que está detrás de la experiencia, los objetos
tradicionales de la metafísica y la religión: la realidad, la naturaleza absoluta de las
cosas, el origen del universo, Dios, la conciencia, el tiempo y el espacio, la materia y
el movimiento, etc. Según Spencer, el razonamiento, por trabajar sólo con conceptos
empíricos, no puede formular ninguna concepción de estos absolutos. Al afirmar
proposiciones sobre los incognoscibles, el razonamiento crea contradicciones,
antinomias o suposiciones inauditas e inconcebibles. Por lo tanto, la metafísica no es
posible, es pura palabrería porque se engendra de la aplicación errónea a lo
incognoscible de los procedimientos racionales usados para comprender lo
cognoscible. El error de la metafísica es suponer que los incognoscibles tienen
referencias como las tienen los cognoscibles; creer que lo que se piensa tiene que
existir más allá del pensamiento.

Una vez aclarada esta distinción epistemológica, Spencer define la filosofía como un
conocimiento completamente unificado y coherente. Su objeto es establecer no sólo
las conexiones simples entre los datos sino también una concepción unitaria del
porqué de las cosas. Representa el conocimiento más general de la realidad: «El
sentido común es el nivel más bajo del conocimiento no-unificado; la ciencia es el
conocimiento parcialmente unificado; la filosofía es el conocimiento totalmente
unificado». La filosofía comienza con las generalizaciones más amplias de las
ciencias particulares que se sistematizan y se asocian para formar conceptos aún más
generales, hasta llegar a una unificación total del conocimiento bajo primeros
principios, «las proposiciones más generales de la experiencia, no inferibles de
ninguna más profunda y probadas al demostrarse una congruencia completa entre las
conclusiones que implican». La filosofía es, entonces, una súper-ciencia, un depósito
de verdades inductiva de gran generalidad que expresan las reglas que unifican el
conocimiento y las condiciones en que se produce la experiencia.

Marxismo

Antecedentes:

Karl Heinrich Marx (5 de Mayo, 1818—14 de Marzo, 1883) fue un filósofo alemán,
político economista y revolucionario socialista, el cual expuso las problemáticas de la
alienación y la explotación de la clase obrera, la producción capitalista y el
materialismo histórico. Famoso por analizar la historia en términos de la ―lucha entre
las clases‖, cuya filosofía se integra a su primer escrito llamado Manifiesto
Comunista (año 1848).

Friedrich Engels (28 de Noviembre, 1820–5 de Agosto, 1895) fue un filósofo-político


alemán del siglo XIX, y co-ayudante y desarrollador de las teorías comunistas de Karl
Marx. Ambos se conocieron en el mes de Septiembre de año 1844; descubriendo el
hecho de que ambos compartían diversas visiones similares en cuanto a la filosofía y
el socialismo; colaboraron entre sí para la elaboración de libros como The Holy
Family.

El Marxismo es en sí una teoría representa como una filosofía y pensamiento basado


en la observación y planteamiento del mundo desde el punto de vista Económico y
Socio-Político, utilizando métodos socio-económicos para explicar la historia desde
un punto de vista meramente materialista, una visión dialéctica de los cambios que
ocurren en las diferentes sociedades y una crítica mortal en contra del Capitalismo. El
Marxismo adquirió gran popularidad y pionerismo en la etapa temprana del siglo XIX
gracias a los dos filósofos alemanes mencionados anteriormente.

Concepto del Marxismo:

El Marxismo en si abarca toda una teoría económica y social que ha promovido y


sido la herramienta fundamental de desarrollo y progreso de diversos movimientos de
ideal Socialista en el mundo entero.

Los análisis Marxistas proveen de una extensa explicación basada en las actividades
que debe desempeñar el hombre como humano desde el punto de vista económico,
para que la sociedad en el que este evoluciona, tenga un impacto positivo en la
satisfacción de las necesidades que esta posea.

La primera parte sobre el pensamiento marxista esta subdividido en las siguientes


categorías: campos en los que abarca el pensamiento marxista; método del marxismo;
la concepción materialista de la historia, integrada por las relaciones de producción,
fuerzas productivas, modo de producción, conciencia social y superestructura,
formación social, ley del desarrollo de las fuerzas productivas y transformación de los
regímenes sociales, el carácter dialectico del desarrollo social; y por último la visión,
integrada por el materialismo económico, la ortodoxia marxista, el revisionismo
actual.
La segunda parte corresponde al modelo marxista de crecimiento económico;
subdividido en las siguientes categorías: identificación y relación entre las variables,
integrado por identificar algunas variables marxistas, explicar las relaciones entre las
variables identificadas, análisis del ciclo económico, la teoría del ejército industrial de
reserva, tendencia decreciente de la cuota de ganancia y por último la explicación
sobre las variables dichas para explicar las crisis económicas en el sistema capitalista.
Los principales campos en los que las atribuciones de Marx influyeron son: la
filosofía, con el materialismo dialectico; ciencias sociales, con el materialismo
histórico y el análisis especifico del sistema capitalista.
En la filosofía, la contribución de Marx es una nueva manera de concebir el mundo,
el materialismo dialectico, de tal forma que podemos definir a la dialéctica como
método de análisis y del materialismo, como concepción de la realidad.
Marx a través de sus obras expone una especial característica, la teoría materialista
del conocimiento, concepto de praxis, la concepción del hombre como ser social y no
individual y finalmente la concepción de la sociedad como proceso histórico de la
praxis. Para continuar es necesario abordar el método con que Marx contribuye de
investigación en las ciencias sociales. De una forma simple se puede decir que el
método empleado por el pensamiento marxista es crítico, histórico, dialectico y
totalizante. En seguida una breve descripción de cada una de ellas.

Es crítico, porque parte de un análisis crítico del conocimiento existente a la luz de


una realidad concreta. Por ejemplo, el análisis hecho por Marx en El Capital es una
crítica de la economía clásica de acuerdo con la realidad de la época que él vivió. En
su trabajo podemos observar que, trata de desentrañar sus incoherencias,
inadecuaciones, errores y finalmente selecciona los conceptos que puedan servirle
para formular un nuevo pensamiento, y en el caso de Marx ese pensamiento fue El
Capital.
La característica histórica corresponde a que no solo se trata de un análisis histórico
de tipo descriptivo y abstracto, sino que es precisamente la característica histórica
permite desentrañar los elementos esenciales del análisis de un proceso.

Es dialectico, porque si algo maneja de manera excelente Marx es la dialéctica, el


manejo de la tesis y de la antítesis. Pero qué se entiende por dialéctica. La dialéctica
es el arte de la contradicción, de la discusión, de la apelación, etc. Es en sí, una
realidad que se desarrolla mediante contradicciones.
Marx y Engels trabajaron para que el socialismo se lograra convertir en una
alternativa real al cambio que permita el pleno desarrollo de la sociedad. El
socialismo científico es el gran logro de ese trabajo, si bien anteriormente en Francia
se había avanzado pero que se manifestaba utópico al no haber característica real de
aplicación. El marxismo da el origen de este desarrollo del pensamiento a través de
un cambio en la formación social.

El pensamiento de Marx va en función de integrar la dialéctica al análisis de la


historia humana y con las características que la dialéctica conlleva explica las
contradicciones internas que padece el capitalismo como sistema económico.

Marx abunda sobre las contradicciones capitalistas y manifiesta su trabajo en la


explicación de las crisis económicas. Marx concibe a la crisis como un fenómeno
inherente al capitalismo. Para explicar esto, se puede realizar una explicación
sintetizada acerca de la crisis capitalista: ―los capitalistas en su afán de obtener la
mayor plusvalía tratan de aumentar la intensidad de la jornada laboral y en
consecuencia la productividad del trabajo‖.

Pero por parte de los trabajadores, si están bien organizados se resistirán a tal
explotación. Los capitalistas tratarán de ampliar sus mercados a fin de comercializar
sus productos, pero al mismo tiempo pagarán a sus trabajadores el mínimo posible.
Así, tanto el consumo como la demanda de los trabajadores disminuirán, los
mercados se reducirán y el capitalismo entrará en crisis.

Funcionalismo

Antecedentes

El nombre de esta escuela se deriva del hecho de que para el etnógrafo polaco
Bronislaw Malinowski, seguidor de las teorías sociológicas del francés Émile
Durkheim, las culturas se presentan como todos "integrados, funcionales y
coherentes", Por lo tanto, cada elemento aislado de la misma solo puede analizarse
considerando los demás. Este autor estudia entonces la cultura y demás hechos
sociales, como por ejemplo las instituciones en las que estos están "concentrados", en
función de cómo se organizan para satisfacer las necesidades de un grupo humano, es
decir, todas aquellas tareas u objetivos que tienden a mantener y conservar los
organismos de la sociedad y a esta como tal, incluyendo sus modelos culturales.

Funcionalismo (Concepto)

El Funcionalismo es una corriente teórica surgida en Inglaterra en los años 1930 en


las ciencias sociales, especialmente en sociología y antropología social. Tiene un
enfoque empirista que preconiza las ventajas del trabajo de campo. Hasta el siglo
XIX, la mayoría de las labores se realizaban en un gabinete, mediante relatos
sesgados de viajeros. El funcionalismo abrió el camino de la antropología científica,
desarrollándose luego con gran éxito en Estados Unidos.

Bajo esta mirada, las instituciones sociales serían medios colectivamente


desarrollados para la satisfacción de las necesidades biológicas y culturales; los
define, por lo tanto, por el cumplimiento de una función social, y no como se hacía
generalmente por las circunstancias históricas de su desarrollo. Enfatiza, por lo tanto,
las medidas que las instituciones toman para alcanzar los fines socialmente valorados;
en la escuela funcionalista americana, basada sobre todo en la obra de Talcott
Parsons, se pone un énfasis particular en el mantenimiento de la estabilidad social.

Principales representantes el Funcionalismo

 Bronislaw Malinowski (1884-1943)


 Alfred Radcliffe-Brown (1881-1955)

Malinowski sostenía que las instituciones existen en tanto desempeñaban funciones


específicas (cada una la suya) y así, contribuyen a sostener el orden social.

El funcionalismo subrayó la interconexión orgánica de todas las partes de una cultura


poniendo en primer plano la idea de totalidad. De esta manera, se postula una
universidad funcional que se opone al difusionismo.

En análisis funcional es una explicación de los hechos antropológicos en todos los


niveles de desarrollo de acuerdo al papel que juegan dentro del sistema total de la
cultural, por el modo en que están interrelacionados en el interior del sistema y por la
forma en que ese sistema se vincula al medio físico. El concepto de función, de
acuerdo a Malinowski refiere al papel que juega un aspecto en relación al resto de la
cultura y en última instancia, orientado siempre a la satisfacción de las necesidades
humanas, esto es, la supervivencia.

Será un paso adelante en esta línea el trabajo de Radcliffe-Brown, que hará hincapié
en el concepto de estructura social. En efecto, para este autor no hay función sin
estructura. Por estructura se entiende una serie de relaciones unificadas, en donde la
continuidad se conservaría a través de un proceso vital compuesto por las actividades
de las unidades constitutivas.
Merton agregará que existen requisitos previos o una serie de condiciones necesarias
para la supervivencia de una sociedad o el mantenimiento de una estructura. Así,
ciertas formas culturales o sociales son indispensables para que algunas funciones
puedan desempeñarse.

Las consecuencias del modelo teórico planteado por el funcionalismo se manifiestan


en la prioridad otorgada al análisis sincrónico y a-histórico, la noción integrada de la
sociedad con cierta tendencia a concebirla como un complejo sistema cerrada y el
abandono por el interés respecto a cuál fue el origen de la cultura que caracterizó a
escuelas anteriores.

Funcionalismo (Émile Durkheim)

Durkheim utiliza el concepto de función en analogía al organismo biológico, que se


constituye en un sistema social que tiene ciertas necesidades que deben ser
satisfechas, ya que su vigencia depende del establecimiento de la armonía general y el
orden.

Considera que las necesidades del hombre se gestan por la tradición, que debe estar
compuesta por el conjunto de comportamientos distintos (producto de la actividad
psíquica de ellos) que confluyen en una acción social que se desprende de tal
conjunto, y regula tanto a ese conjunto como al individuo. Por tanto, la acción de la
sociedad es un hecho colectivo que regula las acciones individuales, y de esa
coacción reguladora de las individualidades que forma la conciencia colectiva,
Durkheim la define como un hecho social.

Para él un hecho social es aquella acción que ejerce una coacción exterior en el
individuo o bien, en la colectividad, conservando existencia propia de manera
independiente de las manifestaciones individuales que pudieran surgir. Para explicar
el hecho social, deben encontrarse las causas que lo produjeron, pues solo de esa
manera se podrá determinar la función que cumple. La satisfacción de las necesidades
sociales se logra si se tiene algún fin social, y este fin consiste en el mantenimiento de
la convivencia, de la armonía, del orden social.

Durkheim explica que solo es útil aquello que pueda mantenerse, resultando la
utilidad en relación directa con lo estable que pueda ser una sociedad, tanto en el
interior de sí misma como con otras sociedades, que se logra con la satisfacción de
ciertas necesidades, convirtiéndose ésta en la función social. Por tanto, la sociedad
logra la satisfacción de sus necesidades mediante la función o rol, y en esa actividad
es posible entender los fenómenos sociales.

Funcionalismo (Robert Merton)

Sus escritos eran más cautos y defensivos, y en ellos siempre estaba presente el
conocimiento de las diversas críticas que habían suscitado los anteriores marcos de
referencia funcionalista. Una parte importante de su obra se centra en esas críticas. De
hecho, intentó constantemente demostrar que no eran válidas o señaló errores que no
eran inherentes a su argumento. El paradigma funcionalista que proponía Merton se
esforzaba por evitar esos defectos intelectuales. Él señalaba que los individuos
evaluaban su propia situación comparándola y contrastándola con la de un grupo de
referencia. Merton pensaba que la teoría alcanzaba sus objetivos porque contradecía
el sentido común y había sido comprobada empíricamente.

La propuesta funcionalista de Merton se basaba en sus críticas a esta trinidad de


postulados funcionales. En primer lugar, él abandona la idea del primer
funcionalismo según la cual vivimos en el mejor de los mundos posibles. Hay muchas
creencias o prácticas que persisten a pesar que sus efectos no son muy beneficiosos
para los individuos afectados o para el conjunto de la sociedad. Puede que sus
consecuencias sean negativas o que carezcan de una influencia social significativa.
Merton señaló que los primeros funcionalistas habían producido un sesgo que desde
entonces había hecho que los estudios se centraran exclusivamente en los efectos
positivos que tienen los elementos sociales para el conjunto en el que están inmersos.
Señaló que era habitual criticar al funcionalismo por su sesgo conservador. Reconocía
que los primeros funcionalistas habían tendido a hacer interpretaciones que
legitimaban el orden existente, aunque negaba que esta tendencia fuera inherente al
funcionalismo.

Merton hizo hincapié en que la función de una práctica es un efecto observable y que,
por tanto, hay que distinguirla de la motivación que subyace en dicha práctica. Es
evidente que algunas prácticas tienen funciones que son las que pretenden y
reconocen los individuos afectados. Merton las denomino ―funciones manifiestas‖.
Sin embargo, hay otras que no son ni intencionadas ni reconocidas por los individuos
que las realizan y Merton las llamó ―funciones latentes‖.

Distinguía entre los valores últimos que son esenciales para una determinada cultura
y el hecho de que se disponga de medios legítimos para lograr objetivos.

El mérito de Merton fue hacer una reflexión crítica y esclarecedora sobre concepto
clave, como el de función o el de equivalente funcional. Su marco era más elaborado
que el de los primeros funcionalistas y puso especial cuidado para evitar sus errores,
logró apartarse de una imagen de la sociedad que había estado muy en boga y que
consistía en tratarla como un todo orgánico en el que sólo había partes funcionales e
indispensables.

Estructuralismo

Antecedentes

Es un movimiento europeo en el área de las humanidades que emergió en Francia a


mediados de la década de 1950 y en el que el lenguaje desempeña una función clave.

El estructuralismo tiene sus raíces en la lingüística de Ferdinand de Saussure, cuya


principal propuesta es que ―el lenguaje no es ni una forma ni una sustancia‖. Su
nacimiento real tuvo lugar en 1955, cuando el filósofo Claude Lévi-Strauss (influido
por Saussure pero también por los antropólogos y lingüistas estadounidenses y los
formalistas rusos) publicó en el Journal of American Folklore un artículo titulado ―El
estudio estructural del mito‖: Un mito, donde afirmaba que el mito ―como el resto del
lenguaje, está formado por unidades constituyentes‖ que deben ser identificadas,
aisladas y relacionadas con una amplia red de significados. Así pues, los fenómenos
culturales pueden considerarse como producto de un sistema de significación que se
define sólo en relación con otros elementos dentro del sistema, como si fuera el
propio sistema quien dictase los significados.

Estructuralismo (Concepto)

El estructuralismo se propone identificar y definir las reglas y limitaciones en el seno


de las cuales, y en virtud de las cuales, el significado es generado y comunicado. Este
método, que se define como inmanente porque no mira en el exterior para explicar los
fenómenos culturales, elimina la búsqueda de autenticidad allí donde, por ejemplo, se
encuentran diferentes versiones de un mito: el análisis estructural toma en
consideración todas las variantes halladas en el estudio de un fenómeno determinado.
Otra función del método es la de interpretar el funcionamiento de la mente, tanto en
las culturas primitivas como en las culturas científicas, como un todo
estructuralmente idéntico: la teoría kantiana de los procesos de pensamiento queda así
demostrada a posteriori por la investigación antropológica.

El Neo estructuralismo de Levi-Strauss supone una modelización de la realidad social


observada, interesada en la dimensión temporal. En esto, su concepto de estructura
difiere del que mantiene la tradición estructural-funcional anglosajona
El concepto de estructura, como señala Jiménez Blanco, es común a todas las
direcciones del pensamiento y puede formularse simplificadamente del siguiente
modo:

1. Una estructura es un conjunto de partes tan íntimamente relacionadas que


cualquier cambio en una de ellas repercute de inmediato en las demás.
2. Las estructuras no se van, son modelos que utilizan los científicos para
seleccionar ciertos aspectos de la realidad que responden al contenido de la
noción de estructura y que facilitan el conocimiento de dicha realidad.
3. La estructura, pues, es un ―modelo‖ que ofrece una visión simplificada de la
realidad y que destaca un determinado tipo de relaciones entre sus partes.
4. Levi-Strauss se alinea con las ―técnicas de la sospecha‖ como Marx y Freud:
sospecha ante la explicación tradicional que el hombre se da a sí mismo sobre
el entorno social que lo circundo.

Estructuralismo (Levi Strauss)

1. Implican el carácter de SISTEMA. Esto consiste en que sus elementos se


relacionan de manera tal que la modificación de cualquiera de ellos implica una
modificación de todos los demás.

2. Como todo modelo pertenece a un grupo de TRANSFORMACIONES, cada una de


éstas se corresponde con un modelo de la misma familia, de manera que el conjunto
de estas transformaciones, constituye un grupo de modelos.

3. Las propiedades enunciadas previamente permiten PREDECIR, de qué manera


reaccionará el modelo en el caso en que alguno de sus elementos se modifiquen.

4. El modelo debe ser construido de tal manera que su FUNCIONAMIENTO pueda


dar cuenta de todos los hechos observados.
Una estructura, pues no es una realidad empírica observable sino un modelo
explicativo teórico construido no como inducción sino como hipótesis. Se diferencia
así "estructura" de "acontecimiento".

En la estructura no se considera a los términos en sí mismos sino a sus relaciones, es


por lo tanto, un sistema de relaciones y transformaciones, regulado por una cohesión
interna que se revela en el estudio de sus transformaciones.

Estructuralismo (Piaget)

Piaget ha definido a las estructuras a través de tres características:

1. Totalidad: es un sistema que posee más propiedades que la de sus elementos


aislados.

2. Transformaciones, posee un equilibrio dinámico

3. Autorregulación: el sistema es cerrado y se auto-conserva, porque es un sistema de


transformaciones auto-reguladas.

Estructural-Funcionalismo

El estructural-funcionalismo (también llamado funcionalismo estructural o


estructuralista) es un enfoque empleado en ciertas ciencias sociales, especialmente en
la antropología y la sociología. Supone que los elementos de una determinada
estructura social son interdependientes entre sí. Una variación de alguno de ellos,
repercute en los demás. Los orígenes de esta corriente se remontan a los trabajos de
Émile Durkheim. Fue desarrollado en la antropología social británica por Bronislaw
Malinowski y Alfred Reginald Radcliffe-Brown. En sociología, el estadounidense
Talcott Parsons es uno de sus mayores exponentes, y sus aplicaciones principales
tienen lugar en el campo de la sociología de la cultura.
El Funcionalismo Estructural

Esta teoría, también denominada estructural-funcionalismo, afirma que para acceder


al conocimiento de la realidad social, se debe partir de principios teóricos que Parsons
denominó sistemas de referencia.

Los sujetos sociales construyen sistemas de relaciones interactivas que Parsons


clasifica en tres tipos:

El sistema cultural, constituido por los patrones de conducta, símbolos, creencias, etc.
Es el objeto de estudio de la antropología social.

El sistema de la personalidad, que se integra a partir de la apropiación individual, o


internalización que el sujeto realiza de las normas sociales del grupo en el que
interactúa.

El sistema social, considerado a partir de dos estructuras que lo determinan: la


división social del trabajo y la estratificación social que, planteados así, integran el
objeto de estudio de la sociología.

El funcionalismo estructural concibe a la sociedad como un enorme casillero, con


varios niveles (estratos sociales), y considera que los individuos ocupan, cada uno,
necesariamente determinado sitio (status social) dentro de alguna casilla de esa
enorme estructura. Sus actuaciones o papeles desempeñados dentro de ese status, se
denominan roles del sujeto.

Cuando una sociedad ha sido capaz de establecer patrones conductuales que


garantizan su equilibrio y supervivencia, se dice que se trata de una sociedad
funcional.

Merton supone la existencia de dos alternativas: que los roles desempeñados por el
sujeto sean voluntarios y reconocidos (manifiestos) o no deseados ni reconocidos
(latentes).
Las críticas más frecuentes que se le han hecho al funcionalismo estructural son las
que menciono a continuación.

 Se trata de una teoría conservadora, pues considera que son funcionales los
factores que preservan la existencia de un determinado sistema.
 La consideración del cambio social como una situación anormal, limita
grandemente a esta teoría, pues le impide explicarse dicho cambio.
 El funcionalismo estructural no advierte la existencia de la estructura
económica de la sociedad.

El Funcionalismo Estructural (Talcott Parsons)

La teoría funcionalista de Parsons no simpatizaba con una concepción positivista de


las ciencias sociales. Hizo hincapié en lo erróneo de esta postura, porque no creía que
recogiera el carácter intencionado de la acción humana, lo que se necesita es una
teoría que tenga en cuenta el hecho de que las personas tienden a un objetivo y que, al
mismo tiempo, están condicionadas.

Parsons desarrolló su ―teoría general de la acción‖ cuyo objetivo era aportar un marco
teórico que conjugara diversas disciplinas de las ciencias sociales: sociología,
política, psicología y economía. En esta teoría es esencial el concepto de ―sistema‖;
para él un ―sistema de acción‖ tiene que ver con una organización duradera de la
interacción entre lo que dominaba un ―actor‖ y una ―situación‖. El actor puede ser un
individuo o un grupo y la situación pueden o no incorporar a otros ―actores‖. Señaló
que todo sistema tiene tres características. La primera es su relativa estructuración.
Parsons sostenía que en el ámbito social las pautas relativas a los valores y lo que él
denominaba ―las variables patrón‖ contribuyen a la naturaleza estructurada del
sistema. La segunda se basa en que la pervivencia de ese sistema precisa del
cumplimiento de ciertas funciones.
Las variables patrón representan el universalismo frente al particularismo, la
actuación frente a la cualidad, las relaciones especificas frente a las difusas, así como
la neutralidad afectiva frente a la afectividad. En el esquema de Parsons subyace la
observación de que nuestra sociedad se mueve hacía el universalismo, la actuación y
las relaciones específicas y la neutralidad afectiva.

Su concepto de ―requisitos funcionales‖ señala en qué medida estas actitudes o


significados están enraizados en los subsistemas sociales y se hayan condicionados
por ellos. La teoría funcionalista de Parsons descansa en la idea de que cualquier
sistema de acción sólo existe en la medida en que cuatro clases de función satisfacen
cuatro necesidades básicas. Para Parsons, las cuatro necesidades y requisitos
funcionales de cualquier sistema de acción son: adaptación: consecución de objetivos,
integración y latencia o mantenimiento de pautas.

Pragmatismo Norte Americano

Antecedentes:

Tradición filosófica de origen Norte Americano, que comenzó en el año 1870


con Charles Sanders Peirce y su Máxima Pragmática. Luego a través de los inicios
del Siglo XX, el Pragmatismo comenzó a desarrollarse con los trabajos de William
James, John Dewey y desde un punto de vista menos ortodoxo, por George
Santayana. Varias de las características más importantes del Pragmatismo incluyen lo
que corresponde al empirismo, instrumentalismo, verificacionismo, relatividad
conceptual y falibilismo.

Charles S. Peirce (1839-1914), calificado por William James como el pensador


norteamericano más neto y puro de su tiempo, es un investigador universal,
polifacético, sistemático. Lo mismo trabajaba sobre metafísica, matemática, lógica y
religión, que sobre química, óptica, geodesia, psicología, telepatía, criminología y
egiptología.

Pragmatismo:

El pragmatismo es un movimiento filosófico que se desarrolló principalmente en


Estados Unidos e Inglaterra, el cual propone que cada teoría científica, ética o
religiosa debe basarse en los efectos prácticos de la misma. Aunque W. James no
consideraba el pragmatismo como una teoría filosófica, son un modo de pensar en el
cual tienen cabida, distintas teorías y disciplinas.

Entonces, el pragmatismo comprende una variedad de doctrinas que, si bien tienen un


conjunto de características comunes, encierran también una indiscutible diversidad.
Las formas fundamentales que el pragmatismo ha adoptado son dos: una forma
metafísica, que es una teoría de la verdad y de la realidad (James, Schiller, etc.), y una
forma metodológica, que puede describirse como una teoría del significado (Peirce,
Mead, Dewey, etc.). El propio Peirce, que es su fundador, prefirió en un momento
dado designar esta segunda forma de pragmatismo con el nombre de
"pragmaticismo", para distinguirla de la forma metafísica. Es, por tanto, la forma
común de concebir la verdad lo que caracteriza y da cierta unidad al pragmatismo

La prueba de la verdad de una proposición es su utilidad práctica; el propósito del


pensamiento es guiar la acción, y el efecto de una idea es más importante que su
origen. Se opone a la especulación sobre cuestiones que no tienen una aplicación
práctica. Afirma que la verdad está relacionada con el tiempo, lugar y objeto de la
investigación y que el valor es inherente tanto por sus medios como por sus fines.

Charles Sanders Peirce, William James, George Herbert Mead y John Dewey son los
cuatro ―Dioses Mayores‖ del pragmatismo norteamericano. Peirce es el primero que
ofrece la idea directriz del pragmatismo, pero James es quien populariza el nombre. A
los pragmatistas les importa explicar el puesto del pensamiento y del conocimiento en
el mundo. El pensamiento es activo. Las realidades se constituyen como tales cuando
son conocidas. Los hechos se reconstituyen en la dirección de un valor. La realidad
incluye el hecho físico y el hecho mental. El conocimiento es instrumento en el
proceso de cambio de una realidad insatisfactoria a una realidad satisfactoria o menos
insatisfactoria. La prueba de la verdad de una teoría reposa en el examen de sus
consecuencias. La vida de la educación y la vida de la ley no ha sido la lógica: ha sido
la experiencia.

Pragmatismo (Charles Peirce):

Más que la luz de la razón natural, Peirce recomendaba el experimento. En vez de la


duda total en el pensar -como la postulada por Descartes-, proponía "la duda concreta
sobre algo concreto por una razón concreta". De la creencia se marcha a la duda
razonable, para llegar a una nueva creencia que genera otra nueva duda. Este
procedimiento -lo advierte el propio Charles S. Peirce- no tiene nada que ver con la
lógica de Hegel. Toda teoría es provisional. El experimento es el sucesor del
enlightemment y de la razón pura. Es preciso hacer evidentes las representaciones y
los conceptos. El experimento es una técnica científicamente refinada del comprobar.
"Mi lenguaje es el compendio de mi ser", decía Peirce. Y trazaba un sistema de
diagramas para expresar con exactitud cualquier pensamiento. El lógico Peirce deja
de ser un lógico exclusivista y se introduce en los terrenos de la moral y de la
teología. El individuo debe resolverse en la humanidad conocida o en la que está por
conocerse. Si fuéramos inmortales sobrevendría la disolución y la desesperanza. Por
fortuna somos mortales. "La lógica exige 'imperiosamente' que limitemos nuestros
intereses, incluso frente al más allá de nuestro vivir geológico, en bien de la sociedad
y de la humanidad." Se opuso a la teología negativa y formuló sus argumentos para
demostrar la existencia de Dios.
¿De dónde iba a venir la idea de Dios de no ser de la experiencia directa?
El instinto garantiza la certeza de una vida futura y de un Dios incomprensible.
"Abrid los ojos -exclamaba Peirce-, abrid el corazón que también es un órgano de
percepción y percibiréis a Dios." Y hasta llegó a decir: "Las vivencias instintivas que
nos proporciona la fe son más de fiar que los resultados en la ciencia."

Pragmatismo (John Dewey):

Dewey define a menudo su filosofía como naturalismo empírico o empirismo


naturalista. La experiencia es la base de su teoría y precisamente por ella debe
desecharse toda idea de trascendencia, porque la experiencia enseña que todo cambia,
tanto en el orden material como en el espiritual. Asimismo, el pragmatismo no es para
Dewey una realidad última, un absoluto, un proceso que cree la realidad objetiva en
sentido metafísico. Para él "el pensamiento es una forma altamente desarrollada de la
relación entre estímulo y la respuesta al nivel puramente biológico"; en la interacción
ambiente-hombre, el fin del pensamiento estimulado por una situación problemática,
es transformar o reconstruir el conjunto de condiciones antecedentes que han
planteado un problema o una dificultad. El pragmatismo tiene muchas variantes y se
presta a múltiples desarrollos.
Una de esas variantes, que ha adquirido rango y notoriedad en el marco de la
filosofía norteamericana y contemporánea, es el "naturalismo experimental" de John
Dewey. La realidad es "todo lo que se encuentra denotativamente", Materia,
movimiento, devoción, piedad, amor, belleza y misterio son aspectos reales –no
simplemente preferencias arbitrarias o temperamentales- de nuestra experiencia.
Se puede disfrutar de las cosas o se pueden conocer. Pero disfrute y conocimiento
son "dos dimensiones de las cosas experimentadas". El conocimiento es siempre
instrumental. Gobierna y regula la acción. La validez de cualquier idea depende de su
funcionamiento, de la prueba experimental.

Pragmatismo (William James):

Para James las ciencias sólo se convierten en verdades cuando son útiles, por
consiguiente, la utilidad debe ser la medicina de la ciencia. Explica que el individuo
quiere librarse de una inquietud recurriendo a un ser superior a quien debe reverencia;
para James, los valores religiosos no son un saber demostrable si son sumamente
prácticos; James tratará de estructurar una conciencia a la que considera como distinta
del puro orden físico.

El mundo: ¿es uno o múltiple?, ¿libre o predestinado, ¿material o espiritual? Ante


estas magnas cuestiones, el método pragmático interpreta cada noción de acuerdo con
sus respectivas consecuencias prácticas. Si las alternativas prácticas tuviesen la
misma significación, toda disputa seria vana. "Toda la función de la filosofía -
observa, William James- debe enderezarse a hallar las diferencias definidas que
suscitaría en cada uno de nosotros en momentos determinados en la vida el que
resultase cierta esta o aquella fórmula del mundo". Más que soluciones de enigmas,
las teorías se convierten en instrumentos. "El pragmatismo conviene con el
nominalismo en apelar siempre a los casos particulares; con el utilitarismo en hacer
hincapié sobre los aspectos prácticos; con el positivismo, en su desdén por las
soluciones verbales." Aparta los ojos de los principios, categorías, primeras cosas,
supuestas necesidades y mira hacia los frutos, las consecuencias, los hechos últimos.

Las ideas son verdaderas en la medida que son útiles para entablar relaciones
satisfactorias con otros sectores de nuestra experiencia. Todo es plástico. El
pragmatismo se aviene con los hechos. "Si las ideas teológicas demuestran poseer un
valor para la vida concreta, serán verdaderas para el pragmatismo en la medida en que
sirvan para ello. En cuanto al resto, su verdad dependerá enteramente de sus
relaciones con otras verdades que también han de ser reconocidas‖. Lo absoluto es
una verdad "en tanto que". Y la verdad es una especie de lo bueno como creencia.
Modernismo

Antecedentes

A fines del siglo XIX, dos escuelas literarias reemplazan al Romanticismo y


representan tendencias opuestas: el Realismo y el Naturalismo en la novela y en el
teatro, y el Modernismo en la poesía.

El Modernismo es una escuela literaria de gran renovación estética. El canto de los


poetas modernistas constituye la primera expresión de autonomía literaria de los
países hispanoamericanos.

El modernismo se desarrolla entre los años 1880-1914. Esta escuela busca separarse
de la burguesía y su materialismo, por medio de un arte refinado y estetizante. Con
respecto al lenguaje, el Modernismo reacciona contra el retoricismo, el descuido
formal del Romanticismo y la "vulgaridad" del Realismo y del Naturalismo. Se nutre
básicamente de dos movimientos líricos surgidos en Francia, en la segunda mitad del
siglo XIX: el Parnasianismo y el Simbolismo.

Modernismo (Concepto)

En la historia de la literatura en lengua española, se cono como modernismo a un


amplio movimiento literario que se desarrolló entre los años 1880-1910,
fundamentalmente en el ámbito de la poesía, caracterizado por su ambigua rebeldía
creativa, su refinamiento narcisista y aristocrático, una profunda renovación estética
del lenguaje y la métrica, y el culturalismo cosmopolita.

Tradicionalmente se ha venido asociando el inicio del movimiento modernista, a la


publicación de Azul, de Rubén Darío.
Desarrollo del Modernismo

En el desarrollo del modernismo, es posible identificar los siguientes momentos: v


Iniciación: La primera generación modernista (1882-1896). José Martí y Manuel
Gutiérrez Nájera inician un trabajo de actualización de la lengua, principalmente en la
prosa, aunque también en el verso, muy fijos al modelo español. v Culminación: En
1888, Rubén Darío publica su libro Azul. En esta época ya se habían realizado
grandes innovaciones en la palabra poética. Por medio de su obra en Chile, Argentina
y España, Darío realiza una tarea excepcional, que consolida el Modernismo como
movimiento continental y se convierte en su síntesis más brillante, tanto en América
como en España. En 1896 se edita Prosas Profanas, el libro de Darío que oficializa el
Modernismo en Hispanoamérica. v Continuación: La segunda generación modernista.
Consagrado Rubén Darío como jefe de la escuela del Modernismo, cuando ya los
iniciadores habían muerto prematuramente, los escritores de esta segunda generación
continuarían la obra con sus aportes personales. Ellos son, entre otros, Leopoldo
Lugones, Ricardo Jaimes Freyre, Amado Nervo, y Julio Herrera y Reissig.

Etapas del Modernismo

De acuerdo con su temática y, a través de ella, y la manera en que el artista "mira" el


mundo, se diferencian dos etapas en el desarrollo del Modernismo:

Etapa Preciosista: Predominan los temas exóticos y símbolos de la antigüedad. El arte


no ejerce un compromiso con l realidad sino que se relaciona con una estética de
evasión, se eligen los paisajes versallescos y las innovaciones de la poesía francesa.
Está representada por Prosas Profanas.

Etapa Mundonovista: Se valorizan las raíces hispánicas de América y aparece el


interés por los temas sociales y políticos de la época. Está representada por el Darío
de Cantos de vida y esperanza, por Santos Chocano y el Lugones de Odas seculares.
Características del Modernismo:

Se pueden establecer los siguientes rasgos del Modernismo:

Amplia libertad creadora.

Sentido aristocrático del arte.

Rechazo de la vulgaridad.

Perfección formal.

Cosmopolitismo: el poeta es ciudadano del mundo, está por encima de la realidad


cotidiana.

Actitud abierta hacia todo lo nuevo.

Correspondencia de las artes (aproximación de la literatura hacia la pintura, la


música, la escultura).

Gusto por los temas exquisitos, pintorescos, decorativos y exóticos. Se constituyen


como temas la mitología, la Grecia antigua, el Oriente, la Edad Media, etc.

Práctica del impresionismo descriptivo (descripción de las impresiones que causan las
cosas y no las cosas mismas).

Renovación de los recursos expresivos: supresión de vocablos gastados por el uso;


inclusión de vocablos musicales y de uso poco frecuente; simplificación de la
sintaxis; aprovechamiento de las imágenes visuales; etc.

Renovación de la versificación: se le dio flexibilidad al soneto. Se prefirieron la


versificación irregular, el verso libre y la libertad estrófica, que dio a la silva
variedades desconocidas.
Autores Españoles

Rubén Darío

Vida:

Nació en Nicaragua. En su mocedad adoptó posturas progresistas ante los problemas


de América. Pronto conoció las nuevas tendencias poéticas, en particular las de
origen francés. A los veintiún años alcanza su primer éxito con Azul. Viene a España
y conoce a nuestros principales escritores. Vuelve, ya como un ídolo, y comparte las
amarguras del ´98. Su vida fue intensa; los excesos miraron su salud y le llevaron a
una muerte prematura.

Estilo:

Todo el Modernismo se encuentra en Rubén Darío. En él hallamos los temas


paganos, exóticos, legendarios, cosmopolitas... o la intimidad doliente.

Ofrece variados tonos: lo frívolo, lo sensual, lo meditativo, la exaltación patriótica...


Y siempre asombra su dominio de las más diversas formas. Sus deslumbrantes
imágenes, su fuerza sensorial y su sentido de la musicalidad resultan proverbiales.
Insistamos en el enriquecimiento de la métrica que llevó a cabo.

Obra:

Tras varias obras primerizas, publica Azul. Su maestría es ya patente en los poemas a
las citaros estaciones o en sus sonetos escritos en alejandrinos, a la francesa.

 La consolidación de su estilo se da con Prosas profanas, su libro más brillante


y vitalista.
 Otra cima de su obra son los Cantos de vida y esperanza. Pero hay un cambio;
junto a lo pagano o lo erótico aparecen tonos graves, inquietud, amargura.
 Aún publicó Darío otros libros, siempre interesantes, pero que no ofrecen
logros superiores a los ya conseguidos.
No olvidemos, que es también un admirable prosista. Nos ha dejado espléndidos
cuentos y muchos artículos sobre temas diversos.

Significación

Resulta ya obligado decir que sin Rubén Darío no podría explicarse la evolución de la
poesía española en el siglo XX. Por eso, el gran nicaragüense tiene un puesto de
honor en nuestra literatura. Así lo reconocieron ya los Machados o Juan Ramón
Jiménez. Y los poetas de la ―generación del 27‖ lo admiraron. Si en la posguerra
decayó algo su estimación, en fechas más cercanas se le ha vuelto a valorar como uno
de los grandes creadores de nuestra lengua.

Edgar Allan Poe

Escritor romántico estadounidense, cuentista, poeta, crítico y editor, unánimemente


reconocido como uno de los maestros universales del relato corto. Es considerado el
padre del cuento de terror psicológico y del relato corto en su país. Fue precursor
asimismo del relato detectivesco y de la literatura de ciencia ficción, y renovador de
la llamada novela gótica. Ejerció gran influencia en la literatura simbolista francesa.
Su obra poética magistral es El cuervo.

Poesía

Poe definió la poesía como "creación rítmica de la belleza El más popular de todos
sus poemas es El cuervo, un canto narrativo de corte romántico en el que se cuenta la
llegada de una de estas aves a la estancia de un hombre solitario, en una noche de
tormenta.

Ensayo

Poe ejerció asimismo con acierto el ensayo sobre los temas más variados (la larga
meditación cosmológica Eureka, así como la crítica literaria (a destacar sus reseñas
sobre Long fellow,), en la que se mostró enemigo del "aldeanismo" estadounidense y
partidario más bien de una creación de índole independiente y cosmopolita.
Stéphane Mallarmé

Bautizado con el nombre Étienne Mallarmé, al perder a su madre, fue tutelado por sus
abuelos. La muerte de su hermana María le marcó profundamente. Estudió el
bachillerato, Tras conocer a una joven alemana, M.Gerhard, dejó su empleo para vivir
con ella en Londres, con la idea de prepararse para ser profesor de inglés. Excluido
del servicio militar, se casó en Londres con María y obtuvo su acreditación para
enseñar inglés. Sufrió un espasmo de laringe. Pidió a su mujer y a su hija que
destruyeran sus escritos. Por la mañana, murió. Autor de una obra poética tan breve
como ambiciosa, el oscuro y esteticista Mallarmé inició, en la segunda mitad del siglo
XIX, una renovación de la poesía cuya influencia se siente hasta nuestros días. Dueño
de una sintaxis, ritmo y vocabulario poco comunes, Mallarmé creó poemas cerrados
en sí mismos, lejos de cualquier realismo, donde el sentido proviene de las
resonancias. En su poesía las sonoridades y los colores juegan un rol tan importante
como los sentidos cotidianos que tienen las palabras, lo cual hace su traducción
realmente difícil. Según algunos autores, Mallarmé es el creador de un impresionismo
literario.

Obras

Herodías, Preludio a la siesta de un fauno, Los dioses antiguos.

Postmodernismo

Antecedentes

El término posmodernidad o postmodernidad designa generalmente a un amplio


número de movimientos artísticos, culturales, literarios y filosóficos del siglo XX,
definidos en diverso grado y manera por su oposición o superación del moderno. En
sociología en cambio, los términos posmoderno y post-modernización se refieren al
proceso cultural observado en muchos países en las últimas dos décadas, identificado
a principios de los 78, esta otra acepción de la palabra se explica bajo el término post-
materialismo.
Las diferentes corrientes del movimiento postmoderno aparecieron durante la
segunda mitad del siglo XX. Aunque se aplica a corrientes muy diversas, todas ellas
comparten la idea de que el proyecto modernista fracasó en su intento de renovación
radical de las formas tradicionales del arte y la cultura, el pensamiento y la vida
social.

Post-Modernismo (Concepto)

Estas sociedades se caracterizan principalmente por la importante automatización de


las fuerzas productivas, el incremento del sector terciario por sobre el secundario y la
significativa ampliación de la brecha entre pobres y ricos.

Uno de los mayores problemas a la hora de tratar este tema resulta justamente en
llegar a un concepto o definición precisa de lo que es la post-modernidad. La
dificultad en esta tarea resulta de diversos factores, entre los cuales los principales
inconvenientes son la actualidad, y por lo tanto la escasez e imprecisión de los datos a
analizar. Como también la falta de un marco teórico válido para poder analizar
extensivamente todos los hechos que se van dando a lo largo de este complejo
proceso que se llama post-modernismo. Pero el principal obstáculo proviene
justamente del mismo proceso que se quiere definir, porque es eso precisamente lo
que falta en esta era: un sistema, una totalidad, un orden, una unidad, en definitiva
coherencia.

Se suele dividir a la postmodernidad en tres sectores, dependiendo de su área de


influencia. Como un periodo histórico, como una actitud filosófica, o como un
movimiento artístico. Histórica, ideológica y metodológicamente diversos, comparten
sin embargo un parecido de familia centrado en la idea de que la renovación radical
de las formas tradicionales en el arte, la cultura, el pensamiento y la vida social
impulsada por el proyecto modernista, fracasó en su intento de lograr la emancipación
de la humanidad, y de que un proyecto semejante es imposible o inalcanzable en las
condiciones actuales. Frente al compromiso riguroso con la innovación, el progreso y
la crítica de las vanguardias artísticas, intelectuales y sociales, al que considera una
forma refinada de teología autoritaria, el posmodernismo defiende la hibridación, la
cultura popular, el descentramiento de la autoridad intelectual y científica y la
desconfianza ante los grandes relatos.

Si bien la acepción más frecuente de postmodernidad se popularizó a partir de la


publicación de La condición postmoderna de Jean-François Lyotard en 1979, varios
autores habían empleado el término con anterioridad. Es muy importante destacar que
no deben confundirse los términos modernidad y posmodernidad con modernismo y
posmodernismo, respectivamente. Modernidad se refiere a un periodo histórico muy
amplio que supone referirse a sus características políticas, sociales, económicas, etc.
Así podríamos, por ejemplo, hablar de la civilización o cultura moderna en un sentido
muy amplio y ese es el sentido que generalmente se le da en el ámbito de la filosofía
política, la teoría sociológica y la teoría crítica.

Siguiendo el mismo ejemplo, puede hablarse de la cultura post-moderna. Por otra


parte, el par modernismo y posmodernismo se usan para referirse a una corriente
estética que emergió primeramente en la literatura, en las artes plásticas y luego en la
arquitectura. Así, en este segundo caso, podemos hablar de la literatura modernista o
posmodernista, al igual que en el arte. Por ejemplo, suele decirse que la Ciudad de las
Vegas en EE. UU, es un caso paradigmático de arquitectura post-modernista. La
confusión entre ambos planos ha generado muchas dificultades de comprensión y
debe tenerse siempre en cuenta.

Por ejemplo en el sentido estético, el pintor inglés John Watkins Chapman designó
como «post-modernismo» una corriente pictórica que intentaba superar las
limitaciones expresivas del impresionismo sin recaer en el convencionalismo de la
pintura académica; el término no se popularizó, prefiriéndose la designación de «pos-
impresionismo» sugerida por el crítico Roger Fry.

Aunque el posmodernismo en este sentido no guarda más que una relación muy
lejana con el posmodernismo tal como se entiende habitualmente —coincidiendo por
lo general, de hecho, con los principios teóricos y metodológicos del modernismo
artístico— la relación de ambigüedad entre la superación y la conservación que
dificulta la definición del mismo ya se hace aparente aquí.

En el sentido cultural más amplio -o más bien dicho en el sentido de civilización- el


uso que Arnold J. Toynbee haría del término para indicar la crisis del humanismo a
partir de la década de 1870 está relacionado con fracturas amplias que exceden con
mucho los aspectos estéticos y se relacionan con la organización social en su
conjunto, como también lo observaría Marx, Freud y Nietzsche.

Post-Modernismo (Federico de Onís)

En 1934 el crítico literario Federico de Onís empleó por primera vez el post-
modernismo como una reacción frente a la intensidad experimental de la poesía
modernista o vanguardista, identificada sobre todo con la producción de la primera
época de Rubén Darío; de Onís sugiere que los distintos movimientos de retorno o
recuperación —de la sencillez lírica, de la tradición clásica, del prosaísmo
sentimental, del naturalismo, de la tradición bucólica, etc.— son provocados por la
dificultad de las vanguardias, que las aísla del público. Varios de estos rasgos
reaparecerán en análisis posteriores, aunque la obra de Onís no dejó huella directa en
la tradición teórica.

Post-Modernismo: La Lucha por la Designación

El uso del término por Bernard Smith en 1945 para designar la crítica a la abstracción
por parte del realismo soviético y por Charles Olson para indicar la poesía de Ezra
Pound estaba a caballo entre las dos concepciones anteriores. Si bien subrayaba la
ruptura con las tendencias del modernismo, se carecía de un armazón teórico que
permitiese distinguir la producción de las vanguardias —en sí compleja y
multiforme— de la de sus críticos de una manera decisiva. Sólo a fines de la década
de 1950, a partir de los trabajos de los críticos literarios Harry Levin, Irving Howe,
Ihab Hassan, Leslie Fiedler y Frank Kermode, el término comenzó a utilizarse de una
manera sistemática para designar la ruptura de los escritores de posguerra con los
rasgos emancipatorios y vanguardistas del modernismo, concebido éste último como
la exploración programática de la innovación, la experimentalidad, la autonomía
crítica y la separación de lo cotidiano. La concepción no estaba exenta de
dificultades, y algunos autores a los que Levin y Howe —ambos intelectuales
«comprometidos» y de izquierdas— criticaron, como Samuel Beckett, fueron
simultáneamente percibidos por otros teóricos de la cultura —entre ellos Theodor
Adorno, un modernista destacado en derecho propio— como la forma más refinada
de modernismo. Sin embargo, lo central de esta noción —el posmodernismo como
renuncia a la teleología emancipatoria de las vanguardias— sigue siendo considerado
el rasgo más distintivo del posmodernismo.

En el sentido cultural o de civilización podemos señalar que las tendencias post-


modernas se han caracterizado por la dificultad de sus planteamientos, ya que no
forman una corriente de pensamiento unificada. Sólo podemos indicar unas
características comunes que son en realidad fuente de oposición frente a la cultura
moderna o indican ciertas crisis de ésta. Por ejemplo la cultura moderna se
caracterizaba pos su pretensión de progreso, es decir, se suponía que los diferentes
progresos en las diversas áreas de la técnica y la cultura garantizaban un desarrollo
lineal marcado siempre por la esperanza de que el futuro fuera mejor.

Frente a ello, la posmodernidad plantea la ruptura de esa linealidad temporal marcada


por la esperanza y el predominio de un tono emocional nostálgico o melancólico.
Igualmente, la modernidad planteaba la firmeza del proyecto de la Ilustración de la
que se alimentaron --en grado variable-- todas las corrientes políticas modernas,
desde el liberalismo hasta el marxismo, nuestra definición actual de la democracia y
los derechos humanos. La Posmodernidad plantea posiciones que señalan que ese
núcleo ilustrado ya no es funcional en un contexto multicultural; que la Ilustración, a
pesar de sus aportaciones, tuvo un carácter etnocéntrico y autoritario-patriarcal
basado en la primacía de la cultura europea y que, por ello, o bien no hay nada que
rescatar de la Ilustración, o bien, aunque ello fuera posible, ya no sería deseable. Por
ello, la filosofía posmoderna ha tenido como uno de sus principales aportes el
desarrollo del multiculturalismo y los feminismos de la diferencia.

Características de la Post-Modernidad

 En contraposición con la Modernidad, la Postmodernidad es la época del


desencanto. Se renuncia a las utopías y a la idea de progreso.
 Para Lipoventsky, la postmodernidad es una mutación sociológica global, que
se ha ampliado paulatinamente desde la finalización de la Segunda Guerra
Mundial e implica una ruptura con el orden disciplinario, revolucionario y
convencional de la modernidad.
 Los individuos solo quieren vivir el presente, y el futuro, sobre todo el
colectivo, pierde importancia.
 Se caracteriza por el proceso de personalización.
 Las grandes instituciones, como la Iglesia, pierden influencia.
 La única revolución que en individuo está dispuesto a llevar a cabo es la
interior.
 Se hace culto al cuerpo y la liberación personal.
 Tal como sucediera con Narciso, el contemplar con devoción la propia imagen
obstaculiza la consolidación de los lazos con otros semejantes.
 Esta sociedad notablemente consumista presiona constantemente para que
todo sea continuamente devorado.
 Desaparecen las grandes figuras carismáticas, y surgen infinidad de pequeños
pensadores que duran un solo verano.
 La revalorización de la naturaleza y la defensa del medio ambiente, se mezcla
con la compulsión al consumo.
 Algunas formas, algunos valores, permanecen, pero "vaciados de contenidos".
Lo importante es hablar, no tener
Bibliografía

- López López, Juan Carlos (2008) El pensamiento marxista. UNACH San


Cristóbal de Las Casas, Chiapas. México.
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- Alianza. Gutiérrez P., Gabriel. La teoría social en el siglo XX. Ed.
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- HIRSCHBERGER, J.; (1968). "Breve Historia de la Filosofía". Editorial,


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- Giddens. Anthony, Sociology. Alianza Editorial S.A., Madrid, 1991. Calle
Juan Ignacio Luca de Tena, 15; 28027 .Madrid.

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