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adultos-
Objetivo:
- Despertar y sensibilizar nuestra mirada y nuestro corazón ante la
situación de nuestros hermanos y hermanas inmigrantes
- Dejarnos conmover y actuar ante esta situación: ¿qué puedo
hacer? ¿qué quiero hacer? ¿cómo ayudar?
- Dejar que la Palabra de Dios nos hable e ilumine la realidad de
inmigración que vivimos (lectura creyente de esta realidad)
6000 vidas apagadas, 6000 velas encendidas -Catequesis de
adultos-
Actividad:
- Visualizar el video (5 minutos aprox.)
- Silencio para interiorizar lo visto
- Papelógrafo para escribir los sentimientos, las palabras que nos
surgen a raíz de lo visto. Vamos leyendo lo que se ha escrito, y
después podemos lanzar estas preguntas y entablar un diálogo
¿Qué hacemos con lo que sentimos? ¿Sólo sentimos y ya, o
dejamos que nos mueva y actuamos?
- Lectura de la Palabra de Dios. Algunos textos de la Palabra
recogen lo fundamental sobre el trato que Dios quiere que se dé
a los extranjeros. Reflexiona y comparte
o ¿A qué situaciones hacen mención estos textos?
o ¿Se están dando entre nosotros estas situaciones?
o ¿Cómo estamos tratando a los inmigrantes?
o Desde la situación de los inmigrantes ¿Qué te texto te
parece el más importante?
o Desde estos textos ¿qué valores quiere Dios que
cuidemos?
o ¿Cuáles estás tú dispuesto a cuidar?
o ¿Estás dispuesto/a a asumir el conflicto que supone
defender los derechos de los inmigrantes?
o ¿Qué derechos de las personas inmigrantes tienes tú hoy
que defender?
6000 vidas apagadas, 6000 velas encendidas -Catequesis de
adultos-
“No explotarás ni maltratarás al extranjero, porque ustedes también fueron extranjeros en Egipto”
(Ex 22, 20)
“Jamás el extranjero pasó la noche en la calle. Mi puerta se abría siempre al forastero” (Job
31, 32)
“Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era
forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me
visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme."" Entonces los justos le responderán:
""Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos
de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos?
¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?"" Y el Rey les dirá: ""En
verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños,
a mí me lo hicisteis."" Entonces dirá también a los de su izquierda: ""Apartaos de
mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. Porque tuve
hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; era
forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la
cárcel, y no me visitasteis."" Entonces dirán también éstos: ""Señor, ¿cuándo te
vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no
te asistimos?"" Y él entonces les responderá: ""En verdad os digo que cuanto
dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de
hacerlo."" E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.» Mt 25,
35-46