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AUTOESTIMA

SERVICIO MEDICO Y PSICOPEDAGOGICO.

COORDINAN:

Dr. Leopoldo Arellano León.

Mtra. Juanita Coria Roque.

Lic. G. Javier Macías Bautista.

TURNO: MATUTINO Y VESPERTINO.

CICLO ESCOLAR: 2007 – 2008.

“Tan segura esta la muerte de su victoria que nos da toda una vida de ventaja.
¡Aprovechemosla!”
El concepto de autoestima ha tenido papeles preponderantes en la toma de decisiones en ciertos sistemas
educativos. En particular, a principios de la década de 1990, en Estados Unidos y otros países anglosajones, la
autoestima se convirtió en un concepto en boga entre algunos teóricos de la pedagogía. La teoría propuesta en
ese entonces, era que la autoestima es una causa de las actitudes constructivas en los individuos, y no su
consecuencia, diciéndose que si por ejemplo, un estudiante tiene buena autoestima, entonces tendría buenos
resultados académicos. En esta corriente encontramos a autores como Goleman que apoyan que la autoestima
influye en el desarrollo del coeficiente intelectual. Esta teoría adquirió una gran notoriedad e influencia entre los
responsables del sistema educativo estadounidense, pero con escasa o nula validación estadística y revisión
científica.
Y sin embargo, a pesar de la carencia de pruebas de tales afirmaciones, los efectos en la forma de estructurar los
planes de estudio y los cursos fueron de importantes a mayúsculos. La idea de promover la autoestima de los
estudiantes, llevó en algunos lugares a la supresión de cualesquier medida utilizada para distinguir a los mejores
estudiantes, para no afectar la autoestima de los que no obtenían buenas notas. Medidas que por lo general
obtuvieron resultados contrarios a los que buscaban, al no incentivar el desempeño sino la uniformidad.
La autoestima es una o la mejor base de asentamiento de los sentimientos, desde el punto de vista racional y
siempre lo que se tiene que fomentar es la capacidad del individuo y el sentirse como tal. Y la ausencia de todos
los sentimientos negativos sobre su capacidad e inseguridad.

Cada uno de nosotros tenemos una imagen mental de nosotros mismos, la propia imagen. Para que la vida sea
razonablemente satisfactoria, esta propia imagen ha de ser tal que podamos convivir con ella, que nos pueda
gustar. Cuando nos sentimos orgullosos de nuestra propia imagen, nos sentimos confiados y libres para ser
nosotros mismos. Funcionamos de una manera óptima. Cuando nos avergonzamos de nuestra propia imagen,
tratamos de ocultarla en lugar de expresarla. Nos volvemos hostiles y difíciles para la convivencia.

¿Que es la autoestima, (AE)?

La autoestima (AE) es la conciencia de la propia valía, la asunción de lo que somos, con determinados aspectos
buenos y otros mejorables, y la sensación gratificante de querernos y aceptarnos.
Hay múltiples definiciones de autoestima:

 Cómo las personas se ven a sí mismas y su habilidad para desarrollar diversas tareas.
 La diferencia entre el ser “ideal” y el “real”.
 La suma de juicios que una persona tiene de sí misma, a partir de datos objetivos, datos
subjetivos, experiencias vitales y expectativas.

En todo caso, la AE sería un juicio de valor acompañado de un sentimiento que se compondría de: “Conocerse
(autoimagen) => Aceptarse o rechazarse (autoaceptación) => Quererse o no (autovaloración) + evaluación de
los otros”.

Pero estas definiciones no incluyen el respeto y cariño hacia si mismo y hacia los demás, algo que es inherente a
personas con buena AE. Entonces una definición más completa podría ser: “La conciencia de la propia valía y
asunción de la propia responsabilidad hacia nosotros mismos y hacia nuestras relaciones”.

Es importante porque una buena AE puede considerarse la clave para la formación personal, el aprendizaje, las
relaciones satisfactorias, la autorrealización (desarrollo del propio potencial) y la felicidad de los individuos.
Cuando un niño tiene una buena AE, se sabe valioso y competente. Entiende que aprender es importante, con lo
cual no se siente disminuido cuando necesita ayuda. Es responsable, se comunica bien y es capaz de
relacionarse adecuadamente con otros. Un niño con baja AE no confía en sí mismo y por lo tanto tampoco en
los demás. Suele ser tímido, hipercrítico, poco creativo y en ocasiones puede desarrollar conductas agresivas, de
riesgo y desafiantes. Esto provoca rechazo en los demás, lo que a su vez repercute en su autovaloración.
La autoestima resulta de la interrelación entre el temperamento del niño (genéticamente determinado) y el
ambiente en el que éste se desenvuelve. Se construye a través de un proceso de asimilación e interiorización
desde el nacimiento, que puede modificarse a lo largo de la vida. Viene dada por la imagen que los otros nos
ofrecen de nosotros mismos y de la autovaloración que nosotros tengamos (estos dos aspectos se relacionan
entre sí). La etapa desde el nacimiento a la pubertad es la que generalmente marca la AE global que tendremos,
porque es en este periodo cuando somos más vulnerables y maleables.
En la conformación de la AE, influyen factores de diversos tipos:

 Personales (imagen corporal, habilidades físicas e intelectuales...).


 Personas significativas (padres, hermanos, profesorado, amigos, otras figuras de apego...).
 Factores sociales (valores, cultura, creencias...).

Por lo tanto su desarrollo estará estrechamente ligado a los valores de la sociedad en la que nacemos y vivimos.
Si la honestidad, riqueza, delgadez o habilidades en el fútbol son valores sociales admitidos y el niño los tiene,
se le facilitará una buena AE. Además, es importantísima la consideración y crítica recibida por parte de los
adultos, sobre todo de aquellos más significativos para el niño: mientras más importante sea una persona para
él, mayor valor tendrá su opinión y mayor será la influencia en la percepción que el niño se va formando de sí
mismo.

La autoestima de algunos padres es a menudo baja, porque muchos juzgan su comportamiento y su tipo de
familia por modelos que son mitos.

Es adecuado considerar cómo influye la autoestima de los padres en los hijos. Los buenos padres se preocupan
por cuidar y formar correctamente la autoestima de los hijos. Esto se consigue cuando aumentan la suya: si de
por sí es alta, todavía mejorarán más la de sus hijos y si todavía merece aumentarla más, tendrá un efecto más
positivo.

Antes hemos hecho referencia a la importancia que tiene el bienestar y la satisfacción para la construcción de
una buena autoestima. No nos referimos aquí al bienestar que siente una persona consigo mismo sino la que se
genera cuando nos preocupamos por los demás y estamos pendientes del bienestar y la satisfacción de los
demás. Los adultos que tienen baja autoestima tienden a pensar demasiado en por qué se sienten mal, sin
embargo los que poseen autoestima alta piensan más en todo aquello que les hacen sentirse bien.

En definitiva, con la autoestima nos referimos a un estado interior de sentimientos positivos que genera una
seguridad en lo que se hace, se piensa y por tanto asegura el bienestar. Los padres deben buscar aumentar la
satisfacción en su labor como padres y en la vida de familia en general para así aumentar su autoestima y su
buena actuación hacia los demás.

Llegamos a la conclusión de que es necesario encontrar satisfacción de la vida diaria, de la vida familiar, pero
no todos los padres lo consiguen. Existen factores que dificultan obtener satisfacción de la vida familiar.
Algunos de ellos son los siguientes:

- Hoy día es frecuente encontrar familias en las que trabaja el padre y la madre y esto supone escaso
tiempo para dedicarse a solucionar los problemas que van surgiendo.
- La ausencia de sentido familiar se manifiesta por el creciente número de divorcios, problemas de
alcohol, droga, aumento de malos tratos, etc.

La clave por tanto es sentirse satisfecho como padre/madre. Para ello hay algunos sentimientos básicos
que hay que procurar experimentar como si fueran claves para encontrar la satisfacción:

• Debemos divertirnos.
• Debemos estar confiados en que los hijos están sanos y son felices.
• Hay que estar confiado de que los demás nos respetan como padres.
• Debemos estar satisfechos con el trabajo que hacemos.
• Hay que luchar contra el exceso de ansiedad.
Debemos estar seguros de que los hijos agradecen nuestras contribuciones a sus propios logros.
La autoestima como padre depende entre otros factores de la satisfacción que se obtiene del hecho de ser padre
y de la vida familiar en general hay baja autoestima en los padres si se demuestra a menudo lo siguiente:

 Se deprimen fácilmente (sentimientos de tristeza, energía baja, pensamientos taciturnos) cuando están en
casa, incluso cuando los demás parecen sentirse bien.
 Evitan hacer cosas con toda la familia por las molestias que ello conlleva.
 Los padres no está de acuerdo en temas que conciernen a los niños, así que evita discutirlos, aunque
necesite hablar de ellos con alguien.
 Están involucrados en más luchas de poder de las que desearían.
 Tienen la impresión de que sus hijos manejan su vida.
 A menudo no saben cómo manejar a los niños. No quieren que nadie adivine que no saben lo que están
haciendo.
 Tienen la impresión de que todos los demás (profesores, médicos, enfermeras, padres, artículos de revistas
y comedias de televisión) saben más sobre cómo educar a los niños que ellos mismos.
 Siempre sienten la necesidad de controlar a sus hijos por miedo a que se le vayan de las manos.
 Se deprimen o enfadan cuando los niños les dicen algo ofensivo, en lugar de mantener la compostura.
 Desearían un día libre pero parecen incapaces de conseguirlo. Nunca es el momento adecuado.
 Nadie en la familia parece hacer bien las cosas y ellos se ven obligados a hacer cosas que desearían que
hicieran otros.
 La lista de responsabilidades como padre se hace cada vez más larga, pero carecen de motivación para
cumplir con su deber. Tienen la impresión de que le están exprimiendo.

Es fundamental que los adultos cercanos estén atentos para detectar


comportamientos que sean indicativos de baja AE. Sin embargo es preciso recordar que todos los niños
manifiestan “alteraciones” en sus comportamientos en alguna ocasión. Lo que podrá ponernos sobre aviso de
que estamos ante un niño con un pobre concepto de sí mismo, será que alguna o varias de las conductas
señaladas a continuación se repitan excesivamente, con una intensidad mayor de lo considerado normal.
Conductas indicadoras de buena AE Conductas indicadoras de baja AE
Tener ganas de intentar algo nuevo, de aprender, de Rehuir el intentar actividades intelectuales, deportivas o
probar nuevas actividades sociales por miedo al fracaso
Ser responsable de sus propios actos. Engañar. Mentir. Echar la culpa a otros
Hacerse responsable de otras personas; tener conductas Conductas regresivas (hacerse el pequeño). Comportamientos
pro-sociales. no sociales.
Confiar en sí mismos y en su propia capacidad para No confiar en si mismo. Creer que no se tiene capacidad de
influir sobre los eventos control sobre los eventos
Manifestar una actitud cooperadora Agresividad, timidez excesiva o violencia
Autocrítica. Aprender de los errores Negación frecuente. Frustrarse

Se siente orgulloso de sus éxitos. Desprecia sus dones.

Afronta nuevas metas con optimismo. Se deja influir por los demás.

Se cambia a sí misma positivamente. No es amable consigo misma.

Se quiere y se respeta a sí misma. Se siente impotente.

Rechaza las actitudes negativas. A veces actúa a la defensiva.

Expresa sinceridad en toda demostración de afecto. Dice tener la autoestima bien alta sin que nadie le pregunte.

Se siente conforme consigo misma tal como es. Se siente menos que los demás.

No es envidiosa. No se quiere ni respeta su cuerpo.

Se ama a sí mismo. A veces se hace daño a sí mismo.

Su fuente de afecto no se ve alterada por una opinión No le importa su entorno.

ajena.

Se siente orgulloso de sus éxitos. Se siente despreciado.

Afronta nuevas metas con optimismo. Desprecia sus dones.


La gente se arregla todos los días el cabello, ¿por que no el corazón? (proverbio chino).

MATERIAL:

Pizarrón.
Pintarron o gises.
Cañon.
Computadora.
Aparato de audio.
CD´s de musica.

DESARROLLO.

ACTIVIDAD:
Establecimiento de los criterios para la discusión en clase, REGLAS DE ORO: (elaborado en papel bond y
pegado en la pared)

 Lo que se dice en el grupo se queda en el.


 Somos amables y respetuosos de los demás; no culpamos no reprochamos; queremos que todos en el
grupo se sientan valorados y aceptados.
 Nos escuchamos. Cuando alguien habla, lo miramos y le prestamos atención. No pensamos en lo que
vamos a decir cuando nos toque el turno de hablar.
 Queremos que todos puedan compartir sus pensamientos y sentimientos, pero no es obligatorio. Está
bien si alguien no quiere hablar, pero el taller se basa en la participación.
 No hay respuestas correctas o incorrectas.

ACTIVIDAD:

Se recibira a los participantes al taller com musica de fondo,

(Presentación en diapositivas como ejemplo para aperturar el curso)


“Pedro la está pasando mal en la escuela por que constantemente los demás niños se burlan de el. El intenta
ignorarlos, pero ellos simplemente no dejan de molestarlo y ponerle apodos. Algunas veces tiene ganas de
golpearlos…o de alejarse corrieno y no regresar a la escuela.
Una de tantas noches se lo cuenta a su mamá. “odio la escuela, le dice, todos los niños se burlan de mí. No
quisiera regresar.”
“Sabes que no puedes dejar de ir a la escuela” le contesta su mamá.” Lo que necesitas es defenderte”

“Los padres de teresa la culpan de todo lo que sucede en casa y en su escuela, la noche anterior su hermano
pequeño rompió un plato ¡y ella fue la regañada!*si hubieras levantado los platos como debías…* si lo
hubieras estado vigilando…*si pusieras mas atención…*,etc., ¡esto la enferma!
Mas tarde Teresa llama por teléfono a su mejor amiga y le cuenta lo sucedido, “Me echan la culpa de todo,
por cosas que yo no hago” le dice.
Su amiga le contesta:”los padres son verdaderamente injustos en ocasiones. Lo que tienes que hacer es
defenderte”.

En el homenaje hubo un incidente en el que el Prof. Encargado no fue justo con Saúl, el desconoce la regla
de silencio absoluto al interior de está, cuando realizaba su tarea de matemáticas sin haber hecho nada,
Raymundo lo golpeo por la espalda todo lo que Saúl dijo fue “oye, ¡déjame de molestar! De inmediato el
Prof. Que estaba a cargo le ordeno que pasara al frente del grupo mientras terminaba el homenaje. Saúl
intento explicar lo que paso pero el Prof. no lo escucho y Raymundo se quedó en la fila haciéndole gestos

Solicitar a los alumnos que piensen libremente que cosa significa defenderse y escribir las diferentes
definiciones en una lista en el pizarrón.

(Los alumnos leerán el texto Que significa defenderse, hasta lo que necesitas para defenderte.)
“Cuando la mamá de Pedro le dice que se defienda, ¿ que quiere decir?¿debería el contestar con burlas a los
demás niños?¿Debe decircelo a la maestra?”

“Cuando la amiga de teresa le dice que se defienda,¿Qué quiere decir?¿debe discutir con sus papas?¿debe
pegarle a su hermanito por meterla en problemas?¿ debe ir a su habitación y azotar la puerta?”
“Y cuando el papá de Saul le dice que se defienda, ¿Qué quiere decir?¿debe contestar agresivamente al
encargado? ¿debe patear a Raymundo para que confiese la verdad?¿debe acudir con el director y quejarse del
encargado?”

TEXTO. Que significa defenderte.

Muchas veces los adolescentes sienten confusión al no saber que es realmente defenderse y hacen todo lo
contrario de lo que realmente significa.

• No significa tratar de vengarse de alguien.


• Tampoco comportarse en forma dominante o agresiva con la gente.
• Ni decir y hacer cosas sin pensar.

Esto es lo que realmente significa defenderse:


 Ser honesto contigo mismo.
 Intentar hablar o abogar por ti, en el momento adecuado, aunque algunas veces no lo sea.
 Pensar que siempre habrá alguien a tu lado: TU MISMO.

Por ejemplo para pintar un cuadro necesitas varias cosas: pintura pincel y algo en que pintar. Como también
para correr necesitas tus pies, ropa cómoda y algún sitio adecuado.

Para defenderte necesitaras lo siguiente: Poder Personal y Autoestima.

Para ello es importante llegar a conocerte, si no sabes quien eres no pondrás defenderte, para tener autoestima es
fundamental que…te ACEPTES, solo así podrás defenderte.

La autoestima no es como en los cuentos de hadas en donde las cosas suceden instantáneamente, aquí, para
que puedas defenderte requerirás de tiempo y trabajo pero sobre todo: DESEOS DE CAMBIAR.

Concluyendo.
Ahora sabemos que defenderse no significa vengarse, no significa actuar de forma autoritaria, terca o ruda, por
lo tanto defenderte significa saber quien eres y que puedes tolerar, así como ser honesto contigo mismo ¿ que
significa ser honesto contigo mismo? Se vale abogar por uno mismo?,

ACTIVIDAD:

Los alumnos se pondrán de pie y elaboraran un dibujo de una figura humana siguiendo las indicaciones del
ponente iniciando por un circulo, que ira tomando la forma de un rostro hasta completarse un cuerpo, sin bajar
la hoja hasta concretarse la actividad el alumno asumirá la responsabilidad de su dibujo, al ser su creación y su
autorretrato. A continuación en esa misma hoja enlistara 15 cualidades y 15 defectos de su persona.

CONCLUSION.
Desarrollar una AE positiva reside fundamentalmente en las relaciones cotidianas que puedan proveer al niño
de un ambiente de aceptación y valoración, donde pueda sentirse singular, seguro, querido y respetado. Ya
hemos dicho que son los adultos importantes en la vida del niño los que tienen más impacto en su
autovaloración. Así los padres, por la enorme significación que tienen para el niño, tienen que asumir un rol
activo en el desarrollo de una buena AE. El primer paso es aceptar al niño como es, asumiendo que todos
tenemos aspectos mejorables. Asumirlo como es y aceptarlo, significa tener una idea realista de lo que es mi
hijo y quererle por ello. La actitud de fondo debería ser la de aprendizaje, no la de castigo.

Es importante que nosotros mismos nos vayamos “trabajado” al respecto. Si nuestros hijos ven en casa que
todos intentamos desarrollar nuestro propio potencial, lo vivirán como algo cotidiano y natural. Los errores se
interpretarán como oportunidades de aprender y no como fracasos que nos llenan de culpabilidad. La
culpabilidad es perjudicial si no va acompañada de aprendizaje, ya que sólo sirve para flagelarnos. Muchas
veces es difícil para los padres encontrar un equilibrio entre la “mejora” y la “aceptación”.
El niño ideal que todos los padres imaginamos a veces, llega a aplastar al real, ya que no tiene nada que ver con
nuestro propio hijo. Cuando esto ocurre, estamos imposibilitando su desarrollo personal, pues si no vemos quién
es realmente, nunca podremos llegar ni a intuir lo que podría ser. En otras ocasiones, en cambio, no nos
atrevemos a corregir ningún defecto por miedo a hacerle daño y acomplejarle. Pero si la corrección está hecha
con cariño y somos capaces de fundamentar su necesidad o utilidad, los niños suelen aprender mucho de los
fallos.

Es importante aclarar que para el desarrollo de una buena AE son importantes los límites y la disciplina. El niño
necesita límites precisos, consistentes, adecuados y claros, pero esto puede hacerse con respeto, firmeza,
delicadeza y amor. Disciplina no es sinónimo de humillación y ésta, junto a la vergüenza, miedo, culpabilidad,
resentimiento, ira y perfeccionismo excesivo, son factores deformantes de la educación. Como tantas cosas en la
vida, no hay recetas y tenemos que manejar éste y otros temas con flexibilidad y sentido común.

Cualquier estrategia para desarrollar AE en un niño tiene que ser individualizada. Hay que tener en cuenta
varios factores: el temperamento del niño, sus intereses, sus destrezas, su vulnerabilidad, sus mecanismos de
defensa y su nivel cognitivo.

Algunas sugerencias que pueden ser de utilidad son:

- Desarrollar la responsabilidad del niño, en un clima de aprendizaje, dándole la oportunidad de


desarrollar tareas en un ambiente cálido, participativo e interactivo, procurando incentivarle de forma
positiva.
- Darle la oportunidad para tomar decisiones y resolver problemas, mostrando confianza en sus
capacidades y habilidades para hacerlo. Es muy importante tener claro que las exigencias y metas han de
ser alcanzables por el niño.
- Reforzar positivamente las conductas siendo efusivo, claro y concreto. Si las alabanzas son muy
generales no dan una pista sobre el comportamiento adecuado, pudiendo originar confusión. Por
ejemplo, si el niño ha ordenado el cuarto le diremos: “¡Cómo me ayudas!, tienes hoy el cuarto perfecto,
gracias”. (Respeto, amabilidad y refuerzo positivo).
- Establecer una autodisciplina poniendo límites claros, enseñándoles a predecir las consecuencias de su
conducta. Ejemplo: “Si no haces tus deberes antes de la hora de la cena, sabes que no verás el partido de
fútbol”. Y si no los hace en ese tiempo, que debería ser razonable, no ve el partido aunque sea la final
más esperada (congruencia y consistencia).
- Enseñarles a resolver adecuadamente el conflicto y a aprender de los errores y faltas como algo positivo,
habitual en el crecimiento y en la vida en general. Ejemplo: “No estudiaste bien el examen de
matemáticas y has suspendido. Si de esto aprendes que hay que prepararlo con más dedicación y la
próxima vez lo consigues, será un aprendizaje importante aunque no tenga números”. (Respeto,
asunción de consecuencias, refuerzo y no culpabilización, sino oportunidad de aprendizaje).

Usar algunas reglas básicas de lenguaje:

o Distinguir entre conducta e individuo, esto es, no globalizar ni personalizar: “Eres un desastre y
un desordenado, tienes tu cuarto como una cuadra”, frente a: “No me gusta ver tu cuarto tan
desordenado, me pone furiosa”. (Es el desorden y no tú lo que me disgusta).
o Además hay que intentar no utilizar un lenguaje peyorativo y ser preciso en el uso de los
términos, de forma que la comunicación favorezca el entendimiento y no la confusión y el
insulto.

Está claro que difícilmente podremos enseñar lo que no sabemos o lo que no somos. Los hijos nos dan una
oportunidad única para revisarnos y mejorar (seguir igual o empeorar). Quizá podríamos empezar por valorar
nuestra propia AE como padres, para así aprender a cuidarla, al igual que la de aquellos a los que queremos y a
los que nos debemos.

Para tener una buena AE se deberán dar estas cuatro condiciones:

 Seguridad y singularidad.
Un niño que se siente seguro puede actuar con libertad en la forma que le parezca más oportuna y efectiva. Y un
niño se siente seguro si a su vez se considera “especial” en el sentido positivo del término o único. Para ello
necesita ser aceptado, valorado y querido por ser como es. Esto no se da en ambientes donde el niño percibe que
le está juzgando continuamente y donde se siente amenazado por experiencias de fracaso, rechazo o
indiferencia.

 Sentido de competencia.

El niño debería sentirse capacitado para hacer frente a las distintas situaciones que ocurren durante su
desarrollo. Debería sentirse con “poder” para ejercer alguna influencia sobre lo que le sucede en la vida. Para
ello debe de dársele la oportunidad de elegir, de acertar y sobre todo de equivocarse (de los errores se aprende
mucho). Además debe proporcionársele el estímulo necesario para aceptar responsabilidades y asumir
consecuencias.

 Sentido de pertenencia.

Es la sensación de sentirse aceptado por parte de su grupo (raza, religión, cultura, barrio, clase, familia, etc). El
niño se reconoce vinculado y formando parte “de” y “con” otros.
Sentido de motivación y finalidad.

 La motivación es el impulso a actuar de forma lógica y razonable para alcanzar objetivos


específicos.

El adulto puede dirigir la motivación del niño hacia actividades que favorezcan su desarrollo personal, de
acuerdo con sus capacidades. Es importante que estos objetivos sean atractivos y al mismo tiempo realista, para
que con frecuencia se logren y en caso de fracaso puedan ser vividos más como un desafío personal que como
barreras insuperables. A este respecto, es interesante la explicación que los propios niños dan de sus resultados,
dependiendo de su nivel de AE: los niños con alta AE perciben sus éxitos/fracasos en gran parte determinados
por su propio esfuerzo y habilidad. En cambio aquellos con peor autoconcepto tienden a creer más en la suerte o
el destino y tienen mucha menos confianza en su capacidad de éxito en el futuro.

Para mejorar o aumentar nuestra estima como padre o madre se podrían considerar algunas las siguientes
sugerencias:

▪ Pasar tiempo a solas con cada uno de sus hijos siempre que puedan para que no le distraigan las necesidades
de los otros miembros de la familia. Éste es el método más importante y el menos utilizado para aumentar la
satisfacción en la vida familiar.
▪ Mantengan “secretos” para cada miembro de la familia (incluido usted mismo) para que los "tesoros" privados
de cada uno estén a salvo de la curiosidad de los demás.
▪ Los padres debe pasar tiempo a solas todas las semanas, sin niños ni otras distracciones. Es imprescindible
salvaguardar este tiempo sagrado.
▪ Permitan que la casa esté desordenada durante el día, mientras todos están cumpliendo con sus obligaciones,
pero exijan que luego participen de la limpieza por la noche. Al fin y al cabo, la casa es de todos.
▪ Tengan siempre algo disponible para comer que guste a la familia porque la comida es un factor importante de
seguridad, aunque esta medida no soluciona por sí sola los desórdenes nutritivos o la obesidad, que se basan en
factores emocionales, no en la disponibilidad de la comida.
▪ Aprendan a planificar para no desaprovechar las oportunidades satisfactorias por la aparición de
acontecimientos imprevistos. Una buena planificación es imprescindible en las familias con poco tiempo libre.
▪ Establezcan tradiciones familiares cada semana, mes o año. Esto es especialmente importante si los parientes
viven a una cierta distancia o si los hijos viven fuera de casa. Acepten el hecho de que a la gente no le gusta que
le impongan tradiciones, pero sí los recuerdos agradables que conllevan.
▪ Si les gusta la música, tengan un casete portátil o un compact-disc con auriculares para poder escuchar la
música sin molestar a nadie.
▪ Cultiven sus amistades. A largo plazo, no se puede depender de la familia para satisfacer todas las necesidades
sociales. Ello otorga expectativas poco realistas a los demás miembros de la familia.
▪ Valoren cada día en una escala que se invente. Esto les obligará a evaluar la calidad de cada día y a encontrar
maneras de mejorar. También le proporcionará un sentimiento de satisfacción cuando el día ha ido
maravillosamente. Muestre su invento al resto de la familia.
▪ Dividan sus metas en etapas, para avanzar todos los días en la dirección adecuada. No pospongan las cosas
hasta que pueda conseguirlo todo de una sola vez. Si no, lo más probable es que nunca alcance sus metas y se
enfade y deprima.
▪ Escojan un día cada dos semanas y propóngase no gritar durante todo el día. A menos que les divierta gritar, la
mayor parte de las personas se sienten estúpidas e impotentes después de hacerlo. Un día sin sentirse estúpido
puede hacer maravillas por la autoestima. Si no tienen la costumbre de gritar, elijan prescindir de alguna otra
cosa que les haga sentirse estúpidos e impotentes.
▪ Desarrollen su propia lista de cosas que puede hacer para aumentar su autoestima. Sin embargo, no incluyan
cosas que desean cambiar porque pocas personas pueden cambiar un comportamiento neurótico y disfuncional
por ponerlo simplemente en una lista. Sólo conseguirán frustrarse intentando cambiar cosas que no están en sus
manos.
▪ Aprendan a decir "no". Muchos padres no saben, sobre todo si los niños exigen continuamente. Pero no
siempre se les puede dar lo que quieren.

Los padres creativos en las soluciones generan modelos básicos en la vida familiar.

La autoestima tiene una vertiente de grupo. Las experiencias que hacen que las personas se sientan a gusto y
satisfechas son las que se comparten en un grupo. Desafortunadamente, la frustración e insatisfacciones también
se comparten en nuestro núcleo familiar.

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