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Cilindros de mármol
deformados en un
experimento de
deformación triaxial
3.-REOLOGÍA,
COMPORTAMIENTO
MECÁNICO DE LAS ROCAS
3.1.-CUERPOS TEÓRICOS Y ANALOGÍAS MECÁNICAS
Este capítulo trata del comportamiento de las rocas al serles aplicado un campo de esfuerzos. El
comportamiento se estudia en el laboratorio en condiciones muy variadas, algunas de las cuales pretenden
simular las condiciones naturales, y se lleva a cabo sometiendo a las rocas a esfuerzos suficientes como
para producir deformación interna. En el capítulo anterior mencionábamos que la deformación dúctil
podía subdividirse en elástica y permanente y esta última, a su vez, en viscosa y plástica. En realidad, las
clases de deformación elástica, viscosa y plástica son tipos de comportamiento de los cuerpos ante los
esfuerzos, que se pueden considerar como puros o ideales, siendo el comportamiento común de las
rocas una combinación de estos tipos.
Cada uno de los tipos de deformación dúctil puede compararse con un determinado elemento
mecánico y, a partir de esa comparación, establecer ecuaciones que relacionen en cada caso el esfuerzo
aplicado con la deformación obtenida. Son las denominadas analogías mecánicas de la deformación.
Las ecuaciones que relacionan el esfuerzo y la deformación para un determinado material en unas
condiciones dadas se denominan ecuaciones constitutivas o modelos reológicos. La reología es el
estudio de la deformación y el flujo de la materia y deriva de reodo (“rheid”), una substancia que puede
fluir deformándose por debajo de su temperatura de fusión y que no es exactamente ni un sólido ni un
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líquido, sino algo intermedio entre estos dos estados. Las deformaciones naturales pueden compararse
con combinaciones de los elementos mecánicos de los tipos ideales, lo que permite obtener ecuaciones
constitutivas aproximadas también para ellas.
Comportamiento elástico
Figura 3-1- Los cuerpos teóricos elementales y sus analogías mecánicas. A- comportamiento elástico. B-
comportamiento viscoso. C- comportamiento plástico.
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Tema 3- Reología, comportamiento mecánico de las rocas
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Figura 3-2- Relaciones esfuerzo-tiempo y deformación-tiempo para los comportamientos elástico, viscoso,
elastoviscoso y viscoelástico (o firmoviscoso).
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Anteriormente, hemos definido la ecuación constitutiva para el caso JosédeRamón
una deformación por
Martínez Catalán
cizallamiento puro causada por la aplicación de un esfuerzo normal. Si lo que aplicamos es un esfuerzo
de cizalla, obtendremos una deformación por cizallamiento simple cuya ecuación es:
τ=G.γ
donde τ es el esfuerzo de cizalla, γ el valor de la cizalla y G la constante de proporcionalidad
que, en este caso, se denomina módulo de rigidez o módulo de cizalla.
Las ecuaciones anteriores se aplican sólo para el caso sencillo de un esfuerzo. Para estados de
esfuerzo, que es el caso normal en la naturaleza y en el laboratorio, con infinitos esfuerzos actuando en
cada punto, es necesario definir las 9 componentes del esfuerzo que actúan sobre tres planos
perpendiculares (σij, ver Fig.5 del capítulo 7) y las 9 elongaciones en esas direcciones (eij). Ambas
cantidades se relacionan por constantes de proporcionalidad de la forma siguiente:
σij = cijkl . ekl , o bien, eij= sijkl . σkl . Las constantes de proporcionalidad cijkl se
denominan “stiffnesses” (rigidezes) , y las sijkl, “compliances” (sumisiones). Obsérvese que las letras
están bastante mal elegidas. En el caso general, existen 36 stiffnesses y otras tantas compliances, que se
agrupan en una matriz de 36 (6 x 6) elementos, aunque si el material es homogéneo, p. ej., 24 de ellas
valen cero.
Comportamiento viscoso
· ·
donde γ es la velocidad de deformación por cizalla ( γ = γ / t, siendo t el tiempo) y τ el
esfuerzo de cizalla (un punto encima del signo que indica un parámetro suele indicar velocidad de ese
parámetro). Si la relación es linear, se denomina comportamiento viscoso linear o Newtoniano, en
honor de Newton. En este caso, la ecuacion constitutiva es:
·
τ =µ. γ ,
donde µ se denomina viscosidad. La viscosidad es, por tanto, la relación entre el esfuerzo de
cizalla aplicado y la velocidad de deformación por cizallamiento simple obtenida. El inverso de la viscosidad
se denomina fluidez (=1/ µ). La unidad más empleada para medir la viscosidad es el poise, correspondiente
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al sistema c.g.s. Un poise es la viscosidad de un material que sometido a
un esfuerzo de cizalla de una baria se deforma por cizallamiento simple a
una velocidad de 45° de cizallamiento (Ψ = 45°, γ = 1) cada segundo.
Otra unidad que se utiliza a veces es el bar-millón de años:
1 bar . m.a. = 3’1536 . 1019 poises. En el Sistema
Internacional se usa el pascal-segundo: 1 Pa . seg = 10 poises.
·
La ecuación τ = µ . γ se aplica sólo para el caso sencillo de un esfuerzo. Para estados de
esfuerzo, que es el caso normal en la naturaleza y en el laboratorio, con infinitos esfuerzos actuando en
cada punto, hay que definir un tensor, denominado de velocidad de deformación, cuyos 9 componentes
se relacionan con los nueve componentes del tensor de esfuerzos (σij, ver Fig.1-5 del capítulo 1) mediante
los llamados coeficientes de viscosidad.
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Figura 3-4- Analogías mecánicas de comportamientos teóricos muy realistas. Los dos inferiores corresponden
acuerpos de Bingham.
Muchos cuerpos vicosos no siguen una ley linear, sino que el esfuerzo y la deformación están
relacionados por una ecuación más compleja. En las rocas, es frecuente un comportamiento viscoso
determinado por lo que se denomina una ley de potencia:
· ·
γ = f(τ ) , ó , p. ej., τ = k . γ , es decir, la deformación por cizalla es proporcional al
n n
esfuerzo de cizalla elevado a una potencia, n, que puede ser o no un número entero.
Comportamiento plástico
El elemento mecánico que simula un comportamiento plástico es un peso apoyado sobre una
superficie (Fig.3-1 C). Si se le aplica una fuerza pequeña, el rozamiento de su cara inferior con la
superficie crea una fuerza igual y de sentido contrario que se opone al movimiento y que es consecuencia
de la fuerza de rozamiento. La fuerza de rozamiento es igual al peso del cuerpo multiplicado por el
coeficiente de rozamiento entre él y la superficie y por su superficie basal. Una vez que la fuerza aplicada
iguala a la fuerza de rozamiento, el cuerpo empieza a moverse con movimiento uniforme, es decir, a
velocidad constante, y sigue haciéndolo mientras la fuerza aplicada mantenga su valor.
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Algunos comportamientos que simulan con realismo los de las rocas pueden obtenerse combinando
varios de los comportamientos descritos hasta ahora. La Fig.3-2 c muestra un émbolo y un muelle en
serie, que es la analogía de un comportamiento elastoviscoso o de Maxwell. Un comportamiento de
este tipo implica que el material admite una cierta cantidad de deformación elástica, que desaparecerá al
quitar el esfuerzo, y una deformación de tipo viscoso que será permanente (ver gráficos esfuerzo-tiempo
y deformación-tiempo). Los materiales elastoviscosos son esencialmente líquidos y para un esfuerzo
dado la deformación puede alcanzar cualquier valor, dependiendo del tiempo de aplicación. Esto es
consecuencia del émbolo en la analogía mecánica. Sin embargo, no son líquidos perfectos puesto que
tienen un cierto comportamiento elástico, condicionado en el modelo por el muelle. Si una vez alcanzado
un cierto valor de la deformación, ésta se mantiene constante, el esfuerzo se disipa gradualmente hasta
desaparecer: si una vez alcanzada una cierta elongación, se fijase el extremo exterior del muelle, éste se
acortaría hasta su longitud inicial mientras el cilindro se alargaría para suplir el acortamiento del muelle. El
tiempo en el que esto sucede, durante el cual existen esfuerzos en el interior del sistema que van decreciendo
progresivamente hasta anularse, se denomina tiempo de relajación.
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analogía mecánica, y que este valor tarda un tiempo en alcanzarse, lo que es causado por el émbolo. Este
tiempo se denomina tiempo de retardo. Los materiales viscoelásticos son esencialmente sólidos elásticos
en los que la deformación no se produce instantáneamente al aplicar el esfuerzo ni se recupera
instantáneamente al suprimirlo (ver gráficos esfuerzo-tiempo y deformación-tiempo). Este tipo especial
de comportamiento elástico (s.l.) se denomina anelasticidad y es común en muchos de los sólidos
reales.
La Fig.3-4 muestra otras combinaciones posibles de los elementos mecánicos que simulan muy
bien los comportamientos naturales de las rocas. La Fig.3-4 A consiste en un elemento viscoelástico
intercalado en serie en medio de una configuración elastoviscosa. Las curvas deformación-tiempo para
el muelle de la derecha (1), la unidad viscoelástica (2) y el émbolo de la izquierda (3) están dibujadas en
la Fig.3-5 con las ecuaciones constitutivas correspondientes. La suma de las tres curvas (línea gruesa)
expresa el comportamiento de todo el sistema.
Las Figs.3-4 B y C incluyen un peso, lo que introduce una componente plástica en el sistema: la
deformación no progresará más allá de cierto límite (y será, además, recuperable) salvo que el esfuerzo
supere un valor determinado (esfuerzo de cesión). Estas analogías son las que mejor simulan el
comportamiento natural de las rocas. Se denomina comportamiento plástico general al representado
por este modelo y materiales de Bingham a los materiales que lo exhiben. La diferencia entre B y C es
que en C, la parte elástica muestra elasticidad linear perfecta, mientras que en B tiene una cierta componente
anelástica. En C, además, el peso va apoyándose progresivamente en la superficie, con lo que el esfuerzo
necesario para producir deformación no tiene un valor único, sino que va aumentando a medida que se
produce la deformación. Esto simula un fenómeno que se da a menudo en las rocas, consistente en que
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éstas se hacen más resistentes a medida que se deforman y hay que suministrar esfuerzos cada vez
mayores para que la deformación progrese. Este fenómeno se denomina endurecimiento por
deformación (“strain hardening” o “work hardening”).
Los ensayos de deformación de rocas se realizan con un aparato llamado prensa triaxial (Figs.3-
6 y 3-7). Consiste en una cámara hermética llena de un líquido que puede someterse a presión y en la
cual se introduce la muestra, un pistón, que suele moverse de abajo arriba empujado por un líquido a
presión, y un yunque o tope superior. La muestra suele tener una forma cilíndrica y dimensiones del
orden de unos pocos centímetros. Se la protege con una especie de chaqueta metálica, en general de
cobre, para aislarla del líquido que llena la cámara y para evitar que se disgregue cuando se rompe. El
líquido que llena la cámara confiere a la muestra una presión que se suele llamar de confinamiento (si bien
en el caso de los estados de esfuerzo naturales se suele denominar presión de confinamiento al esfuerzo
medio). El pistón es accionado hidráulicamente y transmite un esfuerzo variable en la dirección vertical.
El estado de esfuerzo creado artificialmente es, por tanto, triaxial de tipo axial, es decir, su elipsoide de
esfuerzo es de revolución, con los
esfuerzos horizontales iguales en todas
direcciones.
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la anchura, por medio de sensores eléctricos muy sensibles llamados transductores. Además, algunos
aparatos permiten calentar la muestra a distintas temperaturas e incluso conectar la muestra con fluidos
de distintas composiciones que pueden influir en la deformación.
Los experimentos suelen agruparse en dos grandes categorías, de corta y de larga duración. Los
primeros duran desde segundos hasta algunas horas como mucho y, aunque pretenden simular los
parámetros naturales en que se produce la deformación, no incluyen uno fundamental en los procesos
geológicos: el tiempo. Los del segundo tipo duran varios días o meses y, excepcionalmente, unos pocos
años. Intentan introducir la variable tiempo en el proceso deformativo, si bien las deformaciones naturales
son en general más lentas que las de los experimentos de larga duración en varios órdenes de magnitud
.
Figura 3-7- Funcionamiento de la prensa triaxial. La presión confinante es transmitida por un líquido que rodea la
muestra, la cual está aislada del líquido por una lámina metálica (jacket).
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Figura 3-8- Registrador gráfico de la prensa triaxial. Los esfuerzos se registran en ordenadas y los desplazamientos
en abscisas. La seating position o asiento marca el momento en que el tope superior del pistón entra en contacto
con la muestra.
incrementos de deformación. Se obtiene una línea de pequeña pendiente, pero, en general, hay que
aumentar el esfuerzo para que la deformación continúe, debido al fenómeno del endurecimiento por
deformación.
Si en un momento dado, como p.ej., después de alcanzar el esfuerzo σY’ de la gráfica, se retira
el esfuerzo, éste decae internamente en el intervalo correspondiente al tiempo de relajación, y la
deformación permanente, e2, es menor que la que se había llegado a alcanzar. La curva esfuerzo-
deformación seguida es casi una recta paralela a la del comportamiento elástico inicial, de forma que la
deformación recuperada es casi igual a la elongación elástica inicial. A partir del esfuerzo límite de elasticidad
la roca cede ante los esfuerzos y se produce deformación permanente. Por eso, ese esfuerzo se conoce
también como esfuerzo de cesión o resistencia a la cesión (“yield strength”). La deformación a partir
de ese punto es de tipo plástico y corresponde al peso en las Figs.3-4 B y C (en esta última cuando
muestra “strain hardening”). Sin embargo, el comportamiento en este tramo no es perfectamente plástico,
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Normalmente, si se continúa aumentando el esfuerzo, la roca acaba por romper, dando a menudo
una o varias fracturas orientadas a unos 30 ó 40° del esfuerzo vertical (Fig.3-10). El esfuerzo al cual se
produce la fracturación, σR se llama resistencia final, esfuerzo de rotura o resistencia a la rotura.
Figura 3-10- Cuatro ejemplos de probetas de roca sometidas a deformación en una prensa triaxial hasta alcanzar
el límite de rotura.
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Figura 3-11- Diagramas de diferentes ensayos de corta duración para la misma caliza a diferentes presiones de
confinamiento.
Cuando el esfuerzo se ha retirado y vuelto a aplicar varias veces, como en la parte de la izda. de la Fig.3-
9, la resistencia final es menor y, en cambio, se alcanza una deformación dúctil mayor antes de la rotura
(línea de trazos).
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Cuando se hacen ensayos de este tipo se observa que esfuerzos pequeños, inferiores al esfuerzo
de cesión, aplicados durante largo tiempo pueden dar lugar a deformaciones permanentes considerables.
Este fenómeno es apreciable a veces en losas de mármol y paredes de edificios, que se comban por
efecto de su propio peso a lo largo de los años, y se conoce como “creep” o reptación. Los experimentos
de larga duración o de creep se hacen aplicando a la muestra un esfuerzo constante y proyectando su
evolución en un gráfico deformación-tiempo como el de la Fig.3-12. La curva obtenida puede subdividirse
en tres tramos o estadios que se conocen como creep primario, secundario y terciario respectivamente.
Figura 3-13- Seis ensayos de creep realizados con la misma arenisca y distintos esfuerzos.
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El primario, también llamado creep transitorio o elástico diferido, se caracteriza por un aumento
rápido de la deformación. En la figura aparece como una línea vertical seguida de una curva y corresponde
a la deformación elástica inicial. Si se suprime el esfuerzo en un punto de la parte curva, la deformación
se recupera en parte instantáneamente (t1) y totalmente al cabo de un tiempo (t2), por lo que se denomina
creep elástico diferido.
Obsérvese que todos estos fenómenos se producen a lo largo del tiempo sin que el esfuerzo
aumente en absoluto. El esfuerzo suele ser muy inferior al esfuerzo de cesión del ensayo de corta duración
para la misma roca y se mantiene constante en el experimento. Sin embargo, se pueden hacer experimentos
con la misma roca y distintos esfuerzos. Esto es lo que representa la Fig.3-13, seis experimentos distintos
de creep, hechos con la misma roca, una arenisca, con distintos esfuerzos constantes. El esfuerzo en
cada caso está expresado en las curvas como un porcentaje del esfuerzo de rotura. Puede verse que la
velocidad de deformación del creep estacionario, indicada por la pendiente de la recta, es muy baja para
esfuerzos bajos. Si se hace una gráfica velocidad de deformación-esfuerzo (parte dcha. de la Fig.3-13)
se observa que los datos se disponen aproximadamente según una recta que corta al eje de abscisas en
el punto correspondiente al 21% aproximadamente. Ese esfuerzo (el 21% del esfuerzo de rotura para
esa roca en un experimento de corta duración) se denomina umbral de esfuerzo o resistencia al
creep, y es el esfuerzo por debajo del cual la roca no se deforma permanentemente por mucho tiempo
que el esfuerzo sea aplicado.
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La principal diferencia entre el aumento de la presión y el
de la temperatura es que para conseguir una determinada
deformación se necesita un mayor esfuerzo cuanto mayor
es la presión confinante y un menor esfuerzo cuanto mayor
es la temperatura.
La presencia de fluidos influye de una forma parecida a como lo hace la temperatura, disminuyendo
los esfuerzos límite de elasticidad (o de cesión) y el de rotura (Fig.3-19): comparar las curvas para
900°C en seco (“dry”) y para 950°C en húmedo (“wet”), es decir, con agua en estado de vapor. Aunque
la composición de los fluidos en la naturaleza puede ser muy variada, el agua suele ser siempre el
componente mayoritario de los mismos. Sin embargo, en el caso de los fluidos, el campo de deformación
plástica no suele aumentar, sino disminuir, debido a que a altas temperaturas los fluidos suelen ser gaseosos
y la existencia de gases a presión favorece la fracturación de las rocas.
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La reología en la WWW
Estas son algunas direcciones en las que se pueden encontrar aspectos relacionados con el tema
tratado:
La Sociedad Gofísica Americana tiene una página con enlaces y características físicas de los
materiales terrestres (AGU-Physical Properties of Earth Materials):
http://geoweb.tamu.edu/tectono/ppem/
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