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1. Repudiamos el accionar arbitrario y violento del Rector de la Unap, Señor Gustavo Soto
Bringas, frente a la Toma de la Universidad, al ordenar el desalojo de la misma por fuerzas de
Carabineros. Creemos que dichas actitudes, lejos de solucionar conflictos, los agudizan. Y
esas actitudes violentas no pueden ser permitidas en un país donde (se dice) reina la
democracia.
La Toma se supone (por sentido común) sea la culminación de una gran movilización, la
herramienta radical casi final del Movimiento Estudiantil… aquel Movimiento Estudiantil que es
capaz de sumar a la comunidad a su lucha, aquel Movimiento que informa a sus compañeros
apáticos y adormilados, aquel que debate, que construye propuestas, que estudia, que se
responsabiliza de sus actos, que educa y se educa.
Pero la realidad en nuestra ciudad, y acaso en nuestro país, es bastante diferente. Esta toma
fue concebida a partir de un llamado de la CONFECH a movilizarse, llamado que lejos de
responder a las necesidades de los estudiantes de Chile, responde a la táctica de la
Concertación de Partidos por la Dedocracia y a sus aliados de la nueva izquierda
parlamentaria, expresada en una nueva maniobra política que busca desestabilizar al
Gobierno… no con los objetivos más puros, sino con la única intención de recuperar el poder,
para volver a oprimir y reprimir al pueblo como lo hicieron durante 20 años y como lo siguen
haciendo sus amiguitos de la derecha.
Obviamente, repudiamos todo tipo de represión contra las legítimas manifestaciones del
pueblo. Pero en este caso, creemos que es importante que quienes se han movilizado, sean
autocríticos y no se dejen caer en las manipulaciones de la Concertación y sus secuaces, que
nada positivo puede salir de estas movilizaciones artificiales y con petitorios asistencialistas.
Creemos que a nivel nacional, la lucha universitaria debe apuntar a un nuevo proyecto de
educación para nuestro país, por una Educación Estatal, Gratuita, Laica y de Excelencia en
todos los niveles. Pero en lo local, antes de exigir nada, debemos dotarnos de una
organización capaz de motivar, de orientar, de concientizar y sensibilizar al estudiantado y a la
comunidad Iquiqueña y que sea capaz de construir el Movimiento Estudiantil que transite hacia
la democratización de la Universidad.