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La crisis económica
La hacienda pública se basaba en la venta del guano. Por este sistema el Estado contrataba con los llamados
consignatarios, para que vendieran al extranjero cierta cantidad de guano; los consignatarios cobraban por
ello una comisión pero el Estado no recibía puntualmente sus pagos, por lo que empezo a pedir prestamos
Al iniciarse el gobierno el ministro de Hacienda Francisco García Calderón examinó la situación: el país se
hallaba al borde de la bancarrota. El presidente, para salir de tamaña crisis económica, nombró ministro de
Hacienda a Nicolás de Piérola.
El Contrato Dreyfus
Piérola fijó las bases para negociar directamente la venta del guano al extranjero.
El contrato entre los representantes del estado peruano y la casa Dreyfus se suscribió en París, el 5 de julio
de 1869 y fue aprobado por el gobierno peruano.
Con el contrato Dreyfus, creía el gobierno haber salvado al país de la bancarrota, La preocupación fue buscar
fondos para la construcción de ferrocarriles y otras obras públicas. Se recurrió entonces a los grandes
empréstitos, siendo usada como garantía la venta del guano, cuyo agotamiento se calculaba muy lejano.
Si bien inyectaron al país de grandes capitales y provocaron un período de prosperidad, a la larga resultaron
nefastos al estar a cuenta de ingresos futuros, que no se pudieron cubrir
Comenzaron los rumores de que Juan Francisco Balta, hermano del jefe de Estado y primer ministro en ese
entonces, postularía a la presidencia. Sin embargo, por consejo de Nicolás de Piérola, esto no ocurrió. Balta,
entonces, decidió apoyar la candidatura del ex presidente José Rufino Echenique.
Tras una campaña arrolladora, Pardo triunfó en las elecciones de 1872, siendo erigido como el primer
presidente civil de la historia de la República del Perú.
Asesinato
Al término de su gobierno, convocó a elecciones, resultando elegido don Manuel Pardo. Pero antes que
asumiera el poder, se produjo la revolución del coronel Tomás Gutiérrez y sus tres hermanos.
El movimiento triunfó y Balta fue fusilado, en respuesta al asesinato de Silvestre, por un grupo de partidarios
del Presidente. El asesinato de Balta trajo como consecuencia al amotinamiento popular, y los Gutiérrez
fueron victimados, menos uno de ellos. Asumió el poder transitoriamente el Vice-Presidente Zevallos, y luego
el Congreso entregó el poder al electo Manuel Prado.