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TRADUCCION DE L’ETOURDIT
PARTES 1‐5
PARTE 1‐3
VERSION ESTUDIOS LACANIANOS 1.1
PARTE 4‐5
VERSION PALABREANTESER
L'etourdit_spa_1_3 Estudios Lacanianos 1.1 p. 1
Palabreanteser
Traducción L'etourdit
Version Estudios Lacanianos:
«Aun con el Atolondradicho» en
curso
14 de Julio de 1972
1
1.1 Contribuyendo al 50avo aniversario del Hospital Henry‐Rousselle, por el favor que
allí recibimos los míos y yo, en un trabajo del cual indicaré lo que él sabía hacer, es decir,
admitir la presentación, rindo homenaje al doctor Daumézon, que me lo permitió.
1.2 Lo que sigue no prejuzga, según mi costumbre, nada del interés que tomará allí su
dirección: mi decir en Sainte‐Anne fue vacuola, así como en Henry‐Rousselle y, ¿se imaginan?,
desde hace casi el mismo tiempo, guardando allí no importa como, el valor de esta carta {letra}
que digo llega siempre donde debe.
1.3 Parto de migajas, ciertamente no filosóficas, puesto que es de mi seminario de este
año (en París I) de las que ellas son sobras.
1.4 Allí, en dos ocasiones, escribí en la pizarra — (de una tercera en Milán donde,
itinerante, hice con ellas consigna para un flash sobre el «discurso psicoanalítico») — estas dos
frases:
2
2.1 Que se diga permanece olvidado tras lo que se dice en lo que se oye.
2.2 Este enunciado que parece una aserción por manifestarse en una forma universal, es
de hecho modal, existencial como tal: el subjuntivo con que se modula su sujeto, testimonia de
ello.
3
3.1 Si la complacencia con que mi auditorio me recibe — lo bastante como para que el
término Seminario no sea demasiado indigno de lo que aporto allí de palabra — no me hubiese
desviado de estas frases, hubiera querido a partir de su relación de significación demostrar el
sentido que ellas toman del discurso psicoanalítico. La oposición que evoco aquí habrá de ser
acentuada mas adelante.
3.2 Recuerdo que es por la lógica que este discurso toca a lo real, al encontrarlo como
imposible, por lo cual es ese discurso lo que la eleva a su máxima potencia: ciencia, he dicho, de
lo real. Que aquí me perdonen aquellos que, por estar allí interesados, no lo saben. ¿Les
preservaría aún, que ellos lo sabrían muy pronto por los acontecimientos?.
Palabreanteser
Traducción L'etourdit Apartados
4-5
Version Palabreanteser integral
en curso
14 de Julio de 1972
4
4.1 La significación, por ser gramatical, confirma ante todo que la segunda frase se
inscribe en la primera, al hacer de ella su sujeto con la apariencia de un particular. Ella dice:
este enunciado, luego cualifica ésta de asertiva al plantearse como verdad, lo que se confirma
por ser aparentemente una proposición de las llamadas universal en lógica: es en todo caso que
el decir permanece olvidado tras lo dicho.
4.2 Pero por antítesis, a saber del mismo plano, en un segundo tiempo ella denuncia el
semblante: al afirmarlo por el hecho de que su sujeto sea modal, y al probarlo en tanto que se
modula gramaticalmente como: que se diga. Lo que recuerda no tanto a la memoria sino, como
se dice: a la existencia.
4.3 La primera frase no está entonces en este plano tético de la verdad que el primer
tiempo de la segunda asegura, como de ordinario, por medio de tautologías (aquí dos). Lo que
es recordado, es que su enunciación es momento de existencia, es que, situada por el discurso,
ella «ex‐siste» en la verdad.
4.4 Reconozcamos aquí la vía por donde adviene lo necesario: en buena lógica se
entiende, aquella que ordena sus modos de proceder por los que ella accede, a saber este
imposible, módico sin duda aunque desde entonces incómodo, que para que un dicho sea
verdadero, aun haga falta que se lo diga, que haya allí decir.
4.5 Con lo cual la gramática mide ya fuerza y debilidad de las lógicas que se aíslan de
ella, por, con su subjuntivo, escindirlas, y se indica al concentrar la potencia, al allanarlas a
todas.
4.6 Efectivamente, vuelvo allí una vez más, « no hay metalenguaje », de tal forma que
ninguna de las lógicas, al intitularse con la proposición, pudiese volverse muleta (que a cada
una le quede su imbecilidad), y si allí se cree que se la vuelve a encontrar en mi referencia, más
arriba, al discurso, le refuto con que la frase que parece allí volverse objeto para la segunda, no
obstante aplica significativamente a ésta.
4.7 Porque esta segunda, que se la diga permanece olvidada tras de lo que dice. Y esto
de manera tanto más sorprendente que asertiva, ella sin remisión hasta el punto de ser
tautológica en las pruebas que ella propone, — al denunciar en la primera su semblante,
plantea su propio decir como inexistente, ya que discutiendo ésta como dicho de verdad, es la
existencia a la que ella hace responder de su decir, esto no por hacer ese decir existir puesto
que solamente ella lo denomina, pero al negar con ello la verdad — sin decirlo.
4.8 Al extender este proceso, nace la fórmula, mía, que no hay universal que no deba
estar contenido en una existencia que lo niega. Tal como el estereotipo de que todo hombre
sea mortal, no se enuncia desde ninguna parte. La lógica que le pone fecha, no es sino aquella
de una filosofía que aparenta esta ningun(u)bicuidad, esto para preparar la coartada de eso que
denomino discurso del amo.
4.9 Ahora bien, no es tán solo de este discurso, sino del lugar donde giran los otros (los
otros discursos), aquel que designo del semblante, desde donde un decir toma su sentido.
4.10 Este lugar no es para todos, pero él les ex‐siste, y es de ahí de dónde se
hom(bre)ologa que todos ellos sean mortales. Ellos no pueden sino serlo todos, porque al morir
se les delega de este lugar, a todos precisamente es necesario, puesto que es ahí donde se vela
{veille}por la maravilla/ madre‐vela {merveille/mère‐veille} del bien de todos. Y en particular
cuando ese quien vela {veille}ahí, hace allí semblante del significante‐amo o del saber. De allí el
sonsonete de la lógica filosófica.
4.11 No hay entonces universal que no se reduzca a lo posible. Incluso la muerte, puesto
que es allí el ápice del cual ella solamente se articula. Por muy universal que se la plantee, no
permanece más que como posible. Qué la ley se aligera al afirmarse como formulada desde
ningún lugar, es decir de ser sin razón, confirma de nuevo de donde parte su decir.
5
5.1 Antes de restituirle al análisis el mérito de esta apercepción, saldemos cuentas con
nuestras frases remarcando que « en lo que se oye» de la primera, se conecta igualmente tanto
con la existencia del «permanece olvidado» que resalta la segunda como con « lo que se dice »
que ella misma denuncia como, ese resto, cubriéndolo.
5.2 Donde anoto de pasada, el defecto del intento «transformacional» por hacer lógica
recurriendo a una estructura profunda que sería la de un diagrama arbóreo por pisos
escalonados.