i
I
Francesco Toriucci
rd i
Cuando los nifios dicen:Los ninos también existen
“Proponemos el nombre de un nifo o de una nina
para una calle o una plaza”
(Reus)
jS| EXISTIMOS;
TAMBIEN NOS TIENEN QUE
TENER EN CUENTA!
9099LOS NINOS TAMBIEN EXISTEN 185
Los nifios de Reus, en Catalufia, han presentado esta propues-
a: “Proponemos el nombre de un nifio o de una nifia para una
calle o una plaza”. Si también los nifios son ciudadanos, quien
recorre la ciudad deberia darse cuenta de que asi es. La propuesta
del nifio es menos obyia de lo que parece: los nombres de las
calles y las plazas de una ciudad son un sintoma de la cultura mas
que de la historia de la ciudad y especialmente de quien la ha
gobernado: son frecuentes los nombres de hombres ligados a
grandes acontecimientos, los nombres de batallas o de guerras;
son raros los nombres de mujeres y excepcionales los de nifios.
El Consejo de los nifios de Fano ha propuesto “carteles para
sefialar los pasos peatonales y las escuelas, disefiados por los
nifios”. Es verdad que los carteles callejeros deben responder a
criterios convencionales y de alcance inmediato que a veces no
corresponden a las formas expresivas infantiles. Pero en el inte-
rior de la ciudad pequefa se podrian experimentar también for-
mas diferentes y mds significativas de sefializacién. Carteles
experimentales de este tipo podrfan aumentar la sensibilidad de
los ciudadanos con respecto a la infancia y favorecer el respeto
de sus exigencias. Desde hace algunos afios, en varios ayunta-
mientos italianos, como ya se ha indicado, se estan experimen-
tando formas nuevas de sefializacién para las iniciativas del pro-
yecto “La ciudad de los nifios” y especialmente “Vamos solos a
la escuela”, convocando a veces a los propios nifios para proyec-
tar nuevos carteles
3Qué podriamos hacer si escuchasemos
a los nifios?
Los nifios piden existir, que se cuente con ellos, ser visibles. La
propuesta que nace de once afios de experiencias del proyecto
“La ciudad de los nifios” es aceptar esta provocaci
n de los
nifios, convertirlos en aliados privilegiados para el cambio. El
9101