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26 Joaquín Díaz

UNA INSTANTÁNEA
HISTÓRICA
JOAQUÍN DÍAZ

Más de una docena de va-


llisoletanos que dedicaron
su vida a la política desde el
siglo XIX, alcanzaron la cate-
goría de ministros. Se podría
asegurar que el más querido
por sus cualidades así como
por su permanente dedica-
ción a la provincia fue José
Muro. Nacido en Valladolid
el 21 de diciembre de 1842,
fue bautizado en la iglesia de Entierro en Valladolid de Don José Muro (Valladolid, 1842 - Madrid, 1907)

San Martín. Hizo sus prime- Instituto vallisoletano entró muy especialmente por los
ros estudios en el Instituto, en política, siendo elegido Di- habitantes de Valladolid quie-
emprendiendo después la putado a Cortes en 1871 con nes tuvieron oportunidad de
carrera de Derecho y Filoso- tan solo 29 años y nombrado conocerle y tratarle pues, a
fía y Letras en la Universidad posteriormente ministro de las virtudes de la discreción
Literaria, donde llegó a ser Estado en 1873 bajo la pre- y defensa de sus ideales,
profesor auxiliar en la cáte- sidencia de Pi y Margall. En unió Muro la cordialidad y la
dra de Metafísica. En 1865 1894 fue reconocido como corrección en el trato con
se incorporó al Colegio de hijo predilecto de la ciudad sus conciudadanos. Amigo
abogados de la capital, inter- por el Ayuntamiento de Valla- de Ricardo Macías Picavea
viniendo en numerosos ca- dolid, que además le dedicó con quien compartió ideas
sos, pero especialmente en una calle, una de las que pro- e ilusiones, llegó a escribir
la causa que se siguió por la longaban hacia el sur la capi- incluso con él un texto, titu-
quiebra del Banco Castellano tal desde la vía del Duque de lado “Apuntes didácticos
que acabó en una crisis eco- la Victoria. Su fallecimiento de Historia Universal, por
nómica de gran calado. Tras en Madrid, el 18 de junio de dos catedráticos”, en cuya
obtener en 1870 la cátedra 1907 fue lamentado por toda obra se extendían ambos en
de Geografía e Historia del la sociedad española pero (continúa en la página siguiente) ../..
Joaquín Díaz 27

(viene de la página anterior) ../.. dos a la estación del Norte, guardia municipal montada a
el alcalde se hizo cargo del caballo, se inició la marcha
reflexiones y apuntes acerca
sencillo ataúd y de sus llaves hacia el cementerio prece-
de acontecimientos históri-
cos más o menos recientes. y a través de las calles de la diendo al féretro los asilados
ciudad (carretera de la Esta- del Hospicio, de la casa de
Podría decirse que su muerte ción, paseo central del Cam- Beneficencia y del asilo de
causó una enorme sensación la Caridad, a los que seguían
po Grande, calle de Santia-
y profundo pesar en Vallado- serenos y guardias municipa-
go) fue llevado a hombros
lid y que su entierro, recorda- les, una brigada de obreros
hasta la Plaza Mayor para
do en la foto que encabeza del Ayuntamiento y los em-
ser depositado en el nuevo
este artículo, fue uno de los pleados del Casino Repu-
Ayuntamiento, ya terminado
más multitudinarios y senti- blicano llevando blandones.
dos que se recuerdan en la A los lados del ataúd, fami-
historia vallisoletana de los liares, autoridades y amigos
dos últimos siglos. El Norte se abrían paso en medio de
de Castilla reconocía que la una gran multitud que quería
vida le había concedido “el tributar su respeto y cariño
altísimo goce del amor de hacia Don José Muro, Pepe
los suyos, del cariño de sus Muro como le llamaba casi
amigos, del entusiasmo de todo el mundo, en su último
sus partidarios, del afecto de recorrido por la ciudad que le
sus paisanos y del respeto
vio nacer. Una vez enterrado
de todos”. En su testamen-
el político vallisoletano en
to, Muro pedía un entierro
el panteón de hombres ilus-
modesto, sin ostentación al-
Don José Muro tres, su compañero de parti-
guna, que no se admitiesen
do y Diputado, don Gumer-
coronas ni se repartiesen es- pero no inaugurado oficial- sindo de Azcárate, que había
quelas y que su cuerpo fuese mente. La capilla ardiente ostentado la representación
trasladado a Valladolid donde fue instalada en uno de los del Presidente del Congreso,
habría de dársele tierra en el salones del ala izquierda y a emprendió viaje a Madrid en
panteón familiar al lado de su partir de las 8 de la mañana el coche de Isidro Rodríguez
esposa. fue pasando el numerosísimo Zarracina (conducido por él
El féretro viajó en tren desde público -calculado en más mismo) y acompañados por
Madrid y recibió el acompa- de 10.000 personas- que Julio Guillén -padre de quien
ñamiento, a partir de Medina quiso dar el último adiós al sería años más tarde recono-
del Campo, de numerosos político vallisoletano. Hacia cido como uno de los gran-
correligionarios del partido las 6 de la tarde, y abriendo des escritores vallisoletanos,
Republicano. Una vez llega- la comitiva una escolta de la el poeta Jorge Guillén-.

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