Escritos, Revista del Centro de Ciencias del Lenguaje
‘Niimero 81992, pga. 49-59
LEONORA CARRINGTON, ESCRITORA
SURREALISTA
Ana Rosa Domenella
Es cierto, el cuento es un breve
suefio, una corta alucinacion.
Jorge Luis Borges
En “La dama oval” y en “La debutante”, corpus de nuestro
escrito, puede advertirse el uso de distintas formulas surrea-
listas, especialmente aquella que supone que mds alld de lo
circundante, de lo cotidiano, existe una suprarealidad, una
realidad absoluta que es fuente de todo arte. Esta suprarea-
lidad es de naturaleza mental, ontrica o alucinante. En
ambos textos, Leonora Carrington sugiere el misterio del
inconsciente, se busca en el interior de los personajes feme-
ninos afin de alcanzar un conocimiento oculto del universo.
“La dama oval” y “La debutante” configuran universos
Santésticos y maravillosos, donde el mundo real coexiste
con lo feérico.
Sin lugar a dudas, no todo cuento es “un breve suefio”, “una corta
alucinaci6n”, como afirma Jorge Luis Borges, pero este concepto si
puede aplicarse a textos producidos por artistas vinculados al surrealis-
mo y al andlisis de cuentos de corte fantdstico. El epigrafe me es
adecuado para presentar a una escritora que el piblico conoce mejor
por su obra pictérica: me refiero a Leonora Carrington, quien nacié en
Inglaterra —South Lancashire—, en 1917, se vinculé al movimiento50 Ana Rosa Domenella
surrealista francés, estuvo casada con el escritor mexicano Renato
Leduc y vivié durante varias décadas en la ciudad de México.
Leonora pertenecié a una familia rica y pas6 su infancia en diversos
internados de Londres, Florencia y Paris, de los que la expulsan 0
escapa. Después de la presentacién en el palacio de Buckingam (en la
corte de Jorge V), como toda joven de la alta sociedad inglesa, informa
asu familia de su decisi6n de convertirse en “artista”, por supuesto se
oponen, ya que pensaban que si queria pintar podia hacerlo en su casa.
Finalmente logra ingresar a Chelsea School on Art y luego toma clases
con Amadée Ozenfant, quien era un “purista” y, segin la propia Leo-
nora, la hizo “trabajar como burra”!.
A los 17 afios conoce y se enamora del dadajfsta y surrealista Max
Ernst (25 afios mayor que Leonora). A los 18 afios se escapa del control
familiar y viaja a Paris, donde Max Ernst la relaciona con el movimiento
surrealista; al declararse la guerra entre Francia y Alemania, Ernst es
confinado en un campo de concentracién (era de origen alem4n y
judfo). Leonora parte con una pareja amiga —y con visas logradas por
influencia del dinero paterno— hacia Espada con la intencién de llegar
a Portugal, pero en Barcelona sufre un ataque que se diagnostica como
“locura” y la internan en un siquidtrico en Santander: es 1940. Sobre
esta experiencia escribird afios después (1943) un testimonio que titula
Down Below (Memorias de abajo)”. Cuando recobra la lucidez, finaliza
la escritura del testimonio y dice:
que el Cardiazol era una simple inyecci6n y no un efecto
Comprendt
hipndtico; que Don Luis no era un brujo sino un sinvergienza /.../ que
debfa marc de allf cuanto antes. [otro interno que la
protege] “desmitific6” el misterio que me habfa envuelto y que todos
Prec complacerse en espesar a mi alrededor (Memorias de abajo, p.
48)
En el epilogo, contado a Marina Warner en Nueva York, Leonora
Carrington relata cOmo logra viajar a Madrid y luego a Lisboa, desde
donde sus padres intentan enviarla a un establecimiento siquidtrico en
Sud4frica, c6mo se escapa de su guardiana —Frau Asegurado— y se
refugia en la embajada de México, buscando a su amigo Renato Leduc,
1 “Leonora Carrington”: entrevista de Paul de Angelis en Revista El Paseante,
Madrid, Bd. Siruela, 1985. Nim. 17. pp. 10-23.
2 Leonora Carrington: Memorias de Abajo. Madrid, Ed. Siruela, 1991. Trad. del
inglés de Francisco Torres Oliver. La edicién incluye La Casa del Miedo, con prefacio de
Max Emst; La Dama Oval, que titula cinco cuentos, y El Pequefio Francis; ademds trae
material fotogréfico sobre la autora y un prélogo de Fernando Savater.Leonora Carrington, escritora surrealista 51
que habia conocido en Paris y reencontrado en Espafia. Leduc se casa
con ella para rescatarla y juntos viajan a Nueva York, donde se reuniran
con Max Ernst, su esposa Peggy Guggenheim y otros artistas curopeos
exiliados, como André Breton y Marcel Duchamp.
Leonora llega a México, atin junto a Renato Leduc, en 1943 € inicia
una profunda y creativa amistad con Ia pintora espaiiola Remedios
Varo. Luego se casa con Emérico — “Chiqui” — Weisz y tiene dos hijos,
que viven en México y BE.UU. Leonora alterna su residencia entre
ambos paises y ha visitado el taller de narrativa femenina mexicana del
PIEM (Colmex) en varias oportunidades. Cuando Paul de Angelis le
pregunta en una entrevista si escribia o pintaba cuando lleg6 a México,
ella contesta “las dos cosas en todo momento”.
Como escritora public6, adem4s del conmovedor testimonio biogr4-
fico citado, cuentos y las novelas: “El pequefio Francis”, (1937-1938),
La puerta de Piedra (1940) y La trompetilla actistica (escrito en los 50,
segan la autora, pero la edicién en espajiol es de 1977). Su obra fue
escrita originalmente en inglés o francés. De esta narradora de dos
mundos analizaré dos cuentos breves con protagonistas femeninas: “La
dama oval” y “La debutante”.
“La dama oval” fue escrito entre 1937 y 1938, como la mayorfa de
sus cuentos, y publicado en Paris en 1939, con collages de Max Ernst.
La protagonista es presentada desde fuera por la voz y mirada narrati-
vas: “Habia una dama muy alta y delgada de pie junto a la ventana. La
ventana era muy alta y delgada también. La dama tenfa el rostro palido
y triste”’. La dama est4 inmévil y tiene una pluma de fais4n en el pelo.
La narradora pasa siete veces frente a la ventana observandola. Es
interesante hacer notar que el empleo de cifras en toda la obra de
Carrington se vincula con la cdbala y los estudios esotéricos de nume-
rologia; pasa, pues, siete veces “devorada por la curiosidad” y sin
explicarse cémo entra a la “morada suntuosa”.
La voz narrativa tiene leves toques de humor, que se acercan al wit
inglés: “Entre estos arist6cratas hasta los platos eran ovalados, no
redondos como los de las personas corrientes” (p. 70). La narradora
externa sus dudas sobre el modo apropiado de entablar una conversa-
cién con la misteriosa dama; duda entre la banalidad del tema del
3. “La Dama Oval” en Memorias de Abajo, Bd. Cit. Las citas de este cuenta, al igual
que las de “La Debutante” correspondena dicha edici6n. Este texto fue escritoen francés
y Publicado en Paris en 1939 por G.LM, la traducci6n al inglés corresponde a Katherine
‘Talbot y Marina Warner.