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JOSE GUADALUPE POSADA OLA
INVENCION DE UNA TRADICION
Miro. Viclor M. Gonzfler Esparza®
7 [Las preguntas, cabeaclaralo, no poseen aintencién de
"Porque esto de vivir junto a la muerte, disminur'n restarle mériton 1 una obra sobrada do
‘aunque nos la comamos con aziicar, reongiminto. Pre contro enon ol pop de
sabeatiempo perdido, aazul silvestre.” __‘ecupeacparnel present, daa lctiis del vanguardsm, 8
to de los pllares de In llamada “Escuela Mexicana de
Palabras y misica en honor de Posada ansno dl "Renacimento Mexicano, Pretende en odo
Carlos Pellicer. caso, sfalar algunos de los contextos en los que la obra de
“Posada, en México, tiene yauna dimensiénde simbolo”,
‘escribié Juan Rejano en elhomenaje nacional que selehiciera
‘aPosada alos cien afios de su nacimiento (1952),aflo por cierto
declarado “oficialmente” por el entonces Gobernador de
‘Aguascalientes, Edmundo Gimez Orozco, "Afiode Posada”
‘fin de que las fiestas de abril y los XIX Juegos Florales
‘honraran su memoria (Murillo Reveles, Antonio T.1, 1963:90
¥y 108), Rejano se referfa a un sfmbolo espectfico que él
reproduce: Posada-Pueblo-Revolucién. EI" Affo Posada”, si
‘La “invencién de Ias tradiciones” ha sido una fGrmula
‘ensayada por historiadores a fin de comprender procesos
sociales formalizados enrituales 0 s{mbolos, particularmente
con eferencias l pasado y alaformacién delas nacionalidades
(Hobsbawm,E. and Terence Ranger 1992:Introduccién). En
este sentido me parece que la obra de Posada puede ser
‘observada como una tradici6n “inventada”, aunque no por
‘ellomencs real omenos trascendente, comoun s{mbolo dentro
todo sfmboloo mico,lacbra la influencia de Posada poseen
diferentes significados y niveles de complejidad, algunos de
Jos cuales discutiré en el presente ensayo teniendo en mente
‘una pregunta todavia fundamental: porqué y cémo Posada se
fueron las claves que nos permitieron acceder al mundo de
Posada? Desde una perspectiva general, ,o6mo trabajan los
simbolos? (Darnton, Robert 1990:329).
Posada adquiere sus significados.
1.« Muerte al atardecer:
Eltrdnsitode un Posada pricticamente desconocido aotro
como héroe nacional ha sido una de las principales
de los estudiosos de su obra (V. Posada’s
Instituto de Arte de Chicago, atrajo una multitud tn grande
{que hubo gente pisoteada, y unescuadrén policiacotuvo que
‘contener a algunas personas excitadas para restaurar la
respetabilidad del museo” (Charlot, Jean 1985:54).
Lareconstruceién con mAs detalle de este trénsito puede
ayudarnos a penetrar en el mundo de Posada. Pero, ,de cud
Posada estamos hablando? Uno de os primeros problemas al
‘enfrentarse con la obra de Posada es la cantidad. Charlot, en
‘larticulo pionerocitado, menciona dos mil liminas;Frances
‘Toor comenz6 a hablar de més de quince mil al igual que
Rivera, siguiendo la version que propags Blas Vanegas Arroyo,
hijo del editor de Posada; Femando Gamboa crey6 que eran,
mis de veinte mil (MurilloReveles,T.1., 1963:69-70). Siestas
‘Sitimas cifras sonciertas, entonces escasamente conocemos
€1 10% detoda a producciGn de Posada; nuestra ignorancia se
acrecienta cuando por momentos el viejo taller delacalle de
‘Sta. Inés parece no haber parado sus trabajos, pues en la
‘actualidad siguen ofreciéndose obras atribuidas a Posada no
deacentavo, sino de miles de délares. Lo que importaen todo
ee
*Profesor-Investigador del Centrode Artesy Humanidades.
Estudlantedel Doctoradoenla Universidad de Tulane, Nueva‘caso destacares que, como buen simbolo, la vida ya obra de
Posada nos resultan en un primermomento inaprensibles pese
‘algunos excelentes esfuerzos por comprenderias.
‘Ante a preguntade cu4l Posada, responderemos entonces
no s6loa través de su misma obra sino de la manera en que
diferentes personajes laobservaron. Son varias las vetas en la
cobra de Posada, particularmente analizandolo popular” en
sumisma obra Reuter, Jas “The Popular Traditions”, 1979),