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4 ___LA INVESTIGACION DOCUMENTAL: TECNICAS DE LECTURA Y DOCUMENTACION En la seccién 3.2.3 del capitulo anterior se Han avanzado algunas consideraciones sobre la estrategia basada en la documentacién. El uso de informacién disponible (cualquiera sea su cardcter documental: numérico 0 no numérico, elaborado 0 en bru- to) constituye un paso obligado en la investigacién social en general. La revision de la literatura (que supone estar al dfa de lo publicado sobre el tema que se pretende investigar) y Ja utilizacion de las estadfsticas existentes (las publica- das por el INE, por ejemplo), son tareas siempre presentes en la realizacién de estu- dios cuantitativos y cualitativos. Sin embargo, no se agotan ahi las posibilidades de la investigacion documental. De hecho, la expresién mds caracterfstica de esta opcion metodolégica se encuentra en los trabajos basados en documentos recogidos en archi- vos (oficiales o privados); documentos de todo tipo, cuya elaboracién y superviven- cia (depésito) no ha estado presidida, necesariamente, por objetivos de investigacion social. Las paginas de este capitulo se dedicardn a ofrecer una primera aproximacién a este campo abierto de la investigacién documental, prestando atencién a los docu- mentos mds netamente cualitativos (los no numéricos). La reflexién metodolégica se ilustra con ejemplos tomados de estudios realizados, en su mayoria, por socidlogos espaiioles. 4.1. La dimensién histérico-cultural de los problemas que plantean Ios investigadores sociales « Antes de abordar los pormenores de cémo definir y clasificar los documentos sus- ceptibles de constituir la materia prima (principal 0 complementaria) de posibles investigaciones, conviene tomar nota de la importancia de esta estrategia metodold- 110 Segunda Parte: Técnicas cualitativas de investigacion social gica denominada documentacién (y no observacion 0 conversacion) en el oficio de sociélogo y oficios afines. Dicho de otro modo: por qué preocuparse de un material que nos hace volver la mirada al tiempo pasado, y pisar terreno de nuestros vecinos los historiadores?; ;por qué distraer la atencién de los problemas sociales del momen- to presente, o de su anticipacion? Una respuesta erudita (pero incompleta) se encuentra en los autores que recuer- dan et entronque sociolégico de la investigacién documenial, aludiendo a su uso por parte de los principales fundadores de la disciplina. Asf, Macdonald y Tipton (1993: 187) sefialan: x “La investigacién documental fue una herramienta de investigaci6n importante de los fundadores de la disciplina sociolégica: Marx fue un usuario diligente de las. estadfsticas del Gobierno y de los informes de ta Administracién conocidos como ‘Libros Azules'; el famoso trabajo de Durkheim El Suicidio... se bas6 en el estudio de estaditicas oficiales y en informes no publicados sobre suicidios archivados por el Minis- terio de Justicia; y la carrera de Weber en la sociologia’comenzé realmente con sus estudios del Hamburg Stock Exchange y del ‘problema campesino’ en la Alemania oriental... estudios documentales basicamente.” Una contestacién més certera a las preguntas formuladas mas arriba puede leer- se en el capitulo que Mills (1961) dedica a los “Usos de la historia”, en su conocida obra La imaginacién sociolégica. Son varias las razones que da cl socidlogo de Colum- bia a los investigadores sociales para que hagan uso de los materiales de la historia: 1) “La ciencia social trata de problemas de biograffa, historia y de sus intersec- ciones dentro de estructuras sociales (...) Sin el uso de la historia y sin un sen- tido histérico de las materias psicolégicas, el investigador sociat no puede enun- ciar adecuadamente los tipos de problemas que deben ser ahora los puntos de orientacién de sus estudios” (1961: 157). 2) “Necesitamos la variedad que proporciona la historia... para formular adecua- damente preguntas sociolégicas, y mucho mds para contestarlas” (1961: 160). 3) “Los estudios a-histéricos tienden por lo general a ser estudios estaticos, oa muy corto plazo, de ambientes limitados. No puede esperarse otra cosa, por- que conocemos més facilmente las grandes estructuras cuando cambian, y pro- bablemente Ilegamos a conocer esos cambios tinicamente cuando ensancha- mos nuestra visidn hasta abarcar un perfodo histérico suficiente” (1961: 162). 4) “Que el conocimiento de la historia de una sociedad es indispensable muchas veces para comprenderla, resulta absolutamente claro a todo economista, o estudioso de la ciencia politica, 0 socidlogo, cuando deja su avanzada nacién industrial para examinar las instituciones de una estructura social diferente, en el Medio Oriente, en Asia, en Africa” (1961: 163). 5) “El estudios comparativo y el estudio histérico estén profundamente entrela- zados (...) el punto de vista histérico conduce al estudio comparativo de las 112 Segunda Parte: Técnicas cualitativas de investigacién social tarios del Ayuntamiento de Madrid, Cea D’Ancona y Valles (1993) llevaron a cabo el trabajo titulado “Estudio sociolégico de los socios de centros municipales de la ter- cera edad. Anilisis evaluativo del servicio: clientela, satisfaccion de los usuarios y demandas latentes”. Merece sefialarse, en primer lugar, el uso de materiales documentales que hicie- ron estos investigadores en la fase de preparacidn del proyecto. Concretamente: a) La Constitucién espanola de 1978, documento hist6rico atin vigente. b) El documento publicado y firmado por el Area de Servicios Sociales (1989): Las necesidades sociales en el municipio de Madrid. ¢) El documento, no publicado, del Area de Servicios Sociales (1990a): Necesi- dades de servicios sociales para la tercera edad en el municipio de Madrid. d) El documento, no publicado, del Area de Servicios Sociales (1990b): Progra- ma de Aténcidn a la Tercera Edad. La utilizacién de estas cuatro fuentes documentales se plasmé en la Introduccién del proyecto, donde el propésito de los autores era razonar sobre el interés y oportu- nidad del tema a investigar. Veamos de qué manera: “La intervencién desde los Servicios Sociales Municipales en el sector de fa Ter- cera Edad, tiene raices en un mandato constitucional preciso: Art. 50 ‘Los poderes publicos garantizaran, mediante pensiones adecuadas y periddicamente actualizadas, la suficiencia econémica a los ciudadanos duarante la tercera edad. Asimismo, y con independencia de las obligaciones familiares, promo- verdn su bienestar mediante un sistema de servicios sociales que atenderdn sus pro- blemas especificos de salud, vivienda, cultura y ocio." Se crea asi el compromiso, por parte del Estado, de dar satistaccién a las nece- sidades de los ciudadanos en el ultimo tramo de la vida, a quienes reconoce unos determinados derechos sociales. Para hacer operativos los preceptos legales en la planificacién, programacién y evaluacién del trabajo social, se han elaborado tipologias de necesidades sociales desde las administraciones autonémicas y municipales, con el propésito de cubrir necesidades especiticas mediante prestaciones coneretas. Asi, el Area de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid (1989) elaboré un ‘esquema jerdrquico de necesidades sociales (por analogia con el modelo de jerar- quia de necesidades de Maslow), en el que diferencia:

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