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Las cifras más representativas frente a la discapacidad en Colombia, de acuerdo con los datos del
Censo General del 2005, establecen:
• Del total de personas que reportaron alguna limitación, el 29,3% poseen limitaciones para
moverse o caminar, el 14,7% para usar brazos y manos, el 43,5% para ver a pesar de usar
lentes o gafas, el 17,3% para oír aun con aparatos especiales, el 12,9% para hablar, el 12,0%
para entender o aprender, 9,8% para relacionarse con los demás por problemas mentales o
emocionales, el 9,4% para bañarse, vestirse o alimentarse por sí mismo y el 18,8% presentan
otra limitación.
Las personas que presentan discapacidad, se ven expuestas a situaciones altamente vulnerables que
afectan todas las dimensiones de su ser en diferentes niveles; en primer lugar, se presenta lo
relacionado con el cuidado de sí mismo, en la ejecución de las actividades básicas cotidianas
(alimentación, higiene, vestido, etc.), en el cumplimiento de las acciones orientadas a su atención en
salud (manejo de la medicación - controles médicos especializados) y en la prevención de situaciones de
riesgo, entre otras.
Por otro lado, estas condiciones asociadas a la discapacidad, generan la exclusión de la persona que la
presenta, en tanto que la comunidad interpreta el déficit intelectual, la enfermedad psiquiátrica o la
limitación en la movilidad, como una situación de riesgo para los demás individuos que la conforman y
consecuentemente deriva en la restricción de los espacios de acceso en sus entornos de interacción.
Teniendo en cuenta que los tipos de discapacidad que presentan las personas, requieren de un
componente principal relacionado con la atención médica especializada, en las áreas de psiquiatría o en
la medicación, la Secretaria Distrital de Integración Social ha suscrito con la Secretaría Distrital de Salud,
el Convenio Interadministrativo de Cooperación mutua No. 0116.1 del 24 de junio de 2005, que tiene
como finalidad garantizar el cubrimiento de todos los servicios requeridos en el área de la salud.
Actualmente, la SDIS dentro de este programa atiende aproximadamente a 920 personas mayores de 18
años en situación de discapacidad cognitiva, mental o física, pertenecientes a familias de estrato 1 y 2
quienes enfrentan por su condición, situaciones de alto riesgo. La intervención está dirigida a favorecer el
desarrollo de las potencialidades y destrezas que les permita lograr una vida semi–independiente y
promover el fortalecimiento de redes sociales y familiares para garantizar su integración social.
El Gobierno Nacional formuló el Plan Nacional de Atención a las Personas con Discapacidad 1999 -
2002 es un instrumento mediante el cual se busca concretar un conjunto de acciones, estrategias,
espacios, recursos y tiempos para desarrollar la red de apoyo territorial.
Dicho Plan busca garantizar los principios de equidad, eficiencia, calidad y cobertura para el ejercicio de
los derechos que tienen los ciudadanos a favor del desarrollo del país; favorecer una acción participativa,
identificando las personas, grupos y entidades involucradas en la atención de la limitación para la
formulación y puesta en práctica de las políticas que atiendan esta problemática.
En el ámbito distrital, desde 1997, se han formulado políticas para la atención de la población con algún
tipo de limitación. La primera acción se encuentra documentada en el texto Concertando nuevos
entornos colectivos para las personas con discapacidad, cuyo principal objetivo era “[...] reconstruir un
sistema de proceso de vida que demande el reconocimiento de las personas con limitación como
personas sujetos de derechos integrados a la sociedad por lazos fuertes y con intenso desarrollo de sus
potencialidades, habilidades, destrezas y facultades”.
Tanto la Política como el Plan identificaron la necesidad de generar acciones encaminadas a garantizar
los derechos de la población con algún tipo de limitación. El marco legal y constitucional es claro en este
sentido y las estrategias de intervención se encuentran formuladas. Sin embargo, se evidencian
obstáculos en el momento de hacer realidad la política. Dentro de las dificultades detectadas se
evidenció:
• Ausencia de un diagnóstico a nivel distrital de la incidencia de la limitación física, mental o
sensorial en la población.
• El Distrito no contaba con una base de datos que informe sobre oferta y demanda de los
servicios de atención y rehabilitación.
• Las entidades distritales adelantan acciones en beneficio de esta población, sin embargo estas
se encontraban desarticuladas entre sí, generando duplicidad de servicios y uso ineficiente de
los recursos.
En 2001 se lanzó el Plan Distrital de Discapacidad, el cual tiene como principios básicos la promoción de
derechos y deberes, la vida independiente, la autonomía y la inclusión social, el desarrollo de habilidades
y destrezas de la persona con discapacidad y los apoyos y soportes que se ofrezcan desde las
comunidades. La estructura del Plan reconoce como visión: “El mejoramiento de la calidad de vida de las
personas con discapacidad y la de su familia, articulado a dos grandes objetivos: la generación y ajuste
de políticas públicas y el desarrollo de los servicios, que a su vez se despliegan en siete líneas de
intervención: Promoción, Prevención, Atención en salud y (Re) habilitación funcional, Educación,
Accesibilidad, Vida Laboral, Vida en comunidad y Redes de apoyo”.
En el año 2004 a través del Acuerdo 137, se estableció el Sistema Distrital de Atención Integral de
personas en condición de discapacidad en el Distrito Capital, el cual es el conjunto de instancias y
procesos de desarrollo institucional y comunitario, que a través de los mecanismos de planificación,
ejecución, seguimiento y control social, articulados entre sí, facilitan la prevención, los cuidados en salud
y psicológicos, la habilitación, la rehabilitación, la educación, la orientación, la integración laboral y la
garantía de los derechos fundamentales económicos, culturales, recreativos y sociales de las personas
con limitación y/o discapacidad, según los principios que regulan las actuaciones administrativas, a fin de
que se cumplan los fines del Estado previstos en la Constitución Política, las leyes y demás
disposiciones reglamentarias vigentes.
En este contexto, una de las funciones del Sistema Distrital de Discapacidad, corresponde a la
formulación de políticas orientadas a la “prevención, cuidados en salud y psicológicos, habilitación,
rehabilitación, educación, orientación, integración laboral y de garantías de los derechos fundamentales
económicos, culturales, recreativos y sociales de las personas en condición de discapacidad del Distrito
Capital y gestionar ante las autoridades distritales y sus diferentes instancias y espacios de planeación,
para que puedan hacer parte del Plan de Desarrollo Distrital y en su respectivo presupuesto de
conformidad con las disposiciones legales y reglamentarias vigentes.”
Cumpliendo con lo anterior, por medio del Decreto 470 del 12 de octubre de 2007, se adoptó la Política Pública de
Discapacidad para el Distrito Capital, el cual asume cuatro Dimensiones, entendiéndose éstas como el espacio de
expresión de los habitantes de la ciudad en el que confluyen las creencias y las percepciones diversas con la
intención de construir colectivamente una representación del tejido social. Las dimensiones son: De desarrollo de
capacidades y oportunidades, de ciudadanía activa, cultural y simbólica y de entorno, territorio y medio ambiente.
La Ley 60 de 1993, asigna los recursos provenientes del situado fiscal y de los ingresos corrientes de la
nación a los entes territoriales y les define las competencias en materia de salud. La ley 100 de 1993,
crea el Sistema General de Seguridad Social, con el fin de regular el servicio público y crear las
condiciones de acceso de toda la población.
El Sistema General de Seguridad Social plantea dos tipos de afiliación, a través del Régimen
Contributivo o a través del Régimen Subsidiado, y para el caso de las personas que no accedan a
ninguno de estos, las personas se atenderán como población vinculada a través de las redes de
servicios que se contraten para el caso. Los afiliados mediante el régimen subsidiado son las personas
pobres y vulnerables sin capacidad de pago, categoría en la cual entran las personas en situación de
abandono o exclusión social.
Así mismo el Acuerdo 77 de 1997, define los beneficiarios del régimen subsidiado a toda la población
pobre y vulnerable, que no tiene capacidad de pago para cotizar al régimen contributivo y en
consecuencia recibe subsidio total o parcial. Establece además que cuando una persona es considerada
indigente, por carecer de vivienda o ingresos, deberá ser identificada por la respectiva Alcaldía Municipal
como beneficiaria del subsidio, sin necesidad de la aplicación del Sisben y de conformidad con el formato
que para el efecto defina el Ministerio de Salud.
La red de servicios contratada por la Secretaría Distrital de Salud para la atención de la población
vinculada, tiene dentro de su oferta, además de los servicios básicos de salud y hospitalización, servicios
de rehabilitación ambulatorios dirigidos a la población con retardo mental y enfermedades físicas o
mentales. Estas instituciones prestan servicios de consulta médica, psicológica y/o psiquiátrica, consulta
odontológica, asesoría social, educación en salud, apoyo terapéutico, remisión a niveles especializados
cuando el paciente lo requiere y atención de urgencias.
Adicionalmente, todas las Empresas Sociales del Estado de Segundo y Tercer nivel prestan servicios de
urgencias y hospitalarios cuando el paciente lo requiera o es referido de un primer nivel para tratamiento
especializado.
La Secretaría Distrital de Salud realiza además, contratos con instituciones de la red no adscrita para la
atención integral de los pacientes con patologías psiquiátricas que son valorados y certificados como
población especial.
Sin embargo, el Distrito carece de servicios de protección para aquellas personas adultas, con patologías
mentales o físicas que han alcanzado su máximo nivel de rehabilitación en salud y que no cuentan con
red de apoyo familiar y/o social y que por su condición de falta de autonomía, poca funcionalidad y
vulnerabilidad, no están en capacidad de responder por su auto cuidado.
La situación de los adultos en condición de discapacidad hace necesario el desarrollo de programas y/o
servicios dirigidos a la atención de un grupo poblacional constituido por personas de 18 a 50 años de
edad, con limitaciones físicas y o mentales, desprotegida, vulnerable y abandonada o con núcleos
familiares estrato uno y dos con ausencia de redes sociales. Por ello es necesario caracterizar esta
población y realizar diagnósticos diferenciales de grupos etáreos que no han tenido oportunidad de
acceso a los servicios de rehabilitación ocupacional y requieren de espacios de inclusión productiva para
mejorar sus condiciones de vida.
Adicionalmente, en estos núcleos familiares se incrementa el riesgo del conflicto familiar por la condición
de extrema pobreza, la falta de empleo y la carencia de recursos para lograr el reconocimiento social que
requieren para la restitución de sus derechos.
A partir de allí, se elabora el plan Distrital de Discapacidad 2001-2005 para orientar la acción publica y
privada hacia el mejoramiento de la calidad de vida de las personas en con discapacidad física, psíquica
y sensorial y de sus familias, a través de la búsqueda de la autonomía, la independencia y la inclusión
comunitaria, mediante dos grandes acciones: la formulación y el ajuste de las políticas públicas, y el
desarrollo de la prestación de servicios relacionados con la satisfacción de las necesidades de esta
población.
Por lo anterior, en coordinación con la Secretaria de Salud, el DABS (hoy SIDS) asumió la intervención
de la población adulta entre 18 y 49 años de edad en situación de riesgo, cuyas limitaciones físicas le
impiden la realización de actividades de auto cuidado, personas con síndromes mentales orgánicos y
síndromes mentales orgánicos con compromiso psiquiátrico asociado, alto deterioro cognitivo y
funcional, bajos niveles sociales y auto cuidado, para la atención integral a hombres y mujeres que
además de las limitaciones enfrentan situaciones de riesgo como el abandono y maltrato por la carencia
de redes familiares de apoyo.
Desde su creación, la SDIS viene brindando protección y atención a toda la población en condición de
discapacidad cognitiva: niños y niñas, jóvenes y adultos/as, en un único grupo o modalidad de atención.
Por esta razón, se vio en la necesidad de depurar mediante un diagnostico diferencial las patologías allí
tratadas, y separar por grupos etáreos la intervención, a fin de generar procesos acordes a los intereses
y necesidades de cada subgrupo.
Estos dos elementos constituyeron la razón para la formulación de una nueva propuesta de intervención
y, coyunturalmente en diciembre de 2001, para suscripción del convenio ínter administrativo con la
Secretaria de Salud, que sirvieron de base para la actual estructura programática del proyecto 7311,
operacionalizado mediante dos modalidades, atendiendo las particularidades de pertenecer o carecer de
referente familiar y de red de apoyo y estar en situación de riesgo por presentar una limitación que le
impide la realización de actividades de auto cuidado.
La Subdirección para la Adultez, a través de ONG especializadas, opera el proyecto 7311 el cual
pretende potenciar las capacidades de esta población hacia el logro de un proyecto de vida
“semindependiente” que se refleje en su integración a la vida comunitaria, comprometiendo a la familia
en los casos en que exista, y a la sociedad. Además busca, prevenir en las familias el abandono y el
maltrato en el adulto/a en condición de discapacidad.
3. POBLACIÓN Y ZONAS AFECTADAS Y/O GRUPO OBJETIVO
La población objetivo del proyecto es toda la población del Distrito Capital con las siguientes
características, según la modalidad:
Modalidad Institucionalizada
• Hombres y mujeres entre 18 y 50 años de edad (de la ciudad de Bogotá).
• Estar en situación de abandono y exclusión social, con carencia o un mínimo nivel de redes
familiares y sociales.
• Estar en situación de discapacidad física que les impida y/o dificulte la realización de
actividades de autocuidado.
• Estar en situación de discapacidad cognitiva moderada o severa y además alto deterioro
cognitivo y funcional y bajos niveles de habilidades sociales.
• Estar en situación de discapacidad mental (compromiso psiquiátrico), sin trastorno antisocial de
la personalidad y además alto deterioro cognitivo y funcional y bajos niveles de habilidades
sociales.
• Que cuenten con certificado de indigencia (Acuerdo 77 del 20 de noviembre de 1997)
• Estar afiliado al Régimen Subsidiado de Salud (ARS) o no tener ningún tipo de afiliación
• No estar afiliados al Régimen Contributivo de Salud (EPS).
1. OBJETIVO GENERAL
Brindar atención integral a personas adultas en situación de discapacidad cognitiva, mental o física y a
sus familias, a través de procesos de inclusión familiar, productiva y social para lograr su reconocimiento
y disminuir los factores de discriminación.
2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Componentes:
Fase de Caracterización: para caracterización de los componentes mediante el análisis diagnóstico situacional.
Fase de egreso: a partir de la articulación y la formulación de acuerdos y convenios con los entes
comunitarios, se gesta su inclusión. Por otra parte, mediante el seguimiento al egreso, se verifica la
sostenibilidad del adulto y del grupo familiar asociado que ha generado una oportunidad productiva en su
contexto.
Esta modalidad contempla los servicios de protección integral y salud para adultos-as en condición de
discapacidad cognitiva moderada, severa y profunda, discapacidad mental –compromiso psiquiátrico- y
discapacidad física.
- Salud: que garantiza la atención médica, terapéutica y psiquiátrica en los casos que lo ameriten,
suministros de medicamentos y procesos de rehabilitación cuando sean pertinentes. Los servicios de
protección son brindados por la SDIS y los de salud por la Secretaría Distrital de Salud.
Componente de Protección
El componente de protección busca que las personas atendidas mejoren su calidad de vida mediante la
restitución de sus derechos, la promoción de su proyecto de vida, la autonomía y responsabilidad que su
limitación le permita. Los servicios de protección incluyen: alojamiento, alimentación, trabajo social,
nutrición, terapia ocupacional, recreación, transporte, vestuario y servicios funerarios.
En esta modalidad y acorde con el convenio ínter administrativo, la coordinación para la ejecución de la
modalidad se desarrolla mediante reuniones mensuales de coordinación interinstitucional (ONG, SDS,
SDIS), en las cuales se definen la ubicación de la población a través del análisis del caso respectivo, se
registran los procesos y se realiza el seguimiento a la cobertura.
El proceso de ingreso a esta modalidad esta determinada por los siguientes procedimientos:
comprobación de derechos, visita domiciliaria para verificación de condiciones y criterios de elegibilidad,
expedición de la certificación de población de especial.
En la intervención, además de los procesos de atención directa del adulto/a en salud y protección, se
realiza el trabajo con núcleos familiares o con la mínima red de apoyo familiar o social, para generar
acercamiento afectivo mediante talleres formativos y de interacción a fin de generar condiciones para
manejo de la situación, como factor preventivo del abandono.
De igual manera, se desarrollan talleres ocupacionales de productividad según el nivel de funcionalidad y
habilidades para la población con limitación física y mental y con compromiso psiquiátrico, con el objetivo
de fortalecer los proyectos de vida productivos y generar alguna forma de inclusión. Con los adultos en
situación de discapacidad cognitiva, se desarrollan talleres ocupacionales en labores manuales a fin de
lograr el mantenimiento de las habilidades y prevenir mayores grados de deterioro en salud mental y
física.
Estos talleres deben involucrar procesos de aprestamiento, que demanden habilidades físicas o motoras, sociales, de
integración sensorial y cognitivas (comprensión, atención, observación etc.), a través de actividades de baja
complejidad que pueden ser estructuradas, semi-estructuradas o de libre expresión.
Estos talleres deben desarrollar procesos de nivel medio de complejidad y deben incorporar aquellos
elementos necesarios para el logro de la adaptabilidad laboral.
Talleres Productivos (Población funcional del grupo discapacidad física, grupo discapacidad cognitiva
moderada y grupo discapacidad mental)
Buscan mantener un ambiente ocupacional estructurado, que favorezca la formación en un arte u oficio,
con hábitos y rutinas de trabajo, orientadas al desempeño tanto al interior de las instalaciones de la
institución o fuera de estas.
Componente de Salud
Teniendo en cuenta que la atención de la población en el área de salud, se desarrolla en el marco del convenio
interadministrativo de cooperación mutua con la Secretaría Dsitrital de Salud, el proponente debe actuar en
concordancia con lo siguiente:
• Las personas usuarias pueden ser beneficiarios-as del régimen subsidiado o pueden ser vinculados como
población especial, de acuerdo a los contenidos del plan obligatorio de salud subsidiado o el Plan de
Beneficios que el Distrito Capital le brinde a su población participante vinculada, de acuerdo con la
normatividad vigente para referencia y contrarreferencia de la población.
• Si el contratista es una IPS debe estar habilitada, cumpliendo con los requisitos del Decreto 1011 de 2005
y 1049 del mismo año.
• Si el contratista es una IPS los servicios que debe prestar para la población en situación de discapacidad
física son: medicina general, terapia ocupacional, terapia física, psicología, trabajo social, nutrición,
farmacia de medicamentos de medicina general e insumos de medicina general y enfermería.
• Si el contratista es una IPS los servicios que debe prestar para la población en situación de discapacidad
cognitiva son: medicina general, psiquiatría, terapia ocupacional, terapia física, terapia de lenguaje,
psicología, trabajo social, nutrición, farmacia de medicamentos de medicina general y de salud mental e
insumos de medicina general y enfermería.
• Si el contratista es una IPS los servicios que debe prestar para la población en situación de discapacidad
mental son: medicina general, psiquiatría, terapia ocupacional, psicología, trabajo social, nutrición,
farmacia de medicamentos de medicina general y de salud mental e insumos de medicina general y
enfermería.
• Las actividades que no estén contenidas en los paquetes contratados serán realizadas por las Empresas
Sociales del Estado de la red adscrita e IPS de la red no adscritas, contratadas por la Secretaría Distrital de
Salud –SDS-, de acuerdo a la georeferenciacion (hospital de su localidad).
• La prestación de los servicios de salud será objeto de seguimiento y auditoria por parte de la SDS, por ella
misma o por parte de la firma interventora contratada por la SDS para tal fin. Este seguimiento se hará en
forma coordinada por las entidades.
• Para la población con régimen subsidiado, la IPS más cercana al lugar de ubicación de la población
contratada por el régimen subsidiado, será la encargada de la prestación del servicio.
• El servicio de enfermería que ofrece la SDS, (a través de la ESE pública o privada de baja complejidad
que opere en el sector y que tenga contrato con la EPS´S a la cual se encuentre afiliado el usuario o en
caso de ser participante vinculado será a cargo de la ESE de baja complejidad que opere en el sector), será
el encargado de llevar a cabo las actividades propias de enfermería: curaciones, inyectología,
administración de medicamentos, toma y control de signos vitales, diligenciamiento del kardex y las notas
de enfermería en la historia clínica.
• Si la prestación del servicio de la Secretaría Distrital de Integración Social, se realiza en una instalación
tipo hogar o albergue, la IPS que presté los servicios de salud, deberá dejar siempre copia de la historia
clínica en las instalaciones de habitación de la población en situación de discapacidad.
El proyecto presta el servicio en centros de desarrollo para la integración con ONG especializadas. Está
dirigido a personas con limitación cognitiva entre 18 y 30 años, busca favorecer el manejo adecuado de
la problemática a nivel familiar y potenciar a los adultos/as en el desarrollo de sus habilidades.
Los criterios de focalización para la atención en esta modalidad son los siguientes:
Se trata de una submodalidad de atención para adultos/as con limitación cognoscitiva grave, cuyo nivel
de funcionalidad es bajo y que se encuentran en alto riesgo de vulnerabilidad, hacen parte de núcleos
familiares con padres adultos mayores o que se encuentran en condición de extrema pobreza.
El soporte legal del proyecto es el Art. 4 de la Constitución Nacional, las leyes 100 del 93 y el Plan de
Desarrollo Bogotá sin indiferencia , un compromiso social contra la pobreza y la exclusión.*En la vigencia
2004, $2.198.009.339 corresponden al saldo por comprometer y $273,014,406 corresponden a recursos
adicionales por traslados de otros proyectos. El presupuesto 2005 incluye una adición presupuestal de
$3.077.537.000 por concepto del recaudo del impuesto para Fondo de Pobres. En agosto de 2007 se
eliminan del presupuesto $3.120.000.000 correspondientes al Impuesto Fondo de Pobres porque el
convenio con Beneficencia de Cundinamarca no fue realizado.
ATENCION
INTERVENCIÓN ESPECIALIZADA $ 3.668.355.953,00
INSTITUCIONALIZADOS
TRANSPORTE $ 43.360.646,00
$ 6.168.258.738,00
TOTAL
9. INDICADORES DE EVALUACIÓN EX ANTE DEL PROYECTO
• Demanda potencial atendida 2004: 719 adultos/as con limitación física y/o mental.
• Costo promedio de atención:
Modalidad Externa: $ 495.000 mensual con un incremento del 1.5 según IPC.
Modalidad Institucionalizada: Discapacidad Física: $487.000 mensual
Discapacidad Cognitiva: $545.000 mensual
El Proyecto es Sostenible: