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Estado y sociedad 1. Introducción


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Evolución y perspectivas ::::$$
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ello, si las afirmaciones realizadas en ciencias
Omar de León Naveiro sociales deben ser siempre revisadas y comple-
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.. mentadas, las hechas aquí deben serlo doble-
mente.
Es ya un lugar común con respecto a los países
de América Latina, decir que existe una profun-
da brecha entre Estado y sociedad. Perú no es la
excepción. Sin embargo desde hace un par de
décadas se están produciendo en la sociedad pe-
ruana una serie de fenómenos originales que
obligan a replantear, en algunos casos, las cate-
gorias necesarias para un estudio de la cuestión.
Por diversas razones los actores sociales, y espe-
cialmente aquellos que sufrieron prolongados
periodos de marginación económica, política y
cultural, comenzaron a generar sus propias res-
puestas ante un Estado excluyente y una organi-
zación social profundamente injusta.
Este proceso está hoy abierto y muestra, en su
riqueza, innumerables matices y ángulos de en-
foque. En estas páginas recogemos algunos de
ellos, de manera sumaria y sin perder la perspec-
tiva general, para intentar una descripción de sus
manifestaciones y una comprensión de sus signi-
ficados. Con ello esperamos hacer más nítido el
desarrollo socio-político del país hacia la conso-
lidación de una estructura política más justa.
No podemos evitar una referencia a la historia
en la medida en que ésta nos aporta la identilica-
ción y comprensión de fenómenos sociales que
están presentes de alguna manera en los aconte-
cimientos de hoy, condicionándolos y haciéndo-
los más complejos.

II. Aspectos
de la evolución histórica

Omar de Leh Naveiro, Dpto. de Economía Aplicada. vniv! Cofnplutense, Madrid


Pohca y Sociedad. ‘4 (1989). Madrid (pp. 65-77)
66 Omar de León Naveiro

acentuó en declive de la explotación de plata en 2. La guerra afectó especialmente los bienes


el alto Perú, región del Sur Andino que había muebles y la estructura productiva. La recons-
sido fuente del esplendor colonial de los últimos trucción del país pasaba entonces necesariamen-
doscientos años. Comenzaban a cobrar protago- te por el rápido restablecimiento de las activida-
nismo otras regiones y actividades económicas. des agrícolas y extractivas.
En la sierra del Norte, donde la población era 3. Los terratenientes controlaban la organi-
mayoritariamente mestiza, se desarrolló la agri- zación militar, y por ello estaban en condiciones
cultura de irrigación, con utilización de diversas de exigir la instauración de un ordenamiento po-
formas de trabajo precario como el peonaje o lítico acorde con sus intereses >.

yanaconaje, integrándose rápidamente a los cir- Ese orden político era el derivado de unas rela-
cuitos hispanoamericanos. La costa era una re- ciones sociales patríarcales y un modo de pro-
gión de~ertica cruzada por valles fértiles en tomo ducción precapitalista, expresado en la figura del
al cauce de los ríos donde se cultivaba azúcar, caudillo regional y su subordinado estamental: el
algodón y vid en sistemas de plantación con uso cacique local.
de mano de obra esclava, principalmente de raza La expresión politica más acabada de esta nue-
negra~.
va relación de fuerzas fue la Confederación Pe-
Con el agotamiento de las vetas de Potosí y la
ruano-Boliviana, organizada en tomo a una nue-
lenta transformación del sistema de encomien-
va y más vigorosa proyección del espacio andino.
das en el de hacienda, la dominación colonial
Después de su fracaso, en el que no fueron ajenos
continuó basándose en la explotación estamental
los grupos con intereses en las actividades econó-
corporativa de la sociedad indígena por la espa-
micas de la costa, dio comienzo un período de
ñola, pero organizada ahora en torno a una com-
organización nacional encarnado en la figura del
pleja red de relaciones patrono-cliente 2 y cen-
general Ramón Castilla y apoyado en la flore-
trada en la producción agrícola. La contrapartida
ciente explotación guanera de la costa Sur. Asi-
de este poder patrimonial, heredero de la España
mismo, la agricultura de la costa se recupera-
medieval, se encontraba en el tejido burocrático
ba de la crisis que padecía desde fines del si-
implementado por la Corona, que impedía cual-
glo XVIII.
quier fragmentación territorial. Asimismo, con la
diversificación del comercio exterior, especial- Estos dos hechos tienen especial significación
mente de productos costeros, Perú fue insertán- porque representan la cristalización, ahora en la
dose en la red del mercado internacional, contro- República, de una tendencia histórica que lleva a
lada por la expansiva Inglaterra. Esto ayudó a la segmentación social y territorial del Perú. Por
configurar una burguesía comercial cuyo poder un lado la región costera, vinculada a través de su
aumentaba a medida que la inviabilidad del mo- producción agrícola al sistema económico mun-
nopolio español se hacía más evidente. dial y especialmente a Gran Bretaña. Por otro, la
Después de la guerra de la independencia y sierra, donde se producen en latifundio y me-
ante la ruptura del orden patrimonial los grupos diante trabajo precario, alimentos para el exiguo
locales emergentes buscaron reconstruirlo en mercado interno.
torno a su hegemonía. Los dirigentes de la socie- Esta separación tiene su correlato a nivel po-
dad rural fueron los más beneficiados por la di- lítico en los constantes enfrentamientos entre un
námica de la guerra. Eran ellos quienes controla- ejército serrano y mayoritariamente mestizo y un
ban las milicias, soporte directo de su presencia cívilismo liberal y costero, que constituyen la cla-
política. En la sociedad colonial su riqueza es- ve para la comprensión de la historía peruana
taba mediatizada por los grupos urbanos que del siglo XIX.
controlaban el comercio a través de sus relacio- Hacia fines del siglo, coincidiendo con la
nes con los centros internacionales y fundamen- afluencia de considerables inversiones norteame-
talmente con la metrópoli. Después de la guerra> ricanas, se refuerza la hegemonía de los grupos
tres factores se sumaron para alterar esta relación oligárquicos de la costa. La era de Nicolás de Pié-
de fuerzas: rola (1879-1899) es el segundo período de institu-
1. La ruptura del comercio con la metrópoli cíonalízación de las prácticas políticas. Se pro-
obligó al replanteamiento de las relaciones co- dujo entonces la afluencia de capitales extranje-
merciales. Esto originó la debilidad coyuntural ros, destinados a la plantación de azúcar en la
de los exportadores que se apresuraron a estable- costa y a la explotación de cobre en la sierra,
cer vínculos dependientes con Gran Bretaña. determinando la proletarización de un conside-

~PM1I5.&ó
Estado y sociedad en el Perú. Evolución y perspectivas 67

rable número de indígenas y la aparición de una brado cierto protagonismo el funcionariado, los
nueva oligarquía exportadora: los «barones del profesionales, los comerciantes minoristas y los
azúcar». obreros especializados, configurando una cre-
El Estado fue adoptando la configuración ca- ciente clase media.
Los intereses de estos grupos no hallaban una
racterística de los regímenes oligárquicos. Li-
identificación con los representados en el juego
beral a ultranza en lo económico, conservador y
político que hasta entonces había tenido lugar
reaccionario en lo social, su función prioritaria
Por ello surgieron en la década de 1920 dos agru-
era asegurar unas condiciones óptimas de pro-
paciones que tendrían gran importancia en la vi-
ducción y reproducción desde la racionalidad
da política del país: el APRA (Alianza Popular
económica del capitalismo.
Revolucionana Americana) y el PCP (Partido
Las primeras décadas del siglo estuvieron sig- Comunista Peruano). El APRA, promovido por
nadas por la figura de Augusto Leguia. Llegado a Raúl Haya de la Torre se levantaba sobre un in-
la presidencia en los comicios de 1908, inició una tento de adaptación del marxismo a la realidad
etapa singular en la historia del país; especial- americana, proclamándose indigenista y antiim-
mente cuando en 1919 se autoproclamó dictador perialista. Su debilidad teórica y estrecha depen-
En cierto sentido su gobierno representaba la re- dencia del líder dieron a este partido una trayec-
construcción, a nivel nacional, de la cabeza pa- toria errática en la vida política peruana pero
triarcal, característica de la sociedad tradicional posibilitaron un pragmatismo que le aseguró una
peruana. Leguía encarnaba una forma de caudi- importante clientela política, formada especial-
llismo autoritario, pragmático y demagógico mente por el proletariado rural y urbano y las
cuando hiciera falta, que sostenía su poder sobre clases medias urbanas. Completamente distinto
una trama de relaciones advenedizas y con dosis es el caso del PCP, organizado en torno a la fi-
considerables de corrupción. Acentué el poder de gura de José Carlos Mariátegui. Coherencia ideo-
los caciques locales sin aplicar políticas que fa- lógica y acercamiento a las comunidades indíge-
vorecieran a las zonas interiores. Gobernó para nas fueron las notas relevantes en este partido
las oligarquias, sin permitir la hegemonía de nin- que nunca tuvo la importancia numérica del
guna de ellas y sintonizó por primera vez con los APRA.
grupos populares de la costa, cuyos intereses no De alguna forma el régimen de la «Patria Nue-
representaba. va» instaurado por Leguía en 1920 representaba
Mientras tanto, con el crecimiento económico una forma innovadora de enfrentar el conflicto
se estaban produciendo transformaciones socia- en una sociedad cambiante. El protagonismo de
les que tendrían importantes consecuencias po- los nuevos actores sociales cristalizó en el reco-
líticas. La aparición de las primeras industrias y nocimiento de algunas reivindicaciones obreras
el crecimiento de las inversiones (especialmente primero y en una tibia consideración del pro-
norteamericanas, debido a la liquidez existente blema indígena después. En estos años se consi-
en ese país por el triunfo en la 1 Guerra Mundial) guió la integración del mercado nacional y un
produjeron una diversificación de las actividades notable desarrollo urbano, impulsado por el inci-
económicas y el surgimiento de nuevos actores piente proceso migratorio campo-ciudad, como
sociales. El reducido proletariado urbano co- consecuencia de la expansión territorial de las
menzó su lucha por el salario, por mejores condi- haciendas serranas.
ciones de trabajo y por el reconocimiento de su Con la caída del régimen (1930) y debido a su
ciudadanía política. El campesinado iniciaba un forma de articulación, se produjo un rápido
disperso conjunto de movilizaciones, especial- transvase de identificaciones políticas hacia su-
mente en aquellas zonas del país en que avanzó jetos más o menos consolidados. Al no existir
más rápido su proletarización. Así ocurrió en las una figura institucional capaz de convertirse en
plantaciones costeras y fundamentalmente en el depositaria del consenso y perpetuar así formal-
Norte. La sierra del Sur permanecía apartada de mente el régimen (ya sea partido político, sindi-
este proceso social y económico. Era «otro Perú» cato, movimiento, etc.), los espacios políticos fue-
del que nos hablaba Mariátegui En un siglo de
~. ron capitalizados por los nuevos partidos progre-
vida, la República ignoró a los pueblos indíge- sístas.
nas, que constituían la gran mayoría del país, El ocaso de la estrella política de Leguía está
uniendo la marginación política al sojuzgamien- relacionado con la crisis económica de 1929. El
to económico y cultural. Asimismo habían co- «dictador civil» no ofrecía garantías en el sentido

1~
66 Omar de León Naveiro

de mantener a cualquier precio el nivel de las dad de realizar reformas estructurales para ase-
exportaciones peruanas, con el consiguiente per- gurar el desarrollo del país, en las que el Estado
juicio para los grupos relacionados con esta acti- debía jugar un papel central. Esta es la tendencia
vidad. Por una vez, después de muchos años, la recogida en el proyecto politico del presidente
hostilidad entre la oligarquía exportadora cos- Belaúnde (1963-1968).
tera y el ejército devino alianza. Sin embargo. por En cierto sentido, mientras el APRA represen-
las transformaciones sociales aludidas, el nivel y tó una alternativa revolucionaria o al menos re-
la generalización del conflicto político generado formista, el control del conflicto social y el man-
no tendría precedentes y marcaría la historia del tenimiento del orden oligárquico se conseguían
país en los próximos treinta y cinco años. En este regulando la relación entre este partido y el statu
periodo se sucedieron regímenes democráticos, quo, a través de una pragmática combinación de
coincidiendo generalmente con coyunturas ex- tolerancia y represión. En la medida en que el
temas favorables, con dictaturas militares que re- APRA y Acción Popular (el partido de Femando
establecían las condiciones sociales y económi- Belaúnde) dejaron de ser vehículos de las de-
cas acordes con los intereses de la oligarquía. Los mandas populares, se fue produciendo un vacío
partidos con mayor base social fueron sistemá- de representatividad política y la radicalización
tica y ferozmente perseguidos. Así ocurrió con el de algunos de sus cuadros. En su azarosa trayec-
APRA y el PCP. toria, el APRA, siempre liderado por Haya de la
En la década de 1950 tuvo lugar una cierta di- Torre, realizó convergencias que tuvieron altos
versificación industrial que motivó la expansión precios. La aparición de la propia AP puede ver-
de las clases medias y bajas urbanas. La incorpo- se como el resultado del acercamiento entre Ha-
ración masiva de capital se orientó en esta opor- ya y el ex-presidente Prado (quien había orde-
tunidad a la moderna industria urbana de trans- nado años antes una cruda represión del
formación y al sistema de plantaciones costeras. aprismo) para las elecciones de 1956. El propio
El proceso de urbanización se aceleró notable- Belaúnde era un antiguo aprista. Más tarde, du-
mente, alentado por el crecimiento de la agri- rante el gobierno de éste, el APRA estableció una
cultura de la Costa y el estancamiento endémico coalición con el odriísmo, liderado por otro de
de la Sierra. El fenómeno migratorio cobró una sus tenaces perseguidores de antaño. Otra esci-
magnitud sin precedentes, agudizando el viejo sión importante se produjo con la formación del
problema de la desarticulación del territorio a «APRA Rebelde» por un sector del partido que
través del despoblamiento de la Sierra y creando denunciaba la alianza del partido con la oh-
en las ciudades costeras un microcosmos margi- garqula. Más tarde este grupo tomada el nom-
nal, contrapartida del macrocosmos nacional. bre de Movimiento de Izquierda Revolucionaria
Las políticas urbanas, no exentas de un matiz (MIR).
populista, acometidas durante el gobierno del ge-
La década de 1960 fue un periodo de politiza-
neral Odría (1948-1956) intentaron remediar las
ción creciente de la sociedad peruana. En las zo-
consecuencias del éxodo a las ciudades.
nas urbanas, ante la incursión de las masas mí-
Con esta dinámica, el proceso de diferencia- grantes expelidas de las zonas rurales, aumen-
ción regional y social se intensificaba. Por pri- taba la adhesión a las ideologias de izquierda. En
mera vez, en 1956 se intentó consolidar el capita- las zonas rurales se producían levantamientos de
lísmo en la Sierra, para lo que se diseñó una campesinos para recobrar las tierras enajenadas.
reforma agraria que derivó en la ruptura del pac- Esta dinámica social ocasionó la rápida descom-
to entre las élites costeras y las serranas. En lo posición de las relaciones patrimoniales, desplo-
alto de la pirámide social comenzaba también un mando los mecanismos tradicionales de control
proceso de descomposición. En este sentido, tuvo social. Ahora los movimientos reivindicativos,
importancia la política de industrialización por tanto en el campo como en la ciudad, no podían
sustitución de importaciones acometida decidi- ser encauzados en la institucionalidad vigente, ya
damente en 1959. Dentro del bloque dominante que demandaban cambios profundos en la orga-
se perfilaron dos tendencias. Una, la de los gru- nización socio-económica y política del país. En
pos oligárquicos tradicionales de la costa, sos- 1963 un golpe militar impidió a Haya el acceso a
tenía el mantenimiento del modelo exportador; la presidencia de la República después de haber
la otra, representada por un sector de la bur- ganado las elecciones del año anterior. Esta cir-
guesía y las clases medias, planteaba la necesi- cunstancia ahondó la crisis de legitimidad que

~PM1t¶Os
6
sufría el sistema político> creando las condicio- constituirse su gobierno podemos sintetizar sus
nes para una radicalización de los planteamien- premisas en cuatro puntos:
tos. En 1964 un sector del campesinado, liderado 1. Las Fuerzas Armadas se deben ocupar de
por Hugo Blanco, emprendió una acción organi- la seguridad nacional, tanto exterior como inte-
zada de gran trascendencia que conduyó con la rior> por lo tanto han de luchar contra la subver-
toma de tierras en la provincia cusqueña de La sión interna. Hasta aquí, una simple aplicación
Convención. Un año después apareció el primer de la Doctrina de la Seguridad Nacional.
grupo guerrillero, organizado en torno al MIR y 2. La subversión es producida por una estruc-
siguiendo una estrategia insurreccional de tipo tura de poder responsable de la desigualdad, Po-
foquista. La falta de un contacto estable con el breza y retraso del país. En esto tenemos el pri-
movimiento campesino le impidió una implanta- mer aporte original en la interpretación de los
ción más firme y rápidamente fue desarticulado. fenómenos sociales por parte de un poder mili-
Acaso este hecho revele que la superación de las tar.
estructuras oligárquicas no era igualmente carac- 3. Los políticos son incapaces de realizar las
terizada desde la racionalidad criollo-costera y reformas estructurales necesarias porque son
desde el universo étnico-cultural del altiplano. parte de esa estructura de poder
Curiosamente esta fractura atraviesa la historia 4. Las Fuerzas Armadas están fuera de los
del Perú republicano organizado en tomo a los intereses de clase y son representantes del interés
intereses de los grupos dominantes costeros, para general. Por ello asumen el poder como institu-
penetrar también en el pensamiento de la iz- ción, para llevar a cabo un programa de profun-
quierda como un anticipo de lo que ocurriría en das reformas estructurales cuyos objetivos princi-
la década de 1980. pales eran:
El APRA, que mantenía su histórico antago- — Erradicación del poder oligárquico.
nismo con el ejército, se perfilaba en las eleccio- — Integración nacional a diversos niveles por
nes de 1968 como claro ganador ante el desgaste medio de la participación.
de AP, partido en el gobierno. A esta circunstan- — Replanteamiento de las condiciones de la
cia, generadora por sí misma de tensiones, se su- dependencia externa ~.

maban la crónica situación socio-económica es- Es importante destacar que en estos momentos
tructural y la crítica coyuntura (caídas de las ex- la distancia entre el Estado y la sociedad era
portaciones y del crecimiento, aumento de los enorme. Esta se relacionaba con las instituciones
déficit público y de la balanza de pagos y creci- del poder a través de una red de sucesivas inter-
miento de la inflación). El golpe militar que se mediaciones de tipo clientelístico, propias de una
produjo ese año, abortando una vez más la posi- sociedad patrimonial. En este medio el persona-
bilidad de un gobierno aprista, tendría unas ca- lismo y el caudillismo eran aún parte del sedi-
racterísticas peculiares y llevaría a cabo profun- mento antidemocrático de la sociedad. No pode-
das reformas en la sociedad peruana. mos olvidar que los grandes partidos se constru-
yeron generalmente en torno de alguna relevante
figura política, como son los casos de Haya y
Belaúnde. El propio Velasco representaba, en
III. El período cierto sentido, una versión renovada del líder
de Velasco Alvarado carismático.
El gobierno militar puso en práctica un ex-
00000 0000*0000.0.0 0040400.0

00 tenso programa de reformas. En el plano socio-


* 00000 n los últimos años de la década de 1960 económico se procuró una redistribución del in-
*
0000000
las instituciones vigentes se mostraban greso y un aumento de la presencia de las capas
incapaces de contener y encauzar la sociales menos favorecidas. Se expropiaron em-
creciente movilización de los sectores sociales presas, se reconocieron entre 1969 y 1975 más de
históricamente postergados mediante diversos 2.000 organizaciones sindicales, entre ellas la po-
procesos, tanto de explotación y marginación derosa Confederación General de Trabajadores
económica como de exclusión política. Peruanos (CGTP), de filiación comunista. Se
El gobierno militar encabezado por el general creó asimismo una comunidad industrial, desde
Velasco Alvarado mostró en este sentido una sen- la que se facilitaba a los trabajadores el acceso a
sibilidad desconocida hasta entonces en los uni- la propiedad de las empresas. En las zonas rura-
formados del continente. En el momento de les se acometió una profunda reforma agraria
distribuyendo tierras entre los campesinos, gene- abismo económico y cultural que separaba a las
ralmente para explotación comunitaria e imple- distintas regiones del país sin que se hubieran
mentando políticas para la modernización capi- hecho esfuerzos serios para superarlo, prevale-
talista de la Sierra. Se creó la Confederación ciendo una dinámica que acentuaba aún más las
Nacional Agraria (CNA) formada por los benefi- desigualdades; la permanencia de mecanismos
ciarios de la reforma y desarrolló su organiza- raciales y culturales de diferenciación social; así
ción en aquel momento la Confederación Cam- como el cierre del universo político en unas con-
pesina de Perú (CCP) que había sido creada cepciones que combinaban los intereses de clases
desde el PCP en 1947 como continuadora de la con un trasfondo criollo-céntrico; eran algunos
Federación General de Yanaconas y Campesi- de esos problemas que requerían impostergables
nos del Perú, organizada por Materiátegui en respuestas. El gobierno militar, por su propia
1929. La CCP aglutinaba a la mayor parte del naturaleza y por la composición interna de las
proletariado agrícola así como al campesinado Fuerzas Armadas no estaba en condiciones de
~,

marginado de la reforma. darlas, la profundización de las reformas


En el plano socio-político, la estrategia del ré- emprendidas requería un componente de radica-
gimen se basaba en la creación de una nueva lidad que la institución militar y una parte
forma de articulación entre Estado y sociedad importante de la sociedad no estaban dispuestas
cimentada en la participación. Para ello se creó a asumir. La experiencia había encontrado sus
el Sistema Nacional de Apoyo a la Movilización propios límites cuando la crisis económica de
Social (SINAMOS). Según uno de sus mentores, 1974 precipitó un cambio de orientación. En 1975
el SINAMOS era una «organización político-es- el general Velasco fue desplazado de la presiden-
tatal encargada de transferir progresivamente el cía por el general Morales Bermúdez, emergente
poder de decisión política a las organizaciones de los sectores institucionalistas del Ejército.
sociales surgidas a partir del desarrollo de las
En siete años de gobierno militar el país había
reformas estructurales» 6

En cierto sentido puede decirse que durante el experimentado cambios importantes. La redistri-
período de Velasco (1968-1975) se derrumbaron bución del ingreso mejoró la situación del prole-
las instituciones del Estado oligárquico, al tiem- tariado y las clases medias cuyo peso político y
po que el gobierno militar intentaba encauzar, número crecieron considerablemente. Asimismo
mediante la creación de una nueva estructura apareció un sector de la burguesía vinculado a la
producción de bienes de consumo, con pocos in-
institucional, los vigorosos procesos sociales que
tereses en el extranjero y relacionado con los flu-
se desencadenaron. Es aquí donde se puede apre-
ciar una de las contradicciones más graves en jos estatales de crédito ~. aparato del Estado
El

esta dinámica. Cada vez más ese Estado, el que creció y extendió su presencia a lo largo y ancho
había inducido la participación de vastos secto- del país, ocupando en 1975 a un 11% de la fuerza
res sociales históricamente reprimidos y había de trabajo (lo que representa un 66% más que en
aumentado considerablemente su presencia en 1967). Se desarrolló el movimiento cooperativo
todos los ámbitos de la vida del país, evidenciaba en diversas líneas, con especial importancia en
las zonas rurales, afectando a más del 10% del
que no había emergido como expresión política
de esa sociedad. campesinado.
A medida que el nivel de organización de la Sin embargo, los cambios probablemente más
sociedad se hacía más complejo gracias al apro- importantes para el futuro del país se dieron a
vechamiento de los nuevos espacios de participa- nivel de la cultura política. En primer lugar las
ción creados, los graves problemas estructurales oposiciones sociales fueron cada vez más resol-
que el país arrastró secularmente se hacían más viéndose en torno a la estructura del Estado. A la
visibles. El carácter parasitario de una oligarquía vista de los acontecimientos, las clases dominan-
sujeta a una visión precapitalista de las relacio- tes fueron alimentando una actitud de descon-
nes sociales y volcada hacia afuera; la [alta de fianza hacia las Fuerzas Arrnadas y, por otro la-
dinamismo y sentido empresarial de una joven do, los grupos emergentes encontraban en aquél
burguesía inclinada a la ganancia rápida y sin una instancia de defensa de sus intereses. En se-
una proyección integradora a nivel nacional; la gundo lugar, el aprendizaje político de participa-
actitud expoliadora de las empresas transnacío- ción que habían vivenciado los distintos grupos
nales y los grupos financieros, favorecidos por la sociales les hacía presionar inexorablemente ha-
connivencia o timidez de los gobiernos; el cia la democratización integral de la sociedad.

~RbEM6
— Organiza el Poder Legislativo en dos
Finalmente, se produjo una desdramatización de
Cámaras, la de Diputados y la de Senadores. La
las opciones políticas de izquierda y un significa-
tivo aumento de la actividad organizativa de sus primera, eminentemente política, tiene a su cargo
el control del Ejecutivo. La segunda> de represen-
partidarios.
Desde la perspectiva que nos interesa, pode- tación territorial.
mos caracterizar la segunda etapa del régimen — Establece la creación del Jurado Nacional
militar (1975-1980) como un intento de controlar de Elecciones, máximo órgano en materia elec-
la expansión de las organizaciones sociales y, toral.
especialmente después de las huelgas generales — Crea el Tribunal de Garantías Constitucio-
de 1977, devolver el poder a los civiles. El despido nales con compet&ncias para resolver casos de
de funcionarios velasquistas, la represión de habeas corpus, amparo e inconstitucionalidad.
huelgas y movimientos sociales y los planes de — Fija el periodo de gobierno en cinco años.
estabilización económica con los cuales el go- El presidente de la República no puede ser reele-
bierno militar pretendía volver a la órbita del gido hasta pasado un período. Los parlamenta-
Fondo Monetario Internacional, sólo consiguie- rios pueden ser reelegidos indefinidamente por
ron aumentar la presión en esta sociedad que se períodos de cinco años. Los órganos municipales
había puesto en marcha. La construcción de una se eligen cada tres años.
institucionalidad democrática se tornaba, enton- — La participación política queda restringida
ces, condición necesaria para la evolución del al sistema de partidos y al ejercicio del sufragio.
país. Este se establece secreto y obligatorio desde los
dieciocho a los setenta años e incluye a analfabe-
IV. Una transición tos y no residentes, colectivos estos que estaban
excluidos en la Constitución de 1933. Este ensan-
impulsada desde abajo chamiento de la base electoral permite que
0» 000
000»Oo 000» 00000.00000. 0000000040000000
aumente el porcentaje de la población habilitada
n medio de un ambiente socio-político para sufragar desde el 28,5% de 1978 hasta el
*0*
agitado y caracterizado por el creciente 45,1% de 1985. Sin embargo, para ser elegible es
protagonismo de las organizaciones necesario saber leer y escribir español.
populares, las Fuerzas Armadas diseñaron un En las elecciones de 1980 triunfó Acción Popu-
calendario de transición a un régimen institucio- lar, liderada por Fernando Belaúnde Terry. cuyo
nal. Como primer paso se eligieron representan- gobierno fue, en cierta medida, continuación de
tes para la Asamblea Constituyente en un pro- la segunda etapa de la dictadura. Signado por la
ceso electoral en el que se apreciaron los prime- cnsís económica, que afectó a todos los países de
ros resultados objetivos del período de Velasco: la región, el gobierno aplicó una receta neolibe-
los partidos de izquierda (sin contar entre tales al ral que condujo a la caída drástica de los salarios
APRA) recogieron un tercio de los votos. Sin em- reales y al aumento del desempleo <en esta
bargo en la Asamblea evidenciaron cierta falta coyuntura un 50% de la población activa se
de desarrollo en sus ideas para contribuir de mo- hallaba desempleada o con un empleo irregular).
do original en la creación de nuevas institucio- Hacia el final del gobierno de AP la situación so-
nes, haciendo patente que se hallaban por detrás cial y económica del país era crítica. El descon-
de las fuerzas sociales que representaban. tento había llevado a la movilización de impor-
La Asamblea sesionó en el período 1978-1979, tantes sectores sociales en señal de protesta; el
al final del cual sancionó una Constitución que nivel de violencia política había crecido con la
entraría en vigor en 1980. Las principales carac- aparición de un grupo guerrillero que tendría
terísticas de esta Carta Política, que está aún vi- una presencia creciente a lo largo de la década
gente son (Sendero Luminoso) y con la militarización de
— Establece un Poder Ejecutivo fuerte, con una parte del territorio del país.
amplias facultades. Estas se manifiestan princi- En las elecciones de 1985 se producen vanos
palmente en su capacidad de legislar mediante el hechos de importancia lO El accede al
APRA

dictado de decretos legislativos, en la instaura- poder después de cincuenta años de veto militar
ción del Régimen de Excepción, el ejercicio de la en un proceso electoral en el que los partidos de
política económica y la jefatura de las Fuerzas izquierda y centro-izquierda obtienen el 78% de
Armadas. los votos, confirmando un cambio significativo

~RbIMMIió
72 Omar de León Naveiro

en las concepciones políticas de la población. sideraciones haremos un breve relevamiento de


Después de asumida la presidencia de la Repú- las instancias participativas que caracterizan, a
blica por Alan García Pérez se establece un con- veces dramáticamente, la década de 1980.
senso en torno a su figura que le asegura el apoyo
de más del 80% de la población. El alto nivel de
participación en los comicios (en torno al 90%) 1. Los partidos políticos
significa un triunfo sobre Sendero Luminoso que
boicoteó el proceso electoral. Se confirma así una Constituyen, como dijimos, el marco estable-
coyuntura excepcional para la acción política cído legalmente para la acción política. Desde la
que lentamentte se iría ensombreciendo. Vamos transición a la democracia vienen experimentan-
a encarar su análisis desde la perspectiva de los do intensos replanteamientos.
principales actores que intervienen. El APRA enfrentó. además de los cambios so-
ciales producidos durante el gobierno militar, la
desaparición de su líder histórico Víctor Haya de
la Torre, fallecido en 1980. Esta circunstancia y el
Y Reflexiones en torno fracaso en las elecciones presidenciales de 1980
a los actores sociales plantearon una crisis generacional que fue re-
suelta en el XII Congreso Nacional del Partido
(octubre de 1982) con la designación de Man
0040 ese a la dinámica social desarrollada García Pérez como secretario general. Aparecía
0*

en las últimas décadas, en los años así una nueva figura carismática que conectaría
ochenta persiste en el Perú la profunda perfectamente con los residuos personalistas de
brecha que se proyecta desde la historia y atra- la práctica política y social peruana. El nuevo
viesa los planos político, económico y étnico-cul- secretario se convierte de inmediato en una ins-
tural. Dijimos que los constituyentes de 1979 no tancia mediadora en el seno del partido entre los
acedaron a crear una institucionalidad capaz de viejos líderes y los nuevos tecnócratas. Busca su
ofrecer un marco válido de acción y encauzar a democratización al tiempo que intenta recuperar
esta sociedad en movimiento. Se prolongó así su antigua ideología; define su base social como
desde el Estado la existencia de dos países para- un movimiento intercíasista, reconociendo tres
lelos. Por un lado «el Perú oficial de las institu- enemigos: el imperialismo, la pobreza y la sub-
ciones del Estado, los partidos, la banca y las versión 12
empresas, los sindicatos, las universidades y cole- En las elecciones presidenciales de 1985 ob-
gios, las Fuerzas Armadas y la Iglesia; de los tri- tuvo un amplio triunfo (53% de los votos), em-
bunales, la burocracia y el papel sellado; de la prendiendo una acción de gobierno que puede
cultura exocéntrica; y, por el otro, el Perú margi- caracterizarse como la continuación del velas-
nado: plural y multiforme; del campesinado y la quismo. La articulación dependiente de la econo-
masa urbana, de las asociaciones de vecinos, los mía peruana en el Sistema Económico Mundial
cabildos tradicionales, las rondas y varayoc; de era considerada responsable de los desajustes en
los talleres clandestinos, los (vendedores) ambu- esta sociedad que había sido dominada desde un
lantes y de las economías de trueque, de recipro- Estado que solamente representaba los intereses
cidad y de mera subsistencia; de los cultos de los de las clases dominantes, excluyendo de la parti-
cerros, la espera de Inkarrí y la devoción a las cipación política a la mayoría de la población.
santas y beatas no canonizadas; el Perú 1%) bilin- La función del Estado debía ser entonces redefi-
gúe, analfabeto y a veces, monolingtie quechua. nida, convirtiendo a la democracia, ante todo, en
aymara o amazónico» ~ un instrumento de transformación económica.
Por ello es evidente que intentar un acerca- Lentamente fue el presidente alejándose del
miento a los fenómenos sociales peruanos desde partido y de la sociedad y refugiándose en un
la perspectiva de la institucionalidad oficial estrecho grupo de colaboradores. Emergieron sus
constituiría un error tan grave como hacerlo rasgos personalistas y autoritarios, perdiendo
desde la pura inlormalidad. Incontestablemente gran parte de la popularidad de los primeros
y pese a las resistencias de los sectores privilegia- momentos >~.
dos diversos colectivos están construyendo su Como consecuencia de estos hechos el lide-
propia institucionalidad y participando desde razgo del presidente fue puesto en duda desde su
allí en el plano político. Atendiendo a estas con- propio partido. En el Congreso Nacional de

~PM1Mó
agosto de 1988 fue nombrado secretario general tido Demócrata Cristiano pero manteniéndose
Luis Alva Castro, economista, ex primer ministro en la misma línea. Su mejor resultado electoral
de García y representante del grupo de tecnócra- fue en las elecciones presidenciales de 1985, don-
tas del partido. Dio comienzo una nueva etapa de su líder Luis Bedoya Reyes obtuvo el 10,2% de
organizativa en el APRA, basada en la positiva los votos.
imagen asociada al primer año de gobierno. Por otro lado se observa la aparición de una
Después del apoyo masivo de la población a nueva derecha en torno a otro líder: Mario Var-
los partidos de izquierda, logró cristalizar una gas Llosa y su movimiento «Libertad», que cobró
coalición aglutinando a grupos relativamente he- fuerza en la oposición a la nacionalización de la
terogéneos. Izquierda Unida (IU) nació en 1981 y banca decretada por el presidente García. Bajo
consiguió buenos resultados en las elecciones las consignas de un obsesivo anticomunismo y
municipales de 1983. cuando su candidato, Al- antiaprismo se funda el Frente Democrático
fonso Harrantes Ligán fue elegido alcalde de Li- (FREDEMO). con la mirada puesta en las próxi-
ma ~ Su línea de acción se desarrolla en dos mas elecciones presidenciales de 1990. Sus con-
sentidos; por un lado siguiendo de cerca a los cepciones sociopolíticas pueden sintetizarse en
movimientos sociales consigue arraigo en vastos las siguientes proposiciones: el Estado conspira
sectores populares; por otro, buscando una res- contra la iniciativa individual, manteniendo los
puesta al principal reto que enfrenta la coalición: privilegios de algunos grupos y demostrando una
la definición de unos lineamientos programáti- y otra vez su ineficiencia; los grupos de pobla-
cos y una estrategia que englobe los planteamien- ción subintegrada llamados «informales» pre-
tos de los partidos componentes, especialmente sentan una alternativa socio-económica revolu-
respecto del debate en torno a la vía de acceso al cionaria en la medida en que se eliminen los obs-
poder. Esta cuestión, resaltada por las acciones táculos legales que conspiran contra sus activida-
de los grupos armados, amenaza su desintegra- des «empresariales», obstáculos generalmente de
carácter impositivo ‘~. El FREDEMO cuenta con
ción o la fractura de alguno de sus partidos (es el
caso del PUM, en el que se perfilan un sector la concurrencia de AP y del PPC y su propuesta
«libio» partidario de la vía revolucionaria y un consiste en reducir el rol del Estado y garantizar
sector democrático). Como principal grupo opo- una amplia libertad política y económica apli-
sitor no parece haberse desgastado con este de- cando medidas monetaristas.
bate interno aunque es pensable que las tensio-
nes aumentarán en la medida que se haga nece- 2. Los movimientos sociales
sarío proponer medidas concretas de acción po-
lítica. Resulta evidente, asimismo que el peso Mucho se ha escrito sobre la heterogeneidad
electoral de la coalición es muy superior al de sus
estructural de las sociedades latinoamericanas U,
miembros por separado.
Aunque Perú presente, acaso, un ejemplo para-
Después del desastre electoral de los partidos digmático al respecto, no vamos a abordar aquí
de derecha y centro-derecha (sumados recibieron este tema. Solamente dejaremos explícito que el
el 15% de los votos), esta zona del espectro polí- modo de producción capitalista se ha impuesto
tico está sufriendo una importante reestructura- sólo fragmentariamente en el Perú, dejando ex-
cion. tensas áreas de la economía, especialmente en las
Por un lado se encuentran los partidos tradi- actividades productivas, bajo formas precapita-
cionales Acción Popular (AP) y el Partido Popu- listas. Esta debilidad del capitalismo en el país
lar Cristiano (PPC). El primero de ellos liderado impidió que las relaciones de clase que le son
por Fernando Belaúnde Terry apareció en la se- inherentes quedaran nítidas, emergiendo con vi-
gunda mitad de los años cincuenta, apoyado por gor otras formas de diferenciación social, espe-
sectores de las clases medias, de la burguesía y cialmente las étnico-culturales. Realizar un es-
del estudiantado. Un liderazgo de corte carismá- quema representativo de la estratificación social
tico le permitió conectar con las masas y acceder en estas sociedades no es algo sencillo. Para los
en dos ocasiones a la presidencia de la Repú- objetivos de este trabajo es útil el intento de agru-
blica, pero esa misma característica le crea serios par los sectores sociales en función del grado de
problemas a la hora de consolidarse institucio- desarrollo de las fuerzas productivas de que dis-
nalmente y enfrentar el cambio generacional. El ponen ~ Como veremos seguidamente, esta
PPC apareció en 1966 como una escisión del Par- agrupación trasciende al plano socio-económico

~PMM5L,
para abarcar los más diversos aspectos de la vida identidad social y política. «Cuando la moderni-
social. zación logra reemplazar la estructura tradicional
De este análisis resulta la identificación de por otra moderna, los individuos emergentes
cuatro sectores perfectamente diferenciados, no buscan compensar su soledad> ansiedad e incerti-
sólo por el lugar que ocupan dentro de la estruc- dumbre creando espacios comunes que no sólo
tura productiva, sino también por sus niveles de son instrumentos de lucha, sino también meca-
calidad de vida, representatividad política, nismos de integración social» it La movilización
acceso a los medios de comunicación, emplaza- social y la creación de espacios de comunicación
miento geográfico y grado de articulación inter- nacen así espontáneamente como vehículos de
na. Son los sectores urbano-moderno, rural-mo- reconstrucción de una indentidad individual y
derno, urbano-informal y rural-tradicional. En grupal dañada, o lo que es peor, desvalorizada.
los dos primeros el modo de producción capita- Lo individual y lo social (acaso la conciencia de
lista y las instituciones del Estado alcanzan ma- la movilidad social y la de clase) actúan, en un
xima vigencia. Su omnipresencia en el aparato contradictorio juego de intereses y valores desde
estatal a través de la dirección política y econó- un sujeto social cuya identidad está en crisis y
mica permite subordinar a los otros sectores a su por tanto es irreductible a las categorías.
modelo de desarrollo. Su horizonte referencial De estos procesos surgen gremios, asociacio-
trasciende las fronteras del país. Con algunas di- nes de pobladores, grupos feministas, Comités de
ferencias entre ellos (el sector rural, ubicado geo- Ayuda en los «pueblos jóvenes», además de gran
gráficamente en los valles de la Costa y en la Sie- número de agrupaciones que persiguen objetivos
rra Norte, estuvo más vinculado a la producción asombrosamente concretos. Ante la instituciona-
agrícola para exportación, tiene una mayor com- lidad excluyente del Estado nace espontánea-
ponente de población mestiza y su horizonte fre- mente una laxa institucionalidad alternativa. En
cuentemente se halla en la ciudad), constituyen la medida en que estos movimientos sociales fue-
el «Perú oficial». ron cobrando protagonismo, desde las instancias
Nos ocuparemos en detalle de los otros secto- estatales se intentó crear vínculos que, cuando
res sociales porque es en ellos donde se están menos, encauzaran políticamente la moviliza-
produciendo los fenómenos más significativos en ción. Recordemos la experiencia de SINAMOS,
la dinámica socio-política del país. durante el velasquismo y el énfasis en el con-
Las masivas migraciones que se vienen produ- cepto de participación. El gobierno aprista, que
ciendo desde la década de 1950 hacia las ciuda- siguió en esto la línea de Velasco. ha intentado
des costeras y especialmente hacia Lima no han crear (quizá mejor «crearse») conexiones con los
encontrado el correlato de una oferta ocupacio- sectores sociales menos estructurados desde su
nal que sirviera de base para una integración so- perspectiva basada en la teoría de la «pirámide
cíal efectiva. La debilidad del proceso de indus- social» i9 Decimos «gobierno» y «crearse» por-
trialización impidió la consecución de este co- que la conexión es a través de Planes y no de ins-
metido, al tiempo que la estructura del Estado tituciones que consoliden la participación y pro-
consumaba la marginación política de estos gru- fundicen, a largo plazo, el proceso democrático.
pos. Comenzó entonces, sobre la premisa de la Ejemplo de estas acciones fue el Programa de
adaptación a los valores y patrones culturales de Apoyo al Ingreso Temporal (PAIT) que ocupó en
una sociedad blanca excluyente, un contradicto- Lima a 45.006 trabajadores en los primeros meses
río proceso de aculturación en el que coexisten de 1986. De ellos el 76% eran mujeres, el 84%
referencias culturales de la sociedad rural-patri- migrantes desocupados y el 44% analfabetos. El
monial y las manifestaciones propias de una so- presupuesto destinado a esta primera fase fue de
ciedad del capitalismo tardío. De la marginación 8 millones de dólares 20 El fantasma del popu-
surgen innumerables actividades laborales para lismo se hizo patente cuando la coordinación
subsistir en precarias condiciones. La prolifera- aprista de las cuadrillas enfrentó en alguna oca-
ción de oficios «informales», generalmente de sión a miembros del PAIT con otros trabajadores
servicios, actúa como una verdadera membrana en huelga, en una absurda guerra entre pobres y
que permite la filtración de recursos desde las miserables. Otro ejemplo, ya decididamente den-
capas integradas urbanas a los sectores menos tro de la línea de la tradición populista, fue el
integrados. Estas actividades constituyen la pre- Programa de Apoyo Directo (PAD), financiado
caría base material desde la que se construye su directamente desde el Ministerio de Presidencia,

Pp~g~5j~ b
en el que se entregaron electrodomésticos y víve- Este sector se halla ubicado especialmente en
res a pobladores en una acción que debilita las la Sierra central y Sur del país, aproximadamente
prácticas sociales y aumenta la subordinación de entre los departamentos de Huancavelica y Pu-
los pobladores al gobierno. no. En esta región se encuentran los departamen-
Más significativos, en la medida en que se tos más pobres, como son Apurimac. Ayacucho y
transformen en costumbre y en derecho fueron Huancavelica; el llamado «trapecio andino del
los Encuentros Populares celebrados entre 1986 y Perú>’. A las inclemencias de la puna andina se
1987 y que afectaron tanto a los movimientos so- sumaron históricamente diversas formas de ex-
ciales urbanos como rurales. Los convocantes plotación desde los tiempos del incario. La con-
han sido el Gobierno central (Encuentro con las quista española trajo la mita primero, los enco-
Asociaciones de Madres de Lima y Conversato- menderos luego y finalmente los hacendados que
nos Regionales —Rimanacuys— en Piura, Chi- se saciaron de propiedad en los primeros tiempos
clayo y Cusco), la Municipalidad de Lima (En- de la República. La población, predominante-
cuentro Metropolitano de Comités de Vaso de mente quechua en el Norte y aymara en el Sur,
Leche), agrupaciones sindicales como la Confe- pasó de la comunidad a la esclavitud y de ésta a
deración Campesina de Perú (Encuentro Nacio- la servidumbre. La situación de pobreza endé-
nal de Rondas Campesinas y Asamblea Nacio- míca es la base objetiva que dio lugar a moviliza-
nal de la Mujer Campesina), Confederación clones campesinas que cobraron relevancia des-
General de trabajadores Peruanos y otros (En- de la segunda mitad de la década de los cin-
cuentro preparatorio de la Asamblea Nacio- cuenta. Los más importantes fueron el de los her-
nal Popular) e instituciones privadas como Cen- manos Cáceres en Puno y el liderado por Hugo
tro de Estudios y Promoción del Desarrollo Blanco en La Convención (Cusco). Durante el
—DESCO—, Centro de Estudios para el Desa- período de Velasco, la reforma agraria repartió
rrollo y la Participación —CEDEP— y otros (En- tierras entre los campesinos pero su escasa pro-
cuentro Nacional de Autogestión). ductividad (debido a la altitud y a las caracterís-
La mera celebración de estos encuentros revela ticas del suelo) no solucionó el problema de las
por parte de las instituciones oficiales participan- comunidades.
tes el reconocimiento de la crisis de representa- La organización territorial, trazada en torno a
ción por la que atraviesa el sistema político na- los intereses costeños, impidió también una co-
cional 21 En cuanto a los organizados por el go- municación saludable de la región, que impul-
bierno, es evidente que, fiel a su concepción de la sara su desarrollo. En el caso de Ayacucho, por
sociedad, se soslaya deliberadamente el debate ejemplo, tres son los fenómenos que marcan su
con las organizaciones formales (en los Rima- evolución socio-económica: estancamiento y em-
nacuys no participaron la CCP, la CNA ni el pobrecimiento del centro (especialmente debido
Congreso Unitario Nacional Agrario —CUNA—, a la penetración de manufacturas y productos
sino a través de sus bases) eligiéndose desde agrícolas extranjeros), pérdida de la periferia
arriba a los interlocutores sociales. (por vinculación de algunas provincias como Lu-
El valor de la experiencia de los movimientos
canas y Parinacochas a centros costeros como
sociales se mide de acuerdo con sus logros. En la Nazca y Chala) y profundización de la subordi-
medida que sean capaces de elevar su participa- nación a otros poíos regionales (las provincias
ción política, consiguiendo poder de decisión en del Sur al eje Ica-Nazca-Chala y las norteñas a
sus asuntos, podrán superar la situación objetiva Huancayo y Lima) 22
que les dio origen: dando un paso más en la
construcción de una sociedad verdaderamente Esta es la base objetiva sobre la cual se orga-
integrada. nizó la lucha armada de Sendero Luminoso. Es
evidente que la mera situación de pobreza, si
bien está en las raíces del fenómeno, no completa
3. La guerrilla. Violencia estructural su explicación. Si así fuera, el mundo se ahogaría
y violencia armada en estos momentos en las luchas por una distri-
bución más justa de los recursos y contra la ex-
Hemos dejado para el final el análisis del sec- plotación. La creación de las que podríamos lla-
tor rural-tradicional por su relación con un fenó- mar «condiciones subjetivas» (una determinada
meno que está teniendo creciente importancia en percepción y explicación de los fenómenos socia-
la vida política del país: la violencia armada. les, de las que se derivan las acciones correspon-

~ftE5fi.Os6
dientes) fue un largo proceso cuyo origen es di- Durante los últimos años de la dictadura, las
fícil de precisar, pero que se acelera y caractenza acciones del PCP-SL se limitaron a boicotear las
nítidamente desde 1959, año en que se reabre la huelgas y demás acciones de la izquierda, organi-
Universidad Nacional de San Cristóbal de Hua- zar cuadros en torno al pensamiento de Mao (es-
manga (UNSCH) 21, pecialmente el Mao anterior a la Revolución
Rápidamente ganan terreno en la organiza- Cultural) y esperar el momento de iniciar la lu-
ción de la Universidad los militantes de partidos cha armada. Sus primeras acciones tuvieron lu-
de izquierda que crean el Frente Estudiantil Re- gar fuera de Huamanga, donde la vida política se
volucionario (FER), controlado por el PCP. En había complejizado demasiado como para con-
1962 asume el rectorado de la Universidad Efraín seguir apoyos generalizados e incondicionales.
Morote, quien tendrá una destacada labor en la Se eligieron para ello las cuencas del Alto Pam-
consolidación institucional de la misma. Ese pas y el Ccaracha, entre las provincias de Víctor
mismo año llega a Ayacucho Abimael Guzmán. Fajardo y Cangallo. Diversos factores pueden
futuro líder de Sendero Luminoso, que es nom- apuntarse para explicar la elección: la extrema
brado responsable del trabajo juvenil en el Co- pobreza y aislamiento de la región, la cultura de
mité Regional del PCP. tipo comunal que contaba con varios centros
educacionales, la tradición antiestatal que se pro-
En ¡964 el PCP se divide entre los partidarios yecta desde el siglo pasado a través de diversas
de la línea soviética (PCP-Unidad) y los partida- luchas (las últimas en la década de 1960 para
rios de la línea china (PCP-Bandera Roja). El impedir la instalación de puestos policiales) y la
Comité Regional, encabezado por Saturnino Pa- escasa participación en las organizaciones pro-
redes, se almea con las posiciones pro-chinas y movidas por la institucionalidad oficial 25
comienza una ferviente actividad organizativa
cuyo punto más alto es la creación en 1966 del Entre 1980 y 1982 el grupo guerrillero avanzó y
Frente de Defensa del Pueblo de Ayacucho se extendió por toda la región, pero el año si-
(FMPA), con el que el PCP-BR se afianza fuera guiente el conflicto cobrará nuevas dimensiones.
de la Universidad. Entre 1966 y 1969 la organiza- El gobierno central da paso a la acción de las
ción atraviesa una etapa de esplendor, pero al Fuerzas Armadas y el Ejército se hace cargo de la
año siguiente se produce la ruptura entre el grupo represión. Ahora la situación es más tensa y dra-
de Paredes, por entonces estrechamente vincu- mática; las comunidades se encuentran muchas
lado a la acción de tomas de tierras desplegada veces entre dos fuegos: por un lado Sendero Lu-
por la CCP, y el grupo de Guzmán reducido al mínoso que procura el aislamiento de sus princi-
FER y partidario de una acción más global 24 pales zonas y el mantenimiento de adhesiones
incondicionales en su estrategia de «guerra pro-
Resulta esencial apreciar que, paradójicamen-
longada del campo a la ciudad» y por otro el
te, el PCP-SL nació alejado de todo apoyo del
Ejército que tiende a ver un senderista en cada
campesino, que se inclinaba hacia las tácticas
campesino, que moviliza y reubica a poblaciones
más concretas de la CCP y el PCP-BR. Su bas-
enteras, que forma «montoneras» entre los po-
tión era el FER y el Consejo Ejecutivo de la Uni-
bladores para enfrentar campesinos contra cam-
versidad. Sin embargo, va surgiendo en el seno
de ésta una oposición a SL y en 1974 pierde la pesinos y que, escudado en el estado de emergen-
cía desconoce muchas veces los más elementales
hegemonía. Un año después fracasa el intento de
derechos humanos, induciendo respuestas del
crear una propia CCP, por lo que el movimiento
mismo tenor 26 Desde entonces SL si bien no
queda prácticamente aislado. Su acción queda
reducida al Programa de Educación y el control puede defender prolongadamente ningún territo-
no, se ha extendido a otras zonas del país> ame-
del Sindicato Unido de Trabajadores de la Ense-
nazando cercar Lima desde sus extremos serra-
ñanza de Huamanga (SUTE-Huamanga). En la
nos Norte y Sur
línea del primero se produce en 1975 la toma de
los Planteles de Aplicación «Guamán Poma de Evidentemente la solución del problema plan-
Ayala” de la UNSCH, donde se impartían clases teado excede el nivel militar. Parece, más bien>
de educación secundaria en cinco aulas y dos política y económica. El hecho de que SL des-
turnos. Los activistas de SL mantienen tomado el truya obsesivamente los escasos recursos produc-
local duante ¡8 meses, durante los cuales dictan tivos con que cuenta la región (en una incom-
clases, matriculan y extienden certificados, apo- prensible interpretación de la estrategia revolu-
yados por los padres de familia. cionaría) revela el acierto de esta proposición. La

PPAMM6
Estado y sociedad en el Perú. Evolución y perspectivas 77

situación parece requerir por parte del Perú ofi- trabajo de BAILÓN ECHEoARÁY, Eduardo: «Estado, sociedad y sistema
político peruano: Una aproximación inicial», en Síntesis, Madrid,
cial, limeño y blanco (inclusive desde dentro de 1987, septiembre-diciembre, o.> 3> p. lOS y ss.
los partidos de la izquierda democrática), un se- Estas ideas están desarrolladas CO GARCÍA BELsÓNDE, Domingo:
rio y desinteresado esfuerzo comprensivo para «Sistema electoral y representación política en el Perú actual>,, en Si,>-
tema> electoralesy representación política en Latinoamérica. Madrid. Fun-
romper la dinámica desintegradora que amenaza dación Ebert, 1986, p. 45 y Ss.
a esta sociedad. También parece evidente que, 0 Para el seguimiento de estos procesos electorales. cspecialmente

ante el cariz de los acontecimientos, ya no al- el de ¡985, ver GARCÍA BELAt3NI,E> Domingo: Una democrac,a en tran-
sición. (Elecciones peruanas de 1985). San José, CAPEL> ¡986.
canza una combinación de medidas económicas VerMAmsMAs>José: «Crísísdel Estadoydesborde popularenel
y militares. El desarrollo efectivo debió haber ve- Perú». en Síntesis, op. cit,. p. 89.
~ ver ALBERTI. Giorgio: Op. cit. p. 54.
nido antes. Ahora la solución está cada vez más 5 A este rápido desgaste contribuyeron, además de una discutible
vinculada a la esfera política. En este terreno es política económica. el intento de reforma constitucional para pcrmitir
impensable un avance que no contemple el reco- su reelección, la relación no aclarada del presidente con la muerte de
300 prisioneros en un penal del país y el fracaso del diálogo con repre-
nocimiento político y cultural del «otro», la su- scntantes de los ¡2 grupos económicos n½simportantes (realizado.
peración de los residuos de autoritarismo e into- por otra parte, a espaldas de los sectores populares).
lerancia presentes en todos los actores por acción >» ¡U esta formada por los siguientes partidos:

— Partido Comunista Peruano (PCP).


o negación del oponente, y el reconocimiento de — Partido Unificado Mariateg,sista (PUM).

derechos políticos concretos como el autogobier- — Partido Comunista Revolucionario (PCR).

— Partido Socialista Revolucionario (P5R).


no de las regiones, la participación política de los
— Frente Obrero Campesino Estudiantil y Popular (FOCEP).
monolingúes indígenas y otras reivindicaciones — Acción Política Socialista (APS).

ancestrales. Nunca los esfuerzos que se dediquen El argumento está en la línea del libro de Dt Soro, Hernando: El
otro sendero. Lima. El Barranco, ¡986: donde se confunde la llamada
a ello serán demasiados, si se pretende profundi- «economía infornsaiss nacida de la marginación en el subdesarrollo y
zar en la democratización de la sociedad pc- la «economía subterránea» de los paises desarrollados, ver GRoM-
ruana. PONE, Romeo: «El dificíl populismo de derecha», en Qué hacer nY 49.
Lima. ¡987, noviembre-diciembre, p. 46 y ss.
> Uno de los mejores ejemplos es: Pímo, Aníbal: Notas sobre la

NOTAS naturaleza e implicaciones de la heterogeneidad estructural de América


Latina, Santiago. Cursos lLt’E5, ¡979.
Ver CAguoso. C., y PÉREZ BRToNoLI. H.: Historia económica de >~ Este inícresante planteamiento está desarrollado en FRANCO, Car-

América Latino. Barcelona, Critica> 1984, tomo 1, pp. ¡75 y 219. los: «Nación. Estado y clases. Condiciones para el debate en los
2 Ver CorLEs. Hugo: «La construcción nacional de los países andi- ochenta», en Socialismo y Participación. Lima> ¡985. marzo. n,> 29.
nos», en Pensamiento Iberoamericano. Madrid. 1984> julio. nY 6. p. 120. 1< LÓPEZ JtMÉNEz> Siniesio: «El otro lado del asedio», en Cuestión de
Ver HALPERIN DONOHT, Tulio: Historia contemporánea de América Estado. Lima. ¡987, septiembre, nY lp. 20.
Latina. Madrid. Alianza, 1985. p. 141. Según esta visión todos los sectores orgánicamente agrupados
4 MARTATI*OUI> José Carlos: Siete ensayos de interpretación de la reali- están en el cxtremo superior de la pirámide (obreros. empleados.
dadperuana. Barcelona, Crilica> ¡976, empresarios, financistas. funcionarios> etc.). En la base se baila el 60 ó
Ver ALBERTT> Giorgio: Notes att aframeworkfor tIte ana/psis of tite 70% de la población desempleada o subempleada y con ingresos míe-
pclitics of democratie constslidatiots in Latin America ond att illustration rsores al salario mínimo vital.
from tite case of Pen», Trabajo presentado al seminario «Perspcctivas y 25 ver BALLÓN EC5.EOARAY, Eduardo: Op. cie., p. ¡¡6, y PEASE GARCíA,
dilemas de la consolidación democrática en América Latina>,, Rimioi, Hen.y: «El populismo aptista». en Síntesis, op. cit.. p. ¡42 y ss.
abril, 1988. p. 43. 2> Ver MoscrERo, Edilh: «Una base sin vénice». en Cuestión de

6 FRANCO. Carlos: Perú: participación popular Lima, Ediciones Estado, op. ch., p. 9.
CEDEP> 1979, p. 43. ~ Ver DEotteoost. Carlos: Sendero Luminoso: Los hondos y mortales
7 Obviamente las contradicciones que planteaba la emergencia de desencoentrog Lima. Instituto de Estudios Peruanos, 1986. Pp. 2¡-22.
eMe cuadro social se reprodsscian en el interior de las Fuerzas Anua- Ver Fsttr.si, Heroy: «Desexorcizando a Sendero», en Síntesis. op.
das. Un grupo se mostraba partidario de la profundización de las cit,. Pp. 244-245.
reformas en una dirección de corte socialista. Otro apostaba dirccta- 24 El nombre «Sendero Luminoso», con el que se conoce a este
mente por la contención autoritaria de las demandas populares y la grupo escindido del PCP-BR. está tomado por los periodistas e investi-
restauración dc las instituciones de la tradición oligárquico-republi- gadores del membrete del FER de la UNSCH donde se leía: «Por el
cana. Finalmente estaban quiencs planteaban el carácter eminente- sendero luminoso de José Carlos Mariáteguis>. En adelante se le
mente profesional de las Fuerzas Armadas y la necesidad de volver a dentifscaria como PCP-5L,
sus cauces instilucionales. 50 ‘Ver DEoREooRI, Carlos: Op. cir, pp. 41-42.
1 Estas apreciaciones están sintética y precisamente expuestas en el 2> Ibídem, pp. 49-50.

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