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La formación de un tumor
GLUTATION Y EL CANCER
Pocas palabras son tan temidas y detestadas en un consultorio médico como “cáncer”. Se
conocen cientos de tipos de cáncer en la actualidad con varios niveles de agresión. Muchos son
tratables y hasta curables. Hoy en día, el cáncer es la segunda causa más grande de muerte en
América del Norte, después de las enfermedades cardiovasculares. Un tercio de los
Estadounidenses eventualmente morirá de algún tipo de cáncer. Debemos enfatizar que muchos
cánceres pueden mediante una alimentación adecuada, la prevención de carcinógenos y el
fortalecimiento de las defensas del organismo.
Los cánceres más comunes son el de próstata (en hombres) y el de seno (en mujeres), seguidos
por el de pulmón y el colorectal. Después les siguen el cáncer de vesícula en hombres, el cáncer
uterino en mujeres, el cáncer de alimfoma en hombres y el cáncer ovárico en mujeres.
CARCINOGENESIS.
Las células saludables tienen un mecanismo incorporado que permite su duplicación con tres
propósitos: el proveer para el desarrollo normal del organismo, la reparación de los tejidos
deteriorados en el organismo, y el reemplazo de las células perdidas en el metabolismo normal
del organismo. Pero las células pueden perder su capacidad para regular el crecimiento,
duplicándose incontroladamente y eventualmente formando en grupo de tejido canceroso. Este
tumor puede llegar a crecer lo suficiente para traspasar el tejido, y algunas veces liberar células
contaminadas que esparcen el cáncer en otras áreas del organismo cuando el crecimiento del
tumor comienza a obstruir sus funciones esenciales o a reducir sus recursos de energía.
Aunque los científicos han señalado varias causas posibles, el cómo y porqué estas células
pierden su autorregulación no está totalmente claro. Se cree que algunos carcinógenos presentes
en el medio ambiente, como los químicos y niveles altos de radiación, inician el crecimiento
canceroso. Las diferencias en nuestra composición genética o en nuestro sistema inmune
aparentemente protegen a algunas personas mejor que a otras. También se sabe que la
susceptibilidad a algunos tipos de cáncer se hereda en algunas ocasiones de la familia o de la
composición genética racial, pero los factores causantes del cáncer son aún desconocidos.
Aparte de los factores genéticos, se pueden identificar los factores causales siguientes: la
contaminación del humo del cigarro, las descargas de combustible basado en petróleo, los
metales pesados, los pesticidas, la radiación ionizante de las radiografías, los desechos nucleares,
la radiación ultravioleta (UV) solar intensificada por la deterioración de la capa de ozono, una
pobre alimentación y finalmente, algunos virus pueden contribuir al desarrollo del cáncer: SIDA,
hepatitis C, virus de Epstein-Barr y el virus del papiloma humano. La Sociedad americana de
Cáncer hace las sugerencias siguientes para minimizar el riesgo de desarrollar cáncer: mantener
su cuerpo en el peso apropiado, llevar una alimentación balanceada que incluya vegetales y
frutas diariamente, ingerir más fibra dentro de los alimentos (granos enteros, cereales, legumbres,
etc.), reducir el consumo de grasa y toma de bebidas alcohólicas y de alimentos conservados con
preservativos nitratos, curados con sal y ahumado.
El cáncer comienza con una mutación en el código genético de la célula – una reprogramación de
patrones de desarrollo que resulta en el crecimiento no controlado de la célula. Una combinación
de factores genéticos y ambientales incluyendo la alimentación puede contribuir a esta
duplicación aberrante de las células. Una teoría sugiere que cuando los radicales libres se forman
en el núcleo de la célula, su código de ADN es dañado. Otra teoría sugiere que factores tales
como el humo del cigarro y una alimentación inadecuada compromete el sistema inmune y
debilita las defensas corporales que podrían destruir una nueva célula cancerosa al detectarla,
cuando es aún vulnerable. Haciendo a un lado las teorías, nosotros mismos debemos prestar
atención a todos los factores posibles, y aprovechar manera de minimizar el peligro de contraer
cáncer. Una de estas maneras es el mantener un nivel óptimo de Glutatión a nivel celular.
EL GLUTATION Y EL CANCER.
LA PREVENCION DE CANCER
En 1996 se publicó un artículo en el Diario Europeo del Carecer, el cual surgió que los radicales
libres fueran clasificados como una importante categoría de carcinógenos. A causa de su gran
capacidad antioxidante, el Glutatión se especializa en absorber oxirradicales y otros radicales
libres mientras se forman en las células. Esto impide los daños subsiguientes a diversas partes de
las células, particularmente el código de ADN en el núcleo. Adicionalmente el Glutatión mejora
el efecto de otros antioxidantes tales como las vitaminas C y E y el selenio. Esto fortalece la
capacidad del organismo para destruir radicales libres. Por si fuera poco, el Glutatión también
desempeña un papel importante en la síntesis y reparación del ADN.
No cabe duda que el sistema enzimático de Glutatión protege el organismo contra el cáncer. Esto
es ilustrado claramente en un estudio publicado en el Diario de la Institución Nacional del
Cáncer, el cual se enfocó en personas que demostraron una deficiencia en la enzima glutatión-S
traferasa-mu-I (conocida como GSTM 1). La enzima GSTM 1 es un importante antioxidante de
desintoxica al organismo de carcinógenos comunes del cáncer de vejiga tales como el humo del
cigarro. Aproximadamente una de cada dos personas hereda dos copias defectuosas de la enzima
GSTM 1, lo cual disminuye la eficacia de la función del sistema enzimático en el organismo. En
un estudio científico se encontró que el 25% de todos los casos de cáncer de vejiga se debían a la
ausencia de esta enzima. También se encontró que los fumadores quienes no contaban con esta
enzima en su organismo son seis veces más propensos a desarrollar cáncer de vejiga.
Existe un nexo entre la reducción de actividad de Glutatión y el desarrollo del cáncer de próstata.
Otra enzima de Glutatión, la glutatión-S-transferasa-pi-I (conocida como GSTO1) casi siempre
se encuentra ausente en casos de lesiones cancerosas y pre-cancerosas de la próstata. Parece ser
que el cáncer de la próstata comienza con la inactividad de esta enzima de glutatión. Varios
estudios han encontrado un vínculo entre la pérdida de enzima GSTO 1 y la transformación
maligna de tejidos prostáticos. Varios estudios similares han vinculado los genes defectuosos de
Glutatión en el organismo al cáncer de pulmón y de seno, especialmente en fumadores. Varios
científicos han sugerido que cada persona deberá someterse a estudios para detectar estos
defectos genéticos y enzimáticos y determinar su nivel de riesgo.
• Aflatoxina BI - Dimetillnitrosamina
• N-acetil-2-amino fluorina - Sulfonato de etilo de metano
• Benzantraceno - N-metilo-4-aminoazobenzina
• Benzapireno - 7-metilo-benzantraceno
• Benzidina - 3-metilo-colantraceno
• Dimetihidrazina - I-nitropireno
Estas sustancias causantes de cáncer son neutralizadas por el Glutatión y reducidas a una forma
tal que el cuerpo puede eliminar. El papel de Glutatión en la desintoxicación del organismo
simplemente no puede pasar desapercibida. Ya que el hígado es el órgano principal de
desintoxicación en el organismo no es sorprendente que contenga las concentraciones más altas
de Glutatión en el organismo.
Durante la última década la Sucursal de Quimo prevención de la Institución Nacional del cáncer
(EUA), ha estado desarrollando medicamentos para disminuir la incidencia de enfermedades
crónico-degenerativas. Las sustancias que elevan los niveles de Glutatión en el organismo, tales
como la N Acetil Cisteína y el derivado de selenio, selenometionina están incluidos en su corta
lista de terapias efectivas. Uno de los éxitos importantes de sus esfuerzo de investigación es su
demostración estadística de que el selenio protege contra el cáncer de próstata. Otros estudios
han identificado al selenio como protector contra los cánceres de colon, rectal y de pulmón, así
como también pólipos colónicos. R. B. Balansky, C. C. Conaway, H. Witschi, y otros
investigadores Estadounidenses y Europeos han demostrado exitosamente que l N Acetil
Cisteína puede disminuir el crecimiento de tumores cancerosos inducidos por toxinas incluyendo
el uretano, nitrosamina, doxorubicinas, etilnitrosoureo y otros agentes causantes de cáncer.
La N Acetil Cisteína aparentemente protege contra las propiedades carcinógenas del humo de
cigarro. N. Van Sándwich, de la Institución Holandesa del Cáncer escribe, “La N Acetil Cisteína
ha surgido como un prometedor agente quimo preventivo en contra del cáncer.” S. De Flora, hizo
un resumen de un extenso estudio de quimo prevención, patrocinado por el Proyecto Enroscan y
describió los muchos efectos positivos de la N Acetil Cisteína como agente preventivo contra el
cáncer de pulmón, seno, intestino, y piel, y también los
mecanismos reales por medio de los cuales la N Acetil Cisteína y el glutatión ejerce estos efectos
protectores.
Uno de los efectos que ejerce el glutatión sobre el sistema inmune es controlar y equilibrar el
crecimiento de los linfocitos T (un tipo de glóbulo blanco), y de esta manera fortalecer la
respuesta inmune del organismo. Los individuos que sufren de inmuno-depresión son
frecuentemente mas propensos a contraer cáncer, un buen ejemplo de estos es el sarcom
decaposi, un cáncer encontrado mayormente en pacientes de SIDA. Los especialistas en cáncer
han desarrollado recientemente una estrategia llamada inmunoterapia – un intento de
perfeccionar las defensas naturales del organismo contra el cáncer. La inmunoterapia consiste de
herramientas que estimulan el sistema inmune. Un equipo de científicos Japoneses de la
Universidad de Tokio, demostró que la N Acetil Cisteína sumada a las citocinas- una clase de
agentes inmunoterapéuticos- estimulan las células inmunes y sus productos bioquímicos. Estos
científicos sugieren que estos puede ser un complemento efectivo para el tratamiento de cáncer
de hígado.
POSIBILIDADES TERAPEUTICAS
Experimentos recientes han demostrado que el nivel de Glutatión tanto en células saludables
como en cancerosas, determina su susceptibilidad a la quimioterapia y a la radioterapia. Un nivel
alto de Glutatión en las células les protege contra este tipo de terapia, un nivel bajo les hace
vulnerables. Sería ideal si los niveles de glutatión permanecieran altos en las células saludables y
bajo en las cancerosas, pero muchas de las células cancerosas mantienen un nivel
alto de glutatión. El cáncer es la única enfermedad conocida en la que los niveles de glutatión,
que son normalmente bajos, son excedidos.
Debido a su alto nivel de Glutatión, las células del tumor canceroso frecuentemente muestran
una firme resistencia a la quimio y radio terapia. Es por esto que se ha intentado administrar
medicamentos tales como el BSO a los pacientes para reducir los niveles de Glutatión en células
cancerosas. El problema es que el BSO reduce demasiado los niveles de Glutatión en células
saludables, incrementando los efectos secundarios que ya de por si son insoportables. Por lo
tanto este enfoque es poco práctico.
No obstante, puede haber una manera para disminuir el Glutatión en las células cancerosas.
Paradójicamente, los precursores que elevan los niveles de Glutatión en las células saludables
provocan una reacción opuesta en células cancerosas. Cuando la producción de Glutatión es
sobre estimulada dentro de las células cancerosas, estas detienen su producción de Glutatión en
un proceso llamado inhibición negativa de retroalimentación.
Esto se dio a conocer en 1986 por el equipo de investigación de A. Russo en el Diario del
Cáncer. Cuando el medicamento OTZ fue agregado a las células de cáncer de pulmón, su nivel
de Glutatión no aumento aunque los niveles de las células saludables sí lo hicieron. Sylvain
Baruchel, Ferry Batist y un grupo de investigadores de la Universidad de McGill en Montreal
Canadá demostraron que el OTZ puede reducir el nivel de Glutatión en las células de cáncer de
seno mientras lo mejoran en células saludables. Este equipo después trabajo con el Dr. Gustavo
Bounous y publicó resultados similares en el Diario de la Investigación del Cáncer, usando la
proteína de suero aislada Immunocal para proveer los precursores de Glutatión en la forma de un
suplemento alimenticio.
Varios estudios se llevaron a cabo con el mismo producto en pacientes con carcinoma metástico-
cáncer esparcido alrededor del organismo. Estos pacientes tomaron Immunocal por seis meses.
Aunque Immunocal no curo el cáncer, la mayoría de los pacientes mostraron o una estabilización
o una regresión del tumor canceroso. La mayoría también experimentó una normalización en el
nivel de hemoglobina y en el conteo de linfocitos T. los mismos investigadores demostraron que
el elevar los niveles de Glutatión puede mejorar la acción anti-cáncer de la quimioterapia y la
radioterapia.
Otro equipo de investigadores Canadienses de la Universidad de Saskatchewan, condujeron
pruebas en pacientes con cáncer progresivo avanzado. Estos pacientes tomaron dosis tóxicas de
acetaminofeno como quimioterapia, y el medicamento NCA para elevar los niveles de Glutatión.
Esperando que el NAC elevara el Glutatión únicamente en células saludables, los resultados les
hicieron ver que estaban en un error.
No obstante, los especialistas en cáncer aun se preocupan que al elevar los niveles de Glutatión
en ambas células cancerosas y saludables, haya una disminución en la efectividad de la
quimioterapia. El Glutatión debería formar parte importante de cualquier terapia anticáncer. Los
pacientes deben siempre consultar a su médico antes de iniciar cualquier terapia anti-cáncer.
Se han aceptado como una realidad de la vida que el índice de mortalidad causado por el cáncer
aumente con la edad. Un importante número de los tipos de cáncer conocidos en la actualidad se
consideran enfermedades que viven con el envejecimiento, tal como el cáncer de próstata. Los
cambios específicos causados por el envejecimiento hacen a los pacientes más susceptibles al
cáncer, al daño oxidativo, y a una disminución en la respuesta inmune al organismo. El efecto
protector del Glutatión disminuye con la edad. Nosotros normalmente perdemos de 20 a 40 % de
Glutatión en nuestras células después de la edad de 65 años.
La prueba de sangre del antígeno prostático especifico (APE) se usa para determinar si existe
cáncer de próstata y para investigar el progreso en hombres que sufren de este cáncer. Un nivel
alto de APE indica progresión de la enfermedad, mientras que un nivel descendiente muestra el
éxito del tratamiento. En estudios realizados en pacientes que no están tomando Immunocal, los
niveles de APE se mantienen elevados. La terapia que incluye Immunocal tiene una mínima
potencialidad tóxica y se espera que llegue a ser un tratamiento básico para el cáncer de próstata.
Los radioterapeutas que estudian el papel protector del Glutatión han correlacionado más el pre-
tratamiento, elevando los niveles de Glutatión, y reduciendo el número de radioterapias y
las quemaduras subsiguientes. El Pre-tratamiento o el tratamiento simultáneo con productos
como Immunocal, que elevan y mantienen los niveles de Glutatión, le ofrece al paciente una
tolerancia mayor a la terapia.
Algunas mujeres con cáncer fueron sometidas a tratamiento en la Universidad de California (en
San Diego) utilizando quimioterapia complementada con suministración intravenosa de
Glutatión. Esto les permitió tomar dosis más altas de quimioterapia experimentando menos
efectos secundarios. Un estudio similar pero de mayor cantidad de pacientes se efectuó al
Hospital General Occidental en Edimburgo, Escocia. Más de ciento cincuenta pacientes fueron
sometidos a tratamiento para cáncer ovárico con quimioterapia y suministración de Glutatión,
con lo cual se logró controlar los efectos secundarios, mejorar la calidad de vida de las pacientes.
Este grupo de pacientes se comparó a otro cuya terapia no incluía la suministración de Glutatión.
El primer grupo estadísticamente mostró menos depresión, vómito, pérdida de pelo, falta de aire
y neurotoxicidad. Su funcion mental y su función renal mejoro considerablemente, y había una
notable tendencia hacia un resultado favorable.
La evidencia demuestra que el Glutatión puede hacer que algunos agentes de la quimioterapia
sean más eficientes. Estos incluyen Adriamicina, ciclofosfamido, cisplatina entre otros. Sin
embargo, los pacientes deben consultar su médico antes de comenzar cualquier terapia
complementada con la suministración de glutatión. Existen ejemplos teóricos que sugieren que el
elevar los niveles de glutatión puede llegar a interferir con algún tratamiento anti-cáncer, aunque
este es un riesgo menos probable después que la quimioterapia o la radioterapia se han
complementado.
MALA NUTRICION
Los tratamientos anti-cáncer son usualmente acompañados por la pérdida de peso, apetito,
energía y fortaleza. Una alimentación adecuada es un factor importante y debería ser
acompañada de suplementos alimenticios apropiados. El cáncer mismo, los tratamientos anti-
cáncer y el estado resultante de estos tratamientos desminuyen los niveles intracelulares de
Glutatión. Esto debilita considerablemente el sistema inmune y la habilidad antioxidante del
paciente, haciéndolo más susceptible a otras enfermedades e infecciones. El Inmunólogo e
investigador Alemán Wuif Droge ha estudiado la pérdida de músculo y peso causada por cáncer,
SIDA y otras enfermedades. Ha notado las similitudes entre ellos y apunta a una causa común: la
disminución de los niveles de Glutatión. Tanto él como otros investigadores han encontrado la
posibilidad de que el elevar el nivel de Glutatión intracelularmente puede demorar o sofrenar este
proceso de degeneración.
ANÉCDOTA
Marie, una mujer de 37 años de edad y originaria de Québec Canadá, es víctima sobreviviente
del cáncer de seno. Ella siempre había sido una mujer muy activa, pero después de experimentar
su primer intervención quirúrgica, el informe del patólogo sugirió que ella recibiera una decena
de jornadas de quimioterapia y radioterapia. Ella comenzó a experimentar muchos efectos
secundarios, incluyendo abatimiento profundo y agotamiento una nueva experiencia para ella.
Después de diez de jornadas de terapia y muchas visitas a su doctor para tratar de disminuir los
efectos secundarios, ella comenzó a ingerir 30 mg. del concentrado de proteína de suero
Immunocal. Su fortaleza física y el sentido de bienestar mejoraron dentro de una semana y tolero
dos duras sesiones de quimioterapia con pocos efectos secundarios. Ella hoy vive una vida
normal, y permanece libre de cáncer.
CONCLUSION
Hoy en día existen muchos tipos de cáncer, y quizás centenares de causas potenciales, pero la
mayoría de los casos son acompañados por un nivel bajo de defensas antioxidantes en el
organismo. Por si fuera poco, la mayoría de las terapias anti-cáncer existentes ponen una enorme
carga sobre el organismo y reducen las pocas defensas que permanecen. Las víctimas de cáncer
deben ponerse a sí mismos en las mejores manos médicas posibles, pero también deben ser
cuidadosos en su alimentación. En la mayoría de las terapias, los pacientes son sometidos altas
dosis de drogas farmacéuticas, lo cual les lleva a disminuir el apetito y la
energía, especialmente mientras son sometidos a quimioterapia o radioterapia. Existe una fuente
natural de energía que puede reforzar las defensas antioxidantes del organismo en pacientes
sufren de esta terrible enfermedad y de su tratamiento nocivo. Este producto se conoce cono
Immunocal, y es una proteína de leche que aumenta los niveles de Glutatión a nivel celular en el
organismo y simultáneamente le provee con la proteína necesaria para su fortalecimiento.
Los niveles elevados de Glutatión en las células enriquecen las defensas antioxidantes del
organismo, contribuyen a la síntesis y reparación del ADN, y ayudan a desintoxicar el organismo
de numerosos carcinógenos y mutágenos.
Para mantener una buena respuesta inmune debemos hacer ejercicio de manera regular (45-60
minutos, 3 veces por semana), comer de manera regular y variada, mantener un peso ideal,
dormir de manera regular (8 horas para adultos jóvenes, menos para personas de la tercera edad),
suplementar su alimentación con vitaminas, minerales y micronutrientes, evitar estrés
innecesario, y, aunque suene gracioso, reír mucho. También debemos evitar contacto con la
radiación y las toxinas, abusar del tabaco, el alcohol y la cafeína, así como también el uso
innecesario de antibióticos y esteroides.
Por lo regular, sólo consultamos a un médico una vez que una enfermedad ha manifestado
control sobre nosotros. A menudo, el doctor lanza una estrategia de ataque a base de antibióticos,
compuestos antivirales, o quimioterapia, intentando eliminar a los invasores. A pesar de los
efectos secundarios, esta estrategia ofensiva ha demostrado ser ampliamente efectiva. Es la mejor
manera que hemos encontrado de pelear la guerra.
Sin embargo, es preferible evitar la guerra, después de todo, el campo de batalla es nuestro
cuerpo. Aun cuando los medicamentos ganen la batalla, los daños permanecen. Los efectos
secundarios de los medicamentos y los efectos posteriores a la quimioterapia pueden describirse
como una destrucción aleatoria que resulta en la muerte de muchos inocentes. No podemos sobre
enfatizar la importancia de la estrategia defensiva – la medicina preventiva que detiene a los
invasores antes de que se establezcan en el organismo y así evita el conflicto. Un sistema
inmunológico con un funcionamiento óptimo es sin duda la mejor forma de prevención.
Podemos alcanzar este tipo de funcionamiento nutriendo y alimentando a nuestro sistema
inmunológico de la misma manera que alimentamos al resto de nuestro cuerpo.
La Respuesta Inmunológica
Cuando un patógeno entra al torrente sanguíneo, se activan las células inmunológicas. Existen
diferentes tipos de estas células, tales como células polimorfonucleares que forman el pus. Estas
enormes células simplemente envuelven a los patógenos y los digieren. Los linfocitos más
pequeños y más sofisticados, se encargan de los patógenos al adecuar una defensa específica
para ellos.
Los linfocitos B identifican los patógenos y los marcan para que los linfocitos T los ataquen. Las
células T auxiliares alertan a las células inmunológicas para que estas se agreguen a la batalla,
las células T asesinas destruyen al intruso, y las células T supresoras se encargan de apagar la
respuesta inmunológica una vez que el trabajo ha sido terminado.
Sin embargo, la respuesta inmunológica saludable puede ser comprometida, es decir, tiende a
deteriorarse. Puede ser que halla demasiado pocas células inmunológicas, las células mismas
pueden ser incompetentes, o pueden ser derrotadas por algún patógeno más poderoso que ellas.
En la mayoría de los casos, el lado de adaptación del sistema inmunológico logra identificar y
subsecuentemente recordar la firma química de algún patógeno en particular y es capaz de lidiar
con el la siguiente vez que tenga que enfrentarlo. Esto lleva a una inmunidad total o parcial. Por
ejemplo, usted sólo puede contraer viruela una vez en la vida.
Las dos respuestas inmunes menos deseadas son las enfermedades auto inmunes y la alergias. En
una enfermedad auto inmune el cuerpo confunde un tejido normal con un antígeno foráneo y lo
ataca, lo cual lleva a la destrucción de tejido saludable. En el caso de las alergias, el sistema
inmunológico confunde una sustancia inofensiva con una dañina y responde con reacción
agresiva, y en ocasiones mortal. Algunas enfermedades auto inmunes son:
• Lupus
• Miastenia Grave
• Síndrome de fatiga Crónica
• Artritis Reumatoide
• Esclerosis Múltiple
• Polimiositis
• Escloeroderma
• Enfermedad de Lou Gherig
• Enfermedad de Grave
• Enfermedad de Chron
Nuestro recuento de las células polimorfonucleares y los linfocitos en la sección anterior sólo
cubre una parte del sistema inmunológico. Los linfocitos de células B forman el 10% del total de
los linfocitos que circulan en el organismo, y funcionan al liberar inmunoglobulinas para atacar y
destruir patógenos invasores. Aproximadamente el 80% de los linfocitos en el cuerpo son células
T. Cuando estos linfocitos son trastornados, las puertas a la infección se abren y la salud se ve
comprometida. Por ejemplo, el Virus de Inmunodeficiencia Humano (VIH) destruye las células
T auxiliares y deja a las células T asesinas incomunicadas e impotentes. Como resultado,
microorganismos invasores los cuales el cuerpo normalmente disiparía son capaces de causar las
severas infecciones que caracterizan al SIDA.
En esencia, el SIDA es una disfunción de los linfocitos de célula T. Los pacientes que sufren de
esta enfermedad, por lo regular, muestran niveles bajos de Glutatión, especialmente en el conteo
de Glutatión en los linfocitos de célula T. Varios estudios han demostrado que los niveles de
Glutatión pueden ser indicadores que muestran las posibilidades de sobrevivencia y calidad de
vida de pacientes de SIDA.
Un linfocito ataca a un patógeno al liberar un poderoso químico oxidante tal como el peróxido, y
el linfocito se protege a si mismo neutralizándolo con Glutatión. También, los linfocitos deben
replicarse a si mismos una y otra vez (expansión monoclonal) para poder atacar a la población
patógena en su totalidad. Este proceso requiere el uso de oxígeno y la liberación adicional de
oxidantes. Para lograr una replicación eficiente y continua se requiere el uso del Glutatión para
contraatacar los efectos de oxidación. Así que el combatir una infección consume Glutatión en
dos formas—al utilizarlo para estabilizar los radicales libres y también para producir células
inmunológicas. Esto se hace aparente en infecciones agudas tales como la neumonía bacterial.
En infecciones crónicas tales como la hepatitis C o el SIDA, el desgaste en los niveles de
Glutatión es aun más pronunciado. Estudios recientes han demostrado que los niveles de
Glutatión elevados le permite al sistema inmunológico lidiar con estas infecciones de manera
más efectiva.
Así que la actividad protectora del Glutatión tiene dos funciones—fortalece el funcionamiento de
las células inmunológicas y también funciona como un antioxidante dentro de las mismas.
Conclusión
El sistema inmunológico utiliza varios tipos de células para combatir las infecciones y otras
amenazas y el crecimiento y el funcionamiento saludable de estas células depende de la
disponibilidad de Glutatión. El Glutation se encuentra en el centro de todos los procesos
inmunológicos y el tener niveles bajos de Glutatión es algo común en muchas enfermedades,
especialmente en el SIDA el cual se caracteriza por un sistema inmunológico severamente
comprometido.
El elevar y mantener los niveles de Glutatión puede minimizar el riesgo de contraer estas
enfermedades. Aunque sólo las personas que se encuentran severamente enfermas muestran una
deficiencia en el nivel de Glutatión, aquellas personas con una salud estable también pueden
beneficiarse con la suplementacion de Glutatión, especialmente en estos días en que estamos tan
expuestos, como nunca antes, a toxinas ambientales y a bacterias resistentes a los medicamentos.
Sin duda alguna, la mejor forma de medicina preventiva es un sistema inmunológico en
funcionamiento óptimo y la mejor manera de optimizar este sistema es alimentándolo de
Glutatión por medio de proporcionar al organismo los precursores para su sintetización.