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2008

el ahogado

Se ahogaba
en las aguas del río.
No tenía su corazón,
y los papeles flotaban
con su cuerpo.

Moría el sol y
se vaciaba el horizonte.
Se escuchó
por última vez su voz
y fue libre.
(3 diciembre)

tras noche

Las palabras
dejan de ser versos.
Se desanudan,
trasnochan y
atraviesan
el pecho dormido.
(17-XII)

1
(noche)

Noche en el silencio.
El perro.
El sillón en los huesos
del jardín
Yo. Silencio.

(17/XII)

el ahogado (2)

Salía del profundo mar


hacia su segunda vida,
el ahogado.

Había vivido la muerte,


regresaba a beber
lo que lo había destruido;

el aire doliente
el alrededor indiferente.

Había querido llegar


al hondo final
con el enorme
peso de la nada

desahogando lágrimas,
enterrando sueños,
simples, de la vida
oscuros, de la noche,

2
imposibles
para siempre.

Sólo quedaban
poemas
por escribir.

No sabía cuántos,
por escribir

y volver
al profundo mar.

(29/ dic. 08)

des pojo

El alma suelta,
sin corazón, sin cuerpo.

Se hizo aire todo,


viento todo,
se robaron lo posible

quedó el alma.

Libre y sola
y despojada.

(30/ dic. 08)

3
mar

Nacen, mueren,
las mareas.

Los mareados de la vida


buscan huellas en orillas,
intentos de caminares
que sienten,
como enamorados desencantados
solitarios y desgarrados.

Perdidos a los lados


de la vida. Se arrastran
entre corrientes
los mañanas.
Se hunden en la arena
los posibles conjugados.

Es la vida una
uno el mar
uno el amor
última la muerte.

4
2009

luna, 4 enero

La luna al medio,
caería en vertical
al espacio del no sé
quién sería, quién he sido.

Asteroide
de alma perdida.

Se ve cerca la luna
y las cadenas de la tierra,
fuertes, implacables.

un silencio

Hay una revolución en mi boca.


Las palabras, a punto de luchar,
se miran, me miran,
no saben si usar armas
o quedar sin voz.

Frente a frente pero inmóviles


esperan por mí
una orden, un grito.

Escuchan el silencio

5
bajan las manos y las miradas,
abandonan el campo de batalla.
Venció el silencio del verso.

(6 enero 09)

alma

La luna levita inmóvil,


el farol cuelga en el muro.
Entre medio un cuerpo,
su sombra con una brasa
mirando el cielo
mirando el patio.

Perdida la noción
de lo libre y lo enclavado,
perdida la noción
de la brasa
entre las manos.

(9 enero 09)

el fuego

Apoyada la espalda
contra el muro de la noche,

vuelve aquel golpe,


atraviesa la columna
como un fuego,
hasta los ojos.

Se siente una sola vez,


queda en el tiempo,

6
retumba en el cuerpo
y en las tormentas.

(14/ enero/ 09)

olvido

Salta espacios,
versos en blanco
hasta la última línea.

El poeta va a morir.
No quiere lápida
ni mar, ni verde campo.

Poeta sin huecos,


rincones, muros,
cuerpo, razones.
El poeta quiere morir.

(16/ enero/ 09)

7
14/feb./09’

El escalador que llegó


a la cima del Everest,
el halcón que esquivó la flecha,
el poeta que encontró
la palabra que buscaba.

El que tacha en el almanaque


los días de dolor.

El que es feliz
y puede decirlo,
y quien,

mirando a los lados


y hacia arriba,
no puede ver
su felicidad en las cimas.

8
Llueve en el aire

Brindaron el dolor
con sus lágrimas de adiós.
Bebieron el pasado sin crecer
y no se miraron
en las copas frágiles
de los mañanas.

Pudo haber una canción,


un color, un poema,
una excusa para tardar
la última despedida,
pero era la última.
Sólo ellos lo sabían aunque
sus corazones aullaran
aún, como lobos perdidos.

II

No pudieron tardar,
duele menos de un corte.
Desterraron cada sueño
al acercarse poco a poco
y vieron en sus miradas

9
culpas. Lo prefirieron.

Algún día llegaría el enojo


y con él el olvido y el dolor.
Ese dolor que respiraban
y los enmudecía.
El que se diluyó en las copas
y fue cayendo, poco a poco
áspero, amargo, por sus cuerpos.

Todo alrededor calló,


se hizo enorme la distancia
y gigante el atardecer,
lleno de aire destemplado.

Versos

Como un trago ardiente


bebían los versos del poeta.

No se atrapan como vuelos


las palabras de las profundidades.

Es más fácil
dormir el paladar,
distraer los oídos
y mirar cosas lindas.

El vino del alma


del poeta, traspasa
cada fondo;
los corazones alrededor

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flotan vacíos
en la superficie.

pregunta

-qué hacías, poeta


sentado en las rocas
frente a la furia del mar?

-buscaba su mirada
imposible. El horizonte
partido en dos
y yo en la desgarrada mitad...

- no busques más...
sólo quedó en la tuya,
grabada, no creías
en lo imposible?

-no sabía que el alma


sufría como el cuerpo
sólo ahora lo aprendo,
y no puedo apagar los leños
de ese dolor

-sólo el mar, entonces,


puede apagarlo, pero saldrá
rojo el sol
y la luna se pondrá llorando

11
-qué vas a hacer, poeta,
con tu mar, con tu poesía
con esa mirada, con tu vida?

No recibo

Disculpen, no puedo abrir la puerta,


es que no soy yo.

Había ordenado los versos


y las plantas y los estantes,
y hay suficiente espacio.

Son muchos los que quiero


y quisiera poder recibir a todos
a mi pequeño mundo,

pero la vida allá afuera


no me deja ser.
Me deja sensaciones tan clavadas
que lastiman.

Recorrí partes del mundo


y de mi pasado, todo;
mis sueños, los vivo noche a noche.

Pero a pesar de las certezas


así, hoy, no me encuentro;

de tanto saberlo, no sé quien soy.

12
Disculpen, no puedo
abrir la puerta hoy.

16/marzo/09’

Tristeza calle abajo


transeúntes resbalan,
y se dejan arrastrar.
Nadie sabe
de dónde, desde cuándo
empezó a fluir.
Primero fue brisa,
luego lluvia
ahora tormenta.

Nos obligan a quedarnos,


estar de pie aún
abrazándonos a un árbol.

Nos obligan a sentir


el torrente, el vendaval,
hasta que termine.
Hasta que termine
de pasar.

13
II

Hacia el vacío
desde los montes del querer
dejarse caer y caer.

En la altura
creímos,
en los encuentros
abrazos, descansos,
y deslizarse era vivir.

Pero ese tremendo


golpe
de noche a oscuras
de noches vacías,

del monte
del más alto
mejor es
dejarse caer.

18/marzo/09’

Cuántas pieles
tiene la soledad?
-siete dijo Nietzsche-
el número no importa,
ella es una sola…
No la traspasa
el iceberg
ni la mueve
el viento mistral.

14
No se quiebra nunca
tan pegada al alma,
se mezcla con ella.
No intentes,
no intentes
removerla…

Otoño 2009

No había que
involucrar
el alma,

el corazón
sí se calma,

más allá de él
no hay manos
no hay caricia
no hay puentes
de nada.

Queda sola,
no hay
refugio ni salida,
no hay recetas.

Sola queda
el alma.

15
nudos

El nudo en la cuerda
del escalador
que avanza sin saber
la cima de la altura,

el nudo en la garganta
del que no conoce
si habrá respuesta
a lo que espera.

Si se liberan
pueden hundirnos
a los abismos
de las soledades
sin salida.

16
Espacio

Llegan
los potros salvajes
del atardecer,

rodean mi centro polar


alcanzando
la última y sola
estrella.

Quieren avanzar y llevarla,


quieren opacar su brillo
para cargarla

y ella quiere,
también
marcharse al galope
pero las cadenas que la atan
no la dejan escapar.

17
Quedan expectantes
los potros,
hipnotizados y a la vez,
enfurecidos
por no avanzar.

poema abril

abril abrió una puerta


y pasan tormentas
y nunca se detiene el viento
aunque salga el sol.

hay una batalla


de soldados de plomo,
juegan a matarse
nunca pierden
nunca ganan.

se espera septiembre
qué será de las nubes
vientos calmos o
huracanados

se espera la paz
o la lucha interminable

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entre dejarse llevar
o seguir batallando

12 abril

Las avenidas
hacia el mar
hacia el Arco de Triunfo
hacia la Plaza Cibeles

La avenida infinita
de horizontes
para ir más allá,
fuera del mundo
y sus maravillas.

Los caminantes
encandilados
por tantos caminos,
en un solo momento
no saben cuál tomar.

19
largo

Larga la noche
de rocas escaladas
de viento escondiendo
la luna y las sombras

Largo paseo por la vida


de noches lluviosas
calles asfaltadas
y rincones solos.

Largo espacio solo


entre dos encuentros
y el adiós que le sigue
hasta cuándo.

Largo espacio la vida,

20
corto lo hace
el asesino mudo
el desatento
el que no regresa
el que no aprende
a querer y ser querido.

17 abril 09

Sin alas ni gravedad


mirar la
muralla china,
las cordilleras,
los océanos
y pirámides egipcias.
Nuestra pequeñez.
La grandeza.

Orilla quieta
frente al tsunami,
que no se anuncia.
Tranquila tierra
que no sabe del tornado
que va a fustigarla.

21
Qué inocente
la tierra, inexperta
de los golpes inesperados.

Y nosotros tan callados,


tan apabullados,
tan fijos en cada uno
que buscamos alas
y vivimos en gravedad.

Abril 20-09´

Como nieve que acaricia


la roca que había
olvidado su identidad,
no sintió frío sino tibieza
y lloró por dentro.

Por ser sola, inmóvil


atrapada en piedra,
el calor blanco
fue silencio y desarmó
a la muerte.

22
noche abril 2009

El halcón invisible
ronda la noche,
se siente su vuelo
como luz desparramada
en los huecos oscuros.

La noche enamora,
empuja al solitario
hacia más soledad,
al rincón de la luna

23
gris y ventosa.

Y la marea,
conocedora
de todo movimiento;

la marea espera
al solitario bajo
la vaga sombra
del halcón.

Las miradas
que se cruzaron
alguna vez,
mudas, por la vida,
se atravesaron el alma
pero siguieron camino.

Las palabras dichas


o calladas de ayeres
que quedaron clavadas
dentro de la piel
para siempre.

24
Lo fortuito permanente
que va esculpiendo
nuestro cuerpo
desde adentro hacia
la vida. Esas

miradas cortadas,
palabras confusas,
golpes de sentimientos,
encuentros y desencuentros
esas, son nuestras vidas.

(abril 2009)

1/ mayo/ 09’

El poeta
golpea verso a verso
y no se lastima
las manos.

Quisiera a veces
golpear hasta sangrar

25
pero, tiene sus manos.
Ya sufrieron
y lo vieron sufrir.
Sólo quieren escribir.

El poeta
no puede
dejar de escribir
sencillamente
se desangraría.

Desde otro lado

Tigre prisionero
de oscuras franjas
y encierros.

Sale en busca de
la selva verdadera,
y se pierde

26
una y otra vez.

De tanto tiempo
encarcelado,
no distingue
si es libre
o si existe la libertad.

II

El fugitivo de la realidad.
El andante
que eligió perderse.
Los amantes de Hamlet
que no se dejan caer.

Toman espadas
caballos y plumas
con el sueño
de sobrevivir
la realidad.

27
paseo

A veces es necesario
vestir el cuerpo
y sacarlo a pasear,
pero a veces olvidamos
ponernos el alma.

La sentimos a solas,
nos golpea el pecho,
pasa por la mirada.

Si le hacemos espacio,
somos.

Cuando la ropa
y el ruido aturden,
el alma
queda afuera.

Espera. Espera,
y si no la sentimos, se va.
Y no somos.

28
otro paseo

Esa imagen de viento quieto


de raíz como semilla,
de tormenta en un cuadro,

los recuerdos así


quedan
en el cuerpo distraído
por sus movimientos.

El engaño del lento


irse quedando
de las cosas
aún presentes.

Junio 09’

Ir a buscar en dónde
se encuentran las miradas,
entre las distancias
terrenales y las planetarias

-y en ese punto quedarme


olvidando el tiempo-

Creer que hay miradas

29
que se pertenecen,
que la fidelidad puede más
que el espacio

-entonces quedarme
allí, sin medidas.-

II

………. (Creíamos que las palomas no caían


y que se nos nublaba la vista...)

Caen nubes -no es noche-


sobre nuestros ojos.
Recordamos haber visto
morir una paloma
y haber llorado.
Haber sentido
ríos de llanto
sin derramar.

Pasan las nubes,


somos casi
mayores de cambios
y abrimos la mirada.


la vigilia nos rodea,
apenas si soñamos.

30
julio 09´
(I)

El árbol triste
de sus hojas caídas
acompaña
al amante olvidado.
Siente cómo
su corazón deja de respirar
a pesar del viento,
no hay protección
de lluvia ni de alas.

(II)

Los abandonados
desnudos por la pena
se amparan
en la medialuna
juntando sombras
de lo que fueron.
El amante se dejará
allí, hasta que
el viento lo llame.

31
Samurai

Se sintió en la batalla
hundirse en medio
del bajo pecho
la espada esperada
del samurai y su honor.

La sangre de su fuente
abre camino
hacia el fin de la estirpe
y el comienzo de
fogonazos artificiales
y asesinos a distancia.

Qué dolor de lo perdido


qué dolor de cobardía,
qué preámbulo
de barbarie enmascarada;
la civilización
que sangra agua
por heridas sin sentido.

32
leteo

Vamos a cruzar el río


del olvido,
empaparnos
hasta que el alma
se desprenda
y llegue
a la vida donde está
lo prometido.

Así cada noche


dormimos
en la orilla del Leteo.
Quién sabe
dónde
despertaremos.

33
y que no duela el alma

Dijo adiós
y era para siempre,

sólo la mirada
agregó
-atravesando
todo alrededor,
nada existió entonces-:

“y que no te duela el alma...”,

de corazones

Que llueva toda la lluvia


que tiene que llover;
que griten todos
los que tienen algo que decir;
que no se acabe el mundo
antes de saberse

34
que no hay verdades.

Hay una; no se explica


no se comprueba;
sólo se escribe
con el corazón.

espacio

Y si bajaran las estrellas


a recordarle al cuerpo olvidado
que seguía allí?
Y tocaran su corazón
y lo hicieran latir?

Sabe el cuerpo
que al menor desalojo
la muerte se va.
No le quitarán
lo logrado.

Desde otro lugar


mirará las estrellas
y no tendrá añoranza
de lo dejado.
El alma no necesita
espacio.

35
solos

I
Estamos solos
abrazando una sombra
en un sueño,
infinitamente tristes
al despertar.

Buscamos el cuerpo
que abrazamos,
pero la vigilia es
el mejor escondite
de la soledad.

II

Voy a entrar en ese río


que no permite olvidar
ese río de la noche intermitente,

36
allí, en un momento estamos
y al siguiente,
nos fuimos
y desapareció el único
momento que quisimos
alguna vez haber vivido.
Por eso,
me voy al río.

artes

Los poemas conocen


el arte de esperar.

La sangre de las palabras


escriben.
Son almas
sin pausas sin pautas.
Son pura noche
despertada de pronto,
asaltada por la verdad
de lo que se siente
y nunca miente.

Los poemas conocen


la tormenta de sangre
que las almas derraman

en las palabras.

37
el talle

Yo
iba a ser suicida,
esa ropa
me quedó cómoda
sin necesidad
de buscar talle.
Pero el tiempo
-y otras cosas-
me hicieron tardar
y sigo aquí,
midiendo
el mismo talle.

duelo

Tuve que dejar


de lado
la piedad.
Tuve que matar
y enterrar
lo que hacía tanto
habitaba
mi corazón.
Lo llenaba
lo ahogaba
lo colmaba,
lo mataba.

Tuve

38
que ensangrentar
mis propias manos
para sacrificarme,
y a mis sueños,
que tanto dolieron
como dolieron siempre.

No tuve piedad
y pude matar
en una noche
a mi corazón.

viento

Viento de primavera
y ese empeño vano
de seguir repitiéndote,
en el espejo… Todo
se trató de tu mirada,
pero es la mía que
responde mis palabras.

Todo se lo lleva el viento


pero el tiempo
no recoge el dolor,
ya no hay espacio,
insiste en devolverme
las miradas y las sombras
que son hoy las hojas
de mi libro abierto.

39
Sin

Hubiera nacido
sin la luna en la frente
sin un tajo en el corazón
… sin un perro a mi costado
ni un libro bajo mi brazo.
Hubiera nacido
para amar largamente
y no temer la soledad
y no saber del temor
ni del dolor
con que he crecido
marea tras marea
desde la niñez
de mi playa
y de mi noche.

40
hoy (31-10-09)

Hoy había una muerte


que pensar,
pero se tardó el momento
y siguió la vida
de todos los días,
con un deseo debajo
de la piel, de desaparecer
y marcharse sin trenes
ni vuelos, sólo el mar
de la soledad del adiós.
Hay una muerte que pensar
aunque siga insistiendo
día a día, en tardar.

41
rasando

Pasa la mano rasando


la superficie de la hierba
y hasta ella teme
mínimas colinas,
árboles pequeños.

No conoce la paz
de su propio lecho;
por debajo de él pueden
acercarse caballos
y soldados de la muerte
armados. O por encima
un grueso velo
que los ojos oprima.

42
La mano alisa la arena
y un temblor no oculta
el miedo a la marea
y sus crecidas.
Percibe acercarse
el buque desesperado
por tocar tierra firme.

Ya no sabe dónde estar,


qué acariciar,
y cómo escapar
a los miedos.

vida (ayer y hoy)

Cruzamos estrechas calles


Desde que nacemos,
Caemos y nos lastimamos
Rodillas y manos,
Pero ponerse en pie
Y reír, el mejor remedio.

Luego son avenidas,


Ya miramos al cruzar
Como aprendimos a fuego.

Pero entre tantos cruces


A veces ese fuego
No supo apagarse

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Y nos sigue incendiando.
Ya no reímos, apenas
Tenemos fuerzas
Para mirar; sólo
Lo hacemos hacia arriba.

Lo que sentimos
Quedó en huellas
Marcadas en asfalto
Y no es posible
Descaminar.

Y duele el pecho hoy,


Y duele la mirada,
Y no se sabe qué más
Va a seguir doliendo.

survivor

El diluvio universal
de las palabras,
el juego en blanco y negro
de los colores
y música en las letras.
Son olas gigantes
cayendo sin piedad
sobre las palmas
de las manos.
Sobrevivir,
escribir
con lluvia
y caos de granizo.

44
(18-11-09’)

el silencio

El cielo acumulado,
los ojos tristes mirando:
a dónde se han ido
las palabras?
El canto de amor
desesperado;
las noches des-
veladas, develando
el silencio
de la noche callada.

(9-12-09’)

mirada

Me alejo de las cosas


-“things that relief me
makes me lonely”-,
coloco mi mirada
donde puedo verla
esquivando lo vacío,
y va quedando nada.
Me voy alejando
y podría saltar,
volar, pero
no estar
entre las cosas.

45
diciembre 09’

Casa abandonada,
corriente de vientos
desérticos.
Ventanas sin cortinas,
flota soledad
huele soledad.
Se sueltan del jardín
las raíces.
En silencio todo,
dentro y fuera
nadie escucha.

46
Nadie escucha,
todos parten
sin mirar.

poema-alma

Hay almas sueltas


ay, almas solas,
se sienten
invisiblemente alrededor,
livianas, aireadas.
Hay cuerpos vacíos,
no sienten
ay, cuerpos vacíos.

47
“Eppur si muove”

El mundo no se ve,
se escucha
en el roce de las noches.

El viento nos lleva,


la marea nos empuja.
Son los sonidos
del tiempo

del mundo
que se va trazando,
y no lo vemos.

poema 1-1-10’

Ser viento y pausar


el tiempo.
Una estación
bajo el cielo,
y la sangre detenida,
y el espacio del cuerpo
más allá
de todos los espacios,
como una muerte
en movimiento.

48

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