CREACIÓN DEL ESTADO DE BIENESTAR
Uno de los desarrollos sociales más notorios en la Europa de postguerra fue la creación del estado de bienestar. En cierto sentido este representa otra extensión del poder del Estado sobre la vida de sus ciudadanos, un proceso que se incrementó en forma drástica como resultado de las dos guerras mundiales.
Aunque el propósito del Estado benefactor era hacer posible que la gente viviese mejor y tuviera vidas más plenas, sus defensores creyeron que al eliminar la pobreza y la falta de vivienda, proporcionar servicios médicos para todos, asegurar la dignidad para los ancianos y extender las oportunidades educativas para todo el que quisiera aprovecharlas, liberaría a la gente para que lograra la felicidad, satisfaciendo sus necesidades materiales.
Por supuesto, los esquemas de bienestar social no eran nuevos en Europa. Hacia fines del siglo XIX, algunos estados proporcionaron cierto bienestar a las clases obreras instituyendo las pensiones por vejez, el seguro médico y la compensación por desempleo. Pero esos esfuerzos eran fragmentarios, y de ninguna manera se basaban en la creencia general de que la sociedad tenía la responsabilidad de cuidar a todos sus ciudadanos.
La nueva legislación social de la posguerra extendió en gran medida los beneficios mencionados y también creó nuevos. Por supuesto, las ayudas de la sociedad benefactora difirieron en forma considerable de país en país, tanto en cantidad como en calidad, así como en la forma en que se pagaban y se administraban. Sin embargo, había algunas tendencias comunes. (puede seguir leyendo sobre el estado de bienestar)
EL DESMANTELAMIENTO DEL ESTADO DE BIENESTAR: Luego de la crisis del petróleo (1973) que afectó a todo el sistema capitalista, se comenzó a debatir sobre las funciones que había llevado a cabo hasta entonces el Estado como garante del funcionamiento del mismo sistema.
Una de las principales críticas que nacían desde los sectores neoliberales era que, justamente el Estado, denominado en el periodo 1930 – 1970 como “Estado de Bienestar” o “estado Benefactor”, basado en las teorías económicas de Keynes (foto), era el culpable de la crisis del momento y por lo tanto debía ser reformulado.
Es decir, según los postulados neoliberales el Estado debía dejar de intervenir en la economía, no solo como controlador sino también como generador y distribuidor de riquezas, ya que estas últimas funciones hacían que el Estado elevara considerablemente su presupuesto dejando sin ganancias a las grandes empresas. De esta forma se ponía en lugar central, para la salida de la crisis, a la reducción de los gastos del Estado.
A partir de los años 80, con el triunfo de las posturas neoliberales en lo económico y de la llegada al gobierno de
representantes de éstos en los principales países del mundo, se puso en marcha, en la mayoría de los Estados capitalistas, una serie de planes de ajuste y recortes presupuestarios en áreas como salud y seguridad social.
Las consecuencias no se hicieron esperar demasiado: aumento de la desocupación, despidos producidos por el propio Estado y por las empresas privadas, brusca disminución de las ventas debido a la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, privatizaciones en todas las áreas, suspensión o cierre definitivo de servicios que cumplían funciones sociales (transportes, educación, salud, etc.).
Otra de las consecuencias que trajo aparejada el desmantelamiento del “Estado de Bienestar” y su papel regulador de la relaciones entre los empresarios privados y los trabajadores, fue la pérdida, por parte de los sindicatos, de su poder de negociación ante las medidas neoliberales y de la homogeneidad en sus reclamos.
El fuerte aumento del desempleo, el cierre de empresas y el deterioro de las condiciones de trabajo, presionaron a los que todavía conservaban su puesto, a aceptar nuevas condiciones de “flexibilidad” laboral. Estas “facilidades” brindadas a los particulares fueron aprovechadas par
CREACIÓN DEL ESTADO DE BIENESTAR
Uno de los desarrollos sociales más notorios en la Europa de postguerra fue la creación del estado de bienestar. En cierto sentido este representa otra extensión del poder del Estado sobre la vida de sus ciudadanos, un proceso que se incrementó en forma drástica como resultado de las dos guerras mundiales.
Aunque el propósito del Estado benefactor era hacer posible que la gente viviese mejor y tuviera vidas más plenas, sus defensores creyeron que al eliminar la pobreza y la falta de vivienda, proporcionar servicios médicos para todos, asegurar la dignidad para los ancianos y extender las oportunidades educativas para todo el que quisiera aprovecharlas, liberaría a la gente para que lograra la felicidad, satisfaciendo sus necesidades materiales.
Por supuesto, los esquemas de bienestar social no eran nuevos en Europa. Hacia fines del siglo XIX, algunos estados proporcionaron cierto bienestar a las clases obreras instituyendo las pensiones por vejez, el seguro médico y la compensación por desempleo. Pero esos esfuerzos eran fragmentarios, y de ninguna manera se basaban en la creencia general de que la sociedad tenía la responsabilidad de cuidar a todos sus ciudadanos.
La nueva legislación social de la posguerra extendió en gran medida los beneficios mencionados y también creó nuevos. Por supuesto, las ayudas de la sociedad benefactora difirieron en forma considerable de país en país, tanto en cantidad como en calidad, así como en la forma en que se pagaban y se administraban. Sin embargo, había algunas tendencias comunes. (puede seguir leyendo sobre el estado de bienestar)
EL DESMANTELAMIENTO DEL ESTADO DE BIENESTAR: Luego de la crisis del petróleo (1973) que afectó a todo el sistema capitalista, se comenzó a debatir sobre las funciones que había llevado a cabo hasta entonces el Estado como garante del funcionamiento del mismo sistema.
Una de las principales críticas que nacían desde los sectores neoliberales era que, justamente el Estado, denominado en el periodo 1930 – 1970 como “Estado de Bienestar” o “estado Benefactor”, basado en las teorías económicas de Keynes (foto), era el culpable de la crisis del momento y por lo tanto debía ser reformulado.
Es decir, según los postulados neoliberales el Estado debía dejar de intervenir en la economía, no solo como controlador sino también como generador y distribuidor de riquezas, ya que estas últimas funciones hacían que el Estado elevara considerablemente su presupuesto dejando sin ganancias a las grandes empresas. De esta forma se ponía en lugar central, para la salida de la crisis, a la reducción de los gastos del Estado.
A partir de los años 80, con el triunfo de las posturas neoliberales en lo económico y de la llegada al gobierno de
representantes de éstos en los principales países del mundo, se puso en marcha, en la mayoría de los Estados capitalistas, una serie de planes de ajuste y recortes presupuestarios en áreas como salud y seguridad social.
Las consecuencias no se hicieron esperar demasiado: aumento de la desocupación, despidos producidos por el propio Estado y por las empresas privadas, brusca disminución de las ventas debido a la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, privatizaciones en todas las áreas, suspensión o cierre definitivo de servicios que cumplían funciones sociales (transportes, educación, salud, etc.).
Otra de las consecuencias que trajo aparejada el desmantelamiento del “Estado de Bienestar” y su papel regulador de la relaciones entre los empresarios privados y los trabajadores, fue la pérdida, por parte de los sindicatos, de su poder de negociación ante las medidas neoliberales y de la homogeneidad en sus reclamos.
El fuerte aumento del desempleo, el cierre de empresas y el deterioro de las condiciones de trabajo, presionaron a los que todavía conservaban su puesto, a aceptar nuevas condiciones de “flexibilidad” laboral. Estas “facilidades” brindadas a los particulares fueron aprovechadas par
CREACIÓN DEL ESTADO DE BIENESTAR
Uno de los desarrollos sociales más notorios en la Europa de postguerra fue la creación del estado de bienestar. En cierto sentido este representa otra extensión del poder del Estado sobre la vida de sus ciudadanos, un proceso que se incrementó en forma drástica como resultado de las dos guerras mundiales.
Aunque el propósito del Estado benefactor era hacer posible que la gente viviese mejor y tuviera vidas más plenas, sus defensores creyeron que al eliminar la pobreza y la falta de vivienda, proporcionar servicios médicos para todos, asegurar la dignidad para los ancianos y extender las oportunidades educativas para todo el que quisiera aprovecharlas, liberaría a la gente para que lograra la felicidad, satisfaciendo sus necesidades materiales.
Por supuesto, los esquemas de bienestar social no eran nuevos en Europa. Hacia fines del siglo XIX, algunos estados proporcionaron cierto bienestar a las clases obreras instituyendo las pensiones por vejez, el seguro médico y la compensación por desempleo. Pero esos esfuerzos eran fragmentarios, y de ninguna manera se basaban en la creencia general de que la sociedad tenía la responsabilidad de cuidar a todos sus ciudadanos.
La nueva legislación social de la posguerra extendió en gran medida los beneficios mencionados y también creó nuevos. Por supuesto, las ayudas de la sociedad benefactora difirieron en forma considerable de país en país, tanto en cantidad como en calidad, así como en la forma en que se pagaban y se administraban. Sin embargo, había algunas tendencias comunes. (puede seguir leyendo sobre el estado de bienestar)
EL DESMANTELAMIENTO DEL ESTADO DE BIENESTAR: Luego de la crisis del petróleo (1973) que afectó a todo el sistema capitalista, se comenzó a debatir sobre las funciones que había llevado a cabo hasta entonces el Estado como garante del funcionamiento del mismo sistema.
Una de las principales críticas que nacían desde los sectores neoliberales era que, justamente el Estado, denominado en el periodo 1930 – 1970 como “Estado de Bienestar” o “estado Benefactor”, basado en las teorías económicas de Keynes (foto), era el culpable de la crisis del momento y por lo tanto debía ser reformulado.
Es decir, según los postulados neoliberales el Estado debía dejar de intervenir en la economía, no solo como controlador sino también como generador y distribuidor de riquezas, ya que estas últimas funciones hacían que el Estado elevara considerablemente su presupuesto dejando sin ganancias a las grandes empresas. De esta forma se ponía en lugar central, para la salida de la crisis, a la reducción de los gastos del Estado.
A partir de los años 80, con el triunfo de las posturas neoliberales en lo económico y de la llegada al gobierno de
representantes de éstos en los principales países del mundo, se puso en marcha, en la mayoría de los Estados capitalistas, una serie de planes de ajuste y recortes presupuestarios en áreas como salud y seguridad social.
Las consecuencias no se hicieron esperar demasiado: aumento de la desocupación, despidos producidos por el propio Estado y por las empresas privadas, brusca disminución de las ventas debido a la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, privatizaciones en todas las áreas, suspensión o cierre definitivo de servicios que cumplían funciones sociales (transportes, educación, salud, etc.).
Otra de las consecuencias que trajo aparejada el desmantelamiento del “Estado de Bienestar” y su papel regulador de la relaciones entre los empresarios privados y los trabajadores, fue la pérdida, por parte de los sindicatos, de su poder de negociación ante las medidas neoliberales y de la homogeneidad en sus reclamos.
El fuerte aumento del desempleo, el cierre de empresas y el deterioro de las condiciones de trabajo, presionaron a los que todavía conservaban su puesto, a aceptar nuevas condiciones de “flexibilidad” laboral. Estas “facilidades” brindadas a los particulares fueron aprovechadas par
La construccin de un estado de bienestar en europa
I CREACIN DEL ESTADO DE BIENESTAR
Uno de los desarrollos sociales ms notorios en la Europa de postguerra fue la creacin del estado de bienestar. En cierto sentido este representa otra extensin del poder del Estado sobre la vida de sus ciudadanos, un proceso que se increment en forma drstica como resultado de las dos guerras mundiales. Aunque el propsito del Estado benefactor era hacer posible que la gente viviese mejor y tuviera vidas ms plenas, sus defensores creyeron que al eliminar la pobreza y la falta de vivienda, proporcionar servicios mdicos para todos, asegurar la dignidad para los ancianos y extender las oportunidades educativas para todo el que quisiera aprovecharlas, liberara a la gente para que lograra la felicidad, satisfaciendo sus necesidades materiales. Por supuesto, los esquemas de bienestar social no eran nuevos en Europa. Hacia fines del siglo XIX, algunos estados proporcionaron cierto bienestar a las clases obreras instituyendo las pensiones por vejez, el seguro mdico y la compensacin por desempleo. Pero esos esfuerzos eran fragmentarios, y de ninguna manera se basaban en la creencia general de que la sociedad tena la responsabilidad de cuidar a todos sus ciudadanos. La nueva legislacin social de la posguerra extendi en gran medida los beneficios mencionados y tambin cre nuevos. Por supuesto, las ayudas de la sociedad benefactora difirieron en forma considerable de pas en pas, tanto en cantidad como en calidad, as como en la forma en que se pagaban y se administraban. Sin embargo, haba algunas tendencias comunes. (puede seguir leyendo sobre el estado de bienestar)
EL DESMANTELAMIENTO DEL ESTADO DE
BIENESTAR: Luego de la crisis del petrleo (1973) que afect a todo el sistema capitalista, se comenz a debatir sobre las funciones que haba llevado a cabo hasta entonces el Estado como garante del funcionamiento del mismo sistema. Una de las principales crticas que nacan desde los sectores neoliberales era que, justamente el Estado, denominado en el periodo 1930 1970 como Estado de Bienestar o estado Benefactor, basado en las teoras econmicas de Keynes (foto), era el culpable de la crisis del momento y por lo tanto deba ser reformulado. Es decir, segn los postulados neoliberales el Estado deba dejar de intervenir en la economa, no solo como controlador sino tambin como generador y distribuidor de riquezas, ya que estas ltimas funciones hacan que el Estado elevara considerablemente su presupuesto dejando sin ganancias a las grandes empresas. De esta forma se pona en lugar central, para la salida de la crisis, a la reduccin de los gastos del Estado. A partir de los aos 80, con el triunfo de las posturas neoliberales en lo econmico y de la llegada al gobierno de
representantes de stos en los principales pases del mundo, se puso en marcha,
en la mayora de los Estados capitalistas, una serie de planes de ajuste y recortes presupuestarios en reas como salud y seguridad social. Las consecuencias no se hicieron esperar demasiado: aumento de la desocupacin, despidos producidos por el propio Estado y por las empresas privadas, brusca disminucin de las ventas debido a la prdida del poder adquisitivo de los trabajadores, privatizaciones en todas las reas, suspensin o cierre definitivo de servicios que cumplan funciones sociales (transportes, educacin, salud, etc.). Otra de las consecuencias que trajo aparejada el desmantelamiento del Estado de Bienestar y su papel regulador de la relaciones entre los empresarios privados y los trabajadores, fue la prdida, por parte de los sindicatos, de su poder de negociacin ante las medidas neoliberales y de la homogeneidad en sus reclamos. El fuerte aumento del desempleo, el cierre de empresas y el deterioro de las condiciones de trabajo, presionaron a los que todava conservaban su puesto, a aceptar nuevas condiciones de flexibilidad laboral. Estas facilidades brindadas a los particulares fueron aprovechadas para bajar costos laborales directamente
con la disminucin de salarios y de esta manera recuperar o mantener los niveles
de ganancia. La excusa era que el Estado era ineficiente, y que sus gastos generaban inflacin. Para corregir estas deficiencias, se aplicaron ajustes de todo tipo, que los trabajadores, desmovilizados por el miedo a ms prdidas de empleos, no tuvieron ms remedio que aceptar. Al mismo tiempo, la revolucin tecnolgica de los 70, haba provocado una alta tecnificacin de la industria, con la consecuente disminucin de la mano de obra y la especializacin de la misma. El desempleo aument el nmero de trabajadores marginales o informales, con trabajos temporales, artesanales o de servicios alternativos (transporte, seguridad, etc.). Esta situacin gener diferentes tipos de trabajadores (heterogeneidad de la clase trabajadora): por un lado unos muy especializados, trabajando en empresas con cierta estabilidad y con mayor capacitacin; otros, trabajadores flexibilizados, con una gran inestabilidad laboral y otros directamente desocupados, marginados o cados del sistema laboral. Evidentemente esto signific un quiebre en la unidad (homogeneidad) de la clase trabajadora y en los reclamos obreros. NUEVAS FORMAS DE ARTICULACIN DE LAS DEMANDAS SOCIALES Desde mediados del siglo XIX la forma de reclamar y protestar de las masas haba sido canalizada principalmente por los partidos polticos y por los sindicatos. Al terminar el siglo XX, nos encontramos con una profunda crisis de los partidos polticos tradicionales y por diversas razones se ha producido un debilitamiento de los sindicatos. Esta situacin produjo nuevas formas y canales de participacin para la demanda frente a situaciones injustas y de explotacin. Las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), comenzaron a surgir y a reemplazar en algunas reas a los partidos y al Estado: la defensa de los derechos humanos, de la mujer, del consumidor, de la ecologa, de los homosexuales, etc. Grupos de damnificados por diferentes hechos (accidentes, cierres de bancos, desalojos, etc.) hicieron or sus reclamos sin comprometerse con partidos ni con organismos de gobierno, sindicatos o instituciones religiosas. Con su constante denuncia y accionar contra las empresas que daaban el medio ambiente y contra los gobiernos que lo permitan, las organizaciones ecologistas tuvieron un papel y un rol destacado, logrando concienciar a gran parte de la poblacin mundial, del peligro que significaba no cuidar el planeta. De la misma manera, sobresalieron los grupos defensores de las minoras discriminadas por razones tnicas, religiosas, sexuales, etc. Organizaciones defensoras de los derechos de los indgenas, de la igualdad de la mujer o contra la discriminacin a los portadores del Sida, a los homosexuales o a los
discapacitados, cumplieron un destacado papel de lucha que transform en